Después de que Kai acompañó a su abuelo hasta la limusina, volvió para buscar a Mitzy, le preocupaba que lo había llamado por su apellido cuando estuvo con su abuelo, pero no pudo encontrarla, antes de volver al dormitorio, Mitzy y su hermano Takao habían ido a despedir a su abuelo, Ryu.

– Abuelo, ¿por qué ese señor parecía enojado contigo – preguntó el mayor de los dos hermanos algo preocupado

– ¿Y por qué me llamó como a mi abuelita? – agregó Mitzy molesta de recordar los comentarios de Soichiro sobre su familia y a Kai negándola por ser una Kinomiya

– No se preocupen, él siempre ha sido un tanto gruñón – rio un poco en voz alta – pero no es una mala persona – Ryu le sonrió a sus nietos y antes de despedirse agregó – firmé el permiso de ambos, pero si no es lo que quieren avísenme para venir por ustedes – se despidió de ambos con su habitual sonrisa

– ¿cuál permiso? – la pregunta de Mitzy iba dirigida a su hermano, sin alejar la mirada de su abuelo hasta que su auto se perdió en la distancia

– ¿aún no les han avisado? – Takao sonaba sorprendido – falta poco más de un mes, no puedo creer que aún no les hayan avisado nada – Mitzy lo miró con cierta molestia cruzándose de brazos

– Explícate – sonaba molesta

– Cada año, cuando termina el año y tenemos vacaciones de verano, tenemos la opción de volver dos semanas a casa o de tener permiso, podemos asistir a la salida que organiza el internado para todos los grados del instituto durante esas fechas, cada año el destino suele ser diferente –

Mientras ambos hermanos volvían hacia los dormitorios, Takao contó a su hermana un poco sobre su viaje del año anterior, Mitzy cortó la historia de su hermano para entrar al dormitorio al llegar a la fuente y notar a Kai en la distancia. Mitzy sentía una mezcla de emociones, por un lado, estaba su curiosidad y emoción por lo que contó Takao sobre el viaje, por otro seguía incómoda de que un extraño la hubiera llamado como a su abuelita después de expresarse tan mal de su familia y encima de todo, estaba enojada con Kai al recordar como negó su relación frente al mismo extraño; llegó a su habitación dispuesta a contarle a Yume, pero eso tuvo que esperar, pues Yume no estaba en los dormitorios.

Entre el ir y venir de los tutores del alumnado, la pelirroja había tratado de escabullirse fuera del edificio principal antes de que Garland la viera, pues desde el encuentro en los pasillos antes de que iniciaran las clases, temía el por qué el moreno había dicho que quería verla después de clases.

– ¿se puede saber a dónde vas, Yume? – la pelirroja reconoció con terror la voz detrás de ella

– Ga… Garland… – apenas pudo hablar al voltear a verlo, su cuerpo temblaba de miedo

– Vamos, tenemos que ocuparnos de algo importante – la tomó de la mano y su mirada le hizo saber a la pelirroja que debía aparentar como si fueran una pareja normal de novios

El moreno la sacó del edificio principal, Yuriy los vio, pensó en seguirlos pero no deseaba complicar más las cosas con Garland para Yume, así que desistió de la idea; el moreno se llevó a la chica al callejón cerrado por donde sacaban la basura del internado, el cual estaba entre la biblioteca y los dormitorios , se aseguró que no los vieran entrar y una vez allí, como solía hacerlo, se aseguró que el basurero los tapara a ambos por si a alguien se le ocurría asomarse, con lo que Yume corroboró que lo que sucedería no acabaría bien para ella

– bien Yume, ¿sabes por qué te traje aquí? – por fin Garland rompió el silencio apenas quedaron detrás del basurero, la pelirroja negó en silencio moviendo la cabeza – a veces me sorprende tu nivel de estupidez, Arakawa –

Pese a que el moreno hablaba con un tono tranquilo, Yume pudo saber que algo no estaba bien

– No entiendo cuál era tu propósito desobedeciendo así, pero «esto» no se puede quedar así – Garland sacó la hoja con sus notas y la obligó a mirar las calificaciones mientras la sujetaba del cabello – esto es culpa tuya maldita – Yume leyó las notas del moreno, eran excelentes, pero sólo una materia tenía un puntaje ligeramente menor

– perdón… – la pelirroja no sabía realmente por qué se estaba disculpando

– ¿crees que tu estúpida disculpa cambiará mi nota? – Garland sonaba bastante enojado – debió ser excelente como las otras – guardó sus notas – pero tú – la agarró con fuerza del cabello alzando el rostro de Yume haciéndola mirarlo a la cara – tenías que «olvidar» hacer mi trabajo –

La pelirroja recordó la vez que olvidó hacer la tarea de Garland y los golpes que recibió, antes de poder intentar disculparse sabía que el moreno no tendría piedad alguna con ella; en efecto antes de poder articular una palabra, cuando emitió el primer sonido tratando de disculparse, Garland le dio un fuerte golpe en el estómago, Yume trató de no reaccionar aceptando su castigo por «no haber obedecido» y algunas lágrimas silenciosas brotaron antes de la lluvia de golpes que cayó en su cuerpo, pero ninguno en zonas visibles.

– Y bien, ¿cómo piensas compensarme por lo que causaste? – le dijo después de darle una fuerte patada en un costado, causando que la pelirroja apenas pudiera mantenerse en pie sin mucho éxito, quedando de rodillas frente a él – ¡respóndeme! – gritó levantando su mano a punto de soltarle una bofetada

Sin perder el tiempo y sin pensarlo, Yume, quien ya estaba condicionada gracias a los maltratos del moreno, apenas vio la mano de Garland levantarse con intención de abofetearla, desabrochó tan rápido como pudo la blusa de su uniforme; Garland sonrió al verla desesperada tratando de quitarse la blusa.

– eres una zorra, Arakawa – comenzó a hablar mientras entre sollozos Yume empezaba a retirarse el sostén – ¿no te gustaría que alguien nos viera mientras me ofreces tu asqueroso cuerpo? – mientras hacía su pregunta, la pelirroja había comenzado a bajar la ropa del moreno para descubrir su miembro el cual aún no tenía el valor de mirar – ¿qué estás esperando zorra? – se acercó más a la pelirroja – ¡haz lo que estabas pensando! – puso su miembro frente al rostro de la chica – ¿o prefieres que termine lo que estaba haciendo? –

Garland no pudo ocultar la satisfacción en su rostro cuando gracias al miedo de pensar en más golpes, Yume sujetó el pene de Garland para empezar a darle un oral a la par que lo masturbaba poniéndolo entre sus pechos. Gracias a que la obligaba a hacerlo con cierta regularidad, Yume estaba aprendiendo a complacerlo, cuando Garland no sentía placer forzaba el movimiento mientras la regañaba diciéndole exactamente qué y cómo hacerlo.

Yume no tardó mucho en lograr que Garland tuviera una erección, soltando un ocasional gemido mientras le ordenaba continuar así, acompañado de los sonidos de succión de la pelirroja, quien ya comenzaba a escurrir saliva de su boca. Yume se percató que Garland estaba listo para eyacular y al masajear sus testículos sabía que «la carga» que le daría el moreno sería grande, trataba de mentalizarse para la peor parte, que era cuando el moreno la empujaba ahogándola con su pene mientras la obligaba a beber todo su semen hasta que terminaba de eyacular.

– has mejorado – soltó un pequeño gemido – eres una maldita zorra – gemía de nuevo – me desobedeces para poder hacer esto ¿no es así? – Garland empezó a moverse con brusquedad en la boca de la pelirroja sin importarle que ella estuviera casi ahogándose, siguió así por un rato hasta que la empujó con fuerza forzando su pene hasta lo profundo de la garganta de Yume para eyacular dentro de ella y obligarla a beberlo todo.

– en verdad mejoraste, esta vez no desperdiciaste nada – la miraba tratar de tomar aire con una sonrisa de superioridad – quizá mereces una pequeña recompensa – la voz y el rostro de Garland espantaron a Yume, olvidándose del sabor en su boca

– ¿qué haces? Espera por favor… – la voz baja y suave suplicaba piedad mientras el moreno la hizo callar tapando su boca con una mano mientras empezó a succionar y morder con agresividad los senos de Yume – hmm, ¡hmm! –

Yume no podía hablar y empezó a forcejear, ganando una mordida en su pezón que la hizo empezar a llorar, pero dejó de hacerlo.

– así me gusta más – Garland succionó el pezón de Yume – no deberías preocuparte tanto, hoy haré que te sientas bien –

La mano libre de Garland empezó a tocar la pantaleta de la pelirroja, quien negaba con la cabeza llorando aún con la boca tapada

– parece que alguien está mintiendo – sonrió al sentir lo húmedo de la prenda – me suplicas que no lo haga pero tu cuerpo lo desea – le retiró la pantaleta – será mejor que te relajes, no irás a ningún lado hasta que termine contigo – Yume lloró más cuando empezó a sentir como el moreno tocaba su zona íntima

Garland comenzó a masturbar por primera vez a Yume, entre más forcejeaba y trataba de quejarse, más la tocaba. La satisfacción del moreno creció cuando al empezar a «jugar» un poco con el clitoris de la chica, aún mientras seguía tratando de suplicar que se detuviera, la pelirroja comenzaba a tener pequeños espasmos.

– escucha Arakawa – Garland se acercó a susurrarle al oído – tienes dos opciones, guardar silencio y obedecerme para que te sientas bien con esta pequeña recompensa – el moreno empezó a mover más sus dedos para que el sonido de humedad aumentara – o seguirte negando para hacerle a este lugar – apretó con fuerza la vagina de la pelirroja – lo que le hice a tu boca – Yume lo miró con horror tratando de negar con la cabeza – soltaré tu boca y si guardas silencio tendrás tu recompensa, pero si intentas gritar… – le sonrió de forma perversa mientras destapó lentamente la boca de Yume

La pelirroja no gritó ni habló mientras el moreno la siguió masturbando, Yume empezó a sentir extraño su cuerpo mientras Garland la tocaba también en sus pechos, pese a tratar de no hacer ruido por el miedo a la amenaza, la pelirroja no pudo controlar un par de gemidos que hicieron sonreír al moreno mientras ella tapó su boca preocupada. La boca de Garland subió hasta el cuello de Yume, donde primero mordió causándole dolor y luego siguió succionando la zona de la mordida.

El moreno al ver a la pelirroja sufriendo al no entender por qué su cuerpo estaba tan estimulado, susurró al oído de Yume

– escucha estúpida, considera esto una advertencia, te daré otra oportunidad para que me obedezcas como se debe o para la próxima vez que estemos aquí – se acomodó frente a Yume y frotó su pene, que nuevamente estaba erecto, sobre la vagina de la chica – lo pondré en este lugar, ¿entiendes? –

Yume asintió preocupada y suplicando en su interior que el moreno no le hiciera nada; aquel roce del miembro del chico se sentía extraño, Garland disfrutó verla con la respiración agitada, lubricada y llorando tratando de silenciar sus gemidos.

Yume no lo sabía, pero Garland planeaba hacerle lo mismo hasta que fuera ella quien le suplicara tener relaciones. El moreno pellizcó el clitoris de Yume para ver con satisfacción como la pelirroja se obligó a no gritar tapando su boca y para sorpresa de Yume, Garland eyaculó sobre ella mientras siguió frotándose contra su vagina, «bañando» el cuerpo de la chica de semen y manchando en el proceso la falda de la pelirroja.

– mira nada más lo que hiciste – el moreno agarró la blusa de Yume y empezó a limpiar su mano con ella para lanzarla al basurero – y mira esto – agarró la pantaleta de la pelirroja para limpiar su pene

Yume miraba a Garland ensuciar su uniforme y ropa interior mientras lloraba sin poderse levantar aún del piso, quería pedirle que se detuviera, pero apenas cruzó la mirada con él, la sonrisa que esbozó Garland la asustó

– recuerda que no puedes decir nada sobre esto – tocó el cuello de Yume, lo cual le causó dolor sin saber por qué – imagina que alguien vea el regalo que te dejé aquí – apretó el cuello de la chica causándole más dolor – pero cuidado y vuelvas a contar lo que hice contigo – sujetó con fuerza el cabello de Yume y la obligó a levantarse – imagino que deseas irte, ¿no es así? – le sonrió – anda toma tu ropa para que puedas irte – la obligó a buscar su blusa y sostén en el basurero sin dejarla ponerse su pantaleta, cuando se vistió trató de pedir la prenda faltante – oh, cierto, te falta esto – pisó la pantaleta frotándola con su pie contra el suelo – anda, póntela – pateó la prenda hacia ella

Yume se acercó retraída y temerosa para levantar su pantaleta ya no deseaba ponérsela, pero Garland la miraba esperando, dudó un segundo, pero supo que tenía que hacerlo

– ahora, recuerda que deberás obedecerme para que no pase nada más – le sonrió de forma perversa y sin agregar más saltó con agilidad la barda para retirarse

La pelirroja cerró el basurero para subir en él y tratar de saltar hacia la biblioteca, con trabajo logró alcanzar la barda, pero sabía que no tenía la fuerza para saltar, después de tres intentos para salir, finalmente logró subir a la barda sólo para quedarse inmóvil, pues el salto a la biblioteca era demasiado alto para ella. Yume dudó un instante y se acomodó sentándose en la barda, seguro así sería más fácil bajar, se preparó para dejarse caer en aquel salto.

– ¿qué estás haciendo? – Yume se congeló cuando vio al pelirrojo y trató de volver al lado del basurero resbalando y cayendo

Yuriy quien había recibido una nota durante las clases de parte de Takao para verlo en la biblioteca después de la entrega de notas, logró evitar que Yume se lastimara al caer. Fue ahí que llegó Takao para ver a Yume con el uniforme sucio sobre Yuriy

– ¿qué estás haciendo Ivanov? – gritó mientras se acercó preocupado para separar a la pelirroja, quien se veía bastante asustada – ¿para eso me llamaste? – mostró la nota firmada por Yuriy

El pelirrojo se incorporó para tratar de decir que fue Takao quien lo mandó llamar, cuando escuchó a Takao

– Carajo Ivanov, Yume tiene novio, deja que vea lo que le hiciste a su cuello – Yume empezó a llorar al ver la reacción del pelirrojo al notar la mordida y chupetón en el cuello de la chica

– basta Takao – Yume se escondió detrás de él – no digas nada, por favor, sólo quiero volver a los dormitorios –

Takao miró enojado al pelirrojo y se llevó a la chica abrazada mientras ella lloraba, Yuriy supo que aquel encuentro no fue una coincidencia, pero sin estar seguro de lo que había sucedido, decidió volver a su habitación.

– ¿estás segura que no quieres hablar con los profesores? Mira cómo te dejó Ivanov – Takao alentaba a Yume a no temerle al pelirrojo y acusar su mal comportamiento a las autoridades del instituto

– No, por favor no insistas – lo miró suplicante a los ojos – y por favor, prométeme que no le contarás a nadie – Takao la miraba con duda – por favor – la voz de Yume se quebró

– está bien, está bien, pero si vuelve a intentar hacerte algo le contaré a los prefectos – Yume le intentó sonreír antes de entrar a los dormitorios, deseaba bañarse para tratar de lavarse la sensación de Garland tocándola y esconderse en su cama

Pero la pelirroja jamás esperó encontrar a Mitzy llorando en el cuarto, se veía bastante furiosa, nunca la había visto así y no sabía qué hacer, cuando al retroceder chocó con la pared, anunciando su presencia.

– ¿Yume? – Mitzy trataba de controlarse al notar el estado de la pelirroja

– ¿qué pasó? – ambas preguntaron al mismo tiempo

– estás llorando – Yume se acercó tratando de olvidar sus problemas – ¿pasó algo? – Mitzy la miraba y antes de preguntar lo mismo la pelirroja agregó – estoy bien, sólo tropecé – trató de sonreírle

– Hiwatari… – Yume no esperó aquel abrazo por parte de Mitzy – me negó, dijo que no me conocía y que era mentira que éramos novios – Yume no sabía qué hacer para hacerla sentir mejor

– no estés triste, quizá tiene una expli… –

– ¡no estoy triste, estoy furiosa con ese… ese…! – las palabras no salieron de Mitzy y la exclamación espantó a Yume – no puedo creer que me haya engañado así… ¡lo detesto! – empezó a pegar a la cama usando la almohada antes de llorar de nuevo

Yume trató de consolarla, la dejó llorar y escuchó todo lo que dijo sobre Kai, lo bueno y lo malo hasta que logró calmarse un poco

– graci… – la mirada de Mitzy cambió al mirar con atención a la pelirroja – vaya, parece que tu novio estuvo presente en «tu caída» – la miró con cierta travesura haciendo referencia al cuello de Yume

– n… no… no es… – la pelirroja se puso demasiado nerviosa, temía que Mitzy descubriera lo que había pasado y Garland cumpliera su amenaza

– No tiene nada de malo que pases un buen rato con tu novio, pero deben tener cuidado o podrían meterse en problemas con los profesores – Yume no dijo nada

La pelirroja al ver a Mitzy más tranquila se excusó para irse a bañar, donde resguardada bajo el sonido de la regadera se permitió llorar por el miedo y del dolor que sentía por los golpes y las mordidas. Volvió completamente cubierta para esconderse en la cama mientras escuchaba a Mitzy sobre lo equivocada que había estado con Kai

En el dormitorio de varones, apenas volvió Takao, quien estaba preocupado por Yume y sus nuevas sospechas de que Yuriy la estaba molestando, que cuando Kai lo jaló este se espantó

– ¿Qué te dijo Mitzy? – Kai sonaba un tanto desesperado – ¡carajo, habla Kinomiya! –

– ¿qué te pasa? No he visto a mi hermana desde que nos despedimos del abuelo – Kai se enojó de no tener la información que deseaba y volvió a ignorar a Takao, pero permaneció evidentemente molesto e irritable

En otra parte de los dormitorios, Yuriy volvía molesto de aquel malentendido, pero lo peor era que Yume no había intentado negar nada.

– Ivanov, qué desagradable forma de concluir un día como hoy, conviviendo con un pobre y ratero – lo empujó al entrar

– no soy un ratero – respondió el pelirrojo bastante molesto

– tu expediente dice otra cosa – lo miró con satisfacción al haberlo hecho enojar – bien, más vale no te robes mis cosas mientras me baño – se detuvo antes de salir – necesito quitarme la asquerosidad que me dejó Arakawa – dijo con asco antes de salir

Yuriy se preocupó de pensar que Garland la hubiera molestado

– ¿qué le hiciste? – apenas Garland volvió a la habitación, Yuriy lo encaró

– tranquilo, hice lo que todos los novios hacen con su pareja – se quitó la toalla de las caderas para empezar a vestirse – aunque ha mejorado, su existencia me repudia y tocarla me da asco – Yuriy se enojó con el comentario

– entonces déjala en paz – respondió remarcando la obviedad de la solución

– en verdad eres estúpido, Ivanov – remarcó con burla mientras terminó de vestirse – creí haberte dejado claro que esa cosa me pertenece y es mi obligación hacer que conozca su lugar – giró en dirección a Yuriy – así como tú debes aprender el tuyo y mostrarme respeto, maldito pordiosero – el comentario logró su cometido, enfurecer al pelirrojo – aunque admito que lo único que esa estúpida tiene de bueno, es que aprendió a darme placer con esos pechos grandes que tiene – salió a la pequeña sala de estar riendo de su comentario y de la evidente frustración de Yuriy.

El pelirrojo no permitiría que lo manipulara a su antojo, pero para librarse de Garland tenía que pensar en algo que a su vez lograra que el moreno dejara de molestar a Yume; más porque cada día era más difícil mantenerse tranquilo ante las provocaciones de Garland. Al llegar la noche los alumnos se preparaban para ir a dormir.

– Yume… – la menor de los Kinomiya rompió el silencio en la obscuridad después de haber apagado la luz – me alegra que expulsaran a Emily, era por ella que no querías ser mi amiga, ¿verdad? – Mitzy no pudo ver a Yume negando con la cabeza en su cama y sólo escuchó una disculpa triste – no tienes que pedir perdón por eso, aún me molesta que le creí a Ivanov cuando me dijo que Garland te estaba molestando – Yume empezó a temblar asustada tratando de no hacer ruido al llorar – ese maldito me dijo cosas horribles de tu novio y pensar que es él quien te molesta, deberías contarle a tu novio, seguramente pone a ese Ivanov en su lugar – Yume no pudo ocultar bien su sollozo – ¿estás llorando? – se acercó a ella – no te preocupes, Ivanov ya no puede hacerte nada, nosotros te cuidaremos y además, tienes a Garland –

Yume lloraba tratando de ya no hacerlo, si tan sólo pudiera explicar lo equivocada que estaba a su amiga y que era "su novio" quien la torturaba, aunque aún dolía mucho lo que Yuriy le había hecho a sus dibujos, pero en secreto, no podía dejar de pensar en él…

En la semana finalmente llegó el aviso del que habló Takao, el viaje de verano para los alumnos del instituto. Ese año el destino sería la playa, viajarían a Santander, España. Mientras explicaban sobre el destino, los alumnos de primero estaban más emocionados al ser su primer viaje. Se les dieron las reglas y condiciones para poder ir, además del permiso firmado, ningún alumno se quedaría en el plantel, pues era la época del año en la que se realizaban todo tipo de trabajos de mantenimiento en las instalaciones, si algún alumno no asistía al viaje, debía volver a casa.

Mientras sus compañeros se emocionaron, la pelirroja se preguntaba si eso significaba que iría a ver a su padre, pues dudaba que le permitiera irse de viaje, recordó cada verano volviendo a casa para atender a la familia de su padre desde que se volvió a casar, los regaños e insultos eran habituales para ella. El profesor la sacó de sus pensamientos cuando la mandó a llamar junto con Ivanov a la dirección, ganando la atención de todo el salón.

Ambos caminaron detrás del profesor en silencio, iban pensando en que quizá Garland los había metido en algún nuevo problema; Yuriy pensó un momento, él no podía tener permiso para el viaje, no había quién firmara y Yume… el pelirrojo recordó aquella visita del padre de la pelirroja, ¿podría ser que se haría una excepción y que ambos se quedarían solos en la escuela? Sin darse cuenta, Yuriy empezó a imaginar aquella posibilidad de estar solos y al fin poder aclarar las cosas con ella, hasta que llegaron a dirección y su mente volvió a la realidad.

Primero pasó Yuriy, en efecto no tenía padres responsables de firmar su permiso, pero la responsable del pelirrojo, la presidenta de un centro para niños, fue quien evitó que Yuriy tuviera problemas legales al ser descubierto robando. En el centro el pelirrojo se había esmerado en sus estudios y fue que le consiguieron la beca; Yuriy Ivanov tenía permiso de ir al viaje, pero se le recordó que su estadía en la escuela seguiría dependiendo de su conducta y sus notas, le emocionó un poco la idea de un viaje, pues sería la primera vez en su vida que haría uno; al salir y ver a Yume le preocupó lo que le dirían a ella, pues nadie olvidaba las horribles palabras que le dijo su padre, quería decirle algo, pero fue enviado de vuelta al aula.

Yume creyó que la llamaron para mandarla a casa y como cada año pasaría sus vacaciones de verano bajo los regaños e insultos de su padre, pero su sorpresa fue que tenía permiso para ir; sin embargo no iría por ser una estudiante modelo, le explicaron que su padre otorgó un poder a la escuela para tomar cualquier decisión sobre ella, incluido el permiso del viaje pues el señor se negaba a verla o saber de ella y gracias a los trabajos que se harían en el internado, la chica no podía quedarse, agradeció la atención y se retiró triste para volver a sus clases mientras asimilaba que todo apuntaba a que no vería a su única familia por mucho tiempo.

Como era de esperarse, el anuncio del viaje había causado gran emoción en el alumnado, un viaje sin sus padres (pero supervisados por un sinfín de prefectos), definitivamente sería un gran viaje.

– ¿Ya les avisaron? ¿Ya les avisaron? – Takao llegó corriendo emocionado a buscar a Mitzy y a Yume a su salón

– Deja de gritar, ya sabemos que iremos a la playa – su hermana sonaba bastante irritada

– No sé de quién heredaste ese carácter – con un puchero Takao se quejó del tono de su hermana

– Mitzy… – la voz interrumpió la pequeña discusión entre hermanos – ¿podemos hablar… a solas? –

– disculpa no te conozco, Takao, ¿me presentas a tu compañero de clases? – Mitzy miraba a Kai con desprecio

– ¿de qué hablas, Mitzy? – Takao no entendió el porqué del comentario

– ¿Estás enojada? – la pregunta de Kai hizo hervir la sangre de Mitzy

– ¡Vámonos! – agarró el brazo de su hermano y la pelirroja para jalarlos y alejarse

– espera, ¿por qué estás enojada? –

Mitzy se detuvo, cosa que agradecieron ambos pues apenas pudieron seguirle el paso cuando los jaló; la chica respiró hondo para decirle las últimas palabras que tenía intención de dirigirle.

– Escucha Hiwatari, fuiste muy claro, no tienes novia y no quieres tener nada que ver con mi familia, así que no te vuelvas a acercar –

Mitzy continuó su paso llevando a ambos chicos, Yume la miraba pues sabía que lo que hizo Kai la había lastimado y Takao trataba de entender lo que había pasado si no había forma de separar a su hermana de Kai.

Mientras vio a Mitzy alejarse, un sentimiento de impotencia llegó a Kai, por complacer a su abuelo diciéndole lo que esperaba de él, su preciada Mitzy ahora lo detestaba y había terminado con él.

Kai escuchó que alguien aclaró su garganta, evidentemente quería dejar saber que estaba ahí, Kai volteó para encontrar a Yuriy, quien sin duda había escuchado lo sucedido, no intercambiaron palabras y Kai se retiró en silencio tratando de no mostrar cómo se sentía realmente ante lo sucedido con Mitzy.

– ¿Qué rayos fue eso? – Takao se soltó de su hermana quien los seguía llevando a toda prisa – creí que eras inseparable de Kai – aquellas palabras ganaron la mirada furiosa de su hermana

– No creo que Mitzy quiera hablar de eso – la voz de la pelirroja sonó casi como un susurro

– ¿Ella sabe y yo no? – Yume se retrajo al escuchar a Takao – ¡soy tu hermano! –

– ¡ya cállate! –

Aunque su hermano se molestó con los modos de su hermana, se dio cuenta que Mitzy trataba de no llorar, la alejó del paso de los estudiantes y fueron hacia los campos del internado

Una vez lejos de todos, Mitzy contó a su hermano lo sucedido, estaba tan enojada con él, en especial porque su familia había aceptado la relación pese a las quejas de Hitoshi, incluso su abuelo y su padre parecían felices de que estuviera con el hijo de la familia Hiwatari, pero no sólo escuchó como la familia de Kai despreciaba a la suya, Kai había negado completamente su relación diciendo que no tenía deseo alguno de mezclarse con un Kinomiya.

– creí que me amaba… – Mitzy se quedó en silencio sin demostrar realmente cuánto le afectaba la situación

– No dejaré que esto se quede así, iré a buscarlo y… – Yume se asustó al ver a Takao que usualmente era alegre y sonriente, completamente enojado

– No, ya déjalo, se terminó… – sin decir nada y sin saber qué hacer para ayudar, Yume acercó un pañuelo de tela a la chica, quien lo aceptó, pero no lo usó, Mitzy Kinomiya jamás lloraba frente a las personas

Después de que Mitzy se calmó un poco y se sintió mejor, los tres volvieron, donde los hermanos Kinomiya avistaron a Garland mientras Yume iba caminando despacio sumergida en su mundo mirando sus pies al caminar (para no caer)

– Hola, Garland – escuchar a Takao decir el nombre del moreno hizo voltear al instante a la pelirroja

– Ahí estabas – Garland se acercó a abrazar a Yume – te estaba buscando

– pe… perdón… – la pelirroja se disculpó con miedo

– vamos, no tienes por qué avergonzarte que te abrace tu novio – Mitzy trataba de hacerle ver que no había nada de malo – pero deberías cuidarla mejor – Mitzy se dirigió en un tono serio al moreno – ese… – noto la mirada suplicante de Yume, quien sintió como Garland la apretó con fuerza, comenzaba a lastimarla – hay un chico que la está molestando – Mitzy se cruzó de brazos y cambió sus palabras para no mencionar al pelirrojo

– ¿por qué no me habías dicho? – Garland puso a Yume frente a él sujetándola de la barbilla, mostrando un gesto que haría un buen novio – dime quién es y me encargaré de él –

Yume se puso demasiado nerviosa y no pudo evitar comenzar a temblar, evidentemente el moreno sabía que hablaban de él, pero acreditaban su acoso a la pelirroja a otra persona

– No tengas miedo – Takao notó que la chica temblaba – yo tampoco dejaré que te vuelva a molestar ese… – se detuvo antes de decir el nombre – te dejaremos a solas con tu novio, seguro te sentirás más segura con él –

Garland se llevó a Yume, esta vez a la parte trasera de las bodegas de los talleres, cerca del estacionamiento.

– vaya, así que alguien te está molestando – sonrió al verla nerviosa – y por la reacción de tus amigos, imagino que lo conozco, ¿no es así? – la pelirroja asintió en silencio – y bien, ¿qué esperas? – la agarró con fuerza levantando su barbilla – dime su nombre, maldita zorra –

– I… – tenía miedo de hablar, cuando recibió un golpe al estómago

– ¡Habla! – la azotó contra la pared

– Ivanov, creen que Ivanov me está molestando… – respondió apurada tratando de cubrirse ante algún posible golpe y empezó a llorar sintiendo culpa de acusar al pelirrojo

Garland no ocultó su satisfacción y comenzó a reír, eso no podría ser mejor para él, ahora nadie creería lo que Yuriy dijera si se le ocurría tratar de contarle a los amigos de Yume la verdad

– Así que tu querido pelirrojo te está molestando… – uso un tono denotando una sorpresa falsa – quizá debería hacer algo como quieren tus amigos, ¿no crees? –

– No, por favor, no he dicho nada y… –

– ¿aún lo defiendes? – volteó a ver con interés a la chica

– no me ha hecho nada, no sería justo… – antes de terminar lo que decía, Garland la sujetó del cabello y la lanzó al piso

– ¿insinúas algo? – se puso de cuclillas al lado de la chica alzando un poco su cabeza jalándole el cabello

– No, pero… –

– escúchame perra, si te atreves a decirle a tus queridos amigos que él no es responsable, haré que te arrepientas – la levantó sin cuidado

– pero Takao cree que me hizo cosas horribles – Yume se tapó la boca tratando de borrar el hecho de haber contrariado a Garland cuando su orden fue otra

La pelirroja levantó despacio su rostro para buscar con miedo el del moreno, la miraba molesto, su cuerpo temblaba demasiado con la incertidumbre de cuál sería su castigo. Garland mostró una ligera sonrisa de satisfacción, antes de que la pelirroja pudiera decir o hacer algo un fuerte dolor cerca del hígado, al instante perdió el aire y cayó de rodillas, algunas lágrimas del dolor brotaron cuando la rodilla del moreno se posó contra su cuello atrapándola contra la pared.

– nunca vuelvas a llevarme la contraria o te romperé un brazo, ¿entendiste? – Yume no podía hablar por la falta de aire – ¡¿entendiste?! – le gritó de nuevo y la chica con trabajo pudo asentir en silencio

El moreno se fue dejándola en el suelo, Yume intentó ignorar el dolor pero era demasiado, se quedó inmóvil hasta que su cuerpo pudo reaccionar y aprovechó aquel momento en soledad para permitirse llorar pero trató de no hacer ruido; cuando se sintió mejor se levantó despacio y caminó de vuelta a los dormitorios tratando de aparentar que no había pasado nada, se mentalizó antes de entrar a la habitación donde encontró a Mitzy leyendo en la cama, la saludó cabizbaja excusándose en que aún le avergonzaba que la vieran "tener novio"

La semana pasó con encuentros incómodos entre Kai y Mitzy, pues el chico insistió en hablar con ella hasta que le gritó que la dejara en paz, con ello el ahora grupo de tres se preparaba para dirigirse al taller como cada fin de semana, Takao y Yume esperaron sentados en la fuente hasta que Mitzy estuvo lista.

Por su parte el pelirrojo llegó temprano a ver a Cloud y Boris, explicó lo sucedido sin revelar que sabía de quien de trataba, pues sentía que Boris era impulsivo y podría complicar más las cosas.

– ¡Ey, Garland! – Takao saludó con emoción al moreno sin notar la reacción en la pelirroja – iremos a la ciudad a ver a los amigos de Yume, ¿no quieres venir con nosotros? –

El moreno no deseaba relacionarse con los hermanos Kinomiya y tampoco tenía interés en los amigos de la ciudad, pero recordando a quien llevó a Yume en moto, quizá podría usarlo para su ventaja, así que aceptó de mala gana fingiendo que estaba bien. Mitzy salió usando un vestido negro con escote y algo ajustado, su hermano no dijo nada y fueron hacia el taller.

– Entonces quien molesta a la pequeña en verdad es alguien de cuidado, carajo, si lo llego a ver lo golpearé –

El platinado pegó con su puño en la palma de su mano, Yuriy supo que efectivamente era mejor mantenerlo fuera del asunto.

– ¿Pero qué carajos estás haciendo aquí, Ivanov? – el reclamo de Mitzy hizo voltear a los tres chicos

Yume se preocupó al ver al pelirrojo, quien sintió una gran ira en su cuerpo al ver a Garland acompañando a Yume y su mirada no pudo ocultar su odio

– No tienes nada que hacer aquí después de todo lo que le has hecho a Yume, ¡lárgate! –

La pelirroja se preocupó al ver como culpaban a Yuriy cuando él no era el responsable

– espera Mitzy, Iva… – Garland la abrazó recordándole que no debía desmentir a sus amigos

– vaya, ¿Ivanov es quien molesta a mi novia? – Garland se acercó mostrando cierta victoria y sus palabras causaron duda en Boris, pues estaba seguro que Yume gustaba del pelirrojo

– será mejor que no venga un tiempo – Yuriy se dirigió a Cloud y Boris

– será mejor que no te vea cerca de Yume o tendré que ponerte en tu lugar, así que déjala en paz – las palabras de Garland hicieron enfurecer a Yuriy, trató de ignorarlo y se marchó, tenía que buscar la manera de desmentirlo

– ¿no fue algo exagerado correr al rojito? – Boris no entendía lo que pasaba

– Mitzy… – Cloud no pudo ignorar la ausencia de Kai – veo que hoy no vino tu novio… –

– Hiwatari no es mi novio – respondió enojada

Apenas entraron al taller para contar lo sucedido, Garland no tardó en hacer comentarios despectivos al aire sobre el lugar mirando todo con asco, pero el relato de Takao sobre lo que hizo Kai se ganó la atención incluso del mismo Garland.

– … y fue así como mi hermana terminó con Kai –

Boris se había aburrido a medio relato y Yume se había dado cuenta que Cloud alejó a Mitzy cuando ella se puso mal al recordar lo sucedido, pero no quería interrumpir a Takao quien contaba todo con emoción y detalles

– ¿está es la gente con la que te juntas? – Garland sonaba harto

– para ser novio de la pequeña eres demasiado especial – Boris lo miraba con cierto desagrado

– no tengo por qué justificar nada ante un gato como tú –

– ¿qué dijiste? – Boris estaba dispuesto a golpearlo, pero Yume trató de calmarlo

– No peleen por favor… – miraba algo triste y preocupada a Boris – perdón por… –

– No le debes explicaciones a este tipo – Garland jaló a Yume fuera del lugar, pero alcanzaron a escuchar – ni siquiera deberías acercarte a gente como esa –

– será novio de la pequeña, pero es odioso –

– Bueno, mi hermana no está y Yume está con su novio, estamos solos – Takao besó a Boris, quien cerró el taller para llevar al chico a su casa, lo acababan de hacer enojar y necesitaba una buena forma de relajarse

Garland llevó a Yume lejos de la vista de las personas que pasaban, cosa que le hizo saber que no acabaría bien para ella.

– Escúchame bien maldita, jamás vuelvas a invitarme con esa gente que llamas amigos – Garland empezó a golpearla – además te dije que no negarías nada sobre Ivanov – soltó una patada al estómago de la pelirroja, quien estaba en el piso – creo que debes compensarme como se debe –

Garland la arrodilló dejándole saber lo que esperaba que hiciera, Yume estaba llorando

– ¿qué esperas maldita zorra? – Yume se apresuró a asumir su posición usual para complacer al moreno – así me gusta más – Garland finalmente había logrado que Yume le diera placer la mayoría de las veces – ya que has mejorado te contaré un secreto, no tenías permiso para ir al viaje igual que Ivanov, pero gracias a mí no se podrán quedar solos – forzó su miembro en la boca de Yume y se movió con rudeza hasta eyacular sin importarle que ella se ahogaba – no iba a permitir que estuvieran solos, además, tengo una sorpresa para ti, cuando estemos en el viaje – tocó la entrepierna de la pelirroja – será cuando te enseñe la verdadera diversión y más te vale colaborar o será más doloroso para ti –

Antes de irse le dio una cachetada a la chica riendo en son de victoria, Yume entre el dolor y el miedo a lo que le esperaba en el viaje que gracias a sus amigos esperaba con ansías, regresó a encerrarse abrazando su cuerpo con miedo a lo que sucedería con ella.

Mientras Takao había empezado el relato de lo sucedido entre Kai y su hermana menor, Cloud puso una mano en el hombro de la chica al notar que le afectaba recordar lo sucedido; Mitzy ahora un poco más triste que enojada, recargó sin pensar su cabeza sobre la mano en su hombro. Conforme avanzó el relato, al notar que nadie les prestaba atención, Cloud tomó la mano de Mitzy y la llevó al espacio que usaban como oficina, donde Cloud dudó si abrazarla, pero Mitzy fue quien lo abrazó y el rubio respondió el gesto.

– Quizá no lo parece, pero todo estará bien – el rubio trataba de consolarla

– No quiero hablar más de él, estoy furiosa por cómo me engañó, es un mentiroso – Mitzy volteó a ver en los ojos del rubio

Cloud al tenerla tan cerca, intentó acercarse para besarla, Mitzy se dio cuenta y esperó los labios del chico.

– Lo siento – Cloud se detuvo – esto no está bien, eres menor… – se separó de la chica y se volteó de espaldas a ella

– No tiene nada de malo – la voz de Mitzy sonaba coqueta – yo también lo deseo… – lo abrazó por la espalda

Las manos de Mitzy tocaron el abdomen del rubio sobre la ropa y lentamente subieron a tocar los pectorales del chico, se dio cuenta que su cuerpo estaba marcado. El rubio pensaba en las consecuencias, pero ella tenía algo, su rostro simplemente no podía ignorarlo, al sentir las delicadas manos tomó su decisión

– Mitzy… – Cloud se giró y sin decir más la besó como no había besado a nadie en mucho, mucho tiempo…

Ambos se perdieron en el beso y las manos del rubio pasaron de la cadera de Mitzy a su espalda baja, Mitzy lejos de negarse, rodeó el cuello de Cloud con sus brazos y el chico la llevó al pequeño sofá, sentándose él y luego sentando a Mitzy sobre sus piernas de espaldas a él.

– ¿puedo seguir? – Cloud buscó consentimiento antes de permitirse dejarse llevar por su deseo

– por supuesto… – lo besó

Las manos de Cloud hábilmente tocaron con gentileza los senos de la chica sobre su vestido, la respiración de Mitzy empezó a agitarse al sentir las grandes manos varoniles apretar suavemente sus pechos. Lentamente una mano empezó a bajar hasta la pierna de la chica, acarició la suave piel descubierta y subió despacio hasta tocar su entrepierna.

Sobre la pantaleta, dos dedos de Cloud tocaron suavemente la zona, un gemido le hizo saber que llegó a su destino, acarició con pequeños círculos el clitoris de Mitzy, quien empezó a gemir y Cloud sin detener su atención a los pechos con una mano y clitoris con la otra, empezó a besarla en el cuello. La cabeza de Mitzy daba vueltas, es cierto que su primera vez con Kai y los encuentros con él siempre fueron increíblemente buenos, pero Cloud la tocaba diferente, como si supiera exactamente como llevarla al siguiente nivel.

«La experiencia hace mucha diferencia» pensó mientras sentía como el placer comenzaba a apoderarse de su cuerpo. Poco a poco los hábiles dedos del rubio humedecieron la pantaleta de Mitzy, lentamente sin detener su ritmo, subió por el cuello de la chica y la giró levemente para poderla besar mejor. La lengua de Cloud invadía cada rincón en la boca de Mitzy, jamás había experimentado un beso como ese.

Dejándose guiar por Cloud, Mitzy no pudo ignorar el bulto rígido en el pantalón de chico, comenzó a abrirlo para ver por primera vez el miembro del rubio. Era tan diferente al de Kai… lo tocó y comenzó a masturbarlo, con sus gemidos, Cloud le hacía saber lo que le gustaba más, no tardó en encontrar la forma de hacerlo sentir bien como él lo estaba haciendo con ella.

Cloud recostó a Mitzy poniéndose sobre ella, bajó el vestido suficiente para mostrar su sujetador, lo desabrochó y disfrutó la vista de aquel par de suaves y grandes senos, cuyos pezones estaban erectos. Los lamió un poco mientras con cuidado retiró la pantaleta húmeda, la mirada de Mitzy lo excitó más, su bello rostro pálido ruborizado en un tono rosado y su respiración agitada. Besó las piernas de la chica mientras las levantó juntas para «forzar» entre ellas su miembro, ambos gemían y Cloud comenzó a moverse despacio, girando ligeramente de lado las caderas de Mitzy, se separó para eyacular sobre sus glúteos.

Cloud la sentó acercándola a la orilla del sofá mientras terminó de desvestirla y desvestirse él también, Mitzy miró admirada el cuerpo definido y marcado del rubio quien se arrodilló frente a ella, abrió un poco sus piernas y empezó a sentir los labios de Cloud besando su vagina, poco a poco fue usando su lengua mientras la sujetaba por los glúteos, Mitzy empezó a hacerse para atrás de forma que su entrepierna quedó en el aire y su cuerpo en el sofá e involuntariamente sus piernas se abrieron para darle mejor acceso a Cloud.

El rubio empezó a lamer la zona mientras con un par de dedos abrió ligeramente los labios de Mitzy, dejando expuesto su clitoris. La lengua de Cloud jugo con el clitoris que estaba erecto, con movimientos rápidos de arriba abajo y mezclando con algunos circulares, enloqueció rápidamente a la chica quien ya estaba completamente recostada teniendo espasmos por el placer, cuando su cuerpo se arqueó involuntariamente, Cloud succionó el clitoris a la par que metió un par de dedos, causando en grito en la chica al hacerla alcanzar un primer orgasmo, el cual mojó la cara de Cloud.

– pe… perdón… – se disculpó avergonzada por haber mojado al chico y Cloud sonrió y se acercó a besarla

– no pasa nada, es bueno ver que te gusta –

Cloud se sentó a su lado y la sujetó de las caderas para guiarla a sentarse sobre él y sin dejarla bajar donde su pene, acarició sus glúteos hasta llegar a su vagina, la cual comenzó a tocar. El sonido de humedad mientras metía y sacaba sus dedos le fascinaba, pero no tanto como sentir el cuerpo de Mitzy rozando contra el suyo mientras ella gemía cerca de su oído.

Los dos dedos de Cloud se movieron como si fueran un par de piernas caminando, tocando y abriendo el interior de Mitzy, la humedad de la zona no tardó en empapar sus dedos y fue cuando supo que la chica estaba lista. Bajó lentamente las caderas de Mitzy hasta rozar con su pene, la chica movió sus caderas haciendo que su vagina frotara contra aquel miembro rígido hasta que la punta entró ligeramente en ella y sin forzar el movimiento y dejando a la gravedad hacer su trabajo, permitió que el rubio finalmente la penetrara, gracias a la lubricación, el miembro entró completamente en un lento y único movimiento, causando un gemido en ambos y un segundo orgasmo para Mitzy.

Cloud la guió a moverse en un ritmo lento y constante, Mitzy jamás había sentido algo igual, aquel miembro salía y entraba hasta lo profundo de su cuerpo y aquel ritmo la excitaba tanto, un trueno la hizo estremecerse al sentir un tercer orgasmo, Cloud deseaba eyacular, pero primero quería llevarla a donde nadie más la había llevado antes.

Con cuidado, cuando Mitzy se recuperó del orgasmo, la acomodó para recostarla sobre el sofá, quedando sobre ella, empezó a moverse con el mismo ritmo uniendo sus manos sobre los pezones de la chica, haciéndola gemir con más intensidad. Gracias a la pose, Cloud entraba a lo profundo del cuerpo de Mitzy, la siguió penetrando aumentando un poco el ritmo, pero esta vez su mano acariciaba el clitoris de la chica, haciéndola gritar y estremecerse de placer, Cloud intercalaba entre tocar los pezones, tocar el clitoris y lamer y succionar los senos de Mitzy, quien no podía creer que algo tan bueno existiera en el mundo, el placer simplemente no tenía comparación.

Cloud empezó a aumentar su ritmo, la abrazó contra él para embestirla con fuerza, la chica sabía lo que estaba por suceder, había llegado el momento en que Cloud liberaría su semilla dentro de ella, ambos estaban tan excitados que no pensaban en nada que no fuera llegar al climax de tan intenso sexo. Cloud aumentó velocidad y fuerza, ambos gritando de placer hasta que finalmente alcanzaron juntos el orgasmo donde Cloud vacío su semen dentro de Mitzy.

La menor de los Kinomiya trataba de recuperar el aliento mientras miraba el techo, se giró boca abajo, trataba de incorporarse cuando las manos de Cloud elevaron sus caderas y lo sintió frotar su pene erecto entre sus glúteos, antes de pensar en que era demasiado pronto, el rubio ya la había penetrado, se recargó sobre ella para besarla sin dejar de moverse.

Esta vez Cloud no perdió el tiempo, sería una sesión más corta, pero más intensa. Soltó fuertes estocadas saliendo casi por completo y penetrándola en un movimiento rápido y con fuerza, Mitzy no podía creer lo que estaba sintiendo, se perdió totalmente en el placer y dejó que Cloud le diera todo lo que estaba dispuesto a darle. Con trabajos Mitzy logró mantener sus caderas en el aire, pues sus brazos habían cedido. Cloud la sujetó de los senos sin perder su ritmo, escucharla gritar de aquella manera lo excitó tanto que aún dentro de ella, la giró en un movimiento que Mitzy no entendió, pero se sintió increíble.

Ahora el rubio estaba sobre ella, hundió su cara entre sus pechos, jugando con sus pezones sin perder velocidad, Cloud la miró a los ojos, se levantó un poco y enroscó sus manos con las de Mitzy, poniéndolas a la altura del rostro de la chica, admiraba la mirada en ella con cada penetración, Mitzy apretó sus dedos en las manos del chico, era hora, ambos estaban listos para un segundo orgasmo mutuo, Cloud apretó sus dedos y aumentó su velocidad y con ello sus gritos hasta que descargó por segunda vez su semen dentro de la menor de los Kinomiya.

La abrazó recostándose a un lado de ella tocando sus pechos, eran grandes para una niña de sólo quince años.

– tendremos que ir a la farmacia por unas pastillas – la besó

– sí pero, ¿puede ser después de que pasemos este fin de semana juntos? No tengo intención de volver esta noche – lo besó de forma seductora – incluso puedes llevarme el lunes en tu moto, te ves tan bien cuando la manejas –

– supongo que puedo mostrarte algunas cosas nuevas – ambos se sonrieron con travesura

En efecto, Mitzy no volvió al internado y Takao se escabulló el domingo a primera hora a buscar a Boris, quien dijo que Cloud le pidió no estar en la casa el domingo, sabía que llevó a alguien, pero el rubio cuidó que Boris no la viera, así Takao tuvo la genial idea de usar el taller para divertirse juntos, convenciéndolo de no abrir el lugar, entraron por la puerta de atrás besándose, Takao tenía más ganas de estar con Boris que de fijarse si alguien los veía.

En el internado, Yume despertó un poco más tarde de lo usual después de quedarse dormida llorando asustada, vio la cama de Mitzy hecha, ¿había dormido tanto que no la escuchó llegar e irse de nuevo? La pelirroja se levantó aún con duda cuando llegó una compañera a tocar su puerta.

– Arakawa, hay un chico de segundo que te busca –

Lo primero que llegó a la mente de la chica fue Kai queriendo saber de Mitzy, se alistó de prisa para bajar, pero cuando se acercó a la puerta pensó en Garland ¿qué otro chico de segundo la buscaría a ella? Se puso nerviosa y sus piernas temblaron, dudó unos segundos antes de salir, pues de ser el moreno si se negaba le costaría caro.

– Hola Yume – la pelirroja no pudo ocultar la sorpresa de ver quién la buscaba

– ¿Sergei? – la pelirroja se acercó sin creer aún que el rubio había vuelto

Después de una pequeña plática casual donde la chica no entró en muchos detalles de lo sucedido ese mes, Sergei finalmente preguntó

– ¿Has visto a Takao? No lo encontré en los dormitorios – el rubio parecía preocupado

– supongo que salió del internado, quizá está en el taller – se quedó pensando en voz alta

– ¿taller? – la pregunta hizo reaccionar a la pelirroja, quien asintió sin agregar más – ¿puedes llevarme? – la idea de salir la asustó, pero Sergei se veía preocupado, así que aceptó acompañarlo

Yume acompañó a Sergei hasta el taller, pero estaba cerrado, la pelirroja se disculpó de haberlo llevado en vano y dijo no saber en dónde podría estar Takao. El rubio le dijo que no tenía de que disculparse y agradeció que lo acompañara, se ofreció a llevarla de vuelta a la escuela, cuando ambos notaron que la puerta de atrás estaba entreabierta, la pelirroja mencionó que quizá estaban por abrir así que se acercaron a ver quién estaba adentro. Al acercarse, escucharon que en efecto había alguien en el taller, pero algo no parecía estar bien. Sergei fue quien entró primero, abriendo con cuidado la puerta, no parecía haber nadie en el área principal y los ruidos provenían de la puerta que estaba a un lado del mostrador. La pelirroja estaba nerviosa, algo no se sentía bien, quizá era por entrar sin avisar, miraba a su alrededor esperando encontrar a Cloud o Boris y disculparse por entrar sin permiso; vio a Sergei abrir la puerta al cuarto al que ella sabía que usaban como oficina.

– ¿¡pero qué carajos significa esto!? – el grito del rubio espantó a Yume

La imagen que vio Sergei al abrir la puerta hizo que su sangre hirviera de coraje al ver a un completo extraño desnudo sobre su novio, quien no parecía oponer resistencia alguna a lo que le estaban haciendo. Antes de poder preguntarle al rubio qué estaba pasando, Sergei entró insultando cuando se asomó, encontró al rubio golpeando a Boris, Takao lloraba pidiendo que se detuviera, pero la pelirroja no pudo evitar notar que ambos estaban desnudos, se cubrió los ojos completamente avergonzada y se volteó de espaldas.

– ¿cómo te atreves a aprovecharte de mi novio? – Sergei seguía atacando al platinado, quien trataba de defenderse

– basta, por favor, no lo golpees – Takao trataba de detener al rubio mientras se vestía tan rápido como le era posible – por favor, mi Sergei, no golpees a Boris –

Escuchar a su novio defender al platinado lo hizo detenerse completamente confundido, su puño se detuvo en el aire y Boris aprovechó para quitarse al rubio de un golpe

– no me aproveché, Takao me buscó y por lo que hemos hecho, no parecía tener problema con tener novio – Sergei trataba de buscar una explicación lógica a las palabras del platinado

– mi Sergei, por favor, cálmate –Takao se acercó al rubio casi llorando entre el susto y la preocupación

– ¿te acostaste con él mientras estuve suspendido? – Sergei preguntó al aire aun tratando de procesar lo que acababa de ver – ¡contéstame Takao! – reclamó entendiendo y sin querer aceptar que su novio no lo había esperado

Takao empezó a llorar pidiendo disculpas a Sergei, quien se levantó sin decir más y salió del lugar, Yume no sabía a quién acercarse, pero al entender que Takao le había sido infiel al rubio, decidió tratar de hablar con Sergei, quien estaba parado afuera del taller

– ¿estás bien? – la voz de Yume era baja, pero el rubio la había escuchado – perdón, no sabía lo que estaba pasando aquí, acabas de volver y te hice enojar – la pelirroja se sentía culpable por lo sucedido

– no es tu culpa que él no me haya esperado... – Sergei tenía una mezcla de emociones – puedo acompañarte, volveré a la escuela… o puedes quedarte con él… – la pelirroja sintió el peso de tener que decidir

– También volveré – empezó a seguir al rubio en silencio

Mientras caminaban, Yume no podía creer no sólo lo que acababa de ver (hombres desnudos), no creía a Takao capaz de engañar a Sergei después de como hablaba siempre de él, quería hablar con Boris, su primer amigo, pero después de lo sucedido simplemente no pudo dejar a Sergei volver solo.

– pe… perdón – apenas pudo decir

– no fue tu culpa, él fue quien decidió hacerlo – Sergei no se detuvo

– Boris es mi amigo… – se puso nerviosa al notar que Sergei se detuvo – me salvó… – contó brevemente la versión que dijo en la escuela sobre su semana fuera del internado – los presenté y… – jalaba su blusa de mangas largas

– no tiene nada de malo presentarle a tus amigos… – pudo notar que la voz del rubio cambió – Takao fue quien decidió, no tú… pero es bueno que hayas hecho amigos – avanzó sin esperar a Yume

– espera Sergei – tuvo casi que correr para alcanzar su velocidad – también quiero ser tu amiga… –

– no tienes que hacer esto para no sentirte culpable, ve con tu amigo… –

– no me gustaría que estés sin amigos… sé lo que es estar solo – Sergei no pudo negarse

– para alguien que no sabe socializar, eres muy insistente – Yume se avergonzó y se retrajo – está bien, pero no me hables sobre tu amigo –

La pelirroja lo siguió y preguntó sobre su tiempo suspendido, Sergei no contó muchos detalles sobre su familia, simplemente que estaban enojados con él pero que no volvería a dejar que alguien le importara de esa manera, había decidido cerrarse a tener otra relación con alguien.