En cuánto entre a la enfermería, Ron me recibió con una sonrisa, extrañamente se veía genuina.

-Eres tan buena -dijo él.

-Sólo te apoyo Ron -respondí tranquilamente.

-Lo sé, eres muy linda al hacerlo -dijo sonriente y yo solamente asentí, sintiéndome desconcertada por la actitud.

Luego de unas horas Ronald fue sedado toda la noche así que madame Pomfrey me dijo que me podía ir, que igual él no despertaría para nada.

Con gusto me fui de ahí y en el camino alguien me jaló del brazo pero al percibir el aroma supe que era mi rubio.

En cuánto me voltee él atrapó mis labios, fue un beso intenso, del que no me pude ni quise resistir, un beso que me hizo temblar de pies a cabeza, pidiendo un permiso mudó le dejé ingresar su lengua en mi boca, nos saboreabamos gustosos, besarlo era cómo estar en el infierno y en el cielo al mismo tiempo, comenzaron unas leves caricias, él tenías un manos en mi cintura que subían por mi espalda mientras hacía círculos con su dedos dándome escalofríos, por mi parte le acariciaba el cuello con mis manos que subían por su suave cabello rubio, cuándo él metió una mano bajo mi blusa solté un leve gemido, eso sólo hizo que me pegará más a él. Sólo la falta de aire hizo que nos separamos un poco pero el ambiente tenía un calor abrasador que me pareció exitante.

-Te extrañé -susurre en sus labios.

-Yo a tí preciosa -respondió él tras darme un casto beso.

Él me abrazo fuertemente y yo estaba muy, muy feliz de estar en sus brazos.

-Cuéntame que paso con la comadreja -dijo él cuándo nos sentamos, él apoyado en la pared y yo entre sus piernas apoyada en su pecho atrapada en sus brazos.

-Luna hizo que bueno... Se le pudriera -dije divertida.

-Vaya, no tengo que enojar a mi prima o nos dejará sin herederos, amor -dijo él tras tragar con dificultad.

Yo solamente sentí mi cara arder porque para ser sincera, después de ese intenso beso y lo exitada que me sentí realmente quería a esos herederos.

Él me vió al rostro y soltó una carcajada.

-¿De que te ríes? -pregunté con los ojos entrecerrandos.

-Nada, nada -dijo sonriente.

-Draco -solté en tono que parecía advertencia.

-Te ves hermosa sonrojada -dijo haciendo que me sonrojara más -¿O a caso no quieres herederos?

Yo lo voltee a ver sorprendida, él sólo me miraba curioso.

-Claro que quiero, contigo quiero todo -contesté mientras le daba un suave beso y luego ambos nos sonreímos.

-Ginevra me dijo que le gusto a Ronald -solté de repente -y extrañamente si se está comportando como que fuera verdad, además que dice que se me nota que él me gusta.

-Pobrecito, pobre estúpido. -respondió con simpleza.

-Lo sé pero eso me hace pensar en que hacer ahora con él -dije insegura.

-Creo que fingir que es verdad, recuerda Debemos fingir debilidad, para que el enemigo se pierda en la arrogancia -aconsejó él.

-No lo voy a besar -solté muy segura de mis palabras.

-Ja! Cómo si yo permitiera que esa basura pusiera sus labios en tí -dijo orgulloso.

-Es verdad, eres muy celoso cómo para permitir eso -dije con burla

-Si una chica quisiera hacer conmigo eso tampoco lo permitirías -dijo él bastante seguro.

Esas palabras me pusieron celosa, sé que mi novio tiene muchas chicas detrás de él y porque no decirlo, chicos también.

-Primero se mueren antes de que toquen tus labios -dije peligrosamente.

-Lo sé, nadie saldría vivo si se meten entre nosotros -dijo él convincentemente -si siendo humana eres peligrosa, cuándo seas Nogvagic serás letal.

Me dió un beso en la mejilla.

-Por cierto ¿Por qué le tiraste el cuchillo a Ronald? -pregunté curiosa y feliz.

-Vi la oportunidad y la usé -dijo viéndose orgulloso de su logro -no esperé que pasará lo de bueno, Luna pero fue satisfactorio verlo retorcerse del dolor y lo que hizo su hermana, joder eso fue tan estúpido.

Ambos nos comenzamos a reír de las estupideces que hacían los Weasley menores.

-Pues veamos que tiene Ronald en mente -dije tras un suspiro.

-Lo sé, hay que hacerle creer que te tiene -dijo frunciendo las cejas.

Claramente eso no le gustaba pero era lo que teníamos que hacer, a mí tampoco me daban ganas de hacer un fiesta con eso.

-Por cierto, cuándo se rieron de Ron ví a Harry y se ha reído pero agachó la cabeza para que no lo vieran -dije viéndolo a los ojos.

-Creo que Potty no está tan feliz con ellos como aparenta -dijo pensativo arrugando la nariz -pero igualmente no se salvará de nosotros, ya cometió el error y sigue sin hacer nada al respecto, no nos salió tan león este Gryffindor.

-Lo sé, ahora también me toca esperar por saber que haremos con lo de Umbridge -contesté también pensativa.

-Es verdad, tenía que contarte eso -soltó de golpe.

-Pues dime -lo apresuré y él sólo sonrió ante mi impaciencia.

-Bueno, con ayuda de mi padre el ministro le quitó el poder a Dumbledore y se lo otorgó a Umbridge pues piensa que Dumbledore le quiere quitar el puesto y viendo la situación puede ser un acierto, entonces Umbridge habló con los Slytherin justo cuándo llegamos y nos pidió ser parte de su brigada inquisitorial para vigilar especialmente a los Gryffindor's pues saben que tienen mucha estima a Dumbledore especialmente Potter -dijo dejándome sorprendida -eso nos ayudará, mientras tu "ayudás" a Potty, nosotros vigilaremos sus pasos y sabremos que hacer contra ellos.

-Maravilloso Draco, está es una gran oportunidad -dije feliz.

-No tenemos ni un día completo acá y ya todo marcha muy bien, no tenemos que fiarnos pero me alegro por el avance -soltó felizmente él.

-Lo sé, aunque me preocupa un poco lo de mañana y él comportamiento que tendrás los gemelos conmigo -dije algo triste.

No sería fácil fingir eso, realmente me hace sentir triste porque ellos no quieren eso pero lo deben de hacer.

-Todo estará bien, especialmente tienen que fingir frente a sus hermanos y luego todo seguirá normal, ellos realmente te ven cómo una hermana -me tranquilizó Draco.

Simplemente me voltee y lo abrace fuertemente, no sé que hice tan bien para tener una persona que me amé tanto cómo lo amo yo a él.

-Tenemos que ir a dormir -solté de repente.

Él se me quedó viendo con una mirada pícara y una sonrisa coqueta.

-No me refiero a eso -mientras le daba un golpecito en el pecho -hoy no -dije en un susurró.

-¿Que? -preguntó sonriente y divertido.

Yo solamente sentí mi cara arder nuevamente mientras mordía mi labio inferior.

-Adiós Draco -me levantó rápidamente y justo cuándo iba a salir él me detuvo.

-Mi beso de buenas noches -dijo viéndome los labios.

Solamente lo miré y me acerqué a él uniendo nuestras bocas, un beso con la más pura devoción y tranquilidad.

-Te amo -me dijo suspirando.

-Te amo -respondí viéndolo.

Nos despedimos y así cada uno fue hasta su casa, los días serían una revolución.