Capítulo 22:
-Hermione…
Pero ya era demasiado tarde, la castaña había salido corriendo de la habitación dejando a Ron y a Gabrielle solos nuevamente en el cuarto mientras desde abajo se escuchaba como todos celebraran el nuevo año.
El pelirrojo se quedó sin moverse pensando lentamente en el daño que había causado. Pensaba en todo lo que había perdido, en todo lo que arruinó y en todo lo que era sólo un simple recuerdo mientras momentos antes todos esos recuerdos eran parte de un presente vivo.
-Vamos, Ron – insistió Gabrielle sonriendo mientras besó a Ron – No te preocupes por ella…
-¿Qué? – preguntó sintiendo como si algo hubiera abierto los ojos. Bajó la vista encontrándose sólo en ropa interior y vio a la francesa que estaba prácticamente desnuda - ¿Qué acabas de hacer?
-No hice nada… - respondió confundida.
-Esto no pasó porque sí. Yo jamás me acostaría contigo – dijo mientras unas imágenes venían a su cabeza – Tú hiciste algo…
-¿Yo?
-¡Ya cállate, mentirosa! – gritó poniéndose su ropa a mucha rapidez.
-Pero…
-¡No me hables nunca más!
Cuéntame qué harás después que estrenes su cuerpo
Cuando muera tu traviesa curiosidad
Cuando memorices todos sus recobecos
Y decidas otra vez regresar
Ya no estaré aquí en el mismo lugar
Hermione corría por toda la mansión hecha pedazos. Todos cantaban, bailaban felices y ella era la única extraña que no podía celebrar. No podía celebrar, porque había visto a su novio con otra.
¿Por qué? No sabía por qué Ron estaba con ella... ¿Acaso ya no la quería? Hubiera sido mejor que no la engañara diciéndole que la quería, la engañaba besándola, abrazándola. Había vivido en una maldita mentira. Creía que era la mujer más feliz, afortunada y dichosa del mundo, pero no. Era la mujer más crédula del mundo por pensar que él la quería.
Llegó llorando al salón donde se quedó petrificada sin saber qué hacer hasta que vio a Nicole y Zack.
Si no tiene más que un par de dedos de frente
Y descubres que no se lava bien los dientes
Si te quita los pocos centavos que tienes
Y luego te deja solo tal como quiere
-¿Pero...?
-No, me voy – dijo la muchacha agarrando sus cosas.
-Tienes que estar equivocada – insistió Zack confundido.
-Claro que no – respondió la muchacha y salió corriendo hacia la la salida de la mansión.
Nicole negó con la cabeza mientras Zack la abrazaba. La muchacha pensaba en todo el daño que había causado su prima, en todo lo que la odiaba y que las iba a pagara caro por haberse metido entre Ron y Hermione.
-Te juro que esa maldita perra las va a pagar – murmuró mirando al chico.
-No puedo creer que una persona tan malvada exista...
-Yo creo que Ron no tiene culpa. Él quiere a Hermione.
-No me lo digas, lo tengo claro – asintió – Acá tu prima tiene toda la culpa.
Antes que Nicole pudiera decir algo apareció en el salón Ron. En su rostro podía notarse lo confundido, triste, enojado y desesperado que estaba mientras les preguntaba adónde estaba Hermione.
-Ella se fue... – respondió Zack mirándolo prepocupado - ¿Qué hiciste?
-¡No lo sé! – respondió Ron sintiéndose ahogado – Todo es tan confuso... ¿Dónde fue?
-No lo sé... Sólo salió la puerta llorando – dijo Nicole cruzándose de brazos mientras el pelirrojo salió corriendo del salón.
Sé que volverás el día
En que ella te haga trizas
Sin almohadas para llorar
Pero si te has decidido
Y no quieres más conmigo
Nada ahora puede importar
Porque sin ti
El mundo ya me da igual
¿Por qué lo hizo? La había engañado justo en año nuevo... La había engañado con otra. ¿Acaso ella no era lo suficientemente buena para estar con él? No, no podía ser... Ella era mil veces mejor que esa francesa patética que se creía lo mejor del mundo. Pero ella debía tener algo para que Ron estuviera así con ella.
Lo odiaba, lo odiaba como a nadie en el mundo. ¿Por qué lo hizo? No sabía, no tenía idea; pero de algo estaba totalmente segura: Nunca más le volvería a hablar. Con sólo verlo así con Gabrielle sintió que su mundo se destruyó, que todo se había arruinado... Y algo dentro suyo se rompió causándole un gran dolor. El dolor de un corazón roto en mil pedazos.
Si te vas, si te vas, si te marchas
Mi cielo se hará gris
Si te vas, si te vas, ya no tienes
Que venir por mí
Si te vas, si te vas, y me cambias
Por esa bruja, pedazo de cuero
No vuelvas nunca más
Que no estaré aquí
Ron salió desesperado de la mansión. Corrió hasta llegar a la calle donde algunos autos estaban estacionados, y las casas tenían las luces apagadas.
Miró con mucha desesperacion hacía los dos lados hasta que vio doblando una esquina a Hermione.
¿Por qué pasó eso? Sólo recordaba que iba a ir a buscar a Hermione al baño cuando Gabrielle lo detuvo. Al ver que estaba tan ebria prefirió hacerle caso y tomó un poco de la botella de whisky que tenía; y de ahí en adelante todo era muy confuso hasta donde ve a Hermione decirle que no necesitaba explicaciones y Gabrielle estaba en ropa interior.
Un momento... ¡El whisky! Algo debía tener ese whisky para que hubiera deseado acostarse con la farncesa, por lo que todo fue una trampa.
¿Y cómo iba a explicárselo a Hermione? No le iba a creer, pero... No, debía ir tras ella para intentar explicarle todo. No quería perderla por un error tan estúpido. De verdad la amaba.
Toda escoba nueva siempre barre bien
Luego vas a ver desgastadas las cerdas cuando las
Arrugas le corten la piel
Y la celulitis invada sus piernas
-¡Hermione!
Se detuvo bajando la cabeza con pesar. No quería pensar que el dueño de esa voz era él. No quería verlo, no quería saber nada de él después de todo. Y con mucha rabia levantó la cabeza mientras se daba media vuelta.
-Yo...
-No me interesa, Weasley – dijo Hermione viendo como él venía corriendo.
-Tengo que explicártelo, por favor – pidió tomando una bocanada de aire – Gabrielle le puso algo al whisky que me dio... Yo no quería acostarme con ella. Nunca te haría eso.
-Ahórrate tus estúpidas explicaciones – negó con la cabeza la castaña mientras una lágrima rodaba por su mejilla – Espero que les vaya muy bien a ustedes dos y ojalá lamentes el día cuando te des cuenta que esa tipa es de lo peor... – se dio media vuelta para irse.
-¡Espera! – dijo él tomándola del brazo.
Volverás desde tu infierno
Con el rabo entre los cuernos
Implorando una vez más
Pero para ese entonces
Yo estaré un millón de noches
Lejos de esta enorme ciudad
Lejos de ti
El mundo ya me da igual
La castaña volvió a mirarlo. Le costaba creer que a la persona que más quería, la persona a la que se había entrgado completamente, el hombro de quien se había enamorado perdidamente por años le había hecho semajante traición. Pero lo que más le dolía era escuchar sus falsas explicaciones a algo que ya estaba claro.
Ron se quedó sin palabras. Sabía que ninguna explicación era suficiante para calmar el dolor y el odio de la castaña. Sólo con ver en sus ojos cafés la tristeza, la rabia y la repugnancia que le tenía habían bastado para que supiera que no podría arreglar lo hecho.
-Yo te amo – dijo con una voz tan triste que hizo saltar el dolido corazón de la muchacha.
-Pero yo ya no... Te dejé de amar el momento en que te vi con esa tipa y me dejaste...
Si te vas, si te vas, si te marchas
Mi cielo se hará gris
Si te vas, si te vas, ya no tienes
Que venir por mí
Si te vas, si te vas, y me cambias
Por esa bruja, pedazo de cuero
No vuelvas nunca más
Que no estaré aquí
-¿Crees que sólo por decirme que me amas me vas a recuperar? – preguntó enojándose – Pues no. Entiéndelo, Weasley, porque nunca más quiero volver a hablar contigo.
-Me duele que me llames por mi apellido, Hermione...
-Pero duele más cuando ves a tu novio casi haciéndolo con otra – dijo sin medir sus palabras haciendo que Ron bajara la vista dolido – No necesito que vengas a decirme que no la quieres, que fue un error... No tienes que venir por mí.
-Vengo a decirte la verdad – alzó la vista enojándose. Avanzó hasta ella y tomó su rostro entre sus manos – Tú eres la mujer de mi vida. Yo te amo... Jamás te engañaría con otra, porque tú eres lo mejor que me ha pasado en mi vida...
-¡Pero me cambiaste por esa maldita bruja! – gritó explotando en lágrimas mientras se soltaba de él – No me expliques algo que no necesito...
-¡No entiendes, Hermione!
-Déjame sola...
-Si quieres, te dejo sola – asintió sabiendo que si seguía dejándose llevar por la raba sería peor – Te dejaré sola... Espero que cuando seas una anciana sola y abandonada te des cuenta que por no creerme arruinarás tu vida.
-Y yo espero que cuando la francesa se acueste con otro te darás cuenta que eres sólo un pobre diablo... Me prometiste en mi cumpleaños que siempre íbamos a estar juntos, que nada nos separaría y sólo fue una mentira... ¡Te odio, Weasley!
La castaña le pegó una cachetada. Ron no hizo nada mientras veía como después de que ella le lanzara una última mirada con su rostro bañado en lágrimas corría y desaparecía con un simple "pop".
Si te vas, si te vas, si te marchas
Mi cielo se hará gris
Si te vas, si te vas, ya no tienes
Que venir por mí
Si te vas, si te vas, y me cambias
Por esa bruja, pedazo de cuero
No vuelvas nunca más
No vuelvas más
No estaré aquí
Ron puso su mano donde la muchacha le había pegado mientras unas terribles ganas de llorar le venían, pero intento calmarse.
Dio una patada al suelo y gritó muchas maldiciones hacía el mundo. ¿Por qué había pasado? Había perdido a Hermione para siempre. Y la había perdido por culpa de su inocencia al aceptar un trago del whisky de Gabrielle… Se odiaba a si mismo por no haber pensado más en la castaña antes de lo mal que lo podría pasar la francesa por la borrachera.
Había perdido al amor de su vida.
OoOoO
-¡Nicole, vuelve! – gritó por décima vez Zack corriendo detrás de la muchacha que subía las escaleras como un huracán.
-¡Esa maldita las va a pagar!
-Nicole… - dijo tomándola del brazo – Por favor, no tienes que hacer un escándalo.
-¡Claro que sí! – asintió ella soltándose con facilidad – Si mi prima hizo que Ron y Hermione, se separaran… Yo voy a separar su cuerpo en muchos pedacitos.
La muchacha iba a seguir caminando al cuarto de su prima, pero no fue necesario. Gabrielle venía bajando las escaleras con una sonrisa como si alguien le hubiera propuesto matrimonio o algo así haciendo que Nicole empezara a gritarle a su prima que era una cualquiera.
-Pero si yo no hice nada… - se alzó de hombros la francesa en el papel de inocente.
-¿Cómo puedes ser que seas tan cínica? – preguntó Nicole enojada por ver que ella no aceptaba su culpa.
-No soy cínica. Sólo digo que yo no hice nada… - dijo riéndose – Prima, deberías ir a un sanador para que te revise el cerebro – le aconsejó antes de seguir bajando las escaleras.
-¡Maldita, me la vas a pagar! – gritó Nicole corriendo hacía ella, pero Zack la sostuvo con mucha fuerza.
El muchacho dejó que dejara de moverse y la soltó lentamente como si estuviera esperando que ella hiciera un movimiento para detenerla nuevamente; pero Nicole se dio media vuelta y miró con mucha confusión a Zack, como diciéndole y qué vamos a hacer ahora.
-Vamos al campus… Te dejaré en tu departamento y en una semana más tendremos toda la evidencia que necesitamos para arruinarles la vida – dijo. Nicole abrió la boca para replicar – No, nada de reclamar. Después de arruinarle la vida a tu prima puedes pegarle y decirle todas las cosas que quieres.
-Está bien – aceptó sin muchos ánimos.
Se fueron de la fiesta sin despedirse de nadie. Zack tomó de la mano a Nicole cuando salían por la enorme puerta de la mansión y la muchacha se sonrojó levemente. Caminaron una calle cuando los dos se miraron y desaparecieron sin que nadie los viera.
Aparecieron afuera del departamento de Nicole. La muchacha le dio un abrazo a Zack y él sólo le sonrió débilmente para que no dijera nada.
-Gracias por todo.
-De nada – negó con la cabeza – Es un gusto ayudarte.
-Nos vemos el lunes – se despidió.
Dio un suspiro al abrir la puerta. Encontró a Hermione llorando en el hombro de Lindsay que la consolaba sin saber a qué se refería mientras dejaba su guitarra eléctrica a un lado. La rubia miró a Nicole pidiéndole explicaciones.
¿Cómo le iba a explicar que Ron y Hermione ya no estaban juntos? Y todo gracias a Gabrielle y Cho con sus malditas confabulaciones, pero ellas ya iban a saber que las pagarían caro.
Notas de la autora: ¡Hola! Lamento no haber actualizado la semana pasada, pero debo decirles que mis actualizaciones semanales de cada historia se acabaron… ¿Por qué? Pues, justo en año nuevo me esguince (algo parecido a una fractura) un dedo de mi mano derecha. No es el dedo con el que escribo en el computador, pero se me hace difícil escribir con el maldito yeso. Y porque ahora tomaré el curso avanzado de inglés en un instituto para ver si me voy de intercambio a Inglaterra! Les juro que estoy demasiado nerviosa por eso, pero bueno, eso es otro tema… Así que cada historia se irá turnando en actualización y pido millones de disculpas a todos mis lectores.
Bueno, comentando este capítulo: Me salió bien dramático, pero no he estado muy bien emocionalmente estos días… O sea, tuve que ver a mi ex con su maldita novia (polola en el caso de los chilenos); peleé con algunos amigos y no me estoy llevando bien con mis papás.
La canción es de Shakira, "Si te vas". Es súper conocida y cuando estaba pensando cómo seguir la historia, pensé que la canción le venía anillo al dedo a lo que Hermione siente.
Lo siento, no puedo contestar los reviews porque ya me está empezando a doler el maldito dedo y mi mamá me está retando para que me salga del computador. Pero los leo todos y les agradezco infinitamente todos sus comentarios. Les juro que cuando me quiten el yeso responderé los reviews.
Esperen el próximo capítulo… Ah! Ya va a aparecer Harry, así que no necesitan extrañarlo. Dentro de dos capítulos más el pelinegro aparecerá.
Besos, adiós!
