Después de la semana de exámenes, los alumnos de todos los grados estaban ansiosos por el fin de semana, deseaban olvidarse del estrés y no pensar en que la mayoría de los tutores del alumnado se presentaría la siguiente semana para la entrega de sus evaluaciones.

En particular para el pelirrojo, Yuriy Ivanov, salir ese fin de semana era algo que esperaba con ansias después de todo lo sucedido en los días previos. Desde las miradas por parte de Yume culpándolo de exhibir sus dibujos o el reclamo por parte de Mitzy por lo mismo.

No olvidaría fácilmente cuando la menor de los Kinomiya se acercó molesta a reclamarle.

– ¡Tú! – gritó Mitzy al ver al pelirrojo para hacerlo detenerse y acercarse a él mientras la pelirroja se quedó sujetando su falda y viendo al piso a cierta distancia – ¿cómo pudiste hacerle eso a Yume? –

– ¿De qué hablas, yo no le hice nada? – Yuriy trataba de defenderse

– Me dijo que eras tú quien tenía sus dibujos, los que «mágicamente» aparecieron pegados por toda la escuela – Yuriy se mostraba molesto, en especial cuando Mitzy picó su pecho un par de veces con su dedo mientras seguía su reclamo – dijiste que querías ayudarla, y no sólo difundiste algo que no es tuyo – la voz de Mitzy sonaba entre furiosa y frustrada – pero, ¿tenías que ser tan… tan cruel con lo que dijiste de sus dibujos? – el pelirrojo notó las miradas de Yume, en sus ojos se veía que había estado llorando.

– ¡Yo no hice nada de eso! – se percató que el grito para defenderse causó un salto en la pelirroja – ¿cómo se supone que se lo devuelva si siempre huye de mí? – preguntó en frustración – además está guardando en mi cuarto no entiendo cómo llegaron aquí sus dibujos –

Cuando admitió tener el cuaderno Yume se acercó donde Mitzy y se escondió atrás de ella

– Entonces, ¡admites que le robaste su cuaderno! – ahora no había forma para Yuriy de calmar las acusaciones

– ¡No me robé nada! Sólo lo levanté cuando se le cayó en la cafetería, pero no te preocupes, le daré su estúpido cuaderno –

Las palabras que usó en su enojo para describir al cuaderno causaron lágrimas en la pelirroja, Yuriy se arrepintió de haberlo dicho de esa forma, pero no pudo retractarse pues no pudo decir más antes de irse aún más furioso

– hola, Yume – Garland llegó a saludar a la pelirroja, la miró con duda y retiró una de las lágrimas con su dedo – ¿te está molestando? – el moreno la jaló para abrazarla pese a la cara de sorpresa de Mitzy, Yume negó en silencio con su rostro recargado en los pectorales del moreno

Garland miró ocultando su satisfacción cuando Yuriy se alejó sin decir nada pero visiblemente enojado, había logrado lo que deseaba. Después de aquel reclamo Yuriy no se acercó al grupo de los hermanos, salvo para entregar el cuaderno de Yume, el cual, fue recibido por Mitzy.

Encima de las falsas acusaciones, Yuriy tuvo que lidiar con ver a Garland siendo demasiado cariñoso con la pelirroja y escucharlo presumir en la habitación que hacía lo que él le ordenaba, así como cuando se jactaba de no sólo besar a Yume, le insinuaba a Yuriy que ella le había ofrecido tener relaciones y que él había aceptado, pese a hablar de ella con asco y de forma despectiva.

Apenas se abrieron las puertas del internado Yuriy salió con dirección a la ciudad, necesitaba salir de ahí y por alguna razón el primer lugar en que pensó fue el taller donde trabajaban Boris y Cloud; llegó antes de que abrieran pero se sentó a esperar afuera pensando en cómo habían aparecido los dibujos de Yume por toda la escuela.

Las motocicletas de Cloud y Boris anunciaron al pelirrojo que abrirían el taller, tanto Cloud como Boris se desconcertaron al ver al pelirrojo esperando, en especial por que se notaba que algo lo tenía de mal humor.

– No me dirás que quieres trabajar con nosotros los fines de semana, rojito – comentó el platinado a forma de broma mientras se acercó a él

– ¡Te dije que no me llames así! – Yuriy reclamó bastante furioso agarrando a Boris de la ropa y azotándolo contra la pared

– ¡Cálmate! Yuriy, ¿cierto? – Cloud se acercó a separar al pelirrojo

Boris abrió el taller y Cloud preparó el habitual desayuno, que no era nada más que café.

– Bien – Cloud puso la taza de café frente al pelirrojo – ¿qué pasó? –

Yuriy contó primero cómo obtuvo el cuaderno, que nadie sabía donde lo guardaba y comenzó a contar lo que sucedió, como Yume y Mitzy lo culpaban.

– Seguro la pequeña no está bien, aunque sus dibujos son buenos, no tiene confianza en ellos – el platinado estaba preocupado por su amiga

– Es evidente que alguien más sabía que tenías el cuaderno – Cloud trataba de ayudar a Yuriy a encontrar al responsable – ¿tienes algún enemigo en la escuela, quizá un enemigo de Yume o alguien que simplemente no quiere que te acerques a ella? –

Conforme fue escuchando las palabras de Cloud a su mente llegó la respuesta

– ¡Por supuesto! ¿Cómo pude ser tan tonto? – Yuriy bebió de un trago el resto de su café sin explicar más y se levantó para volver a la escuela

Cuando Yuriy se dirigía a la entrada se topó con los hermanos Kinomiya, Kai y Yume. Mitzy le lanzó una mirada furiosa que parecía que lanzaría fuego, mientras Yume se escondió detrás de Takao temblando al ver al pelirrojo, quien pasó de largo al grupo y se retiró sin decir nada.

– No puedo creer que ese maldito mentiroso viniera aquí – Mitzy hizo un pequeño berrinche pateando el piso y apretando los puños

Mitzy estaba molesta con Yuriy pues había creído en que deseaba ayudar a Yume y ahora parecía todo lo contrario.

– Mitzy… – la voz de Cloud al pronunciar su nombre la hizo voltear

Cuando la mirada de ambos se cruzó, fue como si el tiempo se detuviera para ambos, generando de nuevo celos en su novio.

– Wow, ¿ese chico tan guapo es tu amigo? – la voz de Takao hizo reaccionar a Mitzy, quien creyó que su hermano mayor se fijaba en el rubio y lo miró molesta

– Hola, soy Takao, hermano de Mitzy – todos miraron asombrados la naturalidad con la que Takao se acercó al platinado – ¿te han dicho que eres muy guapo? – Takao pasó un dedo por el brazo de Boris, era obvio que le estaba coqueteando.

– Vaya, tu hermano es… – Cloud hizo una pausa buscando un adjetivo – interesante… –

– Mitzy… – la voz de Yume apenas se escuchó – ¿no se supone que Sergei es su novio? – la pelirroja estaba avergonzada de ver el comportamiento del chico

– Carajo, Kinomiya, te la pasas llorando todo el tiempo de que supuestamente extrañas a tu novio y ahora andas de ofrecido con este mugroso al que no conoces –

– ¿Tienes novio? – preguntó el platinado sintiendo extraño que un chico le diera ese tipo de atención mientras Takao veía molesto a Kai

– ahm… ¿pasó algo? – Cloud trató de cambiar el tema refiriéndose a la evidente tristeza de Yume

Kai deseaba sacar a Mitzy de ahí para que no estuviera cerca de aquel rubio quien compartía miradas con Mitzy que le hacían hervir la sangre; aunque Yume deseaba contar lo sucedido, Mitzy fue quien respondió a la pregunta de Cloud, dejando ver lo furiosa que estaba de haber pensado que el pelirrojo deseaba ayudar a Yume y ahora se sentía engañada, en especial cuando para todos era evidente que esos dos se gustaban.

Boris separo a Takao, quien ya le estaba abrazando el brazo mientras su hermana contó lo sucedido.

– No te preocupes pequeña – Boris quería decir que era un malentendido, pero prefirió no mencionar que creía lo que Yuriy les había contado – todo estará bien –

– Se puede saber, ¿por qué Ivanov estaba aquí? – Mitzy interrumpió al platinado

La pregunta de Mitzy hizo que Yume volteara a ver a Boris con una mirada triste y el platinado no sabía qué responder para no hacerla sentir peor.

– Nos ayuda haciendo algunos encargos para el taller – Cloud contestó con lo primero que llegó a su mente

Mitzy no estaba convencida con la respuesta, pero decidió creerle a Cloud pese a las caras de Kai. Boris trató de hacerle la plática a Yume cambiando el tema y tratando de no hacer mucho caso a tener a Takao queriendo abrazarlo todo el tiempo.

El pelirrojo había vuelto al internado para tratar de averiguar si tal como pensó, gracias al comentario de Cloud, Garland tuvo algo que ver con el incidente de los dibujos. Instintivamente fue primero a los dormitorios, el moreno no estaba ahí. Considerando que lo más probable era que hubiera salido de la escuela, el pelirrojo decidió caminar un poco por la escuela, así calmándose podría planear qué hacer si descubría que Garland tuvo algo que ver.

El sonido de lo que parecían regaños llamaron su atención, provenían del gimnasio. Decidió ver de qué se trataba. Sin planearlo, Yuriy había encontrado a Garland. Sabía que gran parte de la influencia del moreno en la escuela tenía que ver con los deportes, pero era la primera vez que lo veía entrenar. Había alguien que no era profesor del instituto con él, por sus constantes comentarios y regaños se notaba la exigencia que le daba al moreno.

— Kickboxing… – Yuriy entendió porqué el moreno no sólo siempre estaba confiado cuando lo incitaba a pelear, también entendió por qué las veces que lo había enfrentado Garland lo neutralizó con facilidad

Decidió retirarse, después de todo, no había nada interesante que hacer ahí, antes de salir del gimnasio pudo ver el regaño de aquel entrenador sobre sus movimientos; era la primera vez que Yuriy veía a quien fuera regañar a Garland.

– Si vas a seguir sin tomar las cosas en serio, dime para dejar de perder mi tiempo – el entrenador sonada molesto mientras esquivaba con facilidad los golpes de Garland – ya deberías estar ganando competencias – soltó un golpe al estómago del moreno – pero sigues aquí – el segundo golpe fue contra su rostro.

Yuriy vio como no sólo con aquel golpe la saliva de Garland cayó, el moreno terminó en en piso, agitado, tratando de recobrar el aliento, parecía frustrado.

– Se supone eres un Siebald, ¡Actúa como uno! – gritó el entrenador haciendo enojar a Garland

El moreno sintió frustración por aquellas palabras, al levantarse de prisa, enojado, para devolver el golpe, alcanzó a ver a Yuriy; Garland estaba aún más enojado y sus golpes fueron predecibles, su entrenador los neutralizó y los devolvió con facilidad.

– Si sigues sin resultados, le diré a tus padres que ya no te entrenaré. Hay gente con más habilidad –

El pelirrojo no podía creerlo, no sólo era la primera vez que regañaron a Garland, aquel entrenador parecía decepcionado por las habilidades del moreno; mientras vio como el entrenador se retiró, sin darse cuenta una sonrisa de satisfacción se dibujó en su rostro.

– ¿Qué te parece tan divertido, Ivanov? – Yuriy lo volteó a ver perdiendo la sonrisa al saberse descubierto

– Que el gran Siebald no es más que un fraude – el comentario molestó a Garland quien se acercó – presumes en la escuela y acaban de decirte que eres un inútil – Yuriy soltó las verdades sin pensar realmente en las consecuencias, Garland rio un poco

– Pero olvidas algo, Ivanov – el tono del moreno era tranquilo – acabas de verme perder contra a una de las leyendas del kickboxing mientras me entrenaba – Garland mostró una sonrisa de superioridad al estar frente al pelirrojo – pero tú, no eres nadie, quizá debería hablar con el director para que reconsideren tenerte aquí – Yuriy se molestó con aquellas palabras

– Si intentas chantajearme, necesitarás algo mejor que eso – Yuriy le sostuvo una mirada molesta, seria y fría

– No es chantaje, es la verdad. Incluso esa estúpida pelirroja tiene más prestigio que un huérfano pordiosero como tú – Garland seguía hablando con un tono tranquilo

– Según escuché, de nada te sirve tu apellido por que eres un fracasado –

Nuevamente Garland mostró una sonrisa burlona, levantando una ceja, como si no pudiera creer que un tipo cualquiera se atreviera a decirle semejantes palabras

– Ivanov, la vida aquí pudo ser tan tranquila para ti – pese a usar el mismo tono calmado Yuriy pudo sentir la amenaza – es una lástima que me pidieras practicar contigo – Yuriy supo que algo no estaba bien – pero afortunadamente no peleé en serio –

Yuriy sintió como el aire salió de su cuerpo cuando un dolor intenso apreció en la boca de su estómago

– Y no te preocupes, seguiré consolando a Yume por lo que le hiciste – el puño de Garland dio un violento golpe en el rostro del pelirrojo dejándolo de rodillas en el piso – es increíble, ¿no crees? Lo que uno puede lograr al tener influencias en todos los departamentos de la escuela y con un pequeño descuido tuyo – Garland soltó una patada al rostro de Yuriy quien seguía de rodillas, esta vez escupió sangre

Sin dejarlo defenderse o recuperarse, lo levantó para agregar

– ¿Qué se siente que la chica que tanto te gusta no sólo te odie, ahora se besa y se acuesta con el responsable de que te culpe? – Yuriy no pudo ocultar su sorpresa, Garland había admitido su culpa

El moreno se puso en su pose de ataque y soltó una serie de golpes en el pelirrojo, quien no pudo defenderse, lo dejó contra la pared con una patada

– No te preocupes, la próxima vez que me venga en los pechos y cara de tu preciada pelirroja, le contaré todo sobre tu secreto – Yuriy enfureció con el comentario – incluso le diré que perdiste un año de escuela después de que te atraparan robando para que el alcohólico de tu padre dejara de golpearte – aquellas palabras dolieron más en Yuriy que cualquier golpe – me pregunto como reaccionaría Arakawa si supiera que tu madre prefirió matarse que estar contigo y tu padre –

– ¡Cállate! – Yuriy trató de golpear a Garland, quien había atacado una herida que nunca había cicatrizado en el pelirrojo y probablemente nunca lo haría

Garland dejó que Yuriy acertara un par de golpes en él antes de detener su puño y soltar un rodillazo que lo neutralizó

– Recuerda esto, Ivanov, tú me pediste entrenar pero simplemente no pudiste contra mí – Garland sujetó al pelirrojo del cabello soltando un par de rodillazos en la cara del chico, quien ahora sangraba – te daré una última oportunidad, de ello dependerá si mandaré a tu novia – comenzó a reír negando con las manos, Yuriy lo veía furioso aunque la imagen del moreno comenzaba a verse nublada – perdón, a mi novia por otras vacaciones, pero esta vez al hospital –

– No te atrevas a tocarla o… –

– ¿O qué? ¿Me darás una golpiza como la que me estás dando? – Garland le dio una patada en la barbilla haciendo que Yuriy quedara tirado boca arriba, puso su pie en el pecho del chico en un son victorioso – escucha, te contaré un secreto antes de que pierdas el conocimiento – aplicó algo de fuerza sobre su pie – gracias a mis enseñanzas, la estúpida de Yume está aprendiendo a hacer un oral como se debe pero pronto le haré un regalo especial, seré yo quien la haga perder su virginidad, después de todo, nadie más se interesaría en ella –

– No dejaré que abuses de ella – apenas pudo decir Yuriy

– ¿Abusar? – Garland soltó una carcajada – esa tarda me tiene tanto miedo que sin decirle nada aprendió a hincarse sola y sacar sus pechos para masturbarme, sólo necesito llevarla al lugar indicado y ella sola me entregará su asqueroso cuerpo –

La risa de Garland le hacía hervir la sangre, trató de quitárselo de encima pero estaba demasiado débil

– Y bien Ivanov, ¿qué harás? – Garland retiró su pie del pelirrojo y se alejó un poco dándole la espalda mientras iba por un poco de agua – dirás la verdad, que me pediste entrenar pero fui demasiado para ti, o tratarás de contarle a alguien lo que la única que puede decir que ha pasado, no dirá nada por el miedo que me tiene, te sugiero pienses bien tu respuesta, si es equivocada, cuando despiertes, puede que ya le haya mostrado a Yume de qué se trata el sexo –

– Eres un maldito bastardo – Yuriy se levantó con trabajo – ¿qué ganas con hacer que te tema? –

– En verdad no lo entiendes, ¿cierto? – se acercó de nuevo, esta vez con su botella con agua en la mano – escuchaste a mi entrenador, soy un Siebald y si la gente como tú o la pelirroja no conocen su lugar, es mi deber mostrárselos – sintió satisfacción en la forma en que Yuriy lo miraba furioso – imagina que el padre de esa cosa venga a darle otra bofetada frente a todos para abandonarla a su suerte cuando sepa que tendrá a mi bastardo –

Garland empezó a reír y Yuriy hizo otro intento por golpearlo pero fue neutralizado con facilidad

– Como dije, que esa cosa siga así depende de tu respuesta – se paró a un lado de Yuriy – dime, ¿qué fue lo que pasó aquí? –

Garland permaneció dándole la espalda a Yuriy esperando su respuesta, el pelirrojo lo odiaba, no sólo por recordarle su horrible pasado, también por el abuso hacia Yume; comenzaba a sentir los estragos de los golpes, apretó los puños antes de responder

– No… no pude contra ti en un entrenamiento… – dijo con frustración el pelirrojo

Yuriy no pudo verlo, pero Garland esbozó una gran sonrisa de satisfacción, había vencido al pelirrojo

– Bien dicho, Ivanov –

Antes de poder reaccionar, Garland giró soltando una patada con todas sus fuerzas en la espalda del pelirrojo con la cual cayó inconsciente al piso. Garland tomó su tiempo para disfrutar la escena, beber un poco más de agua y secar el sudor de su cuerpo antes de avisar sobre el estado del pelirrojo, quien fue llevado y dejado en la enfermería.

Mientras Yuriy conoció la verdad a un precio alto, la visita del alumnado en la ciudad llegaba a su fin y pronto tendrían que volver a las instalaciones del instituto. En el taller, pese al disgusto de Kai, todos permanecieron con Cloud y Boris, quien había creído que finalmente Takao había cedido a su intenso coqueteo en el transcurso del día, pues había dejado de insistir.

Yume fue quien mencionó que era hora de volver, los chicos partieron de vuelta al internado después de que Mitzy y Cloud se miraran como esperando que alguno iniciara un abrazo de despedida que nunca llegó.

Cloud al sentir un extraño vacío después de aquella despedida le pidió al platinado encargarse de cerrar y se adelantó para volver a casa. Boris estaba por cerrar con llave la puerta que llevaba a lo que los chicos usaban como una especie de oficina, cuando sintió un par de manos abrazarlo por atrás.

– No podía irme sin despedirme como se debe –

Boris giró para encontrar a Takao, quien no lo dejó hablar y se lanzó a besarlo, Boris por un lado trataba de quitárselo de encima, pero a su vez medio respondía aquel beso.

– ¿Qué haces? – separó al chico – creí que tenías novio –

Takao jugueteó tocando el abdomen de Boris sobre la ropa, sentir la forma de sus músculos lo hizo sonreír.

– Estoy muy solo, hace dos semanas que no tengo sexo –

Sin previo aviso, Takao bajó a darle un oral a Boris, el mostrador cubría la presencia del chico, quien no tardó no sólo en provocar una erección en el platinado, también le mostró sus habilidades haciéndolo gemir mientras disfrutó la atención pese a provenir de un chico.

Boris se perdió por un momento en lo que estaba sintiendo y cuando se dio cuenta Takao ya estaba desnudo aún dándole aquel oral que lo estaba haciendo perder la cordura.

– Espera, espera – la voz del platinado sonaba agitada – al menos deja cerrar el lugar –

Boris cerró el taller por dentro, cuando volvió, Takao estaba recargado al frente del mostrador de espaldas a Boris moviendo de forma incitadora sus caderas

– Ya tardaste demasiado, estoy ansioso – Takao abrió un poco sus glúteos mostrándole su ano al platinado

Boris se acercó, no entendía cómo es que aquel chico ligeramente más alto que la pelirroja había logrado encender algo nuevo en él.

El platinado tocó los glúteos de Takao, ver que el chico disfrutaba la atención le agradaba, tocó un poco la superficie del ano de aquel pequeño cuerpo causando un pequeño gemido en Takao. Sin dudarlo, Boris introdujo un dedo.

– oh, sí – la voz de Takao sonaba excitada

Al ver aquella reacción, casi al instante unió dos dedos más, los gemidos del chico de cabellera azul pusieron más duro el miembro de Boris, quien empezó a meter y sacar sus dedos con mayor velocidad, los sacó y abriendo nuevamente los glúteos del chico, colocó su pene entre ellos, comenzando un juego tentador.

– Hazlo – decía Takao deseando sentir al chico en él

– ¿Estás seguro? Si lo hago no podré detenerme – Boris sentía las ansias consumir su cordura

– ¿Y quién quiere que te detengas? Quiero sentir todo lo que puedes hacer –

Aquellas palabras excitaron más al platinado quien lo penetró, era la primera vez que lo hacía con un chico, ambos gimieron y Boris no podía creer lo bien que se sentía el interior de un chico. El recto de Takao estrujaba a Boris, haciendo más placentero cada movimiento.

Sentir un pene diferente al del rubio generó nuevas sensaciones en Takao, si bien el tamaño de Sergei era incomparable, la virilidad de Boris era gruesa y forzaba el interior de Takao para que empezara a tomar su forma y eso encantaba a ambos.

La excitación causó que Boris no se contuviera en absoluto, sujetó los muslos de Takao abriendo sus piernas completamente para penetrarlo con más fuerza y entrar más en él, Takao gritaba de placer con la rudeza del platinado en sus estocadas.

Boris deseaba ver los gestos del chico, después de entrar abruptamente en él, lo giró, su pene grueso causó un placer inigualable en Takao. La cara roja de Takao llena de extasis hizo que Boris sujetara ambos antebrazos del chico para jalarlo con todas sus fuerzas, el pequeño pene de Takao escurría y se movía con cada embestida, Boris liberó su semen en Takao. El platinado trataba de calmarse.

– Esto apenas empieza, quiero cada gota tuya dentro de mí, así que espero estés listo para llenarme por completo –

Lejos de reclamar, Boris se perdió por completo en su lujuria, acababa de conocer el sexo entre hombres y pensaba disfrutarlo por completo.

Llevó al chico contra la pared para penetrarlo de nuevo, esta vez colgando la pierna de Takao sobre su hombro, ese pequeño cuerpo simplemente despertó algo que Boris no podía calmar. Deseaba venirse dentro de ese ano hasta que sus cuerpos dejaran de reaccionar.

– No pienso parar, hasta que ya no me salga nada, ¿entiendes, Takao? –

– Perfecto, vacíate en mí, estoy listo –

Pose tras pose, Boris y Takao tuvieron sexo tan candente y salvaje que el chico no volvió al internado, pasaron toda la noche en aquel ritual donde en sus descansos se comían a besos para que Boris volviera a penetrarlo. Boris lo sentía, sus testículos ya no podían producir más semen esa noche, pero no podía soltar a Takao, sujetaba las piernas del chico en el aire, ambos gritando a máximo volumen, empapados en sudor y la mezcla del semen de ambos que los cubría en cada centímetro de su cuerpo, ambos con el cabello empapado, como si acabaran de bañarse.

Takao se movió para que Boris saliera de él aún sin terminar, el platinado forcejeaba por volver a penetrarlo.

– Guardé algo especial para el final –

Takao empujó a Boris después de decir aquellas palabras para recostarlo, Takao se sentó sobre el miembro del platinado, tomó el control total de la que sería la última sesión de aquel primer encuentro. Takao enloqueció a Boris con su increíble habilidad y movimiento de caderas, lo hizo gemir gritando con una intensidad igualada únicamente por los gritos de placer del mismo Takao.

– Carajo, Takao – lo sujetó con todas sus fuerzas de la cadera mientras Takao se movía en lentos pero intensos movimientos circulares al sentir un escalofrío que estremecía cada rincón de su cuerpo – me vengo – sin importarle que Takao gracias al intenso orgasmo que estaba por surgir en su cuerpo, no fuera capaz de moverse a gran velocidad, Boris lo empujaba con intensidad, gran velocidad y fuera llegando a lo profundo de Takao – carajo, me vengo – ambos sintieron aquel trueno final cruzar ambos cuerpos mientras ambos liberaron un potente y último chorro de semen, el de Takao salió disparado con fuerza al aire bañando el pecho, pectorales y rostro de Boris, quien a su vez rellenó nuevamente el ano de Takao, en el cual hacía tiempo atrás ya no cabía más, así que terminaba escurriendo por las delgadas pero bien torneadas piernas de Takao.

– Por dios, estuviste increíble para ser tu primera vez con un hombre – le guiñó el ojo – el sexo es lo mejor, – se mostraba satisfecho – será mejor que te prepares, porque cada fin de semana vendré por dos días de placer – Besó a Boris sin importar nada más – ya amaneció, ¿qué tal si vamos a recargar energía a tu cama para tener otra sesión en la tarde? Odiaré tener que irme hoy –

Boris salió con Takao, Cloud no tardaría en llegar, subieron a la moto y en efecto pasaron la mañana dormidos en la cama del platinado, donde Takao se aseguró de tener otra intensa sesión de sexo aún más salvaje que serviría a ambos como inspiración hasta el siguiente fin de semana. Ambos chicos iniciarían la semana exhaustos, en particular Takao, que al estar tan adolorido que caminar le daría algunas dificultades, pero todo había valido la pena.

Para los demás el domingo empezó con Mitzy buscando a su hermano y para ello preguntaría a Cloud y Boris si lo habían visto, cuando Cloud mencionó que Boris no llegó a dormir sino hasta la mañana, todos entendieron lo que había sucedido, menos Yume, a quien Mitzy le dijo que significaba que su hermano estaba bien, con lo cual la chica se tranquilizó; gracias a que ni Takao ni Boris aparecieron el resto del día, Kai no pudo alejar a Mitzy del rubio, pues no quería dejar sola a su amiga mientras Cloud estaría ocupado trabajando en el taller.

Pero en el internado, el pelirrojo despertó golpeado y con el cuerpo dolorido; un par de maestros se acercaron cuando despertó para corroborar que la historia que había dicho Garland era verdadera. Lo que más deseaba Yuriy era decir la verdad sobre el moreno, pero tal como había dicho a Garland, siguió la historia, trató de entrenar con el moreno y simplemente no pudo contra él. A Garland «se le llamó la atención» recordándole que no debía pelear en serio contra sus compañeros que no entrenaban como él. Yuriy volvió a su habitación en la tarde, donde Garland sonrió al verlo golpeado.

– Imagino que aprendiste tu lección, Ivanov – cambió su tono a uno más bajo pero serio y altanero – que la estúpida pelirroja siga a salvo, depende de qué tanto desees contar sobre lo que hago con ella – miró con burla el odio reflejado en los ojos de Yuriy – nadie en esta escuela puede hacerme nada, pero si dices algo las consecuencias serán para tu preciada zorra –

Yuriy quería ayudar a Yume, pero terminó siendo blanco del moreno, tenía que encontrar una forma de lograr que los dejara en paz, desafortunadamente por el momento tenia que seguirle el juego a Garland.

El inicio de la semana parecía normal, salvo la forma rara de caminar de Takao. Mitzy además de haberle reclamado por desaparecer así, le hizo un comentario que esa incomodidad era el precio por lo que hizo a modo de burla, Yume no entendía aún qué era lo que había sucedido entre Takao y Boris, Takao decía que todo estaba bien, pese a su dolor, el cual preocupaba a la pelirroja.

– Parece que a alguien no le fue bien el fin de semana –

El grupo volteó a ver a quién se refería Takao, notando al pelirrojo, sus golpes en el rostro llamaron la atención de todos, aunque Mitzy no pudo evitar el comentario.

– Lo merece – cruzó los brazos satisfecha

– No digas eso… – Yume estaba preocupada por él, pese a creerlo responsable, no podía simplemente borrar lo que sentía por él

Yuriy se detuvo al darse cuenta que lo miraban, el pelirrojo podía notar la preocupación en Yume, quería decirle que Garland había confesado sobre el cuaderno, sintió que alguien lo empujó al pasar; molesto, estaba a punto de reclamar, cuando vio que era Garland.

– Hola, Yume – sin hacer caso a los demás, Garland llegó directamente a besarla, sabiendo que Yuriy los miraba

Yume se notaba nerviosa y avergonzada ante el beso gracias a las miradas de sorpresa, la pelirroja miraba preocupada a Yuriy en específico.

– No le debes explicaciones a Ivanov después de lo que te hizo – Mitzy trató de alentar a la pelirroja – pero no creo que se sienta cómoda cuando la tratas así – se dirigió a Garland esta vez

Yuriy odiaba en especial tener que ver como era Garland quien la abrazaba y besaba, en especial porque el moreno no la quería.

– No tiene por qué incomodarle, es normal que bese a mi novia –

– ¿Son novios? ¿Por qué no nos contaste Yume? – Takao comentó sorprendido

La pelirroja miró a su pequeño grupo de amigos y a Yuriy, apretó su falda mientras Garland la abrazaba con tal fuerza que en medio del terror que le tenía simplemente asintió en silencio. Escucharon un golpe en los casilleros, voltearon para notar a Yuriy alejándose, cosa que hizo sonreír a Garland antes de agregar.

– Te veré en la salida, hay algo que quiero darte – la besó de nuevo, pero Yume sabía que no sería nada bueno para ella, el moreno se retiró

– Rayos, hoy entregan calificaciones – recordó Takao – espero no venga Hitoshi a regañarnos –

– ¿regañarnos? Yo sí llevo buenas calificaciones – Mitzy le recordó que él era el único en problemas

Los tutores del alumnado comenzaron a llegar durante la última hora de clase, donde los alumnos aprovecharon para ver al familiar que atendió a la reunión, aunque había algunos quienes por lo ocupado que solían estar los padres de los alumnos, quienes eran visitados por el mayordomo o por algún trabajador de sus familias.

Para Kai era normal ser visitado por su abuelo, Soichiro Hiwatari, jefe actual de las empresa trasnacional «Hiwatari enterprises»; Soichiro vigilaba de cerca que su nieto mantuviera excelentes notas en la escuela y nuevamente Kai cumplía las expectativas familiares.

– Muy bien Kai, es bueno ver que das resultados –

Mitzy había ido a donde fue la junta para encontrar a su abuelo, quien se encargó de recibir las notas de sus nietos, vio a Kai de espaldas y se dirigió a saludarlo.

– Ahora dime, ¿por qué me dijeron que tienes novia y que es Kinomiya? – la pregunta puso nervioso a Kai

– Eso no es verdad abuelo – respondió de prisa sin percatarse que Mitzy estaba detrás suyo – jamás hablaría con un Kinomiya y mucho menos salir con ellos, además no conozco a la chica, sólo sé que es hermana del que está en mi clase – Soichiro lo miraba satisfecho con la respuesta

– Buenas tardes, Hiwatari – la voz de Mitzy sonaba molesta y Kai se puso nervioso al escucharla llamarlo por su apellido

Mitzy lo pasó de largo altiva sin darle importancia a Kai, Soichiro volteó a ver a la chica que saludó a su nieto y por unos instantes sintió como si estuviera en un sueño al ver su heterocromía.

– ¿Naru? – Soichiro tocó el hombro de Mitzy

La chica lo miró seria y molesta, ya no sólo por las palabras de Kai.

– ¡Hola, Ichi! – Soichiro sintió que su sangre hervía al escuchar esa voz que recordaba con odio

– Kinomiya… – respondió viendo como Mitzy se paró a su lado junto a otro chico cuya apariencia le generó malos recuerdos – ¡no me digas así! ¡Te he dicho mil veces que no puedes hablarme así! –

El abuelo Kinomiya comenzó a reír soltando una carcajada con travesura

– Vamos, por los viejos tiempos – mostraba una gran sonrisa – Tatsuya no pudo venir y veo que Susumu tampoco, es una lástima, pero te presento a mis nietos – Soichiro lo miraba aún más enojado – aunque veo que ya conociste a mi bella nieta, Mitzy, son idénticas, ¿no crees? –

Aunque el abuelo de Mitzy y Takao mostraba una gran sonrisa, el abuelo de Kai estaba furioso; miró a Mitzy, era verdad, eran idénticas. Soichiro dio media vuelta sin decir nada y se retiró.

– ¿Qué pasó abuelo? – Preguntó Takao al ver al señor retirarse enojado

– No se preocupen, vamos – miró en dirección a donde desapareció el abuelo de Kai – imagino te sorprendiste, Ichi – pensó con una sonrisa un tanto melancólica

Al subir a la limusina, Soichiro Hiwatari sacó una fotografía que siempre llevaba consigo.

– Maldito seas Kinomiya, jamás te perdonaré – una gran tristeza y enojo llegaron a él – ¿por qué tenía que parecerse tanto a ti, Naru? –

Soichiro tocó la imagen en la fotografía donde se mostraban un niño y una niña con una heterocromía casi idéntica a la de Mitzy y los recuerdos comenzaron a llenar su mente…