De regreso a Hogwarts, tenían mucho por hacer, este extraño grupo que se reúne en las sombras tenían planes que seguir, cada paso de sus enemigos, vigilancia, lo que quedaba del año escolar era una tarea que este grupo tenía que cumplir, conoce a tu enemigo.

En el transcurso del largo viaje de regreso a Hogwarts, el grupo se reunió una última vez antes de iniciar con los planes.

-Ya tenemos todo claro, en cuánto tengamos un pie en Hogwarts, comienza la caza -dijo Draco con una sonrisa siniestra.

-¿Y el arte de la guerra es? -pregunté a los demás.

-El arte de la guerra es someter al enemigo sin luchar -soltó Theo

-Conoce al adversario y sobre todo conócete a ti mismo y serás invencible -siguió Pansy

-Todo arte de la guerra se basa en el engaño -prosiguió Fred

-Debemos fingir debilidad, para que el enemigo se pierda en la arrogancia -continuó George

-Ataca a tu enemigo cuando no esté preparado, aparece cuando no te esperan -contestó Paola

-Mantén a tus amigos cerca y a tus enemigos aún más cerca -respondió Neville

-Llévalos a un punto del que no puedan salir, y morirán antes de poder escapar -dijo Draco

-Si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso en cualquier lugar a donde vayas -aseguró Blaise

-Rápido como el viento, silencioso como el bosque, raudo y devastador como el fuego, inmóvil como una montaña -habló Luna

-Si haces que los adversarios no sepan el lugar y la fecha de la batalla, siempre puedes vencer -finalicé con una sonrisa muy propia de mi novio, sonreí con arrogancia por un momento.

Estábamos preparados para la primera fase, este era el inicio del infierno al que caerían nuestro enemigos, mis enemigos.

Antes de llegar a Hogwarts los Slytherin se fueron al área dónde se reunían las serpientes pero antes Draco y yo nos despedimos con un apasionado beso que termino gracias a las bromas de los gemelos, Fred y George fueron con los alumnos de su año, los demás nos quedamos dónde estábamos, Paola se quedó con nosotros pues ella tendría que hacer su selección de casa al llegar a Hogwarts, ella llegaría con un apellido falso pero de sangre pura del que Lucius se encargó de que fuera totalmente creíble con la ayuda de Agilbert, no queríamos que ella fuera agredida por los demás al saber que es una Lestrange Black y para hacer la transferencia fue necesario recurrir al cambio de nombre para que Dumbledore lo permitiera.

-Tenemos que ir a cambiarnos, en breve llegaremos a Hogwarts -les dije a mis amigos.

-Es verdad, adiós Neville -dijo Paola sonriendo inocentemente despachando a Nev del compartimento.

Solté una carcajada cuándo vi a Neville con su carita de "no entendí" pero luego...

-Ya entendí, ya entendí, las veo luego -resoplo Neville resignado.

-Adiós Neville -dijo Luna sonriente cómo sólo ella.

Las tres nos pusimos el uniforme de nuestra casa aunque Paola claramente se colocó el uniforme neutro hasta que fuera seleccionada a una casa, cuándo terminamos de cambiar justo regreso Neville con noticias.

-Acabo de ver a las bestias -dijo Neville enojado.

-¿Te dijeron algo? -pregunté cautelosamente.

Sé que para él no será tan fácil fingir frente a ellos, él es fuerte y mucho pero enterarte que los que creías amigos son una completa basura no es algo sencillo de asimilar.

-No pero el sólo hecho de ver a Ronald me revuelve el estómago del asco -dijo él con desagradó.

-Lo sé Nev, tenemos que ser fuertes, recuerda que a los enemigos los tenemos que tener cerca -razoné con él.

-Tu puedes, esto nos ayudará a completar la fase -tranquilizó Luna.

-Si Neville, no es fácil cuándo los ves y los quieres golpear pero recuerda que esto sólo es un paso para poder acabar con ellos -habló Paola.

Neville sólo respiraba profundamente y expulsaba el aire una y otra vez en un intento por relajarse.

-Es verdad, tengo que estar centrado y acercarme sigilosamente a los Weasley para completar todo y recuperar a mis padres -respondió Neville tranquilo.

-El infierno será poco para ellos -solté muy segura de mis palabras.

Y nuevamente comienzo a pensar que Neville ya se junto mucho con Draco pues tras mis palabras dió una sonrisa al puro estilo Draco Malfoy, una sonrisa que prometo una masacre y la satisfacción de ver a tus enemigos caer.

Mientras hablamos llegamos a Hogwarts, Paola se tenía que separar de nosotros pues iría por el lago negro junto a los que fueron transferidos que por lo visto eran 5 personas más. Nos despedimos de ella y le deseamos suerte.

Cuándo llegamos nos recibieron muy felizmente Ronald, Ginevra y Harry, mi mente sólo decía -Malditos hipócritas- mientras los abrazaba fingiendo la sonrisa más feliz del universo.

-¿Cómo están? -preguntó Harry feliz.

-Al menos yo, cansada con el viaje -respondí con una pequeña sonrisa.

-Igual que Hermione -respondieron al unísono Neville y Luna.

-¿Y ustedes? -pregunté fingiendo interés.

-De maravilla, aunque te extrañamos mucho -dijo Ronald.

En el pasado le creería pero a día de hoy sólo quiero golpear su cara con una roca al ver su falsedad

-Yo también los extrañé -dije convincentemente -pero será mejor que vayamos entrando al comedor.

-Es verdad, se nos hace tarde para cenar -respondió Ron.

-No cambias, siempre comiendo -dijo burlonamente Ginny.

Él sólo bufó y nos encaminamos hacía el Gran Comedor. Esperamos la entrada de los transferidos y su selección, 3 eran para su segundo año, dos Hufflepuff y un Ravenclaw, 2 para su sexto año, Slytherin y Paola que vendría a quinto año con nosotros fue su turno.

-Paola Verlac -dijo Mcgonagall mientras sostenía el sombrero seleccionador.

Paola camino a paso decidido para sentarse en el taburete, vi como Ron la vio y supe que le gustó -es una verdadera lástima Ronald- pensé sonriente para mis adentros.

Y como fue con Draco, en cuánto el sombrero estuvo sobre su cabeza rápidamente dijo.

-Slytherin-

La mesa de Slytherin aplaudió con entusiasmo recibiendo a su nueva integrante.

La cena comenzó y todo estaba tranquilo hasta que...

-Antes de irse hay un anunció que debemos darles -habló Dumbledore y se veía nervioso.

Todos nos miramos expectantes y curiosos, por instinto vi a Draco y supe que él ya sabía lo que venía.

-Dumbledore ha sido destituido de su poder en Hogwarts, seguirá siendo director pero soy ahora la suma inquisidora de Hogwarts y yo pongo las reglas -soltó Umbridge con una sonrisa amablemente hipócrita.

Un múltiple jadeo se escuchó, especialmente en la mesa de Gryffindor, Ronald comenzó a lanzar impropios por lo bajo, Harry sólo estaba rojo seguramente del enojo pero vi a Draco y él sonreía orgulloso, definitivamente esto es parte de su plan.

-A partir de mañana se comenzarán a hacer decretos que tendrán que ser cumplidos o recibirán un castigo ejemplar del cuál mi nueva brigada, la brigada inquisitorial se hará cargó -dijo viendo a Slytherin -que tengan buena noche, adiós.

Y todos los profesores salieron.

Los Slytherin sonrieron, los Hufflepuff lo tomaron tranquilamente, los Ravenclaw se veían pensativos y Gryffindor era un bola de indignación, al menos la mayoría de quinto año.

-¿Por qué hacen eso? -gruñó Harry.

-No lo sé, deberías preguntarle a Dumbledore -respondí intentando verme desconcertada.

Él solamente asintió estando de acuerdo y nos levantamos, cuándo íbamos a levantarnos uno de los chicos soltó bruscamente el cuchillo que usaba en la mesa y por arte de Draco fue a parar a la mano de Ron que gritó totalmente adolorido.

-Esto duele, mierda -gritó Ron mientras Ginny se acercaba a su hermano.

Se escucharon carcajadas provenientes de atrás y Ronald entre su dolor.

-¿De que se ríen? Malditas serpientes rastreras -gruñó Ron con una mueca que indicaba que sufría.

Eso simplemente me hizo sonreír levemente mientras me volteaba a ver a los Slytherin.

-De lo patético que te ves, lástima que eso no te dió en la cabeza -dijo Draco despectivamente.

-Vete a la mierda Malfoy o yo te voy a enterrar este cuchillo -soltó Ginny.

Yo la voltee a ver con los ojos abiertos mientras sacabas el cuchillo enterrado en la mano de su hermano el cuál soltó un chillido por el dolor y brotaba sangre por la mesa.

Eso sólo hizo que los Slytherin comenzarán a reír más tras la estupidez de Ginny.

-Ay comadreja ¿Por qué eres tan estúpida? -dijo burlonamente Pansy mientras pestañeaba luciendo inocente.

-Parece que a los pequeños Weasley los tiraron de pequeños, ¿No creen? -preguntó Blaise a sus amigos.

Todos asintieron mientras reían, vi la sonrisa que Harry oculto mientras agachaba la cabeza, -vaya vaya, el niño que vivió no está completamente con ellos -pensé

-Chicos, mejor vamos a la enfermería -dije acercándome a Ronald y dándole un abrazo que me causo náuseas pero tenía que hacerlo.

-Que linda eres -dijo Ronald con una cara estúpidamente de enamorado.

Luego de ver esa estúpida expresión sólo quise tomar el cuchillo y enterrarlo en su entrepierna.

Justo cuándo Ronald se movió para caminar cayó al suelo mientras se retorcía del dolor casi arrastrándome hacía el suelo pero logré estabilizarme.

-¿Que te pasa? -me acerqué preocupada aunque por dentro me reía.

-Me duele, me duele mucho -gritó él pero nadie entendía nada hasta que ví a Luna que ya estaba cerca de nosotros.

Le esta surgiendo efecto lo que le hizo a Ron cuándo intentó abusar de mí.

-¿Que te duele? -preguntó Harry.

Él sólo pudo señalar que le dolía su miembro.

Y todos, incluyendo su hermana se rieron al saber ese hecho, los Slytherin lo gozaban en grande.

-Ay hermanito, ¿te duele lo que apenas tienes? -dijo Fred burlonamente.

-Es verdad, el mini, mini Ron está adolorido -respondió George haciendo énfasis en mini.

-Mejor vámonos, ya me cansé de ver al inútil haciendo el ridículo -habló Draco sonriente.

Cuándo ellos se fueron, entre Dean y Harry llevaron a Ron a la enfermería y lo que salió de ahí no fue nada bonito, para él claramente.

-¿Que le hiciste? -preguntó Neville divertido a Luna cuándo estuvimos un poco alejados.

-Sólo digamos que lo que le hice anteriormente hacía que no se levantará y doliera un poco -dijo sonriente -y con el tiempo el pudrirse era una opción segura.

-Ay Luna, recuérdame no hacerte enojar -dijo George mientras se tapaba su zona viril y Fred asentía tragando duro.

-A veces das miedo, ¿Lo sabías? -dijo Neville viendo a Luna y ella solamente sonrió cómo si fuera un halagó.

Salieron de la enfermería con la noticia que ya sabíamos pero con que sí se le podría ayudar a salvarlo.

-Hermione, tendrás que cuidar a mi hermano mucho -Ginny se dirigió a mi.

-¿Cómo? -pregunté sorprendida.

-Yo sé que te gusta y es tu momento para que él te noté -dijo ella.

-Pobrecita, no tiene ni idea que lo único que quiero de su hermano es su muerte- Pensé.

-¿Cómo lo sabés? -pregunté fingidamente nerviosa.

-Se te nota, lo vi el año pasado y a él también le gustas mucho aunque es torpe para verlo -sonrió feliz.

-Esta bien, yo lo cuidaré -dije tranquilamente.

Mientras todos se iban, una última mirada hacia mis amigos dónde claramente decía -Es hora de arder-