Los personajes no me pertenecen son de Rumiko Takahashi. Escrito sin ánimo de lucro.( ‿ )

Ranma se recostó de brazos cruzados de espaldas a la pared frunciendo el ceño. Cuánto más debía esperar?. Estaba seguro que llevaban horas dando vueltas en ese centro comercial. Qué tan difícil era para la boba de Akane comprar ropa?.

Cerca de él, algunas chicas de su clase hablaban con Akane alegremente sobre sus planes después de la ceremonia de graduación.

Ni siquiera estaba seguro de por que seguía ahí, si no le prestaba la mínima atención.

Ropa, zapatos, maquillaje. Qué diablos le pasaba a Akane? Graduarse no era la gran cosa. De cualquier forma no irían a la universidad, debería preocuparse por lo que aún tenían que hacer: casarse y sacar adelante el dojo... Bien, casarse tal vez no le importaba pero el dojo si. Para Akane el dojo era muy, muy importante. Y para él... También por eso acepto aquel compromiso.

Podría entrenar y llevar el honor de las artes marciales todo vale escuela Saotome al siguiente nivel. Claro, eso era. Repitió lo mismo mentalmente varias veces hasta convencerse. Buscó con la mirada a su prometida pero ya no la encontró.

-Esta en el vestidor Ranma, no te preocupes, la estamos vigilando por ti-gritó desde algún lado una voz chillona y un grupo de risas femeninas estalló de inmediato.

La amiga de Akane, como se llamaba?. En fin, esa chica de cabellos verdes lo había descubierto.

No es que él hubiera seguido a Akane por que le preocupara el idiota que atendía en aquel almacén de moda con su sonrisa tonta, o el de la cafetería que siempre intentaba hacerle plática. Ni los que le silbaban desde el gimnasio. Estaba ahí porque necesitaba zapatos y no recordaba su talla. O era una camisa?...

-Akane, tomaré mi parte del dinero de tu bolso-gritó avergonzado mientras sacaba algunos billetes del sobre amarillo.

Se acercó a Yuka y le dió el bolso color café.

-Iré a comprar lo que necesito-dijo antes de marcharse a toda prisa.

-Bien, te veremos en casa!-lo despidieron todas sin darle mucha atención a su partida

Las amigas de Akane gozaban de lo lindo molestando a Ranma y esperaron pacientes hasta que Akane salió del vestidor

-Akane, te ves muy linda!!!!-exclamaron sus amigas al verla usando un hermoso vestido azul

-En serio? No es muy escotado en el pecho.

-Claro que no. Compra este!.

-Sí, si con este Ranma no se anima a nada es que ya no se puede contar con él

-Ryoko!

-Qué! Es tan frustrante, tienes un prometido que no se ánima ni a tomarte de la mano

-Esta bien... Nosotros...solo

-Akane, escucha: Si después de verte con este vestido no te lo quita como fiera y te ahoga entre sus labios y sus brazos...

-Ryoko-la interrumpió sonrojada Akane

-...Rompe tu compromiso o morirás virgen!-sentenció con firmeza

-Basta

-Dios, estos dos me van a matar-No sé que le pasa a Ranma-Es verdad-hablaron entre ellas sus amigas

-No puedo solo saltar sobre él, entiendan-se quejó Akane, volviendo a entrar al vestidor.

-Pero es que él es muy lento, tienes que ayudarlo- continuó diciendo la peliverde

-Si hago eso no seré diferente a sus otras prometidas

-Y para que quieres ser diferente?. Dime, eso te ha resultado? Shampoo lo besa y abraza cuanto quiere, Ukyo y Kodachi igual. Solo tú no lo haces

-Es que yo...

-Qué? Por dios Akane, cuantas veces debo decírtelo! No sé cual de los dos me frustra más.

-No sé como hacerlo-la voz de Akane apenas se escuchó

-No sabes qué? Seducirlo?

-No, besarlo. No tengo idea, por eso no puedo. Él las ha besado a todas, pero yo...

Las otras tres chicas se miraron por un momento. La de cabello verde entró y sacó a Akane, la tomó por lo hombros y la sacudió suavemente

-Me estas diciendo que ni una vez ese idiota te ha besado?!?!

-No exactamente...

-Qué significa? Te besó o no?

-No creo que puedan llamarse besos. Fueron más bien...

-Ah, olvídalo. Estas segura de que él te gusta?

-Por supuesto!

-No es solo por el compromiso?

-Claro que no

-Entonces, Akane, querida solo haz lo que te diré

-Y si me rechaza? No creo poder soportarlo

-Por qué iba a rechazarte? Acerca tus labios a los suyos, míralo a los ojos y cuenta hasta diez mentalmente

-qué pasa si no me besa, me moriré de vergüenza.

-Lo hará. Que te besen no es complicado. Besar tampoco, solo hazlo suavemente, como si disfrutaras de un dulce helado. Ya sabes, saborealo. Pero si no funciona puedes decir algo como:Oh, comiste esto o aquello y no me diste! O que tiene algo en la vista, yo que sé...Solo finge. Pero no vayas a cerrar tus ojos, entiendes?

-Pero...

-Nada de pero Akane, mañana es todo o nada. Ahora vamos a pagar, aún no conseguimos la lencería para estos vestidos.

El grupo de chicas siguió divertida su conversación mientras estaban en la caja e incluso al salir se podían escuchar sus animadas voces.

Ranma trago en seco detrás de la cortina del primer vestidor. El corazón latiendo a toda prisa, el rubor cubriendo su rostro y mil ideas dando vueltas en su cabeza. Por qué diablos se escondió ahí en vez de interrumpir su tonta conversación?.

-Escuché bien? No, no estaban hablando de mí. Además quien le dijo a esa boba que yo he besado a nadie! Esos fueron siempre atentados! Aún tengo la marca del último golpe que medio cuando shampoo me abrazó

-Disculpe, cliente, este es el vestidor para damas, por favor salga.

Una hermosa pelirroja usando ropa ancha salió del pequeño cubículo.

-Oh, parece que hay goteras aquí! Llueve más dentro que afuera-se quejó y salió ignorando a la vendedora y el seguridad que la miraban confundidos

-No dijiste que era un chico-dijo la vendedora al verla marcharse

-Se veía como un chico en la cámara de vigilancia-respondió boquiabierto el hombre rascando su cabeza-No entiendo nada y ni siquiera esta lloviendo...

Caminó por toda Nerima durante el resto de la mañana. Se sentó en el parque en la tarde, comió una hamburguesa y bebió un refresco cuando sintió hambre, pero inevitablemente tendría que volver en la noche a casa de los Tendo.

-Qué voy a hacer? No es como que puedo evitarla para siempre.

Tomó el autobús de regreso y caminó despacio, tan despacio como pudo. Los perros del barrio ladraban al verlo pasar. No tenía idea de la hora, pero estaba seguro que era lo suficientemente tarde.

-Solo actúa normal-se reprendió al entrar. Subió las escaleras con desgano y tocó la puerta de su habitación suavemente dos veces

-Por qué estoy aquí? Mejor me voy-reflexionó impaciente

La puerta se abrió a medias, muy despacio. Akane asomó su rostro, su cabello estaba revuelto y parecía confundida y aturdida por el sueño.

-Ranma, pasó algo?

-Akane

-Uh?

-Compraste tu vestido?

-Vestido?...pues, es que...

-No?, por que no?

-Pues es que, no me quedaba ninguno

-No entiendo

-Lo que quiero decir es que no me quedaba bien ninguno-respondió bostezando la chica-Qué hay de ti, compraste tu pantalón?

-Cual pantalón?...Si, quiero decir compré lo que me hacía falta. Puedo pasar?

-Para qué?

-Es que aún tengo algo que decir y ya sabes como es tu familia.

-Tienes razón, entra.

Por qué estaba tan nervioso?, había estado allí muchas veces antes. Dió una breve mirada buscando donde hacerse. Finalmente se sentó en el borde de la cama y se dispuso a hablar con su prometida.

Miró hacia la puerta y la vio abierta, tan ancha como era.

-La dejarás así?

-claro-respondió la chica mientras se sentaba junto a él-Por qué, prefieres que la cierre?

Sus ojos se encontraron por unos segundos y fueron a dar a ningún lugar, como siempre.

-Yo...hablemos mañana...-se levantó y caminó a la salida

-Bien, como quieras.

Ranma se detuvo antes de salir.

-Estaba pensando...Esta tarde, mientras caminaba, pensé...

-uhm...-se estiro bostezando perezosamente la chica- lo siento, tengo mucho sueño, qué decías?

Ranma se aclaro la garganta, no había vagado todo el día para nada.

-Estaba pensando, nosotros...debemos casarnos algún día- Esperó, pero no obtuvo respuesta así que continuó diciendo-En realidad es por el bien del dojo pero...

-No lo hagas, si no quieres, Ranma...

-...Si quiero-lo admitió tan calladamente que aunque estaban cerca pensó que no lo había escuchado-Akane...No...no me interrumpas

-Bien-respondió la chica sin estar segura de entender y empezando a molestarse

-Yo...te vi desnuda tan pronto como te conocí y tú a mí.

-Ranma!

-Cuando estaba asustado por los gatos mis sentimientos me sobrepasaron...y en la obra de teatro...yo realmente quería...pero pusiste cinta en mis labios.

-Solo quería ayudarte, Ranma...

-lo sé. Lo entiendo, pero no pude evitar sentirme...es solo que...a veces siento que... tú sabes...

-No sé. Por que no llegas al punto de una vez!

-El punto es...desearía que las cosas fueran mas sencillas entre nosotros, desearía haberte conocido de otra forma. Entonces naturalmente nos habríamos hecho amigos, luego novios y después de unos años tal vez, nos casaríamos.

-No entiendo lo que quieres decir

-Lo que digo es...si juras ya no golpearme o llamarme pervertido, yo...puedo ser un mejor prometido para ti, a pesar de las circunstancias, si quieres...No te quedes callada, di algo!.

-Si quiero. Pero...significa que haremos lo que hacen las otras parejas de ahora en adelante?

-haré lo que tú quieras-la semioscuridad le daba valor para seguir hablando, aunque sentía como un calor inmenso lo recorría de pies a cabeza. No sabía si seguir hablando o callarse. Y si todo era una broma de ella y sus amigas? No, ellas no sabían que las escuchaba. Pero y si otra vez era solo uno de sus sueños?. Miró los ojos de su prometida en la penumbra. Sus labios. Quería besarla. Lo deseaba, no sabía bien desde cuando, pero era así. Ella aparecía en sus sueños cada noche a torturarlo con falsas caricias y le susurraba al oído que lo amaba.

-No es que importe, pero por que tan de repente?

-De repente? Llevamos prometidos no sé desde cuando!

-shh, baja la voz!

-Pues no preguntes tonterías!

-no son tonterías.!

-Entonces, prometes no golpearme ni llamarme pervertido?

-lo prometo

-Aceptas que me acerque a ti como... tú sabes, como...

-Acepto, Ranma.

-De verdad? Es decir, estás segura? no te arrepentirás mañana diciendo que tenías sueño y no recuerdas...

-Dije que si, vas a besarme o no, Ranma?-la voz de Akane sonaba molesta, pero el chico pudo distinguir una hermosa sonrisa en sus labios. Lo estaba retando y Ranma saotome nunca perdió un reto.

La puerta de la habitación se cerró despacio. Nabiki Tendo guardó el video en su celular, carpeta 'Momentos de 5 mil yens' mensuales. Ya tenía como chantajearlos mañana. Por ahora los dejaría estar. Después de todo era un momento importante para esos dos.

~~~~Fin~~~~