Hola a todos! DISCULPENME la gran demora! Lo ke pasa es ke mi PC se fue al cielo de las computadoras, al igual ke la de mi hermana, asi que ahora es batalla para ver kien toma la de mi papa primero! xDD jajaja pero, esta vez prometo que pondre el ultimo capitulo la semana ke viene! sip! este es el penultimo capitulo, lo ke pasa es ke este es un mini fic, jejejeje sumimasen, gracias por esos grandiosos comentarios que me han mandado, de veras que me llenaron de felicidad, sabiendo que a algunas personas si les gusta lo ke escribo, jejejeje nn, bueno hoy si lean, y manden sus reviews!
chauuu y cuidenseee!
atte. Nadeshko12
Cáp. 3
Las horas pasaban lentamente… mientras que la tarde entraba, los rayos de luz caían sobre una mecedora que se hallaba habitada por una chica, que leía silenciosamente un libro bastante ancho. De vez en cuando despegaba su mirada para ojear al joven que se hallaba en su cama descansando, tan tierno, pero a la vez con tantos moretes en su cara…
Se levanto para poderlo ver mas de cerca… sin duda, era bello, no habían explicaciones para describir esa belleza… cuantas ganas de acariciar ese rostro tenia, pero su interior le decía que no podía tocarlo, ya que tarde o temprano el se iría y eso podría traer malos ratos para los dos…
Lentamente los ojos lilas se abrieron, dejando ver lo primero, aquella hermosa cara de su salvadora, que humildemente le sonrió.
- Ya te encuentras mejor? – Pregunto Monique, regresando a la mecedora.
- Si… pero tengo una curiosidad…-dijo levantándose un poco de la cama.
- Dime…
- ¿Qué haces tu sola en esta gran casa?- pregunto algo curioso.
- Pues veras… esta es la casa de campo de la familia, necesitaba estar sola por un tiempo, así que le pedí permiso a mi padre para que me pudiera quedar aquí por unos días… y aquí estoy, en la casa que en lo particular, me encanta mas que otro lugar en esta tierra… que en solo 20 años de mi vida, he tenido buenos momentos aquí…-dijo respirando el aire fresco que entraba por el balcón.
- ya veo… tuve suerte de no caer en otra casa llena de personas… hubiera sido realmente incomodo…-dijo Ángel recostándose de nuevo.
- Ahí tienes toda la razón… pero por lo menos, caíste en buenas manos…- dijo Monique viendo hacia el libro un poco ruborizada por el comentario.
Ángel la vio y de cierta forma le agrado, que ella estuviera feliz por su presencia… con ese pensamiento en la cabeza, volvió a dormirse.
Los días pasaron, el animo de Ángel cambio súbitamente, pero sus heridas poco a poco sanaban… es joven y fuerte, no morirá por unas cuantas heridas, si son curadas debidamente. Hoy cumple una semana de estar conmigo en esta casa, que lo único que ha hecho es ser testigo de los regaños constantes de mi hacia con Ángel, el muy terco no entiende que aun no puede volar… su cuerpo ya casi esta completamente sano pero sus alas… sus heridas son muy severas como para que en un abrir y cerrar de ojos queden curadas.
Ya me fastidia con solo hablar con el pero que puedo hacer… no puedo quedar enojada con el¿Cómo? Si es tan hermoso que los enojos pasan rápidamente y se borran de mi mente con solo ver aquellos ojos lilas viéndome con cierto miedo.
- ¿necesitas ayuda para levantarte?- pregunto Monique, quien vio que el joven quería ir hacia el balcón.
- No… ya te dije que puedo moverme solo.-dijo caminando suavemente hasta el balcón.
Aun mantenía las alas vendadas, y parte de su cuerpo… pero se miraba que caminaba con mas fuerza.
Monique respiro hondo y saco el aire, en tono de derrota… primera vez que no decía nada a cambio de esa actitud tan pesimista de parte del joven.
Volteo a ver hacia el Balcón… y se levanto de un solo golpe… Ángel había caído al suelo, y se sostenía del barandal con una sola mano.
Lo levanto con cuidado y lo llevo hacia una silla cercana… pero no dijo nada, solo se limito a salir del cuarto y dejarlo sólo en aquella habitación, sentado en una silla… algo desconcertado de lo sucedido.
- Ahora… ¿Qué habré hecho? – dijo viendo hacia el balcón de nuevo, pero a quien engañaba… lo único que su mente podía ver, era el rostro de Monique. – Demonios… por favor… que pueda resistir mas a la belleza de Monique… no quiero herirla, a ella no…- susurro fijando su mirada de nuevo en el horizonte dibujado desde el balcón.
