Notas de la autora (20/Enero/2008): Acorde a la nueva normativa del sitio que no se permite tener letras de canciones en los fics, porque viola los derechos de autor, elimino la canción de este capítulo; ya que si los administradores saben de la iregularidad, borrarán mi cuenta de usuario. El fic se mantiene igual, junto con las notas de autora al final; así que nada cambia. Lo que sí, es pedirles disculpas por eso y que si tienen la opisibilidad de leer la canción "I just want you to know " de Backstreet Boys o escucharla mientras leen, sería ideal.


Capítulo 26:

'Querido Diario:

Desde que me di cuenta que había aceptado poner un pie en La Madriguera, sabía que no podía terminar para nada bien. Es como esos presentimientos que tienes e intentas no tomarlos en cuenta para que nada de lo malo que sientes ocurra, pero hay que hacerles caso. Eso debí haber hecho yo antes de decirle a Ginny mientras lloraba en mi hombro que iría al cumpleaños de su hermano.

Llegué por vía flú a la casa. Observé que estaban Ron, Gabrielle, Cho, Ginny y Harry. Inmediatamente saludé a los más agradables de ese grupo: Harry y Ginny. Después tuve que aceptar la cruda realidad y enfrentar a las dos mujeres más enfermas, detestables y venenosas que podían pisar la tierra: Gabrielle y Cho. Y al final tuve que enfrentar a Ron.

Todo transcurrió con tranquilidad en la conversación antes de la cena –ya había saludado a los gemelos y a los señores Weasley- hasta que la señora Weasley nos pidió ayuda para poner la mesa. Ginny apenas podía sacar los platos maldiciendo no poder usar magia fuera del colegio, Gabrielle intentaba aprender a tomar una bandeja para llevar vasos y Cho no quería quebrarse las uñas; por lo tanto, con ayuda de mi varita fui a la sala después de ayudar a colocar los cubiertos.

Tuve una "amigable" conversación con Ron y Harry. Con el último pude hablar de cómo le había ido en la Academia y hasta le propuse la idea de viajar a Dinamarca. Pero no pude hablar con el incivilizado y ciego de Ron. Me lanzó unos comentarios tan hirientes… Bueno, tengo que aceptar que yo con lo de los cuernos me pasé un poco; pero nadie me llama vaca para vivir y contarlo así nada más. Juro que me puse tan colérica que tenía ganas de gritar y lanzar todas las cosas en dirección a él para que quedara aplastado y no volviera a hablarme el resto de su maldita vida.

Debo admitir que sobreviví gracias a la conversación de los gemelos, a mi buena amiga Ginny y a Harry. Los señores Weasley eran muy cariñosos conmigo y se los agradezco profundamente; además que al ver la cara de celos que ponía Gabrielle era un momento valioso en mi vida. Si no fuera por esas personas, yo creo que me hubiera descontrolado y le gritaría tantas cosas a Ron para terminar saliendo de la casa llorando. Aunque eso no se aleja de lo que pasó después.

No quiero hablar de eso. Todavía no puedo ni siquiera asimilarlo ni transformar los sentimientos en palabras para describir cómo me sentí con todo lo que me dijo, la forma en la que me miró, cómo me trató y con cuánto odio me decía las cosas. Me siento tan mal, tan triste, tan rota y abandonada en mi propia pena que no puedo escribirlo y no quiero recordarlo. Pero es inevitable recordarlo después de todo lo que ha pasado. Este día va a quedar grabado en mi memoria recordándome cuánto cambia una persona en sólo un año. Creí haberlo conocido por siete años de mi vida; y con esos siete años me bastaron para creer saberlo casi todo de él. Y me equivoqué. Lo que sabía de él no es sólo más que un recuerdo del pasado y de lo bueno que fue haberlo conocido. El recuerdo de cuánto lo quise y de cuánto me duele quererlo ahora'.

:. Flash Back .:

Hermione se quedó mirando la puerta y vio al poco tiempo como otra sombra se posaba detrás de la ventana donde estaba la banca. Sonrió esperando que pudiera solucionar todos sus problemas con Harry, aunque sabía que eso sería muy imposible. Pero tenían que conversar para poder dejar el pasado donde debe estar y continuar sus vidas sin seguir preguntándose en el error que cometieron, si deberían estar juntos o no. Tenían que dejar y dudar. Y esperaba que algún día se reconciliaran y estuvieran juntos, como antes, porque eran el uno para el otro. Tenía la certeza que estarían juntos nuevamente.

-¿Tú crees que se reconcilien? – preguntó Fred observando las sombras a través de la ventana.

-No lo sé… Creo que no. Aún no están listos para estar juntos – dijo Hermione sonriendo al darse cuenta que ellos habían notado todo – Pero volverán; de eso estoy segura.

-Cuando vimos en la revista el reportaje de Cho con Harry teníamos unas ganas de ir a pegarle a Harry hasta que muriera. Nadie le hace eso a nuestra hermana. Pero ella nos detuvo, nos mandó una carta diciéndonos que no lo hiciera – comentó George suspirando.

-No nos cabía en la cabeza que Harry hiciera eso. Después Ron empezó a traer a estas dos idiotas a la casa y por las cosas que dicen, como actúan y como nos miran; nos dimos cuenta que todo fue culpa de ellas – siguió Fred mirando en el rincón a Gabrielle y Cho – Las odio.

-Únete al club – rió la muchacha feliz de ver que a ellos no les caía bien esas dos estúpidas – Ellas han arruinado mi vida y las de mis amigos.

-Espero que a Cho se le rompa una uña… O algo más.

-¿Qué hicieron? – preguntó Hermione al notar el tono burlón en la voz de George.

-Sólo una pequeña cosa para que en una semana más no pueda ocultar su fealdad para las finales del concurso – sonrió.

-Espero que sea algo muy humillante.

-¿No nos vas a dar tu sermón? – preguntaron asustados de que ella los apoyara.

-Si no fuera por Gabrielle y Cho yo, tal vez, seguiría con Ron – dijo con la voz triste. Bajó la vista apenada y controlando un profundo suspiro – No sé cómo Ron puede seguir siendo amigo de ella. Está ciego. No se da cuenta de que ella sólo está jugando con él, que no lo toma en serio y que no lo valora por lo que es… No lo quiere – concluyó levantando la vista y miró a Ron al otro lado de la sala.

Sorprendentemente, él también la miraba. Al notar su mirada fija en ella y en que no participaba en la conversación de las estúpidas, supuso que había escuchado lo que dijo. Trató de disimular una pequeña sonrisa de alegría porque él escuchó la realidad de las cosa; porque no podía seguir creyendo que estaba bien juntarse con esas dos después de todo el daño causado.

Ron estaba conversando con Cho cuando empezaron a discutir sobre Harry. Aunque Ron estuviera muy cercano a la oriental, aún defendía a su amigo a muerte. Cho dijo que no tenía nada de malo lo que había hecho, ya que lo hizo para ver si Harry le tenía confianza a Ginny... Pero el pelirrojo le dijo que no empezara a decir mentiras y que si seguía así, la echaba de la casa.

Los dos sequedaron callados mientras Gabrielle los miraba nerviosa, ya que no quería una pelea. De fondo se escuchaba la conversación de los otros dos grupos y Ron pudo percibir la voz de Hermione seguida de una risa junto con los gemelos. Disimuladamente dirigió su mirada al otro rincón donde estaban ellos y escuchó lo que hablaban; incluso cuando ella dijo: "Está ciego. No se da cuenta de que ella sólo está jugando con él, que no lo toma en serio y que no lo valora por lo que es… No lo quiere". Y luego la castaña lo miró.

Apartó la mirada en unos segundos sintiéndose avergonzado. Sabía que ella lo odiaba, que no lo quería ver y que si se ponían a conversar de nuevo; iban a terminar peleando. ¿Por qué todo había terminado así? Supuestamente todo iba bien, perfecto, y llegó esa noche de año nuevo que les arruinó las vidas. Le había dado tantas vueltas al asunto que ya ni le importaba la razón por la que terminaron; sino que ya no estaban juntos.

Mientras pensaba examinaba su casa vagamente. Entre todos los libros usados y rotosos, las extrañas cosas muggles destartaladas de su padre y de los muebles antiguos; vio encima de una mesa todas las fotos de la familia. Fotos de sus padres, hermanos, Bill cuando se gradúo, Charlie con los dragones, el primer día de clases de Ginny, los gemelos y su tienda atrás con unas enormes sonrisas, él mismo con su nueva escoba antes del quinto año. Y, entre todas, había una donde estaban Harry, Hermione y él a la salida de su segundo curso.

Al verla, una mezcla de emociones apareció en su corazón causándole una confusión enorme. No recordaba esa foto. Los tres se veían tan felices, tan amigos como ahora no lo eran. Harry estaba en medio de él y Hermione mientras la muchacha le lanzaba una mirada asesina a Ron y él movía la boca replicándole algo; pero luego ella sonríe y posan para la foto. Y así, la imagen se repetía sucesivamente. Esa fue una de las primeras sonrisas que ella le dio, ya que no se llevaban tan mal como antes. Se sentía muy mal al recordar aquellos días… Todo había cambiado tanto y dudaba que volvieran a ser como antes.

-Ron... ¿Qué pasa? – preguntó Gabrielle dándose cuenta que el no participaba en la conversación - ¿Ron? – volvió a preguntar viendo que él no reaccionaba.

Posó su mirada en el lugar de donde miraba Ron y frunció el ceño molesta. Ahí estaba él viendo interesado una foto de sus mejores amigos y él. ¿Acaso aún seguía pensando en ella? Habían pasado cerca de tres meses y todavía no podía olvidarla. La odiaba. Gabrielle quería a Rom sólo para ella, pero el recuerdo de Hermione aparecía constantemente. Y, aunque él lo negara, sabía que aún la seguía queriendo. ¿No le bastó haber terminado y que ella no le creyera? Hizo mucho trabajo para conseguir esa maldita poción para año nuevo; así que tenía que conseguir a Ron sí o sí.

-No sé cómo puedes ver la foto de esa estúpida. Es horrible – dijo Gabrielle en un tono despectivo – Y cuando era pequeña era aún más fea. ¡Mírala! Parece que desconocía el problema con ese cabello.

-Ah, yo recuerdo a Granger en ésa época... Yo estaba en tercer año – comentó Cho sonriendo – Y les juro que ella era horrible. ¡O sea hello! Parece que ella nunca oyó sobre pociones para controlar el cabello... Y lo peor: Esos dientes de castor remataban su pésimo look.

-Bueno, al menos yo tenía una apriencia natural y no me echaba kilos de maquillaje para tapar mi onstruosidad – dijo Hermione mirando a Cho enojada. Había oído todo lo que dijeron ésas dos – Además, aunque era fea; yo era amiga de Harry Potter. Tú no. Eras sólo una penosa de Ravenclaw que acosó a Harry...

Todos se quedaron en silencio. Los señores Weasley se lanzaron miradas preocupadas. Los gemelos reían por lo que agregó Hermione al final diciendo que tenía razón. La señora Weasley iba a abrir la boca para decir que no discutieran más, pero su marida la tomó de la mano y se la llevó a la cocina diciendo que tenían que hablar algo importante. Y nadie más dijo nada; porque daba miedo la mirada de Hermione, Gabrielle y Cho.

¿Fea? No, a Hermione nunca la consideró fea. Bueno, no era la más bonita de toda la clase; pero jamás pensó que era la más horrible de todas. Siempre se habia fijado más en su forma de ser, su personalidad, su inteligencia y en sus defectos; eso era lo que tenía grabado en la memoria de todos los recuerdos de ella en el colegio. Debía aceptar que empezó a volverse mucho más linda desde el baile de navidad. Ahí notó completamente que sus incisivos no eran más grandes de lo normal y que podía llegar a ser tan bonita como sus compañeras.

-¿Yo acosando a Harry? – preguntó Cho enfadada – Él me perseguía a mí. No sé si te acuerdas que en su cuarto año andaba detrás mío como un perro. ¡Él me acosaba! Yo sólo me dejé querer, como cualquier mujer normal.

-Cualquier mujer normal que sabe que el que la anda persiguiendo es el famoso "Niño Que Sobrevivió" – dijo Hermione no podiendo creer el cinismo de la oriental – Andabas con Harry sólo porque era famoso. Y porque Cedric falleció. Estabas sola y abandonada.

-¡No le vengas a decir eso a mi amiga! – gritó enfurecida Gabrielle poniéndose de pie – Tú no vengas a decirle esas cosas que son mentiras, Granger. Mejor quédate callado, porque no tienes derecho a abrir tu boca.

-En todo caso, tú tampoco. Ésta no es tu casa. Es la de los Weasley – corrigió ella también poniéndose de pie – Estás acá porque eres una pobre penosa que para conseguir a Ron tuvo que hacer trampas. Usando pociones prohibidas por la ley... Eres una patética.

-No vengas a tratar así a mis invitados – saltó Ron en defensa de Gabrielle – No tienes ningún derecho. Tú fuiste invitada por mi hermana, pero no por mí. No creo que puedas venir acá a decirle eso a mis invitados.

Hermione se quedó mirándolo sin decir nada. La sonrisa que en su rostroó había aparecido mientras hablaba se borró completamente y su mirada cambió a un desconcierto enorme. No podía creer que la defendiera, aún habiendo escuchado la verdad. ¿Acaso tenía problemas a los oídos o al cerebro? Porque no era posible que todavía siguiera creyendo que Gabrielle era una santa. La defendió a ella; haciéndola quedar como culpable. Nunca creyó que él iba a hacerle eso, nunca.

-Yo digo lo que quiero a las personas que quiero cuando digo la verdad – dijo en un tono ronco mientras se cruzaba de brazos – Otra cosa diferente es que no puedas aceptar la realidad.

-Yo sé como son las cosas. Tú sólo estás acá para molestar... Deberías irte, porque me estás arruinando el cumpleaños.

-Lamentablemente, tu hermana me invitó a estar con ella ¿Sabes por qué vine? – le preguntó en tono burlón – Porque sabía que no podría soportar la presencia de estas dos mujerzuelas en la casa. Necesitaba a alguien sensato que la apoyara a aguantar este cumpleaños de su agonía.

La quería, lo sabía. Pero no podía perdonarle todo lo que le había hecho. Estaba diciendo que era culpa de Gabrielle que hubieran terminado, que era un ciego y le decía tantas cosas que terminaban ocasionando que alzara la voz en contra de la suya para ganarle en cualquier cosa. No la soportaba en su casa, la quería lo más lejos posible y la quería más cerca. Había intentado olvidarla de cualquier forma, pero ella siempre regrsaba a su mente.

-¿No puedes decirme nada? – preguntó Hermione alzando una ceja sonriendo – Cuesta escuchar la verdad. Cuesta escuchar que todos te engañan en tus narices y no te das cuenta de ello. Se burlan de ti.

-Nadie se está burlando de mí - negó con la cabeza enfadado – Y tampoco nadie me engaña. Yo sé cuál es la verdad: Sé que tú eres la peor persona que conozco, la persona a la que más odio, la persona la que me hizo tanto daño y la que me siguie haciendo sufrir. Eres lo peor que conozco. No puedo creer que una vez te quise.

Se quedó en silencio y sintió como sus ojos se llenaban de lágrimas. No lloró. Levantó el mentón para hacerle ver que sus palabras no le afectaron; pero si le terminaron por quebrar el corazón. Eso había hecho. Había terminado de destrozarle por completo el corazón. Tenía muchas ganas de llorar, pero no lo hizo. Tenía ganas de gritar, pero no lo hizo. Tenía ganas de correr, pero no lo hizo. Se quedó allí mirando fijamente a Ron taladrándolo con la mirada sintiendo que desde ese momento lo iba a odiar por siempre.

La había perdido para siempre después de haber dicho eso. Lo sabía y una parte de él se sintió muy trsite, desesperado y con rabia de haber hablado sin haber pensado antes las cosas. No podía remediar las cosas una vez que estaban hechas. Debía aceptar las consuencias que traería haberle dicho que la odiaba y que era la peor persona que conocía en su vida. Quería ir corriendo a sus pies y suplicarle que lo perdonara, que hiciera caso omiso a sus palabras. Pero se quedó quieto sintiendo que su corazón latía más rápido al ver cómo Hermione lo miraba con un profundo odio.

-Es una lástima que pienses eso... Porque tú eres una basura – dijo con la voz temblándole.

-Recuerda que es mi cumpleaños, no le puedes hablar así al cumple añero – le recordó Ron con una voz infantil.

-¡Yo te hablo como yo quiero! – gritó Hermione descontrolándose - ¡Nadie me viene a decir eso, Weasley!

-¡No grites así a Ron! – saltó a la defensa del pelirrojo Gabrielle – Esta no es tu casa. Deberías irte a donde perteneces, Sangre Sucia.

-¿Sangre Sucia? – preguntó Hermione sintiendo ese extraño sentimiento cada vez que la llamaban así. Miró a Ron buscando ayuda, pero él se quedó callado y no salió a defenderla como solía a hacerlo antes. En cambio, los gemelos sacaron sus varitas y apuntaron a Gabrielle diciéndole que no volviera a llamarla de esa forma – Sangre Sucia tu padre – dijo Hermione haciendo que los gemelos se quedaran callados – No creas que tu prima no me ha contado cómo son tus padres – siguió con una pequeña sonrisa – Nicole me contó lo penoso que era tu padre vendiendo frutas de forma callejera. Por eso azares del destino conoció a tu madre que era bruja y pudo hacerse millonario... Eso es patético. Ser tú, una hija de un fracasado muggle y una bruja estúpida.

-¡No le hables así! – gritó Ron saliéndose de control – Tú también eres Sangre Sucia... – se detuvo en seco.

Habían entrado el señor y la señora Weasley alarmados por los gritos y se quedaron de piedra al oír decir eso a Ron. El señor Weasley frunció tanto el ceño que daba miedo la expresión de su cara. Los gemelos se taparon la boca sorprendidos. Cho abrió los ojos desmesuradamente sabiendo que iba a quedar la grande. Gabrielle estaba impasible observando con cuidado los movimientos de Hermione mientras la señora Weasley se quedó callada observando con recelo a su hijo.

Ron y Hermione empezaron a gritarse diciéndose cuál pensamiento hiriente y venenoso se les venía a la mente sin medir sus palabras. Usaron cuánta grosería sabían y pusieron todo su odio en sus voces mientras se iban poniendo acalorados por la discusión.

Justo en ese momento entraron Harry y Ginny. Los dos se miraron preocupados sin saber qué estaba pasando y se quedaron en silencio, al igual que los demás, viendo con horror la escena.

-Maldito hijo de… - se contuvo y miró a la señora Weasley que estaba con los abiertos por la discusión – Agradece que estamos en la casa con tu decente familia y no te doy un golpe para matarte.

-Como si fueras capaz de hacerme eso – rió – Es obvio que eres una cobarde y andas huyendo de mí.

-Eres un imbécil, Ron – dijo con los ojos enrojecidos. Se puso la chaqueta y se acercó a la puerta apartando a Harry y Ginny – Gracias por la invitación, Ginny. Fue un gusto verte – sonrió efusivamente – Fue un gusto verte de nuevo, Harry. Te mandaré una lechuza para ver si mañana podemos juntarnos – le dijo a su amigo que lentamente asintió – Y fue un placer verlos – dijo viendo a los señores Weasley y a los gemelos – Prometo ir a la tienda en esta semana – sonrió – Ah… Y espero que se te deforme la cara para el final del concurso, Cho – agregó mirando a la oriental – Y bueno… Tú – señaló a Gabrielle - ¿Te doy un consejo? Quítate esa sombra celeste y ese labial rojo que te hace parecer más mujerzuela de lo que eres…

-¡O sea hello! – gritó Cho enojada - ¿Cómo puedes decirme eso, Granger?

-Diciéndolo – dijo mirándola como a una deficiente mental – Ah… Y feliz cumpleaños, Ron – agregó con sarcasmo – Ojala lo pases muy bien. ¡Adiós! – dijo cerrando la puerta mientras todo quedaba envuelto en un total silencio.

Salió de la casa llorando amargamente y corrió por el pequeño camino que conducía al camino entre los cerros. Hermione sentía como el viento frío y los copos de nieve golpeaban su rostro sin piedad alguna causándole escalofríos; pero no le importó. Casi resbaló al pisar una zona que era completamente hielo y siguió corriendo como pudo dándole rienda suelta a sus emociones.

Ron la había tratado de una forma jamás imaginada. Nunca pensó que él iba a defender a alguien que la había llamado "Sangre Sucia" cuando él siempre la defendía de cualquiera que se atreviera de decirlo. ¿Por qué había cambiado tanto? Las cosas eran muy distintas. Y, aunque deseara estar junto a él, cada vez deseaba que nunca más lo volviera a ver.

:. Fin Flash Back .:

Una lágrima caía en su rostro mientras un joven de cabellos pelirrojos a muchos kilómetros de distancia estaba sentado en el marco de su ventana pensando en lo mismo que ella. Los dos dieron un suspiro pensando en cuánto se querían y en cuánto se odiaban.


Notas de la autora: ¡Hola! Me demoré harto en actualizar. Lo siento. Es que con el colegio he andado con muy poco tiempo y cuando me meto al computador paso el tiempo haciendo mis tareas y viendo cosas para mi fotolog de Harry Potter xD! Pero bueno, acá vengo con este nuevo capítulo que me gustó como me quedó para haberlo hecho entre tareas, colapsos nerviosos por no tener mi tarea lista, gritos de mis papás y conversaciones en MSN con mis amigos.

La canción es "I just want you to know" de los Backstreet Boys de su nuevo disco "Never Gone". Me gusta mucho la canción porque hay sentimientos encontrados y encuentro que es perfecta para el capítulo.

Odio a Cho. Odio a Gabrielle y odio a... Las odio a las dos ¬¬. Me pregunto por qué tienen que ser tan malas... Ah, sí! Para que haya algo interesante en el fic y para que en el próximo empiece la masacre a esas dos, muajaja! (risa malévola). Así que próximamente empieza la venganza a esas dos para eliminarlas completamente del fic. Sí! Que se vayan, que se vayan, que se vayan! (lo siento, ando un poco colapsada y escribo incoherencias).

Gracias por sus reviews. Lamentablemente no puedo respondérselos porque ya me tengo que ir, pero ustedes saben que los leo uno por uno y les agradezco infinitamente su apoyo.

Y bueno... Eso es todo por ahora!

Cuídense, adiós!