N/A: Las palabras que Harry ha escrito en la pared son de la canción 'Bother' que pertenece a Stone Sour, no a mi.

CAPÍTULO TRES: EL INTERROGATORIO

Manos en sus hombros, sacudiéndolo con fuerza para que recobrara el sentido, fue la primera cosa de la que tuvo conciencia. Lo segundo fue que su cabeza le lastimaba enormemente y que estaba tumbado en una superficie de piedra dura. Draco gimió suavemente, mientras el dolor se agudizaba al intentar moverse.

-Vamos, Malfoy¿qué demonios sucedió? El señor no va a estar satisfecho.

Era McNair, Draco reconoció la voz del Mortífago cuando empezó a limpiar las telarañas dentro de su cabeza.

-Sólo dame un minuto, McNair.

-Bien, un minuto es todo lo que vas a conseguir. La Orden de Dumbledore apareció y están tratando de atrapar a cuantos Mortífagos o Dementores puedan conseguir- con esa advertencia, McNair se marchó de la celda.

Con el ceño fruncido, Draco se levantó, tomó su varita y la restregó contra sus ropas. Lanzando una última mirada dentro de la celda vacía, el rubio se permitió una pequeña sonrisa antes de poner su cara de poker y salir a grandes zancadas para unirse a la batalla.

La siguiente tarde, después de que Draco hubiera sobrevivido a un duro interrogatorio del mismísimo Voldemort , apenas tuvo tiempo para una ducha rápida y un bocado, antes de que Dumbledore lo convocara a una reunión de la Orden.

Generalmente, Draco odiaba las reuniones de la Orden; no obstante, esa noche estaba realmente deseándola. Cerciorándose cuidadosamente de que ninguno de los habitantes de Hogwarts lo observara, se encaminó por los pasillos vacíos de la escuela, rumbo a las mazmorras. De todos los lugares en el gran castillo, Draco sólo se sentía realmente en casa en las mazmorras. Los estúpidos Hufflepuffs , los obtusos Ravenclaws y los tontos Gryffindors podían guardarse sus torres, no había lugar que ofreciera privacidad e intimidad como la que ofrecían los mazmorras de Slytherin. Reuniéndose con su anterior Jefe de Casa, los dos espías de Mortífagos entraron silenciosamente dentro del cuarto de reunión de la Orden.

Empujando para abrir las altas y pesadas puertas que guardaban la entrada a la Cámara de la Orden del Fénix, los dos hombres se adelantaron al interior. Sin una mirada a los rostros de los reunidos, Draco y Severus caminaron a grandes pasos hasta sus puestos y procedieron a sentarse. Draco ya sabía quienes estarían allí, a quienes llamaría el viejo tonto para que lo ayudaran en tiempos como estos. Los Weasleys estaban en bloque, junto con Remus y Sirius, Hermione Granger, quien pronto sería otra Weasley, Tonks, Longbottom, de quien incluso ahora Draco se preguntaba la razón del viejo para permitir que se uniera al círculo interno, Moody, Fletcher, Sprout, McGonagall, Flitwick, Vector y algunos otros de cuyos nombres Draco no podía acordarse en ese momento; todos estaban sentados alrededor de la gran mesa.

Tan pronto como estuvieron sentados, Dumbledore se levantó y anunció el inicio de la reunión.

-Gracias, mis amigos, por unirse a mí esta noche. Como saben, tenemos mucho que discutir. Gracias a la advertencia de Severus pudimos impedir que Lord Voldemort se hiciese con el control de Azkaban, pero me temo que no todas las noticias son buenas. El Señor Oscuro pudo convencer a los guardias, los Dementores, que se unieran a él. Aunque esto tomó más tiempo del que habíamos esperado, sigue siendo un golpe a nuestra causa."

Algunos murmullos en voz baja comenzaron a escucharse, mientras la gente se giraba hacia su vecino para discutir esta última novedad. Sin embargo, la atención de todos volvió una vez más al Fénix cuando se levantó y alzó la mano.

-Por favor, necesito pedir a todos que guarden silencio, me temo que hay más que debe ser dicho. Como están todo enterados, una de las metas de Voldemort ayer por la noche era la de liberar a sus partidarios más antiguos y reclutar a cualquier criminal adicional que tuviera el deseo de unirse a él. En esto, debo admitir con tristeza, tuvo éxito. Muchos de los seguidores de Voldemort encarcelados allí regresaron con su amo, incluyendo a los Lestrange, Víctor Knutt, Dan Millett, y David Lewis- el jefe de la Orden se detuvo brevemente mientras miraba todas las caras preocupadas que lo rodeaban-. Aún hay más, y me temo que éste último trozo de la información es la peor parte. Acabo de recibir la confirmación de que durante las actividades de ayer por la noche, Harry Potter también se escapó.

Draco se sintió agradecido de sus muchos años de aprender cómo controlar sus emociones; podía mantener su cara del póker mientras en su interior se reía de las expresiones en las caras de sus colegas. Eran absolutamente cómicas. Más que eso, fue realmente difícil no soltar un sarcasmo cuando la comadreja finalmente recuperó parte de su compostura, al menos la suficiente como para gritar:

¿Qué quiere decir que ese bastardo se escapó?

Este exabrupto pareció romper cualquier caparazón que hubiera sido formada sobre el grupo después de que la bomba había sido soltada. Ahora toda la Cámara de la Orden parecía haber entrado en el caos de una erupción. La gente gritaba, y exigía saber qué sucedía. Remus parecía intentar refrenar físicamente a Sirius. Draco incluso pensó ver lágrimas en los ojos de Hermione, de la señora Weasley y de la vieja Profesora McGonagall.

Dumbledore dejó continuar la locura por un tiempo esperando que se tranquilizaran; sin embargo, cuando llegó a ser evidente que los adultos no iban a calmarse, una vez más se levantó de su silla y gritó:

¡Silencio!

Una vez que todos parecieron haberse tranquilizado, Dumbledore continuó:

Sé que es una situación muy irritante, en la que estamos todos personalmente implicados. ¡Pero, Ay! debo pedirles, por favor, que hagan el intento de seguir calmados y compartiré con ustedes todo lo que sepamos. Ahora, si quieres, Draco, explica, desde tu perspectiva, que sucedió ayer por la noche.

Draco asintió y dejó que su fría mirada gris barriera sobre los inquilinos del cuarto por primera vez esa noche.

-Como la mayoría sabe ya, anoche Voldemort nos convocó a su lado a Severus, a mi y al resto de su círculo interno, junto con unos cien Mortífagos más. Una vez allí, explicó que estaba listo para poner en acción su plan para volver a tomar Azkaban, y reclutar a cualquier persona que estuviera dispuesta a servirlo. Mis instrucciones específicas eran conducir a uno de los destacamentos de fuerzas que debía penetrar en la prisión y liberar a cualquier persona que quisiera unirse- Draco respiró profundamente, no deseaba apresurar la siguiente parte. Oh, cómo disfrutaba al ver las piezas finales de su plan calzar juntas.

-Entramos en la prisión sin muchas dificultades. A los Dementores le había sido dada una advertencia anterior sobre lo qué iba a suceder y habían decidido ya prestar su ayuda a Voldemort. Hice mi camino a través de la prisión, abriendo las puertas, intentando determinar si quedaban algunos internos sanos. La condición de los presos era horrible, y mientras más profundamente me adentraba en la prisión, peor era esa condición.

Draco observó como Sirius cerraba los ojos, obviamente recordando algo del tratamiento que él había recibido cuando había estado allí.

Finalmente llegué al bloque más íntimo de las celdas. Aquí era donde guardaban a algunos de los partidarios más fuertes de Voldemort, incluyendo a los Lestrange. Pudimos localizar sus celdas, y una vez abierta, los Mortífagos enviados conmigo se retiraron de la prisión con los Lestrange ya que ni siquiera podían caminar. Después de que los liberara, abrí el resto de las celdas, los demás presos estaba en las mismas condiciones que los Lestrange, débiles y quebrados. Finalmente llegué a la última celda en esa fila. Cuando abrí la puerta y miré dentro del cuarto, me pareció que estaba vacío; sin embargo. yo estaba confundido. Cuando me di la vuelta, alguien me cogió por detrás; recuerdo mi varita cayendo y mi cabeza golpeándose contra algo duro. La siguiente cosa que recuerdo es a NcNair que me despertaba. Ni siquiera me di cuenta que había sido la celda de Potter hasta más adelante, cuando Voldemort nos castigó por fallar, cuando alguien mencionó que su celda había sido encontrada vacía.

Draco miró de nuevo a su anterior director indicando que había acabado con su versión de los acontecimientos.

-Gracias Draco. Sí, sé que el Ministerio guardaba la localización de la celda del señor Potter en alto secreto, ni siquiera yo sabía donde estaba- Dumbledore cabeceó-. Ahora, antes de que alguien pregunte cómo sabemos que Harry Potter podía realmente escaparse, quiero agregar que logró huir de la prisión en su forma de animago . En realidad, más de un miembro destacado de la Orden recordó ver a un perro ovejero de ojos verdes saltar al mar y comenzar a nadar hacia la orilla. Desafortunadamente, después de que el perro entrara al mar no pudimos seguirlo."

Eso era lo que Draco había estado esperando. Después de que hubieran condenado a Harry, Dumbledore había informado a los miembros de la Orden y al Ministerio de Magia que el chico era un animago ilegal, de modo que las precauciones apropiadas pudieran ser tomadas. Poco sabía el viejo tonto que estaba jugando inconscientemente a favor de Draco.

Además de confortar a su novio loco, Hermione había estado mirando a Draco todo el tiempo, intentando determinar si decía la verdad. Nunca pudo confiar en el Slytherin totalmente, especialmente después de que él había defendido a Harry con tanta intensidad, y de como lo había respaldado en el séptimo año. Su historia parecía tener sentido, pero algo simplemente no estaba bien en todo ese asunto.

La traición de Harry había afectado a todos los que le conocían, pero en Hermione, había lastimado profundamente su corazón. Ella había confiado en Harry, sin ninguna discusión, posiblemente más que en cualquier persona que hubiera conocido jamás. Había creído en todo aquello del Chico Que Vivió y confió como todos en que Harry los salvaría, así que cuando él se cambió de bando, asesinando a dos de sus amigos más cercanos, se sintió desilusionada y perdida. En ese momento se prometió nunca confiar totalmente otra vez.

Draco sonrió con satisfacción, ahora sí, esta reunión debía simplemente terminar. Realmente necesitaba dormir y luego quería tomar su propio traslador e ir a la casa segura en donde, con un poco de suerte, Harry comenzaría a recuperarse. Le preocupaba dejar a Harry solo por tanto tiempo en el estado en que le había encontrado, pero no había habido otra alternativa. Mientras Harry permaneciera en el apartamento y no intentara irse, estaría seguro, hasta que Draco tuviera una ocasión de poner en orden las cosas aquí y unírsele. Sin embargo, un vistazo rápido a la cara de Dumbledore lo condujo a creer que a todos ellos los estaba esperando una noche larga.

La reunión fue interrumpida cuando el Fénix de Dumbledore voló dentro de la Cámara de la Orden llevando un paquete. Draco tuvo que sonreír en la vista de Fawkes, había pasado mucho tiempo desde la última vez que lo había visto y verlo ahora trajo otra vez muchos recuerdos felices. Fawkes los había adoptado a él y a Harry durante el verano que habían pasado juntos en el castillo y había seguido al par continuamente. El pájaro se había comportado de forma salvaje cuando los Aurores apresaron a Harry. Si cualquier persona se hubiera cuidado de buscar una prueba de la inocencia del chico, todo lo que habrían tenido que hacer era mirar como el Fénix lo amaba y defendía claramente. Sin embargo, un Fénix no podía testificar.

Le divirtió ver el cambio en la relación entre Dumbledore y el pájaro a partir de entonces. La mayoría de la gente pensaba que Fawkes era la mascota de Dumbledore. Eso era una falsa idea, bastante común en la gente que no entiende a los Fénix. Los Fénix son compañeros leales cuando lo eligen ser, pero son ellos los que determinan quién es digno de su compañía, no de la otra manera. Y últimamente, era sólo en raras ocasiones que Fawkes era visto en la presencia del Director. El ave todavía escuchaba al anciano pues él era el Fénix y Fawkes todavía tenía responsabilidades para la Orden. Pero Draco pensaba que el viejo pájaro quizás lo había culpado por no defender a Harry, y verdaderamente así era. Draco se preguntaba a menudo lo que el animal tendría que decir si pudiera hablar.

Una vez que el paquete se hubo retirado de la pata del Fénix, Fawkes remontó vuelo y fue a reposar sobre el hombro de Draco. La Orden observó mientras Dumbledore repasaba el contenido de su correspondencia. El Director levantó sus ojos preocupados y dijo:

-Parece que algunos amigos en el Ministerio nos han enviado cierta información adicional que reunieron sobre el señor Potter- con eso, el viejo mago mostró una pequeña esfera amarilla de cobre y la posó en el centro de la mesa. Con un encantamiento susurrado, las luces de la habitación amortiguaron y una imagen de la esfera fue proyectada sobre el techo.

Draco estaba absorto en los diversos dibujos y escrituras que aparecieron. Un cuadro parecía ser un calendario de clases. Draco quedó fascinado en lo que sospechó eran las cosas que Harry había hecho mientras estuvo en Azkaban. Sus pensamientos privados fueron interrumpidos cuando Dumbledore confirmó que lo que ellos veían actualmente había sido encontrado en las paredes del interior de la celda del señor Potter.

Una cosa en particular pareció atraer la atención de Draco

-Señor, podría agrandar eso de allí, ese trozo de la imagen al lado del cama.

Dumbledore asintió y agrandó el cuadro solicitado de modo que todos los presentes pudieran distinguir qué lo que miraban era una carta o un poema escrito en la pared.

Uno de los magos cuyo nombre Draco no podía recordar, habló repentinamente en voz alta

¿Puede alguien leer su escritura?

Draco no contestó, no quería leer el mensaje dejado por Harry, pero Hermione decidió tomarlo para leer las palabras que congelaron al resto de la Orden:

Desearía estar demasiado muerto para gritar

Yo mismo me castigo y marchito

Lanzo piedras a mi creador

Masoquistas a quienes abastezco

Tú no necesitas molestarte, yo no necesito estar

Evitaré deslizarme más lejos

Pero una vez que lo sostenga, no lo dejaré ir hasta que sangre

Desearía estar demasiado muerto para cuidar

Si cuidé de hecho a todos

Nunca tuve una voz de protesta

Tú me alimentaste de mierda para digerirla

Desearía tener una razón; mis defectos son una estación abierta

Por esto, renuncié a la prueba

Una buena vuelta mereció mi muerte

No necesitas molestarte, yo no necesito estar

Evitaré deslizarme más lejos

Pero una vez que lo sostenga, no lo dejaré ir hasta que sangre

Desearía estar muerto en vez de vivo

Un zombi se oculta en mi cara

Esqueleto olvidado con sus memorias

Los diarios se fueron con las entradas secretas

No necesitas molestarte, yo no necesito estar

Evitaré deslizarme más lejos

Pero una vez que lo sostenga, no lo dejaré ir hasta que sangre

No necesitas molestarte, yo no necesito estar

Evitaré deslizarme más lejos

Pero una vez que lo sostenga, no lo dejaré ir hasta que sangre

Aunque los años pasaran, Draco podría recordar ese momento en el tiempo, escuchando la temblorosa voz de Hermione mientras recitaba esas palabras en voz alta. Draco se sentía enfermo del estómago al pensar en la desesperación que debió sentir Harry para escribir algo tan completamente depresivo. Que lejos había caído el sonriente, orgulloso, valiente Gryffindor. Draco rogó por que no lo hubiera rescatado demasiado tarde y que un día pudiera volver a ver la luz en los ojos que habían observado demasiada oscuridad.

¿De dónde sacó Potter la tinta para dibujar todo eso? Pensaba que estaba prohibido a los presos el acceso a tinta o cualquier otra clase de artículo personal. Debe ser agradable, parece que ni siquiera en esa prisión las reglas se aplican al chico de oro- escupió Ron disgustado.

Hermione alejó la vista de las preocupantes imágenes para lanzar a su novio una mirada dura

-Es que no es tinta, Ron.

-Bien Hermione, puesto que tú tienes todas las respuestas como de costumbre¿qué es entonces?

Draco miró con furia al hombre que era tan enérgico como temperamental.

-Si acostumbraras a utilizar tu cerebro, Weasley, moriríamos todos de la impresión- ignorando la mirada feroz dirigida hacia él, continuó: Eso es sangre.

El ambiente era tenso mientras el grupo seguía intentado descifrar las incoherencias de Harry y estaba inmerso en sus dibujos para ver si podían obtener alguna pista de que había pasado por su mente mientras estuvo prisionero. Draco no participó activamente en ninguna de las conversaciones; en lugar de eso, se dedicó a observar a Sirius Black.

Sirius Black era un hombre duro por lo que Draco suponía. Al propio padrino de Draco, Snape, no le gustaba mucho el hombre debido a algunos sucesos ocurridos cuando habían asistido a la escuela. Sin embargo, desde la resurrección de Voldemort, habían comenzado a trabajar juntos y en alguna rara ocasión los vio intercambiar alguna palabra cortés.

El hombre todavía era perseguido por el Ministerio de Magia por un crimen que no había cometido. Probablemente, esa era la razón por la que había asumido que Sirius apoyaría y defendería a Harry. Desde el juicio, Draco había decidido que como Sirius había sido traicionado por el mundo de los magos, no confiaba en la gente muy fácilmente y cuando pareció que su ahijado, a quien él realmente había conocido solamente por un corto tiempo, había matado a dos personas, el animago una vez más se sintió traicionado. Aunque Sirius nunca defendió a Harry, tampoco habló contra él. El hombre era en verdad un rompecabezas.

Draco intentó escuchar mientras Dumbledore explicaba que no tenían ninguna idea de lo que Harry iba a intentar hacer ahora que estaba libre y que tenían que estar preparados. Si eso era posible, Dumbledore cayó aún más bajo a los ojos a Draco cuando advirtió a la Orden que Harry podría intentar venir tras ellos personalmente. Esta discusión y especulación continuó alrededor de una hora antes de que Dumbledore cerrara la reunión.

Se había decidido enviar a varios equipos compuestos de tres miembros de la Orden cada uno, para comenzar a buscar a Harry. La mayoría de la gente sentía que el odio de Harry hacia sus parientes muggles lo desalentaría de intentar entrar en el mundo muggle de nuevo y como Dumbledore tenía las llaves de sus varias cámaras acorazadas de Gringotts, no tenía ninguna posibilidad de acceder a sus substanciales fondos mágicos. En una nota final, Dumbledore intentó tranquilizar a todos con la idea de que Harry sería apresado con el tiempo, pues no tenía ni dinero y ni ayuda alguna en el mundo de los magos o en el muggle. Ligeramente más animados, los miembros de la Orden partieron, sintiéndose más descorazonados de lo que habían estado nunca, todos, a excepción de uno.

Cuando Draco lentamente hacía su camino de regreso a las mazmorras, lo aferraron por detrás. Una voz baja susurró en su oído "Necesitamos hablar" , antes de ser guiado dentro de las dependencias personales de su padrino.

Draco se sentó en una silla ubicada frente a la chimenea, en la sala de Severus. Siempre que estaba en esas habitaciones no podía evitar reírse entre dientes. La mayoría de la gente creía que el espacio personal de Severus sería frío, estéril y adornado de verde y plata. Cómo se sorprenderían sus estudiantes si pudieran ver la realidad, era algo que Draco pensaba a menudo. Los aposentos eran cálidos y adornados con buen gusto, no con colores brillantes sino con tonos cálidos. Por supuesto, el Jefe de la Casa de Slytherin había permanecido lejos de cualquier cosa que mirara remotamente escarlata y oro, como cualquier persona con gusto cuando adornaba una habitación.

No deseando parecer grosero, Draco aceptó de manos de Severus una copa cristalina de lo qué parecía ser brandy y levantó lentamente la copa a sus labios antes de tomar un sorbo pequeño. Sabía que necesitaba dormir algo con desesperación y que cualquier cantidad de alcohol no iría en su mejor interés, así que posó la copa en la mesa del café y esperó a que Severus comenzara.

El alto hombre de pelo oscuro miró a su frío y perfectamente compuesto ahijado delante de él. Nadie más podría verlo, pero el conocer al chico desde que estaba en pañales, le otorgaba un mayor conocimiento del funcionamiento de su mente. Pasando una mano a través de su largo cabello grasoso, el Maestro de Pociones suspiró:

-Mira Draco, sé que tú sabes más sobre lo qué sucedió ayer por la noche de lo que estás diciendo-levantó la mano cuando Draco se disponía a protestar-. No quiero saber¿de acuerdo? Es mejor para todos si no me dices nada, sólo quería que supieras que si necesitas ayuda, si cualquiera de ustedes necesitan ayuda, pueden contar conmigo¿entendido?

Draco debería haber sabido que no podría engañar a Severus. Asintiendo con gratitud, el hombre rubio dio a su padrino un abrazo.

-Voy a estar desaparecido por algunas semanas pues tengo que atender cierto negocio, en caso de que cualquier persona pregunte- informó Draco en un tono cauteloso, antes de dar la vuelta y salir de los aposentos del profesor.

Drenado completamente, Draco quedo dormido tan pronto como su cabeza golpeó la almohada.

-Mañana, mañana iré a verte Harry, entonces ...

CONTINUARÁ...