Capítulo 2:

Si alguien hubiera pensado que estos dos muchachos podrían ser tan estudiosos, tal vez Hermione no sería recordada en Hogwarts como la más estudiosa, inteligente y come libros durante los últimos años. Era algo demasiado raro verlos a los dos, sentados cada uno en su escritorio del cuarto haciendo sus deberes concentradamente, pero era real. ¿Acaso el mundo académico en que estaban les había lavado el cerebro?

-Harry, si mezclamos caracoles con baba de gigante... ¿Qué se obtiene? – preguntó Ron dándose media vuelta en su silla para ver a su amigo.

-No me acuerdo, pero búscalo en algún libro – sugirió sin siquiera verlo, porque estaba demasiado ocupado en otras cosas.

-Gracias por prestarme tanta atención – dijo malhumorado.

-Tengo cosas más importantes en que preocuparme que en tu pereza de mover tus dedos, abrir un libro y usar tus neuronas alguna vez en algo útil para el estudio...

-Como si tú fueras tan dedicado – sonrió burlonamente – Eres tan retardado en estas cosas como yo.

-No me ofendas – lo vio haciéndose el ofendido – Confunda, ofenda, pero no traume.

-Ah, ya estás hablando idioteces como siempre... El estudio te deja un poco loquito, amiguito – y volvió a concentrarse en los deberes que le habían asignado de la clase de Pociones Avanzadas.

Compartían un cuarto con otro compañero más. Era una cama, donde dormía Harry, en la parte de arriba dormía Ron y abajo dormía Steve Bridges, el compañero. Cada uno tenía un escritorio donde estaban los libros, pergaminos, porquerías que siempre se tiene en cualquier lugar de tu habitación.

Siguieron trabajando hasta que dieron casi las ocho de la tarde, hora en que fueron a cenar al comedor. No era como el de Hogwarts, encantado el techo, cuatro largas mesas. El de la Academia de Aurores era un comedor un poco más pequeño en comparación con el del colegio, el techo no estaba encantado y se veía claramente los azulejos azules y blancos, había varias mesas redondas donde cabían hasta seis personas cómodamente para sentarse. Y, además, se podía ir a cenar desde las siete en adelante, por lo que todos iban a horas diferentes y casi nunca estaba totalmente lleno.

-Hola, muchachos – se sentó al lado de Harry y Ron, un joven de cabello castaño claro y ojos miel sonriendo.

-Buenas noches, Steve – saludaron los dos a coro.

-¿Qué es esa cosa que tienes en tu plato? – preguntó él viendo una masa de color verde musgo en la bandeja del pelirrojo.

-Ef afofado fe ferfo fofinafo ef afgaf mafifas – respondió mostrando toda la comida en su boca.

-¡Qué asco! – reclamó Harry cerrando los ojos – No queremos ver tu digestión, Ron.

-Es arrollado de cerdo cocinado en algas marinas – volvió a decir sonriendo.

Harry y Steve se miraron con cara de querer vomitar después de esa revelación. Los dos ahora comían lentamente su comida, que era arroz con pollo con diferentes ensaladas, porque de sólo ver esa masa verde putrefacta en el plato de su amigo se les quitaba en hambre.

-¿Hicieron los debes de la señorita Miller? – preguntó el muchacho de ojos miel cuando subían las escaleras.

-Sí – respondió Harry acomodándose las gafas y reprimiendo un bostezo, estaba cansado.

La señorita Miller era la profesora de Pociones Avanzadas. Era el polo opuesto a Severus Snape; era muy amable y siempre sonreía a todos sus alumnos, además que era bastante hermosa.

Al llegar a la habitación, la ventana del cuarto estaba abierta y encima del escritorio de Ron había una carta. Él sonrió al ver que el remitente era su novia.

-Y a mí Ginny ni me ha escrito... – dijo en un tono melancólico Harry echándose boca arriba en su cama.

-Hoy empezó el colegio. ¿Crees que tenía tiempo? – preguntó en un tono irónico.

-Parece que Hermione tendrá que aguantar mucho a nuestro Ron con ese humorcito – comentó Steve riéndose sacando algunas cosas de su escritorio. Él ya había conocido a Hermione, y como los dos eran de origen muggle y estudiosos, se llevaban bastante bien.

Pero ni no tomó en cuanta sus comentarios. Se sentó en el marco de la ventana y abrió la carta impaciente. Al ver la letra de Hermione su corazón dio un pequeño salto de alegría.

'Ron:

Espero que te haya ido bien en la Academia. Si te preguntas por mí –cosa que espero que hayas hecho- me fue bien, a excepción por un pequeño incidente en la cafetería del campus.

Estábamos con Lindsay pidiendo unos cafés para reanimarnos después de una tediosa clase de Herbología cuando le boté mi café en la camisa al muchacho... "más popular" de la universidad.

¿Por qué me tienen que pasar estas cosas a mí? Soy una total estúpida, pero bueno...

¡Gracias por el diario! Eres tan tierno por ese detalle. Me está sirviendo mucho.

Saludos a Harry y Steve –dile que ya me conseguí una entrada para ir a ver la nueva película de 'Star Wars' juntos... Si tú quieres también puedes venir.

Te quiero mucho,

Herms'.

Mientras Ron se quedó embelesado mirando la ventana pensando en esa mujer que le robaba el sueño de hacia años, ahora la que era su novia; Harry le quitó la carta para leerla.

-Hermione no es muy romántica al escribir... No te pone ningún beso, ni te dice que te extraña – comentó él volviendo a sentar en su cama pasando sus bazos detrás de su nuca.

-¿Para qué quiero que me diga eso si ya lo sé? – preguntó arqueando una ceja el pelirrojo – Además prefiero un beso en vivo y en directo, no que me lo diga por carta.

-Parece que el amor te tiene medio trastornado – dijo Steve sacando algunas cosas para entrar a ducharse después de este agotador día de clases.

-Es que tú no tienes a nadie – replicó Ron – Y lo que es peor, Harry está con mi hermana; él si que está mal aquí.

El 'Niño Que Vivió' tomó la almohada de su maca y se la lanzó en toda la cara a su amigo para que dejara de hablar idioteces. Ron casi lo mata, pero no inició ninguna pelea porque era demasiado grande y maduro para comportarse como un niño.

-Al diablo con la madurez... ¡Guerra! – gritó tomando su almohada aventándosela a Steve que se le cayó de las manos su shampoo cuando entraba al baño.

-¡Inmaduro! – y así, los tres muchachos se enfrascaron en una pequeña guerra que después terminó a empujones, patadas y ese tipo de cosas.

oooooooooo

Ginny suspiró levantándose de cama; ya era media noche y no lograba conciliar el sueño, y la razón era que su mente viajaba en sus pensamientos.

Corrió la cortina que cubría toda su cama encontrándose la bella imagen de la luna acompañada de las estrellas... Cada vez que veía el cielo en la noche se acordaba de Harry, más bien, de la conversación que habían tenido en el cumpleaños de Hermione.

..:.:Flash Back:.:.

Cuando Ron y Hermione fueron afuera de la terraza, Harry y Ginny conversaron muchas cosas. Hasta que él le tomó las dos manos y le dijo:

-A pesar que estemos separados, nunca te voy a dejar de querer – dijo el muchacho.

-Lo sé, digo lo mismo... Pero, es que siento que como no estaremos juntos todo el año como antes, nos alejaremos, tendremos una vida aparte, nos ocultaremos cosas...

-¡Jamás te ocultaría algo! Además, en mi vida estás tú y... – ella enternecida lo detuvo dándole un suave beso en los labios para que callara.

Así estuvieron metidos en su mundo hasta que llegó Ron y Hermione a la mesa para seguir celebrando.

..:.:Flash Back:.:.

Sonrió melancólicamente deseando que estuviera a su lado, sentir sus abrazos, su perfume, ver sus hermosos ojos... besarlo. Pero era mejor contentarse con que era su novio y lo podría tener cuando quisiera para ella solita.

Bostezó y lentamente se quedó profundamente dormida en su cama desordenadamente.


Notas de la autora: Hola! Acá está otro capítulo donde presentamos las nuevas vidas de los personajes y pos... eso.

Subo este capítulo desde la casa de un amigo donde estamos desesperados haciendo el maldito trabajo de historia (Claudio: eres mi amor platónico... mi profeso de historia... pero te odio por este trabajo!), así que no puedo contestar sus hermosas críticas, pero quiero decirles MUCHAS GRACIAS, y espero que todo vaya viento en popa.

GraciaS por leer, déjenme sus reviews (que sí contestaré, lo prometo). AdióS, mundo!