Y entonces todo acabo, las noticias sobre la victoria de los Guardas Grises se esparcieron por los cuatro rincones de Ferelden.
Los Guardas Grises habían derrotado a la Plaga ¿pero a qué precio?
Alexa tardo una semana en regresar a Denerim o más bien dicho lo que quedaba de ella, solo sabía que un guarda gris había derrotado al Archidemonio y había perecido con él. Pero la angustia le corría por las venas ¿cual de los tres seria?
El camino hacia palacio fue desolador Denerim la joya de la corona de Ferelden reducida a cenizas y Alexa dudaba que algún día recobrara el esplendor de antaño. El palacio había sobrevivido en gran medida gracias a sus fuertes muros y a sus fortificaciones. Entonces le vio, Robert cubierto de mugre y sangre pero vivo.
-¡Robert! – grito mientras saltaba del caballo y corría hacia los brazos de su hermano.
Este la estrecho entre sus brazos.
-Gracias al Hacedor que estas vivo, me dijeron que un Guarda Gris había muerto en la batalla y tenía miedo de perderte hermano – dijo Alex.
-Tranquila estoy bien solo un poco magullado, Riordan….el dio el golpe final – dijo Robert – pero este no es el lugar ni el momento hermana, tienes que estar agotada.
-Mira quien fue hablar y….Robert- empezó a decir ella cuando se separaron – apestas.
Alex encontró a Alistair en la sala del trono abrumado por los nobles que tenían alrededor pidiendo ayuda para recuperar sus tierras.
-Señores – dijo ella intentando alejar a intención de Alistair que parecía enormemente agradecido por ese gesto – no creo que su Majestad salga corriendo hacia a Orláis así que porque no le dejamos un poco de espacio, seguro que si mandamos nuestras suplicas por escrito intentara solucionarlas lo antes posible
-Teyrna Cousland como siempre sois la voz de la razón – dijo Bann Teagan besándole la mano.
-Yo mismo que me encargare que su Majestad las lea cuanto antes – dijo Arl Eamon.
Los nobles parecían haberse apaciguado con esa resolución y cada uno se retiró a lo que había quedado de sus fincas.
-Preferiría volverme a enfrentar al Archidemonio que a ellos – dijo Alistair sentándose en el trono.
-Vamos Majestad no todos somos tan pesados o tan feos como el Archidemonio – interrumpió Alexa.
Alistair sonrió ante el comentario realmente ella y Robert no podía negar que eran hermanos.
-¿Y vos que sugerís? – pregunto Arl Eamon.
-Mis barcos llenos de provisiones no tardaran en llegar a la ciudad, lo más importante es evitar a toda costa los pillajes y repartir equitativamente los materiales básicos – dijo Alexa – todo aquel que esté en condiciones de levantar un martillo o ayudar debería colaborar en la reconstrucción de la ciudad.
-Me parece una buena idea – dijo Alistair.
-Una vez la ciudad esta encaminada hacia la reconstrucción deberíamos asegurar las vías de comunicación y arreglar el camino Real y el del Norte –
-Eso costara una fortuna – se quejó Arl Eamon.
-Si soy muy consciente de ello Arl Eamon, pero esas vías de comunicación son necesarias primero para asegurar que el comercio y las personas viajen lo más seguras y rápidamente posible a sus destinos, eso hará que Denerim no esté tan congestionada de habitantes –
-Como me des un tirón de orejas me dará la sensación que estoy hablando con papa – dijo Robert entrando en la sala del trono.
-Alguien tenía que poner atención a sus lecciones no todos podíamos tene mujeres en la cama cada día – le respondió Alexa burlándose de él.
- Veo que mi fama me precede, pero ahora hablando enserio, Alex tiene razón los caminos tienen que ser seguros y transitables para que los campesinos puedan volver a sus hogares y si la tierra no está mancillada con la corrupción de los engendros volverla a cultivar cuanto antes, realmente necesitamos provisiones y a la larga nos saldrá más barato que importar comida de otros países –
-Tienen razón Majestad el pueblo no debe pasar hambre o tendremos una rebelión – dijo Bann Teagan.
-Pero tampoco podemos cargar con impuestos a la nobleza, sino ellos también se levantaran – dijo Arl Eamon.
-Cuando entenderéis Eamon que el verdadero poder lo tiene el pueblo y no los nobles- dijo Alex - ¿Vos que pensáis majestad?
-Yo…yo- vacilo Alistair mientras miraba los ojos azules de Alexandra – yo creo que desviaríamos ayudar al pueblo ya han sufrido bastante.
Entonces un guardia interrumpió la reunión.
-Majestad siento importunar la reunión pero un caballero espera fuera dice que es Fergus Cousland –
Robert y Alex se miraron uno al otro mientras Alistair ordenaba que dejaran pasar a dicho hombre.
-¡Fergus! – grito Alex mientras corría a los brazos de su hermano.
Robert se quedó atónito ante la visión de su hermano sano y salvo, no sin dar gracias una y otra vez al Hacedor por devolverle una parte de su familia. Los ojos se le llenaron de lágrimas mientras también iba al encuentro de su hermano.
-Gracias al Hacedor me alegro tanto de veros – dijo Fergus mientras abrazaba a lo que quedaba de su familia.
-Teyrn Cousland – dijo Arl Eamon acercándose a ellos – me alegro mucho de veros mi lord.
-Gracias Arl Eamon, Bann Teagan – dijo Fergus - ¿Entonces vos sois Alistair rey de Ferelden? Lo siento llevo días andando y solo he oído rumores sobre vos.
-Así es Fergus – dijo Robert – es hijo de Maric.
-Es un honor serviros Majestad – dijo Fergus mientras se arrodillaba ante él.
-Eso no es necesario – dijo Alistair tendiéndole la mano para ayudarle a levantarse.
-Creo Majestad que los tres tienen mucho de qué hablar – dijo Arl Eamon – sería conveniente dejarlos solos.
-Si yo también lo pienso – respondió Alistair- espero veros durante la cena.
Los tres hermanos acotaron la cabeza ante el rey y se fueron a sus aposentos, los tres tenían que ponerse al día como si su vida anterior solo hubiera sido un sueño.
