CAPÍTULO 16: SOLO UN DÍA ORDINARIO

-Cacahuete quebradizo

Severus hizo una mueca ante la más reciente contraseña del Director mientras que la gárgola se movía a un lado para permitirle a los hombres la entrada en la oficina de la Dirección. Desafortunadamente, la pasada Navidad Albus se había convertido en adicto a los dulces muggles y los elfos domésticos habían proporcionado los cacahuetes quebradizos en prácticamente todas las comida desde entonces. Según Dumbledore, era un gusto adquirido, pero prácticamente para todos los demás, era sólo repugnante.

Severus golpeó con fuerza la pulida puerta de roble y les fue concedida la entrada. Luego de entrar, Sirius y Severus tomaron los asientos ofrecidos delante del escritorio del Director. De todos los cambios que Hogwarts había experimentado durante los últimos dos años, la única cosa que nunca cambió fue este sitio, el espacio personal de Albus. Las aulas de clase y los dormitorios en esencia habían desaparecido; estos, así como cada habitación disponible en el castillo, estaban dedicados a otras cosas tales como áreas de entrenamiento, instalaciones médicas, salas de conferencias y apartamentos unifamiliares y multifamiliares, los cuales ocupaban la mayor parte del espacio.

Hogwarts se había convertido en la representación de la vida comunal. Cada residente tenía un propósito, su propio sistema de tareas que necesitaban llevar a cabo diariamente para beneficio de la comunidad. Mucha gente estaba implicada en el esfuerzo de la guerra, como aquellos que diseñaban las tácticas o los guerreros, pero había muchos más, los responsables de elaborar pociones, de recolectar los ingredientes, del entrenamiento, del trabajo en el hospital, o de operar en el centro del cuidado diario de niños. Afortunadamente, los elfos domésticos todavía seguían estando allí y podían cocinar y limpiar para las alrededor de dos mil personas que se refugiaban en el gran castillo.

Después de saludar a sus huéspedes afectuosamente, Albus no pudo evitar sentirse decepcionado cuando vio solamente a dos miembros de la Orden.

- ¿Asumo que vuestra misión no fue un completo éxito?

- Hicimos lo que nos pidió, encontramos a Potter, pero no va a regresar- le informó Severus al viejo mago.

- Ya veo- ese condenado brillo se debilitó por un momento-. Por favor, contadme todo.

- Sólo es eso, Albus- Sirius suspiró con exasperación-. Eso fue todo.

Lanzando a Sirius una mirada extraña, Dumbledore se giró una vez más hacia su colega.

- No estoy seguro de entender, Severus. ¿Por qué no comienzas por el principio?

Sabiendo que este cuento iba a ser mucho más corto de lo que el viejo hombre esperaba que fuera, Severus acató su petición.

- Tomamos el traslador hasta Nueva Orleans y basándonos en la información que la Orden nos había proporcionado, fuimos capaces de seguirle la pista al señor Kingston. Esa noche, lo enfrentamos al terminar su concierto. No fue la persona más cooperativa, pero después de una cierta persuasión nos dio el nombre y la dirección de la persona que le había proporcionado la letra para la canción que todos oímos. La persona era James Black y vivía en la ciudad de Nueva York. Finalmente localizamos al señor Black y verificamos que, de hecho, era Harry Potter.

Severus vaciló, luchando consigo mismo para recordar qué había sucedido después.

- Explicamos la situación al señor Potter y le pedimos que volviera a Hogwarts con nosotros para ayudarnos en la guerra- escupiendo la parte siguiente como si solo decir esas palabras dejaran un gusto amargo en su boca, Severus concluyó-. Rechazó nuestra oferta y nos dijo básicamente `iros al infierno´.

Albus empezó a sospechar al observar la cantidad de esfuerzo que Severus tuvo poner para lograr esa explicación.

-Entonces, Severus. ¿Dónde vive exactamente el señor Black?

Severus lo miró en forma extraña.

- No lo recuerdo.

- Hmmm, ¿quizás tú sí recuerdes, Sirius?

La frente de Sirius estaba arrugada.

- Es tan extraño como parece, pero tampoco puedo recordar.

El director se inclinó hacia adelante en su silla, trayendo su barbilla hasta posarla sobre sus manos dobladas.

-Bien ¿quizá podáis decirme cómo se veía Harry o lo que hacía para vivir?

Viendo las miradas en blanco en las caras de Sirius y de Severus, agregó suavemente:

- Parece que ya tenemos algo, ¿verdad?¿No os parece extraño que encontréis a alguien a quien ninguno de los dos habéis viento en varios años y únicamente recordéis unos breves detalles de lo que más parece ser un 'guión preparado' sobre la reunión?

Albus se levantó de detrás su escritorio y se acercó a los caballeros sentados. Agitando su varita, una fina niebla azul cubrió primero a Sirius y luego a Severus. Asintiendo para si mismo, el Director canceló el hechizo y una vez más tomó su lugar.

- Parece que he subestimado seriamente al señor Potter.

- No sería la primera vez- ignorando la mirada aguda de Albus, Severus continuó-. Pero, por favor, acláranoslo, ¿qué fue exactamente lo que hizo Potter?

-Un encantamiento de memoria y uno muy complicado por cierto. Como ambos sabéis, el encantamiento de memoria funciona como un borrador y quita simplemente una memoria específica o varias memorias según determine el que lo lanza. Hechizos más fuertes son necesarios para los recuerdos muy emocionales, o los recuerdos que atraviesan un período de tiempo grande. Por ejemplo, sería mucho más duro hacer que alguien se olvide de algo como su primer beso, o el nacimiento de su niño; es por consiguiente más fácil hacer que alguien se olvide de un período de tiempo más corto como una conversación de diez minutos en comparación con un par de días o una semana. Sin embargo, parece ser que Harry con su encantamiento no sólo fue capaz de eliminar los recuerdos seleccionados que cubrían un período de tres días, sino de sustituir esos recuerdos por la información que él quería que pudierais recordar. Ésa es magia muy complicada, de hecho.

- ¿Esto es irreversible?- preguntó Snape, aún con incredulidad.

- No estoy seguro. La manera más eficaz sería que el señor Potter invirtiera cualquier encantamiento que utilizó en vosotros. En vuestro estado actual, sin saber qué recuerdos fueron eliminados, sería muy peligroso que intentáramos cualquier clase de revocación. Tan decepcionante como fue su rechazo, desafortunadamente no me resulta inesperado. Pienso que por lo pronto, permitiremos que el señor Potter conserve cualquier recuerdo que no quiera que tengamos.

Tomando el último comentario por el despido que era, Sirius y Severus comenzaron a encaminarse hacia la salida de la oficina.

Sólo cuando los caballeros estaban a punto de abrir la puerta para irse, el Director recordó algo más que necesitaba preguntar.

- Oh y a propósito, ¿dónde está el señor Malfoy?

* * *

Draco se arrastró escaleras abajo intentando no despertar a ninguna persona pues Harry le había dicho que en general la familia intentada dormir en las mañanas de los sábados. Había descubierto durante su estancia aquí que el tercer peldaño del fondo chirriaba si caminabas de una cierta manera. Con cautela, pasó por encima del peldaño chirriante y se abrió paso hasta aterrizar en el segundo piso.

Abriendo lentamente la puerta del que sabía era el dormitorio de los gemelos, se deslizó sin ser notado. Le gustaba ese tiempo por las mañanas cuando podía observar a sus niños sin tener que preocuparse de escabullirse y revelar una relación con ellos que no fuera la de un amigo casual. Desde que se comprometió con Harry y los niños, había estado acosando al Gryffindor para que le contara a Matthew y Evan que él era su otro padre, pero Harry seguía estando un poco renuente.

Sin estar seguro de lo que iba a hacer para probarse ante Harry, desistió del tema de la paternidad y resolvió asumir el papel de amigo. Por lo menos los gemelos ahora se referían a él como `Dwaco´ en comparación con el formal `señor Malfoy´. Ésa era una razón por la que estos momentos ininterrumpidos eran tan preciosos para Draco.

Andando de puntillas por el dormitorio miró fijamente a la cama de Evan. Parpadeando para cerciorarse de que veía correctamente, miró otra vez. Estaba vacía. Cruzando el cuarto rápidamente, el agitado joven tiró de la manta de la cama de Evan, y lo comprobó, no había una pequeña forma durmiendo allí.

Dando vuelta tan precipitadamente que casi tropezó con sus pies y cayó, corrió a la cama de Matthew. Mientras se acercaba a la cama del otro niño se alegró al ver un gran bulto bajo las cubiertas. Estudiando el bulto de cerca, notó que algo no parecía estar para nada bien. No parecía ser lo bastante grande para que fueran ambos niños pero era demasiado grande para uno solo. Cuidadosamente, tiró de las sábanas para no despertar al durmiente, y desenmarañó lentamente el misterio de quién dormía en esta cama.

Comenzó a sudar frío cuando se dio cuenta que el bulto estaba formado sólo por un grupo de animales rellenos y no había dos niños de dos años y pelo oscuro a la vista. Le tomó un segundo más a su confuso y dormido cerebro procesar el hecho de que sus queridos niños faltaban.

Corriendo fuera de la habitación, sin detenerse ni siquiera a golpear en la puerta del dormitorio de Harry, Draco irrumpió adentro. La puerta golpeó la pared con una explosión ruidosa por la fuerza con la que había sido abierta. Antes de que pudiera dirigirse a despertar a Harry y dar la señal de alarma, todo el miedo que lo había consumido se fue al instante. Allí, acostados y dormidos en medio de la enorme cama de Harry, estaban las tres cabezas color azabache apiñadas juntas.

Silenciosamente, se acercó a la cama, mirando fijamente a las caras de las personas que se habían convertido en su mundo entero en un período de tiempo tan corto. Harry parecía tan sereno y relajado mientras sostenía a cada uno de sus hijos acurrucados cerca de él. Se veían tan felices que Draco deseó unirse a ellos, pero no lo hizo.

Aliviado de que su familia estuviera de hecho segura, tomó un momento para examinar el cuarto de Harry. Desde su reunión, el moreno todavía no lo había invitado a pasar la noche con él, así que ésta era la primera vez que traspasaba su santuario. En el fondo de su mente sabía que invadía la privacidad del otro, pero Draco echó esos pensamientos a un lado mientras dejaba a sus curiosos ojos tomar nota de los detalles de alrededor.

Como el resto de la casa, el cuarto de Harry estaba bien amueblado, adornado en marino y crema y usando el borgoña escasamente, sólo para resaltar el conjunto. La cama era grande, de cuatro postes, similar a las usadas en Hogwarts pero mucho más grande. La cama en sí misma estaba hecha de una madera color cereza oscuro y tenía un tocador y un armario que emparejaban.

Al lado de la cama estaba un gran mesita de noche rematada en mármol cereza con una lámpara de cristal. Encima de la mesita de noche, había una novela de un autor llamado Stephen King. Detallando la cubierta, el libro parecía ser del genero de horror.

- Bien, eso evitaría ciertamente que yo durmiera- murmuró para si. Mientras daba la vuelta hacia la cama, vio un confuso objeto gris apretado entre la cama y la mesita de noche, casi como si alguien lo hubiera ocultado allí.

Agachándose, tomó lo qué aparecía ser uno de los juguetes de los niños. Era un lobo de felpa. Pensando que el animal se parecía mucho a él en su forma del animago, examinó más de cerca al peluche. Tan pronto como aproximó el pequeño lobo a su cara, el olor de Harry lo abrumó. Estaba sobre el animal, casi como si Harry durmiera con el juguete regularmente. Archivando esta información para analizarla más tarde, regresó el objeto a su oculto lugar y continuó su atento examen del cuarto.

Colgando sobre la cama, había una colorida pintura que representaba un gran fénix escarlata, con sus alas separadas como si volara. Acurrucándose debajo de una de las alas del fénix estaba un gran gato negro, al parecer era una pantera. Los lustrosos músculos de la poderosa pantera parecían estar firmemente unidos, como si estuviera listo para saltar sobre algún enemigo o presa desconocido. El último animal mostrado en la pintura era un juguetón perro ovejero, negro y blanco, con una de sus orejas cayendo adelante sobre su cara. Los ojos esmeralda del perro ovejero brillaban intensamente con alegría. La pintura era tan realista que se sentía que uno podía alcanzarla y rascar al perro detrás de la oreja.

Draco lanzó otra mirada penetrantemente aguda a la pintura. Todos los animales expuestos tenían los mismos ojos, el mismo verde profundo inusual que Harry también poseía. Aunque los ojos del fénix miraban perforantes e inteligentes y los de la pantera eran feroces y tenían un destello rapaz inequívoco, de hecho todos eran iguales.

Sumando a las pistas. Sacudió su cabeza con tristeza antes de examinar los otros tesoros que podría encontrar.

* * *

Harry abrió lentamente sus pesados ojos y los volvió a cerrar rápidamente, mientras la brillante luz del sol que penetraba a través de la ventana golpeaba directamente sobre su cerebro. Al tratar de voltearse y enterrar la cara bajo la almohada, se sorprendió de encontrar un impedimento en su camino.

Abriendo los ojos más cautelosamente esta vez, parpadeó para permitirse acostumbrarse a la luz antes de tratar de mirar alrededor. Al ver las dos pequeñas formas de sus hijos presionadas apretadamente contra él, no pudo evitar pasar inconscientemente sus protectores brazos alrededor de ellos, jalándolos aún más cerca de él, si es que eso era posible. Los niños se habían ajustado bien a cambiar de sus cunas con barandas a sus camas de 'niños grandes', pera había algunas veces, como la pasada noche, cuando se encontraban a si mismos vagando hasta la cama de su papi para pasar allí el resto de la noche. Aunque Harry sabía que tenía que corregir ese tipo de comportamiento, no pensaba que compartir su cama de vez en cuando representara ningún problema.

Justo en ese momento, el reloj de pie del vestíbulo dio las diez. Mirando los dos niños que dormían pacíficamente supo que no tenía más remedio que despertarlos si quería salir de la cama. Sonriendo, retiró sus brazos de alrededor de los niños y colocó las manos en sus barriguitas. Tomando una bocanada de aire, rugió pretendiendo ser un león y comenzó a hacerles cosquillas de manera implacable. Pronto, las vigas se estremecían con los sonoros aullidos de risa.

***

Draco levantó la vista desde el lugar donde se había sentado a leer el periódico de la mañana cuando los tres hombres Potter entraron en la cocina, pero tuvo que agacharse otra vez detrás del papel para ocultar su sonrisa. Estaba claro que los tres acababan de bañarse pues su pelo oscuro seguía estando mojado y se levantaba en cualquier dirección. No sólo eso; Harry había vestido a muchachos y a sí mismo de forma casi idéntica. Todos usaban un par de pantalones cortos de color caqui y una camiseta. La de Harry era negra mientras que Matthew y Evan la tenían en verde y azul respectivamente.

Consiguiendo controlarse, Draco dobló el papel y alcanzó su taza de café.

- Buenos días.

Después de dos entusiastas `buenos días Dwaco´ y un más calmado `buenos días´ de respuesta, el rubio preguntó radiante:

- ¿Qué vamos a hacer hoy?

Harry tragó inmediatamente su primera taza de café y vertía su segunda cuando Draco hizo su pregunta en un tono excesivamente alegre.

- ¿Cuánto café has tomado esta mañana, Dray?

Pensando que era una pregunta extraña, Draco decidió contestarle de todos modos.

- No sé, os he estado esperando aquí abajo por un par de horas así que tengo que decir que por lo menos cinco o seis, ¿por qué?

Hablando lentamente, como si se dirigiera a un niño pequeño, Harry contestó.

- Porque el café tiene mucha más cafeína que el té. Necesitas tener más cuidado con eso hasta que te acostumbres. Cinco tazas de café son como beber quince tazas de té y con todo el azúcar que pusiste en el tuyo, tengo que decirte que vas a rebotar por las paredes por algún tiempo.

Ante la expresión horrorizada de Draco, Harry no pudo resistir agregar:

- Pero no te preocupes, un alto nivel de cafeína no es tan malo; lo malo viene cuando pasa el efecto de la cafeína y te estrellas acá abajo, ahí es cuando debes asustarte.

Dando la vuelta lejos de Draco, buscó en el gabinete y asió cuatro tazones y un par de cajas de cereales. Vertiendo Lucky Charms dentro de los tazones de los gemelos y un manojo de avena con miel en el suyo y en el de Draco, colocó los tazones en la mesa y cogió la leche y las cucharas.

- ¿Dónde está Nola esta mañana?

-Le dije ayer que nos iríamos en un par de semanas, así que le di algún tiempo de modo que pueda buscar otro trabajo- acabó sus cereales y después aclaró su tazón y lo colocó en el lavaplatos-. El grupo y yo vamos de nuevo al estudio de grabación hoy. Nicole va a llevar a Matthew y Evan el parque por un rato y nos reuniremos más tarde en algún sitio para cenar. Pensé que tal vez te gustaría juntarte con Nicole y los muchachos.

Harry había hablado con el grupo para revisar el programa al día siguiente a la partida de Sirius y Severus. Aunque Harry había restado importancia a la conversación, Draco podía decir que los miembros del grupo se habían disgustado con su decisión de dejar el grupo una vez que esta sesión de grabación estuviera terminada. Por supuesto, Harry no podía decirles exactamente por qué necesitaba irse, así que muchos de los miembros se sintieron heridos por la decisión aparentemente precipitada..

Todavía había una incómoda tensión entre Harry y los otros miembros, así que Draco no se sentía insultado por el hecho de que el moreno no quisiera que fuera al estudio. Además de que saltaba de alegría ante cualquier oportunidad que tenía de pasar un tiempo con Matthew y Evan. Luego de hacer arreglos para encontrarse en uno de los restaurantes preferidos de Harry más tarde, éste se dirigió a trabajar, dejando a un sobrealimentado Draco solo con los gemelos.

* * *

Draco se sentó en el restaurante sosteniendo su cabeza, con una expresión dolida en su rostro. Estaba exhausto, por no mencionar asqueroso, luego de perseguir a los gemelos a través del enorme patio de juegos del parque, y para más dolor, su cabeza lo estaba matando.

Nicole le lanzó una mirada se simpatía mientras intentaba una vez más detener a los muchachos durante la pelea que tenían por los lápices de color. Sintiendo que si no detenía el jaleo pronto su cabeza simplemente estallaría, Draco indicó al camarero que se acercara a la mesa. La sencilla petición al hombre para que trajera algunos lápices adicionales pareció lograr una tregua temporal entre Matthew y Evan.

Lanzando un breve vistazo hacia su reloj, frunció el ceño.

- Se está retrasando.

Nicole intentó no reírse; desde que Draco había tomado la decisión de permanecer con Harry y de intentar ser un padre para Matthew y Evan, su opinión del hombre rubio había cambiado. Seguro que seguía siendo arrogante y ocasionalmente condescendiente, pero hacía un esfuerzo, y por eso, Nicole pensó que merecía su ayuda. Además, aunque ninguno de los dos hombres la había tomado como su confidente, era obvio que seguían estando muy enamorados el uno del otro.

-Oh Draco, dale un descanso, se ha retrasado sólo algunos minutos y como ambos sabemos está trabajando duramente para conseguir terminar- ella sonrió.

Mientras acababa su oración, comenzó una pequeña conmoción hacia el frente del restaurante. El par dio la vuelta y miró como un hombre de pelo castaño, alto y hermoso, se acercaba a su mesa, sin hacer caso de los admiradores que estaban susurrando o riendo como locos.

- Siento el retraso- se disculpó Emrys mientras se deslizaba en el asiento vacío entre Draco y Matthew.

- Como no tenemos nada mejor que hacer que esperarte- Draco murmuró en voz baja, sintiendo, sin embargo, que mataría por una poción para calmar el dolor.

- Veo que la cafeína finalmente se gastó, eso te enseñará una lección- Emrys no pudo evitar bromear.

Compadeciéndose del sufrido hombre, Nicole sacó su botella de Tylenol Extra Fuerte de su cartera. Tomando dos tabletas, se las dio a Draco.

- Trágate esto, y tú cabeza deberá mejorar pronto.

Mirando escéptico las dos píldoras blancas muggle, Draco no obstante las tomó y las ingirió con un poco de agua.

Bastante asombroso, para el momento en que el camarero había traído su segundo plato, su cabeza había comenzado a sentirse mucho mejor. Estos muggles quizá sabían algo después de todo.

Una vez la cena estuvo consumida y pagada, Emrys escoltó a su familia fuera del restaurante y hacia la limusina que los esperaba para llevarlos a su hogar.

* * *

Posando su coca-cola light sin cafeína en la mesa de café, Draco echó un vistazo a Harry arrugando la nariz con desagrado.

- ¿Hueles algo?

Harry, que había estado mirando el ESPN Sports Center en la televisión, levantó su cabeza y olió el aire.

- Sí, creo que Matthew necesita que su pañal sea cambiado; te concedo el honor, ya que nunca antes has cambiado uno.

Los hombres y los niños estaban disfrutando de una perezosa tarde de domingo delante de la televisión, mientras Harry intentaba explicarle a Draco las complejidades de los deportes americanos.

- ¿Por qué no puede hacerlo Nicole? ¿No es para lo que le pagas?

- Hoy es su día libre.

Harry sacudió un pañal limpio frente a Draco

Con sus viejos reflejos de buscador, extendió el brazo y hábilmente cogió el objeto blanco y plano que Harry le había lanzado. Inseguro de lo que era le dio la vuelta; estaba hecho de alguna clase de material de papel plástico y tenía un cuadro de un perrito con un arco alrededor de su cuello en un lado y lengüetas adhesivas pegajosas en el otro. Levantando ambas cejas miró a Harry inquisitivamente.

- ¿Y qué es exactamente lo que tengo que hacer con esto?

Una vez más Harry apartó la vista brevemente de la televisión y señaló a donde Matthew jugaba con uno de sus juguetes de felpa.

- Cámbialo; obviamente se ha manchado su pañal.

Ocultando una risa, Harry tomó rápidamente el tazón de papas fritas pues se dio cuenta de que el Slytherin lo podía golpear

- Eww, seguramente no esperas que yo ...- Draco se encontró incapaz de poner el repugnante pensamiento en palabras.

- Tú eres el que quería ser un padre para ellos, pues ahora es hora de aplicarlo y de ser un padre. ¿Qué piensas que he estado haciendo por los últimos casi tres años?

Harry sonrió; esa mañana temprano, él y Draco habían llevado a los niños a un lado para una charla de padres e hijos y les habían contado que a diferencia de otros niños, ellos eran extraordinariamente especiales y tenían dos padres. Si Harry o Draco habían esperado una reacción enorme de parte de los gemelos cuando fueran informados que el rubio era su otro padre, se decepcionaron. De una manera típicamente Malfoy, los muchachos se encogieron de hombros, y sin cuestionar lo que les decían, dieron a Draco un abrazo y un beso. Aunque las lágrimas en los ojos del rubio la primera vez que lo llamaron `papá', siempre permanecería como uno de esos recuerdos atesorados por Harry.

Poniendo los ojos en blanco hacia su compañero, Draco decidió sencillamente, morder la bala y dedicarse a la tarea. Maldición, como Mortífago había torturado y matado, ¿qué podía ser peor que eso? Se lo demostraría a Harry. Con una mirada resuelta en su rostro, el hombre se acercó al niño de pelo oscuro.

- Hey Matthew, ven aquí compinche ¿así que nosotros podemos cambiar esos pantalones apestosos?

El pequeño niño dejó de jugar el tiempo suficiente para lanzar a Draco una mirada fija de contrariedad.

- Machew no sapesta.

-Oh, sí que lo estás- y con eso, Draco tomó la peleona figura en sus brazos. Con un vistazo rápido a Harry para comprobar que todavía estaba absorto en la televisión, comenzó a sacar lentamente su varita del bolsillo. Pero antes de que pudiera conseguir liberarla de sus pantalones, oyó a alguien despejar su garganta.

- Hem hem. Espero que no estés planeando la limpieza de su pañal usando magia Draco- comentó Harry con voz severa.

- Bien, ahora que lo mencionas, sí, lo consideraba. Seguro es más fácil que a la manera muggle- respondió Draco, pensando que esto no sería tan malo después de todo.

- Supongo que no has pasado mucho tiempo alrededor de niños, entonces- continuó Harry en el mismo tono que dando una conferencia.

- ¿Por qué?

- Porque si lo hubieras hecho, tendrías que saber que no puedes utilizar magia para limpiar un pañal sucio, usar la magia tan cerca de su sistema reproductivo podría hacerlos estériles. No desearías eso, ¿verdad?

Draco bajo su varia alarmado por lo que había estado a punto de hacer.

- No, no, por supuesto que no. No lo sabía. Merlín, casi lastimé a nuestro hijo.

- Cálmate Dray, no se ha hecho ningún daño. Pero tendrás que cambiar ese pañal de la vieja forma- Harry intentaba desesperadamente controlar sus facciones de modo que no comenzara a reír.

Sabiendo lo que tenía que hacer, Draco sentó a Matthew en el piso alfombrado entre sus muslos mientras se arrodillaba sobre él. Intentando no hacer una mueca ante el repugnante olor, tiró hacia abajo de los pequeños pantalones del niño para exponer el ofensivo pañal. Abriendo el pañal sucio, resistió el impulso de vomitar mientras que el fuerte olor anegó sus ojos. Moviéndose rápidamente, alcanzó la caja de toallitas. Sin embargo no estaba dándose bastante prisa y Matthew intentó alejarse chillando.

- Poop, poop.

- Bien, si sabes lo que es, ¿por qué no puedes utiliza el baño todavía?- le reprendió Draco mientras intentaba refrenar a su hijo.

- Lo llamamos potty, Draco, y está aprendiendo, pero les damos tiempo; ni siquiera tienen tres años todavía.

Draco ignoró a Harry mientras empleaba toda su energía en evitar que Matthew bajara y jugara con el contenido del pañal manchado.

- ¡No lo toques!- Draco chilló alarmado-. Por Merlín, mantén tus manos sobre tu cabeza. Oh, esto es difícil.

La resistencia del pequeño había demostrado ser más fuerte de lo que pensó originalmente que sería. Pero eventualmente Draco ganó y Matthew pronto olía fresco y tenía puesto un limpio, aunque no obstante, torcido pañal.

Sonriendo abiertamente ante la sensación de logro, Draco regresó, cayendo sobre el sofá de cuero al lado de Harry.

- No está mal para una primera tentativa- dijo Harry con la cara seria-. Sólo que te darás cuenta que ahora Evan también necesita cambiar sus pañales, ¿no?

Draco gimió y lanzó su cabeza hacia atrás, contra la pared. Compadeciéndose del hombre, Harry se levantó y recogió a Evan.

- No te preocupes, yo tomaré éste- y con un sencillo giro de su mano, el pañal de Evan estaba fresco y limpio.

- Pero...pero...- Draco tartamudeó con incredulidad ante el hecho de que Harry hiciera algo que pudiera dañar potencialmente a sus niños.

- ¿A qué estás jugando? ¡Pudiste haberlo vuelto estéril!

Con un sonrisa que haría al profesor Snape sentirse orgulloso, Harry miró a Draco, quién todavía se sentaba en el sofá.

-Mentí-

No pudo aguantar la hilaridad más tiempo, y comenzó a reír tan fuerte que sus costados lo lastimaban. Sin embargo, mientras las lágrimas de risa le enturbiaban la visión, notó la mirada asesina en los ojos de Draco y supo que lo mejor para él era correr. Harry dejó a Evan rápidamente en tierra y salió fuera del cuarto.

Continuará...

Muchísimas gracias a Ali por su ayuda con esta traducción

snivelly: Jajajaja lo de la pancarta no me lo esperaba. Fue muy inteligente de parte de Harry borrarle sus recuerdos y aunque vuelva a Hogwarts no les será facil a ninguno hacerse perdonar, yo sinceramente no los perdonaría en una situación así. Besos y gracias por todo.

Murtilla:que suerte que puedas viajar yo no he salido de españa en mi vida, me imagino que la mayoría de tus preguntas se han contestado con este capítulo, las demás serán dentro de muy poco. Saludos y cuídate.

Kmy Kusanagi: Hola Lissie, le verdad es que en esta historia Draco es el chico perfecto. El pobre Severus siempre sale perdiendo primero con Nola, luego con Harry y su memoria jejeje. El encuentro de Harry con los otrsos ... solo te daré una pista será tenso. Bueno nos seguimos escribiendo y espero ver pronto tus buenísimas historias. Besazos.

marla: me alegra que te guste. Para llegar a donde está ahoramismo la autora que lleva 27 me faltan 11 pero ella me comentó que pensaba hacer unos 30. Te puedo contestar que de momento no los perdonará pero en el futuro ... quien sabe. Gracias por todo.

paola: me alegra que te guste y te agradezco que me dejes opiniones sobre ello. Saludos

niky_chan: simplemente será un reecuentro tenso. Jejeje creo que tus dudas si los gemelos aceptarían a Draco como su papá se han despejado del todo. saludos

Luz del Alba: la autora se sentirá muy contenta por tus palabras en verdad son muy agradables. Yo tengo la misma opinión, sorprende con cada nuevo capítulo. Espero que este capítulo te haya gustado también. Besos

llunaa: me alegra que te parezca bueno. Las decisiones fueron completamente inesperadas, sobre todo la de Harry. Saludos

txiri: hola wapa, gracias por seguir leyendo. Lo que ocurrirá en Hogwarts dentro de muy poco se verá. Un besazo

Eso es todo por hoy sugerencias, críticas, opiniones o cualquier cosa que se os ocurra ya sabéis donde encontrarme. Gracias a todas