Capítulo 8:
Todo seguía como siempre, parecía que nada hubiera cambiado desde los años anteriores además de algunos mínimos detalles… Aunque el hecho de estar en séptimo la estaba matando lenta y dolorosamente, porque con toda la cantidad de clases, exámenes, deberes, elegir a los nuevos integrantes del equipo de Quiddittch y la llamada "vida social" no le dejaban tiempo para relajarse o para pensar.
-Y si Snape cree que se saldrá con las suyas… - Britney dejó de hablar al ver como la pelirroja suspiraba no poniéndole el mínimo interés - ¿Me estás escuchando? – la zamarreó suavemente.
-Claro que sí – respondió como saliendo de un trance sonriendo torpemente. Al recibir una mirada de reproche de su amiga volvió a hablar – No te estaba escuchando, lo siento.
-No te preocupes, pero me preocupa que siempre estás en otras cosas y no en la realidad…
-Ya sabes que mi mente es algo loca – dijo en son de broma causando que las dos rieran un poco - ¿Al final harás tu hermano dará las pruebas para ser cazador? – preguntó acordándose de que el hermano menor de Britney, que va en tercero, le mencionó algo así.
-Pregúntale a él, no me ha dicho nada – se alzó de hombros mientras entraban a la sala común y al poner un pie Josephine, una compañera de ellas, se les acercaba rápidamente – Ahora se nos viene la loca… - murmuró la rubia poniendo los ojos en blanco.
Desde que Josephine había salido el año pasado con Harry a principios de año, a Ginny le empezó a desagradar más de lo normal. Cada vez que la veía o escuchaba su melosa voz le daban unas ganas de gritar e ir a pegarle un golpe para que se quedara callada de por vida.
-¿Qué pasa? – preguntó en un tono descortés la pelirroja.
-Weasley… - dijo Josephine como con asco arqueando una ceja. Ella también odiaba a Ginny por ser la novia de 'El Niño Que Vivió' y robarle la oportunidad de ser su novia para ser popular en el mundo mágico – Como te fuiste tan rápido McGonagall me pidió que te informara que necesita verte en su oficina a las cuatro en punto.
-¡Ya son las cuatro con quince minutos! – Britney miró de inmediato su reloj de pulsera.
-¿Por qué no me dijiste antes si estábamos en los jardines al lado de tu grupito de estúpidos? – preguntó Ginny viéndola con rabia.
-Se me olvidó… - respondió inocentemente, pero con una sonrisa maliciosa.
-Bueno, eso demuestra que le falta cerebro – murmuró la rubia mirándola de reojo – Será mejor que te vayas ahora mismo si no quieres que McGonagall te castigue.
-Tienes razón – con un ademán de mano se despidió de su amiga y luego le lanzó una última mirada de odio a Josephine.
Una vez que la pelirroja se había ido, Britney observó con cuidado como Josephine volvía riéndose descaradamente con sus amigos. Se sentó en uno de los sillones cercanos de donde estaban conversando y alcanzó a escuchar que ella decía algo como que recién estaba empezando la guerra para Ginevra Weasley.
'Merlín, parece que de verdad quedó afectada en su popularidad con que Ginny sea la novia de Harry Potter' pensó y después de concentró en su libro que leía dejando de prestarle atención a una conversación bastante interesante.
OoOoO
'Querido Diario:
Al final me reconcilié con Ron. La verdad fue como un momento muy de película que, creo, que jamás olvidaré por lo emocionante que fue.
Lo que más me gustó de todo esto fue como la respuesta que me dio a la pregunta de qué es el amor: 'El amor es un sentimiento que puede hacerte hasta renunciar a todo sólo para seguir sintiendo ese algo especial por alguien'.
¿A qué no es hermoso? En realidad después de mi gran búsqueda pareciendo encuestadora en la universidad; esta respuesta ha sido como la que ha calmado mi sed de saber, de tener alguna mera idea de qué significa este sentimiento tan hablado, pero poco fácil de entender. Y como que… No sé cómo explicarlo, ya que soy demasiado joven para hablar que he sentido el amor en mi vida, pero algo así o un sentimiento un poco más inmaduro a lo que se llama amar.
Hoy es viernes en la tarde. He tenido dos exámenes: Curación y anatomía humana. Así que estoy dando un gran suspiro que esta semana ya se haya acabado, y por eso iré a la Academia para salir con Ron a algún lado; además que Harry me pidió ayuda con una clase optativa que le está dando problema e iré a darle una mano colaboradora, como siempre lo hice en el colegio.
Y eso es todo por ahora. Cambio y fuera'.
Cerró el hermoso libro de tapa oscura con detalles de brillantes que asemejaban ver el cielo estrellado en la noche. Lo dejó en su cama junto al bolso en donde llevaba todos los libros, pergaminos y apuntes de las clases.
Abrió su armario. Escogió una blusa simple de color blanco, una chaqueta de mezclilla con bordados de flores de color calipso y se pudo una falda de mezclilla, también, con unas pequeñas mostacillas de color calipso, al igual que sus sandalias del mismo color. Se miró al espejo y sonrió viendo que había quedado bastante bonita, pero no tan producida para que pareciera que hubiera pasado toda la tarde preparándose.
-Herms… - dijo suavemente Nicole entrando en su cuarto.
-Ya sabes que no me gusta que me llames así, es tan raro – replicó aplicándose algo de bálsamo labial transparente - ¿Qué pasa?
Vio por el reflejo del espejo que la morena estaba bastante arreglada también. Llevaba un corsé negro con una falda irregular del mismo color y unos zapatos de tacón con detalles plateados dándole un toque formal. Su cabello negro y lacio lo llevaba suelto; además que estaba perfectamente maquillada que parecía que iría a un concurso de belleza o iría a una cena demasiado especial.
-Vaya, si que te ves muy bien – Hermione se dio media vuelta y le sonrió - ¿Quién es la víctima de tus encantos esta vez? – preguntó pícaramente.
-Nadie… Tú también te ves bien, así que Ron estará bien ocupado observándote – agregó caminando hasta su tocador y abriendo una pequeña cajita en donde estaban los collares, pulseras, anillos y zarcillos – Es que hoy habrá una reunión entre todos los ex-alumnos de Ravenclaw de mi año, por lo que debo dar una muy buena opinión a todos.
-Que buena idea esa de juntarse. Me has dado una idea; podríamos hacer algo parecido con los compañeros de mi casa – asintió anotando mentalmente que debería proponerlo y hacerlo. Nicole sacó un collar e hizo unos gestos para que se lo prestara – Sí, claro, pero me lo cuidas.
-Obvio – se lo puso comprobando que le combinaba con su atuendo – Gracias… Yo ya me tengo que ir si no quiero llegar tarde al restaurante. Que te vaya suerte, mándale saludos a todos – se despidió con un abrazo y luego salió del cuarto.
Pasaron unos quince minutos en donde reparó su bolso con las indispensables cosas de mujeres y salió de su habitación. Se encontró que en el pequeño living Lindsay estaba en pijama comiendo mantecado de un gran envase y viendo televisión muggle –que se la habían regalado a Hermione sus padres en su cumpleaños-. Hermione sólo sonrió sabiendo que ese viernes en la noche iba a ser muy relajado para su amiga que no tenía una cita.
Mientras se despedía de la rubia, ésta le deseaba suerte. Y así fue como desapareció de su departamento y apareció en la Academia.
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Ginny Weasley iba a paso decidido por los pasillos del colegio que no estaban muy llenos de estudiantes, ya que la mayoría estaban en sus salas comunes. No le daba nada de miedo ir a la oficina de la subdirectora sin saber el por qué, pero si le daba curiosidad.
La que la hacía caminar con tanta altivez y superioridad era el enfado que tenía del sólo imaginar en su mente el rostro de Josephine. Nunca le había agradado, jamás. Desde que había puesto un pie en el tren rumbo a Hogwarts se encontró en medio del pasillo con una muchachita delgada, de cabello café oscuro y ojos cafés que la miraba con aires de superioridad por ser una familia de sangre pura y millonaria. Y las cosas se pudieron peores cuando empezaron las clases, ya que cuando los profesores hacían parejas elegidas por ellos siempre le tocaba con ella… Peleaban, nunca conseguían hacer el trabajo o algo por estilo.
'Estúpida… Y lo más patético es que siempre competíamos en ver quién tenía más novios en una semana, pero claro que yo siempre ganaba. Además que siempre salía con mis ex-novios, así que se conformaba con las sobras' pensaba doblando la esquina pasando al lado de unos alumnos de Hufflepuff de séptimo que le quedaron mirando bastante interesados en la forma en que caminaba… Después de todo aún seguía siendo bonita 'Pero con Harry es diferente. ¡Maldita Josephine!'.
Llegó a la oficina de la profesora McGonagall. Llamó una vez a la puerta y ésta se abrió sola. Ginny entró nerviosa y vio como la profesora se encontraba en el escritorio escribiendo algo en un pergamino mientras con la mano libre hacía un ademán haciendo que la puerta volviera a cerrarse.
-Tome asiento, señorita Weasley – le dijo pausadamente señalando la silla frente a su escritorio.
-Gracias, profesora – se sentó lentamente sacándose su mochila dejándola con cuidado en el suelo – Me disculpo por mi tardanza, pero la persona que tenía que informarme no lo hizo a tiempo – se excusó aún con ganas de estrangular a cierta morena – Pero… ¿Para qué quería verme?
-No se preocupe por haberse demorado – sonrió dejando de escribir y acomodándose sus gafas miran fijamente a la muchacha – Es aun asunto muy simple… Es sobre sus buenas calificaciones en mis clases y en todas, señorita Weasley, aunque las de Pociones sean las más bajas.
-Pues… Gracias – dijo confundida – No sé qué decirle. Me gusta mucho Transformaciones y Encantamientos, por eso hago empeño en que me vaya bien.
-Lo sé, lo sé. A pesar de que se mande notitas con sus amigos en mis clases a escondidas; creo que tiene mucho potencial – dijo causando que la pelirroja se sonrojara, pero sintiéndose feliz de que una de sus profesoras favoritas le dijera que tenía potencial – Por eso la he mandado a llamar. Es para prepararla de forme intensa en los EXTASIS y pedirle a algunos profesores también, porque usted podría ser una muy buena animaga.
La pelirroja escuchaba aún sin creer lo que escuchaban sus oídos. Sabía que no era tan buena alumna como Hermione, pero sí era buena. Había obtenido casi los mismos puntajes en los TIMOS que Percy, por lo que había superado a la mayoría de sus hermanos. Así que escuchaba atentamente las posibilidades de estudiar unas clases extra-programáticas para tener más capacidad para dar un buen examen final.
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-Harry… - torció los ojos la castaña por décima vez – Te dije que ese conjuro no puede hacerse después de ese o podrías matarte tú mismo. Hasta en el libro lo dice, entiende de una buena vez.
-Ya, ya – dijo escribiendo algunas cosas en un pergamino – No te enojes, que das miedo y podrías hacer que me dé un infarto cardíaco – dijo en son de broma riéndose, pero Hermione sólo frunció el ceño molesta.
-Parece que has estado demasiado tiempo con Ron que ya tienes pegado su mal humor. Así que necesitas pasar más tiempo con alguien inteligente, alguien que te guíe por el buen camino – replicó cruzándose de brazos mientras el pelinegro cerraba el libro feliz por haber terminado el infernal reporte para su clase optativa.
-Aunque así no más que te gusta Ron… - sonrió alzando las cejas sugestivamente – Y no me puedes replicar eso, porque es la pura y santa verdad.
-Esta vez ganaste tú con tus argumentos, pero para la próxima traeré una lista para que yo gane las discusiones – dijo haciendo que los dos rieran estridentemente.
Hermione había llegado un poco más temprano de lo acordado, por lo que Ron aún no llegaba al cuarto. Pero era mejor así, porque Harry aprovechó de hacer inmediatamente su reporte con ayuda de su amiga sin interrupciones del pelirrojo.
Luego de terminar, conversaron un poco sobre muchas cosas hasta llegar al típico tema del paso: Aquellos tiempos colegiales. Parecían dos ancianos hablando sobre una época demasiado lejana.
-¿Dónde me dijiste que estaba Ron? – preguntó viendo el reloj de la pared anunciando que ya eran las ocho de la noche.
-Preparando un trabajo para la clase de lucha – respondió abriendo su armario y sacando una camisa con unos pantalones. Iba a ir a 'Las Tres Escobas' en el pueblo para juntarse con Hagrid a conversar sobre unos asuntos sin importancia – Hay que hacer como una simulación de lucha con hechizos y encantamientos con un compañero. Y como a Ron le tocó con alguien con quien no es muy amigo tiene que hacerlo después de clases.
-Ah – asintió – Espero que te vaya bien con Hagrid… Hace tiempo que no lo veo, así que para la próxima que vayas a encontrarte con él dime para ir también.
Pasaron unos cinco minutos y la puerta se abrió. Ron entró todo desarreglado y con una cara de cansancio que parecía que hubiera corrido en una maratón o algo así, pero se veía satisfecho.
Saludó a Harry con un ademán antes de que éste entrara al baño a prepararse y así dejarles un poco de intimidad a la pareja. Y se acercó a Hermione para darle un beso en los labios.
-¿Cómo te fue en ese trabajo? – le preguntó, después, sentándose en su cama mientras el pelirrojo sacaba ropa limpia para cambiarse e irse a cenar.
-Bastante bien. Aunque no sea muy diestro con los escudos para defenderme, pude hacerlo y tenemos la mejor simulación de todas – contestó sonriendo cerrando su armario – Y tengo que decir que te ves bastante bien…
-Ah, menos mal me dijiste algo con mi ropa o sino podrías haber terminado lastimado al final de la noche – rió suavemente.
Harry salió del baño. Entró Ron y en pocos minutos ya había salido totalmente arreglado con una camisa, una chaqueta y unos pantalones; totalmente listo para ir a cenar con su novia.
-Podrías decirle a Hagrid que… - decía Ron abriendo a la puerta tomando la mano de Hermione y mirando a su amigo que iba a salir con ellos hasta llegar al salón principal para después aparecerse cerca de 'Las Tres Escobas'.
Pero al abrir la puerta se encontraron con una muchacha de unos hermosos ojos pardos con la mano en alto dando a entender que iba a llamar a la puerta. Hermione la miró con algo de envidia, ya que era muy guapa: Alta, un cuerpo delgado y resaltado por una falda corta. Una melena negra y ondulada haciéndola ver elegante.
Gabrielle sonrió cortésmente y estiró su mano con la varita de Ron en la mano pasándosela.
-Se te quedó esto – se la dio – No querrás haberla perdido.
-Gracias, no me había dado cuenta que no la tenía – la guardó en uno de los bolsillos de su chaqueta. Al sentir como Hermione le daba un codazo para que las presentara – Oh, lo siento… Gabrielle, ella es mi novia Hermione.
-Buenas tardes, un gusto conocerte – le tendió la mano la morena sonriendo.
-Digo lo mismo – dijo cortante la castaña presintiendo que esa muchacha no era de su confianza mientras estrechaban sus manos.
-Yo soy la compañera de Ron en la simulación de lucha en una clase – agregó Gabrielle viendo la mirada fría que le lanzaba la muchacha – Hola, Potter – saludó al pelinegro que observaba algo nervioso el encuentro de las dos mujeres.
-Qué tal, Saint-Claire – sonrió notando el pronunciado escote de su blusa que dejaba casi nada a la imaginación.
-Nunca creí que tendrías una novia, Ron – dijo Gabrielle – Bueno, yo tengo que irme a la casa de mis padres – se despidió rápidamente de Harry y Hermione, las dos se quedaron mirando de una forme particular unos segundos – Adiós, Ron – se despidió con un gesto con la mano y se fue.
Caminaron hasta el salón principal en completo silencio. Harry se despidió y desapareció. Ahí fue cuando Hermione le reprochó a Ron la forma en que se había quedado viendo el escote de la morena, y aunque estaba algo molesta dejó pasar ese detalle sin importancia.
Y así fueron a cenar a un restaurante.
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El restaurante era bastante moderno; tenía un sector donde estaban las mesas y todo ese tipo de cosas convencionales, pero al subir al segundo piso había como un discoteca con un bar abierto para tomar todos los licores imaginables pagando un módico precio y un DJ poniendo música de lo más animada.
-¡Nicole! – chilló una muchacha bastante guapa y muy arreglada. Su cabello negro y largo hace años atrás era cosa del paso, ahora tenía un cabello negro con reflejos castaños y una melena muy bien cuidada.
-¡Cho! – dijo también la morena abrazando a su amiga y dando pequeños saltos de alegría mientras Marietta las miraba feliz.
-No pude venir a la cena, pero llegué justamente para la fiesta – comentó Cho acercándose al bar y pidiendo una cerveza de mantequilla.
-Da lo mismo… Después de todo viniste – también Marietta pidió una cerveza de mantequilla y Nicole un whisky de fuego - ¿Cómo te ha ido en América?
-Increíble – respondió sonriendo – Trabajar allá es lo mejor del mundo, la gente es tan cálida y simpática… Los chicos son realmente guapos – agregó haciendo que sus dos amigas rieran.
-Sí, cuando viajé en vacaciones antes de iniciar el quinto curso opiné lo mismo - dijo Nicole terminándose su whisky de un solo trago.
Siguieron conversando animadamente hasta que un grupo de sus antiguos compañeros de Ravenclaw les pidieron salir a bailar, ya que casi todos estaban bailando. Y así las tres amigas pasaron un muy rato.
Ya eran las tres de la mañana y la fiesta no terminaba. Habían traído más cajas con whisky y cervezas, por lo que la mayoría de los ex- cerebritos de Hogwarts estaban en un estado de ebriedad fatídico.
-Nicki… - dijo Cho trayendo otra botella de algún licor en su mano sentándose al lado de la morena que coqueteaba con un rubio bastante guapo de la mesa de al frente – Aun mantienes… hip… tu encanto.
-Por supuesto – sonrió. Bebió un poco de la botella que trajo la oriental y saboreo el deliciosa sabor a cereza de la bebida – Oye… El otro día cuando compré 'Corazón de Bruja' supe que estabas postulando para ser Miss Corazón de Bruja – comentó acordándose.
-Sí – rió estridentemente – Cuando llegué a Gran Bretaña, mi mamá… hip… me propuso hacerlo y lo hice… hip… Es una locura.
-Pero de seguro vas a ganar – bebió un poco más – No eres tan fea como para que no te elijan – dijo viendo como el rubio con el que coqueteaba se iba de la mano con Marietta.
'Rayos, me robó a mi juguete de esta noche…' pensó frunciendo el ceño.
-… Así que necesitaría hacer algo… hip… demasiado loco y así… hip… todas las chicas que leen la revista… hip… me conocieran y… hip… votaran por mí.
-Claro, claro – asintió Nicole escuchando sólo la última parte de lo que le decía. Le quitó de las manos la botella y se bebió de un solo trago todo el contenido sintiendo como todo le daba vueltas – Podrías hacer algo súper loco como… ¡Besar a Harry Potter! – dijo riéndose con Cho como unas locas.
Pero con la poca cordura que le quedaba a Cho Chang, que hacía una semana había llegado a Gran Bretaña desde el extranjero y que era postulante para ser Miss Corazón de Bruja, se estaba formulando un plan que gracias a Nicole se le había ocurrido… Muy pronto debía ver a Harry Potter, muy pronto.
Notas de la autora: Hoolaaa! No me demoré tanto en escribir este capítulo, porque con la poca tarea (llamados deberes) del colegio y los pocos exámenes tengo más tiempo en la tarde para empezar a hechar a andar mi mente con sus ideas.
El problema es que... Perdí mi celular (teléfono móvil, teléfono portátil, o como sea) y como era de los nuevos -o sea, tenía cámara, pantalla a color- mis papás me dieron el discurso de sus vidas por haberlo perdido... Y más encima (luego de varias amenazas) me dejaron castigada sin meterme al computador. Por lo que no tengo tiempo de responderle sus reviews... Lo sientooo! Así que para los que me lleguen en este capítulo los podré responder.
Graaaciaaasss por sus reviews! Y no tengo muchos comentarios sobre este capítulo... Sólo que me da asco escribir a Cho en mi fic! Pero es necesaria... Cuídense, AiOoOoS!
