Maldita sea, odio estas peleas tontas…. Aunque esta vez no ha sido una pelea normal, esta vez ha sido el final. Me juré jamás hacer llorar a Hinata y lo incumplí, juré estar con ella para siempre pero no ha podido ser… Maldita sea por siempre las normas de la casa Hyuuga… Con estos pensamientos la encontré, a mi compañera de grupo, a Sakura Haruno pensativa, mirando el horizonte.
Me senté a su lado y ella sonrió levemente preguntándome por que tenía aquella cara. Y se lo conté, el odio con que Hiashi me había echado de su casa, los gritos, las lágrimas de Hinata, el pedido a Neji de que la protegiera siempre. Entonces ella me miró con aquel par de esmeraldas y me sonrió levemente acariciando mis cabellos como si fuera un niño, me empujó a recostarme sobre sus rodillas y sonrió. Desde que Sasuke volvió a Konoha ella y yo comenzamos a llevarnos mejor, como si fuéramos hermanos… la sentía tan cercana a mi que sabía que podía contarle cualquier cosa y que ella haría eso. Acariciarme y sonreír, buscar las mejores palabras que calmaran mi alma y darme un beso en la mejilla para tranquilizarme antes de decirme aquellas palabras;
- Ya sabes que yo estaré siempre aquí contigo, Naruto.
Gracias, Sakura…
