CAPÍTULO 14: LA PLAYA
Sin dar oportunidad a su compañero para recobrarse y presionar por una respuesta más definitiva, Harry sabía que había una cosa que había meditado por años que necesitaba ser contestada antes de que esta conversación fuera más lejos.
-¿Qué significó?
La desconcertada mirada en la cara de Draco no disminuyó en absoluto la calidez de sus ojos.
-¿Qué significó qué, Harry?
Sintiéndose repentinamente inseguro, Harry intentó alejarse de la mano que acariciaba suavemente su mejilla.
-Todas las cosas que escribiste en esa carta. ¿Era verdad que sentías de esa manera entonces?
Los ojos gris oscuro chispearon con entendimiento. Draco había olvidado todo sobre esa carta que, en su cobardía, había dejado para Harry cuando había regresado a Inglaterra años atrás. Esa noche, después de que hubieran hecho el amor, mientras reposaba al lado de la única persona que amaría por siempre, aunque muy probablemente por última vez, sabía que necesitaba partir antes que Harry despertara, o no sería capaz de hacerlo. Escribir esa carta parecía ser la única manera en que sería capaz de despedirse apropiadamente de esta persona que se había convertido en el centro de su pequeño mundo. Había sido tan purificador, purgando su alma ante Harry, incluso si no podía estar allí cuando su amor la leyera.
-Cada palabra.
Pura alegría estalló en cada poro del cuerpo de Harry con la confirmación de Draco. La carta era una de sus más preciadas posesiones, pero siempre le había molestado el hecho de que nunca lo oyó decirle esas tres palabras en voz alta. También lamentaba no haber tenido el valor de decirle lo mismo a Draco.
Las entrañas de Harry comenzaron a retorcerse; se sentía como cuando, inadvertidamente, se había tragado la snitch dorada en su primer año. Sin estar seguro de si iba a echarse a reír o vomitar, el hombre de cabello oscuro tomó un par de respiraciones profundas para calmar sus nervios.
-Sentía del mismo modo- admitió finalmente.
El rostro de Draco se iluminó completamente al oír al otro susurrar la confesión. Esto casi le cortó la respiración a Harry. Todas las máscaras estaban fuera; no había barreras ni ninguna pared tras la cual ocultarse por más tiempo. La sonrisa del hombre de cabello de plata era genuina y tan radiante que casi lastimaba sus ojos por mirarla. Pero Harry no parecía ser capaz de mirar a cualquier otro lugar que no fuera a su anterior amante.
La necesidad de no hacer nada más que mirar a Draco golpeó a Harry abruptamente. Sus ojos de dieron un banquete en la perfecta curva de la línea de su fuerte mandíbula, en sus llenos labios rosados que mendigaban ser besados, en las pálidas mejillas que estaban ligeramente rojas, y en el espeso flequillo rubio que enmarcaban esos expresivos ojos. Había olvidado cuán hermoso era Draco Malfoy. Sacudió sus íntimas reflexiones y vio que el rubio también estudiaba su cara. No había manera de que Draco lo pudiera encontrar tan atractivo como él encontraba al Slytherin.
-Así pues, ¿ves alguna cosa que te guste?- no pudo evitar bromear al rubio.
Incluso en el claro de luna, Harry pudo ver que el rubor de Draco se había profundizado considerablemente. Recuperándose rápidamente, el Slytherin todavía consiguió una respuesta
-No puedo decirte aquí. Te lo dejaré saber por la mañana.
Ahora le toco a Harry ruborizarse, mientras sentía el calor elevarse a su propio rostro.
Antes de saber qué estaba sucediendo, se encontró a si mismo jalado hacia arriba contra un pecho duro; dos brazos fuertes le rodearon, sosteniéndolo. Rastrillando una de sus manos por la pálida base sedosa del pelo en la nuca de Draco, mientras que el otro acariciaba gentilmente arriba y abajo su espalda, Harry colocó un suave beso en la sensible piel detrás de la oreja del rubio. Se había olvidado de cuán suave y maravilloso se sentía el cabello de Draco bajo las yemas de sus dedos.
Se sentía tan bien, como si una parte de él que había estado buscando por mucho tiempo sin poderla encontrar, por fin estuviera regresando. Se sentía como si finalmente hubiera llegado a casa. Sintiendo el corazón de Draco golpear más rápido y oyendo su acelerada respiración en su oído, Harry supo que su compañero estaba tan afectado como él por su proximidad. El hombre de cabello oscuro sólo pudo jadear
-Oh dios, te he extrañado tanto- susurró antes que Draco cambiara de posición y sus labios fueran capturados.
La sensación del tener los mismos dos labios que había soñado tan a menudo presionado firmemente contra los suyos era indescriptible. Pronto la boca que estaba en la suya se volvió más insistente y exigente. Harry abrió su boca, dando la bienvenida a Draco. Los besos suaves llegaron a ser más urgentes, y Draco pronto estaba probando, saqueando y demandando. Habiéndole sido negado por tanto tiempo, nada parecía ser suficiente.
Cuando finalmente se separaron, Harry se dio cuenta que ya no estaban sentados, que en un cierto punto había sido presionado sobre la húmeda y fresca arena y Draco estaba encima de él. Fue incapaz de hilar otro pensamiento pues sus labios hinchados por los besos fueron demandados una vez más. No había nada que existiera para él en este momento, fuera de la sensación de que pronto moriría si paraba de besar al rubio.
Un hormigueo de placer que se originaba en el lugar donde Draco pellizcaba suavemente su pezón fluyó hacia abajo hasta el área de su ingle. Los dedos que acariciaban sus pezones fueron substituidos rápidamente por los mismos labios que habían causado estragos en su boca. Al darse cuenta que Draco lo había privado de su camisa, Harry rápidamente hizo lo mismo con el rubio. Sus manos pronto frotaban ligeramente la desnuda piel lisa de la espalda de otro hombre. Pronto, eso no fue suficiente y Harry necesitó más. Una mano se sumergió debajo de la cinturilla del pantalón del Slytherin para tocar sus entonadas y firmes nalgas. Harry apretó.
La necesidad de poseer completamente a Harry era más fuerte que nunca cuando el rubio se movió finalmente sobre el pecho musculoso para besar al moreno nuevamente, esta vez profundamente y totalmente. El Gryffindor podía sentir la excitación de Draco presionado firmemente contra la suya. Empujó hacia arriba frotando sus dos erecciones. Alguien gimió, pero ninguno de los dos hombres estuvo seguro de quien fue.
Draco estaba en cielo. Harry era como el agua de vida que se daba a un hombre que había estado perdido en el desierto por una semana. Algo tan imprescindible como sus dos manos. La primera vez que habían hecho amor, fue un dar y recibir mutuo, apacible y lleno de amor y de cuidado. Nada igual a lo que ahora estaba pasando.
Repentinamente, las palabras de Harry volvieron a él. Cómo lo había odiado por hacerle el amor y después dejarlo. Era difícil pensar cualquier cosa con el cuerpo caliente y dispuesto del hombre que amaba debajo de él. Draco sabía que si esperaba un poco más no habría vuelta atrás, que harían el amor aquí, en la playa. De repente, eso no parecía tan atractivo como lo había sido apenas unos momentos antes. ¿Quién sabía qué iba a traer el mañana? Había una buena posibilidad de que Harry decidiera permanecer aquí, en California ¿y entonces qué? Ni siquiera quería pensar en las ramificaciones de hacer el amor a Harry por una segunda vez y después verse forzado a partir nuevamente. Su amado podría perdonarlo quizá una vez, ¿pero dos veces? Lo amaba demasiado para hacerle eso, para causarle un dolor tan horrendo.
Con resuelta determinación, Draco se separó de Harry, desenredando sus miembros en el proceso. Con la sensación de que se estaba hundiendo, observó como las brillantes esmeraldas se humedecían con lágrimas no derramadas y confusión.
-¿Qué...por qué te vas Dray? ¿Por qué paraste?
Los ojos grises llenos de pesar juntaron las piezas profundamente en el alma de Harry, llenándolo de pavor.
-Harry, tienes que creerme cuando te digo que ésta es una de las cosas más duras que he hecho alguna vez. Pero no puedo dejar que esto continúe; tenemos que parar ahora, antes de que vayamos más lejos.
Harry se incorporó airadamente y dio la vuelta alejándose de los brazos que acababan de darle tanto placer y comodidad.
-¿Por qué, Dray? ¿Hay algún otro?
Draco frunció el ceño, ni una sola vez consideró que Harry pudiera pensar que tenía a alguna otra persona en su vida.
-No Harry, no es nada como eso. Nunca podría haber otra persona-. El sonido de las olas casi ahogaron las palabras suavemente pronunciadas.
Sin saber por qué Draco lo había atormentado con esto, haciéndolo creer que podían estar juntos una vez más, Harry tomó airadamente una concha marina y la azotó contra el océano. El chapoteo mientras la cáscara se hundía debajo de las olas no hizo nada para apaciguar al Gryffindor.
-¿Qué es entonces?- exigió, necesitando oír la verdad.
-Si hacemos el amor otra vez, Harry, quisiera que fuera para siempre.
Harry miraba con incredulidad a los ojos que parecían una tormenta de verano al romperse.
-¿Si?
Siendo físicamente el más fuerte de los dos, Draco tiró de Harry nuevamente dentro de su abrazo aunque el hombre de pelo oscuro luchó para escaparse.
-No 'si', Harry. 'Cuando'.
Pero el daño ya había sido hecho, incluso mientras lo sostenía Draco podía sentir como Harry mentalmente tiraba lejos de él.
-¡Oh Merlín, Harry! ¿Tienes idea de cuánto te amo? ¿Cuánto te amé siempre?- con una mano temblorosa, Draco apartó el espeso flequillo negro de la querida cara de Harry-. No sabemos qué vaya a suceder mañana y no podría soportar si hiciéramos el amor otra vez y tuviera que alejarme de ti por la mañana. La primera vez, casi me mató; no creo que pudiera sobrevivir una segunda vez.
Harry perdió toda su voluntad para luchar cuando oyó caer de los labios de Draco las palabras que tanto había estado deseando oír. Le tomó un momento darse cuenta por qué Draco había dejado de hacerle el amor cuando lo hizo. Lo envolvió una sensación de amor tan poderosa que pensó que estallaría su corazón. Tomó conciencia de cuál era el problema y solamente vio una solución simple.
-Entonces no te vayas.
-Merlín, Harry, si sólo fuera así de fácil.
-Podría ser si lo quisieras- llegó la sencilla respuesta.
Draco sabía que no tenía sentido discutir ese punto ahora, no cuando ninguno de ellos pensaba con claridad. Como típico Slytherin, intentó hacer un hábito de no tomar decisiones cuando las emociones estaban descontroladas.
Necesitando tiempo para distanciarse de lo qué acababa de suceder, y dar a sus cuerpos tiempo de serenarse, se sentaron una vez más uno al lado del otro, mirando fijamente sobre la inmensidad del océano. La brillante luz de la luna llena casi bailaba sobre el balanceo de las olas, sombras misteriosas se deslizaban en el agua.
-Sabes, si no estuviera tan cercana la luna llena, estoy seguro que Remus habría insistido en venir-.Draco sabía que era un pobre intento para cambiar el tema, pero sentía que tenía que decir algo; el silencio estaba matándole.
Harry resopló.
-Bien, me alegra que no lo hiciera . Era una de las personas que pensé que me apoyaría. Nunca olvidaré la mirada en sus ojos ese día en la Sala de la Corte.
No deseando volver a lo mismo otra vez, Draco pensó rápidamente en cómo cambiar el tema una vez más. Pero antes que se le pudiera ocurrir algo apropiado, Harry continuó:
-Además, fue bastante difícil entrar en la sala de conferencias después del concierto y veros a los tres allí. No sé cómo hubiera reaccionado de haber estado Remus también. Es más, tan pronto como dejé esa habitación, me fui precipitadamente a mi camerino y me derrumbé.
-Si me lo preguntas, nos engañaste bastante bien allí. Después de viejo, te has convertido en un mentiroso muy bueno, Potter.
-Tuve que hacerlo. ¿Y a quién piensas que estás llamando viejo? Si recuerdo correctamente, tu cumpleaños es diez meses antes el mío.
-No me lo recuerdes. Me siento mucho más viejo de veintitrés.
-Me siento de la misma manera, pero por lo menos no eras padre soltero a la edad de veinte. Demonios, nacieron poco después de mi vigésimo cumpleaños. La mayoría de los niños de esa edad están festejándolo fuera con sus amigos. Nunca tuvimos tiempo para nada de eso.
Reconociendo la verdad en esas palabras, Draco asintió con la cabeza.
-Sabes, sigue siendo difícil creer que tengo realmente dos hijos-.Draco pensó por un momento, entonces se corrigió-. No. Que tenemos dos hijos. Ahí están esos dos pequeños perfectos, con la sonrisa Malfoy y el cabello Potter- Draco estaba demasiado abrumado para continuar-. ¡Y por Slytherin!, ni siquiera sé la primera cosa sobre ellos. ¿Cuándo es su cumpleaños? ¿Quién nació primero? ¿Cuáles son sus nombres completos? Asumo que en sus partidas de nacimiento su apellido figura como Potter. ¿Qué les gusta hacer? ¿Ya les has enseñado algo sobre Quidditch?
Harry comenzó a reír nerviosamente ante la casi aterrada expresión en la cara de Draco. La realidad de ser un padre finalmente se instalaba en él. A medida que las preguntas continuaron sin ni siquiera una momentánea pausa para respirar, la risa nerviosa del moreno se convirtió en verdaderas carcajadas.
Sintiéndose insultado ante el hecho de que Harry no lo tomara seriamente, Draco detuvo su interrogatorio.
Mientras que su risa murió en una ocasional risa ahogada, Harry estiró el brazo y aferró la mano del Slytherin. Levantando sus manos juntas hasta sus labios, presionó un ligero beso en la parte posterior de los nudillos de Draco antes de regresarlas a sus costados.
-Bien Dray, déjame comenzar por el principio. Matthew Harrison Malfoy Potter nació a las 12:09 de la madrugada del 9 de Agosto del 2000. Se le unió pronto en el cuarto de niños su molesto gemelo casi idéntico Evan Michael Malfoy Potter, que nació a las 12:26 .
Draco sintió las lágrimas venir a sus ojos cuando se dio cuenta de cuánto había perdido al no estar allí para el nacimiento de sus niños.
-Matthew significa regalo de Dios y Evan significa pequeño guerrero o Dios es bueno- dijo con reverencia.
-Sí, lo sé. Sentía que eran bonitos antes de que nacieran, pero luego, cuando los sostuve por primera vez y miré a sus pequeñas caras arrugadas, sabía que mi vida tenía un propósito. Creí de verdad que eran regalos de dios, mis propios pequeños milagros-. Harry parecía tener un resplandor interno cuando hablaba de sus niños.
Draco no podía evitar preguntarse cómo había estado Harry durante el embarazo.
-Es una maravilla que pudieras concebirlos y llevarlos con seguridad. Sabes que esto significa que somos compañeros del alma, ¿verdad?
-Eso es lo que me dijo Nikki después de que hubiera recuperado el sentido.
Harry sonrió cuando vio la mirada interrogante en la cara de Draco.
-Me desmayé cuando me dijo que estaba embarazado- ignoró la risa de Draco al tiempo que continuaba con su explicación-. ¿Recuerdas Dray, que fui criado por Muggles que odiaban la magia?. Ni siquiera había oído hablar de que existía la posibilidad de que un hombre pudiera quedarse embarazado. Fue un pequeño impacto para mi sistema.
-Tengo la sensación de que eso es una subestimación-. Comentó Draco mientras tiraba de la espalda de Harry contra su pecho.
Harry suspiró, sintiéndose contento sólo con permanecer allí, en los brazos de su compañero, con su discordia anterior olvidada temporalmente.
-De todos modos, me dijo que solamente los compañeros del alma podían concebir de esa manera, pero siendo honesto contigo, no estoy seguro qué significa ser un compañero de alma.
-Bien Potter, una vez más parece que estás careciendo de una educación mágica apropiada así que tendré que aclararte una vez más. Déjame hacer un intercambio, tú me cuentas más historias sobre nuestros niños y yo te contesto a cualquier pregunta que tengas sobre lo que significa ser un compañero del alma.
-De acuerdo.
El siguiente par de horas pasaron volando entre muchas risas y algunas lágrimas, mientras dos años y medio de recuerdos fueron compartidos entre un padre que fue lo bastante afortunado para experimentar el ver crecer a sus niños de primera mano con su otro padre, que no lo hizo.
Metidos en su conversación, ninguno de los dos hombres notó que la marea había subido hasta que literalmente lamía los dedos de sus pies. Decidiendo que sus compañeros estarían probablemente bastante preocupados, supieron que lo mejor era encaminarse hacia la casa. Parándose, Draco intentó cepillar la mayoría de la arena que tenían encima, lamentando haber dejado su varita en la casa.
-¿Sabes que un hechizo de limpieza simple resolvería esto en un segundo?
-Podría, pero es mejor hacerlo a la manera Muggle aquí, Dray. Hay espías por todas partes y no creo que quieras explicar por qué estabas en esta playa realizando un hechizo de limpieza a las 10:30 de la noche, ¿lo harías?
-Creo que no. ¿Pero cómo haces para vivir sin magia?- le preguntó mientras lo alcanzaba y tomaba firmemente la mano de Harry entre las suyas.
-Hay salas en mi propiedad que hacen indetectable cualquier magia realizada, pero esas salas no se extienden hasta aquí, en la playa pública. Además, la magia con las manos es mucho más difícil de rastrear, pero incluso así la utilizo sólo escasamente.
Con una punzada de pesar al recordar la necesidad que habían tenido Harry y su familia de vivir a escondidas por tanto tiempo, Draco se limitó a regresar hacia la casa.
Sus pensamientos se centraron en la reunión que todavía tenían por delante. En la que Harry les diría si decidía volver a Hogwarts con ellos o no. Una parte de él quería que decidiera regresar, no quería estar separado de su amor otra vez. Pero el lado más desinteresado casi deseaba que Harry los rechazara. Él y sus niños tenían una buena vida aquí en los Estados Unidos. Podrían vivir por muchos años antes que la guerra tocara estas orillas. Parte de él quería ese sueño para su familia, incluso si significaba que nadie en Inglaterra tuviera la oportunidad de proteger a las suyas.
-¿Sabes que no fue justo?- fueron las palabras que rompieron su silenciosa contemplación.
Tiró de sus manos unidas a Harry bajándolas lentamente.
-¿Qué no fue justo?- preguntó con preocupación.
-Nunca me lograste decir qué son exactamente los compañeros del alma.
-Bien, mi amor, creo que tendremos que dejar la conversación para otro día.
-Sabes, podría conseguirme acostumbrarme a eso.
-¿Acostumbrarte a qué?- preguntó Draco, desconcertado por la mueca traviesa en la cara de Harry.
-A que me llames `mi amor´. Me gusta eso, tonto.
-Bueno, ciertamente es mas agradable que el cártel de 'tonto'- Draco hizo un puchero.
-Entonces, supongo que es mejor que de aquí en adelante trabajemos en una palabra de cariño más apropiada.
Harry levantó una ceja antes de girar repentinamente, pateando toda la arena encima de las piernas de Draco. Viendo lo que había hecho inadvertidamente, el hombre de pelo oscuro trató de escaparse y comenzó a correr a través de las dunas.
Sólo deteniéndose brevemente para lamentar su condición cubierta de arena, el hombre de pelo de plata rápidamente emprendió su persecución.
* * *
Habían sido muchas horas desde que la cena había terminado. Sirius se había refugiado una vez más en el sillón del salón ubicado al lado de la piscina, dejando a Severus quien discutía con el ama de llaves de Harry en la cocina. En todo el tiempo que habían estado buscando a Harry ni una vez había sospechado que su ahijado pudiera tener una vida como ésta. Siempre lo había imaginada solo, con frío y muerto de hambre en alguna calle.
Estaba extremadamente orgulloso de la manera en que Harry había cuidado de si mismo después de escaparse de la prisión. Sirius, desafortunadamente, tenía una única perspectiva de cómo recuperarse de Azkaban y sabía lo difícil que era reconstruir la vida después de sufrir con algo tan traumático como era eso.
Las cosas no estaban iguales entre Harry y él mismo, no como una vez habían podido estar. Pero cuando se tenía una vida como la que Sirius Black había llevado, uno no se podía permitir la pregunta `y si´. Era una trampa peligrosa de la cual no había escape. Sirius estaba esperanzado de que, con el tiempo, él y Harry pudieran forjar una nueva relación. Claro, si el chico decidía volver con ellos. Si sólo...
Una gran sonrisa cruzó la cara de Sirius cuando los sonidos de risas pudieron ser oídos antes de que su ahijado y Malfoy aparecieran ante su vista. Aunque inicialmente le impresionó el pensamiento de que habían engendrado dos niños juntos, no estaba tan sorprendido como podría haber estado. Harry nunca había confiado en él sobre ninguno de sus intereses y sabía que no había salido con ninguna persona seriamente, así que la única razón para ello era que estaba involucrado con alguien, y que sentía la necesidad de mantener la relación privada.
El mundo mágico aceptaba la homosexualidad mucho más fácilmente que la comunidad Muggle, especialmente en los caso de compañeros del alma. El mismo Sirius había experimentado con una variedad de relaciones antes que le hubieran enviado a la prisión. Demonios, si era perfectamente honesto consigo mismo, sabía de otros dos hombres que estaban atraídos el uno por el otro pero habían estado largo tiempo negándose por miedo del rechazo y por otras obligaciones relacionadas con la guerra.
Harry se detuvo precipitadamente cuando vio a Sirius esperándolos en el patio. Sin una advertencia de que Harry iba a parar, Draco no tuvo ningún tiempo para controlarse y chocó contra el duro cuerpo delante de él.
-¡Ow!
-Bien, sirvió para parar bien. ¿Porqué te detuviste repentinamente de todos modos?
Haciendo un mohín, Harry inclinó la cabeza en la dirección donde Sirius estaba parado mirando el intercambio con diversión.
-¿Pasasteis un buen rato, muchachos?
-No te gustaría saber, Black- dijo el rubio Slytherin con desprecio. Sin embargo, el desprecio en su cara se vio perceptiblemente disminuido por la felicidad en su sonrisa.
Agarrando a su ahijado por la espalda, Black rió entre dientes.
-No, no realmente. De hecho, he aprendido más sobre la vida amorosa de Harry en los dos últimos días que en todo el tiempo que nos conocemos. Ahora, ¿por qué no entramos en la casa? Creo que tu ama de llaves necesitará ser rescatada.
-¿Por qué? ¿Qué le sucedió a Nola?
-Déjame solo decir que después de cenar, Snape decidió conseguir su cocina. Tenían absolutamente una batalla sobre el territorio cuando decidí retirarme.
Harry rió, aliviado de que un fuera nada serio.
-Debí haber advertido a Snape sobre cuán posesiva puede llegar a ser Nola con su cocina. Incluso se molesta conmigo a veces, cuando todo lo que le hago es preparar un emparedado. Si no me confundo, creo que será nuestro profesor de pociones quién necesitará ser rescatado.
´
Sintiendo más paz de la que podían recordar en mucho tiempo, los tres hombres dieron la vuelta y caminaron a la cocina.
Continuará....
Gracias a Ali por su inmensa ayuda.
Murtilla: si, la verdad es que la situación fue un poco tensa en algunos momentos. Yo tiro mas en darle la razón a Draco, simplemente por una razón salvó a Harry y se marchó por evitarle problemas, aunque comprendo que Harry no quiera poner en peligro a sus hijos y no deseé volver a Inglaterra con los que le traicionaron. Si es una buena imagen jajaja. Gracias por todo.
Kmy Kusanagi: Si el otro fue romántico, este en mi opinión es muy necesario para la historia, muy emocionante y de los más románticos. Nicole si es muy buena persona y ama a Harry y a los niños por encima de todo, aunque en el otro capi pareció lo que pensabas. Los noños por su descripción de vaerdad que tienen que ser muy bonitos y con esos padres....uff jeje. Besitos y nos leemos.
Paola: si, lo seguiré actualizando pronto. Creo que tu pregunta ha quedado respondida con este capítulo. Para que Draco tenga relación con los niños queda algún capítulo porque Harry quiere estar seguro de sus intenciones. Gracias
XD: Jeje Harry etá muy confundido pero poco a poco se le pasará, ya lo verás. Muchas gracias por leer.
snivelly: si, Nicole no le tiene ninguna simpatía a los ex amigos, etc...de Harry y con toda la razón del mundo, aunque fue demasiado dura en un principio co los tres buenos. Ron y Hermione tiene una hija que sabremos de ella más adelante. Besitos
llunaa: Gracias, creo que es una buena historia de las mejores que he leido en inglés, me alegro que te guste de verdad. Saludos
niky_chan: La reacción de Draco fue que estaba muy celoso de ella y no sabía que grado había alcanzado su relación. Pero todo se solucionará ya verás. Besitos.
vaya eto s raro: hay que ponerse un poco del lado de cada parte los dos tenían muy buenas razones para actuar así. Muchas gracias
dark-sabry: muchas gracias, como dices la intención es lo que cuenta y te lo agradezco mucho. Saludos.
Sin dar oportunidad a su compañero para recobrarse y presionar por una respuesta más definitiva, Harry sabía que había una cosa que había meditado por años que necesitaba ser contestada antes de que esta conversación fuera más lejos.
-¿Qué significó?
La desconcertada mirada en la cara de Draco no disminuyó en absoluto la calidez de sus ojos.
-¿Qué significó qué, Harry?
Sintiéndose repentinamente inseguro, Harry intentó alejarse de la mano que acariciaba suavemente su mejilla.
-Todas las cosas que escribiste en esa carta. ¿Era verdad que sentías de esa manera entonces?
Los ojos gris oscuro chispearon con entendimiento. Draco había olvidado todo sobre esa carta que, en su cobardía, había dejado para Harry cuando había regresado a Inglaterra años atrás. Esa noche, después de que hubieran hecho el amor, mientras reposaba al lado de la única persona que amaría por siempre, aunque muy probablemente por última vez, sabía que necesitaba partir antes que Harry despertara, o no sería capaz de hacerlo. Escribir esa carta parecía ser la única manera en que sería capaz de despedirse apropiadamente de esta persona que se había convertido en el centro de su pequeño mundo. Había sido tan purificador, purgando su alma ante Harry, incluso si no podía estar allí cuando su amor la leyera.
-Cada palabra.
Pura alegría estalló en cada poro del cuerpo de Harry con la confirmación de Draco. La carta era una de sus más preciadas posesiones, pero siempre le había molestado el hecho de que nunca lo oyó decirle esas tres palabras en voz alta. También lamentaba no haber tenido el valor de decirle lo mismo a Draco.
Las entrañas de Harry comenzaron a retorcerse; se sentía como cuando, inadvertidamente, se había tragado la snitch dorada en su primer año. Sin estar seguro de si iba a echarse a reír o vomitar, el hombre de cabello oscuro tomó un par de respiraciones profundas para calmar sus nervios.
-Sentía del mismo modo- admitió finalmente.
El rostro de Draco se iluminó completamente al oír al otro susurrar la confesión. Esto casi le cortó la respiración a Harry. Todas las máscaras estaban fuera; no había barreras ni ninguna pared tras la cual ocultarse por más tiempo. La sonrisa del hombre de cabello de plata era genuina y tan radiante que casi lastimaba sus ojos por mirarla. Pero Harry no parecía ser capaz de mirar a cualquier otro lugar que no fuera a su anterior amante.
La necesidad de no hacer nada más que mirar a Draco golpeó a Harry abruptamente. Sus ojos de dieron un banquete en la perfecta curva de la línea de su fuerte mandíbula, en sus llenos labios rosados que mendigaban ser besados, en las pálidas mejillas que estaban ligeramente rojas, y en el espeso flequillo rubio que enmarcaban esos expresivos ojos. Había olvidado cuán hermoso era Draco Malfoy. Sacudió sus íntimas reflexiones y vio que el rubio también estudiaba su cara. No había manera de que Draco lo pudiera encontrar tan atractivo como él encontraba al Slytherin.
-Así pues, ¿ves alguna cosa que te guste?- no pudo evitar bromear al rubio.
Incluso en el claro de luna, Harry pudo ver que el rubor de Draco se había profundizado considerablemente. Recuperándose rápidamente, el Slytherin todavía consiguió una respuesta
-No puedo decirte aquí. Te lo dejaré saber por la mañana.
Ahora le toco a Harry ruborizarse, mientras sentía el calor elevarse a su propio rostro.
Antes de saber qué estaba sucediendo, se encontró a si mismo jalado hacia arriba contra un pecho duro; dos brazos fuertes le rodearon, sosteniéndolo. Rastrillando una de sus manos por la pálida base sedosa del pelo en la nuca de Draco, mientras que el otro acariciaba gentilmente arriba y abajo su espalda, Harry colocó un suave beso en la sensible piel detrás de la oreja del rubio. Se había olvidado de cuán suave y maravilloso se sentía el cabello de Draco bajo las yemas de sus dedos.
Se sentía tan bien, como si una parte de él que había estado buscando por mucho tiempo sin poderla encontrar, por fin estuviera regresando. Se sentía como si finalmente hubiera llegado a casa. Sintiendo el corazón de Draco golpear más rápido y oyendo su acelerada respiración en su oído, Harry supo que su compañero estaba tan afectado como él por su proximidad. El hombre de cabello oscuro sólo pudo jadear
-Oh dios, te he extrañado tanto- susurró antes que Draco cambiara de posición y sus labios fueran capturados.
La sensación del tener los mismos dos labios que había soñado tan a menudo presionado firmemente contra los suyos era indescriptible. Pronto la boca que estaba en la suya se volvió más insistente y exigente. Harry abrió su boca, dando la bienvenida a Draco. Los besos suaves llegaron a ser más urgentes, y Draco pronto estaba probando, saqueando y demandando. Habiéndole sido negado por tanto tiempo, nada parecía ser suficiente.
Cuando finalmente se separaron, Harry se dio cuenta que ya no estaban sentados, que en un cierto punto había sido presionado sobre la húmeda y fresca arena y Draco estaba encima de él. Fue incapaz de hilar otro pensamiento pues sus labios hinchados por los besos fueron demandados una vez más. No había nada que existiera para él en este momento, fuera de la sensación de que pronto moriría si paraba de besar al rubio.
Un hormigueo de placer que se originaba en el lugar donde Draco pellizcaba suavemente su pezón fluyó hacia abajo hasta el área de su ingle. Los dedos que acariciaban sus pezones fueron substituidos rápidamente por los mismos labios que habían causado estragos en su boca. Al darse cuenta que Draco lo había privado de su camisa, Harry rápidamente hizo lo mismo con el rubio. Sus manos pronto frotaban ligeramente la desnuda piel lisa de la espalda de otro hombre. Pronto, eso no fue suficiente y Harry necesitó más. Una mano se sumergió debajo de la cinturilla del pantalón del Slytherin para tocar sus entonadas y firmes nalgas. Harry apretó.
La necesidad de poseer completamente a Harry era más fuerte que nunca cuando el rubio se movió finalmente sobre el pecho musculoso para besar al moreno nuevamente, esta vez profundamente y totalmente. El Gryffindor podía sentir la excitación de Draco presionado firmemente contra la suya. Empujó hacia arriba frotando sus dos erecciones. Alguien gimió, pero ninguno de los dos hombres estuvo seguro de quien fue.
Draco estaba en cielo. Harry era como el agua de vida que se daba a un hombre que había estado perdido en el desierto por una semana. Algo tan imprescindible como sus dos manos. La primera vez que habían hecho amor, fue un dar y recibir mutuo, apacible y lleno de amor y de cuidado. Nada igual a lo que ahora estaba pasando.
Repentinamente, las palabras de Harry volvieron a él. Cómo lo había odiado por hacerle el amor y después dejarlo. Era difícil pensar cualquier cosa con el cuerpo caliente y dispuesto del hombre que amaba debajo de él. Draco sabía que si esperaba un poco más no habría vuelta atrás, que harían el amor aquí, en la playa. De repente, eso no parecía tan atractivo como lo había sido apenas unos momentos antes. ¿Quién sabía qué iba a traer el mañana? Había una buena posibilidad de que Harry decidiera permanecer aquí, en California ¿y entonces qué? Ni siquiera quería pensar en las ramificaciones de hacer el amor a Harry por una segunda vez y después verse forzado a partir nuevamente. Su amado podría perdonarlo quizá una vez, ¿pero dos veces? Lo amaba demasiado para hacerle eso, para causarle un dolor tan horrendo.
Con resuelta determinación, Draco se separó de Harry, desenredando sus miembros en el proceso. Con la sensación de que se estaba hundiendo, observó como las brillantes esmeraldas se humedecían con lágrimas no derramadas y confusión.
-¿Qué...por qué te vas Dray? ¿Por qué paraste?
Los ojos grises llenos de pesar juntaron las piezas profundamente en el alma de Harry, llenándolo de pavor.
-Harry, tienes que creerme cuando te digo que ésta es una de las cosas más duras que he hecho alguna vez. Pero no puedo dejar que esto continúe; tenemos que parar ahora, antes de que vayamos más lejos.
Harry se incorporó airadamente y dio la vuelta alejándose de los brazos que acababan de darle tanto placer y comodidad.
-¿Por qué, Dray? ¿Hay algún otro?
Draco frunció el ceño, ni una sola vez consideró que Harry pudiera pensar que tenía a alguna otra persona en su vida.
-No Harry, no es nada como eso. Nunca podría haber otra persona-. El sonido de las olas casi ahogaron las palabras suavemente pronunciadas.
Sin saber por qué Draco lo había atormentado con esto, haciéndolo creer que podían estar juntos una vez más, Harry tomó airadamente una concha marina y la azotó contra el océano. El chapoteo mientras la cáscara se hundía debajo de las olas no hizo nada para apaciguar al Gryffindor.
-¿Qué es entonces?- exigió, necesitando oír la verdad.
-Si hacemos el amor otra vez, Harry, quisiera que fuera para siempre.
Harry miraba con incredulidad a los ojos que parecían una tormenta de verano al romperse.
-¿Si?
Siendo físicamente el más fuerte de los dos, Draco tiró de Harry nuevamente dentro de su abrazo aunque el hombre de pelo oscuro luchó para escaparse.
-No 'si', Harry. 'Cuando'.
Pero el daño ya había sido hecho, incluso mientras lo sostenía Draco podía sentir como Harry mentalmente tiraba lejos de él.
-¡Oh Merlín, Harry! ¿Tienes idea de cuánto te amo? ¿Cuánto te amé siempre?- con una mano temblorosa, Draco apartó el espeso flequillo negro de la querida cara de Harry-. No sabemos qué vaya a suceder mañana y no podría soportar si hiciéramos el amor otra vez y tuviera que alejarme de ti por la mañana. La primera vez, casi me mató; no creo que pudiera sobrevivir una segunda vez.
Harry perdió toda su voluntad para luchar cuando oyó caer de los labios de Draco las palabras que tanto había estado deseando oír. Le tomó un momento darse cuenta por qué Draco había dejado de hacerle el amor cuando lo hizo. Lo envolvió una sensación de amor tan poderosa que pensó que estallaría su corazón. Tomó conciencia de cuál era el problema y solamente vio una solución simple.
-Entonces no te vayas.
-Merlín, Harry, si sólo fuera así de fácil.
-Podría ser si lo quisieras- llegó la sencilla respuesta.
Draco sabía que no tenía sentido discutir ese punto ahora, no cuando ninguno de ellos pensaba con claridad. Como típico Slytherin, intentó hacer un hábito de no tomar decisiones cuando las emociones estaban descontroladas.
Necesitando tiempo para distanciarse de lo qué acababa de suceder, y dar a sus cuerpos tiempo de serenarse, se sentaron una vez más uno al lado del otro, mirando fijamente sobre la inmensidad del océano. La brillante luz de la luna llena casi bailaba sobre el balanceo de las olas, sombras misteriosas se deslizaban en el agua.
-Sabes, si no estuviera tan cercana la luna llena, estoy seguro que Remus habría insistido en venir-.Draco sabía que era un pobre intento para cambiar el tema, pero sentía que tenía que decir algo; el silencio estaba matándole.
Harry resopló.
-Bien, me alegra que no lo hiciera . Era una de las personas que pensé que me apoyaría. Nunca olvidaré la mirada en sus ojos ese día en la Sala de la Corte.
No deseando volver a lo mismo otra vez, Draco pensó rápidamente en cómo cambiar el tema una vez más. Pero antes que se le pudiera ocurrir algo apropiado, Harry continuó:
-Además, fue bastante difícil entrar en la sala de conferencias después del concierto y veros a los tres allí. No sé cómo hubiera reaccionado de haber estado Remus también. Es más, tan pronto como dejé esa habitación, me fui precipitadamente a mi camerino y me derrumbé.
-Si me lo preguntas, nos engañaste bastante bien allí. Después de viejo, te has convertido en un mentiroso muy bueno, Potter.
-Tuve que hacerlo. ¿Y a quién piensas que estás llamando viejo? Si recuerdo correctamente, tu cumpleaños es diez meses antes el mío.
-No me lo recuerdes. Me siento mucho más viejo de veintitrés.
-Me siento de la misma manera, pero por lo menos no eras padre soltero a la edad de veinte. Demonios, nacieron poco después de mi vigésimo cumpleaños. La mayoría de los niños de esa edad están festejándolo fuera con sus amigos. Nunca tuvimos tiempo para nada de eso.
Reconociendo la verdad en esas palabras, Draco asintió con la cabeza.
-Sabes, sigue siendo difícil creer que tengo realmente dos hijos-.Draco pensó por un momento, entonces se corrigió-. No. Que tenemos dos hijos. Ahí están esos dos pequeños perfectos, con la sonrisa Malfoy y el cabello Potter- Draco estaba demasiado abrumado para continuar-. ¡Y por Slytherin!, ni siquiera sé la primera cosa sobre ellos. ¿Cuándo es su cumpleaños? ¿Quién nació primero? ¿Cuáles son sus nombres completos? Asumo que en sus partidas de nacimiento su apellido figura como Potter. ¿Qué les gusta hacer? ¿Ya les has enseñado algo sobre Quidditch?
Harry comenzó a reír nerviosamente ante la casi aterrada expresión en la cara de Draco. La realidad de ser un padre finalmente se instalaba en él. A medida que las preguntas continuaron sin ni siquiera una momentánea pausa para respirar, la risa nerviosa del moreno se convirtió en verdaderas carcajadas.
Sintiéndose insultado ante el hecho de que Harry no lo tomara seriamente, Draco detuvo su interrogatorio.
Mientras que su risa murió en una ocasional risa ahogada, Harry estiró el brazo y aferró la mano del Slytherin. Levantando sus manos juntas hasta sus labios, presionó un ligero beso en la parte posterior de los nudillos de Draco antes de regresarlas a sus costados.
-Bien Dray, déjame comenzar por el principio. Matthew Harrison Malfoy Potter nació a las 12:09 de la madrugada del 9 de Agosto del 2000. Se le unió pronto en el cuarto de niños su molesto gemelo casi idéntico Evan Michael Malfoy Potter, que nació a las 12:26 .
Draco sintió las lágrimas venir a sus ojos cuando se dio cuenta de cuánto había perdido al no estar allí para el nacimiento de sus niños.
-Matthew significa regalo de Dios y Evan significa pequeño guerrero o Dios es bueno- dijo con reverencia.
-Sí, lo sé. Sentía que eran bonitos antes de que nacieran, pero luego, cuando los sostuve por primera vez y miré a sus pequeñas caras arrugadas, sabía que mi vida tenía un propósito. Creí de verdad que eran regalos de dios, mis propios pequeños milagros-. Harry parecía tener un resplandor interno cuando hablaba de sus niños.
Draco no podía evitar preguntarse cómo había estado Harry durante el embarazo.
-Es una maravilla que pudieras concebirlos y llevarlos con seguridad. Sabes que esto significa que somos compañeros del alma, ¿verdad?
-Eso es lo que me dijo Nikki después de que hubiera recuperado el sentido.
Harry sonrió cuando vio la mirada interrogante en la cara de Draco.
-Me desmayé cuando me dijo que estaba embarazado- ignoró la risa de Draco al tiempo que continuaba con su explicación-. ¿Recuerdas Dray, que fui criado por Muggles que odiaban la magia?. Ni siquiera había oído hablar de que existía la posibilidad de que un hombre pudiera quedarse embarazado. Fue un pequeño impacto para mi sistema.
-Tengo la sensación de que eso es una subestimación-. Comentó Draco mientras tiraba de la espalda de Harry contra su pecho.
Harry suspiró, sintiéndose contento sólo con permanecer allí, en los brazos de su compañero, con su discordia anterior olvidada temporalmente.
-De todos modos, me dijo que solamente los compañeros del alma podían concebir de esa manera, pero siendo honesto contigo, no estoy seguro qué significa ser un compañero de alma.
-Bien Potter, una vez más parece que estás careciendo de una educación mágica apropiada así que tendré que aclararte una vez más. Déjame hacer un intercambio, tú me cuentas más historias sobre nuestros niños y yo te contesto a cualquier pregunta que tengas sobre lo que significa ser un compañero del alma.
-De acuerdo.
El siguiente par de horas pasaron volando entre muchas risas y algunas lágrimas, mientras dos años y medio de recuerdos fueron compartidos entre un padre que fue lo bastante afortunado para experimentar el ver crecer a sus niños de primera mano con su otro padre, que no lo hizo.
Metidos en su conversación, ninguno de los dos hombres notó que la marea había subido hasta que literalmente lamía los dedos de sus pies. Decidiendo que sus compañeros estarían probablemente bastante preocupados, supieron que lo mejor era encaminarse hacia la casa. Parándose, Draco intentó cepillar la mayoría de la arena que tenían encima, lamentando haber dejado su varita en la casa.
-¿Sabes que un hechizo de limpieza simple resolvería esto en un segundo?
-Podría, pero es mejor hacerlo a la manera Muggle aquí, Dray. Hay espías por todas partes y no creo que quieras explicar por qué estabas en esta playa realizando un hechizo de limpieza a las 10:30 de la noche, ¿lo harías?
-Creo que no. ¿Pero cómo haces para vivir sin magia?- le preguntó mientras lo alcanzaba y tomaba firmemente la mano de Harry entre las suyas.
-Hay salas en mi propiedad que hacen indetectable cualquier magia realizada, pero esas salas no se extienden hasta aquí, en la playa pública. Además, la magia con las manos es mucho más difícil de rastrear, pero incluso así la utilizo sólo escasamente.
Con una punzada de pesar al recordar la necesidad que habían tenido Harry y su familia de vivir a escondidas por tanto tiempo, Draco se limitó a regresar hacia la casa.
Sus pensamientos se centraron en la reunión que todavía tenían por delante. En la que Harry les diría si decidía volver a Hogwarts con ellos o no. Una parte de él quería que decidiera regresar, no quería estar separado de su amor otra vez. Pero el lado más desinteresado casi deseaba que Harry los rechazara. Él y sus niños tenían una buena vida aquí en los Estados Unidos. Podrían vivir por muchos años antes que la guerra tocara estas orillas. Parte de él quería ese sueño para su familia, incluso si significaba que nadie en Inglaterra tuviera la oportunidad de proteger a las suyas.
-¿Sabes que no fue justo?- fueron las palabras que rompieron su silenciosa contemplación.
Tiró de sus manos unidas a Harry bajándolas lentamente.
-¿Qué no fue justo?- preguntó con preocupación.
-Nunca me lograste decir qué son exactamente los compañeros del alma.
-Bien, mi amor, creo que tendremos que dejar la conversación para otro día.
-Sabes, podría conseguirme acostumbrarme a eso.
-¿Acostumbrarte a qué?- preguntó Draco, desconcertado por la mueca traviesa en la cara de Harry.
-A que me llames `mi amor´. Me gusta eso, tonto.
-Bueno, ciertamente es mas agradable que el cártel de 'tonto'- Draco hizo un puchero.
-Entonces, supongo que es mejor que de aquí en adelante trabajemos en una palabra de cariño más apropiada.
Harry levantó una ceja antes de girar repentinamente, pateando toda la arena encima de las piernas de Draco. Viendo lo que había hecho inadvertidamente, el hombre de pelo oscuro trató de escaparse y comenzó a correr a través de las dunas.
Sólo deteniéndose brevemente para lamentar su condición cubierta de arena, el hombre de pelo de plata rápidamente emprendió su persecución.
* * *
Habían sido muchas horas desde que la cena había terminado. Sirius se había refugiado una vez más en el sillón del salón ubicado al lado de la piscina, dejando a Severus quien discutía con el ama de llaves de Harry en la cocina. En todo el tiempo que habían estado buscando a Harry ni una vez había sospechado que su ahijado pudiera tener una vida como ésta. Siempre lo había imaginada solo, con frío y muerto de hambre en alguna calle.
Estaba extremadamente orgulloso de la manera en que Harry había cuidado de si mismo después de escaparse de la prisión. Sirius, desafortunadamente, tenía una única perspectiva de cómo recuperarse de Azkaban y sabía lo difícil que era reconstruir la vida después de sufrir con algo tan traumático como era eso.
Las cosas no estaban iguales entre Harry y él mismo, no como una vez habían podido estar. Pero cuando se tenía una vida como la que Sirius Black había llevado, uno no se podía permitir la pregunta `y si´. Era una trampa peligrosa de la cual no había escape. Sirius estaba esperanzado de que, con el tiempo, él y Harry pudieran forjar una nueva relación. Claro, si el chico decidía volver con ellos. Si sólo...
Una gran sonrisa cruzó la cara de Sirius cuando los sonidos de risas pudieron ser oídos antes de que su ahijado y Malfoy aparecieran ante su vista. Aunque inicialmente le impresionó el pensamiento de que habían engendrado dos niños juntos, no estaba tan sorprendido como podría haber estado. Harry nunca había confiado en él sobre ninguno de sus intereses y sabía que no había salido con ninguna persona seriamente, así que la única razón para ello era que estaba involucrado con alguien, y que sentía la necesidad de mantener la relación privada.
El mundo mágico aceptaba la homosexualidad mucho más fácilmente que la comunidad Muggle, especialmente en los caso de compañeros del alma. El mismo Sirius había experimentado con una variedad de relaciones antes que le hubieran enviado a la prisión. Demonios, si era perfectamente honesto consigo mismo, sabía de otros dos hombres que estaban atraídos el uno por el otro pero habían estado largo tiempo negándose por miedo del rechazo y por otras obligaciones relacionadas con la guerra.
Harry se detuvo precipitadamente cuando vio a Sirius esperándolos en el patio. Sin una advertencia de que Harry iba a parar, Draco no tuvo ningún tiempo para controlarse y chocó contra el duro cuerpo delante de él.
-¡Ow!
-Bien, sirvió para parar bien. ¿Porqué te detuviste repentinamente de todos modos?
Haciendo un mohín, Harry inclinó la cabeza en la dirección donde Sirius estaba parado mirando el intercambio con diversión.
-¿Pasasteis un buen rato, muchachos?
-No te gustaría saber, Black- dijo el rubio Slytherin con desprecio. Sin embargo, el desprecio en su cara se vio perceptiblemente disminuido por la felicidad en su sonrisa.
Agarrando a su ahijado por la espalda, Black rió entre dientes.
-No, no realmente. De hecho, he aprendido más sobre la vida amorosa de Harry en los dos últimos días que en todo el tiempo que nos conocemos. Ahora, ¿por qué no entramos en la casa? Creo que tu ama de llaves necesitará ser rescatada.
-¿Por qué? ¿Qué le sucedió a Nola?
-Déjame solo decir que después de cenar, Snape decidió conseguir su cocina. Tenían absolutamente una batalla sobre el territorio cuando decidí retirarme.
Harry rió, aliviado de que un fuera nada serio.
-Debí haber advertido a Snape sobre cuán posesiva puede llegar a ser Nola con su cocina. Incluso se molesta conmigo a veces, cuando todo lo que le hago es preparar un emparedado. Si no me confundo, creo que será nuestro profesor de pociones quién necesitará ser rescatado.
´
Sintiendo más paz de la que podían recordar en mucho tiempo, los tres hombres dieron la vuelta y caminaron a la cocina.
Continuará....
Gracias a Ali por su inmensa ayuda.
Murtilla: si, la verdad es que la situación fue un poco tensa en algunos momentos. Yo tiro mas en darle la razón a Draco, simplemente por una razón salvó a Harry y se marchó por evitarle problemas, aunque comprendo que Harry no quiera poner en peligro a sus hijos y no deseé volver a Inglaterra con los que le traicionaron. Si es una buena imagen jajaja. Gracias por todo.
Kmy Kusanagi: Si el otro fue romántico, este en mi opinión es muy necesario para la historia, muy emocionante y de los más románticos. Nicole si es muy buena persona y ama a Harry y a los niños por encima de todo, aunque en el otro capi pareció lo que pensabas. Los noños por su descripción de vaerdad que tienen que ser muy bonitos y con esos padres....uff jeje. Besitos y nos leemos.
Paola: si, lo seguiré actualizando pronto. Creo que tu pregunta ha quedado respondida con este capítulo. Para que Draco tenga relación con los niños queda algún capítulo porque Harry quiere estar seguro de sus intenciones. Gracias
XD: Jeje Harry etá muy confundido pero poco a poco se le pasará, ya lo verás. Muchas gracias por leer.
snivelly: si, Nicole no le tiene ninguna simpatía a los ex amigos, etc...de Harry y con toda la razón del mundo, aunque fue demasiado dura en un principio co los tres buenos. Ron y Hermione tiene una hija que sabremos de ella más adelante. Besitos
llunaa: Gracias, creo que es una buena historia de las mejores que he leido en inglés, me alegro que te guste de verdad. Saludos
niky_chan: La reacción de Draco fue que estaba muy celoso de ella y no sabía que grado había alcanzado su relación. Pero todo se solucionará ya verás. Besitos.
vaya eto s raro: hay que ponerse un poco del lado de cada parte los dos tenían muy buenas razones para actuar así. Muchas gracias
dark-sabry: muchas gracias, como dices la intención es lo que cuenta y te lo agradezco mucho. Saludos.
