Encontramos a nuestro joven novato camino a su siguiente destino. Luego de conocer y ayudar a Oryza en Ciudad Omega, Fen está dispuesto a alcanzr el siguiente gimnasio.
El joven entrenador se detiene, dejando su mirada vagar en la entrada de un gran bosque.
Consultando el dispositivo en su muñeca, abre el mapa y ve que el lugar tiene un nombre. "Bosque Esmeralda"
Fen: "El bosque esmeralda, conocido por su profundidad se extiende por el territorio central de ambos lados de la región. Hogar de especies de pokémon extrañas y peligrosas. Se recomienda tener cuidado y no entrar en él, solo."
Lee el entrenador los datos que se ven en pantalla. Aunque su mirada es seria, puede notarse cierto nerviosismo. Aún así no se echa atrás, con determinación avanza, e ingresa al bosque.
No avanza más que un par de metros, antes de detenerse, pues le llama la atención la presencia de otra persona. Una mujer joven, de piel clara, un muy largo cabello de color verde bosque peinado en una trenza. Su ropa es un pequeño chaleco verde suave de mangas muy largas, que lleva sobre un vestido marrón con larga falda de un verde más oscuro, ella lleva botas color marrón.
La mujer mira hacia lo profundo del bosque con una mirada de preocupación. Cuando Fen se acerca ella lo nota, y al instante parece animarse.
Mujer: oh! Hola. disculpa, eres un entrenador?
Fen: uh si, lo soy.
Él responde un tanto inseguro, pero ella parece más tranquila y feliz ante su respuesta.
Mujer: oh me alegra tanto encontrar un entrenador. Lo siento, me presentaré, mi nombre es Cheryl, es un gusto.
Fen: soy Fen.
Cheryl: Fen, me da pena pedirte esto, pero podrías hacerme un favor? Estoy en busca de un pokémon llamado combee, que vive en este bosque. Dicen que los combee hacen una miel deliciosa, quiero encontrarla y probar un poco. Pero este bosque es peligroso, y está lleno de pokémons agresivos. Y... no soy tan fuerte para cruzarlo yo sola…
Fen: quieres que te acompañe para que puedas buscar a ese pokémon?
Cheryl: así es. Me sentiré mejor si voy acompañada. No soy buena luchando, pero puedo hacer que tus pokémon estén saludables. Y claro, compartiré la miel contigo cuando la encontremos.
Nuestro entrenador parece pensativo ante esto, medita por un segundo, y luego acepta acompañar a Cheryl, lo que hace a esta casi saltar de gusto. Así ambos se internan en el bosque, con Fen adelante y Cheryl siguiéndolo de cerca.
Pokécchimon
Capítulo 12: La Guarda del Bosque
Las copas de los árboles bloquean los rayos del sol, provocando una sombra profunda y constante sobre el bosque. Nuestro entrenador y su ahora compañera siguen su andar.
Por el camino logran ver varios pokémons salvajes. Muchos de ellos se apartan de su camino, pero otros buscan batalla.
Con ayuda de sus tres pokémons iniciales, Fen logra dar batalla y vence a todos los pokémons, sin demasiado problema.
Cheryl se mantiene cerca del entrenador, se la ve asustarse cada vez que un pokémon salvaje intenta atacarlos.
Al avanzar un poco más, desde unos matorrales se ve salir a un pokémon con aspecto de ciempiés de enorme tamaño, este se alza sobre ellos de manera amenazante. Fen usa a Topaz para enfrentarlo, aunque la zorrita tiene ventaja con sus ataques de fuego, ese gran ciempiés demuestra ser fuerte y un enemigo peligroso.
Fen: Jade Lazuli salgan!
Con sus tres pokémons atacando juntas, logran superar al insecto gigante, y hacerlo caer fuera de combate el tiempo suficiente para alejarse del lugar.
Fen corre sujetando la mano de Cheryl, quién intenta seguir su paso. Topaz, Jade y Lazuli los siguen de cerca.
Corren por un minuto o dos hasta alejarse, y entonces se detienen. Tanto el entrenador como su compañera deben recuperar el aire trás esa carrera.
Fen se incorpora y se quita el sudor de la frente, mientras Cheryl aún parece cansada.
Fen: uff… ese bicho si que era grande… los pokémon de este lugar son más fuertes de lo que me esperaba. Habrá que ir con cuidado chicas.
Sus chicas asienten en acuerdo, igual lo hace Cheryl. Fen se arrodilla para ver a Topaz, quién tras esa batalla se nota magullada.
Fen: estás bien Topaz?
La zorrita solo sonríe y asiente, pero el entrenador no está convencido.
Fen: espera, te daré un poco de medicina para tus heridas.
Cheryl: espera Fen, déjame a mí hacerlo.
Para sorpresa del chico, su acompañante saca un pokéball de color rosa, y la abre.
Cheryl: Chansey, sal.
Fen en seguida reconoce al pokémon que sale de esa pokéball, el mismo tipo de pokémon que había visto en el centro pokémon. Aquella de color rosa con una forma cómo de huevo.
Cheryl: Chansey, por favor cura a las pokémons de Fen.
La chansey sonríe y se acerca a la zorrita, quién se muestra curiosa. Todos a excepción de Cheryl se intrigan cuando la pokémon rosada hace brillar su vientre, específicamente la piedra ovala que lleva en este.
Cuando el brillo de esa piedra cubre a nuestra braixen, ella siente su energía recobrarse y sus heridas más pequeñas también sanan. Dejándola casi como nueva.
Fen: Qué fue eso?
Cheryl: la especialidad de Chansey. Chansey puede sanar a los pokémons usando su poder.
Topaz se muestra con nueva fuerza y sonríe parece agradecer a la pokémon sanadora.
Fen: eso es asombroso! Muchas gracias chansey! Y a ti Cheryl.
Cheryl: no agradezcas. Tú nos estás protegiendo, lo menos que puedo hacer es ayudar a que estén sanos.
Fen: grandioso! Contigo ayudando a mantener la energía, atravesar este bosque será un paseo! Vamos chicas, ahora no hay quien nos detenga!
Su buen ánimo es compartido por sus chicas, mientras su compañera esconde una pequeña risa. Con nuevo ímpetu, el entrenador lidera el camino y la joven mujer lo sigue, sus pokémons de nuevo en sus pokébolas.
~ Pokécchi ~
Pasa el tiempo mientras caminan, hasta el momento en que empieza a notarse cansancio en la joven mujer, y ella decide tomar la mano de su compañero para detenerlo suavemente.
Cheryl: Fen, espera. Podemos descansar un poco? Por favor.
Fen: eh? Pero si solo llevamos un rato caminando. … bueno supongo que está bien.
Cheryl se anima ante la respuesta, aunque Fen no parece agradarle mucho la idea.
Cheryl: busquemos un lugar donde comer!
Anuncia ella con mucho ánimo, Fen parece un poco más interesado con esa idea.
~ Pokécchi ~
Por pedido de Cheryl, nuestro chico mira las cercanías en busca de algunas frutas. Con una pequeña la canasta en mano, el chico revisa algunos árboles y arbustos frutales.
Fen: a ver, me dijo la vaya amarilla con marcas verdes, o era la verde con marcas amarillas? … meh le llevaré ambas.
No le toma mucho encontrar un par de arboles y arbustos con pequeños frutos que parecen ser lo que busca. En poco tiempo tiene la canasta bastante llena con variedad de vayas de varios colores y formas.
Con curiosidad toma un fruto de color rosado, y amarillo en las partes superior e inferior, su forma es ligeramente ovalada.
Fen: nunca había comido vayas como estas. Me pregunto si saben bien.
Con ese pensamiento decide darle una mordida, comiéndose casi la mitad del fruto. Su rostro se arruga un poco, pero luego se calma.
Fen: bueno, es raro pero, no está mal.
Se come el resto de la vaya, descartando el pequeño tallo de este. Su calma se rompe cuando oye una especie de siseo, que se mezcla con un rugido.
El chico se voltea, y ve aparecer de entre los arboles, aquel pokémon ciempiés. El entrenador se alarma y suelta el cuenco con las vayas para tomar sus pokebolas, pero un golpe de la cola del ciempiés brillando en morado, lo detiene y lo arroja al suelo, adolorido, solo puede ver a ese gigantesco insecto acercársele.
Fen trata de tomar sus pokéballs, pero no puede moverse, al final solo puede cerrar los ojos por el miedo. Pero...
¿?: Arcana, lanzallamas!
De pronto una llamarada es disparada en contra de aquel insecto y lo hace retroceder. Es entonces que otra criatura se aparece, un cánido de enorme tamaño, con un salvaje pelaje naranja con rayas negras, y una fiera melena blanquecina así como su cola.
Montando el lomo de este ser, está mujer, de larga cabellera rubia, vestida con un uniforme de chaleco rojo, y sombrero del mismo color.
El gran ciempiés resiste aquella llamarada y, aunque herido, se ve dispuesto a responder el ataque.
Mujer: Arcana, usa rugido.
El pokémon que la mujer monta, Arcana, da una feroz rugido, que acaba atemorizando a aquel insecto, y lo obliga a alejarse del lugar.
Esto permite a la mujer de rojo bajar de su pokémon, y acercarse a Fen quién a penas distingue lo que acaba de pasar.
Una sombra en el rostro del chico deja impactada y asustada a esta mujer.
Mujer: fue envenenado por la cola venenosa de scolipede!
Ella se apresura a buscar en el pequeño bolso de su cinturón, y saca un recipiente pequeño el cual contiene un líquido de un color semi rosado. Acunando al chico con un brazo, toma un poco de ese líquido en su propia boca, y después une sus labios a los de Fen, dejando que ese líquido caiga en la boca de él, y empuja un poco con su lengua para ayudarle a tragarlo.
Tras beber aquello, la sombra en el rostro de Fen desaparece poco a poco, y lentamente él recobra suficiente consciencia para ver a su salvadora.
Mujer: te encuentras bien?
Pregunta esta mujer, y Fen tarda aún unos segundos en ordenar su cabeza y responder.
Fen: … qué… qué pasó…?
Mujer: fuiste atacado por un scolipede, te golpeo con su cola venenosa y te envenenó. Tuve que darte un jarabe Meloc para sanarte.
Fen: jarabe… qué?
Mujer: un medicina hecha a partir de las bayas meloc, frutos especiales que anulan el veneno. Sirven para humanos y pokémons por igual.
Fen: oh…
Ahora el entrenador parece comprender la situación, aunque aún se lo ve un poco sorprendido. Lentamente se incorpora para quedar sentado en su sitio. Y tras un momento más, pregunta.
Fen: quién es usted?
Regina: me llamo Regina. Soy la Guarda Pokémon de Bosque Esmeralda.
Fen: guarda… pokémon?
Regina: Los Guardas Pokémon protegemos las zonas y pokémons silvestres. Esta es Arcana, mi compañera.
Dice presentando a su pokémon, la cual da un ligero gruñido amigable al chico.
Regina: Estábamos de patrulla cuando oímos el ataque de scolipede y te encontramos.
Comenta y explica la guarda mientras da unas caricias a la canina, quién da un suave gruñido de gusto.
Fen: je, supongo que debo agradecer a la suerte, que estuvieran cerca.
Fen sonríe, y pronto se muestra muy interesado en el pokémon de la guarda, por lo que saca su ecchidex.
Ecchidex: arcanine, pokémon de leyenda. Puede correr a velocidades excepcionales, y es reconocido por su valor y su lealtad. En la antigüedad era venerado por muchas culturas y se lo podía ver en compañía de reyes. Se cree que estos pokémon acompañaban en el apareamiento-
Fen cierra su dispositivo al perder interés en esa parte. Regina parece divertida.
Regina: tienes una ecchidex. Entonces debes ser un entrenador.
Comenta ella a la vez que regresa a su pokémon a su pokébola. Esta es de color enteramente blanco, con una letra R pintada en rojo en la parte superior.
Fen: si, lo soy. Estoy de camino en el bosque con una mujer llamada Cheryl y-
Fen empieza a explicar, pero se detiene abruptamente cuando intenta levantarse, pues siente una presión en su pecho que lo detiene, Regina se arrodilla y lo sujeta del hombro
Regina: no te fuerces. Aún estarás dolorido por el golpe. Necesito revisarte, por favor quítate la camiseta.
Fen parece un poco sorprendido por la petición, pero no objeta, y cuidando sus movimientos para no causarse más dolor, se quita la chaqueta y también la playera.
En su torso puede distinguirse una marca de golpe, con una forma alargada, evidenciando el punto del impacto. Él mismo se sorprende al verse y con cuidado toca el área golpeada, lo que le provoca un leve nervio.
Regina también lo ve, pero, no parece concentrarse del todo en el golpe, en cambio mira al torso descubierto del chico, y un sonrojo se aparece en sus mejillas. Casi al instante sacude su cabeza y se centra en la marca del golpe.
Después saca un pequeño rollo de vendas y empieza a tratar al chico, envolviendo su torso con estas. Ninguno dice mucho mientras ella hace su trabajo, pero a medida que lo hace, Regina parece incomodarse, y sus ojos más de una vez observan al chico de forma detenida.
La guarda puede oír su corazón latir, y cuando sus ojos cruzan miradas con los del chico, se siente estremecerse y trabaja más rápido para distraerse.
Regina: qué me pasa? Por qué estoy tan nerviosa…?
Pregunta ella internamente, sin poder quitar sus ojos del cuerpo del chico. Empieza a ver su torso y luego también lo mira el rostro. Empieza a sonrojarse más.
Fen: auh, Regina, creo que estás apretando mucho.
Se queja Fen aparentemente un poco dolido. La mujer se altera y sus nervios aumentan, mientras se sonroja tanto como su uniforme y se disculpa, empezando a desenvolver.
Regina: ya he visto hombres sin camisa antes, entonces por qué… este chico…?
Regina intenta suprimir sus nervios, y logra terminar su trabajo.
Regina: bien, ya está. No es un golpe fuerte así que-
Ella no puede terminar su frase, porque cuando levanta la mirada, se cruza cara a cara con Fen, con sus rostros demasiado cerca. Regina no supo cuando se acercó tanto, pero ahora está tan cerca que sus narices casi se tocan.
El corazón le empieza a latir, y sus mejillas se ponen demasiado rojas. Fen también parece sorprenderse, y trata de alejarse y disculparse, pero no puede porque ella se lanza hacia adelante, y atrapa su boca en un beso a la vez que caen ambos al suelo por el empuje.
Fen se queja, pero la boca de la guarda ahoga su voz, y los labios de esta se mueven sobre los de él mientras la lengua de Regina se infiltra en su boca y se frota con la suya.
Se oyen un par de gemidos de la mujer mientras presiona su cuerpo sobre el del entrenador, y le sujeta la cabeza con ambos brazos para así poder pegar sus labios a los de él con fuerza y desesperación.
Regina: mmmh~ su boca, se siente bien, se siente… tiene un sabor delicioso.
Piensa ella para sí misma mientras esencialmente relame cada centímetro de la boca del chico.
Fen gime y siente a la guarda frotarse contra su cuerpo. Casi parece resignarse, antes de abrazar a Regina por la cintura y corresponder a su beso, usando su propia lengua para frotar y envolver la de ella. Esto le saca a ella un gemido placentero y anima más su apasionado beso.
Se besan durante un rato imposible de contar, hasta que se separan y la saliva de la guarda cae en lengua y boca del chico. Ella lo mira respirando agitada y excitada, y él hace igual.
Presurosa y agitada, Regina se levanta y queda con las rodillas a ambos lados del chico, se apresura de quitarse la chaqueta de su uniforme, revelando debajo una simple playera blanca sin mangas, la cual en seguida se quita también, quedando así solo con su brasier de color rosa pálido. Fen levanta sus manos y toma los senos de Regina en sus manos, empieza a frotarlos y moverlos arriba y abajo, ganando jadeos excitados de la mujer, quién toma las manos del chico con las suyas y lo guía para jugar con sus senos.
La pelvis de Regina empieza a frotarse contra la de Fen como en un reflejo, él gime al sentirlo y puede sentir su hombría endurecer, empieza a frotarse contra ella de la misma forma haciendo que ambos se exciten más.
Finalmente la guarda se quita su brasier, dejando así sus senos desnudos y verla así solo hace que Fen se excite y se endurezca más, vuelve a tomar los senos de la mujer y juega con ellos, ella jadea antes de bajar y besarlo otra vez, beso que él corresponde y ambos dejan sus lenguas jugar con la del otro. A la vez y sin romper el beso, empiezan a desvestir al otro, Regina suelta el pantalón del entrenador y mete su mano dentro de la ropa de este para poder tocar su polla ya endurecida, cosa que hace a Fen dar un fuerte quejido ahogado por su beso.
Fen no se queda atrás pues él también quita el pequeño short de la guarda y luego sus bragas de color rosa, dejando así su coño descubierto para frotarlo con su pene.
Regina refuerza el beso para ahogar su gemido al sentir como su coño se frota con el pene del entrenador y mueve su boca sobre la de él. Fen le responde esto y empieza a levantar su cadera, empujando así su miembro contra ella sintiéndola mojarse y él endurecerse.
Con un jadeo Regina rompe el beso y un poco de saliva cae desde su boca y su lengua. Se incorpora lo suficiente para abrir sus labios inferiores, posarse sobre el pene del entrenador y entonces bajar para introducírselo dentro. Tanto ella como Fen gimen y jadean al unirse.
Regina se empuja hacia arriba y abajo a la vez que mueve su cadera sobre la pelvis de Fen, y él hace lo mismo, empujándose hacia arriba sacude el cuerpo de la guarda, provocando que sus senos se muevan y ella suelte jadeos y gemidos de placer.
Ambos se mueven y se frotan uno contra el otro, Regina lleva su cabeza hacia atrás y luego su espalda también se dobla ligeramente mientras sigue cogiéndose con el entrenador. Fen por su parte le sujeta la cadera mientras sigue empujando y aumenta la fuerza, rozando y penetrando el útero de la rubia.
Luego de varios minutos, ambos acaban con un grito de placer, y se corren al mismo tiempo. Se detienen pero siguen presionando contra el otro, mientras toman respiraciones profundas y sienten su orgasmo con el otro.
~ Pokécchi ~
Regina: era, esta vaya?
La guarda, nuevamente vestida, muestra al entrenado una pequeña enciclopedia de bolsillo. En esta página se ve el dibujo de una baya, la que Fen se había comido antes.
Fen: um, si, esa es la baya que probé hace un rato.
Regina: mm, ya veo…
la guarda parece avergonzada mientras pone la enciclopedia en un bolsillo de su uniforme.
Regina: es una baya íspero. Se dice que comerla ayuda a reforzar los lazos de afecto de pokémons y humanos. Suele usarse cómo… ujum, afrodisíaco.
La última palabra lo dice en un susurro penoso, incluso se sonroja por la pena. Fen logra escucharla y también termina sonrojado.
Fen: eso… eso es… pero, no me sentí… ya sabes, raro, al comerla.
Regina: cada persona tiene una resistencia diferente a ella. Es cómo la pimienta u otras especias. … con vergüenza admito que, no tengo resistencia a ella. … cuando te besé-ES DECIR, cuando… te ayudé a darte el antídoto, los restos en tus labios acabaron debilitándome.
Fen termina tan rojo como el uniforme de la guarda, y se arma un silencio algo incómodo.
Fen: … entiendo. Pero… estamos… estamos bien, verdad?
Regina: uh si, yo… debo disculparme por mi comportamiento. No fue profesional de mi parte actuar así. Lo lamento.
Fen: nah descuida. Ya estoy acostumbrado QUIERO DECIR, fue la baya. No te preocupes.
La mujer de rojo se ve dudosa, otro silencio los cubre, y se notan incómodos.
Al final, Regina se aclara la garganta, y habla, tratando de verse profesional.
Regina: bueno yo... debería volver a mi trabajo. Aunque...
Ella busca en uno de sus bolsillos, y saca un objeto. Sigue viéndose con duda, pero lo extiende al chico.
Fen observa el objeto, es una esfera, una pokébola. Esta es de color negro con grandes puntos color verde.
Fen: uh…
Regina: Esta es una ocasoball, es útil para capturar pokémon durante la noche o lugares donde no llega el sol. Suelo usarlas para detener pokémons durante la noche, podría serte útil si vuelves a ser atacado.
Fen: ah, no necesitas hacer eso.
Regina: Insisto. Con esto podrás evitar posibles ataques.
El entrenador parece querer discutir, pero ante la mirada de la mujer, decide tomar esa ocasoball. Aún parece dudar, pero luego sonríe agradecido.
Fen: gracias. Seguro me resulta útil.
Eso parece servir para calmar a la rubia, pues sonríe igual que él.
Fen logra ver la canasta con las bayas que Cheryl le había encargado, y tras recogerla y levantar las vayas caídas, da un último saludo como despedida para la guarda. Ella regresa el saludo y lo ve alejarse por el bosque.
La guarda queda sola, aún sintiéndose incómoda. Se prepara para retirarse también, hasta que ve una baya íspero, fruto de todo el descontrol. Ella la toma, la mira, se sonroja de nuevo, y mirando hacia los lados, como temiendo ser vista, la guarda en uno de sus bolsillo. Después de eso, se retira a seguir su patrulla.
~ Pokécchi ~
Cheryl atiende una olla que hierve sobre una pequeña fogata y entonces nota al entrenador acercarse.
Cheryl: Fen! Ya me estaba preocupando. Por qué tardaste?
Fen: lo siento yo… um, me costó un poco encontrar las bayas que querías. Pero, aquí están.
Dice él y le entrena la canasta. Ella se ve feliz y empieza a tomarlas, pero…
Cheryl: oye, no conseguiste bayas íspero?
Fen se tensa y su rostro se pone rojo. Niega velozmente con la cabeza.
Fen: NO NO NO! … lo siento, creo que… no es temporada de ísperos, je… je je…
Cheryl: oh, qué pena… bueno! No importa.
Ella sonríe y toma las bayas para agregarlas a su cocina. Fen deja salir un aliento contenido, y todo su cuerpo cae ligeramente.
Fen: uf… cielos…
Nuestro entrneador ha llegado al peligroso Bosque Esmeralda, y se ha unido a Cheryl con el objetivo de atravesarlo. Sin embargo el bosque ha demostrado tener muchos peligros.
Veremos si Fen y Cheryl pueden sobreponerse ante las adversidades, y salir del bosque para alcanzar su siguiente destino.
~ Esta historia continuará... ~
