Fic a

Reto 2021 Marzo Creativo

Historias de Albert y Candy

Presenta

Amor en Piedra

Por Mayra Exitosa

Prologo

Esta historia tiene muchos años que la había pensado como un reto entre algunas compañeras y por una u otra razón no se daba, esto debido a la complicación de la historia, del tema, de la variedad de formulaciones que las mismas lectoras se quieren hacer sentir dentro del papel al igual que quien la escribe. Una historia es ficticia, no es adaptación, ni hay un precedente de donde pueda hacer o sacar la idea. Por lo que queda a cargo de la imaginación de quien escribe, y en este caso se comparte con la imaginación de quien me lee.

Así este año, después de muchas circunstancias que la vida nos pone como pruebas, solo pido inspiración que ayuda a elevar la redacción y en sí, la oportunidad de crear algo que no está escrito, distinto a lo que ya por mucho se quiere novedoso y creativo. No será el único reto, tenemos grupos para presentar las historias y sobre todo, regístrense para enviar mensajes y porque no, convertirse en una persona que también aporta sus ideas tratando de escribir.

Inducción

Hace miles de años, las tribus de hombres en la tierra estaban divididas por muchas formas y variantes de seres que, por las condiciones del clima, por la fauna o quizás por la vegetación se iban haciendo diferentes entre ellas, agreguemos a esto la mezcla de personas que formaban cada tribu, si en un grupo de muchos hijos, e hijas, se unían esto daba ciertas características similares entre la tribu misma. Cabe aclarar que no es historia ni es análisis de clases sociales o culturales.

Aquí en esta historia se desarrollan muchas tribus, algunas pequeñas, otras enormes y muy variadas entre ellas. Las prendas son de pieles, hojas en temporada de calor y tejidos suaves de los mismos lienzos que formaban con lo que iban encontrando y conociendo, lo que los hace formar tribus son su sector y su población, algunos viven en áreas cerradas de los bosques, otros en las cuevas, tribus viven en casas de piedra acicaladas y montadas por ellos, formando un lugar para vivir, protegerse e ir mejorando su forma de subsistencia, uno de los factores que más ayuda no solo crecer sino también mejorar es tener dentro de su tribu, personas mayores que te guíen, eso hace la diferencia en una tribu fuerte, con conocimiento y cultura.

La tribu de los lobos se distinguía por ser grande, por ser variada, las personas ahí tenían su color de piel desde bronceado, algunas amarillentas para otras un poco más pálidas, sus cabellos obscuros y castaños, lacios y algunos crespos. Su mirada era de tonos diferentes. Estos vivían como lobos, rodeados de ellos y con cierta similitud en su manada.

Las tribus del bosque eran varias, algunas se distinguían por pintarse el rostro y portar aves o plumas en su vestimenta, al principio tenían más mujeres que hombres, por lo que uno de ellos tenía muchas mujeres a su cargo. Otra de las tribus del bosque, eran burdos, se cubrían con pieles de oso por todo su cuerpo, el cabello era crespo obscuro en su mayoría, la piel bronceada y les llamaban la tribu de los osos por su vestimenta. Los hombres y mujeres de espalda ancha, estatura media piel bronceada cabello y ojos obscuros en su mayoría.

La tribu pálida o tribu del sol, era una tribu que poco se veía, vivían cerca del mar, vestían siempre pocas prendas, con pieles muy delgadas que solo cubrían parte de su pecho en el caso de las mujeres y un taparrabo al frente en ambas especies. Sus cuerpos eran grandes, la mayoría altos, atléticos y de cabellos del color del sol, mirada clara y muy selectivos, solo se mezclaban con los de su raza, no se unían a otras tribus, ni hombres ni mujeres, sus hijos eran similares a ellos, al principio pequeños al crecer se notaba la diferencia a las otras tribus. La piel del rostro de los hombres no tenía barba abundante, eran lampiños por lo que vivían cerca del mar, en lugares cálidos, y el invierno eran cubiertos en casas semi sepultadas entre tierra y piedra, realizadas por ellos mismos.

Una de las tribus muy complicada y feroz era la de los rojos, su piel bronceada, de estatura variada, cabellos largos solo en su cabeza, lampiños de todo su cuerpo se les conocía como los zorros, porque en su vestimenta portaban una cola sobre puesta en su cintura como parte de su tribu, entre más espesa la cola, mayor rango e importancia en su tribu.

Había muchas otras tribus que vivían en la zona desértica, se encontraban muy lejos, su color de piel variada entre rojo obscuro y negro noche, eran feroces y no se comunicaban con las demás tribus ni se acercaban a ellas.

Las tribus que eran leyendas eran las tribus blancas que estaban en las zonas heladas, eran desconocidos por estar cubiertos de pies a cabeza, por lo que no se sabía mucho de ellas.

Una tribu conocida como la tribu de los caballos, que era algo demandante y grande, vivía peleando por territorio, aún no montaban los caballos pero los utilizaban ya que se consideraba muy importante, los hombres eran de caja toráxica ancha, estatura media alta y de barba poblada cerrada, las mujeres similares de cabellos de colores variados tanto hombres como mujeres, colores de ojos diferentes tonos, se decía que esta tribu eran muchas tribus juntas más su manera de hablar ya era lo que los unía, peleaban con cualquier tribu, por mujeres, por comida, por territorio y por cualquier cosa que los ofendiera, eran avanzados guerreros, más las tribus del desierto siempre los detenían y no podían vencerlos. Su nombre de tribu de caballos era por sus cabelleras, sus colores variaban tal y como los corceles entre castaños claros, rojos, obscuros y una gran variedad de pieles rosas, blancas y medio pálidas. Podía caracterizarse como la tribu de las peleas, si no peleaban contra otros, peleaban contra ellos mismos, sus mujeres y hombres guerreaban por todo, por estar juntos, por estar separados, por comer, por no hacerlo, por sexo y por tener más de eso. En su territorio existían muchos caballos grandes en ese tiempo, peludos y salvajes. Solo se domaban para carga de cosas, aun no los montaban, no eran como los caballos de la actualidad.

Capítulo 1

La pálida y el ladrón

Nuestra historia comienza con una mujer pálida, alejada de su tribu de los cabellos del color del sol, recolectando frutos y con la hora del atardecer se distraía mirando hacia los bosques. Su tribu tenía la costumbre de resguardarse al atardecer en sus casas, ella estaba sola y muy lejana al lugar. Un hombre de la tribu de los caballos, la observaba, su trasero estaba completamente descubierto y ella al recoger frutos de los matorrales, le mostraba su sexo, por lo que para él era una invitación y si no lo era, lo sería.

Cuando vigilándola notaba que no había nadie que lo detuviera, le jalaba del cabello y le tapaba la boca, llevándosela en el hombro, corría lejos del sector, para que si gritaba estuviera más lejano y no la escuchaban. La mujer estaba asustada, no podía gritar, su mano gruesa estaba metida en su boca, cuando ya estaba lejos, la bajaba le quitaba lo que tenía de ropa o tapa rabos y la tomaba sexualmente con violencia cual macho alfa de la tribu de los caballos. La posición era cubrirla en forma de cucharita con sus grandes manos, le tomaba los pechos y le montaba tal cual, penetrándola sin consideración, dejándola dolorida, mientras que el agitado y grotesco continuaba con ella, hasta dar su semiente dentro de su cuerpo descansaba, para luego con sus mismas prendas le ataba las manos y los pies, la dejaba cerca para llevársela con él.

La pálida mujer era subida en forma de costal en el hombro y llevada por lugares obscuros, de la tarde y la noche, mientras el macho caminaba conociendo por donde la llevaba, deteniéndose con el saco de frutos que ella misma portaba y comían, para continuar caminado así por largos días y descansar después de haberla montado efusivamente, deseando haberla dejado preñada como el mejor de sus logros y atado para que por la noche agotada de su travesía descansara, ya pasando la primer semana, la hacía caminar completamente desnuda jalando el atado de sus manos, y continuaba así por semanas.

El hombre llamado Nobuk y ella llamada Aro, ya eran una pareja, por lo que ahora dependía de él y ella tenía que seguirlo, ya que no podía volver sola, no sabía los caminos, era joven y ese hombre era grande y fuerte, ella delgada y espigada, apenas desarrollada.

La llegada a la tribu de los caballos, poseían una gran cueva con varios túneles profundos. En una de ellas tenía una cueva donde muchos hombres llevaban parejas de variedad general, pero nadie tenía una mujer pálida, así que todos al verla, se acercaban tocándole sus partes íntimas avisándole que querían sexo, y que ellos estaban ahí para pelear, a lo que Nobuk se negaba y con palo grueso en mano alejaba a cualquiera de sus hermanos. Era una cueva donde todos eran hombres y mujeres, mas no había familias, esas pasaban a otra parte de las cuevas unidas, cercana a ese lugar, ahí solo había machos y hembras para aparearse cada noche, mujeres y hombres intercambiaban sexo y las mujeres tenían el mando en cierta forma.

Continuará...


Un nuevo reto, una trama algo diferente, es más que eso al por fin llevarla acabo, deseando les guste y me sigan en esta historia que al ser ficticia, no me mataran los de la era paleolítica o las renovadoras de cadáveres que leen, de antemano es ficticia y la razón de esta es entretenimiento puro

De antemano mil gracias

Un Abrazo a la Distancia

Mayra Exitosa