~ Pokécchimon ~

~ Especial: La Krampus ~

Una noche en la época navideña. La nieve cae suavemente tiñendo todo en blanco.

Solo hay silencio en las calles vacías. No hay testigo que pueda presenciar la fantasmal silueta que se mueve por el lugar.

En algún lugar cerca de ahí, en una habitación yace dormido nuestro joven entrenador, Fen. La calma de la noche ayuda a mantener su sueño, por eso casi no se da cuenta que una figura se acerca a su cama…

Aún abriendo los ojos, lo único que ve en una sombra blanca.

Ni siquiera un grito se alcanza a oír del chico, simplemente una sombra negra surge desde la blanca… y lo envuelve.

Cuando finalmente despierta, Fen intenta moverse, pero se da cuenta que sus muñecas, y sus tobillos, están atados entre si. Él hace un esfuerzo, pero lo que lo ata es fuerte.

Mientras intentar soltarse, empieza a percatarse de su entorno, está en un terreno nevado, en mitad del bosque. La oscuridad de la noche hace difícil distinguir nada.

Sin embargo, si puede ver una sombra de color blanco, que crece, y crece…y entonces, habla…

¿?: jo, jo, jo~ feliz Navidad, niño~

Fen queda tieso, y no por el frío… frente a él, se aparece una criatura. Un zorro bípedo, cuyo pelaje es de un blanco espectral. El pelaje en su cabeza y mechones de su cuerpo serpentean en el viento, luciendo un color rojo casi sangriendo contrastando el resto de color blanco. Mismo rojo adorna la melena en su pecho, parcialmente cubriendo sus enormes senos, los que revelan este ser cómo, una hembra.

Fen: qu-… quién… qué eres tú?

Esta criatura zorro de color blanco ríe por lo bajo mientras mantiene una pose casi amenazante sobre el chico.

Zora: Puedes decirme Zora, Zora la Zoroark-Krampus.

Fen: Kram-qué?

Zora: las Krampus vigilados a las personas en estas fechas. Pero a diferencia el gordo bonachón, no premiamos a la gente buena, castigados a las personas malas.

Fen redobla su esfuerzo por soltarse, girando la cabeza tanto como puede, apenas logra distinguir que lo que lo ata, parece un trozo cortado del propio pelaje de la zorra.

Fen: gh…! Qué quieres?! Qué pretendes hacer?!

Zora: jo, jo, jo~ es obvio~, tú Fen, has sido un niño muy malo. Vengo a darte un castigo.

Fen: qué?! Pero yo qué hice?! No he hecho nada-… bueno nada tan malo. Quizá no me lave después de usar el baño pero…-

Zora: no finjas!

Grita la zorra blanca en tono amenazante.

Zora: se bien de todos tus actos! La forma en que siempre estás abusando de las mujeres!

Fen: QUÉ?! Eso no es verdad!

Zora: no mientas! Nosotras lo vemos todo! Hemos visto cómo te aprovechas de las mujeres y pokémons hembra por igual!

Fen: estás ciega o tarada?! Siempre son las mujeres las que tiran sobre mí! Yo solo quiero entrenar pokémons!

Zora parece enfadarse, agarra del cuello de la camisa a Fen y lo levanta.

Zora: crees que eso es una excusa?! Solo porque una mujer empieza te da derecho a usarla a tu gusto?!

Esa cuestión parece intrigar a Fen, y lo deja algo confundido por una respuesta.

Fen: … uh… si? No? Ah, qué?!

Zora: no eres más que un pervertido que se aprovecha de cada oportunidad para saciar tus deseos! Si fueras un hombre de verdad resistirías!

Fen parece querer hablar, pero no parece saber que decir. Se lo ve confundido.

Zora: dime, por qué dejas que ellas actúen así?! Por que no te niegas y las detienes antes de que ellas hagan algo semejante?! En lugar de eso solo les sigues el juego y luego quieres hacer creer que es responsabilidad de ellas, cuándo tú perfectamente puedes negarte!

Fen: um… aprovecha el bug?

Para sorpresa de Fen, la zorra blanca da un zarpazo con sus garras. El miedo lo hace cerrar los ojos, pero no siente dolor, en cambio, ahora ve que su ropa fue destrozada.

Fen: pero qué?!

Zora: a ver si tanto te gusta ser abusado!

Antes de saberlo, el entrenador tiene la boca de la Krampus sobre la suya. La lengua de Zora se desliza e invade su boca, Fen siente la saliva de la zorra blanca entrar en su boca.

La Zoroark le sujeta la cabeza con una mano y con el otro brazo lo rodea y lo jala contra si misma. Fen puede sentir las curvas de la zorra apretándose contra su cuerpo y la lengua de esta revolverse dentro de su boca.

El beso se mantiene un rato, se oye a la zoroark dar un suave gemido, y luego romper el beso, se rompe un hilo de saliva entre su lengua y la de Fen. Tanto el entrenador cómo la krampus respiran agitados.

Zora: entonces? Aún crees que es divertido?

El entrenador no sabe que responder, y la zorra krampus parece casi enfadarse por esto. De un movimiento empujó al entrenador para dejarlo acostado en el suelo.

Zora se posa ligeramente sobre él y observa la hombría del chico, la cual ya había crecido a este punto. La zorra blanca parece dudar un segundo, pero toma la polla del entrenador en su boca y empieza a chupar.

Fen deja salir un jadeo, y casi un grito al sentir la boca y los colmillos de la zorra rodear su polla, y la lengua de esta envolverse y acariciarlo. Puede sentirse crecer y endurecerse más. No demora mucho en correrse, llenar la boca de la zoroark con su esperma y ella de inmediato se aparta, derramándolo por el sitio.

Zora respira agitada, aunque se permite relamer los restos de la esencia del chico de su boca antes de bloquear los labios del entrenador con los suyos otra vez. Fen suelta un gemido y siente como el cuerpo de la zoroark se frota contra él, sus grandes senos se aplastan contra su torso desnudo y la lengua de Zora se roza y enrolla con la suya.

Al romper el beso la saliva de la zorra cae en su boca y luego ella empieza a frotar su entrepierna sobre la pelvis del chico, rozando así su miembro y haciéndolo gemir.

De alguna forma Fen consigue soltar su atadura, y sube sus manos para agarrar a la zorra de las caderas, pero en lugar de apartarla, empieza a empujarse contra ella del mismo modo, logrando a ella sacarle los mismos gemidos.

Sus sexos se rozan y ambos se excitan uno al otro. Zora jadea y gime con su lengua fuera, se nota sus senos firmes y sus pezones erectos bajo su pelaje. Fen sigue empujando y puede sentir la humedad de la krampus sobre su miembro.

Finalmente Zora se levanta, usa sus dedos para separar sus labios inferiores y al ver el miembro erecto del chico baja sobre él, dejándolo entrar dentro de sí, cosa que los hace a ambos dar un grito de placer. Fen aún la sujeta de la cintura mientras ella empieza a subir y bajar sobre su pene, él la sujeta y empuja su pelvis contra ella a la vez para llegar más profundo. Las grandes tetas de Zora rebotan por el constante movimiento y tanto ella como Fen jadean y dan leves gritos mientras siguen su acto.

Para sorpresa del entrenador, la krampus usa sus garras y las clava ligeramente en su pecho, Fen deja salir un grito de sorpresa y un poco de dolor al sentir las garras apretarlo y causarle unos rasguños muy pequeños mientras ella mueve sus manos sobre él. Zora se inclina un poco, y se permite mirar a la cara del chico mientras sigue empujando su cadera contra él. Los dos se miran intensamente sin dejar de empujarse contra el otro. La zorra krampus usa sus colmillos y muerde ligeramente el cuello del chico, una vez más esto le saca un grito de sorpresa y un poco de dolor, la sangre del chico cae en boca de la zorra y ella la lame con su lengua, luego empieza a lamer la cara de Fen.

Fen al sentirse agredido, aumenta su velocidad y lleva sus manos hasta el trasero de Zora, ahí le da una palmada a una de sus nalgas, cosa que hace a la zorra dar un aullido de sorpresa y levantar su espalda. Fen vuelve a golpear el trasero de la zorra y después agarra ambas nalgas para empujarla contra él y así penetrarla con más fuerza.

Zora gruñe con molestia pero a la vez gime de placer y se agarra de los hombros de Fen, apretándolo con sus garras cortándolo superficialmente.

Fen da un empuje final y se corre, derramando su orgasmo dentro de Zora, ella al sentirlo deja salir algo similar a un rugido, sus garras aprietan al chico y ella aúlla mientras se dobla hacia atrás, rebotando sus pechos ante la sacudida de su cuerpo. Ella alcanza su propio orgasmo luego de sentirse ser llenada por Fen.

Tras esto, entrenador y espíritu quedan inmóviles, respirando profundamente para recuperar el aire. El pecho de Zora y sus senos se mueven mientras ella toma bocanadas de aire, y Fen deja todo su cuerpo tendido en el suelo mientras respira agitado. Las garras de la zoroark sueltan su agarre, unas pequeñas gotas rojas se ven salir de los hombros de Fen, tiñendo la nieve cercana, pero él no parece percatarse.

Mientras recupera aire, Zora se inclina, y pone ambas manos a los lados de la cabeza de Fen para sujetarse, los dos se miran atentos mientras respiran agitados.

Zora: … ah, ah… eso ganas, por ser… ah, aprovecharte, de mujeres… ah…

Fen se permite un par de respiraciones antes de de dejar que una risa salga de su boca.

Fen: creo que debo, portarme mal más seguido.

Zora: eres un… imbécil…!

Tras el insulto la zorra blanca se deja casi caer sobre el chico, y lo toma de ambas mejillas para besarlo con desenfreno, beso que él le corresponde, abrazándola por la cintura y la espalda la acerca a él para apegar sus cuerpos y dejar sus lenguas jugar libremente.

La luz del sol se infiltra a través de una apertura de la ventana, y eso hace a Fen despertar. Se levanta de la cama, viéndose a sí mismo, ve su ropa intacta, mira a través del cuello de su playera, no hay rastros de heridas, ni en su torso ni en sus hombros.

El recuerdo de lo que ocurrió en la noche sigue vivo en su cabeza. Pero no hay nada fuera de lo normal en la habitación.

El entrenador se levanta y se permite estirarse antes de ir hacia la ventana, la abre y es recibido por la brisa invernal, y el nevado paisaje, decorado con adornos y luces.

Fen: otro sueño? … ugh, ya no sé qué le pasa a mi cabeza. Tal vez deba empezar a ser más considerado.

Piensa para sí mismo, y se dispone a cerrar la ventana, pero en eso, ve en el alfeizar un pequeño pelo, de color blanco y rojo, el cuál vuela por el viento antes de que él pueda pensar en tomarlo.

Se queda en silencio por un momento, antes de sonreír.

Fen: oh, tal vez no. Je, Feliz Navidad.

Dice para sí mirando a través de la ventana a la lejanía. Sin saber que muy lejos, fuera de todo alcance humano o pokémon, en lo profundo de la nieve hay un pequeño zorrito blanco con marcas rojas, que mira hacia el horizonte. Casi pareciera estar mirando en dirección al entrenador.

El pequeño zorrito se queda en su sitio, hasta que oye el suave gruñido de su madre, quién lo llama, se reúne con ella, para luego desvanecerse ambos en la nieve.


NOTA:

Feliz navidad hanuka saturnalia yue o cómo quieran llamarla. Solo un pequeño cap especial para las fechas y aprovechar la ya no tan nueva forma Hisui de zoroark. Que no sé ustedes pero con todo el rojo y blanco solo pude pensar en el fantasma de la navidad, ja ja.

En fin en el siguiente capítulo seguiremos la historia principal gracias por leer y que lo pasen lindo estas fiestas. Bye bye!