RinMakoto. Realmente la obra salió bien, los dos son más cercanos, ahora queda ver que hará Hikaru con las de Grindcore.

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Sin más, comencemos…

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La obra que protagonizaron Fuka y Kazuki fue bastante llamativa y fue exitosa, no obstante, su momento lo tuvieron en privado, ahora tocaba ver qué pasó con Hikaru el cual estaba con las chicas de la unidad Grindcore.

- Realmente tiene muchas luces, son algo molestas – Kurenai decía mientras iba acompañada de Naraku y a su lado estaba el rubio quien parecía asombrado de esto.

- Lo hicieron muy bonito, les doy un 10 de 10.

- Sigo sin comprender como es que le miran lo bonito a esto, solo veo muchas luces y puestos de cosas… extrañas.

- Es porque los festivales son divertidos y todo está brillante para que se vea más bonito.

- Ya veo – la menor de las chicas fue lo único que dijo.

- Como sea, no encuentro algo que realmente llame mi atención, como dije, son solo puestos sin ningún tipo de valor en sí, además, no es como que podamos andar libremente ya que sé que esos tipos de la organización seguirán buscándonos – Kurenai tenía razón y aunque hubieran exterminado a varios de ese malvado orden, no se darían por vencidos tan fácilmente.

- No te preocupes, mientras no las miren no habrá problema – Hikaru estuvo mirando para todos lados buscando algo que les pudiera llamar la atención, esto tenía que ser bastante llamativo ya que sabía que Kurenai era una chica muy difícil.

- ¿Qué tanto ves?

- Veamos… ¡lo tengo! ¿Qué tal si vamos ahí? – este señaló a un puesto en donde estaban vendiendo takoyaki, las dos pelis grises no sabían que decir, pero solo siguieron al rubio hasta que finalmente llegaron ahí.

- Bienvenidos, ¿Cuántos desean para comer?

- Quiero 3 platos de takoyaki por favor – la asistente del puesto asintió y se puso a cocinar, los chicos se sentaron a ver eso, para las corredoras era algo nuevo de ver, aun así, estaban atentas mirando eso.

- ¿Están friendo esas bolas así nomás?

- Sí, es un platillo que disfrutarán muy bien – el chico estaba sonriendo, las chicas habían viajado por el resto del mundo por lo que no tenían mucho conocimiento de las cosas japonesas, siendo que Kurenai solo tenía interés en las carreras, unos minutos después, la encargada del puesto les trajo su platillo.

- Disfruten del mejor takoyaki del festival – el plato fue servido a lo que Hikaru agradeció por la comida mientras comenzaba a degustar, Naraku y Kurenai quedaron viendo un momento el plato y al final decidieron comer.

- A ver que sabe esto – la mayor de las chicas tomó los platillos y comió una de las bolas de pulpo frito, al momento en que su boca sintió los sabores del takoyaki invadiéndola.

- ¿Kamui?

- Este plato es muy bueno, los sabores del pulpo frito son bastante buenos, no sé porque, pero en sí, el sabor tan hermoso que tiene hace que quiera comerlo de nuevo – a pesar de eso, ella fingió seriedad y siguió comiendo como si nada, Hikaru miró esto y sonrió.

- Veo que te gustó Kurenai-san.

- No es que me gustó, simplemente estoy comiendo – fue lo que dijo de forma dura, pero eso de lejos de molestar o inquietar al rubio, solo causó una risa en él – ¿sigues con eso?

- No es eso, lo que pasa es que me da risa como es que te pones de ese modo – exclamó el chico, en el caso de Naraku, esta también probó el platillo siendo de su gusto.

Al terminar, el trio continuó por ahí caminando buscando más puestos en lo que Hikaru y ellas la pasaron bien, ya era un primer paso en que las chicas se divirtieran ya que no parecían que realizarían este tipo de actividades.

- Oigan, ¿están familiarizadas con este tipo de juegos? – exclamó el chico estando en un puesto de tiro al blanco.

- ¿Por qué lo dices?

- Porque como son de disparar a sus rivales en el Kandagawa, entonces podría decir que esto es como una mini versión de lo que hacen ¿no? – Kurenai bufó un poco.

- Como si este juego fuera un obstáculo – exclamó esta, entonces fue a tomar la pistola de balines, aunque ella fuera la jetter, esto no significaba que tuviera mala puntería.

- Muy bien señorita, si logra darles a las tres pilas de vasos, obtendrá un…

- Aléjate – susurró Kurenai, disparó con potencia hacia las torres de vasos las cuales fueron derrumbadas sin mucho esfuerzo, esto no era algo fácil ya que se veía a leguas que la puntería tenía que ser muy buena para esto – final.

- Esos fueron unos buenos tiros.

- Felicidades, ganó – el encargado del puesto trajo un peluche en forma de tiburón el cual le fue entregado a la jetter quien solo lo tomó.

- Muy bonito Kurenai-san, eres realmente buena en esto – la peli plateada no dijo nada y solo siguió caminando con el rubio, Naraku iba tras ellos, no obstante, la menor notaba algo en su compañera de equipo y es que en otras ocasiones hubiera despreciado el peluche, no obstante, parecía que no lo haría esta vez, no solo eso, sino que la presencia del rubio en su vida había sido un cambio bastante alto en la personalidad de Kurenai.

Aunque siempre había algo que interrumpiría la paz.

- Oye Kurenai-san, he notado a algunas personas vestidas de negro por ahí.

- Eres algo lento Hikawa-san, esos ya los había notado desde hace un buen rato, los tipos son de esa maldita organización que buscan vengarse por lo que pasó en los acueductos el otro día – la peli plateada giró sus ojos hacia un lado, obvio no atacarían habiendo tanta gente ya que provocarían el caos y sería menos factible para ellos, esto sería aprovechado por Kurenai.

- ¿Tienes algo en mente?

- Por supuesto, tengo algo que hacer – sonrió de forma maligna la jetter, esta miró de reojo a Naraku quien asintió, Hikaru no entendió eso.

- ¿Qué harán?

- Ya lo verás Hikawa-san, por el momento, ven conmigo – los tres desaparecieron del lugar, mientras tanto, algunos informantes de la organización a la que pertenecieron Naraku y Kurenai estaban vigilando la zona en busca de sus dos objetivos, pero de la nada perdieron rastro de ellas.

- Búsquenla por el puesto de takoyaki, las miramos por ahí hace poco.

- En el puesto del tiro al blanco estuvieron no hace mucho.

- No sé si el chico que está con ellas es cómplice, pero vamos a capturarle también.

- Muy bien – los tipos se dividieron en buscar a los tres, no obstante, no se dieron cuenta de que los mencionados estaban escondidos detrás de uno de los puestos.

- Creo que ya se pusieron en marcha, no me importaría darles su merecido aquí, pero no quiero llamar la atención, no quiero llegar con la vista de los demás con este incidente a la Copa Kandagawa.

- ¿Y qué harás?

- Plan Polilla a la luz – susurró, en ese instante, tanto ella como su compañera saltaron al agua helada, Hikaru se quedó callado, no obstante, decidió hacer lo mismo saltando al agua y con eso siguió a ambas féminas hasta que dieron con un escondite cerca de unos edificios de donde estaba desarrollándose el festival.

- Eso fue peligroso… ¡achuu! Y creo que me dará algo de gripe luego de eso.

- Hikawa-san, por el momento cállate un poco, los tipos nos andan buscando, esta forma de llegar aquí es la más efectiva qué pensarán que iremos a un lado vía tierra.

- ¿Y que se supone que es eso del Plan Polilla?

- Atraer a los tipos hasta aquí en donde les tenderemos una trampa.

- No sé porque me suena eso de alguna película o algo – el rubio pensó un poco eso, pero Kurenai y Naraku caminaron por el edificio el cual lucía abandonado, no había nadie y no solo eso, sino que tenía algunas partes de varias habitaciones con cosas destruidas.

Hikaru parecía confundido, no obstante, decidió ayudar a las dos chicas de Grindcore a realizar esas tareas que tenían. Lo primero fue ir a la azotea del edificio en donde podían ver todo desde ahí.

Kurenai fijó su mirada en sus objetivos los cuales se seguían moviendo buscando a las dos integrantes de Grindcore sin darse cuenta de donde estaba ubicadas ellas.

- Je, montón de idiotas, están buscando en el lugar equivocado, pero es que no saben lo que les espera aquí – susurró la peli plateada, no obstante, Hikaru llegó a su lado.

- ¿Los viste?

- Sí, están por allá, no saben lo que pasará si llegan aquí a tratar de capturarnos, se llevarán una que los humillará más en el orgullo que en sí lo físico… pero si se mueren al final está bien – sonrió la chica, otra persona se hubiera asustado por eso y aunque fue el caso en parte de Hikaru, este solo asintió.

- Si te puedo ayudar en algo, dime en que puedo ser útil.

- Vaya, realmente eres un tipo interesante, de primeras pensé que saldrías corriendo a denunciarnos y demás, pero no has hecho eso, es más, nos has ayudado – la chica miró al rubio – ¿Qué quieres exactamente Hikaru Hikawa? Si quieres mi cuerpo entonces…

- No, no quiero nada de eso, solo que desde el principio me llamaste la atención y pensar a lo mejor sus vidas fueron malas, quiero que al menos tú y Mamiya-san la pasen bien y no solo que tengan en mente las carreras.

- Pfff… realmente no sé qué hacer contigo, pero bueno, eres un chico interesante – la mayor se fue del sitio dejando solo al rubio el cual miró al festival desde donde estaban los tipos buscándolos a ellos. Detrás de la puerta que daba a la azotea, estaban Kurenai.

Ella era una chica seria en este sentido, las emociones no le interesaban en lo más mínimo y todo esto fue desde que tenía uso de razón, cuando robaba los extraños orbes rojos sin importarle cuántas vidas se fueran por eso. Ahora que conocía a Hikaru, su actitud había cambiado de una forma extraña, no pensó que una persona como él la fuera a poner de ese modo.

¿Probar takoyaki?

¿Ganar un peluche en un puesto de festival?

No pensó en hacer algo como eso, ahora lo hacía y todo por estar juntándose con Hikaru, siendo que el efecto que tenía el chico parecía ablandar un poco su corazón.

- Eres un tonto Hikawa-san… pero bueno, así eres – la jetter se fue y a los pocos segundos, el oji azul bajó a donde estaba Naraku quien colocaba una lata de pintura colgando.

- ¿Quieres ayuda Mamiya-san?

- Sí – la shooter se subió en los hombros del rubio y colocaron la lata en lo más alto haciéndola pasar desapercibida.

- ¿Qué hará esa pintura?

- Caerá como un balancín y le dará en la cara al enemigo que aparezca – decía Kurenai que llegó con ellos dos – el golpe de una lata de esa magnitud a tal velocidad puede provocar un traumatismo en la cara, lo más probable es que quede inconsciente y con los huesos rotos de la cara.

- Van con todo si quieren que ellos caigan en la trampa.

- Por supuesto, hay que arrancar el problema de raíz con ellos, si los dejamos vivos volverán a estar jodiendo, por lo que es mejor que hagamos esto de una vez – sentenció Kurenai, con eso, las cosas siguieron poniéndose para llevar a cabo las trampas en caso de que los tipos vinieran tras ellos.

Todo fue muy rápido, Kurenai y Naraku tenían muchos conocimientos, Hikaru les ayudó en lo que ocuparon y en menos de dos horas, tenían todo planeado y sabían dónde estaba cada trampa.

- Muy bien, vamos a traer a las presas aquí, las polillas volarán a la luz.

- Oh, por eso es que le pusieron así al plan – decía el rubio rascándose la parte trasera de la cabeza.

- Muy bien Naraku, Hikawa-san, prepárense para la matanza – sonrió la mayor del grupo para echarle mirada al rubio quien asintió – que vengan los tipos a su muerte.

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Continuará…