Pairing: Naruto x Hinata
Frase: "Nunca me perdonaré el haber estado tan ciego"
Hacía varios días que había vuelto de su entrenamiento con Jiraiya, habían sido 3 años completos. Años con sus 365 días, algunos de ellos bastante lejos de Konoha, otros durmiendo las noches y una gran mayoría ansiando horas de sueño. Pero eran esas noches, cuando era capaz de entrenar y no dormir cuando su cabeza pensaba tanto, cuando se repetía una y otra vez la cantinela que lo estaba atormentando.
Pocos días antes de salir de Konoha volvió a declararse con Sakura, le dijo que la quería y era verdad. La quería en ese entonces, demasiado. Pero ella le contestó, bastante calmada, sobre sus sentimientos hacia Sasuke aún cuando este se hubiera ido con Orochimaru. El rubio solo sonrió con aquella sonrisa de "déjame esconderme tras de esto" que siempre ponía y salió de allí, había hecho lo que deseaba… y ahora tendría tiempo de no pensar en Sakura ni en ninguna otra chica… o eso pensaba.
El día de irse se encontró con algo que jamás hubiera pensado, en la puerta estaba Hinata. Hinata Hyuuga aquella muchacha que se desmayaba solo verle, aquella tierna niña de 12 años que se sonrojaba mirándole, que se desmayaba…que tartamudeaba. Ella simplemente se despidió de él completamente roja con un pedido y a la vez un recuerdo;
- Vuelve N…Naruto-kun –había susurrado la hermosa chica de ojos blancos- Vuelve con nosotros…
Días después aquellos ojos empezaron a no írsele de la mente, comenzó a recordarlos noche tras noche. Se amparó en ese recuerdo para no pensar en Sakura, en su continua negación a estar juntos, a su continua espera de Sasuke. En ese nuevo pero conocido mundo el recuerdo de Hinata le sirvió como un salvavidas del que tomarse, del que no soltarse. La Hyuuga había estado a su lado desde que él tenía uso de razón, aún de pequeño cuando todos le daban la espalda aquella niña tímida y callada existía en un rincón de su mente. Ahora estaba en la entrada de Konoha, tres años después de hacerle aquella promesa, tres años después para cumplírsela y para hacerle una nueva promesa.
Había visto a todos, a su sensei Kakashi, a la vieja, a Shikamaru, a Sakura… hasta Temari le había dado la bienvenida. El rubio caminaba por aquellas calles, por suerte aquella compañera que siempre le había dejado solo comenzaba a sonreírle. Había encontrado a Shino y a Kiba con aquel enorme Akamaru que parecía más un caballo que un perro, y justo cuando pensaba preguntarles por Hinata aparecía ella. Tan niña, tan dulce, tan hermosa… No lo había evitado y antes de que se desmayase había tomado su mano y se la llevaba ante los reproches sobre todo de Kiba.
Justo a los pies del lago había parado aquella carrera, volviéndose hacia Hinata y maravillándose de la vista. Sus cabellos alborotados, sus mejillas rojas tanto como sus entreabiertos labios mientras respiraba alterada por aquella carrera. Naruto se sentó, sin dejar de observar aquella hermosa vista; le dio la mano halando de ella para que se sentara a su lado con tal mala pata que ella cayó sobre él. Naruto se sorprendió y rápidamente enlazó sus manos a su fina cintura y ella, a su cuello quedando a escasos centímetros de los labios del otro.
- N…Na…Naruto-kun…
- Hinata… -susurró él mirándola a los ojos- Nunca me perdonaré el haber estado tan ciego.
-¿Nani?
La pregunta de ella quedó suspendida en el aire de aquella nueva Konoha tras de 3 años, suspendida en el aire y colgada en los cálidos labios del Uzumaki quien le había robado aquel beso que ella aguardaba darle. Tan dulce, tan cálido, tan hermosamente plagado de recuerdos y de risas…
Un beso que sería el comienzo, de una vida en común.
