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Reto 2021 Marzo Creativo

Historias de Albert y Candy

Presenta

Amor en Piedra

Por Mayra Exitosa

Capítulo 8

Hombres al mando

Tom no solo vio a su madre, sino a su hermano pequeño ya alto para su edad y nada parecido a él, comentaba con ellos que su padre tenía otra mujer, pero que cuando se encontraron, solo buscaba a Aro, su madre. A lo que Albert le negaba devolver a su madre a la tribu de los caballos, ella era de su tribu y no se iría jamás, ahí la cuidaban no solo su familia, sino todos los hombres y algunas mujeres que habían muerto eran cubiertas por las mujeres solas, como su madre y cuidaban de los hijos que no tenían quien los protegiera, lo mismo también al padre de estos niños.

Tom comentaba que ellos eran muchos hombres y que podían aceptar mujeres en su tribu, a lo que Albert decía que su viejo solo aceptaba hombres, no soltaba hijas, esas no salían de su tribu. Debido a que, si daban hijos del sol, serían despreciadas y mal tratadas arrebatándoles a los hombres de su vientre. Eso no lo permitirían, ya lo habían vivido y no se repetiría jamás.

En un dilema que no se habían encontrado, ambos hermanos estaban discutiendo, pues los hombres y mujeres de tribu del sol eran grandes y fuertes, pero su tribu no se iba y ahora se unían más, habían crecido y no solo un padre cuidaba de sus hijos, todos los hombres cuidaban de las mujeres, eso desde que Albert había llegado a la tribu. Tom le pedía opciones daba para llevar mujeres tan bellas, eso Albert le solicitaba un espacio a Tom para hablarlo con su tribu y se iba con los hombres del sol.

Lo primero fue aceptarlos en su tribu, con todo y las bestias que cada uno poseía, pero luego surgió la competencia que le hicieron a Albert y que, si ellos fueran más fuertes, podían ver como quedarse con ellos o perder a unas hijas con la condición de que vinieran a visitar a su tribu, una vez después del hielo. Eso fue una consulta que colocaba una mano al centro si se arriesgaban a perder a una de sus mujeres o a ganar a uno de esos hombres.

Tom al escuchar se sentían seguros y solo podían demostrar su fuerza y habilidad los que no tuvieran mujer en su tribu, ya que si perdían tendrían que quedarse en la tribu del sol, para formar parte de esta. Muchos de los hombres eran muy fuertes y agiles, pero eran hombres con mujer por lo que no podían competir, y los jóvenes aún estaban en espera de tomar fuerza, se los quitarían y no querían arriesgarse, pero aseguraba Albert que ellos también tenían mujeres y era apostar a perder una, solo si esos hombres ganaran. Aprender costumbres nuevas, alejarse de lo que su tribu original era, ninguno deseaba arriesgarse, eran felices en su tribu de los lobos. Tom para no despreciar la oportunidad, confirmaba volver con jóvenes más fuertes y sin mujeres, pero sería hasta el próximo deshielo. Para que las familias de estos aceptaran por igual como pasaba ahí en su tribu con sus mujeres.

La madre de Tom le mostraba el arma que había traído de la tribu de los osos y como había escapado de ahí, sin embargo, gracias a ellos pudo pasar el deshielo en una cueva, pero no tenían mujeres, solo muchos hombres, por lo que le aconsejaba dejar protegida su tribu cuando volviera, ya que le podían quitar a su mujer, ellos estaban desesperados. Y por eso la tribu del sol ahora estaba más receptiva a cuidar de las mujeres, pues había hombres para ellas en su tribu, y no iban a cambiar por uno que no fuera lo suficiente fuerte para defenderlas.

La tribu de los osos había estado cercano a los bosques unirse a las mujeres de las plumas les había salvado, muchas de ellas los atrapaban, pero ellos se las llevaban. Por lo que la tribu de los osos tenía más posibilidades al haberse unido a las tribus perdidas de los bosques, ellas no eran felices dentro y eran hermosas comparado con lo tosco y fuerte de los de la tribu de los osos, para las mujeres fue mucho mejor aceptar su salida de ahí, sobrevivir fuera era por mucho la diferencia. Y la tribu de los osos mejoraba enormemente, ya que su combinación fue una raza mejor en varios aspectos.

La tribu de los caballos no era feliz, las peleas habían comenzado a dañar a su misma tribu, por lo que el exceso de mujeres comenzaba a notarse y estas escapaban al liberarse por no ser tomadas, o tener que competir por un macho. Los hombres de la tribu de los lobos ya viajaban de regreso a su hogar, cuando en el inter atrapaban a varias mujeres de esas que Tom pudo comunicarse en su lengua y aceptaban irse si las recibían. Jóvenes de la tribu de los lobos, querían esas mujeres, pero ellas querían a Tom y este no las aceptaba, pues tenía a Dina y cuando llegara, su hembra debía tener hijos de él a su cuidado.

Las mujeres de la tribu de los caballos eran caprichosas y gustaban de tener machos elegidos por ellas, ahora que observaban que Tom si podía comunicarse, lo querían solo a él y se le ofrecían para que las montara y las embarazara él. Este les dijo que si lo hacía primero tenía que hablar con su tribu. Pero en el camino, todos los machos de la tribu las tomaron a las tres mujeres, no uno sino todos ya que llevaban viajando demasiado, a lo que ellas felices llegaban a la tribu de los lobos contentas, porque habían sido el goce del camino. Las mujeres no agradaron a las otras de la tribu, eran irrespetuosas, caprichosas y pronto serían un problema según los sabios de la tribu, y no lo dudaron, pero ya estaban ahí y se tuvieron que quedar. Así todo aquel que deseara montar a una de ellas eran aceptados. Tom al ver a Dina con su bebe pequeño, la cuidaba y en una que otra ocasión se iba con las mujeres libres antes de la tribu de los caballos, donde todos los jóvenes practicaban para cuando llegara la hembra de cada uno. Dina se sentía ofendida, más no decía nada, solo cuidaba de sus hijos. Y eso no solo le pasaba a ella, pronto la combinación de sus hombres y la preferencia por tener más hembras cambiaría la tribu como lo habían advertido.

En la tribu del sol, en una cacería murieron varios hombres en el mar por un animal del agua. Estos tenían parejas y ahora no tenían macho que las cuidara, había hombres jóvenes y ellas eran más entrenadas, los jóvenes deseaban a unas mujeres que serían solo para ellos así habían sido educados al ser ellos quienes las eligieran, y estas hablaban con el sabio pidiendo que las embarazaran. Varias de ellas elegían a Albert y este sorprendido no lo esperaba, en la tribu donde había nacido no lo aceptaban y en esta lo preferían. Así el sabio se lo dejaba a su elección y una tarde Albert se fue a darles visita a las viudas por ser elegido, pero su mujer no lo sabía y esta al no verlo llegar, se fue a buscarlo antes ir a dejar a sus dos hijos en la cosa de sus padres, en el camino a dejarlos escucho el gemido de su pareja y se detuvo, viendo la escena de un apareamiento con otra hembra.

Las cosas no fueron igual, Candy no dijo nada y esa noche se quedó en la casa más grande de piedra y maleza, ya que había muchos más hermanos en ella, ahí estuvo con sus hijos, su madre hablaba con ella y esta le decía lo que había pasado, su padre le había dicho que cuando la eligieran la protegerían, mas no que esto lo haría con otras hembras de la tribu. Candy tenía dos pequeños ahora uno castaño y uno rubio, los dejaba con su familia y salía temprano, estaba triste y no quería ver a su pareja de nuevo, ya no le tenía atención a cuidarlo, tenía otras hembras y ella no era suficiente para él.

Albert regresaba a su choza grande porque él la había construido enorme, para llenarla de hijos, pero su familia no se encontraba, olía las pieles y estaban frías, se fue a buscarla y sus dos hijos estaban en casa de los padres de su hembra, la cual no estaba ahí. Conor le dijo que desde la noche ella lo vio en otra choza con otra mujer y ella se había pensado que ya no era su pareja, por lo que le dejo a sus hijos y se iba a buscar a un hombre más grande que él, para que la cuidara y no tuviera que compartirlo con otras hembras.

Continuará...


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Un Abrazo a la Distancia

Mayra Exitosa