Me tardé demasiado en actualizar u.u Disculpas para los lectores (si es que hay alguno aparte de Hada, a la quien le agradezco infinitamente su review).

Enjoy it! (if you can XD)

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"¡No¡Mal, mal, mal!" –rugió el profesor, gritos dirigidos a la más torpe de sus alumnas.

Adivinaron. Se trata de la protagonista indiscutible de esta historia: Umi Nagawara, quien cada vez hace esfuerzos más grandes para controlarse y no golpear a su profesor de esgrima, quien le ha estado gritando durante todas y cada una de las clases que han tenido, y en las que no ha aprendido aún como agarrar siquiera su espada (de madera, el profesor no les permitiría cargar una real) y blandirla adecuadamente en el aire.

"Gomen Nasai, sensei..."

"�¡No te disculpes, Nagawara¡Concéntrate en hacerlo bien de una maldita vez!" –el maestro parecía bastante molesto.

"Ugh... me trae de encargo" pensó Umi, desconsolada.

El sensei la miró fijamente, con enfado palpable. Sinceramente, creía que aquella chica de pecas sería una buena alumna...

Y lo era, en cierta manera. La mayoría de las chicas que se inscribían en su clase, lo hacían para bajar los kilos que tal vez les sobrasen –o simplemente por su gran atractivo físico.

El profesor no pudo evitar enorgullecerse de esto.

"�¡NAGAWARA!" –bramó de pronto, al ver a su pupila sentada en el suelo del dojo – "¡No creo haberle dado permiso de sentarse!"

"Ugh... Gomen nasai, sensei, demo estoy muy cansada..."

"¡Puf! Baka-deshi... Si no eres capaz de mantener el ritmo de mis clases, entonces no puedes estar en ellas!"

Al instante, la jovencita se encontraba parada de un salto, blandiendo la espada, como siempre, mal...

"¡Baka-deshi! Parece que tendré que enseñarte como hacerlo... ��" -gruñó Hiko cuando la espada se deslizó de las manos de su alumna y cayó estrepitosamente al suelo

"Gomen nasai! Sumimasen!" –dijo Umi, totalmente azorada, mientras recogía su espada, consciente de las miradas que le dirigían los demás alumnos.

El profesor lanzó un suspiro exasperado, pasándose una mano por su cabello azabache. No recordaba haber tenido jamás una alumna con tal grado de torpeza, y sin embargo, tan renuente a dejar de intentarlo.

"Déjame enseñarte" –le dijo, mientras se ponía detrás de su alumna y tomaba sus manos, guiándolas hacia el lugar adecuado. "Primero, a agarrarla. Fíjate bien. Tienes que agarrarla separando las dos manos. La izquierda al último, y la derecha debajo de la empuñadura. El dedo meñique va aquí, a la mitad de..."

Umi se sonrojó inevitablemente, ante la cercanía del hombre.

"Ah... ya, ya lo entiendo" –susurró avergonzada, cuando el profesor se alejó de ella, para supervisar a otros alumnos.

Umi empezó a blandir la espada otra vez, aunque sus músculos parecían gritar de dolor y cansancio cada vez que lo hacía.

"Por lo menos ya aprendí cómo agarrarla" dijo para sí misma.

"Ah, hola Umi-dono.. ¡Oro!" exclamó un chico pelirrojo al esquivar la espada de la jovencita.

"Sumimasen, Kenshin!" se disculpó Nagawara, inclinándose repetidamente.

"Ya veo que estás entrenando con el sensei nn"

"¡Hai!"

"¿Hm? Baka-deshi, qué haces aquí?"

Para sorpresa de Umi, la casi permanente sonrisa de Kenshin se borró y una expresión de mal humor iluminó su cara.

"Sensei, espero que no la esté haciendo trabajar demasiado"

El maestro exhaló profundamente y sonriéndole a su pelirrojo alumno, se marchó, diciendo: "Nagawara, quiero cien golpes más!"

"¿Cien? T-T Hai, sensei..."

Kenshin suspiró profundamente y sacudió su roja cabellera.

"Suerte, Umi-dono"

"Arigatou... T-T La necesitaré"

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"59... T-T 60... �¡Aaaaay! Ya no puedo más! TTOTT" gritó la joven dejándose caer al suelo de madera.

"Nagawara u.ú"

"Hai, sensei"

"Por hoy puedes descansar"

"�¡De verdad?"

"No. Sigue entrenando ��"

"Sensei, que malo es usted..." protestó Umi, mirando a Hiko, que se encontraba sentado bebiendo sake.

"¡Cierra el pico y continúa con tu entrenamiento, baka-deshi"

"Hai... baka-sensei" murmuró Umi, malhumorada.

:vena resalta:

"¿Qué has dicho?"

"¿Yo¡Nada!"

Sin embargo, la cara del color de un jitomate de la alumna, desmentían sus palabras. Hiko se acercó a su pupila y le dio un coscorrón en la cabeza.

POK

"Ay! T-T ¿Por qué me pega?"

"Para que aprendas a respetar a tu maestro!"

"¡Yo no he dicho nada!"

POK

Su cabeza se hizo víctima de un nuevo coscorrón.

"¡Ay! ò.ó �¡Deje de hacer eso!"

¡POCK!

"�¡Yaaaaa!"

Un nuevo golpe se dirigió hacia su cabeza, pero esta vez Umi reaccionó y se hizo a un lado, evitando el coscorrón.

Hiko le sonrió.

"Muy bien, Nagawara. Tus reflejos están mejorando."

Y se marchó, dejando a una confundida joven sobándose la adolorida cabeza.

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Pronto los progresos se hicieron visibles. Aunque Umi regresaba cada día a su casa con terribles dolores de brazos y piernas, y al día siguiente apenas pudiera moverse, se hacía patente que su velocidad y fuerza habían aumentado.

No por eso Hiko había dejado de molestarla. No por maldad o por que profesara alguna especie de odio hacia su joven alumna. Simplemente hallaba muy divertido ver como su cara enrojecía de rabia o vergüenza, o como, cada vez que estallaba, podía entablar una discusión tremendamente acalorada con él.

"Justo como Kenshin no baka" pensó Hiko, tomando un poco de sake, y esbozando una sonrisa colgate al ver como varias jovencitas, al pasar junto a él, se sonrojaban y empezaban a murmurar.

"�¡SENSEEEEEEEIII¡OKAERI MASHTA!" (no se si escribí esto bien. Probablemente no, pero según yo significa "ya estoy aquí")

Claro, lo había olvidado. Había prometido darle clases adicionales a su baka-deshi.

POK

"No hace falta que me pegue... T-T"

"Y no hace falta que grites"

"Sumimasen... u.u"

BONK

"Ya te dije que no te disculpes por todo"

"Hai, sensei... ¡Pero no me pegue! ��"

Hiko sonrió para sus adentros, y le propinó otro coscorrón a su alumna.

"�¡Sensei...!"

"¡Silencio¡Cien golpes!"

"T-T ¿No me va a enseñar ninguna técnica?"

"Aún no eres lo suficientemente fuerte, baka-deshi. Cuando lo seas, quizá te enseñe algo"

La alumna miró fijamente la cara del profesor, y un leve sonrojo tiñó sus mejillas, haciendo desaparecer las pecas y olvidando el enfado que le provocaba la actitud de su sensei, y que al mismo tiempo le agradaba, de alguna extraña manera.

BONK

"¡A trabajar!"

"Hai... T-T" contestó ella rápidamente, blandiendo su espada "¿Por qué es tan malo conmigo?"

"¡Ja¿Crees que eso es todo? Entonces debiste ver como entrené a mi baka-deshi"

"¿Eh?"

"A Kenshin"

"Oh. ¿Cómo fue?"

"Pues..." Hiko se sentó y empezó la historia.