Hola a todos se que hace mucho tiempo que no actualizo nada, pero han sido unos años moviditos, espero poder volver a actualizar de vez en cuando.

Espero que os guste


Pináculo.

Alistair.

La comitiva del Rey recorría el camino del norte. Alistair no podía dejar de pensar en la conversación que había tenido con Robb durante su estancia en Amarathine.

-Alistair, ella aceptara créeme, simplemente no la trates como una mujer objeto ella será tu mejor consejera y si tiene que ir contigo a la guerra ira sin pensárselo-

-¿Como puedes estar tan seguro?-

-Por que conozco a mi hermana y vi como te miraba en Denerim, hacía mucho tiempo que no la veía sonreír de esa manera en compañía de un hombre –

-¿No hubo nadie después de Nathaniel Howe? ¿Cómo puede ser posible? –

-Mi hermana estaba profundamente herida y Nathaniel era especial para ella. No te voy a mentir Alistair mi hermana no es virgen, no esperes eso, era su primer amor y el la correspondía-

-No me importa que no sea virgen, lo que no entiendo es como ningún otro hombre la cortejo-

-Oh claro que la cortejaron, pero ya te dije que salieron casi llorando. Venían enseñando sus títulos y riquezas pero para Alex eso no es importante los descubría enseguida y en nada los echaba de Pináculo. Eso no te pasara a ti, créeme, me juego un soberano –

Al fin divisaron los muros de Pináculo y Alistair espoleo su caballo, tenía ganas de hablar con la Dama de Pináculo y salir de dudas.

Alex.

Alex vio des del balcón de su dormitorio la comitiva real, tenía un nudo en el estomago des de que había besado a Alistair antes de acabar la Ruina no podía dejar de pensar en él y se sentía estúpida porque sabía perfectamente que el Rey tenía que casarse con alguien conveniente. Los matrimonios entre personas como ellos no tenían que ver con amor, eran un contrato, dos naciones que firman un tratado.

Bajo al patio de armas donde ya estaba su hermano esperando la llegada del Rey.

-Llega pronto – comento Fergus – no lo esperábamos hasta medio día.

-Amarathine no esta tan lejos, supongo que los guardias no les hace gracia tener al Rey dando tumbos por unos caminos que todavía no son seguros-

El Rey entro al patio de armas seguido de su guardia real.

A Alex se le acelero el corazón y aunque intentara disimularlo Fergus la conocía muy bien y sonrió levemente, puede que al final hubiera alguien que la sacara de su cascaron. Fergus sabia por Robb que Alistair estaba interesado en su hermana y si su hermano pequeño confiaba en el Rey quien era él para no hacer lo mismo.

Alistair desmonto del caballo con una sonrisa.

-Teyrn Cousland es bueno ver que habéis recuperado vuestros dominios sin muchas complicaciones –

-Bienvenido a Pináculo, su Majestad – dijo Fergus hincando la rodilla en el suelo – si, no ha sido fácil pero pudimos echar a los partidarios de Howe.

-Lady Cousland es maravilloso veros de nuevo – le dijo Alistair tendiéndole la mano para que se levantara.

-Bienvenido Majestad, es un honor teneros en nuestro hogar, pero pasad estaréis exhausto del viaje, vuestra guardia puede descansar en los barracones si lo desea –

Alistair fue conducido por los hermanos hasta sus aposentos, dejaron que se aseara y ellos bajaron al salón. Alistair bajo en cuanto pudo estaba deseoso de compartir con tiempo con Alex.

-Espero que no tenga muchos problemas en el Bannorn – escucho Alistair antes de pasar el umbral del salón – hay muchos partidarios de Loghain, tu no viste la asamblea Fergus.

-Caerán por su propio peso Alex, Alistair lo está haciendo muy bien como gobernante-

Alistair se le lleno el pecho de orgullo, que alguien como Fergus Cousland pensara que lo estaba haciendo bien era muy gratificante.

-Majestad escuchar a hurtadillas es de mala educación – dijo Alex con una sonrisa.

-Lo siento no lo he podido evitar – se disculpo Alistair – tenéis buen oído Lady Cousland me recordáis a un par de amigos míos.

-Oh Alex es una picara muy buena, mi padre se aseguro de ello – le conto Fergus – pero sentaos con nosotros Majestad ahora nos atraerán un refrigerio.

-No he olvidado vuestra predilección por el queso, así que me he permitido hacer que os traigan un surtido de quesos de la región –

-Lady Cousland tiene buena memoria – sonrió Alistair.

La comida con los hermanos fue amena y distendía el Rey se sentía cómodo con ellos.

Alex se disculpo a media tarde tenía que ultimar los preparativos de la cena con los nobles de la región y eso le daba oportunidad a Alistair de hablar con Fergus.

-Fergus me gustaría hablaros de algo un poco personal-

-Claro Majestad, ¿un brandy?-

-Si gracias-

Fergus sirvió un par de copas del mejor brandy antivano.

-Yo no sé bien por dónde empezar-

-¿Hay algún problema?- pregunto Fergus extrañado.

-¿Qué? ¡No!- Alistair estaba nervioso nunca había hecho nada de eso – me gustaría pediros permiso para pedir la mano a vuestra hermana.

-¿Queréis casaros con Alex?-

-Si, me enamore de ella antes de que terminara la Ruina y sería un honor que compartiera su vida conmigo-

-Yo os puedo dar mi beneplácito Alistair, ¿me permitís que os tutee?-

-Si claro, si vos hacéis lo mismo por mí-

-Mi hermana siempre ha sido independiente, mi padre se aseguro de eso, si ella acepta yo no tengo por qué negarme. He de decir que hacía muchos años que no veía mi hermana tan relajada en compañía de un hombre y eso me alegra muchísimo-

-Gracias Fergus ¿puedo pedirte que no le digas nada?-

-Por mi parte no sufras, pero creo que deberíamos irnos a cambiar de ropa si cuando lleguen los invitados no estamos preparados mi hermana nos colgará del estante de armas-

La cena entre los nobles de la región fue muy amena, los Cousland sabían preparar veladas entretenidas. Después de cenar se reunieron en el gran salón para tomar una copa y hablar distendidamente.

Alex miraba des del arco del jardín como Alistair estaba rodeado de la jóvenes hijas de los nobles ahí reunidos. El pobre parecía agobiado pero aun así atendía lo mejor posible a esas chicas.

Alistair levanto la vista hacia Lady Cousland y ella levanto la copa con una sonrisa en los labios, para luego desaparecer hacia el jardín.

-Mis señoras os ruego que me disculpéis – dijo Alistair excusándose con las muchachas para seguir a la Dama de Pináculo.

Alistair vio a Alex entre los rosales.

-Hola Alex ¿interrumpo?-

-No, simplemente tenía ganas de tomar un poco el aire-

-Las hijas de los banns pueden ser muy intensas-

Alex se rio ante el comentario.

-Me alegra que te divierta-

-¿Quieres pasear conmigo?-

-Me encantaría-

Alistair y Alex paseaban por los jardines de Pináculo en silenció

-Me gustaría hablar contigo de algo – dijo al final Alistair.

-Claro ¿quieres que nos sentemos?-

-Este lugar es precioso-

-Mucho, recuerdo que cuando era pequeña me sentaba en este lugar con Fergus, Robb y Nathaniel, fantaseando sobre las aventuras que viviríamos cuando fuéramos mayores- rememoro Alexa - ¿De qué querías hablarme?-

-Yo no he dejado pensar en ti y me gustaría preguntarte si…-

-Alistar antes de que continúes – le interrumpió ella ante la sorpresa de el- Ya sabes que yo no soy virgen.

-Eso no me importa-

-Pero lo que te contare ahora puede que sí, vamos al estudio de Fergus ahí tendremos intimidad -

Alex se levanto y condujo a Alistair por el castillo hasta llegar al estudio, pidió al sirviente que trajera vino y se asegurara que nadie los molestara a excepción de su hermano.

-Siéntate, te contare lo que aconteció un año antes de que empezara la Ruina-

Alistair se sentó en la butaca que había al lado de la chimenea y Alex hizo lo mismo.

-Cailan y Anora habían estado casados durante más de cinco años y no habían tenido ni siquiera un aborto. Cailan quería un heredero a toda costa-

Alistair veía claramente la incomodidad de ella mientras lo explicaba.

-Robb me dijo que habíais encontrado las cartas de Cailan y Celine, pero ella no quería casarse con él, a Celine le gustan las mujeres-

-¿Cómo?-

- Pues eso, que prefiere la compañía de mujeres. Además un matrimonio con Celine hubiera provocado una guerra civil en Ferelden. Ya sabes que hay mucha gente que todavía no se fía de los Orlesianos. Y Loghain era muy querido, hubiera sido una gran ofensa que anulara el matrimonio de su hija por una orlesiana –

-¿Pero como acabaste tu metida en todo eso?-

-Cailan hablo con mi padre, le dijo que quería casarse conmigo porque Anora no le daba herederos. Mi padre me hizo llamar y hablamos los tres. Yo estaba todavía enfadada por que Nathaniel se había ido un año antes sin decir nada y me había roto el corazón así que cuando me contaron la situación pensé que un matrimonio sin amor podría ser la solución –

-¿Querías casarte con un hombre a quien no amabas?-

-En ese momento me pareció una buena solución, yo no quería involucrarme sentimentalmente con nadie más, Cailan y yo nos conocíamos des de niños, éramos amigos. Mi padre me dijo que si yo aceptaba, no pondría oposición y en caso de guerra civil apoyaría a Cailan – Alex se sentía incomoda pero Alistair tenía que saberlo – Cailan me conto todo su plan, él quería casarse conmigo porque éramos amigos, siempre le había dado buenos consejos y aunque no estuviéramos enamorados nos respetábamos mutuamente.

-No tiene que ser fácil contarme todo esto –

-No, pero te mereces que te lo cuente y que decías si quieres hacerme la pregunta que ibas a pronunciar- le dijo Alexa tocándole el brazo – accedí a casarme con él y el puso en marcha su plan, hablo con la capilla y le concedieron la anulación.

Alex dio un sorbo de vino, contar todo aquello no le resultaba fácil, pero creía que Alistair se merecía la verdad.

-Dos meses después de la reunión, me fui a Antiva la madre de Oriana estaba enferma y ella quería ir antes de que muriera. Mi padre tenía contactos con príncipes mercaderes y le pareció una buena idea mandarme como representante de la familia aprovechando el viaje de Fergus y Oriana ya que ellos estarían indispuestos. En una de las cenas me encontré a Cailan -

-Hubo mucho revuelo en Denerim por el viaje a Antiva, la gente rememoraba el último viaje de mi padre –

-Sí, los nobles no estaban muy contentos pero los tratados de paz pendían de un hilo, piensa que Maric desapareció de camino a Antiva y siempre ha recaído la sospecha en ese reino. Cailan quería zanjar ese tema-

-¿Qué paso en esa cena?-

-Cailan estaba muy deprimido Anora lo machaba llamándolo de todo por no quedarse embarazada, cuando varios magos y médicos habían dicho que ella tenía muchas posibilidades de ser la causante. Yo por mi parte después de más de 2 años buscando a Nathaniel había revivido una carta suya, donde me decía que nunca me había querido y me daba las gracias porque se lo había pasado muy bien conmigo en la cama. Te puedes imaginar cómo me lo tome –

-Lo siento Alex supongo que no fue agradable para ti –

-No, no lo fue. Cailan y yo estuvimos hablando y bebiendo toda la noche…y nos acostamos-

Alex recordaba bien como había sido, el la había acompañado a la pequeña hacienda que su padre había alquilado para no molestar a la familia de Oriana. Estaba lloviendo a mares cuando llegaron a la puerta y ella lo invito a entrar. Mirando atrás los dos necesitaban calor humano y lo encontraron el uno con el otro. Ella siempre había escuchado que Cailan era muy rudo en la cama, que le gustaba el sexo duro pero con ella no fue así, fue dulce y la hizo derretirse en sus manos.

-¿Como puede ser que este lloviendo tanto? – se quejo Cailan.

-Esto es Antiva, cuando llueve lo hace con ganas, ven te daré algo para que te seques-

-¿Estas tu sola?-

-Hay guardas en la entrada y los sirvientes vendrán por la mañana para preparar el desayuno y la ropa-

Alex condujo a Cailan a través de la pequeña hacienda hasta una habitación donde había la ropa de la casa y le dio una toalla. El ya se había quitado la camisa y pudo ver que estaba bien tonificado, músculos definidos y firmes. El levanto la mirada y vio que se lo había quedado mirándolo.

-¿Ves algo interesante?- le pregunto con aire burlón.

-No es nada que no haya visto nunca – le respondió sacándole la lengua.

-Esa lengua tuya tan afilada te va a traer problemas-

-¿Si? Nunca se han quejado de ella –

Cailan abrió los ojos ante ese comentario tan atrevido, por lo general Alex tenía una lengua mordaz pero nunca había sido tan insinuante. El dio un paso hacia ella y Alex no retrocedió, al contrario tenía una sonrisa en su cara.

-Lady Cousland si te escuchara tu madre-

Alex se encogió de hombros.

-A estas alturas dudo mucho que no me conozca, Nathaniel dormía en mi casa ¿Recuerdas?-

Cailan la miro de arriba abajo, tenía el vestido pegado al cuerpo a causa de la lluvia, Alex tenía un buen pecho y ella lo sabía, siempre llevaba vestidos y camisas abiertas que insinuaban lo justo para que te imaginases que había debajo. Se puso duro solo de verla ahí parada con esa sonrisa en la cara invitándolo a acercarse más.

-No recordaba lo descarada que llegas a ser cuando quieres- le dijo Cailan mientras la cogía de la cintura y la pegaba a su cuerpo – no sé si esto es una buena idea.

Cailan la miraba a los ojos acercándose un poco más a sus labios.

-Yo tampoco – le reconoció Alex.

Fue Alex quien lamio juguetonamente el labio de él, invitándolo a acercarse más.

-Creo que serás mi perdición – reconoció Cailan antes de estampar su boca contra la suya.

No fue un beso dulce, ninguno de los dos necesitaba dulzura en ese momento. Fue un beso arrollador, cargado de pasión y deseo. Alex recorría con sus manos el torso musculoso de Cailan bajando sus manos hacia su trasero estrujándoselo. Cailan se rio entre dientes mientras le desabrochaba el vestido y lo dejaba caer al suelo. Revelando el cuerpo curvilíneo de ella. El siempre había pensando que Alex seria todo dulzura pero al verla sin el vestido intuía las sombras de los músculos del abdomen, piernas y brazos, era una combinación muy atrayente de feminidad y bravura que hizo que se pusiera más duro si eso era posible.

-Vamos arriba – le ordeno ella.

Cailan la tomo en volandas y se dirigió a su habitación. Cuando entro en ella la dejo en el suelo y se arrodillo para quitarle la fina tela que cubría su sexo, el levanto la vista y sonrió mientras Alex le acariciaba el mentón y lo acompañaba a su entrepierna. El empezó a lamer y a acariciar con los dedos aquella parte tanto sensible de la anatomía de ella. Alex respiraba entrecortadamente disfrutando de lo que le estaban haciendo.

Se quejo cuando el aparto la boca de su sexo para incorporarse y besarla con fervor.

-Llevas demasiada ropa – se quejo Alex mientras desabrochaba los cordones del pantalón, lo bajo de un tirón y sin pensárselo dos veces hundió todo el duro mimbro en la boca.

Cailan se sorprendió y por un momento creyó haber llegado al paraíso, había tenido multitud de amantes, pues Anora era fría como un tempano de hielo, pero ninguna le había dado tanto placer como se lo estaba dando ella.

-Para Alex- le ordeno – no quiero terminar en tu boca.

-¿No estabas disfrutando?-

-Estaba disfrutando demasiado, por eso te he detenido, ven vamos a la cama-

Cailan la cogió de la mano y la llevo a la cama, abrió las sabanas y se metieron en ella. El la atrajo y volvió a estimularla con los dedos mientras la besaba, preparándola.

-Cailan por favor…- suplico Alex.

-¿Me quieres dentro de ti?-

-¡Sí! Por favor si-

Cailan se hizo sitio entre las piernas de Alex.

-¿Estás segura de esto? – pregunto Cailan dándole una oportunidad de echarse atrás.

-Sí, hazme el amor Cailan-

De una sola estocada se hundió en ella, y por primera vez tuvo la sensación de estar en casa, puede que al final hubiera encontrado una compañera de la que se pudiera enamorar. Alex no tenia ambición de ser Reina y ya se complementaban bien fuera de la cama, si lo hacían dentro tendrían mucho ganado entre ambos.

Alex se aferraba a la espalda de Cailan clavándole las uñas, disfrutando de tenerlo dentro de ella, dos años sin sexo, des de que se había ido Nathaniel no había tenido ganas de tener a ningún hombre en su cama, hasta aquella noche.

-Hacedor…Cailan por favor no pares, no pares- gimió ella.

Un orgasmo arrollador envolvió a Alex y con ella arrastro a Cailan que vació su semilla en su interior. Después de estar un rato jadeando por el placer que habían sentido, salió de su interior para acomodarse a su lado, la beso en la boca y luego en la mano.

-No te vayas – le dijo Alex – quédate aquí esta noche.

-No me voy a ir duérmete –

Cailan la atrajo hacia envolviéndola con sus brazos, ella se quedo dormida profundamente y el la estuvo contemplando un rato. Alex una belleza que había construido una muralla alrededor de su corazón pero viéndola dormir parecía tan vulnerable que por primera vez en la vida tubo ganas de tener cuidado de alguien, si tan solo fuera capaz de darle un heredero podrían formar una familia.

A la mañana siguiente Cailan se despertó con los primeros rayos de sol, todavía tenía a Alex entre los brazos. La despertó con cuidado.

-Alex despierta-

-Buenos días – le dijo ella melosamente.

-No es bueno que nos encuentren así-

-Sí, será mejor que te vayas antes de que llegue el servició, creo que hay algo de ropa de Fergus en mis baúles-

-¿Llevas ropa de tu hermano?-

-Oriana me la hizo guardar porque a Fergus no le gusta este tipo de ropa. Pero esta seca y es de tu talla-

-Alex, lo de ayer por la noche…-

-¿Tan mal estuvo? – pregunto Alex alarmada.

-¿Qué? ¡No!- le respondió Cailan ofendido – quiero decir que no se debería repetir de momento. No quiero que seas mi amante Alex, te apreció demasiado para rebajarte a eso.

-Me parece bien-

-Ahora tengo más ganas de que me concedan la nulidad, tan punto la tenga pondré todo en marcha-

Alex le sonrió y le ayudo a vestirse.

-Lady Cousland estoy deseoso de que os convirtáis en mi esposa-

-Adiós majestad, nos veremos en Ferelden-

Cailan de escabullo con su guardia antes de que nadie lo viera y Alex pensó que cuando llegaran a Pináculo se lo tendría que contar a su padre, no fuera caso que con este desliz se fuera todo al traste.

-¿Eras la amante de Cailan?- pregunto Alistair ofendido.

-No, bueno no sé cómo calificarlo, solo fue esa vez y por la mañana los dos acordamos que no volvería a pasar hasta que nos casáramos. Nadie supo ni sabe nada de lo que paso en esa casa, al volver se lo conté a mi padre en confidencia-

-Supongo que no le gustaría-

-Eso pensaba yo, que estaría enfadado conmigo, pero no fue así, leyó la carta de Nathaniel y me abrazo, hizo llamar a mi madre y le conto todo. Mi madre pidió unas hierbas para evitar el embarazo como si fueran para ella y me las estuve tomando durante un mes para evitar cualquier posible complicación. Un mes después empezó la Ruina-

-Todo se paralizo-

-Sí, cuando mi padre recibió la misiva de convocar a los abanderados había una carta para mí. En ella Cailan me contaba que había conseguido la anulación matrimonial y que cuando volviera de Ostagar todo se pondría en marcha que estuviera preparada para cuando fuera reclamada en Denerim-

-Hay algo mas ¿no?-

-Ayer por la mañana recibí esta carta, está fechada del día antes de la batalla de Ostagar- le dijo a Alistair entregándole la carta.

Querida Alex te escribo estas letras des de mi tienda en Ostagar, saldrán directamente hacia las Marcas Libres.

Si la estás leyendo es que he caído en combate, no te preocupes no tengo intención de hacerlo pero aunque la gente me tome por un patán, sabes perfectamente que no lo soy, que soy muy precavido en lo que realmente me importa. Ferelden me importa y mucho.

Primero de todo quiero darte el pésame por lo que le ha pasado a tu familia, espero que las noticias te llegaran y estés a salvo de Howe. Robert está bien se ha convertido en un Guardia Gris, parece distinto creo que ha madurado de repente. Sabes que te aprecio mucho y por eso quiero que estés a salvo mas allá de las proposiciones y de lo que paso en Antiva, te respeto eres mi amiga y una buena consejera, ojala te hubiera hecho caso Alex. Debería haber presionado más para que nos ayudaran los Orlesianos, pero sabes que discutir con Loghain es difícil por no decir imposible.

He hecho planes para conservar el linaje Theirin en caso de mi muerte. No, no tengo ningún hijo que desconozcas, sé que es lo primero que has pensado. Tengo un medio hermano llamado Alistair, mi padre tuvo una aventura con una Guardia Gris un par de años después que muriera mi madre. No lo culpo, de verdad que no, el trono es muy solitario y si con esa mujer tuvo un tiempo de compañía me alegro por él.

Respecto Alistair, es un buen hombre, sé que no tuvo una infancia fácil sobretodo después que Arl Eamon lo enviara a la capilla, ojala mi padre hubiera hecho caso al tuyo y se hubiera criado en Pináculo. Ves siempre se tiene que hacer caso a los Cousland parece que tenéis más sentido común. Ahí hubiera estado a salvo de miradas indiscretas y estando entre vosotros se hubiera sentido querido y apreciado tal y como siempre hemos estado mi padre y yo mismo.

Lo he enviado a la torre de Ishal con tu hermano Robert, estarán lejos de la batalla. Si sobrevive y yo no, encuéntralo y haz que siente el culo en esa silla tan incómoda, seguramente tendrá reticencias pero si tu lo ayudas y lo aconsejas puede que se convierta en mejor Rey que yo. Si sube al poder espero que el Hacedor le envié la señal de que se case contigo, Ferelden te merece como reina.

Respecto a ti y a mí no me despediré diciendo que te quiero, eso sería mentira al menos de momento. Pero sí que me sentí afortunado cuando aceptaste mi proposición, sabía perfectamente que me llevaba la joya del norte, Lady Cousland, la más bella mujer de Ferelden aquella por la cual los nobles de toda Thedas se peleaban por poder entablar conversación con ella. Seguro que estarás pensado que soy un adulador y un borrego, puede que sí pero siempre has sido demasiado humilde como para hacer caso a todas estas verdades.

Con cariño Cailan.

-¿Siempre había sabido de mi?- me pregunto Alistair confundido.

-No lo creo, creo que se entero poco antes de desaparecer tu padre pero en aquel entonces tú ya estabas en la Capilla formándote como templario –

-Por eso me envió a encender la almenara de la torre de Ishal junto a Robb, lejos de la batalla –

-Ahora ya lo sabes todo Alistair, creo que deberías pensar si realmente quieres formular la pregunta que querías hacerme-

-Tengo mucho en que pensar-

-Lo entiendo, pero quiero que sepas algo, todo lo que paso en Denerim entre tú y yo no tiene nada que ver con algún secreto plan para convertirme en reina. Cuando te bese aquella noche en el estudio me di cuenta que me atraías mucho más de lo que quería reconocer, estuve muy preocupada por Robb y por ti, pero no tenía fuerzas para volverme a involucrar en algo que puede que tuviéramos que cortar de raíz-

-¿Crees que no hubieran pensado en ti como candidata a casarse conmigo?-

-No creo que tus consejeros quisieran a una familia con tanto poder, Fergus Teyrn de Pináculo, Robb Guarda comándate de Ferelden. Yo era contraria a sus intereses-

-¿Pero mi opinión no cuenta?-

-Hubieran intentando por todos los modos hacerte cambiar de opinión si no lo han intentado ya-

Alistair recordó las conversaciones con Arl Eamon donde le presentaba las candidatas y el insistía que Alex sería la mejor opción.

-Por esa cara que pones me estas confirmando mis sospechas- le dijo Alex con una sonrisa.

-Te creo cuando me dices que con Cailan solo fue una vez, también comprendo porque lo hiciste yo no soy quien para juzgar. Con Robb he visitado más burdeles de los que me gusta admitir-

-Sí, mi hermano no es una buena influencia-

Alistair sonrió y a Alex se le derritió el corazón. Entonces se levanto de golpe y le tendió la mano para ayudarla a levantarse de la butaca.

-¿Ocurre algo?- pregunto Alex con un hilo de voz.

Alistair la miraba atentamente, podía ver la fragilidad de esa valiente mujer a través de sus ojos, el anhelo por ser aceptada y querida por quién era y no por quien era su familia. La atrajo hasta él y el beso primero con suavidad saboreando los labios de esa hermosa mujer y rememorando la primera vez que los había probado. Ella era delicada pero enérgica al mismo tiempo, Alistair lo podía notar por la forma que se aferraba a él.

-Creo que estoy preparado – dijo el separándose un poco de ella.

Alistair se arrodillo ante ella y le cogió la mano.

-Alexandra Elethea Haelia Cousland ¿querías convertirte en mi esposa?-

Alex estaba en shock, después de lo que le había contado no creía que todavía quisiera casarse con ella.

-¿Tu quieres casarte conmigo? ¿Incluso sabiendo lo que paso entre Cailan y yo?-

-Alex, más a allá de que seas una Cousland, me enamore de ti en las mazmorras de Arl Howe. Cuando levantaste la vista desafiante pude ver un valor en ti que no había conocido en nadie, luego cuando salimos a la luz del día vi a una hermosa mujer, pero más allá de eso tu conversación era interesante y divertida. El tiempo que pasamos juntos en Denerim me sentía muy cómodo a tu lado. ¿Por qué voy a dejar a perder todo esto por un hecho paso en un momento que los dos estabais vulnerables?-

-Cualquier otro hombre desecharía a la mujer que se follo a su hermano-

-No quiero que digas eso, los dos buscasteis consuelo el uno en el otro, en un momento que lo necesitabais, no voy a juzgar si eso estuvo bien o no, no tengo ese derecho. Pero habla bien de Cailan que no quisiera repetir hasta que estuvieseis casados, demuestra que se preocupaba por ti y que realmente te apreciaba. Supongo que esperaba que al final se pudiera enamorar de ti, pero eso es un pensamiento mío- le dijo Alistair – Creo que yo también te debería confesar algo porque puede que seas tú la que decline mi propuesta.

-Es algo malo ¿no?-

-Tiene que ver con los Guardias Grises, no se lo puedes contar a nadie ni tan solo a Robb, nadie fuera de la orden debe conocer estos secretos-

-Está bien Alistair, tienes mi palabra-

-Para convertirnos en Guardias Grises ingerimos sangre de engendro tenebroso, eso nos cambia –

-¿En qué sentido?-

-Lo primero es que nos hace inmunes a la corrupción, podemos sentir los engendros tenebrosos y ellos a nosotros, somos más fuertes y resistentes que una persona normal también nos aumentan todos los apetitos-

-Hay un pero ¿no?-

-Si, des del momento de nuestra unión tenemos unos treinta años de vida, luego empezamos a escuchar la Llamada –

-¿La Llamada?-

-Empieza como un murmullo, vuelven las pesadillas y al final casi te vuelves loco. Entonces es cuando nos vamos a Orzammar y morimos luchando contra los engendros tenebrosos, como nuestro ultimo sacrificio-

-Es un precio altísimo ¿entonces tu y Robb tenis solamente treinta años de vida más? No me parece justo –

-No, no lo es, pero es necesario porque esa es la razón por la cual solo un Guarda Gris puede acabar con un Archidemonio, la corrupción de nuestros cuerpos atrae su alma y al entrar en nosotros se destruye evitando que se vuelva a reencarnar-

-¿Algo más?-

-Si, es difícil para un Guardia Gris tener descendencia, puede que nunca lleguemos a concebir y no sería culpa tuya, nunca dejare que nadie de aparte de mi por esa razón-

-Bueno, tendremos que practicar mucho entonces-

A Alistar se le escapo la risa.

-Tantas veces como quieras-

-Pero si consiguiera quedarme embarazada ¿el bebe seria sano?-

-Si, no tendría ningún problema en ese sentido-

-Si solo puedo tenerte conmigo treinta me los quedo Alistair. Des de que te conocí tuve miedo de acércame a ti porque si al final te tenias que casar con otra no podría soportarlo-

-Entonces ¿te casaras conmigo?-

-Si, me casare contigo-

-No sabes lo feliz que me acabas de hacer- le dijo poniéndole el anillo en el dedo.

Alistair la cogió por la cintura y la acerco a él, pero cuando la iba a besar llamo alguien llamo a la puerta.

-Alex- dijo Fergus a través de la puerta.

-Pasa-

-La gente está empezando a hablar – se quejo Fergus – lleváis aquí mucho tiempo.

-Lo siento Fergus no era nuestra intención – se disculpo Alex.

-Es culpa mía, le quería pedir matrimonio en el jardín pero Alex creyó que un sitio más íntimo sería mejor, para evitar que se supiera de momento –

-¿Entonces estáis prometidos?-

-Si – le respondió Alex.

-Estoy muy feliz por los dos, pero por que tanto secretismo –

-Alistair tiene que ir al Bannor, hacer público nuestro compromiso ahora pondría una diana en mi cabeza –

-Lo entiendo – dijo Fergus – hasta que no volvamos a Denerim puede que no sea prudente ¿entonces lo anunciareis en la próxima asamblea?

-Si, daré la vuelta en al Bannor y volveré, podríamos volver por el camino del norte juntos y pasar por Amarathine a ver a Robb antes de volver a la capital-

-Me parece una idea excelente – dijo Fergus – ahora volvamos o empezaran a pensar que hemos secuestrado al Rey.

El resto de la velada paso sin nada relevante que mencionar, tan punto los tres pusieron un pie en el salón Alistair quedo rodeado de las hijas de los nobles que habían asistido a la recepción. Alex por su parte escondió el anillo y se mezclo con la gente.

A la mañana siguiente después de desayunar, Alistair se fue hacia el Bannor, serian dos meses muy largos hasta que volviera.