FIC

Aunque sea a Escondidas

Por Mayra Exitosa

Archivald vio a la heredera que antes le habían propuesto, mortificada sin saber que hacer le pedía su ayuda, su padre había fallecido y su madre hace tiempo que había partido, tenía fortuna, y una mansión, pero todo eso lo perdería al no saber cómo proceder. Como caballero la ayudaba y a todo lo que requería él se encargaba, pidió su mano y se caso a discreción, con el luto de su padre, fue mucho mejor, el ya era alguien recomendable y hasta le había pedido que se casara con él y eso a ella la había convencido de buscarlo en el banco y por suerte lo encontraba.

- No se que hacer, estoy completamente sola, mis familiares intentaron quedarse con el dinero y mi padre me aviso que todo lo había resguardado en los bancos y soy la beneficiara universal - No te preocupes Annie, te ayudare en todo cuanto requieras. - Sabía que podía contar contigo, mi padre me dijo que si tenía problemas te buscara, que había hablado con tu tía abuela, para que yo aceptara en casarme contigo, no le hice caso, no lo creí necesario, me da pena decirlo, pero hay tantas personas que se aprovechan del árbol caído, aun no se había enfriado el cuerpo de mi padre y todos mis primos querían cotizar las piezas de valor que había en la mansión. - Todos los documentos de esas piezas fueron resguardados en una bóveda a tu nombre, nadie puede tomar y vender nada, los certificados fueron escondidos aquí en le banco, nadie puede quedarse con nada tuyo. - Gracias Archie, sé que no soy la indicada para pedirte ayuda, pero mi padre confiaba en ti. - Me gusta la idea de que seas tu quien confíe en mí, con gusto me hare cargo de todo. - La única manera es que yo aceptara lo que me iban a obligar a hacer. - ¿Casarte conmigo? - Si, me dijeron que, si no lo hacía, perdería todo. - Pues nos casaremos y si quieres hoy mismo tramito la licencia, ya no estas sola, ahora cuentas conmigo y verás que todo seguirá funcionando como debe ser, la empresa de tu padre tiene personal altamente seleccionado y su administración la puedo revisar también. - ¡Gracias Archivald!, no quería despreciarte, nunca fue mi intención. - Nunca lo hiciste, no se obligo esa unión, ahora somos amigos y si lo deseas seremos esposos. Solo si lo deseas. Ella tomo su rostro y besos sus labios, lloraba de desesperación, toda su familia quería la herencia y todo porque la consideraban una tonta que no sabría manejar la fortuna de su familia, para suerte, Archie estaba ahí, y si su padre deseaba casarla con él, era porque sabía que no la abandonaría.

La noche al hospital llegaban Archie y Annie tomados de la mano y Albert ya iba de salida, con el se ponía de acuerdo y de todo le explicaba, se había casado en secreto, su dama lo necesitaba, no podía dejarla sola, era dueña de una empresa y una mansión, desde ahora se haría cargo, Albert lo felicitaba y a ella por igual, un medico salía y al verlos negaba, su abuela había partido y ya nada sería igual.

En el cementerio, autos de lujo y paraguas obscuros, con roba en obscuridad completa, sus lentes les cubría parte del rostro y ahí estaba de nuevo juntos, ahora era diferente. Llovía antes de la primavera, ella partió dejándolos a todos, ahí estaba Anthony y su esposa, Alistar y Paty embarazada, ahora Archivald con la mujer que ella le había recomendado casarse, ahora no alcanzaba a darse cuenta de que le había hecho obedecido, pero su meta la había cumplido. Solo quedaba él y ahí una rubia que se había quedado atrás, oraba por la buena mujer. Albert daba unas palabras para todos, - Ella se preocupaba desde que fuimos niños, hoy ha partido, pero está feliz, porque, aunque no los haya visto, sabe los hombres que formó y que ya no están solos, tienen a sus parejas y formaran buenas familias. Ella estaría orgullosa de todos ustedes.

Iniciaban la despedida y Albert se fue hasta atrás y abrazaba a su mujer, la traía a su lado y no la soltaba, ahí todos la vieron y el les aseguraba que era su novia y ya desde hacía tiempo se amaban.

Anthony y su mujer partieron ese mismo día, cerca de ahí vivían ahora Stear y Paty quien a pesar de ser muy joven ya estaba embarazada y preciosa, Archivald se fue a vivir con su mujer a la mansión de ella, la cual fungiría como su hogar y la gran mansión que ya no estaba tan acaudalada, se pondría en venta, así se uniría a las inversiones de sus bancos, para luego, su casa sería en Lakewood.

William y Candy también se casaron, solo que fue un poco de tiempo después, y la boda celebraron por todo lo alto, las ganancias de los Andrew despuntaron y gracias a los sobrinos sus bancos perduraron. Candy por fin lo hizo padre y dos hijos varones al tener gemelos, eran hermosos y muy llorones, pero su madre los adoraba y cuidaba con esmero.

Elizabeth Legan por fin se había casado con un gran socio del banco Andrew y este también se unió a la familia, con el tiempo ella celebraba no haberse casado con Anthony, porque el hombre que la amaba era mucho más rico. Ella no se daba cuenta que a quien se lo había dicho era a la esposa del mismo Anthony quien se apretaba la sonrisa, al saber que su marido no había querido a esa mujer, era una interesada. Anthony llegaba y a ella besaba, dejando a Elizabeth con la boca suelta. Candy quien sentada cuidaba a sus hijos solo callaba al ver y escuchar todo lo ahí dicho.

- ¿cómo esta tía? Esos chicos son enormes y muy comelones. - Son tus primos y sabes bien que los amo, para mi mientras estén sanos, soy mas que feliz. - Me da gusto, Katy también se encuentra en la dulce espera y para antes del otoño esperamos a nuestro bebe, - Me da mucho gusto Anthony. Así se unirá al hijo de Stear y a Walter y William, que ya para entonces estarán más grandes.

Albert llego hasta tarde, todos estaban reunidos, era la fecha de su cumpleaños, y aunque con dos hijos ya les había ganado a todos, el continuaba queriendo unir a su familia, que no se despegaran en los altibajos que daba la vida, que salieran adelante y que contaran entre ellos lo que necesitaran, nadie jamás le juzgo al preguntar o investigar quien era su mujer, nadie le dijo ni le hizo nunca un desaire, por mucho se gano el cariño de todos, al ser ella quien recibiera al hijo de Stear y atender a su esposa, pareciera ser un don, porque desde esa ocasión todos la amaban y la tomaban en cuenta desde su corazón.

- Debes estar agotada con ese par de niños tan despiertos. - Me recuerdan a ti, son unos angelitos, comen, duermen y despiertan para volver a comer. - Y yo me quejo porque se han posesionado de mi mujer. - Eso no es verdad, aquí estoy y ellos ya descansan y puedo darte todo lo que requieras. - ¿Todo? - ¡Todo!

A escondidas y según debía esperar tiempo más, para que pasara prudencia en su matriz, pero ella no lo veía necesario, podía darle la pasión aun con su cuerpo lactando, era amarlo y tenerlo y decirle que a escondidas podían hacerlo… El Amor en de dos, cuando se trata de una pareja, no influyen los familiares, ni los negocios o bienes cuales quiera que se tengan, solo importa el amor, ese que te hace encender tu vida cada día, que por las noche se acorruca en tu costado, que te molesta porque no estas bien peinado, que te elige en ocasiones la ropa, que te critica, se enfada y hace berrinche cuando no esta la sopa, pero al final, te ama más de lo que nadie ha hecho y aun con el tiempo, las distancias y la desilusión de bajar tus inversiones, para su corazón siempre habrá más que dinero, tierras y condiciones. Habrá amor, pasión y sinceridad de sus sentimientos y serás el único que pueda ver cada instante como brillan sus ojos con sus emociones.

- ¡Te amo! - Y yo a ti, ves que si podemos hacer todo lo que queremos. - ¡Si! Vamos de nuevo.

FIN


Gracias por leer, por todos sus comentarios, continuamos con más

historias pequeñas, largas y otras que no esperaba que surgieran

en Historias de Albert y Candy

Un abrazo a la distancia,

Mayra Exitosa