Fic

Apasionada

Por Mayra Exitosa

Capitulo IV

Una pequeña como tu

Candy viajaba a Lakewood, coincidiendo con la llegada de Anthony y Stear, por lo que aun no se encontraban, en un automóvil Candy junto a Archie, iban en la parte trasera, mientras William leía el periódico, observaba y escuchaba como Candy ya poseía ahora su instinto maternal,

- Si Archie, si la encontramos podrías ayudarme a cuidarla. - ¿Y si mi hermano me lleva con él? - Le diremos que le ayudaremos a cuidarte, el debe trabajar y no es justo que se haga cargo de ti. - ¿Entonces me quedaría contigo y mi Tío? - No lo sé, eso será una conversación de tu tío y tu hermano mayor. - ¿Crees que tu hijita sea tan bonita como tú?

Albert dejaba el periódico doblándolo y viendo como Archie sonreía coqueto a Candy, mientras ella se iba en sus pensamientos imaginando tal vez a su pequeña hijita a la que consideraba haber perdido. Eso le rompía el corazón al rubio, quien al ver que Candy no le respondía, este lo hacía,

- Archie mi hija tiene dos años, es muy pequeña y cuenta conmigo para cuidarla también, además si su madre es tan bonita, ella debe serlo por igual. - ¿De verdad? Tío te prometo cuidarla mucho. Albert abría sus ojos, asombrado como que no había entendido, el seguía asegurando que él la cuidaría y estaba comprometiéndose a hacerlo, todavía no tenía a su hija en brazos y este sobrino ya estaba queriéndosela quitar. Candy salía de su aturdimiento y agregaba,

- Si Archie, quiero que nos ayudes a cuidarla, es como si tuvieras una hermanita y por favor no dejes que nadie le haga daño, cuando yo no este cerca, tu la cuidaras de todos, por favor. - ¡Si!

Las lagrimas brotaban de nuevo y Albert sentía que el corazón se le partía, con delicadeza se acercaba a ella en su costado y la abrazaba logrando que ella se refugiara en su pecho, temiendo la perdida definitiva de su hijita al ser adoptada, sabía que los padres ya se habrían encariñado con ella y sería traumático separar a una hija de quienes cree que son sus padres.

En la mansión Anthony ahora usaba una silla de ruedas, ya podía mover sus piernas, y deseaba caminar lo antes posible, más estar en casa lo hacía sentir mejor, Stear lo ayudaba a subir por una rampa y preguntaba al llegar - ¿Se encuentra mi hermano? - No señor, salió con sus tíos, fueron a buscar a la hijita del señor William. - ¿hijita? - Si Anthony la que dijeron que le robaron a su nueva esposa ¿lo recuerdas? - Si, algo me contaste.

Johnson estaba en el estudio a donde ingresaban los dos hombres recién llegando asombrados porque su tío tuviera una hija, este les informaba que William había localizado a la joven que fue su novia, y ella había dado a luz a una pequeña, a la que le hicieron creer que había muerto, teniéndola sedada la mayor parte de su embarazo, para luego arrebatarle a su hija.

- ¿Quién demonios se atrevió a tanto? - Ese es un tema delicado, joven Anthony, creo que esto debería hablarlo con su tío. George estaba muy nervioso, había descubierto que la joven con quien se había comprometido era la mujer de William, la que había huido del auto donde Anthony aceptaba ser culpable por intentar besar a su novia al conducir. Stear sonreía porque su hermano tendría una niña en casa y al menos no se sentiría solo en la mansión.

- El joven Archie, ha estado muy triste, pero con la llegada de la mujer de su tío, se siente mucho mejor, pregunta cientos de veces por usted. Stear sonreía radiante, su hermanito estaba bien, a pesar de haber perdido a su madre, el deseaba estar con su hermano mayor. - Creo que me retiraré a descansar, el viaje fue demasiado - ¿Anthony deseas que te ayude? - No, Stear, pediré ayuda al mayordomo, tu no has dormido bien en estos días, restablece tus fuerzas que Archie te necesitara más que yo.

La llegada de Candy fue de abrazos y llanto, pero la sorpresa fue que Lucía no había sido dada en adopción y era muy parecida a ella, por lo que al salir sonriente la pequeña levantaba sus brazos logrando arrancar sonrisas de su madre, quien la alzaba girando con ella. - ¡Mi hija! ¡Mi hija!

Archie estaba conmocionado y Albert por igual, ambos veían la escena y se petrificaban mirando como esas dos mujeres eran hermosas y estaban juntas de nuevo. La hermana María comentaba todo lo que sospechaba y como es que se hizo cargo de la recién nacida, sin documentar para su adopción, poseía un pequeño lunar en un costado de su cajita torácica, casualmente el mismo que Candy tenía, y esa fue la clave para separar de forma inmediata a la pequeña, buscaba por todos los medios encontrar a Candy, pero algo estaba muy mal, porque en un periódico salía que un hombre la había intentado besar y tuvo un accidente.

Albert se quedaba serio, Candy se detenía y le daba a su pequeña en sus brazos, para no comentar nada del caso que le avergonzaba sobre manera. Pero luego Archie se ponía a jugar con la niña y la pareja se separaba, logrando así en la sombra de un árbol tocar el tema,

- Te comenté que mis padres habían elegido a un hombre rico, yo… acepté para poder escapar, solo que cuando me invitó a salir, iba manejando y quiso darme un beso, se distrajo y casi nos mata. Lo saqué del auto a como pude, tenía lesionada sus piernas, esperé hasta la llegada de la ambulancia y… luego me escapé. - Lo entiendo mi amor. Es solo que me sorprendió mucho, que me lo volviera a decir de esa manera, es como si fuera una coincidencia con uno de mis sobrinos, pero es algo imposible. - Albert, te amo, no ha habido otro hombre en mi corazón y… no permitiría que alguien que no fueras tú, me tocara. - Lo comprendo mi amor, es solo que, olvídalo. Nuestra hija es preciosa. - Y tiene el color de tu mirada.


Gracias por sus comentarios, esta historia se continúa gracias a la petición de Tuty Pineapple por su historia de Boca en boca

no dejen de comentarle para que la continúe y al hacerlo esta también continuará. Gracias Tuty por la historia y por ayudarme a finalizar las mías :D

agradecidas por seguir leyendo Historias de Albert y Candy

Un Abrazo a la Distancia

Mayra Exitosa