Mini fic

Historias de Albert y Candy

Aunque ahora estés con él

Por Mayra Exitosa

Reto basado en la imagen de Lulú Mtz

Para Candy la vida era diferente ahora, ya no estaba en el hospital donde había trabajado por años, su departamento lo había renovado y cambiado, el contrato se había vencido y había realizado cambios en su ida, se había cortado el cabello, estaba en una etapa de renovación de todo, las cosas ya no serían iguales y en ocasiones extrañaba su trabajo, pero su vida dio un giro de ciento ochenta grados y ya nada era lo que había sido.

Mientras tanto Albert la buscaba y se daba cuenta que después de aquella propuesta de matrimonio el doctor Michael Morrison y ella se habían ido del hospital pro lo que no se sabía nada de ellos, así que no pudo hacer más, se fue a lo que había sido su departamento y el nuevo propietario le indicaba que el contrato se había vencido hacia mucho tiempo, que Candy lo había renovado dos veces y que a la fecha ella era la inquilina y no él, por lo que tenía que esperar a encontrarla porque pro le momento no se encontraba en el lugar.

Salía con cierta tristeza, todo en Candy había sido cambios, y la comprendía, con cariño miraba su mano y observaba su anillo de compromiso escondido desde hacía años en la bóveda de su banco, su regreso tenía una reservación donde cenarían y le propendía matrimonio y ese accidente le desgraciaría todo y sin ella la vida no sería igual, su motor y su aliciente para continuar y ahora era la mujer de otro, un medico Michael Morrison, al darse cuenta que tenía el nombre del doctor, lo localizaba y daba con él estaba viviendo en Texas, lo seguro era que estuvieran allá y Candy había dejado en reta el departamento por no quererse deshacer de las cosas de él o quizás por no tener que dar una explicación a su hermana y a su tía, al no encontrarlas, dejo el departamento separado, el viaje en avión hasta localizar al doctor, fue de varios días y cuando se encontraron este molesto se negaba a hablar de Candy, no tenían nada que decir al respecto, se molestaba y llamaba a la seguridad.

Albert lo comprendía se sentía amenazado de que el le quitara a su mujer, por lo que averiguaba donde residía y se iba a escondidas al lugar donde vivía, su mujer estaba dentro e la cocina y el no sabía como tocar y hablar con ella, luego de varios intentos, se decidía y tocaba el timbre, pero era la mujer del servicio o algo así, porque Candy no estaba en ese lugar. - Disculpe las molestias buscaba a la señora. La señora molesta cerraba la puerta y dejaba a Albert con incomodidad, ya no podía continuar ahí, tenía que regresar a Chicago, al volver fue a su departamento, entraría por sus cosas, debía haber cambiado la chapa, pero no le importaba, sus fotos eran suyas, si a ella no le importaba, ese lugar era sagrado para él.

La luz estaba encendida y Candy había regresado con bolsas y cosas para empacar, por lo que el tocaba la puerta y se vieron de frente. - ¡Candy! -¡Albert! - No te asustes, te mandaron una viso pero tal vez no lo recibiste de que me encontraba con vida, deje algunos mensajes aquí para que supieras que iba a volver, sé que te casaste y que tu marido no dejará que me acerque a ti, fui hasta Texas y el muy desgraciado no em dejo verte, fui a tu casa y solo estaba la señora de limpieza y no me dijo que vendrías a Chicago, sé que te falle, que este accidente nos separó, pero debes entender que para mi solo ha sido un par de meses, perdí la memoria y estuve así demasiado tiempo, he vuelto gracias a que mi cuñado em buscó y encontró en Dinamarca. Si, supongo que te sorprende que tenga un cuñado, a mi también me sorprendió, Rosemary se casó y hasta tiene un niño que aseguran se parece a mí. Sabes, mira, este anillo lo compre antes de irme y lo guarde para mi regreso, era para pedirte matrimonio y me encuentro con que te casaste y ahora vives en Texas, supongo que esas bolsas son para sacar mis cosas, mi hermana y mi tía ahora viven en otra ciudad y no podrían encontrarte, luego de que dejaste el hospital, fue muy difícil, no te quería molestar… pero yo…

De pronto se acercó hasta ella y tomo su boca con avidez, la bolsa que sostenía con las manos se le soltaba al igual que las otras cosas mientras él la elevaba a su altura para darle un beso habido de pasión y deseo que no quisiera dejar para nadie más, no le importaba que fuera la esposa de otro, él siempre la amaría y aunque solo pudiera tenerla esa noche, lo haría como siempre lo sonó con la pasión que solo ellos mantenían y compartían. Sabía que el otro se hallaba en Texas y ella estaba sola, por lo que tomarla fue sencillo, desnudarla y darle su pasión no fue difícil, fueron besos y caricias que se desmidieron y sobrepasaron a las que antes le había dado porque para ella eran años lo que para él solo pocos meses. La pasión se cobró con creces y la ocasión no se rechazó de su parte, ella anhelante le daba lo que el deseaba y si esa era su despedida estaba muy loca si lo creía serían amantes o lo que fuera, pero después de eso, jamás la soltaría para él, ese medicucho no la merecía era un estúpido que le negó verla y ahora se la robaría de ser necesario. Las agitadas embestidas no se detuvieron hasta culminar en el esquicito placer de la cúspide de su pasión.

- Dime que no volverás con él. - Albert, no me casé, no acepte y solo estaba trabajando lejos, acabo de regresar, no estoy casada y solo te amo a ti, más que antes, más que siempre y solo deseo que no seas un sueño, porque te juro que cuando leí la nota, quería matar a quien me había gastado la broma y compre bolsas para llenarlas de basura y arrojárselas por haberse hecho pasar por ti. - ¡Candy! ¡Mi amor! ¿de verdad no estás con él? - Nunca lo estuve, intento ayudarme a olvidarte, pero no lo logró siempre estuviste aquí y si no te veo y siento tus besos, juraría que aun estoy dormida y estoy viviendo el mejor momento de mi vida, porque si he muerto, no quiero regresar a la vida sin ti. - No tonta, no estás muerta, ni Dios lo permita, te pensé perdida, pero ahora que dices que nunca estuviste con él, entonces la señora de limpieza… ¿Por qué se molestó? - ¿Te aseguraste de que fuera la señora Morrison, o la señora de limpieza? - ¡Por Dios! La trate como parte del servicio y… ¿le debo una disculpa? - Creo que diste por hecho que estaba casada y todo eso ya no importa, ahora estás de regreso, trabajo para un hospital de beneficencia, deje el hospital luego de salir en televisión, me hicieron burlas y… aunque no desprecié a Michael en público, al parecer tuve tres millones de visitas a la fecha y me pagan por cada que usan mi imagen la cual fue convertida en algo de frases retoricas o cuestionables. - No la s he visto, debes verte preciosa, porque ahora lo estás mucho más. - Estamos desnudos y parece que no eres de mentira, te sientes tan real. - No seas tonta, claro que soy real. - Bueno pues no usaste preservativo y no estoy tomando nada. - Mejor así, porque me da motivos para pedirte que seas mi esposa antes de que pase un hijo nuestro a este precioso vientre. - Tal vez ya paso. - ¡Mi vida! Habrá que verificarlo de nuevo por si no funcionó, tenemos que hacer que funcione. - Es una tarea importante, no será mucho ahora que acabas de volver. - Al contrario, mi hermana me dio la sorpresa de darme un sobrino, tenemos que devolverle el regalito. - ¡Albert!

**.FIN.**


Gracias por leer y comentar esta historia, es un reto a la imagen de Lulú Mtz

finalizando esta pequeña historia, deseando sea de su agrado

Un abrazo a la Distancia

Mayra Exitosa