Nota importante: Al final del capítulo hay una escena subida de tono. Si eres susceptible a esas cosas, por favor no leas esto y si lo haces (Nunca hacen caso a las advertencias) ¡No digas que no te lo advertí!
CCS pertenece al grupo CLAMP. Ésta es una historia que hago sin fines de lucro, solo por diversión.
"Normal" – Hablando.
"Cursiva" – Pensando.
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Era una mañana de lunes común y corriente. El joven se despertó a las 5:00 AM sin necesidad del despertador, se levantó y tomó un café para terminar de despertarse, se lavó la cara, se puso una sudadera y una camisilla y salió de su departamento, tomó el elevador y bajó desde el piso 23 del elegante edificio en que vivía y fue a trotar por las calles de Nueva York.
A esas horas de la mañana, la ciudad estaba sola. Hacía un poco de frío, pero él lo calmaba haciendo deporte. Trotó hasta las seis y media. Volvió a su departamento, tomó una ducha de agua fría y salió con sólo una toalla cubriéndole la parte baja de su cuerpo. Cualquier mujer moriría por pasar aunque fuera una noche con él y lo sabía. A sus veintiseis años de edad tenía un cuerpo perfectamente marcado, sus abdominales y sus pectorales definidos y su rostro era deliciosamente pulido, pero lo suficientemente serio para no parecer muy delicado. Sus ojos ámbar denotaban esa inmensa seriedad que mantenía y su cabello marrón alborotado le daba ese toque juvenil que lo hacía ver totalmente irresistible. Era como muchas mujeres lo decían, el hombre perfecto. Se vistió con un traje elegante, pantalón y saco azul oscuro, camisa blanca y una corbata a juego.
A las siete de la mañana, estaba preparando su desayuno y arreglando algunos papeles para introducir en su portafolio. Antes de salir se dio una última mirada en el espejo y trató de arreglar algunos mechones rebeldes sin mucho éxito. Por segunda vez en el día, tomó el elevador y bajó hasta el subterráneo del edificio, donde subió en su auto último modelo color plata y se encaminó hacia su oficina. Después de una media hora de recorrido, llegó a su oficina, piso 24 de un elegante edificio. Estacionó su vehículo y subió.
"Señor Li, muy buenos días" – Le saludó la recepcionista de la sede principal de Li International Business, donde él se desempeñaba como gerente.
"Buenos días, Hillary" – Saludó de manera cortés para después dirigirse a su enorme despacho.
Tomó asiento y abrió su portafolio para sacar los papeles que había introducido en su departamento. Comenzó a revisarlos y a hacer algunas llamadas. Durante toda la mañana se reunió con diferentes representantes de otras empresas para concertar importantes negocios que harían de Li International Business una compañía más sólida. Tuvo un almuerzo de trabajo en uno de los restaurantes más prestigiosos de la ciudad y pudo descansar a eso de las cuatro de la tarde. Salió de su oficina y se dirigió a la cafetería del edificio para refrescarse y fumar un cigarrillo.
"Has tenido un día agitado, amigo" – Le saludó un hombre de cabello café oscuro y ojos del mismo color.
"Y hoy apenas es lunes, Henry" – Le respondió mientras su semblante serio se tornaba aliviado y divertido.
"Y cuéntame, Shaoran, ¿Cómo te fue el fin de semana con tu nueva adquisición?" – Le preguntó Henry mientras le daba unas palmaditas en el hombro en señal de1 complicidad.
El aludido sonrió – "De maravilla" – Respondió mientras en su rostro se dibujaba una sonrisa pícara – "Camille y yo pasamos un fin de semana delicioso" – Comentó para después darle una aspirada a su cigarrillo.
"Oye, veo que es en serio la cosa" – Apuntó el hombre al notar la expresión de su amigo – "¿Por fin conseguiste a alguien que te amarre?" – Preguntó sarcásticamente.
"Camille es una mujer sensacional, amigo" – Dijo a manera de respuesta el ambarino – "Ella tiene algo que me tiene bastante atraído y mientras más dure, mejor"
"Espero que con esta si te vaya bien, Shaoran" – Dijo Henry – "Ahora, te dejo aquí descansando, tengo algunos asuntos legales que resolver en la compañía" – El hombre salió de la cafetería y se encaminó hacia su despacho, a seguir laborando como el encargado de los asuntos legales de Li International Business.
Shaoran tiró su cigarrillo y subió a su oficina. Al llegar encontró en su celular dos llamadas perdidas de su novia Camille, con quien llevaba saliendo dos meses, pero que lo tenía encantado. Rápidamente le devolvió la llamada para acabar de mejorar su tarde.
"¡Hola, amor!" – Exclamó la joven al contestar la llamada.
"Hola Camille, ¿Cómo estás?" – Preguntó el castaño mientras se recostaba en el asiento.
"Bien" – Respondió – "¿Viste mis llamadas?"
"Así es. ¿Sucede algo?" – Preguntó interesado.
"La verdad, si" – Respondió ella – "Quisiera que fuéramos a un bar esta noche" – Le dijo en tono suplicante.
"¿Y eso?" – Preguntó el ambarino confundido – "¿Para qué vamos a ir a un bar hoy lunes, en la noche?"
"Quiero que conozcas a mi mejor amiga" – Le dijo ella – "Es muy importante que la conozcas y te lleves bien con ella, porque es una persona muy importante para mí, nos conocemos desde niñas y me encantaría que te conociera" – Le explicó.
Shaoran, como todo novio complaciente aceptó la invitación – "Esta bien, Camille" – le dijo – "Conoceré a tu mejor amiga, pero sabes que preferiría que pasáramos la noche en mi departamento" – Comentó con tono seductor.
"No seas impaciente, amor" – Le dijo ella pícaramente – "Te prometo que te compensaré después"
Él sonrió – "De acuerdo, espero que sea pronto" – Le dijo seductoramente.
"¿Pasas por mí a las siete y media de la noche?"
"De acuerdo. Hasta entonces" – Dijo él a manera de despedida – "Si sucede algo me llamas, un beso" – y terminó la llamada.
Camille Higgins era una mujer de veinticuatro años de edad que Shaoran había conocido casualmente en un bar un fin de semana que había salido para distraerse un poco del trabajo. La vió sentada esperando un trago, con su cabello rojo corto, muy bien peinado, sus ojos negros maquillados suavemente y su figura bien moldeada, le daban un toque muy atractivo. Esa noche se sentó con ella y pasaron un rato muy agradabe juntos. Se conocieron y sobre todo, se gustaron. Comenzaron a salir y después de un tiempo formalizaron su relación. Pero además de su belleza física, Camille era una mujer inteligente. Era abogada, con especialización en derecho penal y era muy reconocida en su medio, lo cual hacía que su cuenta bancaria estubiera bien constituida. Pero eso a Shaoran no le interesaba.
Él era un hombre de negocios, empresario debido al consorcio de su padre, Hien Li. Su compañía tenía negocios en todo el mundo y era muy reconocida, por lo cual siempre se había topado con mujeres cazafortunas. Pero éste no era el caso. Si de algo estaba seguro, era que Camille lo quería por lo que era y no por el tamaño de su cuenta y eso lo hacía sumamente feliz.
Y ni hablar de su intimidad. Se entendían a la perfección, ambos eran personas muy sensuales y atractivas y la explosividad que tenían en la cama era fiel muestra de aquello. Eran la pareja perfecta, se llevaban de maravilla, tenían gustos muy similares y compartían muchos momentos juntos. Él estaba comenzando a enamorarse de ella a pesar del corto tiempo que llevaban saliendo. Habían pasado el último fin de semana en una cabaña retirada de la ciudad donde habían podido demostrarse todos esos sentimientos que tenían guardados y sin notarlo, habían solidificado más su relación.
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A las seis de la tarde en punto, Shaoran salió de su oficina. Se dirigió hacia su departamento en su vehículo último modelo. Una vez allí se duchó con agua fría, se puso unos jeans sencillos y una camisa blanca que lo hacían ver muy sexy y comió algo ligero. A las siete y media fue por su novia a un departamento no muy lejano.
"Siempre tan puntual" – Le dijo ella a manera de saludo cuando lo vio llegar.
"Y tu siempre tan hermosa" – Le respondió él mientras la observaba. Llevaba un pantalón negro ajustado y una camisa roja de tirantes con un profundo escote, perimitiendo que su novio se deleitara. Shaoran le dio un apasionado beso en los labios – "¿Nos vamos?" – Le preguntó después de que se separaron para tomar aire.
"Si, Vamos. Mi amiga debe estar esperando" – Le dijo mientras lo tomaba de la mano y lo halaba hacia el auto. Se encaminaron entonces, hacia el bar donde conocerían a la mejor amiga de Camille.
Después de unos cuarenta minutos de recorrido, llegaron a un bar muy concurrido, a pesar de ser lunes. Se abrieron paso entre la gente buscando a la tan mensionada joven.
"Jamás pensé que un lunes, este bar podría estar tan lleno" – Pensaba Shaoran mientras notaba como algunas mujeres del lugar le clavaban la mirada y otras brindaban en su honor – "Como siempre" – Pensó sin modestia alguna.
El joven siguió recorriendo el lugar con la mirada. No había nada interesante, amigos charlando, otros desahogando sus penas. Era un bar común y corriente. Hasta que la vio a ella. Estaba sentada en una mesa apartada saboreando lo que parecía ser un trago. Tenía la apariencia de estar buscando a alguien con sus hermosos ojos color esmeralda. Los cabellos castaños, casi rubios, le caían sobre el rostro dándole un toque muy seductor. Llevaba una camiseta de tirantes color negro. Era una mujer simplemente espectacular y deslumbrante. Era perfecta y no habría dudado ni un momento en acercársele de no ser que de su mano estaba agarrada su novia, que aunque hermosa e inteligente, no lo deslumbraba tanto como esa desconocida sentada en aquella mesa y que sin que él lo notara, lo estaba mirando impactada.
"¡Sakura!" – Gritó Camille mientras se acercaba a la mesa donde estaba la mujer que Shaoran había estado observando rato atrás.
"...Camille..." – Respondió la aludida mientras se levantaba de la mesa con su rostro pálido.
El ambarino se acercó siguiendo a su novia, pero no podía quitarle los ojos de encima a aquella mujer que al parecer se llamaba Sakura – "Hola..." – Murmuró.
"Sakura, quiero presentarte a Shaoran Li, mi novio" – Dijo Camille mientras los miraba a ambos – "Shaoran, ella es mi mejor amiga, Sakura Kinomoto"
El joven Li extendió la mano tratando emanar seguridad, aunque por dentro estaba totalmente impactado y deslumbrado con la belleza de la mejor amiga de su novia – "Mucho gusto" – Le dijo mientras le sonreía.
La ojiverde tardó un poco para responder ante el gesto. Estaba totalmente deslumbrada por ese hombre y estaba impactada al saber que era el novio de su mejor amiga – "Mucho gusto, señor Li" – Le dijo entrecortadamente mientras le daba la mano y sentía el ligero contacto entre sus pieles. Era una sensación cálida, hasta que recordó que él era el novio de su mejor amiga.
Rápidamente se soltaron y los tres tomaron asiento – "Llámeme Shaoran, señorita Kinomoto" – Le dijo el ambarino mientras la miraba tiernamente.
La joven sonrió – "Pero entonces usted, llámeme Sakura, Shaoran" – Le dijo mientras lo observaba detenidamente. No se había equivocado, sería el hombre perfecto de no ser el novio de Camille.
La pareja pidió una botella de Wisky y los tres comenzaron a tomar y a relajarse un poco.
"Pero cuéntame Sakura, ¿Cómo está Kevin?" – Preguntó Camille sabiendo que su amiga detestaba el tema.
"Igual que siempre" – Respondió la castaña mientras giraba un poco el vaso de wisky en la mano – "Esta tarde fui a comer con él y de nuevo me tocó pagar la cuenta, como siempre" – Comentó sin ánimo.
La peliroja suspiró – "¿Qué haces con ese inútil?" – Le cuestionó – "Siempre acabas pagando las caras cuentas de los finos restaurantes a los que él te invita... ¿te parece justo, Sakura?"
"No lo sé, sinceramente, no lo sé" – Respondió apesadumbrada mientras los tragos comenzaban a surtir efecto – "Kevin siempre ha sido mi compañía..."
"Disculpe que me entrometa, Sakura, pero si usted en verdad no lo ama, no debería estar con él..." – Comentó Shaoran mirándola fijamente – "Estoy seguro que hay muchos hombres que morirían por estar a su lado..."
Sakura se sonrojó al máximo. Pocas veces en la vida la habían tratado y halagado de esa manera – "Muchas gracias, Shaoran" – Le dijo mientras le regalaba una hermosa sonrisa y después tomaba el último sorbo del vaso.
"Sakura, creo que estás tomando mucho, amiga" – Le dijo Camille al notar el estado en que se encontraba y al verla sirviendo más Wisky.
"No te preocupes, Camille, estoy bien" – Dijo mientras alzaba el vaso en señal de brindis.
Para las once de la noche, Sakura estaba totalmente ebria. Había bebido en grandes cantidades porque el primer hombre que la deslumbraba de esa manera estaba con su mejor amiga. Había bebido porque se sentía sola, porque su novio era un patán que la trataba mal cada vez que quería, había bebido porque en Shaoran Li había encontrado el hombre que había estado buscando durante mucho tiempo y no podía estar con él, por lealtad a Camille.
"Shaoran, ve y lleva a Sakura a casa. Yo me iré en tu auto y mañana antes de ir a mi despacho te lo devolveré. Yo la llevaría a su casa, pero tu vives más cerca de ella y además si se cae o algo, sabes que no tengo mucha fuerza para sostenerla. " – propuso la peliroja al ver que su amiga era incapaz de conducir.
"No es necesario, amiga" – Respondió Sakura – "yo estoy bien. Iré en mi auto" – Dijo mientras se levantaba y se tambaleaba un poco.
"Yo la llevaré, Sakura" – Aseguró el único hombre de la mesa mientras se levantaba y la ayudaba a sostenerse.
La castaña suspiró. Era consciente de que estaba en malas condiciones y no podría llegar a casa. Así que muy a su pesar, aceptó la propuesta – "De acuerdo" – Dijo algo sonrojada al notar la cercanía del cuerpo de Shaoran.
Los tres jóvenes se dirgieron al estacionamiento. Shaoran y Camille se despidieron con un beso apasionado, más por parte de ella que por parte de él, pues estaba concentrado en la mirada de Sakura, quien los observaba muy detenidamente con una inmensa tristeza reflejada en sus ojos. La peliroja tomó las llaves del auto de su novio y Shaoran ayudó a subir a Sakura al auto.
"Mi casa queda por..." – Balbuceó la ojiverde antes de ser detenida por el ambarino.
"Camille me dijo donde queda tu casa" – Le respondió – "Además tu edificio es muy cercano al edificio en que yo vivo"
"De acuerdo. Pero no tenía que haberse molestado así, Shaoran" – Le dijo con la mirada perdida debido a los efectos del alcohol.
"No es una molestia, Sakura" – Respondió él – "No permitiría que le sucediera algo malo"
Ella le dedicó una hermosa sonrisa – "Muchas gracias por ser tan amable conmigo" – Le dijo – "Nunca nadie me había tratado así".
"¿Cómo no ser amable con una mujer tan hermosa como usted?" – Preguntó sin dejando a la joven sin palabras.
El camino se hizo eterno. El silencio que los rondaba era incómodo, Shaoran no sabía si prestarle atención al camino o mirar las bien torneadas piernas de su acompañante, que gracias a la falda de jean que llevaba le permitía deleitarse con tal espectáculo, además esa cálida sonrisa que le había mostrado varias veces esa noche, lo tenía hipnotizado. Sakura estaba demasiado ebria como para emitir palabra alguna, así que decidió quedarse en silencio viendo las solitarias calles de Nueva York. Hasta que finalmente llegaron al edificio. El joven estacionó el auto en el parqueadero y se bajó para poder ayudar a la amiga de su novia a bajar también.
Él abrió la puerta del acompañante y le extendió la mano teniendo cuidado de no lastimarla. Cuando ella bajó del auto, ambos cuerpos quedaron peligrosamente cercanos, mirándose de frente. Podían sentir sus respiraciones agitadas ante la situación en la que estaban, pero les era imposible separarse. La fuerza de atracción entre los dos cuerpos era enorme, parecían estar a punto de besarse hasta que la alarma del auto se activó automáticamente.
"Disculpe Sakura, yo..." – Trató de decir Li para excusarse ante la situación.
"¿Me ayuda a subir a mi departamento?" – Preguntó la joven inocentemente mientras lo tomaba de un brazo para no caerse.
Shaoran se sonrojó levemente. Cosa que no le sucedía desde hacía mucho tiempo – "Por supuesto" – Alcanzó a decir mientras era guíado por ella hasta el living del edificio y luego hasta el departamento.
"Ya estás en casa" – Le dijo él mientras le entregaba las llaves del auto y la cartera – "¿Podría pedir un taxi desde tu teléfono?" – Le preguntó.
"Quédate un rato más, por favor..." – Le pidió ella suplicante con lágrimas en los ojos – "No quiero estar sola, no todavía"
El ambarino asintió con algo de lástima hacia ella. Parecía una mujer muy solitaria. Aceptó la invitación y entró al departamento. Era bastante amplio y muy bien decorado. Se sentó en la sala junto a ella con la luz apagada y la observó detenidamente con el resplandor de la luna que estaba brillando esa noche – "¿Qué le sucede, Sakura?" – Le preguntó interesado.
"Puede hablarme de tu, si no le molesta" – Le dijo ella para tratar de acabar con el poco hielo que había entre ellos.
"Entonces tu también hazlo" – Le dijo él mientras le limpiaba unas cuantas lágrimas que corrían por sus mejillas.
"¿Sabes, Shaoran?" – Comenzó Sakura – "La verdad es que últimamente me siento muy sola" – Comentó con tristeza – "Mi padre vive en una cabaña a seis horas de aquí, mi hermano trabaja en New Jersey y nos vemos muy poco, lo mismo con mis sobrinos, mi novio es un completo patán que me trata como se le da la gana..." – Dijo mientras las lágrimas comenzaban a salir acaudaladamente de sus ojos.
"Yo también soy un hombre solo, Sakura" – Le dijo él – "Mi familia está en Hong Kong y yo estoy aquí por mi cuenta tratando de manejar la sucursal de la empresa familiar en este país... Tengo pocos amigos y trato de ocuparme en mi trabajo, pero la verdad es que cuando estoy con ellos se siente muy agradable" – Confesó algo extrañado con su actitud. Siempre había sido muy reservado en cuanto a su vida, incluso con Camille, pero Sakura... Ella le inspiraba mucha confianza y sabía que podia contar con ella.
"Ya veo..." – Dijo ella mientras subía los pies al sofá y los abrazaba quedando su cabeza recostada en las rodillas.
"Sakura, lo que te dije en el bar es cierto" – Comentó Shaoran – "Si no amas a tu novio, es mejor que no estés con él..." – Le aconsejó tiernamente mientras comenzaba a acariciar el cabello de ella haciendo que se sonrojara.
"Lo sé" – Aceptó ella – "Pero Kevin ha sido mi única compañía durante mucho tiempo, no puedo dejarlo solo después de lo que ha hecho por mí"
"El agradecimiento no es un sentimiento suficiente para estar con alguien, Sakura" – Le dijo mientras su mano comenzaba a acariciar el brazo de la joven.
"No lo sé... No quiero pensar en él ahora" – Dijo mientras miraba al castaño directamente a los ojos.
Sin poder evitarlo, la atracción que se había producido en el estacionamiento volvió a surgir. Los rostros se fueron acercando lentamente y sin vuelta atrás, juntarón sus labios en un apasionado beso. Sakura descruzó sus piernas y se aferró a él con los brazos rodeándolo por el cuello. Shaoran comenzó a tocarle las piernas y con un movimiento brusco hizo que quedara sentada sobre él mirándolo de frente. Se siguieron besando por un largo rato, con pasión, con lujuria, con una mezcla de sentimientos hacia el otro que no podían controlar. El joven pasó las manos por las caderas de la chica y de nuevo, con un movimiento fuerte la giró quedando él encima de ella. La siguió besando y ésta vez sus labios comenzaron a jugar con los de Sakura, moridsqueándolos suavemente, para después comenzar a bajar por su cuello y llegar a sus pechos. Le quitó la camisa de tirantes y el sostén dejando su pecho desnudo, pudiendo contemplar lo grandes y redondos que eran y luego comenzó a devorarlos con locura como si se fuera su vida en ello.
Shaoran Li siempre había sido un hombre controlador de sus acciones, calculaba cada movimiento para nunca dar un paso en falso, pero esa noche, aquella joven que había conocido en el bar, lo tenía loco.
Sakura, por su parte, gemía de placer ante las acciones de Shaoran. Jamás imaginó estar en semejante situación con un hombre que acababa de conocer, pero él la tenía loca, la había impactado desde el primer momento en que lo vió y además, los tragos habían hecho que se despreocupara de todo lo demás. O por lo menos eso creía ella.
"¡Camille!" – Pensó al darse cuenta de lo que estaba haciendo. Súbitamente se tiró hacia atrás haciendo que el ambarino se detuviera en su labor.
"Shaoran, no... No podemos hacer esto..." – Dijo entrecortadamente la ojiverde mientras se ponía el sostén y la camisa – "Camille... Ella es mi amiga..."
Shaoran se levantó y se acomodó un poco – "Tienes razón" – Aceptó con tristeza – "Yo... No sé que me pasó, Sakura... Discúlpame" – Le dijo mientras salía del departamento con rapidez dejando a la joven desconcertada.
Sakura se quedó sentada en el sofá de su sala algo confundida. El efecto del alcohol ya se estaba pasando y estaba empezando a caer en cuenta de sus acciones. Había traicionado a su mejor amiga y eso era algo que nunca se perdonaría. Pero no podía dejar de preguntarse – "¿Qué hubiera sucedido si no me hubiese detenido?" – Pensaba preocupada al notar la magnitud de la atracción que Shaoran Li ejercía sobre ella.
Continuará...
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NOTAS DE LA AUTORA:
Disculpen la demora, pero cumplí años la semana pasada y estuve festejando, además estoy haciendo las compras navideñas y eso quita mucho tiempo... Hablando del fic, no le he cambiado el rating, porque no creo que vayan a suceder muchas más escenas como ésta, si cambio de opinión se los haré saber... Y hablando de subido de tono... ¿qué les pareció la parte fuerte? Espero me respondan con sus reviews. Ya saben que siempre me animan a escribir. Mis agradecimientos especiales a:
Yelitza, Sonylee, Ying Fa Satine Li, Sakurita14, Little butterfly18, Denis.
Espero los reviews de todos ustedes y también de los que leen y no se animan a dejar un comentario...
Saludos,
Lunita Kinomoto.
