La semana siguió de la misma forma para Yume, quien en las tardes además de platicar con Mitzy, ambas hacían juntas los deberes y la pelirroja le pedía los temas. Así fue hasta que Yume se sintió mejor y pudo volver a clases, primero se avergonzó cuando el pelirrojo la miró notando su presencia de vuelta al aula y pese a desear hacerlo, no tenía el valor de socializar abiertamente con Mitzy, en especial al darse cuenta que tanto Emily, como su novio, Garland, la miraban a la distancia.
– Por fin sales de tu escondite, maldita amante de la basura –
Fue el «saludo» que recibió cuando fue a la biblioteca después de clases, pues había una nota en su pupitre «invitándola». Emily había sido la responsable tanto de la nota como de aquellas palabras.
– ¿Qué pasa? Parece que tantos días encerrada te hicieron olvidar cómo responder cuando alguien te saluda – Emily la fue empujando hacia un lado de la biblioteca, hasta que Yume chocó con algo
– ¿Nos extrañaste,Arakawa? – Yume volteó aterrada al reconocer la voz – esta vez no puedes esconderte – le susurró al oído haciendo alusión al día que pasó acompañada de una maestra
– No los estaba evitando, estuve enferma y… – la voz baja y suave de la pelirroja fue interrumpida por Garland
– Fuiste a ver a tu novio de la moto para decirle que tendrás a su bastardo, ¿no es así? – la agarró de los hombros mientras Yume negaba con nerviosismo
– ¿Qué es esto? – Emily sujetó la plaquita de Yume, que alcanzó a ver escondida por el uniforme
Yume trató de esconderlo de nuevo, pero Garland detuvo sus manos
– Vaya, lo tenías bien escondido, basura – Emily miraba la plaquita en forma de gato
Aunque Yume forcejeó tratando de negarse, Garland acabó poniéndola contra la pared para que Emily le quitara el collar, el cual se puso al instante.
– Por favor, devuélvanmelo, es importante para… – Garland la jaló del cabello para hacerla callar
– No tienes ningún derecho a reclamar, basura – La tiró al piso
– Ahora es mío, ¿entiendes? – Emily tomó la mano de su novio – me gusta tu regalo – le dijo a Garland y la pareja se fue riendo
Yume trataba de no llorar mientras se levantaba, recordó a sus amigos y terminó corriendo a su habitación, donde lloró no sólo de tristeza, estaba frustrada y enojada con ella misma por permitir que le quitaran su plaquita en forma de gatito.
Mientras la pelirroja lloraba bajo las sábanas de su cama, Mitzy volvía de estar con Kai, estaba de un muy buen humor después de poder estar con su novio sin preocupaciones. Al entrar al cuarto no pudo evitar notar a Yume, aquel llanto la preocupó y se acercó a ella para saber lo que había pasado.
En el momento en que la pelirroja vio a Mitzy no pudo evitar abrazarla, cosa que la sobresaltó
– Emily me quitó la plaquita que me dio mi amigo – soltó la pelirroja desahogándose
Mitzy la dejó desahogarse, pero sintió que el enojo en ella crecía exponencialmente, aunque aún no había logrado volverse su amiga, la simple idea de saber que la molestaban hasta hacerla llorar, la cabreaba demasiado.
La peli azul se quedó con Yume el resto de la tarde. Cuando empezaron a volver las alumnas al dormitorio, Mitzy avistó a Emily al final del pasillo de las habitaciones y se acercó a ella tranquilamente, acomodó su cabello y le dijo frente a las alumnas y maestras.
– Está muy bonito tu collar – remarcando su tono sarcástico – ¿de dónde se lo robó tu novio? –
La pregunta causó las miradas de sorpresa de las chicas y el enojo de Emily
– ¿Qué te pasa Kinomiya? – se notaba la molestia en las palabras de Emily – mi novio no tiene necesidad de robar, este collar es mío – Emily miraba disimuladamente entra las chicas buscando a Yume
– Oh por supuesto que es tuyo, por eso tiene grabado el nombre de Yume, ¿no? – Mitzy la miró de forma retadora
Emily titubeó al escuchar los murmullos de las chicas, una maestra se acercó a ver la causa de tal alboroto.
– Emily le robó su collar a Yume – dijo finalmente Mitzy a la maestra señalando a la peli naranja
– No es cierto profesora, este collar es mío – reclamó tratando de ocultar su nerviosismo
– El collar de Yume tiene su nombre grabado – dijo Mitzy a la maestra
La maestra pidió a Emily el collar, el cual se quitó sin mucho afán, la maestra lo revisó para encontrar que en efecto tenía el nombre de la pelirroja
– Señorita Arakawa – la pelirroja salió temerosa para dirigirse a la maestra – tiene su nombre, ¿es suya? –
Apenas vio la plaquita, Yume se acercó acelerando un poco su andar para sujetarla mientras la veía aliviada de verla de nuevo
– Señorita Watson, venga conmigo de inmediato –
Las alumnas susurraron sobre lo sucedido; la pelirroja tardó en reaccionar a lo que sucedía escondiéndose en Mitzy al darse cuenta que tal sitio podría traerle consecuencias negativas.
Las chicas hicieron su rutina normal, Mitzy le dijo a Yume que se calmara y una hora después del suceso regresó Emily acompañada de la maestra para recoger sus cosas, había sido expulsada por hurto. La noticia sorprendió a las alumnas, pero sobre todo a Yume quien tenía sentimientos encontrados entre miedo y alivio.
Después de que Mitzy le dijera que todo estaría bien y que Emily ya no podría hacerle nada más, Yume finalmente se sintió mejor. Después de prepararse para dormir, cuando Mitzy se dirigió a apagar la luz, Yume apretó las sábanas aún sentada, finalmente le dijo en una voz baja pero que dejaba notar un ligero tono de felicidad
– Creo que ahora sí podremos ser amigas –
Mitzy le sonrió, pero al apagar la luz se molestó al entender la verdadera razón por la que no se había podido volver su amiga antes.
La noticia sobre la expulsión de la joven promesa del tenis, Emily Watson, por robarle a una de sus compañeras, no tardó en saberse en el internado. La mayoría de los varones seguían dentro de los dormitorios cuando empezaron a hablar de ello, situación de la que Garland se «lavó las manos» diciendo no saber sobre sus «mañas» y diciendo que ya no estaban juntos.
– Vaya, justo cuando creí que nadie te haría algo a ti o a tus «seguidores», expulsan a tu novia –
Aquellas palabras por parte de Yuriy enfurecieron al moreno, pero recordó su pequeño plan para el par de pelirrojos y respondió con calma algo que no sólo detuvo los comentarios del pelirrojo, lo hizo empezar su día furioso y de pésimo humor.
– Emily fue descuidada, pero olvidas que gracias a tu presencia tengo a esa estúpida pelirroja comiendo de la palma de mi mano – se paró a un lado de Yuriy antes de salir – aunque ahora tendrá que ser Arakawa quien se ocupe de mis necesidades – mostró una sonrisa mientras usó un tono de superioridad – afortunadamente sabe seguir mis órdenes –
El moreno se retiró con tranquilidad a sus clases dejando a Yuriy colérico sabiendo que Garland no pensaba dejar en paz a Yume.
Las clases transcurrieron con normalidad, pero entre las habladurías de los alumnos, Garland escuchó que gracias a que una alumna la acusó mencionando el grabado en el objeto robado fue que la descubrieron, causando su expulsión definitiva de la respetable institución, en dicha versión, para el moreno solamente existía una persona responsable de la acusación y era Yume
Gracias a la influencia de Garland, nadie lo vinculaba más con Emily después de haber hecho énfasis en que había terminado su relación con ella, lo que lo llevó a cambiar su plan para molestar a la pareja de pelirrojos.
Al término de las clases, después de que por primera vez Yume hubiera tenido un receso normal acompañada de otros alumnos, incluido Ivanov, Garland se acercó a la pelirroja asegurándose ser visto por varios alumnos y profesores
– Arakawa, aún no puedo creer lo que te hizo Emily – el moreno extendió su mano a la pelirroja, quien iba acompañada por el pequeño grupo de los hermanos Kinomiya – lamento que hayas pasado por eso, acepta mis disculpas Yume, espero puedas verme como tu amigo –
La pelirroja no esperaba tal acción por parte del moreno, dudó un poco, pero creyó que gracias a la partida de Emily todo mejoraría para ella, así que le dio la mano a Garland, quien se disculpó de nuevo y se retiró. La pelirroja sonrió feliz para si.
– No creíste nada de lo que dijo, ¿cierto? – preguntó de forma discreta Yuriy parándose al lado de Yume
– Se disculpó conmigo – Yume se retrajo sin poder mirar a Yuriy – además lo hizo frente a todos –
– Aun así – Mitzy puso su mano en el hombro de Yume – si él te hace algo, lo que sea, promete que nos dirás – Yume pasó la mirada entre los cuatro chicos – recuerda que somos tus amigos –
Después de las palabras de Garland, varios alumnos pasaron haciendo un saludo indiferente a la pelirroja, quien se despidió de todos para ir a la biblioteca a ponerse al corriente aún con los temas de sus días enferma mientras los demás fueron a sus respectivos talleres.
La pelirroja caminaba al fin con tranquilidad por el instituto, ya no había necesidad de irse cuidando todo el tiempo.
– Hola Yume – Garland la esperaba cerca del arco de madera camino a la biblioteca – ¿podemos hablar, «amiga»? – aquel tono usado en la última palabra le erizó la piel, pero asintió avergonzada
Garland la abrazó por el hombro, después de mirar a su alrededor para verificar que no hubiera nadie, la llevó a un lado del edificio
– Bien hecho, Yume – se acercó a Yume poniendo sus brazos contra la pared para «encerrarla» – te deshiciste de Emily, pero aún tienes que obedecerme si no quieres que Ivanov tenga algún accidente – el rostro de Garland estaba demasiado cerca de Yume, quien soltó algunas lágrimas silenciosas
Garland, sabiendo lo fácil que era intimidarla y la facilidad con la que se ponía nerviosa ante cualquier tipo de contacto, la «atrapó» contra la pared pegando demasiado su cuerpo al de la pelirroja. Garland puso sus manos en los hombros de Yume y bajó sus manos despacio por sus brazos hasta llegar a las muñecas de la chica para ponerlas contra la pared a la altura del rostro de Yume acercando su rostro al cuello de la pelirroja.
– Ahora que Emily no estará, tendrás que encargarte de atenderme – Yume empezó a temblar asustada – a menos que quieras que Ivanov tenga unas largas vacaciones – Garland le mostró una sonrisa de satisfacción mostrando su superioridad – o que las tuyas sean permanentes –
La pelirroja no podía dejar de temblar aterrada mientras sentía el cuerpo de Garland contra el suyo. Garland disfrutó de ver el poder que tenía sobre ella.
– En verdad eres tan estúpida para haber creído que ahora sería tu amigo, ¿no es así? – empezó a reír al verla llorar – ¿Qué te parece si entramos en confianza mientras te explico las nuevas reglas? –
Garland soltó los brazos de Yume y sobre la ropa tocó sus senos, al ver la cara de terror en ella sonrió.
– No, por favor – apenas y logró decir
El rostro de Garland mostró enojo y sobre el sostén la pellizcó causando dolor en la chica.
– Estás son las nuevas reglas – levantó un poco sus senos aun pellizcando – tu horrible cuerpo estará ahora a mi servicio cuando yo lo deseé – la soltó y para asegurarse que le hacía caso pese a estar llorando con la mano izquierda sujetó su cara haciendo que lo viera – ¿entiendes lo que significa? – Yume negó despacio llorando aún en silencio – significa que cuando te lo ordene, vendrás conmigo y podré hacer lo que quiera en cualquier parte de tu asqueroso cuerpo – se pegó completamente a ella para susurrarle al oído – cualquier parte – al decir eso último con su mano libre apretó sus dedos sobre la pantaleta de la pelirroja
Yume soltó un suspiro lleno de horror al entender finalmente a lo que se refería el moreno
– Así que cuando te salude frente a alguien, tendrás que irte conmigo, ¿entiendes? – se separó un poco– ¿entiendes? –
Garland repitió su pregunta sin gritar, pero con un tono amenazante con el que Yume no tuvo más remedio que asentir, aceptando su nueva situación.
Garland sonrió satisfecho al verla completamente sometida a sus amenazas y la besó. Yume se congeló sin poderse mover mientras la lengua del moreno invadió cada rincón de su boca. El moreno se separó de ella.
– Parece que tendré que enseñarte más cosas de lo que pensé – soltó un fuerte puñetazo en el estómago de la pelirroja quien cayó de rodillas con sus manos sobre el golpe – eres una maldita zorra, arrodillándote así frente a mí –
Yume con dolor por el golpe apenas pudo voltear a verlo sin saber a qué se refería, cuando vio al moreno desabrochar la cremallera de su pantalón y sacar su miembro; antes de poder reaccionar o quejarse, Garland lo forzó en la boca de la pelirroja, cuya cabeza chocó contra la pared sin poder huir de aquel momento. Garland comenzó a moverse con fuerza, Yume sentía que se ahogaba, su cabeza azotaba contra la pared y entre más trataba de tomar aire más aprovechaba el moreno para entrar al fondo de la garganta de la chica, quien no pudo dejar de llorar, cuando sintió algo caliente llenar su garganta tosía pero al estar atrapada por el cuerpo del moreno no pudo hacer mucho. Garland se separó cerrando su pantalón y acomodando su uniforme.
– Será mejor que aprendas a hacerlo como se debe – sacudió un poco su uniforme – querías deshacerte de Emily, ¿no es así? Este es el principio del precio por atreverte a retarme y creer que podías ir en mi contra – acomodó su saco tranquilamente y antes de alejarse agregó – no tengo que recordarte que si le dices a una sola persona sobre nuestra nueva diversión, tus vacaciones serán permanentes – se alejó riendo
Aún sin recobrar bien el aliento y con dolor en el estómago, Yume se abrazó en el piso llorando; la pelirroja creía que las cosas mejorarían y ahora estaba en una situación peor y con miedo a lo que Garland pudiera hacerle, Yume estaba completamente aterrada.
De regreso en los dormitorios, Yume se notaba cabizbaja de nuevo, cosa que preocupó a Mitzy, pero la pelirroja no dijo nada al respecto, dijo sólo estar cansada y trató de dormir, aunque las imágenes y la sensación de lo que Garland le había hecho atacaban su mente.
