Fic a
Reto 2021 Marzo Creativo
Historias de Albert y Candy
Presenta
Amor en Piedra
Por Mayra Exitosa
Capítulo 30
Lo que mira le gusta
Albert lucía un poco inquieto tratando de recordar si el era así, pero no fue lo mismo en su tribu todas lo rechazaban, Aron y Don no se notaban interesados aun por las mujeres, así que una tarde tocaba el tema con Chan, el hermano de Candy y le preguntaba si los niños de la tribu eran avanzados para elegir a su compañera. - Si, yo desde que conozco a mi mujer era una niña, sacaba piedras del mar y las colocaba cerca de ella, para que adornara lo que quisiera, todavía posee esas piedras y las lleva a todos lados, porque son mías, cuando me toco elegir mujer, estuve a punto de que me la ganaran, pero ella se negó y dijo que no se sentía bien con él, así que mi compañero tomo a otra mujer, molesto y enfadado, pero ella me eligió y me espero a que yo la ganara. - Todas las hembras reciben regalos, en la tribu. - El mejor regalo dicen que es elegirlas, ser su pareja para siempre, pero les gusta recibir cosas que nadie más puede obtener, tu le das a mi hermana eso, que nadie más puede tener. - No. - Si, nadie puede tener un hombre como tú, solo ella. Le agrada todo lo que tu quieres, hace todo lo que haces, eso es ser una pareja, ella no te quita la vista cuando montas caballos, cuando haces cosas, ella solo te mira a ti, a nadie más la veo que mire.
En ese momento lo entendía Alex solo miraba a Mina, no estaba cerca ni se había unido como hermano de ella, solo no podía dejar de mirarla, eso era de su madre, ahora que Chan lo decía, le gustaba saberlo. Candy solo lo miraba a él y le había fallado al no saber sobre las costumbres de la tribu, se le había hecho fácil tener más guerreros con otras mujeres, pero no quería a esas otras, solo quería estar con ella, estar en su cuerpo era lo mejor, cada que se unía a ella era saber que ahí quería estar, no en otro lugar ni con otras hembras, fue entonces que le no había sacado nada del mar para ella, tampoco había hecho cosas para ella, su arco, ya estaba desgastado, sus hijas tenían uno nuevo, pero ella tenía más por sus propias manos, más no le había dado algo especial como Chan a su pareja.
Así Albert ahora quería ser como su hijo Alex, que miraba a Mina para estar al pendiente de lo que le gustaba, de lo que quería, era aprender como cuando observaban a las manadas, a las tribus a todos, eso era lo que estaba haciendo. Estaba pensando en que necesitaba que el pudiera darle, así su hijo yacía en su vientre, otro nuevo hijo ella iba a tener y él deseaba estar ahí para ellos, para cuidarlos para enseñarles, para que cuidaran a todos, para que se unieran de manera especial. Iba a la choza de su padre y Lena se notaba agotada, su hijo estaba sentado sin hacer nada, el lo tomaba y le decía que lo cuidaría, se lo llevaba a Candy y le decía que ese era su hermano menor, y que su padre quería que, si ellos no podían enseñarle, lo hicieran ella y él juntos, Candy le tocaba la cabeza a Abur y aceptaba.
Así se llevaba al niño y Nobuk estaba atando a otra pareja, Albert esperaba y la pareja quería que bailara como lo hizo con los enormes y luego el macho agregaba, - Quiero dos hembras, la mujer le pegaba y se iba, dejándolo solo. Nobuk le comentaba que no era bueno para ella, ella es única, no tiene dos hombres, solo te quería a ti, y tu quieres dos mujeres, no puedes atender bien a una y quieres dos. El macho se molestaba y se iba a buscarla, pero ella ya no quería estar con él.
Albert le aseguraba a su padre que su mujer había aceptado cuidar a Abur si el faltaba, pero lo mejor para el niño era que lo llevara con él a todos lados, porque eso hacían sus hijos, lo seguían y así aprendían de él. - No tengo nada bueno que enseñar tu aprendes más de otros. - Si, pero yo no se comunicarme con los enormes y eso se lo puedes enseñar a él. Nobuk tomaba a Abur y se lo llevaba a su choza.
Candy ya preparaba a todos para dormir y él entraba, se notaba distraído y le preguntaba a ella si había algo que le gustara que él le diera y ella lo abrazaba le pedía que se recostara y se metía en su pecho acomodándose con él luego le tomaba los brazos y se envolvía con ellos. Ella respondía, - Quiero todas las noches estar contigo. Albert la abrazaba y suspiraba, Chan tenía razón, ella quería todo de él. Pero él quería hacer algo único para ella.
Lena y Nobuk se acercaban a ver a la niña de Terry, estaba feliz, pero el único problema es que no se separaba de su padre, no confiaba en nadie y se hacía muy dependiente de él. Por más que le decía que podía ir con los demás esta se molestaba, se iba a donde estaba él. Albert notaba que no solo los hijos de Tom eran de él, que los suyos estaban ahí y que todos eran apreciados en su casa, Kitty necesitaba un cachorro de lobo, se lo mencionaba a Terry, con eso podía tener entretenida a su hija. Terry aceptaba, que se le había pasado hacerlo, pero la realidad es que disfrutaba que la niña le diera preferencia, por lo que iban a buscar un cachorro en el techado de lobos, había varios cachorros destetados, Kitty tomaba el más grande y negro, como Mosh, esta aseguraba que era como su papá. Terry aceptaba que tenía buen gusto, al ver la mirada del lobo, era de ojos claros y miraba intensa, luego giraba a ver a Albert y el tenía un azul más obscuro que el de Albert, pero aceptaba que el hijo de Mosh sería adecuado para su hija. Esta lo nombraba Cachan y eso hacía reír a Albert y a Terry. Eso en la tribu de los caballos era tener un macho para ella y en la tribu de los lobos era una herramienta de trabajo, por lo que ninguno d ellos dos comentaba nada.
Candy miraba su choza, más grande, tomaba pintura y colocaba dibujos dentro de ella, dibujaba la cacería de las hienas y los lobos, sus hijos y los caballos. Luego a Alex y sus leones, como se unían contra la jauría. Albert entraba y veía emocionado que ella estaba dibujando de nuevo, le conseguía colores de tintas que él había aprendido de la tribu de las plumas. Y ella emocionada continuaba dibujando por toda la casa. Menos donde ellos dormían. Así Albert con sus herramientas marcaba algunas cosas en las paredes de su choza, y se sentaba ahí, hasta marcar bien lo que hacía. Ella no lo había visto, entraban cuando estaba obscuro y dormían ahí, pero el continuaba marcando cada que ella salía, el entraba y ponía otras cosas, iba parte por parte y con la piedra filosa que ella había traído, podía marcar más fácil los relieves de lo que tallaba en la pared donde ambos dormían, montaban y yacían cada noche, como ella siempre quería.
Alex ahora nadaba con los de la tribu del sol, encontraba piedras de colores y conchas marinas, las traía en su piel y subía los caminos, para llegar con su madre y enseñarle lo que había encontrado, luego separaba una piedra con picos y se la llevaba, para dársela a Mina, ella la tomaba y olfateaba a Alex, este se sentía bien, miraba a su madre y ella asentía, que era bueno que le diera cosas a la pequeña. Candy acomodaba los detalles que traía y los limpiaba, colocando en las partes donde al entrar se podían ver. El reflejo del sol en una de las paredes les daba luz a unas marcas y ella iba a observarlas, eran algo extrañas, pero había dibujos gravados, no decía nada, esperaba saber quién lo había hecho.
Albert entraba con las niñas, mojadas y limpias entraban a la choza, ella las cambiaba y les colocaba otras pieles, luego les acicalaba el cabello y se los acomodaba, él tomaba su piel y se cambiaba, para que ella supiera que estaba limpio también. Ella con su vientre abultado no le decía nada, cuando se recostaba ella le tomaba la mano y pasaba sus dedos por las marcas y el en su oreja le aseguraba - Somos tu y yo, desde que nos conocimos en el río, en la cueva, en la tribu del sol, en la tribu de mis hermanos, y ahora que por fin estas aquí, en la tribu nuestra, donde estas tu y todos los que deben estar cerca. Ella tomaba sus brazos y los ajustaba más él la olfateaba y lamía degustándole el sabor de su piel y comentándole que el no miraba a nadie, solo a ella y cuando no estaba, la miraba en el cielo en la luna, en todo cuanto ella le hacia sentir mejor.
Continuará...
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Mayra Exitosa
