Capítulo 12:
La muchacha rubia que vestía una falda con un corsé negro y algunos detalles morados pensaba rápidamente cómo deshacerse de toda la incómoda e inesperada situación.
-Bueno, mejor vayámonos a nuestros sitios, la cena ya va a empezar – sugirió en un tono que parecía una orden.
-Buena idea, Lindsay – dijo Ginny tomando del brazo a Harry apartándolo de Cho con una mirada de odio – Ron, Hermione – miró a los dos duramente – Nosotros cuatro nos sentaremos en la mesa para los Weasley…
-Adiós, Ron – se despidió Gabrielle sonriendo – Nos vemos después…
Hermione le pegó un codazo a Ron cuando este se dedicaba a verle sus largas piernas por la corta falda que usaba y se lo llevó a rastras murmurando maldiciones en contra de la francesa.
A su lado iba Harry explicándole a Ginny por qué Cho lo saludó tan efusiva y que nada pasaría entre ellos; pero la pelirroja sólo con el dedo índice lo hizo callar y con una mirada asesina le dio a entender que si seguía hablando se iba a poner peor la cosa.
-Buena que la hiciste, Morick – negó con la cabeza Lindsay mirando como los otros se iban.
-¿Qué cosa hice yo ahora? – preguntó inocente.
-Justamente tuviste que traerlo a él – señaló a Zack enojada – No es que tenga algo en contra tuyo – dijo al muchacho que sólo sonreía divertido – Pero eres una estúpida, Morick…
-Cállate, no pensé que iban a venir también mi prima y esa tipa oriental – comentó.
-¿Esa chica rubia tipo francesa era tu prima?
-Sí… Mi mamá es francesa y tiene una hermana. Esa hermana tiene una hija llamada Gabrielle Saint-Claire.
-Con razón, la estupidez de arruinar la vida de una pareja viene en tu sangre – dijo antes de irse con su pareja a donde de correspondía sentarse.
La cena y fiesta que el ministerio hacía se llevaba acabo en uno de los complejos de eventos más importantes de brujos en Londres. Era un palacio antiguo que le pertenecía a los brujos más poderosos de la época renacentista y hacía pocos años se había remodelado para que funcionara como un palacio de eventos. Se celebraran matrimonios, fiestas de cumpleaños, cenas de gala, presentaciones importantes y ese tipo de cosas.
Las mesas eran redondas y muy bien decoradas. Había alrededor de doscientas mesas de este tipo por todo el salón principal, a excepción de la gran mesa alargada donde estaban ubicados el ministro, su esposa, sus hijos y los miembros más importantes y cercanos del ministro.
Una suave música sonaba mientras los invitados se acomodaban en sus lugares asignados. Algunos fotógrafos y medios de prensa habían asistido para tener la exclusiva del evento o si algo emocionante iba a pasar para tenerlo todo.
-¡Hermione, Harry! – la señora Weasley se levantó de su asiento para abrazar a los recién llegados mientras Ron y Ginny saludaban a sus hermanos, a sus respectivas parejas y al señor Weasley - ¿Cómo están?
-Muy bien – respondieron al unísono Harry y Hermione con un tono un poco enojado o algo así.
-¿Alguna novedad, hermanita? – preguntó Fred notando como estaba sonrojada la pelirroja.
-Nada, todo está normal – respondió observando, con el ceño fruncido, entre la gente como una muchacha oriental se sentaba en la mesa puesta para la familia Chang.
Se sentaron a cenar después de que el ministro pronunció un discurso que sólo sacó un débil aplauso de los asistentes. Todo era un verdadero banquete, ya que había entrada de ensalada de camarón, plato de fondo langosta con papas asadas y bañadas en salsa de unicornio, bebidas y licores a gusto sólo con chasquear los dedos y, finalmente, un gran mesón de postres en las cuatro esquinas del salón llenos de diferentes tipos de postres.
OoOoO
En la mesa estaba toda la familia Morick y Saint-Claire conversando amenamente sobre los nuevos proyectos que realizaría el ministerio antes de que el ministro tuviera que retirarse para que llegaran las elecciones.
Nicole Morick hablaba con Zack sobre la universidad sin mucho interés. Su mente estaba demasiado ocupada pensando en la grande que había hecho por haberlo traído a él de pareja y más encima que su prima estaba, aparentemente, interesada en el novio de una de sus amigas.
-Hija… - dijo la señora Morick mirando atentamente a la morena - ¿Estás bien?
-Claro que sí, mamá – asintió intentando sonreír – Nunca he estado mejor en mi vida.
-Nicole – Zack se puso de pie lentamente. La muchacha lo miró confundida – Te traeré un postre del mesón. ¿Algo en especial para traerte?
-Lo que tú quieras estará bien…
Zack se fue caminando entre la gente a buscar los postres seguido por la mirada de la muchacha que suspiraba sintiéndose la culpable de los males. Pero no pudo seguir sintiéndose así por mucho tiempo así, porque su prima francesa ocupó rápidamente el asiento de Zack.
-Nicole, está muy guapo ese tal Zack al que invitaste – sonrió cruzando sus piernas.
-Sí, lo sé – tomó un sorbo de champaña - ¿Estás estudiando en la Academia, no es verdad? – la francesa asintió – Mira, nunca hemos sido muy cercanas ni nada de eso, así que me dejaré de andar con rodeos.
-Opino lo mismo – un brillo especial se asomó en sus ojos – Vayamos al grano del asunto… Me gusto mucho Ron Weasley. He estado coqueteando con él para que termine con su novia, pero nada da resultado y…
-Su novia es una de mis amigas – la interrumpió tomando otro sorbo de champaña sintiendo como tenía unas ganas de pegarle a su prima – Y si te atreves a separarlos, te las verás conmigo. Eres mi prima y todo eso, pero para mí vale más la amistad que una prima sucia que planea arruinar la vida feliz de esa pareja.
-Nadie dijo que yo los iba a separar – se puso de pie acomodándose su corta falda ganándose una mirada confundida de Nicole – Los ojos con que miraba Zack a esa Hermione en la entrada dicen que él también está interesado… Y ella también lo miró de una forma especial. No creo que esa sea una feliz pareja – finalizó Gabrielle.
Caminó moviendo sus caderas a lo tipo modelo atrayendo la atención de algunos hombres. Parece que se dirigía al mesón de los postres, pero la pregunta que se hacía Nicole era para qué iba… ¿Acaso la mesa de los Weasley estaba ubicada cerca de ese mesón?
OoOoO
Harry y Ginny parecían haberse reconciliado o algo así, porque ahora hablaban como seres civilizados. Una cosa que no pasaba entre Ron y Hermione que estaban sentados en la mesa sin hablarse después de que todos hayan terminado de cenar.
Había empezado a sonar una música bailable y apareció un sector en el salón para que las personas bailaran; por lo que casi todos se encontraban allá, menos cierto pelirrojo y cierta castaña.
Ron estaba quitándose el orgullo e iba a pedirle disculpas, cuando Zack apareció justo al lado de Hermione causando que el pelirrojo bufara enojado.
-Parece que no estás contenta – comentó el rubio sonriéndole a la castaña.
Hermione se sorprendió de verlo y miró de reojo a Ron como murmuraba maldiciones contra el muchacho. Sólo torció los ojos por su actitud infantil.
-No es eso – negó con la cabeza – Así que viniste con Nicole…
-¿Acaso estás celosa de que no haya sido el afortunado de estar contigo? – preguntó alzando subjetivamente las cejas causando que Ron estuviera a punto de pegarle un puñetazo.
-Claro que no – rió – Es que pensé que tú y Nicole no se llevaban tan bien. Y sólo lo que tenían era algo de una noche.
-Me invitó, y como de todas formas iba a venir porque mi papá es amigo del ministro; acepté – se alzó de hombros.
Justo en ese momento apareció sentándose en la silla contigua a la de Ron una muchacha de de melena negra muy bien cuidada, vestida con una falda muy corta y un corsé amarillo casi dorado atrayendo la atención de Ron; y especialmente de Hermione que enrojeció de la rabia.
-Ron… No estás demasiado alegre – comentó con una voz suave - ¿Qué pasa?
-Nada importante – respondió viendo como Hermione apretaba la mandíbula mientras Zack le hablaba de algo que no escuchaba - ¿Y cómo la has pasado?- se volvió a Gabrielle.
-Algo así como bien. Sólo que estar con mi familia es tan aburrido, sólo hablando de cosas del ministerio o del trabajo que, la verdad, no me interesan en lo más mínimo – sonrió coquetamente - ¿Y cómo la has pasado tú? – preguntó desviando su mirada a la castaña con frialdad.
-Podría ser mejor…
Hermione se disculpó de Zack y se sirvió llenando toda la copa de champán. Se lo acabó de un solo sorbo. También le sirvió en una copa limpia a su compañero de universidad que sonreía divertido viendo cómo de lo nerviosa y enojada que estaba se tomaba casi toda la botella de champán.
-Acá tienes – le pasó la copa con el líquido burbujeante. Ron no le prestaba atención a Gabrielle y vio como la castaña con el rubio hacían un brindis por algo que no supo; pero eso lo sacó completamente de sus casillas.
-¿Quieres bailar? – preguntó poniéndose de pie el pelirrojo.
-Claro… - Gabrielle también se puso de pie sonriendo por ver la cara que ponía Hermione que se servía otra copa de champán.
La música era una tonada rápida, por lo que Ron y Gabrielle no tuvieron que bailar muy cerca o apretados. Pero, a pesar de eso, la muchacha aprovechaba cualquier oportunidad para tener algún contacto físico con él o para susurrarle cualquier cosa al oído intentando llamar su atención.
Atención que no llamaba, porque Ron estaba demasiado ocupado viendo como su novia con ese tipo conversaban animadamente mientras seguían bebiendo champán sin preocuparse de él. Hermione parecía que no le importaba mucho que él estuviera bailando con una mujer bastante atractiva… Eso lo hizo molestarse aún más de lo que estaba.
-No sé cómo te puede gustar él – comentó, de repente, Zack viendo con desprecio a Ron. Hermione lo miró confundida – Está bailando con otra. Herms, las pocas veces que te veo siempre estás preocupada por tu novio al que no ves mucho, el que está demasiado ocupado para darse cuenta de que tiene a una mujer espectacular – dijo esto bajando la mirada algo avergonzado.
-Yo… ¿Por qué me dices esto? – preguntó tomando el último sorbo de champán - ¿Por qué me dices esto ahora?
-Porque siempre me doy cuenta de tus estados de ánimo, porque siempre estoy pendiente de cómo estás – sonrió – Y siempre él es el que afecta todo tu estado de ánimo, tu vida, tu personalidad… Pienso que serías más feliz con otra persona que con Ron Weasley.
-No te entiendo – estaba un poco ebria, lo sabía. Pero estaba notando que esa conversación llegaría a un punto al que jamás le hubiera gustado conocer - ¿Qué quieres decir?
-Que me gustas mucho – se puso de pie rápidamente.
Zack caminó entre la gente huyendo de Hermione. Estaba huyendo de lo que le había dicho, porque era la verdad y nunca pensó decírselo de esa forma tan directa; pero no podía seguir ocultando algo que no le gustaba tenerlo como un secreto.
Hermione se quedó pasmada sin saber qué hacer o qué pensar. Pero necesitaba más explicaciones, que él le dijera que era una pésima broma o darse cuenta que había escuchado mal. Así que corrió detrás de él un poco mareada por los efectos del alcohol.
-Espérame un poco – dijo Ron viendo desde la pista de baile todo lo que pasó.
Dejó a Gabrielle en la pista de baile y salió corriendo entre la gente persiguiendo a la castaña que casi ni la veía por lo lejos que estaba. Casi choca con uno de los elfos que llevaban la vajilla sucia haciendo que se rompieran, pero por suerte dio un salto atlético y pasó por encima de su cabeza.
Salió del salón muy preocupado por lo que estaba pasando, porque vio como Zack le decía algo, se iba y Hermione palideció completamente para después perseguirlo desesperada. ¿Qué cosa había pasado?
Los pasillos del palacio estaba iluminados por la antorchas. A lo lejos se veía la sombra de un hombre y una mujer, así que Ron se acercó cautelosamente sabiendo que eran ellos dos.
-… ¿Por qué me dices esto ahora? – preguntó con una voz triste y confundida Hermione - ¡Tú eres mi amigo, nada más!
-¿Crees que eso no lo sé? – dijo en tono irónico cruzándose de brazos – Te lo digo ahora para que sepas que si después de esta conversación me vas a buscar… Es porque quieres tener algo conmigo.
-Zack… - negó con la cabeza sintiendo como unas lágrimas se asomaban por sus ojos.
-Hermione – se acercó y puso sus dos manos en sus hombros quedando frente a frente - ¡Yo sé que te puedo hacer mucho más feliz de lo que Ron te hace!
Ron salió de su escondite sintiendo como su sangre hervía y el odio nublaba su mente. Sólo con oír las palabras de ese tipo sintió como si él fuera a arruinar toda su vida, tenía la inseguridad de que tal vez lo que le estaba diciendo a ella fuera verdad… Tal vez Hermione fuera mucho más feliz con Zack que con él mismo. Pero rápidamente se quitó ese pensamiento tan idiota.
-¿QUÉ RAYOS DIJISTE? – gritó abalanzándose sobre Zack y le plantó un puñetazo en todo el rostro.
-¡Ron! –chilló Hermione llevándose las manos a su boca viendo con horror como caían gotas de sangre de la boca del rubio.
Zack quedó acostado en el suelo. Luego de unos segundos se puso de pie lentamente sin intenciones de devolverle el puñetazo a Ron o empezar una pelea, pero en su mirada se veía el odio y el desprecio que le tenía al pelirrojo.
-Mira, estúpido – empezó a decir con un tono agitado y amenazante Ron – Si vuelvo a verte o a saber que estás cerca de mi novia, eres hombre muerto. No quiero saber que le vuelvas a decir que la quieres y eso, porque sino vas a tener que dormir con un ojo abierto vigilando que no te mate… Yo quiero mucho a Hermione, yo la amo. Y nadie podría hacerla más feliz que yo. ¿Entendiste, retardado mental? – finalizó.
Hermione miró alternadamente a los dos sabiendo que las cosas podrían ponerse peor si Zack iba y le pegaba a Ron. No sabía qué hacer para salir o solucionar esa situación tan incómoda.
El pelirrojo tomó de la mano a la muchacha. La castaña no opuso resistencia y antes de dar media vuelta e irse, vio triste y confundida a Zack que aún estaba de pie mirando con un odio profundo a Ron; mientras éste apretó la mano de Hermione intentando quitarse la idea de que su relación no era de verdad.
Notas de la autora: ¡Aloja! Por fin pude poner algo de acción para la historia. Zack se le declaró a Herms y dijo algo no muy agradable para los oídos de la pareja: 'Con el no eres feliz, conmigo si lo serás'. ¿Qué cosa va a pasar con esto…? Porque digamos que Ron está bastante inseguro con la relación después de la gran nochecita que tienen.
¿Adelantos? Veamos… Podría decir que las cosas pueden ponerse mucho peor ya de lo que están. Harry y Ginny, en especial ella, va a tener que sobrellevar algo que le causara un daño terrible emocional.
¡Gracias por los reviews recibidos! Este capítulo largo y lleno de "acción" es en compensación por el rápido capítulo pasado. Ojalá les haya gustado y me dejen algún review apretando el botón Go de abajo (no les cuesta nada hacerlo, no hay excusas!).
Pronto la segunda parte de esta fiesta tan "especial" que ha hecho el ministerio de magia.
Besos, adiós!
