Los cuatro iban tranquilos platicando en el tren, Luna y Draco respondieron sus preguntas curiosas sobre que son primos, Draco y Neville se dieron cuenta que se llevan muy bien y tienen varias cosas en común, realmente se sentía la paz en el ambiente de ese compartimento hasta que llegaron a su destino.
-Entonces nosotros bajamos para que ellos me vean ir con Luna y te veo en la salida, ¿Vale? -dije a Draco.
-Correcto, allá te veo -contestó él.
-Adiós primita, felices fiestas -dijo él abrazando a Luna.
-Gracias primo, igualmente a ti y a los tíos -contestó ella sonriente como siempre.
-Neville, felices fiestas, nos vemos al regreso -dijo dándole unas palmadas en el hombro.
-Felices fiestas, hasta la próxima Draco -contestó igualmente él.
Y así bajamos del tren para que los Weasley y Harry nos vieran, sólo me despedí con la mano de ellos y ellos lo devolvieron para luego irse.
-Ya se fueron -solté un suspiro.
-Mejor así, entonces nos vemos Hermione y que pases lindas fiestas -me abrazó Neville.
-Igualmente Neville y salúdame a tu abuela -dije devolviéndole el abrazo.
-Por supuesto, felices fiestas Lunita -también la abrazo.
-cuídate e igualmente a tí Neville -sonrió ella.
Y vimos como Neville se fue de la plataforma.
-Entonces Luna, ¿quedamos el domingo para ir a comprar? -pregunté.
-Por supuesto, sólo me envías una lechuza para ver a que hora ¿Si? -contestó feliz.
-Claro que sí, hasta entonces Lunita -mientras la abrazaba.
-Adiós Hermione -fue lo último que dijo antes de irse.
Yo comencé a caminar tranquilamente para encontrarme con Draco. En estos momentos estoy llena de nervios, conoceré a sus padres y para ser justos cuándo conocí a su padre no fue la mejor presentación pero si Draco es diferente ahora conmigo al menos también puede que su padres lo sean, al final de todo me han aceptado en su casa.
Llegué a la salida y vi a Draco esperándome cerca de un automóvil.
-Ya llegué -dije feliz.
-Entonces estamos listos, sube -me abrió la puerta.
Vaya, yo al menos con Ron y Harry no estaba acostumbrada a está caballerosidad así que me sentí feliz.
Después de subirnos él me abrazo y eso me relajaba mucho, al menos mis nervios no me dominaban mientras él me abrazará.
Tenía mi cabeza recostada en su pecho, íbamos en silencio pero un silencio muy cómodo.
-¿Draco? -hablé.
-¿Que pasa? -preguntó suavemente.
-¿Creés que le caiga bien a tus padres? -mis nervios se comenzaban a apoderar de mí mientras más avanzábamos.
-Por supuesto que sí, lo que nosotros mostramos al mundo es una máscara y tú lo sabés ahora, ellos son muy diferentes en casa, ya lo verás -me tranquilizó.
-Gracias, eso me tranquiliza bastante, no quiero incomodar -sonreí nerviosamente.
-No incómodas y en ningún momento lo harás, pasaremos unas lindas fiestas -me abrazó más fuerte.
Y yo me deje hacer mientras colocaba mis manos sobre las suyas. -Esto es bonito- pensé.
-Lo sé- respondió él en su mente. Ambos con una sonrisa plasmada en el rostro.
-Llegamos -soltó Draco.
Yo sólo asentí con la cabeza, no me engañó pues estoy muriendo de los nervios.
-Tranquila, todo estará bien -me dió un último apretón en el abrazo y nos soltamos.
-Lo estará, lo sé -le sonreí.
Bajamos del auto listos para entrar a casa.
Él me tomó de la mano para darme confianza y rayos, yo no sé qué haría sin él.
-¿Madre? ¿Padre? ¿Están en casa? -dijo él.
-Hola queridos ¿Que tal el viaje? -apareció Narcissa Malfoy.
-Muy bien madre, todo tranquilo -contestó él mientras abrazaba a su madre para luego volver a tomar mi mano.
Ese gesto no paso desapercibido para Narcissa.
-Hola, soy Narcissa Malfoy, pero puedes decirme Cissy, bienvenida a Malfoy Manor -se dirigió a mí con una sonrisa.
-Hola, soy Hermione Granger, Señ... Digo Cissy, encantada de conocerla y gracias por recibirme -respondí sonriendo aunque por dentro moría de nervios.
-Esta nerviosa -soltó Draco.
Lo miré mal mientras le enterré las uñas en la mano con una sonrisa en el rostro.
Narcissa le dió un golpecito en la cabeza.
-Eso no se dice hijo -reprendió ella.
-¡Ay! Ustedes dos son muy agresivas -se quejó él.
-Tu te lo buscaste Draco, no exhibas a la señorita Granger. -apareció diciendo Lucius Malfoy.
-Eso no es justo, son tres contra uno -hizo berrinche Draco.
Todos nos reímos del puchero que hizo y él nos miró indignado.
Realmente sus padres no son lo que muestran en la calle, es agradable conocer a los verdaderos Malfoy.
-Buenas tardes señor Malfoy -hablé nuevamente.
-Buenas tardes señorita Granger, bienvenida a la mansión -respondió tranquilamente.
-Muchas gracias por recibirme -respondí ya más relajada después del divertido momento que pasamos.
-Hermione nos gustaría darte el pésame por lo de tus padres, sentimos lo que ha sucedido -soltó cautelosamente Cissy dándome un abrazo que correspondí.
-Gracias Cissy, a ambos, lo aprecio mucho -dije con una sonrisa triste.
-Siempre será bienvenida señorita Granger, cuente con nosotros -dijo Lucius sonriendo mientras veía hacía nuestras manos unidas
Esto era nuevo, Lucius Malfoy sonriendo, definitivamente ellos son diferentes en casa.
-Bueno, vayan subiendo, su habitación está al frente de la tuya, Draco -dijo Narcissa.
-Muy bien madre, gracias -dijo Draco.
Cuándo quise tomar mis cosas ya no estaban y confundida volteé a ver a Draco.
-Ya están arriba, vamos -dijo, sólo asentí y tomados de la manos subimos.
Narcissa y Lucius
-Creo que nuestro hijo ya encontró a su eternamente -dijo felizmente Narcissa.
-Eso parece y me alegra ver que es correspondido aunque parece que ambos lo hacen inconscientemente -habló Lucius.
-Ya se darán cuenta, tienen que ir a su ritmo -suspiró ella.
-Lo sé, sólo espero ella acepto todo lo que él es, lo que somos -dijo preocupado.
-Tu y yo sabemos como somos fuera de casa y cómo fue él con ella, si ella está acá con él es porque lo acepta así que no te preocupes querido -lo tranquilizó Cissy.
-Siempre tienes la razón -dijo sonriendo a su esposa.
-Lo sé -sonrió ella orgullosa.
Ellos sólo querían que su hijo encontrará el amor verdadero y puro cómo ellos lo hicieron.
En la noche
Draco y Hermione después de acomodar sus cosas y de que él le diera un recorrido a Hermione por la mansión y que conociéndola era mejor que el último lugar a enseñarle fuera la biblioteca.
Allí estaban, leyeron por algunas horas hasta que quedaron dormidos, Hermione en el pecho de Draco, Draco rodeando su cintura y Crookshanks arriba del respaldo del sofá.
Ya eran las 9 de la noche cuándo Berry los fue a llamar por orden de Narcissa.
-¡Plaf!- se escuchó y los durmientes despertaron abruptamente, incluido Crookshanks.
-¡Ay! Berry casi nos matas del susto -dijo Draco reponiéndose del susto.
-Lo siento señorito Draco pero la señora me ha enviado para decirles que la cena esta lista -hablo tranquilamente el elfo.
-Ahora mismo vamos, gracias -dijo sonriendo él.
-Plaf- se escuchó y el elfo desapareció.
Hermione sólo se quedó asombrada del buen trato al elfo y de la vestimenta.
-Ya sé que está pensando esa linda cabecita -soltó él sacándola del asombro y sonrojandola
-¿Y que piensa esta cabecita? -preguntó alzando una ceja aunque estaba roja como tómate.
-Estás asombrada de como lo trate y que llevaba bonita ropa -dijo él viéndola con los ojos entrecerrados.
-Bueno, no me puedes culpar tras la historia que vi con Dobby aunque bueno, más que verla fue escucharla de Harry así que realmente no cuenta -dijo ella pensativa -¿me explicarías?
Mientras iban hacía la puerta él le iba contando.
-Nunca lo tratamos mal Hermione, él le demostró eso a Potty ya que quería ser liberado y pensó que él podría hacerlo y lo hizo pero fue por la fascinación que le tiene a él, sólo por eso -terminó de decir mientras soltaba un largo suspiro.
-Eso es horrible -dijo ella indignada.
-Pero ya paso Hermione, verás que acá se les trata bien y más que elfos para tareas son parte de la familia -dijo abrazando a Hermione por atrás. Y así se fueron caminando hasta el comedor.
-Hasta que aparecen -dijo Cissy entrecerrando los ojos
-Lo siento madre pero le enseñé de último la biblioteca y sabía que de ahí no íbamos a salir -respondí
-Oh es verdad, sabemos que le gusta la lectura señorita -habló mi padre.
-Si, siempre me ha fascinado, es un mundo diferente cuándo leo -dijo Hermione tranquilamente.
-Es verdad, la imaginación puede volar -dijo mi madre sonriente.
-Bueno, a cenar y buen provecho -dijo mi padre.
-Gracias, igualmente -respondimos al unísono con Hermione.
-Provecho -dijo mi madre.
-Señorita, ¿Puedo hacerle una pregunta? -dijo mi padre cautelosamente.
-Claro señor -respondió Hermione sonriendo.
-¿Porque acepto a Draco después de todo? -dijo él a la espera de la respuesta.
Me le quedé viendo a mi padre cómo ¿Se volvió loco? Y mi madre sólo sonrió.
-Bueno, desde que inició el año él ha sido un gran apoyo en mi vida, me ha demostrado quién es realmente y se merecía una oportunidad -dijo mientras colocaba su mano sobre la mía.
Yo estaba seguramente con una sonrisa de estúpido que no paso desapercibida por mis padres.
-Gracias por darle esa oportunidad y a nosotros -habló mi madre.
-No es nada, es un placer conocerlos -dijo Hermione feliz.
Yo sólo podía ver lo felices que estaban mis padres con Hermione y eso me alegraba muchísimo. Terminó la cena tranquilamente, con un aura relajado y subimos a las habitaciones.
-¿Terminamos el libro? -pregunté a Hermione.
-Sii, sólo dame un momento mientras me cambio de ropa-dijo casi saltando ella de la felicidad.
Estábamos acostados, ella sobre mi pecho mientras yo leía hasta que me di cuenta que ella respiraba muy suavemente. -se durmió- pensé.
Así que cerré el libro, la abracé más fuerte y quedé dormido.
