Gracias a la fuerte lluvia muchos estudiantes habían vuelto al internado, otros se habían resguardado hasta poder volver, el pelirrojo había logrado quedarse dormido hasta que escuchó a uno de los profesores, parecía regañar a alguien, revisó la hora, eran las ocho y media.

El pelirrojo se asomó al pasillo para encontrar a Sergei y Takao con la ropa empapada y el profesor apurándolos a bañarse y cambiarse para llevarlos a la dirección.

– ¿Qué está pasando? – preguntó Yuriy apenas se fue el profesor

Takao no dijo nada y entró triste a bañarse, Sergei miró preocupado a su novio y luego a Yuriy.

– Un profesor nos descubrió mientras… – hizo una pausa algo avergonzado de admitir lo que había sucedido

– No necesitas decir más – el pelirrojo movió ambas manos negando – ¿qué sucederá ahora? –

– No lo sé, pero Takao tiene miedo de la reacción de su hermano mayor… lo siento, tenemos que darnos prisa –

El rubio entró a bañarse y después de un rato ambos salieron uniformados a encontrarse con el profesor quien pese a la hora, los llevó con el director.

Después de casi media hora de regaños, los dejaron volver a los dormitorios, no sin antes cambiarlos de habitación, pues ambos compartían la misma; era por ello que ambos deseaban entregarse sin tener que contenerse, pero cuando empezó a llover los profesores empezaron a buscar a los alumnos para hacerlos volver y fue ahí que los descubrieron el pleno acto.

El profesor dijo que habría cambios en las habitaciones, muchos se quejaron, pero dijo que eran órdenes de dirección. En el cambio, Takao quedaría con Yuriy, quien no estaba feliz pues apenas lo aguantaba, hasta que Garland recalcó que eran amigos y que seguro terminarían encubriéndose.

Gracias a las palabras de Garland los varones empezaron a hablar sobre lo injusto de cambiar a todos sólo por dos alumnos con mala conducta, nadie fuera de Yuriy supo lo sucedido.

– Suficiente – el profesor hizo callar a los alumnos

Mandaron a Sergei con uno de los alumnos que se estaba quejando, a Takao con Kai, pese a las quejas del mismo y finalmente nadie lo esperó, pero cambiaron a Garland por haber empezado las quejas, pero no fue el moreno quien reclamó sino su nuevo compañero de habitación.

– Me niego a tenerlo a él como compañero –

– No le estoy preguntando, joven Ivanov, ahora vayan a dormir, mañana tienen clases –

– ¿Qué pasa Ivanov, acaso no quieres compartir habitación con la persona más influyente de la escuela? – apenas llegó a la habitación, el moreno no dudó en soltar el comentario

El pelirrojo trató de ignorarlo, sabía que cualquier queja de Garland valdría más que la suya.

– No te preocupes pelirrojo, no tendría nada de divertido hacer que te expulsen y no tener cómo manipular a tu amada pelirroja –

– ¿Qué dijiste? – Yuriy lo miró molesto

– Por favor, no es ningún secreto que le gustas a esa cosa – hizo cara de asco – tu presencia la ha vuelto más obediente –

Yuriy estaba furioso de escucharlo confesar como si nada como manipulaba a Yume, el moreno sabía que Yuriy estaba molesto y que no podía hacer nada, la escuela simplemente le creería a Garland.

– Por cierto Ivanov, apaga la luz, quiero dormir. Mañana tengo un reporte importante que entregar – empezó a reír – además, esta semana tengo grandes planes con alguien muy especial para ti –

– No dejaré que te salgas con la tuya – Yuriy se levantó enojado

– ¿Qué pasa aquí? Es hora de dormir – después de descubrir la relación entre Takao y Sergei, los profesores tenían la nueva orden de vigilar el interior de los dormitorios y ninguna habitación podía tener puertas cerradas durante la noche

– No pasa nada profesor, Ivanov se había levantado a apagar la luz – el moreno respondió con toda la tranquilidad del mundo

– Bien, date prisa – el pelirrojo tuvo que apagar la luz – ahora duérmase – el profesor siguió su ronda por los cuartos

El regaño de Takao y Sergei no pasó desapercibido en el dormitorio de las chicas, aunque nadie conocía los detalles, era raro ver llamar a a Sergei a dirección y de Takao no pasaban de regaños por comer en hora de clase o quedarse dormido.

Pero Mitzy sospechaba lo que había pasado con su hermano y su novio, lo que no sabía era por qué no había rastro de Yume otra vez, cosa que no tardo en empezar las habladurías entre las chicas hasta que una maestra simplemente dijo que estaba en la enfermería.

– Ojalá la expulsen, Arakawa sólo trae problemas – Emily terminaba de bañarse, Mitzy la vio del otro lado del baño – aunque seguro es cuestión de tiempo, cuando salga embarazada por andarse fugando con aquel tipo en motocicleta –

– Sabes perfectamente que eso no pasará – Mitzy habló tratando de parecer tranquila – además, si la expulsan, ¿a quién vas a extorsionar para que haga lo que quieres? –

– Por favor, ineptas como ella sobran, quién sabe, quizá podrías ocupar su lugar –

– Me gustaría ver que lo intentaras –

La profesora entró para mandar a las alumnas a dormir pero Emily buscaría la forma de hacer que Mitzy terminara obedeciendo como Yume, sólo tenía que buscar algo para «incentivarla».

Antes de las clases Yume volvió al dormitorio, se sentía mejor y la dejaron asistir a clases. Mitzy la acompañó pese a la negativa de la pelirroja, quien nuevamente guardaba distancia hacia ella.

– Espera Yume, el sábado estuviste con nosotros, ¿por qué te vuelves a…? – la atención de Mitzy fue robada por la figura esperando en el centro del edificio principal frente a las escaleras que llevaban a la dirección.

– ¡Mitzy, ahí estás! – la pelirroja aprovechó para huir de Mitzy, pero su curiosidad la hizo detenerse a mirar

– Hermano… ¿Qué haces aquí? – hizo una señal a Yume con la mano haciéndole saber que la seguía buscando

– Me mandaron a llamar por algo que hizo Takao, pero no me han dado los detalles, ¿sabes lo que hi…? –

Hitoshi no terminó de preguntar a Mitzy pues un fuerte ruido lo interrumpió junto a la cara de decepción de Mitzy, al voltear vio a la pelirroja en el piso después de estrellarse con la puerta abierta de un locker al tratar de huir de Mitzy.

Las risas no duraron mucho, pues los prefectos pasaron a apurar a los alumnos y uno de ellos avisó a Hitoshi que lo esperaban, Mitzy se fue a sus clases huyendo de su hermano mayor.

El director pasó a Hitoshi, era recordado como uno de los mejores alumnos del internado gracias a su excelencia académica; por eso mismo mantuvieron el secreto de lo que hizo Takao hasta hablar con él.

Hitoshi esperaba escuchar los usuales problemas de Takao, calificaciones apenas suficientes, quedarse dormido en clase y su habitual mal hábito de comer en clases, pero nada lo pudo preparar para lo que le dijeron.

La simple imagen de su hermano desnudo sobre otro chico al aire libre y en plena lluvia lo hizo enfurecer al grado tal que empezó a gritar que demandaría a quien se hubiera aprovechado de Takao.

– Esa es la situación, quien estaba con él es de su edad y es compañero de clase de su hermano –

Hitoshi exigió lo expulsaran al instante, pero el historial de Sergei era demasiado bueno, era su primera falta y además era uno de los mejores en su grupo.

Takao entró a la dirección seguido de Sergei, el menor no sabía por qué se les había llamado de nuevo. Cuando Takao vio a su hermano supo que estaba en problemas, pero verlo acercarse a darle un puñetazo a su novio pese a ser más alto y muscular que Hitoshi lo espantó.

– ¡Tú, tú fuiste quien se aprovechó de mi hermano! – Sergei mantuvo la calma pese al golpe y las palabras

– No hermano, no le pegues a Sergei – Takao trató de defender a su novio – Sergei… Sergei y yo… – dudó de decir lo que sentía por el rubio temiendo ser juzgado por su hermano mayor

– ¡Si no piensan expulsarlo sacaré a mis hermanos de esta escuela! – Hitoshi se veía decidido

– ¡No hermano, no puedes separarme de mi novio! – finalmente Takao confesó su relación sin pensar realmente en las consecuencias

– ¿Novio? – Hitoshi lo miraba duramente

– Por favor, cálmese joven Hitoshi, nadie en la escuela sabe lo sucedido, usted es uno de nuestros mejores ex alumnos, pero la falta de ambos fue grave… – el director hizo una pausa – pero teniendo consideración a su familia y que el joven Ryvakov había tenido un historial perfecto, hemos decidido suspenderlo por un mes sin derecho a presentar los exámenes que se aproximan –

Takao empezó a llorar por saber que su idea había afectado a su novio.

– Hitoshi, ¿no es así? – Sergei se dirigió al mayor de los Kinomiya – quizá no es el mejor momento, aceptaré las consecuencias de lo que hicimos, pero amo a tu hermano – los presentes quedaron perplejos, en especial Takao al ver como su novio parecía no temerle a su hermano – jamás volveré a hacer una falta como esta, pero no dejaré a Takao –

Hitoshi estaba furioso por las palabras del rubio

– Takao, ¿Desde cuando estás con este… tipo? –

– Somos novios desde primero, justamente queríamos celebrar que cumplimos un año juntos y… –

– Hablaré con papá sobre esto, no puedo creer que no te importe que nuestra familia se vuelva una burla gracias a tus estupideces – Hitoshi dejó de ver a su hermano para dirigirse al director – ¿Qué hay de mi hermana? –

Le hablaron de su desempeño en las clases, su inexistente vida social fuera de su hermano y su novio, al saber que estaba con un chico sintió alivio, pero se calmó más al saber que era novia del único heredero de la familia Hiwatari, una de las familias más ricas y poderosas en Japón y con grandes influencias en varios países.

– No quiero más quejas de ti Takao, vendré de nuevo cuando papá llegue de su excavación en Perú –

Hitoshi salió molesto sin ver a Sergei, a quien empujó con el hombro antes de retirarse. Takao fue regresado a sus clases y Sergei fue por sus cosas para esperar a que fueran por él para pasar el próximo mes suspendido del internado.

Fuera de la suspensión de Sergei, la mañana pasó sin mayores percances, al menos hasta el receso, cuando Yume trató de ir a la enfermería, no había dicho nada para no interrumpir las clases, pero se sentía fatal. En el camino se encontró a Garland.

– Hola Arakawa – la pelirroja se puso nerviosa de ver que estaban los dos solos en el pasillo mientras su grupo habitual se encargaba de que nadie se acercara – tenías algo que entregarme ayer, ¿no es así? –

Yume trató de explicar a Garland que había enfermado y que al haberse desmayado perdió su carpeta.

– Además – la rodeó con el brazo como abrazándola – tenías prohibido acercarte a Ivanov y casualmente me fue a reclamar que estabas haciendo mi reporte – Yume se espantó al escuchar al moreno

– Pero le pedí que dejara de meterse en mis asuntos… – Garland la agarró del cabello y la metió al baño

– Tu estúpido pelirrojo anda de entrometido, si no tiene cuidado puede tener unas vacaciones como las tuyas, pero más largas – la amenazó mientras la empujó hasta una de las tazas

– No, por favor, no le hagas nada –

Garland la miró con una sonrisa, sabía que, si amenazaba con hacerle daño al pelirrojo, la tendría comiendo de la palma de su mano. Soltó tres fuertes puñetazos al estómago de Yume hasta que le faltó el aire para meter la cabeza de la pelirroja al inodoro hasta que empezó a ahogarse, la arrastró hasta afuera de los baños y le hizo una seña de silencio con el dedo para soltarle una patada en el estómago antes de ir con sus amigos quienes se aseguraron de mantener lejos a los alumnos.

Con mucho esfuerzo y dolor, Yume se puso de pie, pero entre su fiebre y los golpes no pudo evitar lo que siguió. La pelirroja comenzó a vomitar en el pasillo, volviéndose el centro de atención. Lo último que vio fue a Garland y su grupo riéndose de ella y a los alumnos a su alrededor. Nuevamente acabó en la enfermería, esta vez sin saber que ahora todos decían que estaba embarazada del chico de la motocicleta.

– Señorita Arakawa, sus visitas han sido demasiado frecuentes y entre sus desmayos y ahora esto –

– Lo siento, me seguía sintiendo mal por la fiebre pero no quería faltar a clases… –

– Lo siento, pero tendremos que hacer la prueba de embarazo antes de lo que la había solicitado su padre –

Yume empezó a llorar, sabía que no estaba embarazada, pero recordar que la condición para que su padre la dejara seguir en el internado era que se le hiciera una prueba de embarazo le dolía; aún quedaba una semana más para la semana sugerida por enfermería, pero con sus visitas por desmayos y ahora el vómito no hubo más opción que adelantarla.

De la forma más discreta posible, se dio aviso al director y se expidió el permiso para sacar a Yume a la ciudad, pues por órdenes de su padre la prueba tenía que ser sanguínea. Nadie supo de Yume el resto de las clases, pero sus desapariciones causaron más habladurías.

– Kinomiya, ¿puedo hablar contigo? –

Mitzy miraba con total desaprobación a Yuriy al recordar la versión de Yume sobre aquel beso entre ellos.

– Aléjate de mí, Ivanov. Sé que eres un acosador y que molestaste a Yume –

Yuriy en su frustración por toda la situación la jaló lejos de sus compañeros en el área de los lockers.

– Escucha no sé qué te dijo Yume, pero no le hice nada, si hay alguien que la molesta no soy yo, es ese maldito de Garland –

– ¿El novio de Emily? –

– Sólo quiero que me digas si sabes algo de ella, sé que él tuvo algo que ver con su desaparición –

– Vaya Ivanov, espero que tengas con qué respaldar tus palabras – el moreno estaba detrás suyo

– Sé que le hiciste algo y… –

Garland soltó una patada al estómago del chico haciéndolo callar

– Apenas llevamos un día compartiendo habitación, no lo arruines – miró a Mitzy – sabes que sería muy tonto de tu parte creerle, ¿no Kinomiya? Después de todo lo llamaste acosador –

Garland dio media vuelta para marcharse, la satisfacción de haber callado al pelirrojo lo había puesto de buen humor.

– Sigo sin creerte, Ivanov – miraba con dirección a donde se había ido Garland – pero si lo que dices es verdad, Yume necesitará ayuda, te veré con Kai atrás de la biblioteca en la tarde, yo también tengo algunas sospechas –

Apenas dijo eso Takao llegó corriendo a abrazarla mientras lloraba, Mitzy trataba de alejarlo, pero empezó a decir que suspendieron a su novio por su culpa. Yuriy se retiró apenas vio al chico escandaloso llorando

– Hitoshi dijo que vendrá papá – lejos de preocuparse por su hermano se preocupó por lo que podría decir su papá sobre su relación con Kai.

En la ciudad, Yume obtuvo sus resultados que en efecto eran negativos, pero el médico recalcó que tenía una pequeña anemia, eso podría haber causado los desmayos. Se le dio tratamiento para su resfriado y se le habló sobre la importancia de comer bien para evitar más visitas. La pelirroja fue llevada de vuelta por la zona del estacionamiento del personal, pidió quedarse en la enfermería, pero solamente se le expidió un permiso para que cumpliera su reposo en su habitación, Yume tenía miedo de caminar sola a los dormitorios.

– Al menos… ¿podría acompañarme? – Yume apretó su larga falda armándose de valor para agregar – me sigo sintiendo mal –

La maestra al ver la reacción de la chica decidió acompañarla, después de todo ya se había desmayado por la fiebre el día anterior. Yume se sintió aliviado de ir con una profesora, pues en el camino vio a Emily y Garland, aunque fingió no verlos, se percató que la siguieron con la mirada. Una vez en el dormitorio Yume entregó el permiso, el médico había dicho tres días de reposo, así que permanecería en su habitación ese tiempo.

Mientras Yume se puso su pijama y se recostó para tratar de descansar, Mitzy llegó con Kai a la biblioteca, donde el pelirrojo la esperaba.

– Antes que nada, Ivanov, dime, ¿por qué tu supuesto interés en ayudar a Yume si la acosaste? – Mitzy lo miró seria cruzada de brazos, Kai se limitó a permanecer en silencio, pero cuidaba a Mitzy

– ¿Qué? Nunca la he acosado, sólo la detuve cuando insistía en ir a una fiesta de Garland cuando la castigaron… – Yuriy mostró una expresión furiosa – escuché a ese maldito hablando de embriagarla para aprovecharse de ella entre varios –

Ni Kai ni Mitzy pudieron ocultar la sorpresa de tal declaración

– Aclárame algo, ¿por qué me contó llorando que intentaste meter tu lengua su boca? – el pelirrojo se dio cuenta de por qué Mitzy lo llamaba así

Yuriy explicó lo sucedido y pese a la vergüenza, que supo disimular, mencionó que al tener a Yume tan cerca simplemente se dejó llevar, admitiendo indirectamente que le gustaba la pelirroja, causando una mirada acusadora por parte de Mitzy, pero de igual manera, seguía sin aceptar del todo al pelirrojo.

– Como sea, ese maldito de Garland se la pasa molestándola – Yuriy trató de cambiar el tema a lo que realmente los había llevado a reunirse ahí – desde que sabe que descubrí lo que pretendían hacerle en su estúpida fiesta, lo ha admitido con cierto descaro, pero no tengo pruebas de ello y Yume se niega a hablar de ello... o a dejar que me acerque... –

– Si te admite las cosas debería ser prueba suficiente – mencionó recalcando lo obvio

– ¿En serio crees que lo admite frente a algún profesor? Ese maldito me lo admite cuando no hay nadie – se notaba la frustración en el pelirrojo

– ¿Y por qué no has hablado con alguien? – finalmente preguntó Kai – si te ha confesado las cosas debiste mencionar algo –

Yuriy dudó un poco, sabía que el argumento de Kai tenía lógica, pero desafortunadamente el único que sabía por qué no podía decir nada, era el mismo Garland y era precisamente por ello que lo hacía

– Porque sabe que nadie creería lo que diga sobre él... –

– Tiene razón en eso bebé, ese Garland tiene fuertes influencias en la escuela... – Mitzy se quedó pensando en lo que todos en la escuela sabían, hasta el mismo Garland – aunque quizá pueda hacer hablar a Emily – Mitzy mostró una sonrisa de satisfacción de sólo pensar en ello

Acordaron tratar de buscar algo más de información sobre lo que Garland le hacía y por qué la molestaba, se retiraron y Mitzy regresó al dormitorio donde le sorprendió encontrar a Yume en pijama y en la cama.

– ¿Estuviste aquí todo el día? – Yume saltó del susto al saberse descubierta por la chica y por el recuerdo de las amenazas sobre acercarse a ella

– En.. en.. enfermé - Yume se escondió bajo la sábana dejando únicamente sus ojos a la vista

– Te he dicho que no tienes por qué ponerte nerviosa conmigo, no te haré nada malo – se acercó a Yume sentándose con ella en la cama – quiero que podamos ser amigas – la pelirroja la miraba como si estuviera a punto de llorar aún escondida bajo la sábana – ¿o acaso hay algo que impide que podamos serlo? –

Yume bajó lentamente la sábana para descubrir su rostro, se notaba que estaba por llorar, pero se contenía. Yume miraba hacia abajo y apretó la sábana asintiendo en silencio. Antes de que Mitzy pudiera preguntarle qué era lo que le impedía volverse su amiga, notó que llevaba puesto un collar de un pequeño gatito y se quedó mirándolo. Cuando la pelirroja se percató de qué era lo que robó la atención de Mitzy, trató de cubrirlo con evidente nerviosismo.

– ¿Por qué lo escondes? Es bonito – Yume lo tapó con su mano, sonrió ligeramente y asintió un poco – ¿te la dio Ivanov? – Yume se puso demasiado roja y comenzó a mover rápidamente la cabeza negando, cosa que le causó gracia a Mitzy, quien dudó un poco y preguntó – ¿te la dio tu novio? – nuevamente Yume negó, esta vez sin tanto nerviosismo

– Me la dio mi amigo... – se sonrojó un poco, pero Mitzy logró observar cierta alegría en el tono y hasta en el rostro de la pelirroja

– ¿Lo conozco? –

– No creo... no es del instituto – Mitzy trató de no reaccionar demasiado, pero fue inevitable que recordara sobre el chico que la regresó al internado

Yume se perdió unos momentos en los recuerdos sobre los pocos días que estuvo fuera del internado y la tranquilidad que sintió esos días a pesar de haber sido poco tiempo. Mitzy se quedó observando a la pelirroja.

– En verdad, sólo somos amigos... – dijo con algo de vergüenza al percatarse de que Mitzy la observaba

Mitzy le mostró una pequeña y a la vez gentil sonrisa mientras acariciaba un poco su cabeza para hacerle ver que todo estaba bien, aunque la sonrisa que vio en Yume al mencionar a su amigo la hizo pensar que quizá aquel chico le gustaba a la pelirroja.

Después de que al fin Yume explicara por qué estaba en cama y que estaría ahí los próximos días, Mitzy sugirió dormir, le tranquilizó verla, pero no había logrado que le dijera la razón por la que no podían ser amigas.

La mañana llegó acompañada por una lluvia ligera pero constante; Yume amaneció con algo de fiebre, aunque ya no tan alta, su cara estaba roja y Mitzy le prometió quedarse con ella después de clases.

– Así que descansa, apenas termine vendré para estar contigo –

Mitzy, igual que todas las chicas, portaron su uniforme bajo la gabardina del instituto, así como botas para la lluvia que les hacía mantener el característico porte y toque de elegancia con el que el uniforme había sido diseñado.

En el dormitorio de varones, los chicos también se preparaban para salir a la lluvia.

– Un día lluvioso… será una gran oportunidad para darle una sorpresa especial a esa inútil de Arakawa – Garland decía las cosas como si estuviera pensando en voz alta, cuando su objetivo era molestar a Yuriy

En efecto el pelirrojo estaba molesto, aunque aún ninguno de los dos sabía que no la verían en clases.

– Oye Ivanov – Garland se detuvo antes de salir de la habitación – será mejor que dejes de interferir antes de que tú también desaparezcas de la escuela – Garland salió portando su uniforme perfectamente con una sonrisa de satisfacción

Yuriy por su parte, estaba furioso, básicamente Garland había admitido hacerle algo a Yume y encima lo había amenazado, pero, ¿quién le creería?

El pelirrojo salió para ver a Kai harto de Takao, quien no dejaba de «llorar» y quejarse por que extrañaba a Sergei. Kai avanzó con prisa tratando de perder a Takao al menos hasta llegar al aula. Al ver a ambos chicos del grado superior, sintió necesidad de volver a la habitación, no lo sabía, pero Garland lo mantenía vigilado ahora que lo tenía tan cerca.

Garland había decidido que ese día Yuriy tendría un «pequeño accidente» al salir de los dormitorios, haciéndolo llegar tarde a clases, pero al verlo volver, decidió hacer lo mismo en silencio y vaya que agradecía haberlo hecho cuando lo vio escondiendo algo entre sus cosas, salió sin anunciar su presencia y espero a que el chico se fuera para revisar lo que ocultaba, esperando poder meterlo en problemas. El moreno encontró el cuaderno de Yume, hojeó de nuevo el contenido mientras recordaba cuando lo lanzaron a la basura y ahí recordó el incidente en la cafetería ligando por qué él tenía el cuaderno.

– Vaya, así que de verdad le gusta Arakawa – guardó de nuevo el cuaderno – tendré que planear algo divertido para los dos enamorados –

El moreno salió hacia sus clases, aunque ese día estaba de humor para molestar a Ivanov, con su pequeño descubrimiento supo que tenía que pensar en algo mejor, algo que hiciera que la pelirroja culpara a Ivanov, sonrió sólo de imaginar las caras que pondrían ambos, pero tenía que planearlo bien, debía salir a la perfección. Al ver la lluvia se sintió harto, buscó a Yume para obligarla a darle su sombrilla y hacerla mojarse pero no había rastro de ella, recordando que se escondió con la maestra el día anterior se enojó, la haría pagar en su momento.

Al iniciar las clases, el profesor anunció a su grupo sobre el resfriado de Yume y su futura ausencia al verlos distraídos hablando entre ellos sobre el paradero de la pelirroja; Yuriy se había molestado al recordarla con fiebre por entregarle algo a Garland.

El moreno llegó en el receso por Emily, buscando a Yume para recordarle que no podía huir de él pero su novia le mencionó por qué no la verían un par de días más. Mitzy, Kai y Yuriy los observaban hasta que llegó Takao llorando sobre extrañar a Sergei, situación de la que Kai estaba harto.

Mientras las clases transcurrieron con normalidad, Yume pasó la mañana con fiebre, el clima húmedo gracias a la lluvia que cayó toda la mañana no ayudaba mucho, una de las maestras que siempre vigilaba la zona para evitar que hubiera alumnas fuera de sus clases era quien pasó a tomarle la temperatura.

La pelirroja pese a sentirse mal, disfrutaba de no tener que preocuparse de encontrarse con Garland o Emily, inevitablemente sonrió un poco mientras dormía de nuevo gracias al efecto de la medicina en su cuerpo.

– Perdón bebé, quiero ver cómo sigue Yume – se dirigió a Yuriy sin mirarlo – también trataré de hablar con ella – Takao seguía sollozando hasta que al caminar hacia la salida del edificio principal algo lo hizo callar

– Aquí están, veo que llegué en buen momento – pese a ser mayor, Takao se escudó detrás de Mitzy quien también se puso algo nerviosa – ¿qué pasa, no van a saludarme? –

– Papá… – Mitzy fingió una sonrisa un tanto preocupada – ¿qué haces aquí? – lo abrazó mientras vio a Yuriy y Kai alejándose

– Señor Kinomiya, lo hemos estado esperando, pasen por favor –

Mitzy iba a repetir su pregunta a su padre cuando vio a su abuelo esperándolos junto a Hitoshi para entrar con el director, aunque Takao aguantaba sus lágrimas por la ausencia del rubio, Mitzy lo miró furiosa, sabía que les esperaba un regaño a ambos por su culpa.

Los hermanos Kinomiya entraron a la dirección con el resto de su familia; el director comenzó a explicar la situación por la que los habían llamado de forma cuidadosa, Hitoshi, el mayor de los hermanos trataba de contener su enojo sólo lanzándole una mirada fulminante a su hermano, quien evitaba todos sus mayores escondido en su hermana. Cada una de las palabras, aunque bien cuidadas, hacían temblar a Takao, Mitzy lo empujaba molesta pensando en que ella también la regañarían a ella y más cuando mencionaron que tenía una relación con Hiwatari.

La mención de aquella situación causó diferentes reacciones en los mayores, Hitoshi estaba enojado de pensar que incluso se hermana menor estaba en alguna relación afectiva, pues al ser la menor y la única mujer, sobretodo él, la protegía demasiado; Tatsuya, el padre de los chicos, sintió nostalgia al recordar a quien en el internado fue su mejor amigo, Susumu Hiwatari, padre de Kai, pero tristemente para Tatsuya, el padre de Susumu lo había obligado a mantenerse distante, aunque aún sabía de él, ya nada había sido igual.

Pero para el mayor de la familia Kinomiya, Ryusuke, le fue imposible soltar la carcajada, causando desconcierto en todos los presentes. El director aclaró la garganta para regresar la atención a lo delicado de la falta de Takao, el señor dejó de reír, pero permaneció con una alegre sonrisa dibujada el resto de la junta.

– Bueno – Tatsuya tomó la palabra después de escuchar todo lo que el director tenía que decir sobre Takao y Sergei – no tiene nada de malo que mi hijo prefiera a los hombres – el tono un tanto alegre causó una mirada entre sorpresa y desaprobación por parte de Hitoshi y el director, Tatsuya miró a su hijo – hay momentos y lugares para hacer las cosas, pero siempre y cuando actúen con responsabilidad no debería haber problemas –

– Pero papá, ese tipo se aprovechó de mi hermano – Hitoshi estaba enojado

– No es cierto hermano, estábamos celebrando nuestro primer año como novios – dijo el menor un tanto avergonzado. Tatsuya comenzó a reír

– Entiendo tu emoción Takao, pero deben ser más cuidadosos la próxima vez –

– ¿Próxima vez? – Hitoshi siguió su reclamo – ¡Esa relación tiene que dejar de existir! –

– Hitoshi, entiendo que te preocupes por tus hermanos – el abuelo de los chicos fue quien tomó la palabra – pero cuando dos personas quieren estar juntas – la sonrisa del señor dejó ver una gran satisfacción y felicidad – nada ni nadie puede impedirlo – la sonrisa se quedó dibujada en él

El director explicó la sanción para Sergei y que el chico ya había sido suspendido y faltaba el castigo para Takao.

– Takao, metiste en problemas a tu novio, piensa en las consecuencias de tus actos este fin de semana que no podrás ir a la ciudad ni comprar tus amadas golosinas – nadie podía creer la «sanción» del padre del chico, en especial sus hermanos – bueno, si eso es todo, nos retiramos, debo volver a la excavación, pero ya que estamos todos aquí – miró al director – quisiera pedir permiso para poder llevar a mis hijos a comer hoy y pasar un rato en familia, tengo entendido que ya terminaron las clases de hoy –

El permiso fue concedido, Takao estaba más tranquilo, aunque seguía triste de saber que estaría un mes sin besar a su rubio y que no tendría golosinas para aminorar su tristeza. Hitoshi siguió sus reclamos, pero no pudo hacer nada, su padre y abuelo aceptaron sin problema alguno que Takao tuviera novio e incluso que Mitzy también tuviera novio.

– Mitzy, deberías avisar a tu novio que todo está bien y que volverás en un rato – mencionó su abuelo con una sonrisa al notar a Kai esperando en la fuente, la chica habló sin muchos detalles con Kai para ir con su familia

La familia Kinomiya estaba en un restaurante cuando Takao preguntó cómo fue que supo que Kai era el novio de su hermana. Mientras Tatsuya describía la obviedad en la preocupación del chico, para Ryusuke fue inevitable viajar en sus recuerdos a su época en el internado Bradford con una sonrisa.

– ¿Qué pasa abuelo? – preguntó Takao al verlo sonreír

– No te preocupes pequeño, solamente estaba recordando a Naru – miraba con una sonrisa melancólica por la ventana en dirección al internado, la familia Kinomiya sonrió al verlo recordar a su madre y abuela.

La comida siguió su curso y Takao y Mitzy fueron llevados de vuelta, el único inconforme fue Hitoshi, pero había dejado de quejarse del asunto. Cuando los hermanos volvieron, Kai la esperaba para saber que todo había salido bien con su familia.

– No te preocupes bebé, al que regañaron fue a mi hermano – a quien volteó a ver, pese a no ser realmente regañado estaba algo cabizbajo – ¡Para la otra vete a un hotel! – gritó a su hermano, quien la miró con un puchero entre enojado por el comentario y triste al recordar que seguiría sin ver a su rubio, Mitzy siguió su camino a los dormitorios

Cuando Mitzy entró, descubrió a la pelirroja sentada en su cama dibujando, le alegró verla sentirse mejor y se acercó anunciando con cuidado su presencia para no espantarla nuevamente. La pelirroja no pudo evitar sentirse feliz de que Mitzy cumpliera su promesa.

– Tienes suerte de no tener hermanos aquí, son una molestia –

Mencionó con cierto reclamo, pero con cierto alivio de saber que nadie la regañó por su relación con Kai. La pelirroja la miraba con cierta duda ladeando la cabeza sin entender su reclamo.

Mitzy miró de reojo el dibujo, los colores llamaron su atención, le quitó el dibujo a modo de juego.

– ¿Qué dibujas? –

Yume se puso nerviosa pero antes de poder decir algo Mitzy ya tenía la imagen en sus manos.

– Se ve mejor que yo – dijo con una risa de complicidad hacia Yume

La pelirroja se sonrojó y tapó su cara con ambas manos diciendo en voz baja

– Es que tus ojos son bonitos –

Mitzy rio un poco al ver la reacción de la chica, le alborotó el cabello mostrándole que no pasaba nada malo y miró nuevamente el dibujo donde Yume había terminado de detallar su largo cabello azul y gran parte de sus ojos, ya que una de las razones por las que Mitzy llamaba la atención de la gente, era su heterocromía; el ojo izquierdo de Mitzy era de color miel, mientras que su ojo derecho era verde.

– Los heredé de mi abuelita – sonrió recordando las historias que contaba su abuelo – aunque eran algo diferentes –

La pelirroja la miró con cierta sorpresa, Mitzy incluso notó que sus ojos brillaron un poco

– Tu abuelita debió ser muy bonita – Mitzy encontró divertido el comentario y finalmente preguntó

– Y, ¿cómo sigues? –

Yume se sonrojó con la pregunta, pero mostró una ligera sonrisa. La pelirroja en verdad deseaba formar una amistad con Mitzy, pero las amenazas tanto de Emily como de Garland le daban miedo.

– B… – pese a estar solas en la habitación miró a ambos lados temerosa – bien, creo que ya no tengo tanta fiebre –

Mitzy en un intento de romper el hielo con la pelirroja, se levantó para pasarse a su cama.

– Posaré para que termines tu dibujo – le guiñó un ojo terminando sus palabras

Yume se ruborizó pero al verla asumir la misma pose de su dibujo, no pudo rechazar aquella oferta, pues al no tener la confianza suficiente para meterse al taller de dibujo, no podía tener modelos para sus dibujos. La dibujó tan rápido como pudo evitando perder los detalles pues no deseaba hacerla permanecer en aquella pose por mucho tiempo.

– Te… terminé –

– ¿Tan rápido? – preguntó Mitzy acercándose – ¡Qué bonito! – exclamó al ver la imagen completada

– Lo… ¿lo quieres? – preguntó temerosa la pelirroja

– ¿De verdad? – Mitzy se emocionó con la idea – claro que sí, lo cuidaré bien –

Las chicas pasaron la tarde platicando y poco a poco Yume fue entrando en confianza con Mitzy y por un momento se olvidó de las amenazas que le impedían acercarse a ella.