Capítulo 5
- ¿Qué… qué estás diciendo, Fate-chan? ¿Qué te ha contado? –preguntó furiosa– ¡No puedes haberla creído!
- … –no hubo respuesta.
- ¡Por todos los cielos, Fate-chan!
- Etto… Yo, mejor me voy… –habló la cobriza débilmente.
- No, Nanoha-chan, quédate por favor. –le pidió suave la rubia– ¿Podrías ayudarme a llevarla al salón? –la cobriza asintió y la ayudó– Fate-chan… –la llamó con cariño– Voy a prepararte un baño caliente. Quédate aquí con Nanoha-chan… –la oji borgoña asintió levemente y la cobriza negó a la oji lavanda para que no la dejara a solas con ella y la rubia le hizo señas para que la siguiera a la cocina.
- Himeko-chan… ¿por qué me has pedido que me quede? Esto es una conversación entre vosotras. –susurró.
- Nanoha-chan, por favor… –sacó varias cosas de la despensa– Quédate, al menos hasta que el baño esté listo… –la cobriza suspiró y asintió– ¿Podrías preparar chocolate caliente mientras? Siempre me gustó cuando lo preparabas tú… Es una de las cosas que echo de menos de compartir apartamento contigo. –sonrió con nostalgia– ¿Recuerdas cómo me gusta?
- Claro que sí… –la cobriza también sonrió– Con extra de chocolate. Nyahaha. –rió suave– Nunca entendí cómo podía gustarte así…
- Culpa a Fate-chan… Siendo unas niñas, me dio a probar su chocolate especial, como ella lo llamaba. Me gustó tanto que, desde aquel día, tía Lindy o tía Precia, nos lo preparaban a ambas de la misma forma.
- Oh, no sabía que os conocéis desde pequeñas… Nunca la mencionaste…
- Sí, claro que sí… Hubo una época en que nuestras madres se pelearon y perdimos el contacto por un tiempo. –la miró– ¿Recuerdas aquel final de curso que desaparecí durante una semana?
- ¡Cómo olvidarlo! Te estuvimos buscando y llamando. Desconectaste el teléfono. Avisamos a la policía y no te encontramos. –suspiró– Apareciste a la semana siguiente, y aunque te sermoneamos, estabas increíblemente feliz…
- Eso se debió a Fate-chan… –miró hacia el salón y sonrió– Debido a esa pelea, la muy idiota, un día, se fugó de su casa para ir a buscarme a la universidad. Decía que ella no tenía culpa de la pelea, que ella quería y necesitaba a su prima en su vida. –sonrió con ternura y la cobriza abrió los ojos como platos– Se metió en muchos problemas por ello, pero esa es una de las cosas que la hacen tan especial y una de las razones por las que la quiero tanto. Desde pequeñas hemos estado juntas. Ella siempre ha estado para mí, me ha protegido y defendido de todos y ante todos. Por eso, cuando supe del accidente que sufrió por salvar a Arf, tomé el primer vuelo para estar con ella. –miró a la cobriza, quien seguía aturdida– Iré a preparar ese baño, ¿de acuerdo? Enseguida vuelvo. Dale ese chocolate caliente, por favor.
- Va… vale…
Himeko abandonó la cocina y se perdió por los pasillos para ir a preparar el baño. Nanoha quedó a cargo del chocolate mientras sus pensamientos se perdieron. Himeko había dicho que Fate y ella eran primas. ¿Qué demonios había hecho? ¿Por qué tuvo que ir a buscar a Tiida? ¡Maldición! ¿Por qué siempre se dejaba llevar por la rabia? Debía aprender a controlar y gestionar sus emociones. Suspiró. Se sentía increíblemente mal. Había usado a Tiida para desahogarse y quitarse la rabia que sintió en el momento que las vio juntas. Y lo peor era que se imaginó que era ella quien acariciaba su piel, la besaba y hacía el amor. ¿Cómo pudo haber llegado a eso? No podía creerlo. Hayate tenía razón y debía dejar a Tiida. No podía ofrecerle lo que él quería y era injusto para él que continuaran así. Estaba siendo cruel con él porque ella no era capaz de aceptar la pura realidad. Desde siempre supo que le gustaban las chicas, pero siempre se negó a aceptarlo. La voz de Fate la sacó de sus pensamientos. Pensó que hablaba con ella, pero se dio cuenta de que no era así cuando escuchó el nombre de Olivie. Frunció el ceño. Ella debía ser la chica que vio con ella en el parque y la que la dejó en ese estado. Tomó la taza de chocolate caliente y salió a la sala de estar. Le colocó la taza delante y se quedó de pie sin saber muy bien qué hacer.
- Olivie, todo va a salir bien. Ya me hice las pruebas. Si soy compatible con Vivio, me someteré de inmediato a la operación. Aguarda por mi llamada.
- Gracias, Fate-chan. Eres todo un amor de persona. Sabía que podía contar contigo…
- Voy a ayudarte, Olivie. No voy a permitir que él os haga daño a ninguna de las dos. Te lo prometo. –la cobriza se dirigió hacia un cuadro que había colgado en la pared para mirarlo y así no parecer una entrometida.
- Fate-chan, tengo que colgar. Me ha encontrado. –se escucharon voces masculinas al otro lado del teléfono.
- Olivie, ¡no! ¡No cuelgues! ¡Olivie! –exclamó aterrada– ¡Olivie! ¿En qué hostal estás? Voy a llamar a la policía.
- En el único Minshuku que hay en el pueblo. –murmuró– Tengo que colgar.
- Aguanta. Voy a ir a buscaros ahora mismo.
- Fate-chan, no… –se escuchó un grito– ¡Veyron, no! –oyó decir.
- ¡Olivie! –se puso en pie y corrió a tomar las llaves del auto de su prima.
- ¡Fate-chan! ¿A dónde vas? –preguntó desconcertada la cobriza.
- Nanoha, llama a la policía y diles que acudan al único Minshuku que hay. ¡Es una emergencia! Dile a Himeko que lo siento y que llame a mi hermano. –se marchó.
- ¡Fate-chan! –gritó, pero no hizo caso– ¡Himeko-chan! –vociferó y la rubia llegó corriendo a su encuentro.
- ¿Qué ocurre? –se detuvo– ¿Dónde está Fate-chan?
- Se ha ido. Estaba hablando con una tal Olivie y ha salido corriendo. Me ha pedido que llame a la policía y que tú llames a su hermano. También me ha dicho que te pida disculpas.
- ¡Será idiota! –exclamó al darse cuenta de que se había llevado las llaves de su auto– ¡Llama a la policía, Nanoha-chan! ¡Rápido! –tomó su teléfono y llamó a su primo mientras la cobriza hacía lo que le pedía su amiga– ¡Chrono-kun! Tu hermana… –no hizo falta decirle nada más porque él entendió perfectamente lo que había ocurrido.
- Quédate ahí, Himeko. Yo me encargo de llevarla de vuelta.
- ¡Ni hablar! ¡Yo también voy! –colgó– ¡Nanoha-chan! Dime por favor que tienes auto. –la cobriza asintió.
- Sí. Lo dejé aparcado en la clínica. –contestó tras finalizar la llamada.
- ¡Por favor, llévame a donde Fate-chan! –le pidió de forma desesperada y no pudo evitar preocuparse y aceptar su petición.
Salieron corriendo de casa y fueron a la clínica donde Nanoha trabajaba para subirse al auto y poner rumbo hacia el único Minshuku que había. Tenían que encontrar a Fate antes de que cometiese alguna locura de las suyas y se metiera en graves problemas.
…
Fate condujo a toda prisa hacia el lugar que le había indicado Olivie. Después de todo lo que habían vivido juntas y después de lo que le había confesado, no podía abandonarla. La ayudaría tal y como le había prometido. No dejaría que Veyron Hückebein le hiciera daño. Ni a ella ni a Vivio. Aparcó y corrió, gritando el nombre de Olivie por todos los pasillos. Un disparo se escuchó y su rostro palideció. Una sensación de quemazón y dolor se apoderó de ella. Miró hacia su brazo y vio el rastro de sangre que comenzaba a ser visible. Se escondió con rapidez tras un muro. Escuchó los gritos de Olivie. Con sumo cuidado, gateó para salir de allí. No podría entrar por la puerta principal, así que tendría que ir por la parte trasera e intentar entrar por la ventana del baño. Corrió hasta llegar allí y se asomó cuidadosamente a la ventana principal de la habitación. Vio al esposo de Olivie golpeando la puerta del baño con extrema violencia. Siguió caminando hacia el baño y se asomó a la ventana, donde pudo distinguir a dos rubias abrazadas. Trató de abrir la ventana, pero no podía. Golpeó un poco la ventana, pero debido a los gritos no podía oírla. Olivie movió su cabeza al ver una sombra y se sorprendió de ver a Fate. Cargó a su hija en brazos y se acercó a la ventana.
- Fate-chan, la ventana está rota. No puedo abrirla… –le susurró.
- Olivie, apártate de la ventana, voy a romperla. –dijo con firmeza y la rubia obedeció.
Fate tomó impulso y le dio una patada a la ventana, pero no se rompió. Lo intentó de nuevo, pero hubo el mismo resultado. Su nerviosismo aumentó al ver que la puerta del baño estaba casi derribada. Buscó con urgencia algún objeto que sirviera. Encontró una piedra y la lanzó, provocando que el cristal se rompiera. Con su puño, terminó de romper la ventana. No importaba que se lastimara, lo primordial era sacarlas de allí.
- ¡Fate-chan! Tienes que llevártela. Ahora. –le dijo en forma de ruego– Por favor. No hay tiempo.
- Tú también vienes. –dijo mientras trataban de sacar a la pequeña a través de la ventana– Ya casi estás, pequeña. –la niña se aferró a su cuello con fuerzas.
- Fate-chan, sálvala. Vivio-chan, mami te ama… Fate-chan… gracias por todo… –sirenas comenzaron a escucharse y la puerta del baño finalmente cedió– ¡Corred! –exclamó a la vez que las empujaba y se despedía de ambas con una sonrisa.
Fate corrió con todas sus fuerzas con Vivio en brazos. Al salir a la zona despejada del aparcamiento, se dirigió al auto, pero en ese momento llegó la policía. Se acercó a Signum, la oficial de policía, y a su hermano que acababa de llegar también, pero dos disparos se escucharon. Un temblor la recorrió y su rostro palideció.
- ¡Olivie! –gritó.
Los agentes de policía junto a la oficial, corrieron hacia el lugar de los hechos. Se escucharon los gritos identificándose antes de entrar en la habitación. Minutos después, Signum salió al exterior y comenzó a dar órdenes.
- ¡Un médico! ¡Necesitamos un médico de inmediato! –gritó uno de los agentes.
- ¡Yo soy doctora! –exclamó una rubia de ojos lavanda que acababa de llegar junto a una cobriza.
El agente de policía guio a Himeko con rapidez hacia la habitación. Nanoha se acercó a Fate con preocupación y se horrorizó al ver que la oji borgoña estaba sangrando. Rápidamente fue a su auto y tomó su botiquín de primeros auxilios. Era veterinaria, pero gracias a la convivencia con Himeko, aprendió mucho sobre medicina humana.
- Fate-chan, ¿podrías bajar a la niña para poder curarte un poco? –la rubia lo intentó, pero la pequeña se negaba a soltarla, aferrándose más a su cuello.
- Vivio, no voy a abandonarte. Siempre voy a estar contigo. Te lo prometo. No permitiré que nada te pase, pero Nanoha quiere ver mi brazo. ¿Te parece bien que te siente en el auto y tome tu mano mientras ella me cura? –la niña asintió y comenzó a separarse, sentándose en el auto– Gracias, Vivio. –le sonrió con ternura y acarició sus cabellos antes de tomar su mano– Gracias, Nanoha. –le dijo con tanta dulzura que se estremeció.
- No me las des todavía. Recuerda que soy veterinaria y no médico. –dijo burlona y la rubia sonrió– Puede ser que te ponga una inyección para animales, a ver si así dejas de hacer tonterías y de meterte en líos. –la oji borgoña se sorprendió por la regañina– Nos preocupaste mucho… –confesó en un susurro– Necesitas un médico, Fate-chan.
Una ambulancia llegó y se quedaron fijamente mirando cómo los médicos bajaban la camilla y corrían hacia la habitación. Fate se movió para ir en la misma dirección, pero un pequeño jalón a su mano, la hizo retroceder. Vivio aún sujetaba su mano y, por la expresión en su rostro, no iba a soltarla. La cargó de nuevo en brazos y la reconfortó. Nanoha la miraba atenta. Trataba a la niña como si fuera su hija. Quizás esta era la hija que decía tener. Las voces de Himeko se escucharon.
- ¡Rápido, no puedo detener la hemorragia! –la oji lavanda iba corriendo junto a la camilla mientras presionaba unas toallas sobre alguien.
- ¡Himeko! –la oji borgoña no pudo aguantar más y se acercó con la niña en brazos.
- ¡Fate-chan, estás herida! ¿Qué demonios…? –gritaba mientras metían la camilla en la ambulancia– ¡Nanoha-chan! –llamó a su amiga– Llévala al hospital ahora mismo. –dijo antes de subir a la ambulancia.
- Himeko… –la llamó en un susurro al ver a Olivie en la camilla.
- Haré todo lo que pueda, Fate-chan, pero… –se calló al ver a la niña– Ve al hospital ahora mismo.
…
Al llegar al hospital, varios médicos ya estaban esperando a las puertas de emergencias por Olivie. El quirófano ya estaba preparado. Bajaron la camilla y la llevaron al interior. La rubia de ojos bicolor aún estaba consciente, por lo que era algo positivo. Su mirada estaba algo desenfocada, pero pudo distinguir el rostro de la prima de la que fue el gran amor de su vida.
- Himeko… –la llamó por primera vez por su nombre y la oji lavanda abrió los ojos en sorpresa– Lo siento mucho. –la rubia negó– Dile a Fate-chan que gracias y dile a Vivio que la quiero y que me perdone.
- No les diré nada. –dijo firme– Se lo dirás tú, ¿entendiste? –la de ojos bicolor sonrió y cerró los ojos– ¡Olivie! ¡Olivie, despierta! ¡Rápido!
Himeko se cambió de ropa y entró a quirófano también. No trabajaba para ese hospital, pero no le importaba. Ya rendiría cuentas a quien fuese más tarde. Lo primero era salvar la vida a Olivie. Amplia fue su sorpresa cuando se encontró con Chikane en la sala de operaciones.
- Himeko, ¿qué haces aquí? Esto es la sala de operaciones.
- Chikane-chan, quiero participar. –dijo segura, acercándose– Por favor.
- ¿Eres médico? –la rubia asintió– Bien, vamos. Cuantas más manos, mejor. –la oji lavanda sonrió y se puso a su lado rápidamente– ¿Cómo se llama la paciente?
- Olivie. Olivie Sägebrecht. –respondió la rubia– Ha recibido un disparo en el abdomen. Ha perdido mucha sangre. Intenté cortar la hemorragia en el lugar, pero no lo conseguí. Durante el camino vino consciente, pero perdió la consciencia al llegar.
- ¿Ella es…? –la rubia asintió y la peliazul entendió de inmediato, comenzando a llevar la operación a cabo.
…
Fate entró en el hospital junto a Nanoha y Vivio. La pequeña no quería soltar a Fate, tenía mucho miedo, pero no tuvo más remedio que quedarse con la cobriza mientras atendían a la rubia. En cuanto extrajeron la bala de su brazo y la curaron, fue a la sala de espera. Vivio, al verla, salió corriendo a su encuentro con lágrimas en los ojos. Fate se enterneció al ver a la chiquilla. La abrazó con cariño antes de cargarla y sentarse junto a Nanoha, quien miraba la escena con ternura.
- ¿Se sabe algo? –preguntó mientras acariciaba el pelo de la niña.
- No. No ha salido nadie, pero hay policías por aquí.
- Ya veo… –miró a la niña, quien la veía fijamente– Vivio, ¿te divertiste con Nanoha mientras estuve ausente?
- Hm. –asintió la pequeña.
- Gracias por cuidarla, Nanoha.
- No es nada, Fate-chan. Vivio es una niña muy buena y cariñosa. –revolvió sus cabellos y la niña rió antes de estirar sus brazos hacia ella– ¿Quieres venirte conmigo? –la niña volvió a asentir– Bien, ven. –la pequeña se acomodó en su regazo y se durmió tras recibir las caricias en su cabeza.
- No sé si lo eres ya, pero si no lo eres, serás una estupenda mamá. –le sonrió y la cobriza se sonrojó.
- Gracias. –susurró avergonzada.
- Fate… –alzó la cabeza y vio a su mejor amiga y prima.
- ¿Cómo…? –la peli azul negó y ambas agacharon la cabeza– No… –jadeó– Ella no…
- Lo siento, Fate-chan… –dijo su prima.
- Hicimos todo lo que pudimos, pero la bala atravesó varios órganos. Perdió mucha sangre. Realmente lo siento, Fate. –puso su mano en su hombro.
- No… –lágrimas comenzaron a descender por su rostro.
…
Después de aceptar finalmente la muerte de su ex pareja y tras encontrarse algo más recuperada de la noticia, Signum, la oficial de policía, vino para tomarle declaración. Tras hacerlo, su hermano Chrono llegó a su lado para hablar con ella y contarle sobre el testamento que había dejado Olivie en su poder. Tras su muerte, Fate se convertía en la responsable legal de Vivio. Los documentos demostraban que Fate era madre de Vivio tras haberse utilizado sus óvulos. Fate podía aceptar o declinar lo que el testamento decía, lo que significaría que la custodia pasaría a sus abuelos maternos. La oji borgoña se aterró ante la idea de que Vivio fuera a aquella casa, así que aceptó hacerse cargo de la niña. Realmente no era consciente de lo que había hecho, pero Olivie le pidió que la cuidara y ella se lo prometió. No permitiría que le hicieran daño a Vivio nunca más. Ya había perdido demasiado.
- Vivio… –le susurró, acariciando su mejilla– Es hora de irnos a casa. –la niña gruñó y enterró el rostro en el pecho de la cobriza, quien aún la tenía en brazos– Vivio, dulzura, tenemos que irnos.
- No quiero… –abrazó a la cobriza y ésta rió leve.
- Parece que le gustaste… –suspiró– ¿Crees que puedas cargarla hasta el auto de mi prima?
- Claro. –se puso en pie con la niña y ésta volvió a gruñir cuando la metió en el auto– Buenas noches, Vivio. –le dijo dulcemente y cuando trató de incorporarse, la pequeña la retuvo– Vivio, tengo que irme. –la niña negó fervientemente– Fate-chan cuidará de ti. Prometo ir a visitarte. ¿Te gustaría eso? –la niña asintió– A mí también. –para sorpresa de las mayores, la niña le dio un último brazo y beso en la mejilla a la cobriza, provocando que su corazón se derritiera– Buenas noches, Fate-chan. Me alegro de que estés sana y salva.
- Nanoha… –inesperadamente la abrazó– Gracias…
…
Himeko ya se había despedido de su tía Lindy y de Ginga, quien había asistido a Fate. Se despidió de Chrono también y se disponía a marcharse, pues no hizo falta dar explicaciones a nadie ya que el hospital era de Chikane Himemiya. Caminaba por el pasillo dirección a la salida cuando una voz la hizo frenar.
- Himeko…
- Chikane-chan…
- ¿Crees que puedas manejar a Fate esta noche? –la rubia se encogió de hombros.
- No lo sé, Chikane. Han sido muchas emociones en tan sólo un día. Ha pasado de odiar a Olivie, a perdonarla tras confesarle todo lo que había ocurrido, pasando por el hecho de que ahora tiene una hija. Supongo que le vendría bien hablar con una amiga.
- Tienes razón… –suspiró– ¿Te importa si voy con vosotras? –preguntó tímidamente.
- Me encantaría que lo hicieras, Chikane-chan… –le sonrió– Además, tenemos una conversación pendiente, ¿no crees?
- Sí, es cierto. Tenemos una conversación pendiente que podríamos retomar cuando Fate se duerma. –la oji lavanda se sonrojó al pensar que quería seguir donde lo dejaron y la peli azul se puso nerviosa– Yo no… no me refería a… Yo no… Yo quiero hablar… hablar, sí… –dijo entre tartamudeos y la rubia rió nerviosa, aliviando la tensión.
Guest: Finally, Nanoha knew Himeko is Fate's cousin and she understood she couldn't stay with Tiida... I think Olivie had proof, but nobody paid attention to her because her husband was so rich... or maybe she was terrified...
Yes, Vivio is a copy of Olivie... I only watched three seasons and I don't know all the characters. However, I found a website where you can read about all the characters... If you're interested in knowing more, is this " wiki/Category:Charaters"
As you read, Olivie died, so she won't be a rival for Nanoha... We'll see what Nanoha does from now on. Vivio seemed to feel affection for her...
It's a pleasure for me to meet another animal lover, too! See you next week :)
Saizoh: Ya ves que sí, que será algo siniestro... Y yo que empecé con la idea de hacer un fanfic divertido y tierno... Parece ser que no sirvo para ello xD De todas formas, seguiré intentándolo :)
Desgraciadamente, aunque estemos en el siglo XXI, aún hay muchas personas retrogradas que no aceptan que sus hijos estén con personas de su mismo sexo o que quieran cambiar de sexo... Y es por eso que escribo historias de chicaxchica, porque me gustaría que se viera como algo normal. ¡Más amor y menos prejuicios!
