Ambos nos mirábamos a los ojos, éramos absorbidos uno por el otro, Marrón y Gris lucían perfectos a vista del otro.
Nuestros rostros estaban muy cerca, podíamos sentir la respiración del otro, no sabía si era mi corazón o el de él que iba de prisa, no podíamos detenernos, era una fuerza que nos unía haciendo imposible separarnos, era el momento, lo sabíamos y sucedió...
Nuestros labios fueron unidos, unidos por un beso tierno, cálido y muy lindo, no teníamos prisa, nos besábamos lentamente, era nuestro primer beso y sentí que estaba en el cielo, su labios eran fríos pero tan suaves, sentía el delicioso sabor al ponche de frutas pero tenía un toque de menta y era lo mejor que pude sentir, besar a Draco sólo reafirmó todo, me gusta y lo quiero sin importar lo que él sea.
El beso era maravilloso, sentí que mi corazón se saldría de mi pecho, la besé y aunque yo tarde un poco en darme cuenta de mis sentimientos me alegra de aceptarlos, besarla, sentir sus labios cálidos y dulces, nuestro primer beso y era simplemente perfecto, lento y lleno de sentimientos que no expresamos con palabras, supe que la quería, la quería conmigo y sería con total sinceridad.
Nos separamos un momento para tomar aire, abrimos los ojos, nos miramos cálidamente y sonreímos y en segundos sólo pudimos volver a unir nuestros labios en otro cálidos y perfecto beso.
Comenzamos lentamente, saboreando nuestros labios y decidí pedir un permiso mudo con mi lengua, permiso que ella concedió y así nuestra lenguas se unieron, no había ninguna batalla por el control, sólo se entrelazaban en una sincronía perfecta, nos besábamos con tanto sentimiento e intensidad, mis manos fueron hacía su cintura acercándola lo más que podía a mí mientras ella se aferraba a mi cuello, no podíamos ni queríamos separarnos, desean que no nos faltará el aire, un beso que fue dejando su intensidad y volvía a dónde inicio, un beso lento y tierno.
Y separándonos solamente deje un suave casto beso en sus labios y nos abrazamos, no queriamos dejarnos ir cómo si esto fuera un sueño del que no queríamos despertar.
-Me gustas Hermione, me gustas mucho –hablé rompiendo el silencio en el que estábamos y la miré a los ojos -no sé en que momento cambiaron mis sentimientos o si es que los tenía desde antes, sí, si quiero estar contigo pero no puedo hacerlo aún si no sabés todo de mí y espero que cuándo te lo diga tu también quieras estar conmigo.
-Draco, me gustas... Mucho y también quiero estar contigo aunque yo tampoco sepa en que momento comenzaron estos sentimientos y por eso sin importar nada, yo seguiré queriendo estar contigo –respondió ella viéndome a los ojos, vi la sinceridad plasmada en esos hermosos ojos marrones.
-Entonces seré sincero contigo, te lo diré todo Hermione, después de contarte toma el tiempo que sea necesario para ti en procesarlo, responderé todas tus preguntas pero mañana, mañana te lo diré, hoy sólo quedemos así, disfrutando de esta noche ¿Si? –dije lo más tranquilo que pude aunque interiormente me moría de los nervios.
-Esta bien Draco, mañana aclaramos todos, ahora sólo... Sólo abrázame –respondió mientras enterraba su rostro en mi pecho y así lo hice, la abracé y nos quedamos dormidos en el sofá del salón.
La madriguera
En el hogar de los Weasley no había una fiesta navideña común, había más peleas que felicidad y todo se debía a los errores del hijo mejor.
-¿Por qué hiciste eso Ronald Weasley? –gritó la matriarca.
-Y-yo... Yo no sé que me pasó –dije asustado
Pues claramente, quién no le tiene miedo a su madre enojada.
-Intentaste abusar de ella Ronald, ¿Si te das cuenta que eso podría arruinar los planes? –gritó enfurecida Molly.
-Lo entendemos mamá pero ya arreglamos las cosas con ella, no te preocupes –tranquilizo Ginny a su madre.
-Hija, es importante que hagan bien las cosas, esa chiquilla es pase libre para dejar la pobreza -dijo ahora dirigiéndose a Ron -y por tus tonterías no lo vamos a perder, me entendiste Ronald.
-Si mamá pero tienes que lograr que mis hermanos se unan, no puedo evitar enojarme cuándo veo a Fred y George llevarse bien con esa sangre sucia –respondí frustrado.
-Hijo, tienes que entender que tus hermanos jamás estarán de acuerdo con lo que hacemos, ¿creés que no se alejarán si se enteran que junto a Dumbledore, tu padre y yo nos quitamos del camino a esos muggles? –contestó ella lanzadome dudas.
-Pero son tus hijos también, ellos deben de entender que esto es por nuestro bien y si es necesario, obligalos –respondí enojado.
-Ellos son ambiciosos si pero no de la misma forma que nosotros, tampoco se pueden enterar Percy, Bill y Charlie, tampoco lo verán bien, no digan nada y es una advertencia –finalizo Molly.
-Si mamá, haremos todo mejor desde ahora especialmente Ron pondrá de su parte, ¿Verdad? –dijo Ginny.
-Si, haré lo que sea necesario y de igual manera Ginny tiene que seguir seduciendo a Harry para que siga de nuestro lado –respondí muy seguro.
-Ay hermanito, a Harry lo tengo comiendo de mi mano, él hará todo lo que nosotros hagamos mientras tenga acá a la tan esperada familia feliz que siempre quiso –dijo sonriendo maliciosamente.
-Eso espero, sabemos que Harry no es tan fuerte y se puede quebrar por el cariño que le tiene a esa –solté enojado.
-No te atrevas a decir que Harry quiere a esa estúpida –gruñó ella.
-A lo mucho la quiere como hermana, no te pongas celosa hermanita –sonreí triunfante.
-Ya ya, ahora hagan las cosas bien los dos –dijo Molly cansada.
Mientras ellos 3 salían de la habitación concentrados en lo que harían no se dieron cuenta que había una oreja extensible cerca de la puerta y que el par de gemelos escucharon todo.
Habitación de los gemelos
-No me la puedo creer Fred, ellos hicieron eso –dije aturdido.
-Lo se hermano, no conocemos a nuestra familia o al menos a una parte –dijo George decepcionado.
-¿Y ahora que hacemos? Digo, no podemos fingir con ella cómo que no sabemos nada, si se lo ocultamos nos odiará pero no se tampoco si crea que fueron nuestros padres –solté mientras intentaba regular mi respiración.
-Pero tendremos que decirle en cuánto regresemos, ella tiene que saber quiénes son los responsables de que le arrebataran a sus padres –dijo él muy seguro.
-Entonces cuándo regresemos es lo que haremos primero hermano –dije mientras suspiraba -esto va a ser sumamente difícil de asimilar.
-Es verdad, nuestros padres asesinos, nuestros hermanos pequeños lo apoyan todo, manipulan y utilizan a Harry –dijo Fred con lágrimas en los ojos.
-Lo sé hermano, esto no es fácil pero no podemos estar de su lado –dije mientras lo abrazaba y reprimía mis lágrimas.
-Tenemos que fingir con ellos, al menos hasta que encontremos una solución confiable –dijo Fred.
-Así lo haremos hermano –respondí con una mueca de disgustó en el rostro -tenemos que saber más sobre todo esto.
Y así los gemelos pasaron la navidad descubriendo la realidad de sus padres y hermanos menores, decepcionados y tristes pero pensando en que harían y cómo enfrentarían todo esto.
