CAPÍTULO 20: LA SALA DE LOS FUNDADORES
Tan pronto como estuvieron a suficiente distancia de la Cámara del Fénix, Draco no pudo evitar bromear con su compañero de pelo oscuro, esperando aliviar algo de la tensión que los había estado acompañando constantemente por las últimas dos horas.
-Debías haberme dicho que estabas relacionado con la comadreja, León
Harry dejó de caminar y dio la vuelta para enfrentar a Draco. Necesitaba ver si estaba verdaderamente bien con todo lo que acababa de conocer. Las opiniones de todos los demás no importaban ni de cerca tanto como la opinión de la persona que estaba parada justo frente a él.
-¿Por qué? ¿Habría cambiado tu opinión acerca de implicarte conmigo de haberlo sabido?
Exagerando sus facciones, Draco contestó en el tono más sarcástico que tenía.
-Pero por supuesto, Harry, un Malfoy nunca podría corromper sus genes con genes Weasley. Esta noche, mis pobres antepasados definitivamente deben estar dando vueltas en su cripta.
Harry se rió entre dientes satisfecho al darse cuenta que Draco sólo estaba bromeando.
-Para ser justos, Draco, no tengo ningún gen Weasley, sino Montgomery. Molly era mi abuela y ella no tiene sangre Weasley. Además, pensaba que estarías aliviado de saber que nuestros hijos son sangre pura, no existe una gota de sangre muggle en ninguno de ellos.
-Pero por supuesto que son sangre pura, león, ellos son Malfoys después de todo.
Harry bufó ante la fingida arrogancia del rubio, y murmuró algo en voz baja que sonaba sospechosamente como "sobre mi cuerpo muerto ".
-Ahora en serio, Harry. Desearía que me hubieras contado que Voldemort es tu abuelo, y el bisabuelo de los niños. No que eso hubiera importado, pero demonios, si Voldemort descubre sobre Evan y Matthew ...tenemos que protegerlos.
Harry estiró los brazos y tiró de Draco hacia él, pasando lentamente sus manos hacia la espalda del otro hombre.
-Lo sé Dray, y lo haremos. Lo haremos juntos –Harry corrió suavemente sus dedos por los mechones del fino pelo de Draco, maravillándose como siempre de la sensación de pura seda-. Quise decírtelo mil veces, pero nunca acababa de parecerme correcto- suspiró y presionó su frente contra la del hombre levemente más alto-. ¿Que iba a decir...? ¿Hey recuerdas el segundo año en que casi todos en la escuela pensaban que era el Heredero de Slytherin? Bien creo que...estaban en lo correcto - Harry apretó su abrazo-. Eso apenas sonaba bien para mí. Siento habértelo ocultado por tanto tiempo.
Draco retrocedió de modo que pudiera mirar a Harry directamente a los ojos, las verdes esmeraldas parecían arrepentidas y estaban levemente apagadas por el agotamiento.
-Lo entiendo, Harry. Pero prométeme que no me ocultarás nada que pueda afectarte a ti y a los niños nunca más. Necesito saber contra qué lucho.
-Lo prometo -Harry selló su promesa con un profundo beso.
* * *
Luego de detenerse en el apartamento de Sirius y Remus para recoger a su agotada familia, Harry rápidamente acurrucó a un soñoliento Evan en sus brazos, mientras que Draco hacía lo mismo con un igualmente cansado Matthew y dio un codazo a Nicole, despertándola del lugar donde había caído dormida en una butaca, indudablemente vigilando a los gemelos que estaban abrazados juntos en el sofá. Estaban finalmente listos para marcharse a sus propias habitaciones.
Siguiendo la brillante estela mientras Fawkes volaba delante de ellos, caminaron penosamente, subiendo a través de los tortuosos pasillos. Más y más arriba, hasta entrar a la parte más profunda del castillo. Notando que durante los últimos diez minutos o algo así los alrededores se habían empezado a deteriorar perceptiblemente, la preocupación de Harry creció. Y cuando Fawkes los condujo hasta un oscuro vestíbulo cubierto por una gruesa capa de polvo y abundantes telarañas, Harry no pudo evitar cuestionarse sobre la trayectoria de su guía.
-Nunca he estado aquí antes, ¿y tú?
-No -Draco examinó críticamente sus alrededores-. Ni siquiera sabía que existía este vestíbulo.
Harry resopló y comenzó a atragantarse un poco por la suciedad que parecía aferrarse a todo.
-Tampoco parece que los elfos domésticos sepan que existe.
Dando a Harry una mirada divertida, Draco siguió rápidamente al fénix, sabiendo que el pájaro nunca los conduciría a él o a Harry hacia una situación peligrosa.
Finalmente, el grupo se detuvo delante de una gran figura. Era una estatua hecha de finísimo mármol negro representando a cuatro animales, el centro de los cuales era un enorme y majestuoso león. Entrelazado alrededor de la melena del león estaba una gruesa serpiente, cuyos ojos oscuros tenían un débil destello travieso a la luz. Acurrucado en frente de las patas del león estaba un pequeño tejón, que alzaba la vista hacia la fiera con expresión confiada y alegre; y por último, posada regiamente en lo alto de la cabeza del león, se encontraba una hermosa águila.
Nadie se sorprendió cuando Fawkes dio la vuelta hacia el grupo y gorjeó algunas notas significativas. Tal como había hecho anteriormente esa tarde, Harry pasó su precioso bulto a Nicole.
Escuchando al fénix, se acercó a la estatua cuidadosamente. Algo que había aprendido durante su tiempo en Hogwarts era que las cosas no siempre eran lo que parecían ser. Suavemente, casi con reverencia, se adelantó y puso una mano en la frente del león y su otra mano en la tapa de la coronilla de la serpiente. El mármol se sentía fresco y liso a su tacto.
Tan pronto como Harry tocó la estatua, los ojos de la serpiente lanzaron una luz verde y una luz roja similar fue emitida de las lentes del león. Las luces se combinaron en una profunda luminiscencia púrpura, que encerró rápidamente al joven hombre.
Asustado, Harry intentó separarse cuando la estatua comenzó a irradiar extraños rayos de luz, Sin embargo, encontró que no podía moverse pues el misterioso calor púrpura lo rodeaba. Intentando no aterrarse, se obligó a relajarse y someterse a la luz; y cuando lo hizo, se impresionó extrañamente al encontrar que la luz lo estaba investigando, aunque de una manera confortante.
Tan rápidamente como había aparecido, la luz desapareció.
-¿Qué demonios fue eso? -Draco miraba preocupado a su compañero para asegurarse que la luz no lo había dañado.
-No estoy seguro, pero creo que era amistoso –contestó Harry, sacudiendo su cabeza para expulsar la persistente sensación de estar expuesto.
"Bienvenido joven heredero, le hemos aguardado mucho tiempo"
Las palabras hicieron eco en el vestíbulo vacío.
Harry y Draco se miraron con confusión y luego miraron a su alrededor para identificar la fuente de la profunda voz autoritaria.
Ambos se dieron la vuelta de repente, casi haciendo caer a Nicole de sus pies, cuando una voz diferente se incorporó.
"Parece que nunca antes han visto una estatua que habla"
La segunda voz se rió entre dientes. Esta voz no era absolutamente profunda, aunque de todas formas era masculina.
Harry frotó sus ojos cansados, seguro que la carencia de sueño había afectado su juicio.
-He visto estatuas que se mueven –comentó, pensado en la gárgola que guardaba la oficina del Director-. Pero nunca antes había visto una que hablara.
"Bien joven Heredero, como estoy seguro que ya se ha dado cuenta, no somos una estatua ordinaria. Somos realmente los guardas del Pasillo de los Fundadores"
-¿El Pasillo de los Fundadores? –preguntó Draco al león que hablaba, aún sin creer totalmente en lo que veía. Nunca en el mundo mágico había oído hablar de una estatua que hablara; espejos y retratos sí, pero nunca una estatua.
La serpiente se movió de modo que la cabeza ahora hiciera frente en la dirección de Draco. Una pequeña lengua bífida osciló dentro y fuera de su boca, probando los olores alrededor de él, antes que la serpiente silbara en inglés:
"No demasiado brillante, rubio, ¿verdad? Hubiera pensado que alguien de su edad habría oído hablar por lo menos de los Fundadores antes de ahora. ¿Qué están enseñando aquí actualmente?"
Harry soltó una risita ante los comentarios de la serpiente, pero al ver a Nicole cambiar de posición bajo el peso de su hijo, ahora dormido en los brazos de ella, recordó el por qué estaban aquí. Antes de que Draco tuviera ocasión de tomar represalias y cabrear al guardia, intercedió:
-Por muy correcta que estoy seguro es su observación –comenzó Harry, sin hacer caso de la mirada de Draco, -nos dijeron que por aquí había un lugar en el que podríamos dormir.¿Cree que podría indicarnos dónde, por favor?
"Por supuesto, joven heredero. Quisiéramos aprovechar esta oportunidad para darle la bienvenida al Pasillo de los Fundadores. Detrás de nosotros está la entrada a los apartamentos personales de los Fundadores. Han estado vacantes desde la muerte de la pobre Helga. Solamente un verdadero heredero puede entrar y residir aquí. Como le dijimos antes, le hemos estado esperando. Usted y sus hijos son los últimos verdaderos herederos restantes, además de ese tipo Riddle, al que nunca permitiríamos la entrada"
El gran león sacudió su cabeza y su melena cayó agraciadamente alrededor de su cabeza antes de que continuara.
"Me disculpo por el retraso, y veo que todos están cansados. Estoy seguro que, llegando mañana, tendrán preguntas y podemos discutirlas entonces. Por favor, descanse tranquilo, sabiendo que cuidaremos de usted"
Con estas palabras, la estatua se abrió, el águila voló arriba de la cabeza del león, mientras el tejón se movió al lado donde el gigantesco león estaba parado, revelando un callejón. Dando una última mirada en los guardas, Harry entró en el oscuro callejón.
Tan pronto como Harry entrara a través del umbral, dos antorchas que colgaban de cada lado estallaron en llamas y se encontró moviéndose en una escalera de caracol casi idéntica a la que había montado muchas veces al visitar la oficina del Director. Luego de cerciorarse de que Draco y Nicole lo seguían, se relajó y solo gozó del paseo. Los peldaños siguieron moviéndose suavemente hacia arriba, girando alrededor y alrededor, casi como si se tratara de una serpiente enroscada.
Finalmente, las escaleras pararon en una puerta de madera grande con un pomo antiguo y una aldaba de cobre con una forma similar a la del sello de Hogwarts.
Sintiendo que era absurdo tocar, ya que como los guardas le habían dicho nadie residía actualmente aquí, Harry torció el pomo de cobre y abrió la pesada puerta. Caminando dentro de la gran sala cavernosa, se sorprendió de ver que el fuego en la chimenea a lo largo de la lejana pared había sido encendido previamente, así como las muchas antorchas en las paredes. El cuarto era cálido y acogedor.
Draco rápidamente siguió a Harry dentro del cuarto y se sorprendió con lo que vio. Estaban en un cuarto exquisitamente adornado que mantenía una semejanza con una lujosa sala común. El cuarto en sí mismo tenía altos techos arqueados, encantados igual que en el Gran Comedor, reflejando el cielo que amorosamente cubría a Hogwarts. En ese momento, el techo era oscuro, mezclado con estrellas que centelleaban radiantes, y una media luna brillante.
Había dos pequeños sofás y tres sillas traseras altas situados alrededor de la chimenea de mármol en el extremo lejano del cuarto. Los sofás estaban cubiertos por lo que parecía ser el cuero negro más fino que Draco había visto alguna vez y la rica tela de las sillas estaban en un patrón de tapicería, representando tonos de joyas; verde escarlata, profundo esmeralda oscuro, y un hermoso azul real. La chimenea en sí misma era un pieza de arte. Era bastante grande de modo que una persona del tamaño de Hagrid hubiera podido estar de pie verticalmente dentro de la abertura, y era por lo menos dos veces más ancha que alta. El mármol negro que encajonaba la chimenea parecía moteado con oro y estaba tallado para asemejarse a los cuatro guardas que jugueteaban en lo que a Draco le pareció el bosque prohibido.
Cuando el trío bajó por las dos escaleras de mármol del vestíbulo de la sala común, cayeron en un grueso e increíblemente suave tapiz para el suelo.
-Wow, estos Fundadores realmente sabían vivir –susurró Nicole, mirando a su alrededor el lujo sin precedentes.
-Y yo que pensaba que la Mansión Malfoy era agradable; no es nada comparado con esto –agregó Draco, aún intentando asumir la visión de la sala común-. Me pregunto como será el resto del apartamento.
Impresionado, Harry convino y continuó caminando hasta el centro del extenso cuarto. En la esquina derecha trasera del recinto había un arco, confinado a ambos lados por gruesos pilares de mármol negro. A través del arco parecían vislumbrarse un vestíbulo y otra escalera. El lado izquierdo más lejano estaba cubierto por cinco enormes ventanas de cristal coloreado, cada ventana mostrando una escena diferente, con lo que Harry asumió que cuatro de ellas representaban a cada uno de los Fundadores. La quinto ventana, que estaba parada orgullosa en el centro de la pared, era una reproducción del sello de la escuela de Hogwarts y parecía como pensado para disimular una puerta.
En la restante esquina estaba algo que Harry nunca había visto antes. Era una gran cascada. El agua bajaba suavemente por encima de numerosas rocas para caer en una gran piscina en la base. El sonido del agua goteando era absolutamente tranquilizador.
Sabiendo que al día siguiente tendrían un montón de tiempo de continuar sus exploraciones, Harry cruzó a través del arco. Decidiendo que lo más probable era que los dormitorios estuvieran subiendo las escaleras, Harry, con Draco y Nicole siguiéndole, comenzó a subir. Alcanzaron el primer rellano y observaron que había varias puertas en este piso. Intentando con la primera, el Gryffindor vio que el cuarto contenía una cama muy grande; el cuarto en sí mismo estaba decorado en un azul pálido cubierto con impresiones estampados florales, estaba preparado obviamente teniendo una mujer en mente. Sofocando un bostezo, Harry tomó a su hijo de los brazos de Nicole.
-Éste aparece ser tu cuarto, Nicole. ¿Tienes todo lo que necesitas?
Después de que ella indicara que sí y quedando en verse en la sala común por la mañana, Draco y Harry la desearon buenas noches antes de dirigirse al pasillo en busca de sus propias comodidades.
La puerta al lado de Nicole reveló dos camas de cuatro postes con dosel. Este cuarto estaba hecho hasta para asemejarse a un castillo, con el alfombrado verde oscuro y las paredes azules. En una las paredes estaba pintado un mural de lo que parecía ser una representación artística de Hogwarts, completa con un partido de quidditch.
Depositando a sus niños en las camas, Harry y Draco empezaron a prepararlos para la noche. Cuando estaban listos para salir del cuarto, una pequeña voz soñolienta los detuvo.
-¿Papá? ¿Dónde está el conejito? No puedo dormir sin el conejito.
Sabiendo que Evan nunca podría conciliar de nuevo el sueño sin su peluche preferido, Harry sacó rápidamente uno de los baúles de los muchachos de su bolsillo y lo agrandó. La suerte lo ayudó y pudo localizar el conejito y el perrito relleno de Matthew. Una vez más acomodando a los muchachos, esta vez abrazando con seguridad sus animales rellenos, Harry encendió una pequeña luz y los hombres salieron en silencio del cuarto.
Asumiendo que el último cuarto en el piso tenía que ser el suyo, abrieron la puerta desde el cuarto de los gemelos y caminaron adentro. Se sorprendieron al encontrar que este cuarto no era un dormitorio propiamente dicho, pues parecía que estaba construido para servir como cuarto de juegos y contenía muchos estantes, mesas de niños y sillas del tamaño correcto solo para niños pequeños. Sacando los baúles de su bolsillo distinguieron los juguetes y Draco los agrandó. Decidiendo que el sueño era mucho mayor que su prioridad por desembalar, Harry y Draco dejaron los baúles en el cuarto y cerraron la puerta.
Yendo de nuevo hacia la escalera, se dirigieron hasta el rellano siguiente. Las escaleras todavía continuaban subiendo, pero Harry estaba esperanzado de que encontrarían un lugar para derrumbarse en este nivel sin tener que subir más escaleras. El segundo rellano rindió dos puertas. La primera no tenía perilla alguna. Poniendo su mano en la puerta, Harry sintió un calor familiar propagándose a través de él. Al quitar la mano, la puerta silenciosamente se deslizó, abriéndose.
Atravesó el dintel y se detuvo tan pronto como consiguió entrar . Draco, que estaba demasiado cansado para prestar atención, tropezó con la espalda del hombre de pelo oscuro.
-Hey, ¿para qué paraste?
Cuando Harry no contestó enseguida, Draco miró furtivamente alrededor de su compañero y vio lo que atraía su atención. El cuarto era innegablemente la habitación más agradable que hubiera visto jamás. Estaba decorado básicamente en negro y oro, con verde bosque y un escarlata profundo usado escasamente. Aunque los otros dormitorios estaban equipados con chimeneas, la de esta habitación era una versión a pequeña escala de la que acababan de ver en la sala común. Alrededor de la chimenea estaban un sofá y dos sillas, pero la atracción central del cuarto era la cama más grande que Draco hubiera visto en toda su vida. La cama estaba tallada en una madera oscura y los postes se extendían hacia arriba hasta el techo arqueado. Consistente con el tema total del apartamento, la cabecera tenía tallado un gran león con una serpiente alrededor de su cuello. El león tenía rubíes embutidos por ojos, mientras que la serpiente tenía esmeraldas.
Las cobijas de la cama eran verde oscuro; tan oscuro, de hecho, que parecían ser negras. Recuperándose de su impresión, los jóvenes caminaron hacia la cama, sus pisadas silenciosas contra la gruesa alfombra. Al mirar de cerca la cama, se observaba que la cobija realmente tenía pequeños bordados de leones y serpientes hechos en lo qué parecía ser un fino hilo de plata y oro. El efecto atontaba.
A este punto, todo lo que Harry quería hacer era lavarse y arrastrarse debajo de las tentadoras mantas.
-¿Dónde piensas que está el cuarto de baño?
Draco sacudió su cabeza mientras que sacaba su propio baúl de los bolsillos y se disponía a agrandarlo a medida que Harry continuaba investigando su dormitorio.
Un momento más tarde, Draco escuchó un grito excitado.
-¡Dray, tienes que ver esto!
Mirando alrededor, Draco notó que Harry ya no parecía estar en el cuarto con él.
-¿León? ¿Dónde estás?
Una cabeza oscura apareció inesperadamente a través de otro arco que apenas era visible al lado de la chimenea.
-Estoy aquí adentro.
Con todas las maravillas que habían visto en el apartamento hasta ahora, Draco no podía evitar sentirse curioso sobre qué había puesto a Harry en tal grado de excitación. Siguiendo hacia donde la cabeza de Harry una vez más había desaparecido, Draco entró en lo qué tenía que ser el cuarto de baño principal. El cuarto de baño era casi dos veces del tamaño del baño de los prefectos. Había un espejo grande en el vestidor, dos lavabos grandes, con los accesorios en oro y un área de ducha en la que podrían caber fácilmente cuatro hombres. La ducha estaba semi-abierta y estaba construida alternando bloques de mármol negro y blanco. Estaba maravillosamente diseñado, pero Draco no conseguía ver lo que tenía a Harry así de excitado.
Adentrándose aún más en el cuarto, escuchó el mismo sonido relajante que habían oído en la sala común. Dando vuelta a la esquina, vio a Harry arrodillado al lado de una piscina de agua que burbujeaba, del tamaño de una piscina grande. La pileta estaba alimentada continuamente por agua dulce proveniente de una segunda cascada. Esta cascada era muy sencilla, en comparación con la elegante belleza de la que esta en la sala común. El agua fluía sobre y alrededor de grandes piedras multicolores de montaña y a través de exuberantes hojas y flores exóticas. Estaban fascinados. La tentación de quitarse la ropa y saltar adentro casi los abrumaba.
-El agua es tan cálida, es casi como si hubiera un manantial caliente subterráneo – comentó Harry ilusionado, pasando su mano a través del agua en movimiento.
Poniéndose de cuclillas al lado de su compañero, Draco cogió suavemente la mano de Harry del agua y llevó sus dedos hasta sus labios. Lamió las gotitas del agua de cada dedo antes de volverle la mano de su pareja.
-León, tendremos un montón de tiempo para gozar de este baño mañana; ha sido un día extremadamente largo.¿Qué te parece si nos vamos a la cama?
La respiración de Harry se aceleró mientras sus yemas eran tan tiernamente atendidas. Sin una palabra, se levantó y ofreció su mano a Draco.
Tomando la mano ofrecida, los dos hicieron su camino nuevamente dentro del dormitorio. Ni uno ni el otro notaron que alguien había amortiguado las luces y abierto la cama, pues tenían solamente ojos el uno para el otro.
Desnudándose rápidamente, los dos hombres tomaron un momento para mirarse apreciativamente. Harry comenzó a hacer un suave ruido en su garganta a la vista de la esbelta forma del rubio, de sus musculosos muslos y de la firme parte inferior.
-¿Estás ronroneando? –jadeó Draco en un suave sonido seductor.
Harry se avalanzó, tirando a Draco con suavidad a la cálida cama. Habían reasumido su relación física apenas hacía unos días y ninguno de los dos hombres parecía tener suficiente del otro. Todavía se descubrían los gustos y las necesidades íntimas; aunque, sólo estar juntos bastaba generalmente para volverse salvajes. Desafortunadamente, compartir una casa con otras tres personas había puesto una restricción en cuánto al tiempo que podían permanecer en la cama sin plantear algunas preguntas de sus hijos o por lo menos una ceja levantada o dos por parte de Nicole.
Todo el proceso del pensamiento se detuvo cuando Harry capturó la boca de Draco en un beso despiadado, saqueando, tomando, poseyendo totalmente. Draco llevó ambas manos hasta la nuca de Harry y las pasó con brusquedad a través de su pelo. Interrumpiendo el beso, apenas fue capaz de jadear.
-¿Pensé que decías que estabas cansado?
Draco atrapó un vislumbre de la cara de Harry, llena de deseo y de necesidad, mientras susurraba.
-Nunca demasiado cansado para esto -antes que su boca una vez más comenzara a hacer cosas deliciosas al cuerpo de Draco. Sabiendo que ni uno ni el otro durarían mucho tiempo a este paso, el rubio alcanzó el lubricante de modo que pudiera comenzar a preparar a su amante de pelo oscuro.
Su mano fue asida antes que pudiera localizar la resbaladiza sustancia.
-No esta vez, mi amor –dijo Harry sin aliento, mientras susurraba su propio hechizo de lubricación. Draco se envaró levemente al sentir el frío del hechizo trabajando sobre él. En el poco tiempo que habían estado juntos, Harry nunca había sido el dominante. Aunque no era sumiso por naturaleza, el rubio sabía que esto era importante para su pareja esta noche en que había estado intentando retomar su vida. Por la primera vez en la existencia del Niño-Que-Vivió, todos los hechos estaban en la mesa y Harry estaba en control.
Con un gemido conforme, Draco aceptó todo lo que Harry tenía que ofrecer, en cuerpo y alma.
* * *
Tarde esa noche, mientras pensaba en los acontecimientos de esa noche, Hermione ni siquiera estaba segura de cómo Ron y ella habían llegado de nuevo a su apartamento cuando la reunión había sido aplazada. Estaba casi segura de que simplemente se habría derrumbado si no hubiera sido por la ayuda de sus cuñados.
La reunión de la Orden se había calentado bastante después de la bomba de Harry. Pero eventualmente, Dumbledore tuvo la oportunidad de explicar las razones detrás de su secreto, y la protección de Harry no había sido la menor de ellas. ¿Quién sabía que le habría hecho el Señor Oscuro si se daba cuenta que la conexión de sangre entre él y el Niño-Que-Vivió? Realmente era horrible pensar qué habría podido suceder si Voldemort hubiera descubierto y utilizado esa información a su ventaja.
Harry había estado siempre tan desesperado por ser parte de una familia, una familia que verdadera lo amara y cuidara de él. Nunca realmente tuvo eso; por lo menos no que él pudiera recordar. Lo que conducía a la pregunta, ¿por qué Harry nunca les dijo lo que él había encontrado en el libro de almas hace tantos años? ¿Por qué continuó guardando el secreto de Dumbledore de su relación con los Weasleys? Si había habido siempre una familia que Harry hubiera podido considerar suya propia, esa era la de Molly y Arthur. Ésa era una pregunta que Hermione vería contestada aunque fuera la última cosa que hiciera.
Esa noche los cuatro hermanos Weasley yla única Weasley por matrimonio se acurrucaron uno contra otro, consolándose y confiando. Estaban decididoa a no decir nada a Molly todavía. Su estado mental era imprevisible y era difícil decir cuál sería exactamente su reacción ante estas noticias.
Hermione sacudió su cabeza tristemente ante esta nueva tragedia. El muchacho que Molly considerara siempre su hijo adoptivo, era de hecho su propio nieto y la mujer probablemente nunca lo sabría. Dios, cómo odiaba esta guerra.
También fue decidido que intentarían reparar la gigantesca sima que se había abierto entre Harry y ellos. Necesitaron hacer esto, no solamente por sí mismos si no también por Harry. Deseaban ser una familia y nadie se pondría entre un Weasley y su familia.
* * *
-Sal de mi camino, Weasley- la voz de Harry era tan fría que hubiera congelado un lago entero.
-Harry, sólo deja de apartarte de mí, diablos......somos familia- gritó Ron a la figura que se alejaba.
Harry se giró y Ron vio una furia como nunca había visto en el rostro del que una vez compartió todo con él. Atrapado en el fuego esmeralda, paralizado e incapaz de moverse, Ron se limitó a quedarse parado mientras Harry soltaba la tormenta que había estado bullendo desenfrenada en sus ojos demasiado brillantes.
-Familia....somos familia- Harry escupió estas palabras, así de enardecido estaba-. Hemos sido muchas cosas en estos años, Weasley, pero familia no es una de ellas. Yo ya tengo una familia; tengo dos maravillosos hijos, un fuerte y amante hombre con quien compartir mi vida, nuestros padrinos, y una leal amiga que ha ayudado a que permanezcamos juntos. Esas personas son mi familia, la única familia que he conocido en realidad- el moreno podía sentir como su corazón golpeaba rápidamente mientras la sangre pulsaba audiblemente en sus oídos-. Ahora, en recuerdo de los pequeños sacrificios que tu madre alguna vez tratara de hacer por la mía, no voy a herirte. Pero te lo estoy advirtiendo, Weasley, mantente.....fuera....de....mi......camino. No quiero verte o escucharte de nuevo. Por lo que a mí concierne, tú y tu esposa no existen.
-Mira, lo lamentamos, estábamos equivocados. Pero no podemos continuar así, Harry. Al menos danos oportunidad de conversar sobre esto. Eventualmente vamos a tener que trabajar juntos, ¿sabes?- Ron hizo una pausa tratando de ver si sus palabras tenían algún efecto sobre el que una vez fuera su mejor amigo-. Dinos que quieres que hagamos y lo haremos. Lo que sea.....cualquier cosa.
Ron estaba frustrado. Sabía que Harry estaría disgustado, pero el hecho de que hubiera regresado Hogwards significaba que estaba listo para avanzar y dejar todo lo que ocurrió en el pasado, ¿no es verdad? En la escuela habían peleado ocasionalmente, como hacían todos los amigos, ninguna tan grave como para que el nombre de Harry saliera en la Copa de Fuego, pero habían compartido unas cuantas. Y cada vez se habían arreglado. Nunca dejaron que nada se interpusiera entre su amistad, no hasta que habían pensado que Harry había cometido los asesinatos, por supuesto.
Harry no contestó, sólo giro sobre sus talones y se encaminó hacia la habitación de Sirius, hacia donde se dirigía antes de este desagradable encuentro. Esa mañana, al levantarse temprano, había dado un vistazo alrededor de las dependencias de los Fundadores. La otra puerta en el segundo pasillo era una pequeña biblioteca, llena con libros de los que Harry nunca había escuchado hablar, todos ellos luciendo extremadamente viejos. Prometiéndose regresar más tarde para averiguar qué conocimiento adicional podría ser establecido de cualquiera de sus extraños libros, Harry continuó la exploración. Subiendo por las escaleras al tercer nivel, encontró un salón de entrenamiento, completado con una arena de duelo y una sala de conferencias. Esta última tenía un amplio ventanal con vista a su primer campo de Quidditch y el bosque prohibido. Regresando hasta la sala común del primer nivel, notó que el vestíbulo conducía a un comedor privado. El resto de las habitaciones vacías también estaban decoradas con tanta opulencia como la habitación que compartió con Draco la noche anterior. Adicionalmente, había una pequeña escalera que bajaba, pero Harry decidió investigar después pues realmente quería encontrar a Sirius y saber qué había pasado en la reunión de la noche anterior luego que Draco y él partieran.
Con lo que no había contado al abandonar su cálida cama y a su sonriente pareja dormido, era con encontrarse a Weasley a tan temprana hora de la mañana. Nunca había sido capaz de levantar su arrepentido trasero de la cama antes de las nueve de la mañana.
-Espera un minuto. ¿Dijiste que Malfoy es tu amante?- gritó Ron, su voz haciendo eco en las paredes de piedra.
Ron supo que había cometido otro error tan pronto como las palabras abandonaron su boca. Y ver como la figura que se retiraba se ponía rígida y lentamente se giraba no hizo más que reforzar su pensamiento.
Antes de saber qué lo golpeaba, Harry lanzó un sólido puñetazo en su estómago. Doblado por el dolor, Ron pensó que escuchó a Harry murmurar en voz baja:
-Nunca, jamás menciones su nombre nuevamente, inútil pedazo de mierda.
Cayendo sobre sus rodillas, Ron ni siquiera reconoció cuando las pisadas se alejaron.
* * *
Sirius rodó sobre la cama atontado y tomó del piso un par de pantalones que los elfos domésticos no habían lavado y planchado todavía, antes de ir a contestar la puerta.
-Al ver a un menos que feliz ahijado, se apartó para permitirle la entrada.
-Viniste temprano y 'radiante', Harry- comentó un cansado Sirius mientras le indicaba que pasara y se sentara-. ¿Lograron acomodarse anoche?
-Sí. Necesito regresar pronto para ayudar a desempacar, pero quería hablar contigo primero, ¿está bien?- preguntó Harry, mirando alrededor del pequeño, pero hermosamente amueblado, apartamento.
-Harry, mi puerta siempre está abierta para ti, siempre. Pude no haber estado para ti en el pasado, pero no habrá absolutamente nada que me mantenga separado de ti o tu familia ahora o en un futuro. Eres todo lo que me queda, así que supongo que tendrás que aguantarme.
Harry se sintió aliviado al escuchar la firme resolución en la voz de Sirius. En California había contemplado la posibilidad de enviar a los niños a algún lugar lejos de la guerra, pero el pensamiento de estar separado de ellos, sin saber qué les estaba pasando, era demasiado. Estaba contando con el apoyo de Sirius para mantener a su familia a salvo.
Sirius abandonó brevemente la habitación para terminar de vestirse mientras Harry hizo sonar la campana para convocar a un elfo doméstico y pedirle un refrigerio matutino. Antes que pudiera colocar la campana de regreso a su lugar, un elfo doméstico se paró a su lado.
-Hola, cual es tu nombre- le preguntó Harry amablemente.
-Twix, señor- replico el elfo amistosamente-. ¿Puedo hacer algo por usted, señor?
-Bien, Twix, lo primero, por favor deja de llamarme señor, mi nombre es Harry. Segundo, ¿me preguntaba si podrías traer algo de té y pastas o lo que sea que hayan preparado para desayunar, por favor?
-Por supuesto, señor Harry. Regresaré en un momento.
Cuando el elfo se preparaba para desaparecer, Harry, sin poderlo evitar, preguntó por su viejo amigo Dobby.
-Disculpa, Twix, antes de que te vayas, ¿podrías decirme si Dobby todavía trabaja aquí?
Una triste expresión cubrió el rostro del elfo.
-Lo lamento, señor Harry, pero Dobby ya no está en Hogwarts-. Lo dejó muchos años atrás cuando algo muy malo le pasó a un viejo amigo suyo. Nadie sabe dónde está ahora, señor.
Entristecido por la pérdida de otro amigo, Harry asintió al elfo, quien con un pequeño 'pop', marchó a buscar el refrigerio.
* * *
Harry se estaba sirviendo su segunda taza de té cuando escuchó a Sirius detrás de él.
-Acerca del tiempo que tardas en arreglarte, juro que tardas más tiempo en estar listo en la mañana que el propio Draco.....- las palabras murieron mientras Harry se giraba, viendo que quien estaba detrás de él no era Sirius sino Remus.
-Harry- susurró Remus a modo de saludo.
-Lupin- replicó Harry tranquilamente. Se hubiera pateado a si mismo; había olvidado que Sirius compartía sus habitaciones con el hombre lobo.
-¿Hey, es el desayuno lo que huelo?- llegó la alegre voz de Sirius desde el baño.
Sin apartar los ojos del lobo, Harry contestó:
-Sí, y si quieres comerlo, sugiero que tú y tu arrepentido trasero vengan aquí.
Remus observó al hermoso joven, quien ahora se parecía a James aún más que antes. Pero fue más que un parecido con su amigo, muerto hace ya tiempo, lo que Remus veía ahora ante él. Era más fuerte de lo que James había sido jamás, simplemente se podía sentir el poder irradiando de su delgado pero bien construido cuerpo. Era una buena cosa lo que Sirius le confiara la noche anterior de que Harry y Draco estaban involucrados en una relación comprometida, pues estaba seguro que Harry causaría conmoción entre las damas y caballeros del castillo por más de una razón.
-Mira, Harry......
-No, ahórratelo, Lupin. No acepto una disculpa más. Al menos no ahora, quizás algún día, quien sabe- suspiró, posando su taza en la mesita de centro. A pesar de lo que pensara sobre esa gente, tendría que trabajar con ellos. Nunca podría volver a confiar en ellos completamente, pero necesitaba que el pasado quedara en el pasado para que su esfuerzo tuviera éxito. No era lo bastante tonto como para creer que tenía la habilidad para derrotar a Voldemort él sólo. Si no estaba dispuesto a ser cortés con Remus y los demás, sería mejor que partiera ahora.
-Sé que tendremos que trabajar juntos y estoy dispuesto a tratar de ser al menos cortés. Es todo lo que puedo ofrecerte por ahora.
-Para ser honesto, aprecio eso, Harry; es más de lo que esperaba después de lo de anoche- Remus estaba aliviado de que algo de la fricción entre ellos hubiera desaparecido, así que fue a servirse algo de desayunar.
-Hey, ¿de qué me perdí?- rió Sirius entrando a la habitación, su cabello todavía húmedo después de la ducha.
Remus sonrió a su mejor amigo.
-Nada, Sirius. Ahora toma algo de desayuno, antes que Harry y yo acabemos con todo.
Luego de que Sirius llenara su plato, Harry trajo la conversación de vuelta a la verdadera razón por la que se había aventurado a visita tan tempranera.
-¿Qué pasó en la Cámara luego que Draco y yo nos fuimos anoche?
-Fue bastante desagradable por un rato- relató Sirius-. Tienes que creernos, Harry, nunca supimos nada de que Lily fuese adoptada y su padre fuera Tom Riddle. Creo que los más impactados fueron los Weasley, al darse cuenta que todo el tiempo has estado relacionado con ellos por la sangre.
-Te creo, Sirius. Nadie podría fingir expresiones en sus rostros como las que vi anoche. ¿Entonces supongo que agité las cosas?
Sirius bufó.
-Diablo, Harry. La mitad de la Orden que no estaba lista para linchar a Dumbledore, clamaba por su renuncia como Fénix.
-¿Renunció?
Harry sabía que aún cuando el hombre merecía sufrir, todavía era muy necesario para atravesar la próxima batalla.
-No, al final se decidió que podía continuar en el puesto. Sin embargo, te puedo garantizar que nadie volverá a confiar en lo que diga. Estaremos en esto juntos y el Consejo estará más involucrado en todas las decisiones de la Orden.
Conviniendo en que ese era el mejor curso de acción por el momento, Harry abandonó la habitación de Remus y Sirius para ir a ayudar a su familia a desempacar y establecerse en su nuevo hogar. No pudo evitar reír entre dientes cuando Sirius le dijo que ni Snape ni él habían informado a la Orden sobre los padres de los niños. Al parecer, Harry todavía tenía algunas sorpresas para el anciano.
* * *
Después de su enfrentamiento con Harry, Ron decidió dar un paseo para intentar liberar parte del disgusto que sentía formarse dentro de él; bueno, más que un paseo era una 'cojera' debido a esa maldita herida que nunca se había curado apropiadamente. No estaba enojado con Harry, en todo caso con la situación y, por supuesto, con Dumbledore. ¿Quien iba a pensar que una persona a quien los Weasley respetaban sobre todos los demás, sacaría de debajo de la manga algo como ocultar la relación de Harry con ellos en secreto? Cuántas cosas habrían sido diferentes de haber sabido que Harry era nieto de su madre. Habría podido crecer con ellos, como un verdadero miembro de la familia. Nunca se hubiera visto obligado a sufrir viviendo con esos despreciables muggles; pero no, nada de eso había pasado por culpa de Albus Dumbledore
El hecho de que Harry definitivamente había cambiado, cruzó su mente cuando iba por su segunda vuelta alrededor de la escuela. Pero diablos, quién no lo haría con todo lo que el hombre había tenido que soportar en su corta vida. Simplemente no era justo, para ninguno de ellos. Ron estaba un poco apagado por el hecho de que Voldemort fuera el abuelo de Harry y además porque aparentemente Harry estaba involucrado en una relación sexual con Malfoy. No estaba seguro de cuál de esos dos males era peor; sabía que si no se ponía en buenos términos con estos hechos, no tendría oportunidad de llegar a tener una relación ni remotamente civilizada con Harry
En conjunto, Ron estaba contento de que Harry hubiera regresado. Incluso si no fueran capaces de recuperar su primera relación, sabía que, de hecho, el moreno haría cualquier cosa para que la guerra resultara un éxito. Incluso si no reconociera a Harry por quien fue, no había equivocación sobre el poder que parecía brotar del joven. Lo había notado la noche anterior y de nuevo en la mañana. Ron estaba bien consciente de que su ex–amigo estaba guardando su ira y sus poderes estrechamente aferrados a su pecho. Sacudió la cabeza arrepentido y sintió una breve punzada de pena por la persona que recibiría todo el poder cuando Harry finalmente decidiera desencadenarlo.
Calmándose lo suficiente como para sentir que finalmente podría lidiar con los eventos que habían sucedido durante las últimas dieciocho horas, se dirigió al Castillo para averiguar cómo estaban su esposa y sus hermanos. Con suerte, juntos podríamos ser capaces de poner en acción el plan que les permitiría reunir nuevamente a la familia Weasley. Toda la familia, incluyendo a Harry y sus hijos, y si Harry insistiera, quizás hasta el cretino de Malfoy. Sacudió la cabeza con incredulidad ante el último pensamiento.
Bueno, sólo si tuvieran que.
Continuará...
Aquí las dejamos un nuevo capítulo, esperamos que las haya gustado.
L@s invitamos a visitar nuestra nueva traducción, It was the Flu y visiten nuestro grupo en estos días pues estamos comenzando a subir un Severus/Harry NC 17, que no podríamos subir por aquí (al día siguiente nos echarían) Besos.
Gala Snape: pero eso es lo bonito del asunto, la complicidad que se ha creado tanto en vuestro caso como en el nuestro. Sabes que puedes subir lo que quieras y cuando quieras. Besitos
Paola: reconocemos que esta vez hemos tardado mucho, ¡pero anterior no! Apenas tardamos 8 días. Nos alegramos mucho que te este gustando y sorprendiendo el fict y esperamos que lo siga haciendo. Besos
Murtilla: lo único que te decimos es que Harry se ablandará con muchos de los traidores pero gracias a la intervención de alguien. Nosotras coincidimos contigo que el más traidor de todos es Dumbledore porque los Weasley tenían motivos muy fuertes. Besos
Mickaelle: muchas gracias por tus halagos, se los daremos a la autora del fict. Sentimos haber tardado casi 3 semanas en actualizar pero como todos tenemos obligaciones y ésta al ser una de las dos que más se tarda en traducir es la que lo paga casi siempre. Besos y gracias por la paciencia.
Snivelly: aunque le han hecho cosas horribles Harry perdonará a muchos pues es al fin y al cabo "el héroe" pero no te preocupes que será por la intervención de alguien y se hará de rogar. Esperamos que sigas con nosotras. Besos
Txiri: ¡hola guapísima! La verdad es que la autora ha planteado muy bien la historia y es una las que tiene ideas más originales de las que hemos leído. Dumbledore ha sido muy inteligente y ha conseguido engañar a todos muy bien. Por cierto, ¿dónde estás que no oímos de ti? Besos
Luzy Snape: vamos a intentar aclararte, Molly es el diminutivo de Margaret y ella primero tuvo a Lily que es hija de Voldie. Luego se caso con Arthur y nacieron los niños Weasley. Esperamos que haya sido suficiente aclaración. Besitos
Noburo Tama: muchas gracias, llegaremos a la autora tu opinión sobre su fict. La verdad es que ha conseguido sacar lo posiblemente peor de muchos que creíamos que no podían ser así. Besos y esperamos que te siga gustando.
Luinwe: Jajaja, ambas la hacemos pero llevamos unos días bastantes complicados. Respecto a la traducciones, tenemos varias nuevas de esa pareja y con lo que le gusta a Ali seguro que nunca faltarán. Besitos
Tan pronto como estuvieron a suficiente distancia de la Cámara del Fénix, Draco no pudo evitar bromear con su compañero de pelo oscuro, esperando aliviar algo de la tensión que los había estado acompañando constantemente por las últimas dos horas.
-Debías haberme dicho que estabas relacionado con la comadreja, León
Harry dejó de caminar y dio la vuelta para enfrentar a Draco. Necesitaba ver si estaba verdaderamente bien con todo lo que acababa de conocer. Las opiniones de todos los demás no importaban ni de cerca tanto como la opinión de la persona que estaba parada justo frente a él.
-¿Por qué? ¿Habría cambiado tu opinión acerca de implicarte conmigo de haberlo sabido?
Exagerando sus facciones, Draco contestó en el tono más sarcástico que tenía.
-Pero por supuesto, Harry, un Malfoy nunca podría corromper sus genes con genes Weasley. Esta noche, mis pobres antepasados definitivamente deben estar dando vueltas en su cripta.
Harry se rió entre dientes satisfecho al darse cuenta que Draco sólo estaba bromeando.
-Para ser justos, Draco, no tengo ningún gen Weasley, sino Montgomery. Molly era mi abuela y ella no tiene sangre Weasley. Además, pensaba que estarías aliviado de saber que nuestros hijos son sangre pura, no existe una gota de sangre muggle en ninguno de ellos.
-Pero por supuesto que son sangre pura, león, ellos son Malfoys después de todo.
Harry bufó ante la fingida arrogancia del rubio, y murmuró algo en voz baja que sonaba sospechosamente como "sobre mi cuerpo muerto ".
-Ahora en serio, Harry. Desearía que me hubieras contado que Voldemort es tu abuelo, y el bisabuelo de los niños. No que eso hubiera importado, pero demonios, si Voldemort descubre sobre Evan y Matthew ...tenemos que protegerlos.
Harry estiró los brazos y tiró de Draco hacia él, pasando lentamente sus manos hacia la espalda del otro hombre.
-Lo sé Dray, y lo haremos. Lo haremos juntos –Harry corrió suavemente sus dedos por los mechones del fino pelo de Draco, maravillándose como siempre de la sensación de pura seda-. Quise decírtelo mil veces, pero nunca acababa de parecerme correcto- suspiró y presionó su frente contra la del hombre levemente más alto-. ¿Que iba a decir...? ¿Hey recuerdas el segundo año en que casi todos en la escuela pensaban que era el Heredero de Slytherin? Bien creo que...estaban en lo correcto - Harry apretó su abrazo-. Eso apenas sonaba bien para mí. Siento habértelo ocultado por tanto tiempo.
Draco retrocedió de modo que pudiera mirar a Harry directamente a los ojos, las verdes esmeraldas parecían arrepentidas y estaban levemente apagadas por el agotamiento.
-Lo entiendo, Harry. Pero prométeme que no me ocultarás nada que pueda afectarte a ti y a los niños nunca más. Necesito saber contra qué lucho.
-Lo prometo -Harry selló su promesa con un profundo beso.
* * *
Luego de detenerse en el apartamento de Sirius y Remus para recoger a su agotada familia, Harry rápidamente acurrucó a un soñoliento Evan en sus brazos, mientras que Draco hacía lo mismo con un igualmente cansado Matthew y dio un codazo a Nicole, despertándola del lugar donde había caído dormida en una butaca, indudablemente vigilando a los gemelos que estaban abrazados juntos en el sofá. Estaban finalmente listos para marcharse a sus propias habitaciones.
Siguiendo la brillante estela mientras Fawkes volaba delante de ellos, caminaron penosamente, subiendo a través de los tortuosos pasillos. Más y más arriba, hasta entrar a la parte más profunda del castillo. Notando que durante los últimos diez minutos o algo así los alrededores se habían empezado a deteriorar perceptiblemente, la preocupación de Harry creció. Y cuando Fawkes los condujo hasta un oscuro vestíbulo cubierto por una gruesa capa de polvo y abundantes telarañas, Harry no pudo evitar cuestionarse sobre la trayectoria de su guía.
-Nunca he estado aquí antes, ¿y tú?
-No -Draco examinó críticamente sus alrededores-. Ni siquiera sabía que existía este vestíbulo.
Harry resopló y comenzó a atragantarse un poco por la suciedad que parecía aferrarse a todo.
-Tampoco parece que los elfos domésticos sepan que existe.
Dando a Harry una mirada divertida, Draco siguió rápidamente al fénix, sabiendo que el pájaro nunca los conduciría a él o a Harry hacia una situación peligrosa.
Finalmente, el grupo se detuvo delante de una gran figura. Era una estatua hecha de finísimo mármol negro representando a cuatro animales, el centro de los cuales era un enorme y majestuoso león. Entrelazado alrededor de la melena del león estaba una gruesa serpiente, cuyos ojos oscuros tenían un débil destello travieso a la luz. Acurrucado en frente de las patas del león estaba un pequeño tejón, que alzaba la vista hacia la fiera con expresión confiada y alegre; y por último, posada regiamente en lo alto de la cabeza del león, se encontraba una hermosa águila.
Nadie se sorprendió cuando Fawkes dio la vuelta hacia el grupo y gorjeó algunas notas significativas. Tal como había hecho anteriormente esa tarde, Harry pasó su precioso bulto a Nicole.
Escuchando al fénix, se acercó a la estatua cuidadosamente. Algo que había aprendido durante su tiempo en Hogwarts era que las cosas no siempre eran lo que parecían ser. Suavemente, casi con reverencia, se adelantó y puso una mano en la frente del león y su otra mano en la tapa de la coronilla de la serpiente. El mármol se sentía fresco y liso a su tacto.
Tan pronto como Harry tocó la estatua, los ojos de la serpiente lanzaron una luz verde y una luz roja similar fue emitida de las lentes del león. Las luces se combinaron en una profunda luminiscencia púrpura, que encerró rápidamente al joven hombre.
Asustado, Harry intentó separarse cuando la estatua comenzó a irradiar extraños rayos de luz, Sin embargo, encontró que no podía moverse pues el misterioso calor púrpura lo rodeaba. Intentando no aterrarse, se obligó a relajarse y someterse a la luz; y cuando lo hizo, se impresionó extrañamente al encontrar que la luz lo estaba investigando, aunque de una manera confortante.
Tan rápidamente como había aparecido, la luz desapareció.
-¿Qué demonios fue eso? -Draco miraba preocupado a su compañero para asegurarse que la luz no lo había dañado.
-No estoy seguro, pero creo que era amistoso –contestó Harry, sacudiendo su cabeza para expulsar la persistente sensación de estar expuesto.
"Bienvenido joven heredero, le hemos aguardado mucho tiempo"
Las palabras hicieron eco en el vestíbulo vacío.
Harry y Draco se miraron con confusión y luego miraron a su alrededor para identificar la fuente de la profunda voz autoritaria.
Ambos se dieron la vuelta de repente, casi haciendo caer a Nicole de sus pies, cuando una voz diferente se incorporó.
"Parece que nunca antes han visto una estatua que habla"
La segunda voz se rió entre dientes. Esta voz no era absolutamente profunda, aunque de todas formas era masculina.
Harry frotó sus ojos cansados, seguro que la carencia de sueño había afectado su juicio.
-He visto estatuas que se mueven –comentó, pensado en la gárgola que guardaba la oficina del Director-. Pero nunca antes había visto una que hablara.
"Bien joven Heredero, como estoy seguro que ya se ha dado cuenta, no somos una estatua ordinaria. Somos realmente los guardas del Pasillo de los Fundadores"
-¿El Pasillo de los Fundadores? –preguntó Draco al león que hablaba, aún sin creer totalmente en lo que veía. Nunca en el mundo mágico había oído hablar de una estatua que hablara; espejos y retratos sí, pero nunca una estatua.
La serpiente se movió de modo que la cabeza ahora hiciera frente en la dirección de Draco. Una pequeña lengua bífida osciló dentro y fuera de su boca, probando los olores alrededor de él, antes que la serpiente silbara en inglés:
"No demasiado brillante, rubio, ¿verdad? Hubiera pensado que alguien de su edad habría oído hablar por lo menos de los Fundadores antes de ahora. ¿Qué están enseñando aquí actualmente?"
Harry soltó una risita ante los comentarios de la serpiente, pero al ver a Nicole cambiar de posición bajo el peso de su hijo, ahora dormido en los brazos de ella, recordó el por qué estaban aquí. Antes de que Draco tuviera ocasión de tomar represalias y cabrear al guardia, intercedió:
-Por muy correcta que estoy seguro es su observación –comenzó Harry, sin hacer caso de la mirada de Draco, -nos dijeron que por aquí había un lugar en el que podríamos dormir.¿Cree que podría indicarnos dónde, por favor?
"Por supuesto, joven heredero. Quisiéramos aprovechar esta oportunidad para darle la bienvenida al Pasillo de los Fundadores. Detrás de nosotros está la entrada a los apartamentos personales de los Fundadores. Han estado vacantes desde la muerte de la pobre Helga. Solamente un verdadero heredero puede entrar y residir aquí. Como le dijimos antes, le hemos estado esperando. Usted y sus hijos son los últimos verdaderos herederos restantes, además de ese tipo Riddle, al que nunca permitiríamos la entrada"
El gran león sacudió su cabeza y su melena cayó agraciadamente alrededor de su cabeza antes de que continuara.
"Me disculpo por el retraso, y veo que todos están cansados. Estoy seguro que, llegando mañana, tendrán preguntas y podemos discutirlas entonces. Por favor, descanse tranquilo, sabiendo que cuidaremos de usted"
Con estas palabras, la estatua se abrió, el águila voló arriba de la cabeza del león, mientras el tejón se movió al lado donde el gigantesco león estaba parado, revelando un callejón. Dando una última mirada en los guardas, Harry entró en el oscuro callejón.
Tan pronto como Harry entrara a través del umbral, dos antorchas que colgaban de cada lado estallaron en llamas y se encontró moviéndose en una escalera de caracol casi idéntica a la que había montado muchas veces al visitar la oficina del Director. Luego de cerciorarse de que Draco y Nicole lo seguían, se relajó y solo gozó del paseo. Los peldaños siguieron moviéndose suavemente hacia arriba, girando alrededor y alrededor, casi como si se tratara de una serpiente enroscada.
Finalmente, las escaleras pararon en una puerta de madera grande con un pomo antiguo y una aldaba de cobre con una forma similar a la del sello de Hogwarts.
Sintiendo que era absurdo tocar, ya que como los guardas le habían dicho nadie residía actualmente aquí, Harry torció el pomo de cobre y abrió la pesada puerta. Caminando dentro de la gran sala cavernosa, se sorprendió de ver que el fuego en la chimenea a lo largo de la lejana pared había sido encendido previamente, así como las muchas antorchas en las paredes. El cuarto era cálido y acogedor.
Draco rápidamente siguió a Harry dentro del cuarto y se sorprendió con lo que vio. Estaban en un cuarto exquisitamente adornado que mantenía una semejanza con una lujosa sala común. El cuarto en sí mismo tenía altos techos arqueados, encantados igual que en el Gran Comedor, reflejando el cielo que amorosamente cubría a Hogwarts. En ese momento, el techo era oscuro, mezclado con estrellas que centelleaban radiantes, y una media luna brillante.
Había dos pequeños sofás y tres sillas traseras altas situados alrededor de la chimenea de mármol en el extremo lejano del cuarto. Los sofás estaban cubiertos por lo que parecía ser el cuero negro más fino que Draco había visto alguna vez y la rica tela de las sillas estaban en un patrón de tapicería, representando tonos de joyas; verde escarlata, profundo esmeralda oscuro, y un hermoso azul real. La chimenea en sí misma era un pieza de arte. Era bastante grande de modo que una persona del tamaño de Hagrid hubiera podido estar de pie verticalmente dentro de la abertura, y era por lo menos dos veces más ancha que alta. El mármol negro que encajonaba la chimenea parecía moteado con oro y estaba tallado para asemejarse a los cuatro guardas que jugueteaban en lo que a Draco le pareció el bosque prohibido.
Cuando el trío bajó por las dos escaleras de mármol del vestíbulo de la sala común, cayeron en un grueso e increíblemente suave tapiz para el suelo.
-Wow, estos Fundadores realmente sabían vivir –susurró Nicole, mirando a su alrededor el lujo sin precedentes.
-Y yo que pensaba que la Mansión Malfoy era agradable; no es nada comparado con esto –agregó Draco, aún intentando asumir la visión de la sala común-. Me pregunto como será el resto del apartamento.
Impresionado, Harry convino y continuó caminando hasta el centro del extenso cuarto. En la esquina derecha trasera del recinto había un arco, confinado a ambos lados por gruesos pilares de mármol negro. A través del arco parecían vislumbrarse un vestíbulo y otra escalera. El lado izquierdo más lejano estaba cubierto por cinco enormes ventanas de cristal coloreado, cada ventana mostrando una escena diferente, con lo que Harry asumió que cuatro de ellas representaban a cada uno de los Fundadores. La quinto ventana, que estaba parada orgullosa en el centro de la pared, era una reproducción del sello de la escuela de Hogwarts y parecía como pensado para disimular una puerta.
En la restante esquina estaba algo que Harry nunca había visto antes. Era una gran cascada. El agua bajaba suavemente por encima de numerosas rocas para caer en una gran piscina en la base. El sonido del agua goteando era absolutamente tranquilizador.
Sabiendo que al día siguiente tendrían un montón de tiempo de continuar sus exploraciones, Harry cruzó a través del arco. Decidiendo que lo más probable era que los dormitorios estuvieran subiendo las escaleras, Harry, con Draco y Nicole siguiéndole, comenzó a subir. Alcanzaron el primer rellano y observaron que había varias puertas en este piso. Intentando con la primera, el Gryffindor vio que el cuarto contenía una cama muy grande; el cuarto en sí mismo estaba decorado en un azul pálido cubierto con impresiones estampados florales, estaba preparado obviamente teniendo una mujer en mente. Sofocando un bostezo, Harry tomó a su hijo de los brazos de Nicole.
-Éste aparece ser tu cuarto, Nicole. ¿Tienes todo lo que necesitas?
Después de que ella indicara que sí y quedando en verse en la sala común por la mañana, Draco y Harry la desearon buenas noches antes de dirigirse al pasillo en busca de sus propias comodidades.
La puerta al lado de Nicole reveló dos camas de cuatro postes con dosel. Este cuarto estaba hecho hasta para asemejarse a un castillo, con el alfombrado verde oscuro y las paredes azules. En una las paredes estaba pintado un mural de lo que parecía ser una representación artística de Hogwarts, completa con un partido de quidditch.
Depositando a sus niños en las camas, Harry y Draco empezaron a prepararlos para la noche. Cuando estaban listos para salir del cuarto, una pequeña voz soñolienta los detuvo.
-¿Papá? ¿Dónde está el conejito? No puedo dormir sin el conejito.
Sabiendo que Evan nunca podría conciliar de nuevo el sueño sin su peluche preferido, Harry sacó rápidamente uno de los baúles de los muchachos de su bolsillo y lo agrandó. La suerte lo ayudó y pudo localizar el conejito y el perrito relleno de Matthew. Una vez más acomodando a los muchachos, esta vez abrazando con seguridad sus animales rellenos, Harry encendió una pequeña luz y los hombres salieron en silencio del cuarto.
Asumiendo que el último cuarto en el piso tenía que ser el suyo, abrieron la puerta desde el cuarto de los gemelos y caminaron adentro. Se sorprendieron al encontrar que este cuarto no era un dormitorio propiamente dicho, pues parecía que estaba construido para servir como cuarto de juegos y contenía muchos estantes, mesas de niños y sillas del tamaño correcto solo para niños pequeños. Sacando los baúles de su bolsillo distinguieron los juguetes y Draco los agrandó. Decidiendo que el sueño era mucho mayor que su prioridad por desembalar, Harry y Draco dejaron los baúles en el cuarto y cerraron la puerta.
Yendo de nuevo hacia la escalera, se dirigieron hasta el rellano siguiente. Las escaleras todavía continuaban subiendo, pero Harry estaba esperanzado de que encontrarían un lugar para derrumbarse en este nivel sin tener que subir más escaleras. El segundo rellano rindió dos puertas. La primera no tenía perilla alguna. Poniendo su mano en la puerta, Harry sintió un calor familiar propagándose a través de él. Al quitar la mano, la puerta silenciosamente se deslizó, abriéndose.
Atravesó el dintel y se detuvo tan pronto como consiguió entrar . Draco, que estaba demasiado cansado para prestar atención, tropezó con la espalda del hombre de pelo oscuro.
-Hey, ¿para qué paraste?
Cuando Harry no contestó enseguida, Draco miró furtivamente alrededor de su compañero y vio lo que atraía su atención. El cuarto era innegablemente la habitación más agradable que hubiera visto jamás. Estaba decorado básicamente en negro y oro, con verde bosque y un escarlata profundo usado escasamente. Aunque los otros dormitorios estaban equipados con chimeneas, la de esta habitación era una versión a pequeña escala de la que acababan de ver en la sala común. Alrededor de la chimenea estaban un sofá y dos sillas, pero la atracción central del cuarto era la cama más grande que Draco hubiera visto en toda su vida. La cama estaba tallada en una madera oscura y los postes se extendían hacia arriba hasta el techo arqueado. Consistente con el tema total del apartamento, la cabecera tenía tallado un gran león con una serpiente alrededor de su cuello. El león tenía rubíes embutidos por ojos, mientras que la serpiente tenía esmeraldas.
Las cobijas de la cama eran verde oscuro; tan oscuro, de hecho, que parecían ser negras. Recuperándose de su impresión, los jóvenes caminaron hacia la cama, sus pisadas silenciosas contra la gruesa alfombra. Al mirar de cerca la cama, se observaba que la cobija realmente tenía pequeños bordados de leones y serpientes hechos en lo qué parecía ser un fino hilo de plata y oro. El efecto atontaba.
A este punto, todo lo que Harry quería hacer era lavarse y arrastrarse debajo de las tentadoras mantas.
-¿Dónde piensas que está el cuarto de baño?
Draco sacudió su cabeza mientras que sacaba su propio baúl de los bolsillos y se disponía a agrandarlo a medida que Harry continuaba investigando su dormitorio.
Un momento más tarde, Draco escuchó un grito excitado.
-¡Dray, tienes que ver esto!
Mirando alrededor, Draco notó que Harry ya no parecía estar en el cuarto con él.
-¿León? ¿Dónde estás?
Una cabeza oscura apareció inesperadamente a través de otro arco que apenas era visible al lado de la chimenea.
-Estoy aquí adentro.
Con todas las maravillas que habían visto en el apartamento hasta ahora, Draco no podía evitar sentirse curioso sobre qué había puesto a Harry en tal grado de excitación. Siguiendo hacia donde la cabeza de Harry una vez más había desaparecido, Draco entró en lo qué tenía que ser el cuarto de baño principal. El cuarto de baño era casi dos veces del tamaño del baño de los prefectos. Había un espejo grande en el vestidor, dos lavabos grandes, con los accesorios en oro y un área de ducha en la que podrían caber fácilmente cuatro hombres. La ducha estaba semi-abierta y estaba construida alternando bloques de mármol negro y blanco. Estaba maravillosamente diseñado, pero Draco no conseguía ver lo que tenía a Harry así de excitado.
Adentrándose aún más en el cuarto, escuchó el mismo sonido relajante que habían oído en la sala común. Dando vuelta a la esquina, vio a Harry arrodillado al lado de una piscina de agua que burbujeaba, del tamaño de una piscina grande. La pileta estaba alimentada continuamente por agua dulce proveniente de una segunda cascada. Esta cascada era muy sencilla, en comparación con la elegante belleza de la que esta en la sala común. El agua fluía sobre y alrededor de grandes piedras multicolores de montaña y a través de exuberantes hojas y flores exóticas. Estaban fascinados. La tentación de quitarse la ropa y saltar adentro casi los abrumaba.
-El agua es tan cálida, es casi como si hubiera un manantial caliente subterráneo – comentó Harry ilusionado, pasando su mano a través del agua en movimiento.
Poniéndose de cuclillas al lado de su compañero, Draco cogió suavemente la mano de Harry del agua y llevó sus dedos hasta sus labios. Lamió las gotitas del agua de cada dedo antes de volverle la mano de su pareja.
-León, tendremos un montón de tiempo para gozar de este baño mañana; ha sido un día extremadamente largo.¿Qué te parece si nos vamos a la cama?
La respiración de Harry se aceleró mientras sus yemas eran tan tiernamente atendidas. Sin una palabra, se levantó y ofreció su mano a Draco.
Tomando la mano ofrecida, los dos hicieron su camino nuevamente dentro del dormitorio. Ni uno ni el otro notaron que alguien había amortiguado las luces y abierto la cama, pues tenían solamente ojos el uno para el otro.
Desnudándose rápidamente, los dos hombres tomaron un momento para mirarse apreciativamente. Harry comenzó a hacer un suave ruido en su garganta a la vista de la esbelta forma del rubio, de sus musculosos muslos y de la firme parte inferior.
-¿Estás ronroneando? –jadeó Draco en un suave sonido seductor.
Harry se avalanzó, tirando a Draco con suavidad a la cálida cama. Habían reasumido su relación física apenas hacía unos días y ninguno de los dos hombres parecía tener suficiente del otro. Todavía se descubrían los gustos y las necesidades íntimas; aunque, sólo estar juntos bastaba generalmente para volverse salvajes. Desafortunadamente, compartir una casa con otras tres personas había puesto una restricción en cuánto al tiempo que podían permanecer en la cama sin plantear algunas preguntas de sus hijos o por lo menos una ceja levantada o dos por parte de Nicole.
Todo el proceso del pensamiento se detuvo cuando Harry capturó la boca de Draco en un beso despiadado, saqueando, tomando, poseyendo totalmente. Draco llevó ambas manos hasta la nuca de Harry y las pasó con brusquedad a través de su pelo. Interrumpiendo el beso, apenas fue capaz de jadear.
-¿Pensé que decías que estabas cansado?
Draco atrapó un vislumbre de la cara de Harry, llena de deseo y de necesidad, mientras susurraba.
-Nunca demasiado cansado para esto -antes que su boca una vez más comenzara a hacer cosas deliciosas al cuerpo de Draco. Sabiendo que ni uno ni el otro durarían mucho tiempo a este paso, el rubio alcanzó el lubricante de modo que pudiera comenzar a preparar a su amante de pelo oscuro.
Su mano fue asida antes que pudiera localizar la resbaladiza sustancia.
-No esta vez, mi amor –dijo Harry sin aliento, mientras susurraba su propio hechizo de lubricación. Draco se envaró levemente al sentir el frío del hechizo trabajando sobre él. En el poco tiempo que habían estado juntos, Harry nunca había sido el dominante. Aunque no era sumiso por naturaleza, el rubio sabía que esto era importante para su pareja esta noche en que había estado intentando retomar su vida. Por la primera vez en la existencia del Niño-Que-Vivió, todos los hechos estaban en la mesa y Harry estaba en control.
Con un gemido conforme, Draco aceptó todo lo que Harry tenía que ofrecer, en cuerpo y alma.
* * *
Tarde esa noche, mientras pensaba en los acontecimientos de esa noche, Hermione ni siquiera estaba segura de cómo Ron y ella habían llegado de nuevo a su apartamento cuando la reunión había sido aplazada. Estaba casi segura de que simplemente se habría derrumbado si no hubiera sido por la ayuda de sus cuñados.
La reunión de la Orden se había calentado bastante después de la bomba de Harry. Pero eventualmente, Dumbledore tuvo la oportunidad de explicar las razones detrás de su secreto, y la protección de Harry no había sido la menor de ellas. ¿Quién sabía que le habría hecho el Señor Oscuro si se daba cuenta que la conexión de sangre entre él y el Niño-Que-Vivió? Realmente era horrible pensar qué habría podido suceder si Voldemort hubiera descubierto y utilizado esa información a su ventaja.
Harry había estado siempre tan desesperado por ser parte de una familia, una familia que verdadera lo amara y cuidara de él. Nunca realmente tuvo eso; por lo menos no que él pudiera recordar. Lo que conducía a la pregunta, ¿por qué Harry nunca les dijo lo que él había encontrado en el libro de almas hace tantos años? ¿Por qué continuó guardando el secreto de Dumbledore de su relación con los Weasleys? Si había habido siempre una familia que Harry hubiera podido considerar suya propia, esa era la de Molly y Arthur. Ésa era una pregunta que Hermione vería contestada aunque fuera la última cosa que hiciera.
Esa noche los cuatro hermanos Weasley yla única Weasley por matrimonio se acurrucaron uno contra otro, consolándose y confiando. Estaban decididoa a no decir nada a Molly todavía. Su estado mental era imprevisible y era difícil decir cuál sería exactamente su reacción ante estas noticias.
Hermione sacudió su cabeza tristemente ante esta nueva tragedia. El muchacho que Molly considerara siempre su hijo adoptivo, era de hecho su propio nieto y la mujer probablemente nunca lo sabría. Dios, cómo odiaba esta guerra.
También fue decidido que intentarían reparar la gigantesca sima que se había abierto entre Harry y ellos. Necesitaron hacer esto, no solamente por sí mismos si no también por Harry. Deseaban ser una familia y nadie se pondría entre un Weasley y su familia.
* * *
-Sal de mi camino, Weasley- la voz de Harry era tan fría que hubiera congelado un lago entero.
-Harry, sólo deja de apartarte de mí, diablos......somos familia- gritó Ron a la figura que se alejaba.
Harry se giró y Ron vio una furia como nunca había visto en el rostro del que una vez compartió todo con él. Atrapado en el fuego esmeralda, paralizado e incapaz de moverse, Ron se limitó a quedarse parado mientras Harry soltaba la tormenta que había estado bullendo desenfrenada en sus ojos demasiado brillantes.
-Familia....somos familia- Harry escupió estas palabras, así de enardecido estaba-. Hemos sido muchas cosas en estos años, Weasley, pero familia no es una de ellas. Yo ya tengo una familia; tengo dos maravillosos hijos, un fuerte y amante hombre con quien compartir mi vida, nuestros padrinos, y una leal amiga que ha ayudado a que permanezcamos juntos. Esas personas son mi familia, la única familia que he conocido en realidad- el moreno podía sentir como su corazón golpeaba rápidamente mientras la sangre pulsaba audiblemente en sus oídos-. Ahora, en recuerdo de los pequeños sacrificios que tu madre alguna vez tratara de hacer por la mía, no voy a herirte. Pero te lo estoy advirtiendo, Weasley, mantente.....fuera....de....mi......camino. No quiero verte o escucharte de nuevo. Por lo que a mí concierne, tú y tu esposa no existen.
-Mira, lo lamentamos, estábamos equivocados. Pero no podemos continuar así, Harry. Al menos danos oportunidad de conversar sobre esto. Eventualmente vamos a tener que trabajar juntos, ¿sabes?- Ron hizo una pausa tratando de ver si sus palabras tenían algún efecto sobre el que una vez fuera su mejor amigo-. Dinos que quieres que hagamos y lo haremos. Lo que sea.....cualquier cosa.
Ron estaba frustrado. Sabía que Harry estaría disgustado, pero el hecho de que hubiera regresado Hogwards significaba que estaba listo para avanzar y dejar todo lo que ocurrió en el pasado, ¿no es verdad? En la escuela habían peleado ocasionalmente, como hacían todos los amigos, ninguna tan grave como para que el nombre de Harry saliera en la Copa de Fuego, pero habían compartido unas cuantas. Y cada vez se habían arreglado. Nunca dejaron que nada se interpusiera entre su amistad, no hasta que habían pensado que Harry había cometido los asesinatos, por supuesto.
Harry no contestó, sólo giro sobre sus talones y se encaminó hacia la habitación de Sirius, hacia donde se dirigía antes de este desagradable encuentro. Esa mañana, al levantarse temprano, había dado un vistazo alrededor de las dependencias de los Fundadores. La otra puerta en el segundo pasillo era una pequeña biblioteca, llena con libros de los que Harry nunca había escuchado hablar, todos ellos luciendo extremadamente viejos. Prometiéndose regresar más tarde para averiguar qué conocimiento adicional podría ser establecido de cualquiera de sus extraños libros, Harry continuó la exploración. Subiendo por las escaleras al tercer nivel, encontró un salón de entrenamiento, completado con una arena de duelo y una sala de conferencias. Esta última tenía un amplio ventanal con vista a su primer campo de Quidditch y el bosque prohibido. Regresando hasta la sala común del primer nivel, notó que el vestíbulo conducía a un comedor privado. El resto de las habitaciones vacías también estaban decoradas con tanta opulencia como la habitación que compartió con Draco la noche anterior. Adicionalmente, había una pequeña escalera que bajaba, pero Harry decidió investigar después pues realmente quería encontrar a Sirius y saber qué había pasado en la reunión de la noche anterior luego que Draco y él partieran.
Con lo que no había contado al abandonar su cálida cama y a su sonriente pareja dormido, era con encontrarse a Weasley a tan temprana hora de la mañana. Nunca había sido capaz de levantar su arrepentido trasero de la cama antes de las nueve de la mañana.
-Espera un minuto. ¿Dijiste que Malfoy es tu amante?- gritó Ron, su voz haciendo eco en las paredes de piedra.
Ron supo que había cometido otro error tan pronto como las palabras abandonaron su boca. Y ver como la figura que se retiraba se ponía rígida y lentamente se giraba no hizo más que reforzar su pensamiento.
Antes de saber qué lo golpeaba, Harry lanzó un sólido puñetazo en su estómago. Doblado por el dolor, Ron pensó que escuchó a Harry murmurar en voz baja:
-Nunca, jamás menciones su nombre nuevamente, inútil pedazo de mierda.
Cayendo sobre sus rodillas, Ron ni siquiera reconoció cuando las pisadas se alejaron.
* * *
Sirius rodó sobre la cama atontado y tomó del piso un par de pantalones que los elfos domésticos no habían lavado y planchado todavía, antes de ir a contestar la puerta.
-Al ver a un menos que feliz ahijado, se apartó para permitirle la entrada.
-Viniste temprano y 'radiante', Harry- comentó un cansado Sirius mientras le indicaba que pasara y se sentara-. ¿Lograron acomodarse anoche?
-Sí. Necesito regresar pronto para ayudar a desempacar, pero quería hablar contigo primero, ¿está bien?- preguntó Harry, mirando alrededor del pequeño, pero hermosamente amueblado, apartamento.
-Harry, mi puerta siempre está abierta para ti, siempre. Pude no haber estado para ti en el pasado, pero no habrá absolutamente nada que me mantenga separado de ti o tu familia ahora o en un futuro. Eres todo lo que me queda, así que supongo que tendrás que aguantarme.
Harry se sintió aliviado al escuchar la firme resolución en la voz de Sirius. En California había contemplado la posibilidad de enviar a los niños a algún lugar lejos de la guerra, pero el pensamiento de estar separado de ellos, sin saber qué les estaba pasando, era demasiado. Estaba contando con el apoyo de Sirius para mantener a su familia a salvo.
Sirius abandonó brevemente la habitación para terminar de vestirse mientras Harry hizo sonar la campana para convocar a un elfo doméstico y pedirle un refrigerio matutino. Antes que pudiera colocar la campana de regreso a su lugar, un elfo doméstico se paró a su lado.
-Hola, cual es tu nombre- le preguntó Harry amablemente.
-Twix, señor- replico el elfo amistosamente-. ¿Puedo hacer algo por usted, señor?
-Bien, Twix, lo primero, por favor deja de llamarme señor, mi nombre es Harry. Segundo, ¿me preguntaba si podrías traer algo de té y pastas o lo que sea que hayan preparado para desayunar, por favor?
-Por supuesto, señor Harry. Regresaré en un momento.
Cuando el elfo se preparaba para desaparecer, Harry, sin poderlo evitar, preguntó por su viejo amigo Dobby.
-Disculpa, Twix, antes de que te vayas, ¿podrías decirme si Dobby todavía trabaja aquí?
Una triste expresión cubrió el rostro del elfo.
-Lo lamento, señor Harry, pero Dobby ya no está en Hogwarts-. Lo dejó muchos años atrás cuando algo muy malo le pasó a un viejo amigo suyo. Nadie sabe dónde está ahora, señor.
Entristecido por la pérdida de otro amigo, Harry asintió al elfo, quien con un pequeño 'pop', marchó a buscar el refrigerio.
* * *
Harry se estaba sirviendo su segunda taza de té cuando escuchó a Sirius detrás de él.
-Acerca del tiempo que tardas en arreglarte, juro que tardas más tiempo en estar listo en la mañana que el propio Draco.....- las palabras murieron mientras Harry se giraba, viendo que quien estaba detrás de él no era Sirius sino Remus.
-Harry- susurró Remus a modo de saludo.
-Lupin- replicó Harry tranquilamente. Se hubiera pateado a si mismo; había olvidado que Sirius compartía sus habitaciones con el hombre lobo.
-¿Hey, es el desayuno lo que huelo?- llegó la alegre voz de Sirius desde el baño.
Sin apartar los ojos del lobo, Harry contestó:
-Sí, y si quieres comerlo, sugiero que tú y tu arrepentido trasero vengan aquí.
Remus observó al hermoso joven, quien ahora se parecía a James aún más que antes. Pero fue más que un parecido con su amigo, muerto hace ya tiempo, lo que Remus veía ahora ante él. Era más fuerte de lo que James había sido jamás, simplemente se podía sentir el poder irradiando de su delgado pero bien construido cuerpo. Era una buena cosa lo que Sirius le confiara la noche anterior de que Harry y Draco estaban involucrados en una relación comprometida, pues estaba seguro que Harry causaría conmoción entre las damas y caballeros del castillo por más de una razón.
-Mira, Harry......
-No, ahórratelo, Lupin. No acepto una disculpa más. Al menos no ahora, quizás algún día, quien sabe- suspiró, posando su taza en la mesita de centro. A pesar de lo que pensara sobre esa gente, tendría que trabajar con ellos. Nunca podría volver a confiar en ellos completamente, pero necesitaba que el pasado quedara en el pasado para que su esfuerzo tuviera éxito. No era lo bastante tonto como para creer que tenía la habilidad para derrotar a Voldemort él sólo. Si no estaba dispuesto a ser cortés con Remus y los demás, sería mejor que partiera ahora.
-Sé que tendremos que trabajar juntos y estoy dispuesto a tratar de ser al menos cortés. Es todo lo que puedo ofrecerte por ahora.
-Para ser honesto, aprecio eso, Harry; es más de lo que esperaba después de lo de anoche- Remus estaba aliviado de que algo de la fricción entre ellos hubiera desaparecido, así que fue a servirse algo de desayunar.
-Hey, ¿de qué me perdí?- rió Sirius entrando a la habitación, su cabello todavía húmedo después de la ducha.
Remus sonrió a su mejor amigo.
-Nada, Sirius. Ahora toma algo de desayuno, antes que Harry y yo acabemos con todo.
Luego de que Sirius llenara su plato, Harry trajo la conversación de vuelta a la verdadera razón por la que se había aventurado a visita tan tempranera.
-¿Qué pasó en la Cámara luego que Draco y yo nos fuimos anoche?
-Fue bastante desagradable por un rato- relató Sirius-. Tienes que creernos, Harry, nunca supimos nada de que Lily fuese adoptada y su padre fuera Tom Riddle. Creo que los más impactados fueron los Weasley, al darse cuenta que todo el tiempo has estado relacionado con ellos por la sangre.
-Te creo, Sirius. Nadie podría fingir expresiones en sus rostros como las que vi anoche. ¿Entonces supongo que agité las cosas?
Sirius bufó.
-Diablo, Harry. La mitad de la Orden que no estaba lista para linchar a Dumbledore, clamaba por su renuncia como Fénix.
-¿Renunció?
Harry sabía que aún cuando el hombre merecía sufrir, todavía era muy necesario para atravesar la próxima batalla.
-No, al final se decidió que podía continuar en el puesto. Sin embargo, te puedo garantizar que nadie volverá a confiar en lo que diga. Estaremos en esto juntos y el Consejo estará más involucrado en todas las decisiones de la Orden.
Conviniendo en que ese era el mejor curso de acción por el momento, Harry abandonó la habitación de Remus y Sirius para ir a ayudar a su familia a desempacar y establecerse en su nuevo hogar. No pudo evitar reír entre dientes cuando Sirius le dijo que ni Snape ni él habían informado a la Orden sobre los padres de los niños. Al parecer, Harry todavía tenía algunas sorpresas para el anciano.
* * *
Después de su enfrentamiento con Harry, Ron decidió dar un paseo para intentar liberar parte del disgusto que sentía formarse dentro de él; bueno, más que un paseo era una 'cojera' debido a esa maldita herida que nunca se había curado apropiadamente. No estaba enojado con Harry, en todo caso con la situación y, por supuesto, con Dumbledore. ¿Quien iba a pensar que una persona a quien los Weasley respetaban sobre todos los demás, sacaría de debajo de la manga algo como ocultar la relación de Harry con ellos en secreto? Cuántas cosas habrían sido diferentes de haber sabido que Harry era nieto de su madre. Habría podido crecer con ellos, como un verdadero miembro de la familia. Nunca se hubiera visto obligado a sufrir viviendo con esos despreciables muggles; pero no, nada de eso había pasado por culpa de Albus Dumbledore
El hecho de que Harry definitivamente había cambiado, cruzó su mente cuando iba por su segunda vuelta alrededor de la escuela. Pero diablos, quién no lo haría con todo lo que el hombre había tenido que soportar en su corta vida. Simplemente no era justo, para ninguno de ellos. Ron estaba un poco apagado por el hecho de que Voldemort fuera el abuelo de Harry y además porque aparentemente Harry estaba involucrado en una relación sexual con Malfoy. No estaba seguro de cuál de esos dos males era peor; sabía que si no se ponía en buenos términos con estos hechos, no tendría oportunidad de llegar a tener una relación ni remotamente civilizada con Harry
En conjunto, Ron estaba contento de que Harry hubiera regresado. Incluso si no fueran capaces de recuperar su primera relación, sabía que, de hecho, el moreno haría cualquier cosa para que la guerra resultara un éxito. Incluso si no reconociera a Harry por quien fue, no había equivocación sobre el poder que parecía brotar del joven. Lo había notado la noche anterior y de nuevo en la mañana. Ron estaba bien consciente de que su ex–amigo estaba guardando su ira y sus poderes estrechamente aferrados a su pecho. Sacudió la cabeza arrepentido y sintió una breve punzada de pena por la persona que recibiría todo el poder cuando Harry finalmente decidiera desencadenarlo.
Calmándose lo suficiente como para sentir que finalmente podría lidiar con los eventos que habían sucedido durante las últimas dieciocho horas, se dirigió al Castillo para averiguar cómo estaban su esposa y sus hermanos. Con suerte, juntos podríamos ser capaces de poner en acción el plan que les permitiría reunir nuevamente a la familia Weasley. Toda la familia, incluyendo a Harry y sus hijos, y si Harry insistiera, quizás hasta el cretino de Malfoy. Sacudió la cabeza con incredulidad ante el último pensamiento.
Bueno, sólo si tuvieran que.
Continuará...
Aquí las dejamos un nuevo capítulo, esperamos que las haya gustado.
L@s invitamos a visitar nuestra nueva traducción, It was the Flu y visiten nuestro grupo en estos días pues estamos comenzando a subir un Severus/Harry NC 17, que no podríamos subir por aquí (al día siguiente nos echarían) Besos.
Gala Snape: pero eso es lo bonito del asunto, la complicidad que se ha creado tanto en vuestro caso como en el nuestro. Sabes que puedes subir lo que quieras y cuando quieras. Besitos
Paola: reconocemos que esta vez hemos tardado mucho, ¡pero anterior no! Apenas tardamos 8 días. Nos alegramos mucho que te este gustando y sorprendiendo el fict y esperamos que lo siga haciendo. Besos
Murtilla: lo único que te decimos es que Harry se ablandará con muchos de los traidores pero gracias a la intervención de alguien. Nosotras coincidimos contigo que el más traidor de todos es Dumbledore porque los Weasley tenían motivos muy fuertes. Besos
Mickaelle: muchas gracias por tus halagos, se los daremos a la autora del fict. Sentimos haber tardado casi 3 semanas en actualizar pero como todos tenemos obligaciones y ésta al ser una de las dos que más se tarda en traducir es la que lo paga casi siempre. Besos y gracias por la paciencia.
Snivelly: aunque le han hecho cosas horribles Harry perdonará a muchos pues es al fin y al cabo "el héroe" pero no te preocupes que será por la intervención de alguien y se hará de rogar. Esperamos que sigas con nosotras. Besos
Txiri: ¡hola guapísima! La verdad es que la autora ha planteado muy bien la historia y es una las que tiene ideas más originales de las que hemos leído. Dumbledore ha sido muy inteligente y ha conseguido engañar a todos muy bien. Por cierto, ¿dónde estás que no oímos de ti? Besos
Luzy Snape: vamos a intentar aclararte, Molly es el diminutivo de Margaret y ella primero tuvo a Lily que es hija de Voldie. Luego se caso con Arthur y nacieron los niños Weasley. Esperamos que haya sido suficiente aclaración. Besitos
Noburo Tama: muchas gracias, llegaremos a la autora tu opinión sobre su fict. La verdad es que ha conseguido sacar lo posiblemente peor de muchos que creíamos que no podían ser así. Besos y esperamos que te siga gustando.
Luinwe: Jajaja, ambas la hacemos pero llevamos unos días bastantes complicados. Respecto a la traducciones, tenemos varias nuevas de esa pareja y con lo que le gusta a Ali seguro que nunca faltarán. Besitos
