MINI FIC
Amor Olvidado
Por Mayra Exitosa
Fic Alterno con los personajes de Candy
En América Candy tenía los dolores y nacía otro varoncito, Anthony se ponía muy celoso y lloraba más, pero la Tía de Albert la ayudaba, al pequeño le puso de inmediato Albert desde que lo vio nacer, ya por fin tenía un hijo más, ahora con ellos, viajaría a Australia, George no había regresado y no encontraban nada.
En Australia, llevaban a su chamaco al doctor, este abrazaba al Walter como si fuera su padre y besaba las manos de Molly como si fuera su madre, el doctor, le pasaba a estudios y lo identificaban llamando a la familia en Norte América
- Hija, te llaman de Australia, informaba Elroy a Candy, quien le daba a su bebe para tomar la llamada,
- Señora, su esposo esta con una pareja de ancianos, no quiere separarse y, tuvo un golpe fuerte en la cabeza.
- Pásemelo por favor. Albert tomaba el teléfono y Candy esperaba a escuchar su voz.
- ¡Hola!
- ¡Albert! ¡Mi amor, soy Candy! nuestro hijo Anthony y nuestro bebe Albert, ya nació y nos iremos por ti. Saldremos hoy mismo, George ya esta allá lo mandaré a donde estas.
- ¡Candy!
- Mi amor, el doctor me llamo, te hemos estado buscando.
- Si, estoy mal, el auto, cayó a un voladero, no recuerdo nada.
- No firmes ningún documento, iré por ti, quédate con los señores, George no te ha encontrado, pásame con el doctor.
Después de hablar le imploró que no informara a nadie más de su presencia, que ella iba en camino y que iría por él, pedía el lugar exacto para verlo y que pagaría sus consultas si lo atendía en el lugar donde estaba viviendo.
El doctor salía y les pedía a Molly y Walter que pasaran, luego hablaba con ellos de que el hombre se llamaba Albert, que su esposa y sus hijos irían por él, que no lo sacaran de su vista y que el cómo medico iría a verlo cada tres días.
El doctor comentaba que sospechaban de que el automóvil había sido saboteado y que las personas que lo habían hecho podían intentar matar a Albert, a lo que el escuchaba y Molly lo abrazaba llorando, acariciando su cabeza y temblando de miedo.
Pasaba un día y George aparecía en el hospital preguntando por William, a lo que el médico decía que el señor William regresaría a buscarlo en dos semanas, hasta que se sintiera mejor. George no comprendía nada, pero los hombres que estaban rodeándolo y ayudándolo informaban de todo a las autoridades y lo buscaban sin la orden de él, ahí sospechaba lo mismo que el doctor, ambos desconfiados no contaban nada.
- Ves Molly, el chamaco esta mejor aquí, con nosotros, pero temo que sigan al doctor ese, - Mijo si ves que viene alguien te vas con el Chaco y te caminas lejos, nosotros veremos si viene tu mujer y tus hijos. Molly lo abrazaba y le decía
- Si mijo, usted cuenta con nosotros, no sé quien me lo quiera quitar, pero su mujer nos va a traer a mis nietos, ¿Verdad?
El asentí sonriendo y continuaba varios días más viendo, como ese par de ancianos estaban en el olvido, solos y deseaban cuidarlo y ahora con la preocupación, preparaban la casa de Molly para que él se escondiera si veía algo malo.
Los días pasaban y Candy por fin viajaba a Australia, iba acompañada de la Tía de su esposo y sus dos hijos, al igual rodeada de guardias. George los recibía y se comentaban sus sospechas, pero Candy no decía ni escribía los datos de donde se encontraba, desconfiando de todo a su alrededor. George asustado por sentirse que no confiaban en el, se quedaba separado, pero Candy lo tomaba en cuenta y se subían al automóvil, pidiendo que los llevaran a donde habían encontrado el automóvil en el voladero.
Albert montaba un caballo, seguido con Chaco, veían un canguro herido, este lo subía a su regazo al estar pequeño y le vendaba la pata. Vio una fila de autos que iban rumbo al voladero, este se escondía tras los arbustos y ella bajaba despacio con un bebe en sus brazos, su pequeño brincaba y la Tía le tomaba la manita. Sonriendo al reconocer a su familia, se acercaba despacio.
- ¡Anthony!
- ¡Papi! Gritaba el pequeño quien se soltaba para ir hasta donde lo llamaba su padre. Candy gritaba, emocionada y se iba hacia él,
- ¡Albert! ¿Estás herido?
- No, es un pequeño canguro, se lastimo una pata, no quiero que muera.
Albert los guio hasta la casa de los ancianos que cuidaron de él, presentaba a su mujer y a sus hijos, se daba un baño y se cambiaba con las prendas que Candy le llevaba, casualmente. George se limpiaba las lágrimas, emocionado.
Los ancianos fueron incluidos con ellos para que viajaran a conocer la casa de Albert. Ambos no tenían papeles para viajar, pero con los trámites no batallaron y se hizo un acta de matrimonio para que fueran como pareja formal.
Las investigaciones no arrojaron provocación de accidente, ni intentos de daños reales, todo se dio sin saber cómo, pero algo si puedo contarles, después de ese viaje, Albert jamás volvió a salir solo. Iba con su amigo Walter, en ocasiones con la Molly. La tía de él también se fue a vivir con ellos y George era el que ahora se encargaba de los viajes más lejanos, pero esta vez ya acompañado, con su esposa, porque solos no viajaban, era mejor en familia y así nadie se descuidaba.
En Norteamérica, en una cabaña cercana a la mansión, viven un par de abuelos, felices porque en un voladero, encontraron no solo a su chamaco, sino que recordaron a su amor… Olvidado.
FIN
Gracias por sus comentarios, un fic muy corto, pero con un buen sabor mental.
Un Abrazo a la Distancia
Mayra Exitosa
