Capítulo 3:

'Querido Diario:

La vida ahora es tan distinta, ahora que ya no estoy casi todo el año encerrada en Hogwarts, mis padres vienen a verme seguido y me piden que los llame –tengo un teléfono móvil muggle- por los que me siento tan extraña volver a vivir con ellos... No es que no los quiera, pero pasé siete años lejos y todo esto es volver a la niñita que no sabía nada de magia de hace ocho años.

Hace tres días que no le escribo a Ron, y él desde hace dos; prometimos escribirnos aunque sea una estúpida línea diciendo que no queremos que nos manden mensajes idiotas de cortos como estos. Cada uno está en lo suyo, él en sus estudios y yo en los míos.

Normalmente en esta etapa de la relación, tres meses, te ves con tu pareja casi todos los días, hablas con él todas las noches por teléfono o por cartas, no dejas de pensar en él. Y justamente eso no me pasa; bueno, sí pienso mucho en él, pero estamos tan distanciados por nuestros estudios y como fuimos amigos tantos años ya es normal que no nos hablemos todos los días... ¡Ay, como extraño nuestras discusiones! Con eso parecía que llamaba totalmente su atención.

No he sabido mucho de Gin, pero ayer me escribió una larga cata contándome cómo estaba el colegio sin nosotros allá, del nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras y de sus típicos líos con sus amigos: Está algo triste por no estar cerca de Harry, pero siente que esto es una prueba para demostrar que nada los podría separar; así que está de lo mejor en el colegio.

Me alegro mucho por ella, siempre ha sido tan fuerte que me sorprendió verla llorar el año pasado después de que con los de séptimo habláramos del "romance" entre Harry y Cho. Pero aún así siempre intenta infundirme ánimos con sus palabras, ya que al final de la carta me dio fuerzas para seguir adelante en la universidad además de unos puntos favorables de estar lejos de Ron, por ejemplo:

Y finalmente, la número 50: No te contagiarás de la enfermedad 'Síndrome de Ron'. Esa extraña cosa hace que tu cerebro esté sin neuronas convirtiéndote en un gran estúpido como mi hermanito... Así que conservaras tu coeficiente intelectual intacto, cuñadita de mi alma.

Me pregunto si no habrá contagiado esa enfermedad a Harry... ¡Es que a veces los hombres son tan lentos! Desde que era pequeña me sorprendía la inmadurez de los niños, pero al conocer a Harry Potter, 'El Niño Que Vivió' que era el futuro del mundo mágico me di cuenta que todos son iguales: Lentos. Lentos para los asuntos del amor, insensibles, lentos para salir rápido del baño antes de ir a clases, lentos para copiar unos apuntes que les prestas, para comer, lentos para leer un párrafo de un libro al distraerse continuamente con la mosca que revolotea en la biblioteca... ¡LENTOS!

Pues, pasando a otro tema, comentaré cómo es una de mis profesoras. Kristin McGonagall es la profesora que imparte la materia de 'Enfermedades' donde nos enseña cuáles son las enfermedades existentes que afectan a humanos, enanos, elfos, magos, sirenas, gigantes y todo tipo de criaturas; también como detectarlas con los síntomas y junto con 'Sanación' –algo así como Herbología con Pociones- cómo sanarla.

La cosa es que esta profesora es la prima de Minerva McGonagall, profesora de Hogwarts que enseña 'Transformaciones' y es la subdirectora del colegio, por lo que cuando la vi y nos dijo a todos que su apellido no era una coincidencia, era prima de mi profesora preferida en Hogwarts.

¿Te imaginas cómo sería una versión femenina de Snape? Sería horrible claro, pero quítale unos kilos demás, dale una dotación completa de shampoo para el cabello graso por todo un año y quítale esa nariz ganchuda... Ahora, agrégale voz de pito, unos lentes redondos muy pequeños, una túnica ajustada al esquelético cuerpo de colores oscuros. ¡El resultado es Kristin McGonagall! Es una mujer podrida por dentro, amargada. Cada vez que alguien habla en su clase sino es por responderle una pregunta o consultar una duda te saca de la clase y te pone un cero en tu libro de calificaciones... Y como es la gemela perdida de pelo grasiento, me odia.

Sinceramente pienso que algo malo anda con su código genético, porque Minerva McGonagall era un ángel caído del cielo comparado con esta... esta... loca.

Así, sin nada más que contarte dejaré de escribir para hacer una llamada a mi primo, Justin, que quería que nos juntáramos este fin de semana'.

OoOoO

Ya eran las ocho de la noche, Lindsay y Hermione ya habían terminado de leerse sus apuntes para el examen del día de mañana por lo que estaban sentadas en el living del departamento tomando un café con algunas galletas que había mandado la madre de la rubia el fin de semana pasado.

-¿No estudiaste en Hogwarts, cierto? – preguntó Hermione acordándose que jamás la había visto. En cambio a Nicole Morick, la otra compañera, sí; era de Ravenclaw e iba en el mismo año que Cho Chang – Jamás te vi y es extraño, porque como tenemos la misma edad deberíamos habernos encontrado si éramos del mismo año.

-No, no fui a Hogwarts. Como mis padres son un poco histéricos respecto a eso de estudiar con personas de todos los niveles económicos me inscribieron en el Instituto de Alquimia fundada por Nicolás Flamel – respondió acabándose su galleta de chocolate – Es una escuela privada y difícil de entrar.

-Ah, con razón eres tan buena con las pociones y un poco mala usando la varita – en la mañana hizo un gran lío intentando traer su libro de la habitación desde el jardín central.

-Le dan mucha más importancia a las pociones que a la magia en si... ¿Sabes? También allá hay casas como en tu colegio.

-¿Y de cuál eras?

-De Alghiers, algo así como Slytherin – sonrió – Pero no éramos tan malos como tú me has dicho de esos tipos, la astucia era lo importante y siempre intentábamos dar lo mejor de nosotros usando cualquier medio.

Siguieron conversando hasta que Nicole llegó llena de papeles, libros y toda atareada murmurando una cosa sin siquiera saludar a las chicas.

-¿Qué te pasa? – preguntó Lindsay dejando todas las cosas que cargaba encima de la mesa de centro - ¿Ahora estás volviéndote loca?

-Cállate – le dijo fulminándola con la mirada - ¿Saben que hay un proyecto de los de segundo año de periodismo y fotografía para los de primero?

-No – respondieron a la vez encogiéndose de hombros.

-Todos los estudiantes que cursen esas carreras, deberán tener a un alumno de primero para ayudarlo con todo esto de la vida universitaria y nosotros debemos entrevistar y hacer el supuesto trabajo que hacemos a ellos – explicó – En mi caso, tendré que saberme la vida completa de un niñito de Herbología escribiendo un artículo sobre él y yo ayudarlo con esto de la nueva vida...

-Agradezco a Merlín que no me tocaste tú - murmuró suspirando aliviada la rubia.

-¿Y quienes son nuestros 'tutores'? – preguntó curiosa Hermione.

-El de este ser con cabello rubio es un compañero mío – dijo apuntando con asco a Lindsay – Y a ti...

-¿Quién? – insistió impaciente por saber.

-Esperemos que Ron no sea celoso – dijo sonriendo pícaramente – Zack Berry de segundo año de fotografía. Él te ayudará con tu primer año y él tendrá que hacer un álbum de fotos de retratos y ese tipo de cosas como tú la principal modelo.

-Pero... si a él fue quien yo le derramé el café. ¿Verdad? – preguntó sorprendida.

-Sí, pero eso da lo mismo... ¡Él es el más guapo, increíble, popular, simpático, caliente, sexy y sin resentimientos del mundo! – gritó emocionada.

-Oye, ese tipo está bastante bueno... – dijo pensativamente Lindsay.

-Que... genial que me haya tocado él – sonrió – Claro que Ron no es celoso.

Por supuesto que Ron no es celoso, a él le encanta compartir con el resto porque no es egoísta. Siempre comparte todo lo que tiene, jamás le haría daño ni dejaría con un trauma psicológico a alguien en San Mugo... ¿A quién quiere engañar? Hermione sabía muy bien lo celoso que es Ron, y si conocía a Berry iba a desatar su furia dejándole en todo el rostro una marca de un golpe.

Pero entendería que es una actividad de la universidad, así que actuaría como alguien civilizado... ¿Verdad? Después de todo sabe que lo quiere demasiado como para no confiar de que estaría liada con Zack, aunque fuera demasiado bueno, estaba con una relación.

OoOoO

'... Al final de todo, yo lo quiero. Además no debe enterarse si no es nada importante. ¿Para que alarmarlo si él ya está saturado de estudio en la academia?

Este fin de semana me juntaré con mi familia, así que deberé prepararme psicológicamente para explicar que estudió medicina en una universidad privada de por aquí a mis familiares muggles'.

Terminó de escribir y se fue a dormir esperando que le fuera bien en el examen de mañana, y extrañamente ansiosa por empezar el proyecto con los de segundo año.


Notas de la autora: Hola! Me demoré en actualizar porque me fui unos días a la playa, estaba ocupada leyendo Harry Potter and the Half-Bloob Prince (estoy en el capítulo 27 por lo que todavía no sé quién es el príncipe XD!). Per acá está el capítulo y espero que lo hayan disfrutado dándose cuenta que los problemas ya empezarán a aparecer.

Muchos sabrán que ahora fanfiction está prohibiendo responder reviews o escribir notas de los autores (tal como esta), por eso no les respondo... No me quiero arriesgar, pero yo también estoy unida al plan este de reclamar por un e-mail.

Aún así les agradezco infinitamente que estén leyendo la historia y me dejen sus reviews, aunque no los responda hasta quién sabe cuando... los leo todos y me alegro de todas sus palabras (acuérdense de mandarme también sugerencias porque tengo algunos problemas con que cosa les pasara a Harry y Ginny).

Déjenme sus reviews y espero que les haya gustado el capítulo... Besos,

Sirenita