Al fin, AL FIN había conseguido hacer el arroz (solo se había quemado dos veces), logrado socarrar las semillas (de eso se había encargado Hiko después de gritarle lo torpe que era) y mezclar el salmón, la cebolleta y el jengibre.

Se humedeció las manos y tomo el arroz, introduciendo con cuidado la mezcla del revuelto de salmón dando de nuevo la forma de bola.

"Ta-daahh!" exclamó, mirando las perfectas bolas de arroz que había creado.

"Finalmente" gruñó Hiko mientras entraba en la cocina. Tomó una bola de arroz y sin ninguna parsimonia se la metió a la boca.

Cuando se dio cuenta de que Umi lo miraba, dejó de comer.

"Tiene la cara llena de arroz" sonrió ella.

"Bah!" el profesor se pasó una mano violentamente por el rostro. "No vas a comer?"

"S-sí! o.o" se apresuró a tomar una bola de arroz. "Ya tenía hambre n.n"

"Psé! Para cocinarle a tu padre, la verdad es que eres un desastre en la cocina" señaló sus quemaduras.

"N-no! En serio, se cocinar muchas cosas…" tomó aire "Sashimi, sushi, tempura, sakana nabe, sambal asam, sambal chili kecap (n/a: todo esto en verdad existe n.nU), sashimi, miso, soukiyaki, sushi…" según iba hablando, las pinturas de las diferentes comidas desfilaban a su espalda. Hiko tenía una gigantesca gota de sudor en su nuca "tamago yaki, tofu, dashimaki tamago, unagi, yokan—Auch!"

"Ya entendí, Nagawara no baka deshi!"

"Pues yo solo decía… ;;"

El profesor soltó un bufido y se metió otra bola de arroz a la boca.

"Aunque debo de admitir que no están tan mal como esperaba" murmuró, y Umi lo miró con las mejillas encendidas de alegría. Hiko se atragantó. "Pero tampoco es para tanto!" le espetó.

"Me alegro de que le hayan gustado" dijo la joven con timidez. Hiko la miró, y resoplando, se levantó para llevar su plato a la cocina.

"Aaah, no se preocupe, sensei! Yo me encargaré de lav—" se interrumpió ante la mirada severa que le lanzó su profesor. "B-bueno, no creo que pase nada si usted lava nnUu" murmuró nerviosamente y se alejó para seguir recogiendo los platos restantes.

Hiko, mientras tanto, abrió la llave del agua.

No pasó nada.

Gruñó imperceptiblemente y abrió la otra.

No pasó nada.

"¡¿Qué le pasa a esta cosa!"

Le dio un golpecito.

El problema de algunos hombres, es que no saben medir su fuerza.

SPLAAASSHHHH

"ARGHH!" Hiko se cubrió para que el chorro de agua que había salido directo a su cabeza no lo golpeara. "NAGAWARA!" bramó, como si ella tuviera la culpa de que su 'golpecito' hubiera roto la cañería.

La aludida entró como un rayo en la cocina, y miró estupefacta la escena.

"S-s-sensei, pero qué hizo!"

"Yo no hice nada!" gritó Hiko a la defensiva.

Pero Umi ya no lo escuchaba, y trataba desesperadamente de cerrar las llaves del agua.

"Hey, ayudeme ññ!" le gritó enfadada al ver a su maestro observarla sin hacer nada.

"Pero si es tu llave la que se ha roto!" se ofendió Hiko, quien a pesar de todo se acercó a ayudar.

"Sí, pero usted es el que la rompió!"

Seijuuro lanzó un gruñido y pensó en darle un coco a su subordinada, pero pareció pensárselo mejor, pues al final decidió que el problema de cerrar las llaves del agua era mucho más importante. Se le estaba arruinando el cabello!

Cuando al fin las llaves quedaron cerradas, ambos estaban empapados de pies a cabeza, al igual que el suelo, la estufa y… digamos, toda la cocina.

Hiko suspiró y se exprimió el cabello. Sabía que había sido su culpa, pero no pensaba admitirlo.

Su ropa estaba empapada. Se sacudió, y dejó de hacerlo cuando escuchó las carcajadas de su alumna. La miró sorprendido.

"Ja… jajaja! Qu-qué risa! Jajaja!" ella también estaba calada hasta los huesos. Hiko le dirigió una mirada de creciente enfado.

"Qué es tan gracioso? ¬¬"

"E-es s-solo que no p-puedo dejar de reír" confesó, entre los espasmos de risa. "Se vio muy gracioso tratando de de cerrar las llaves"

Umi se esperó un golpe seguro, pero cuando subió la mirada, vio a Hiko pasarse una mano por el cabello mojado. Tenía una ligera sonrisa en los labios.

Sintió que las mejillas la quemaban cuando su penetrante mirada se fijó en ella. El hombre puso una mano amistosa sobre su cabeza, y le dio unas palmaditas. La verdad le dolieron un poco, pero sabía que no lo hacía con mala intención.

"Deshi" dijo con suavidad "Limpiarás todo este desastre"

Umi tardó un momento en reaccionar.

"Q-QUÉEEE! Yo solaaaaaa!"

"Es parte de tu entrenamiento" volvió a darle una palmadita. Y se alejó hacia la sala. A beber sake.

"Hey! Sensei!" Hiko ya no la escuchaba, y Umi sabía que no lo haría. "Mou! Pero si fue su culpa . ! Ni que fuera karate-kid ¬¬" exclamó, mirando el agua que le llegaba a los tobillos. Salió al jardín, a un pequeño cuartucho donde guardaban las herramientas. Tomó una bayeta y se alejó hacia la cocina.

Antes de que pudiera empezar, Hiko asomó la cabeza.