Capítulo 19:

'Querido Diario:

No tengo muchas novedades. Estoy en Italia hospedándome en un hotel con mis padres. Los dos están muy felices de poder tenerme cerca, pero siempre se la pasan encerrados en su habitación; por lo que yo soy la que más viaja por las calles italianas conociendo su fascinante cultura.

Ron me escribió una carta corta –él nunca ha sido bueno escribiendo- y me mandó una linda caja musical que tiene hadas que bailan al compás de la tierna melodía. Es tan bonito su regalo. Siempre abro la caja musical antes de quedarme dormida para poder pensar en él.

Harry me mandó unos libros increíbles de varias pociones con una larga carta contándome sus experiencias, las clases en Dinamarca; pero me preguntó sobre cómo estaban las cosas por acá –se refería a Ginny-. Yo sólo le respondí que estaban marchando con calma, pero que Cho Chang estaba disfrutando de su fama por las fotos de la revista.

Ginny me mandó una caja llena de caramelos junto con una linda carta contándome sobre su vida. Lo que más me llamó la atención fue que ella ya no hablaba de Harry; parecía como si eso lo hubiera superado… Pero yo sé que ella no lo ha olvidado; y se nota al ver todas las palabras maldiciendo la existencia de Cho con la excusa de que ella no es lo suficientemente bonita para ganar el concurso.

No tengo nada más que decir… Sólo puedo empezar a filosofar de lo difícil que es la universidad, pero agradezco ser una persona que estudia todos los días y por eso no pasó los colapsos nerviosos de Lindsay –a todo esto, Lindsay está saliendo con Steve de forma sospechosa. Ron está investigando si ya son novios o no-. Y otra cosa sería ver lo que ha cambiado mi vida en lo que ha sido el año.

Me siento tan independiente. Me siento una mujer que puede tomar sus propias decisiones sin consultarle a sus padres si está bien o no, siento que soy capaz de llevar mi vida a mi propia manera.

Tan extraña es esta navidad. No estoy con mi mejor amigo, Harry está en Dinamarca tratando de seguir su vida y no torturarse con el pasado; no tengo a mi mejor amiga, Ginny está en La Madriguera tratando de encontrar el rumbo de su vida; mis padres no me toman en cuenta y… Y mi novio no está aquí.

Podría decir que me siento sola, pero agradezco estos días para poder reflexionar sobre mis problemas. Ahora valoro mucho más a mis amigos y a Ron, sobre todo a él.

Eso es todo, diario. En tres días vuelvo a Londres'.

OoOoO

Ron salió de su cuarto después de que su madre lo obligó a levantarse o sino se quedaba sin desayunar. Bajó las escaleras desperezándose y sintió unas risas provenientes de la cocina.

-¡No me digan más! – gritó Ginny poniéndose de pie aún riéndose.

-Sólo te decíamos la verdad… - dijo Fred alzándose de hombros.

-Otra cosa es que tú seas una mal pensada – agregó George sonriendo – Buenos días, hermanito – saludó a Ron con la mano.

-Buenos días – sonrió preparándose una taza de té y sacó unas tostadas de un plato junto con la mantequilla encima de la mesa – La gente normal no grita a estas horas de la mañana.

-Ron… Son casi las doce del día – dijo Fred poniéndose de pie junto con su gemelo – Mamá estaba preparando algunos hechizos para que te levantaras.

Los gemelos se fueron de la cocina diciendo que tenían que volver a su tienda. Las ventas se habían triplicado por ser navidad, así que debían ir a atender antes de que el ayudante que estaba encargado en las mañanas le diera un ataque cardíaco con tanta gente comprando.

Ginny volvió a sentarse para acompañar a su hermano mientras éste desayunaba. Los dos empezaron a hablar de los regalos de navidad que habían recibido alegremente hasta que Ron mencionó el regalo de Harry.

-Ah… Y Harry me mandó un libro lleno de las grandes figuras de Quiddittch en Europa – dijo terminándose su tostada con mermelada de frambuesa – Es increíble las maniobras que hacían en el año 1815 – agregó con una sonrisa ilusionada.

-Que bueno – dijo su hermana poniéndose de pie – Como ya terminaste, voy a hacer mis cosas…

Ron miró a Ginny confundido por el extraño tono de su voz. Pudo notar que ya no sonreía y el brillo especial de sus ojos se había perdido dando paso a una mirada oscura y melancólica.

-Ginny, espera… - dijo Ron persiguiéndola por el living - ¿Estás bien?

-Claro que sí. ¿Por qué preguntas eso? – sonrió la pelirroja débilmente.

-Porque sé que no estás bien – respondió suspirando – Vayamos a dar una vuelta afuera y hablemos.

-De acuerdo – asintió después de dudar si aceptar la idea del pelirrojo.

Fueron en busca de sus abrigos, bufandas, gorros y guantes para no morirse de frío en la nieve.

Caminaban en completo silencio sintiéndose como la fría brisa golpeaba sus rostros que estaban pálidos. Ron observaba la laguna con el agua congelada y pensó que hacía tiempo no patinaba allí.

-Sé que no soy el más indicado para hablar de este tema, pero quiero hablar de lo que está pasando con Harry – comenzó a decir mirando como sus botas se hundían en la nieve a casa paso – Creo que…

-Lo dijiste bien, Ron, lo que pasó en el pasado – lo interrumpió Ginny jugando con sus manos – No hay nada que me esté pasando con él. Ahora estoy saliendo con varios chicos y el único problema que tengo es que muchos quieren algo más de amistad.

-¿Estás segura que eso es lo que quieres? – preguntó tratando de controlar sus ganas de matar a los tipos que andaban babeando por su hermana – Un clavo no puede sacar a otro clavo. Estás dolida; lo entiendo. Es obvio que necesitas estar sola, que necesitas olvidar todo el dolor que sentiste… Pero no por eso debes hacer como que Harry no existe.

-Sólo porque el año pasado anduviste con Luna para olvidar a Hermione y no pudiste, no quiere decir que yo no pueda hacerlo – dijo Ginny acordándose de la pelea en el lago que tuvieron las dos por Ron y terminaron en el lago gritando como locas – No eres el más indicado para aconsejarme de esto, hermanito.

-¡Por favor, Ginny! – gritó exasperado – No puedo creer que para olvidar a alguien lo reemplaces por otro hombre. Está bien que lo odies, que no lo quieras ver nunca más en tu vida y que necesitas olvidarlo… Pero para hacerlo tienes que estar sola, tienes que lograrlo sola; porque aunque intentes reemplazarlo por alguien más, el vacío que dejó Harry en ti seguirá creciendo.

Se habían detenido en la parte donde empezaba la pequeña colina al lado del lago congelado. Ginny había bajado la cabeza y algunos machones cubrían su rostro, por lo que Ron no sabía qué reacción tendría después de lo que le había dicho.

La pelirroja miró a su hermano con sus ojos llorosos y se dejó caer lentamente en la nieve. Se abrazó las rodillas y ocultó su rostro en sus rodillas mientras Ron sólo atinó a sentarse a su lado y le pasó una mano por los hombros tratando de tranquilizarla.

-Lo sé, Ron, lo sé – dijo limpiándose su rostro – Pero es difícil de explicar… No es fácil poder olvidarlo con todo lo que está pasando. ¿Crees que es muy fácil ver siempre en los periódicos, las revistas y que la gente comente de eso siempre? Y lo peor es que me odio a mí misma por estar pendiente de lo que dice. Odio enterarme de las atrocidades que dicen… Por eso ando con otro. Por eso intento reemplazarlo.

-Ginny… - la abrazó más fuerte – Sólo pido que tengas cuidado con lo que haces. No quiero verte más dañada de lo que estás.

Se quedaron en silencio. Era mucho mejor así. La muchacha sonrió agradeciéndole la conversación con Ron y se dio cuenta que a pesar de un cabezota, insensible, estúpido y retardado mental era bueno escuchando. Se preocupaba tanto por ella que le agradaba saber que él sabía lo que le estaba pasando e intentaba que no saliera más dañada de lo que estaba.

-Vamos a la casa – dijo el muchacho poniéndose de pie – Ya debe ser hora del almuerzo.

-¡Ron, acabas de desayunar! – replicó Ginny riendo.

-Da lo mismo… Puedo percibir el horno cocinando algo exquisito…

-A veces das miedo – murmuró la pelirroja caminando.

-¿Estás bien?

-Mejor que antes – sonrió – Lo único que quiero es que Cho Chang se vuelva una obesa mórbida para que el mundo se de cuenta que sólo por haberse besado con Harry Potter es divina. Como odio a esa maldita oriental…

Ron se rió como loco hasta que estaba a punto de llorar mientras llegaban a la casa sintiendo alegría del rico calor que proporcionaba la chimenea encendida y el sabroso olor del pavo al horno que estaba terminando de cocinar la señora Weasley.

OoOoO

Nicole llegó a la mansión llena de bolsas cargadas de ropa. Después de haber pasado toda la mañana comprando en los centros comerciales al lado de La Torre Eiffel ya estaba cansada y había decidido ir a almorzar con su familia.

Esas navidades estaban siendo de las peores. Sus padres se la pasaban hablando con sus tíos sobre política o economía; por lo que debía pasar tiempo con su prima Gabrielle y con la invitada de honor… Cho Chang.

Cho era la candidata a 'Miss Corazón de Bruja' con más popularidad y la que era acechada por los fotógrafos y periodistas. Todos le preguntaban sobre su relación con Harry en el colegio, cómo fue haber separado a Ginny Weasley de él y sobre la demanda que hizo el joven mago en contra de ella y de la revista 'Corazón de Bruja'.

-Buenas tardes, prima – saludó Gabrielle caminando hasta Nicole - ¿Cómo estuvieron tus compras?

-Buenas… Las faldas con las boinas estaban divinas en la tienda de la esquina de la avenida principal – contestó la morena tratando de sonreír sin que se notara las ganas de pegarle a la francesa.

-¡Nicole! – chilló Cho apareciendo en el living saltando. Fue donde su "amiga" y le dio un abrazo corto – Mira esto… - le puso en frente de su cara una revista francesa donde aparecía una fotografía de ella y una corona – ¡Según esta revista soy una de las diez mejores bellezas jóvenes en el mundo!

-Me alegro por ti… - dijo Nicole quitándole la revista y dejándola en el sillón.

-Y todo gracias a tu plan en el pub – la abrazó nuevamente – Sino hubiera sido por tu idea; ese estúpido hubiera caído en mi trampa… Pero lo mejor es el escándalo con la mocosa Weasley, porque desde ahí tengo mucha más publicidad.

-No sabía que fueras tan inteligente, prima – agregó aplaudiendo Gabrielle.

-¿Saben? No me gusta hablar de este tema – dijo Nicole viéndolas con reproche – Si me disculpan iré a mi cuarto a arreglar la ropa que me compré…

Se fue sin decir nada más tomando los paquetes que estaban en el suelo. Caminó por los largos pasillos de la mansión que estaban llenos de habitaciones tratando de controlar las ganas de sacar su varita y mandarles una maldición a esas dos estúpidas para que dejaran las vidas tranquilas de sus amigos tranquilos.

¿Por qué Cho se había ido a meter en su casa de Francia? Ya estaba harta con saber de que antes había sido amiga de una víbora capaz de hacer cualquier cosa por la popularidad. ¿Por qué su prima se llevaba tan bien con esa estúpida oriental? Bueno… A Gabrielle le gustaban los chismes, la popularidad y hacer cualquier cosa por conseguir lo que quería.

Ya era de noche y Nicole salió de su cuarto con uno de sus típicos trajes elegantes para una de las típicas cenas en restaurantes caros. Iba arreglándose el maquillaje cuando se detuvo al escuchar que alguien mencionaba a Ron Weasley y a Hermione Granger desde la habitación de Gabrielle.

La puerta no estaba cerrada, por lo que pudo ver perfectamente como Cho y su prima conversaban mientras se arreglaban.

-Te juro que la odio, la odio… No sé cómo Nicole puede ser su amiga ni cómo puede vivir junto a ella – dijo Gabrielle aplicándose lápiz labial.

-Nicole ha cambiado mucho desde que nos fuimos de Hogwarts. Es obvio que ahora se junte con la cerebrito… - asintió Cho – Siempre me cayó pésimo Hermione. Siempre estaba al lado de Harry cuando éramos novios, siempre al lado de Ron Weasley.

-Pero eso va a cambiar – rió – Tengo un plan para que ellos dos se separen. Cuando lleguemos a la Academia las cosas entre ellos no van a ir tan bien.

-Y yo seguiré aprovechándome de mi popularidad… Es increíble que Harry sólo me demandó y sigue en Dinamarca.

Nicole palideció al escuchar las cosas que hablaban de Ron, Hermione, Harry y Ginny. ¿Acaso era posible que existieran personas tan malvadas y cínicas? Pero lo que la impresionó eran las cosas que decían de ella misma; decían que ella era estúpida, superficial, poco inteligente e hipócrita para apoyar a Harry en vez que a Cho.

'Malditas… Y Gabrielle es mi prima, bonito lo que me hace. ¡No! Y lo peor es Cho… Amiga. Claro, amiga en el infierno no más' pensó apretando sus manos enfadada 'Tengo que vengarme de estas dos cínicas… ¿Cómo puedo hacerlo?' se pregunto empezando a caminar hasta el living nuevamente. Una idea se le vino a la mente 'Soy amiga de Zack, uno de los mejores fotógrafos de la universidad y yo estudio periodismo… Parece que tendremos que hacerle un favor a la humanidad para mostrarles la verdadera realidad detrás de Cho Chang y Gabrielle Saint-Claire'.

Llegó al living donde estaban sus padres y los padres de Gabrielle esperando a las muchachas para poder ir a cenar. Pero a Nicole poco le importaba las quejas de los adultos, ya que estaba pensando que tendría que usar todos los métodos posibles para desenmascarar a las dos locas y ganarse un premio en la universidad por sus méritos.


Notas de la autora: ¡Hola! Bueno, acá tienen este capítulo navideño lleno de varias cosas para que no digan que las cosas están avanzando.

Ron y Hermione andan muy bien en su relación, hasta el punto que Ron ya puede tener una conversación de relaciones sentimentales con su hermana.

Harry y Ginny… Sin comentarios ¬¬.

Y por fin Nicole con Zack van a hacerle un aporte a la humanidad. ¡Que mueran Gabrielle y Cho! Como voy a disfrutar al ver los resultados de la tortura que les haré (en especial a la oriental)… Así que pueden dar ideas de cosas para que el fotógrafo con la periodista descubran de ellas.

Bueno, no tengo mucho que decir. Sólo que me manden sus reviews con opiniones, sugerencias, ideas, expectativas, reclamos, etc… Ah! Y debo decirles que tengo una nueva historia: 'Juegos de Amor' para que vayan a leerla (pueden encontrarla entrando en mi profile) y de seguro les gustara porque es de la misma línea R&Hr H&G con humor, romance y locuras; pero con SPOILERS del sexto libro.

Besos, cuídense, adiós!