Mini fic
Historias de Albert y Candy
Aunque ahora estés con él
Por Mayra Exitosa
Inspirado en la imagen de Lulú Mtz, canción de Montaner y dedicado al cumpleaños de Sandy VG
El noviazgo es la etapa más bonita de una pareja, no había nadie que pudiera negarlo, ellos eran el uno para el otro, la de veces que pasaba por ella al hospital y se la llevaba a pasear alejándose del bullicio de la gente, escondiéndose para darse muestras más efusivas de afecto no aptas para verse ante los demás. Así fueron las mejores ocasiones, llevaban seis meses y parecían años, era el romance conocido por todo Lakewood. Albert trabajaba en la ciudad y regresaba cada fin de semana, porque ella trabajaba en el hospital, al final decidieron vivir juntos por lo que cambiarse a Chicago era necesario, rentaron un departamento, los dos estaban iniciando por lo que todavía no había planes de casarse, pero la relación ya prosperaba, solo que los constantes viajes de trabajo de él, dejaba a Candy sola y preocupada, hasta el regreso que parecía una reconciliación más que efusiva.
El día que Michael conoció a Candy, se hicieron grandes amigos, supo por ella que tenía novio, más en ese periodo en el que ellos se trataban, Albert no había estado mucho tiempo en Chicago y se había ido a Europa, las cosas mejoraban para él y ante sus expectativas de superación y crecimiento en sus inversiones, con una solidez de libertad económica planeada con anticipación, para seguir sosteniendo no solo la vida de su familia, sino la de Candy y él a futuro, por lo que su plan era proponerle matrimonio cuando tuvieran su primer aniversario, luego de semanas de estarlo meditando separaba la sorpresa, reservaba el restaurante con mucha antelación, los detalles para ese gran día y para una semana antes el viajaría de regreso a Chicago para estar con ella en esa semana, las cosas se complicaron, el mal clima, un huracán, el avión en el que viajaba, todo fue muy desastroso y Albert desaparecía dejando a una mujer desesperada, asustada y casi envuelta en la locura del dolor, al sentir que su vida se había ido con él que era todo para ella, también pasaba para una familia devastada, su hermana, sus primos, tu tía, todos dependían de él, y todo indicaba que ya ni su cuerpo se recuperaría.
Las búsquedas se intensificaron, el vuelo encontró partes del avión, y muchas faltaban, más él no aparecía, Candy estaba deshecha, no había nada que la alentara, había pensado dejar el departamento, todo en él recordaba a su novio adorado y solo tenerlo en cada rincón fue llenarse de recuerdos que, al comienzo sentía estar enloqueciendo de amor.
Michael el medico en el hospital que laboraba Candy, notaba su tristeza y comenzó por invitarla a salir, ya habían pasado meses de la búsqueda y pronto le darían por desaparecido y fallecido. Este se aseguraba de que ella lo olvidara, era fácil porque las actividades de Michael no eran las mismas que Candy y él amaban, no eran los paseos, no había la pasión, no tenían planes y esos juegos excitantes de diversión. Era un mundo serio, algo irreal, uno que en su mente podía colocar, cambiando simplemente su alegría por su extrema responsabilidad.
Michael parecía tener un cambio de suerte al hacerse novio de Candy, para el todo mejoraba, se sentía renovado, ella era hermosa y le gustaba demasiado, más ella ahora era la enfermera responsable, la de atención completa, la que en la sala de urgencias se concentraba en la acción, no había ninguna motivación mejor que esa, que ayudar a quien salvar, si tan solo fuera Albert, no lo podía dejar, así su inconsciente atendía en cada paciente al humano que ella había amado y aunque no lo manifestaba con palabras, su corazón estaba enjaulado, escondido entre las salas, las camillas y esos pacientes que necesitaban una transfusión urgente, un trasplante de riñón, o quizás a la jovencita que le urgía un corazón.
Michael quería avanzar en su relación, tener mayor acercamiento y sobre todo sostener más que solo besos, por lo que deseaba que dejara el departamento y se mudara con él, pero todavía no la convencía y eso le estaba costando más trabajo, si se imponía sabía que se negaría y tenía que ser persuasivo y sigiloso para irla manipulando de su dolor y amor anterior a encontrar en él eso que la haría feliz, tener un hijo sería lo mejor, así la vería sonreír de nuevo y las mujeres siempre cambiaban con los hijos. - Candy esta noche podemos ir a cenar. - Lo siento Michael, esta noche tengo guardia, - Pero si la tuviste ayer y hace dos días termino. - Si, pero Margaret tuvo un compromiso y ocupe su lugar, así que esta semana continuaré apoyándola y cambiamos de nuevo. Nos veremos la otra semana, todo estará mejor.
Esas tres últimas palabras eran la frase de él, ahora era ella quien se lo decía y repetía constantemente, se veía más hermosa, con su rostro perfilado, comía menos que antes, más se mantenía activa, su vida había dado un giro, su departamento no lo había dejado y aunque llevaba una buena relación de novios con Michael, no habían llegado a querer vivir juntos, eso a ella le hacía sentir bien, porque no le exigía demasiado y se estaban tratando como amigos y algunas veces se había querido pasar a más, pero los habían interrumpido y no quería eso, no se sentía preparada mentalmente ni emocionalmente para entablar sexualidad en el tema de pareja, era un poco austero y eso al principio estaba bien, ahora parecía que él quería más y lo sabía, pero ella tomaba más trabajo, se cambiaba constantemente de turnos y eso tarde o temprano Michael lo descubriría, más aunque quisiera todavía era muy pronto, alegaba siempre Candy.
Porque todo era muy rápido para ella y para ese corazón que no deseaba aceptar que él ya estaba en otro lugar muy lejos de ella, donde la vida no alcanzaba para poder verlo, así en su cansancio y las guardias meditaba que su mirada no era de azul cielo, tenía rasgos más intensos, que su boca no era de labios gruesos, más al besarlos se sentían carnosos, que su sabor aún seguía guardado en su memoria y aunque Michael le daba un beso, no era lo mismo, el sentimiento era tan distinto, que solo estaba utilizándolo y ella meditando sabía que no era bueno lo que ellos estaban pasando, él siempre le decía que gracias a ella, todo para él había mejorado, más para ella nada había cambiado aun guardaba en su corazón al ser amado y quizás lo guardaría por siempre, si lo olvidara, sentiría que estaba muerta en vida y mejor recordarlo que dejarlo ir, su corazón se anclaba en idealizarlo y empezar a separarse de Michael era lo mejor, porque no estaba funcionando esa relación.
Continuará...
Gracias por leer y comentar esta historia, deseando completarla ya que es un reto a la imagen de Lulú Mtz
Felicidades Sandy VG, que cumplas muchos años más
Un abrazo a la Distancia
Mayra Exitosa
