CCS y sus personajes pertenecen al grupo CLAMP. Esta es una historia que hago sin fines de lucro, solo por diversión. Si no te gusta el lemon es mejor que te abstengas de leer esto. Si lo haces, no me demandes. ¡Porque ya te lo advertí!
"Normal" – Hablando.
"Cursiva" – Pensando.
Bienvenidos al primer capítulo de este fic desde que lo puse en rating M. Espero les guste y aprecien las escenas que verán aquí.
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Viernes en la tarde. Un día maravilloso. Después de una extraña semana, Sakura salía esa misma noche a vacaciones. Y se las merecía. Desde el lunes en la noche no dejaba de pensar en aquel ambarino que le producía extrañas sensaciones cada vez que le veía. Y no podía dejar de sentirse culpable al saber que el hombre que había puesto su vida de cabeza, era ese mismo del cual su mejor amiga estaba profundamente enamorada.
"Parece que te estás volviendo adicta a la nicotina, amiga" – Le saludó Kim mientras notaba el cigarrillo que sostenía su amiga en la mano.
"Mucho trabajo" – Respondió Sakura mientras seguía concentrada en la pantalla de su computadora.
"Te traigo la libreta de vacaciones. Fírmala y oficialmente estarás un mes por fuera de la compañía" – Le indicó la morena mientras le entregaba dicha libreta.
La ojiverde tomó un lapicero y firmó sin ánimo alguno. Se la devolvió a su amiga y siguió dándole los toques finales a los balances que tenía que entregar antes de irse – "Espero que todo salga bien mientras yo no estoy" – Comentó con un aire de preocupación.
"Todo estará bien" – Respondió Kim – "Pero me preocupas tú. Has perdido peso y estás viviendo con café y cigarrillos ¿Estás bien?"
"Ya te lo dije. He tenido mucho trabajo últimamente" – Le repitió Sakura mientras esperaba a que sus informes se imprimieran.
"Como quieras. Ya sabes que si necesitas algo estaré aquí para ayudarte, Sakura" – Le ofreció Kim para después salir de su oficina.
La menor de los Kinomoto suspiró pesadamente. Si entregaba esos balances a su jefe, saldría a vacaciones y podría irse de la ciudad por un mes entero. Necesitaba organizar sus ideas. Si no lo hacía pronto enloquecería. Además quería alejarse de Camille y su novio por un tiempo. Tenía que hacerlo. Se levantó, tomó los balances y salió de su oficina con dirección a la de su jefe. Le entregó todos los papeles y se despidió. Regresó para tomar sus cosas y salió del edificio.
Eran las cinco de la tarde y la ciudad estaba llena de gente. Condujo con cuidado hasta su departamento y una vez allí se dio un baño caliente para quitarse todo el cansancio. Salió y se preparó algo de comer. Lo que su amiga le había dicho era verdad. Estaba viviendo de café y cigarrillos y en una semana había perdido más peso que lo que hubiera perdido en un mes en el gimnasio. Se disponía a ver una película cuando el teléfono sonó.
Sakura se levantó de la cama perezosamente. Tomó el teléfono y contestó – "¿Hola?"
"Hola amor" – Le saludó una voz masculina al otro lado de la línea.
"Kevin. ¿Qué quieres?" – Preguntó impaciente – "Te he dicho que no me llames. No tienes ningún motivo para llamarme"
"Quiero que salgamos hoy. Necesito verte. Me haces mucha falta" – Le dijo él en un tono seductor.
"Pero tú no me haces falta, Kevin" – Respondió Sakura tajante.
"¿Cómo puedes ser tan dura conmigo?" – Le preguntó en tono suplicante – "Fui a visitarte y le ordenaste al portero que no me dejara subir"
"Kevin, no seas descarado" – Le reprochó la ojiverde – "Te encuentro en compañía de otra mujer, me entero de que tus cuentas bancarias están canceladas, que estás lleno de deúdas y que pretendes que yo te las pague y ¿Aún así me llamas?"
"Sakura no seas tan dura conmigo" – Le pidió Kevin – "Yo te amo"
"¿Me amas?" – Preguntó Sakura indignada – "Tú no me amas, Kevin. No seas cínico" – Le dijo para después colgar el teléfono.
En los últimos días Kevin no había parado de llamar. Fingía arrepentimiento, pero la hija de Fujitaka sabía que todo eran mentiras. No podía creerle después de lo que él había hecho. Se había enamorado de él, pero había salido engañada y había sufrido mucho. No era justo. No estaba dispuesta a perdonarlo, tal vez nunca lo haría. Pero esa semana sus pensamientos sólo estaban dirigidos hacia cierto ambarino que no podía sacar de su mente. También estaban dirigidos a su amiga y al sentimento de culpa que tenía por estarse comportando de la peor manera.
"Nadie me ama. De eso estoy segura" – Pensaba Sakura mientras se disponía a regresar a su habitación. Hasta que el teléfono volvió a sonar.
"¡Te dije que no me volvieras a llamar, Kevin!" – Gritó la joven cuando contestó el teléfono.
"¿Sakura?" – Preguntó Camille una vez que escuchó el grito de su amiga – "No soy Kevin"
"Camille... Disculpa... Yo..." – Balbuceó la ojiverde – "Pensé que era él"
"Descuida" – Respondió la amiga – "¿Qué vas a hacer hoy en la noche?"
Sakura se estremeció. Sabía que su amiga estaba tramando algún tipo de salida. Pero lo que menos quería ella era ver a Shaoran – "¿Por qué?" – Preguntó.
"Para que vayamos al teatro. Shaoran, tú y yo" – Le propuso.
"Camille la verdad he tenido una semana muy ocupada. Estoy cansada y mañana tengo muchas cosas que hacer" – Trató de excusarse.
"Amiga, estarás en vacaciones por el próximo mes. Además Shaoran y yo saldremos el domingo para florida y quisiera verte antes de eso" – Le dijo ella suplicante.
"Camille... No estoy de ánimo..." – Trató de decir Sakura.
"Por favor, amiga... Anteriormente, cuando te invitaba a salir, nunca me decías que no..." – Le reprochó.
Sakura guardó silencio. Estaba siendo muy evidente con su amiga. Camille tenía razón – "De acuerdo" – Dijo después de unos minutos.
"Perfecto. Shaoran pasará a recogerte en una hora. Y después vendrán por mí" – Dicho esto, camille colgó el teléfono.
La joven palideció. Shaoran iría por ella y tendrían que recorrer el trayecto hasta el departamento de Camille solos. Fue hacia su armario y tomó un hermoso vestido color champaña, de tirantes y con algunos brillantes adornándolo. Se arregló lo mejor que pudo. Recogió su cabello y lo organizó de una manera que la hacía ver simplemente espectacular. Se maquilló un poco y para cuando Shaoran fue a recogerla, estaba lista.
Shaoran no estaba muy feliz que digamos. Había cedido a recoger a Sakura en su departamento sólo por complacer a su novia, pero no quería verla. Sabía que el sólo escuchar su voz lo enloquecería. Como todo en ella. Se vistió elgantemente, tal y como la ocación lo ameritaba. Condujo hasta el departamento de la amiga de su novia pensativo. Trataría de hablar lo menos posible con Sakura y recorrer tranquilamente el trayecto hasta el departamento de Camille. Estacionó su auto en frente del elegante edificio donde vivía la joven Kinomoto. Se bajó y encendió un cigarro. Unos segundos después, por la puerta del living, apareció Sakura. Estaba bellísima. Ese vestido champaña que llevaba la hacía ver radiante y muy sensual.
"¿Llegaste hace mucho?" – Fue lo primero que preguntó la menor de los Kinomoto al acercarse al vehículo.
"Acabé de llegar" – Le contestó él mientras la miraba embelesado – "Estás bellísima" – Le dijo.
La joven se sonrojó al máximo – "Gracias" – Dijo tímidamente – "Tú no te quedas atrás" – Comentó mientras lo miraba detalladamente. Llevaba un smoking impecable, que lo hacía lucir muy bien y su cabello ligeramente revolcado que le daba ese toque sexy y masculino que tanto atraía a Sakura.
Ambos se quedaron mirándose por unos instantes. No daban crédito a la atracción que entre ellos existía y que con el paso de los días se hacía más grande.
"¿Nos vamos?" – Preguntó Sakura tratando de terminar con esa situación.
"De acuerdo" – Respondió Shaoran mientras haciendo gala de su cortesía le abría la puerta del auto y la ayudaba a acomodarse. Dio la vuelta y abordó el vehículo.
El trayecto hasta la casa de Camille fue largo y silencioso. La tensión que se producía entre ellos crecía a cada minuto. Y el deseo se estaba haciendo incontrolable. Las miradas lujuriosas que Shaoran le daba a Sakura no pasaban desapercibidas por ella. Y aunque le costara aceptarlo, a la ojiverde le encantaba saber que no era ella sóla la que sentía una atracción tan incontenible.
Llegaron al departamento de la joven Higgins y se quedaron estacionados al frente del edificio por un largo rato – "no me canso de decirte que te ves hermosa, Sakura" – Comentó Shaoran.
"Gracias" – Respondió ella mientras evitaba su mirada – "¿No crees que sería mejor si llamaras a Camille le avisaras que estamos aquí?" – Le propuso para salir de la situación.
"Tienes razón" – Respondió él al darse cuenta que su actitud no era la correcta. Rápidamente tomó su celular y marcó el número de su novia, le avisó que la estaban esperando y encendió un cigarro.
"¿Quieres uno?" – Le preguntó Shaoran a Sakura.
"Lo necesito" – Respondió ella mientras tomaba el cigarro que su acompañante le ofrecía y lo encendía.
Camille bajó rápidamente al living y se encontró con su novio y con su amiga – "Buenas noches" – Dijo amablemente mientras besaba a Shaoran en los labios.
"Hola" – Respondió Sakura sin ánimo alguno – "Llegaremos tarde" – Dijo mientras se dirigía al vehículo y subía por la puerta trasera.
"Tiene razón" – Le apoyó Shaoran mientras ayudaba a su novia a acomodarse en el auto y la observaba detenidamente. Llevaba un hermoso vestido negro sin mangas, ceñido al cuerpo, resaltando sus prominentes curvas. Su cabello rojo lo traía debidamente recogido haciendo más visibles las finas facciones de su rostro. Era hermosa. Y Shaoran lo sabía.
El trayecto hasta el teatro también fue silencioso. Por el espejo retrovisor Shaoran le daba algunas miradas a Sakura quien las esquivaba mirando por la ventana. Camille acariciaba suave y seductoramente las piernas de su novio, sin saber que en la silla trasera su mejor amiga se mordía un labio para evitar morir de la rabia que ese espéctaculo le brindaban los de las sillas delanteras.
Llegaron al teatro y se acomodaron en un tranquilo balcón. Camille observaba atentamente la obra que presentaban mientras Sakura estaba sumida en sus pensamientos y Shaoran la contemplaba fijamente. En el receso, Higgins y Kinomoto se dirigieron al tocador como todo buen par de amigas.
"¿Verdad que es hermoso?" – Preguntó Camille mientras se retocaba el maquillaje.
"¿Hermoso?" – Preguntó Sakura sin entender una palabra de lo que su amiga decía.
"Si, hermoso" – Afirmó ella – "Shaoran..."
"¡Ah, eso!... Como quieras..." – Respondió la ojiverde sin darle mucha importancia.
"¿Sabes? Creo que la otra semana en Florida, Shaoran me propondrá matrimonio" – Comentó Camille con un brillo de emoción en sus oscuros ojos.
El rostro de Sakura perdió todo el color que tenía – "¡¿Matrimonio!" – Preguntó incrédula – "Llevan poco tiempo saliendo".
"Si, lo sé. Pero nos amamos y muchas veces hemos hablado de pasar la vida juntos..."
"La vida juntos..." – Repitió la hija de Fujitaka mecánicamente – "Si es así, espero que les vaya bien" – Dijo tristemente.
"Espero que me proponga matrimonio, porque la verdad a mí me encantaría pasar el resto de mis días a su lado" – Comentó Camille.
"Veo que estás muy enamorada..." – Murmuró Sakura más para sí que para su amiga.
"Nunca había sentido esto por alguien. Shaoran me hace sentir muy especial" – Apuntó la joven.
Esas palabras le cayeron como un balde de agua helada a la joven Kinomoto. Sin habérselo propuesto, se estaba involucrando con el novio de su mejor amiga y si las cosas seguían así acabaría destruyendo su relación. ¿Pero cómo resistirse a ese hombre tan sexy y varonil? Le era totalmente imposible. Siempre se proponía terminar con ese 'Coqueteo' que había entre ellos, pero no era capaz de resistirse a esos tentadores labios masculinos. Súbitamente salió del tocador y llegó al balcón en el que estaban ubicados – "¿Podrías darme un cigarro?" – Le preguntó a Shaoran.
"Claro. ¿Sucede algo?" – Preguntó al notar el pálido semblante de la joven.
"Nada. No me sucede nada" – Respondió ella mientras encendía el cigarro. Lo aspiró fuertemente y cerró los ojos para evitar encontrarse con esa irresistible mirada ámbar.
"¿Sakura? ¿Sucede algo?" – Preguntó Camille al ingresar al lugar – "¿Por qué te fuiste del tocador?"
"No sucede nada, Camille" – respondió la castaña mientras esperaba impaciente a que la función continuara.
"Pero..." – Trató de decir Camille pero la música que indicaba que la obra se reanudaría la interrumpió.
La obra terminó a las doce de la noche. Sakura se levantó aliviada y recogió sus cosas – "Muchas gracias por la invitación. Espero que les vaya muy bien en Florida. Nos vemos después" – Dijo mientras se disponía a salir del teatro.
"¡Espera!" – Exclamó Camille – "Shaoran y yo te llevaremos a casa" – Le ofreció.
"No es necesario. Tomaré un taxi" – Dijo tratando de evitar que algunas lágrimas salieran de sus ojos.
"Está muy tarde como para que te vayas en un taxi sola" – Le dijo Shaoran – "nosotros te llevaremos".
"No se preocupen. Puedo cuidarme sola" – Les dijo mientras bajaba las escaleras de la edificación y se subía a un taxi con dirección a su casa dejando a Shaoran y a Camille sorprendidos.
"¿Qué le sucede a Sakura?" – Preguntó Camille algo sorprendida ante la actitud de su amiga.
"Tal vez está cansada. Eso es todo" – Dijo Shaoran disimulando su precupación – "Vamos, te llevaré a casa" – Le dijo mientras le ofrecía su brazo.
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Sentir que el mundo se detiene cada vez que ese hombre te mira, sentir tu estómago estallar con su sola presencia, sentir rabia y frustración incontenibles cada vez que lo ves con otra persona, son solo señales de que el sentimiento que tienes por él es amor puro. Eso le pasaba a Sakura Kinomoto. La diferencia es que el hombre por el que ella sufría era el novio de su mejor amiga, haciendo la situación más insoportable.
Llegó a su departamento y se tumbó en el sofá sin encender las luces. Todas las lágrimas que había contenido durante las últimas horas, estaban saliendo sin piedad. Se sentía culpable y miserable. Ella debía estar feliz por su amiga, pero no lo estaba. Y quería estarlo, pero su corazón no se lo permitía. Se había enamorado de Shaoran en muy poco tiempo y ahora ella estaba pagando las consecuencias con todo el dolor que sentía. Se pasó las manos por la cabeza y posó su mirada en el techo tratando de encontrar allí un poco de consuelo para su sufrimiento. Se quedó estática tratando de poner su mente en blanco cuando el timbre del departamento sonó. Se levantó maldiciendo a los diseñadores del edificio por no poner rejillas en las puertas de los departamentos. Cuidadosamente abrió tratando de ver quien estaba allí.
"Hola" – Susurró Shaoran al ver que le abrían la puerta.
"¿Qué haces aquí?" – Preguntó Sakura mientras abría la puerta completamente para que él pasara.
"Necesitaba verte" – Respondió él mientras tomaba asiento en el sofá donde había estado Sakura unos minutos atrás.
"Nosotros no podemos vernos más, Shaoran" – Le dijo la ojiverde mientras se sentaba junto a él.
"¿Qué sucedió hoy en el teatro?" – Preguntó el ambarino interesado.
"No sucedió nada especial" – Respondió ella tajante.
"Dime la verdad" – Pidió él calmadamente – "¿Qué te dijo Camille para ponerte así?"
"¿Vas a proponerle matrimonio en Florida?" – Preguntó Sakura tratando de disipar todas sus dudas.
"Era eso..." – Dijo el castaño al notar el motivo de las lágrimas de la joven.
"Respóndeme" – Pidió la menor de los Kinomoto – "Sólo respóndeme esa pregunta..."
"Hace una semana, si. Pero ahora no lo sé" – Respondió él con honestidad – "Camille es una mujer muy importante para mí. En ella he encontrado todo el cariño y el amor sincero que he buscado durante muchos años, Sakura... Jamás pensé que lo que siento por ella se fuera a ver tan afectado al conocerte... No sé que me haces, pero no puedo dejar de pensar en ti ni un segundo. Cuando estoy en la oficina, en casa, cuando estoy con ella... ¡Me estoy volviendo loco, Sakura!" – Exclamó mientras se avalanzaba sobre ella y la besaba salvajemente.
La mente de la joven le indicaba que no respondiera ninguno de esos besos, pero su corazón... Su corazón le decía que se dejara llevar, que le respondiera cada uno de sus besos con más intensidad, que satisfaciera su deseo. Rodeó el cuello del joven con sus brazos y comenzó a devolverle los besos con mucha más pasión y devoción. Sin dificultad le quitó la ropa y dejó que él le quitara el vestido que llevaba. Se levantaron dificultosamente y sin dejar de besarse fueron directo a la habitación donde se tumbaron en la acolchada cama, él encima de ella y se siguieron besando y acariciando por largo rato. Shaoran le quitó toda la ropa íntima que Sakura llevaba y la observó detenidamente unos segundos. Después pasó su lengua por los pechos de la joven haciendo que ella gimiera y se estremeciera de placer. Luego volvió a sus labios tratando de devorarlos con sus apasionados besos y acto seguido llegó hasta el lóbulo de la oreja de ella mientras con sus manos acariciaba sus grandes pechos.
Sakura se deshizo de la ropa interior de Shaoran y lo hizo voltear quedando ella encima de él. Le besó desesperadamente el pecho, bajando por su abdomen y llegando a aquella parte íntima que tanto había estado buscando. Jugó con él un poco y después lo introdujo en su boca causando que el ambarino se estremeciera y gimiera de la excitación que aquella joven le producía y le agarrara la cabeza con sus manos presionándola contra él. Unos minutos después Shaoran estaba de nuevo encima de Sakura. La besaba apasionadamente mientras trataba de acomodarse un poco. La joven lo abrazó con las piernas y suavemente hizo que él entrara en ella. Se miraron unos segundos con sus miradas nubladas por el deseo. Después la penetró suavemente mientras sus cuerpos se acostumbraban a estar unidos y después comenzó con fuertes embestidas haciendo que sus cuerpos se llenaran de sensaciones que jamás habían experimentado. Dieron vueltas por la cama disfrutando el uno de la otra y viceversa, haciendo realidad su incontenible deseo. Después de unos minutos llegaron al tan anhelado clímax, sintiéndose felices y satisfechos, de haber compartido un momento tan especial como ese. Finalmente, se quedaron dormidos, ella reposando sobre el pecho de él y rodeándolo con un brazo. Ambos tenían una sonrisa en el rostro.
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Después de una placentera noche, Sakura abrió sus ojos de golpe y se encontró con el cuerpo de Shaoran – "fue real..." – Pensó mientras se levantaba cautelosamente y buscaba una bata para cubrirse. Se encaminó hacia la cocina y preparó un delicioso desayuno. Cuando estaba a punto de llevarlo a la cama, el sonido de un celular la interrumpió. Buscó en los bolsillos del saco de Shaoran y al ver en el identificador, vió que era Camille quien llamaba. Rápidamente corrió hasta la habitación y despertó a Shaoran de golpe.
"¿Qué sucede...?" – Preguntó él un tanto adormilado y sorprendido ante el apuro de Sakura.
"¡Es Camille!" – Exclamó la ojiverde mientras le señalaba el celular.
El joven tomó el aparato y contestó la llamada – "¿Hola?"
"Hola amor" – Saludó Camille amablemente – "¿Dónde estás?"
"Estoy... estoy en mi departamento..." – Dijo entrecortadamente.
"¿Olvidaste que íbamos a salir temprano?" – Preguntó la joven – "Quedaste de recogerme a las nueve y son las diez"
"¡¿Las diez!" – Exclamó el ambarino alarmado – "Disculpa... Anoche estuve ocupado... Trabajando..." – Se disculpó mientras miraba tiernamente a Sakura quien sólo atinó a agachar su cabeza.
"Arréglate y vienes por mí a las once ¿Te parece?" – Propuso Camille despreocupadamente.
"De acuerdo. Allí estaré. Nos vemos" – Dijo para después colgar el teléfono y mirar a Sakura con pesar – "Tengo que irme" – Le dijo mientras se levantaba y buscaba su ropa por todo el departamento.
"Pero... Preparé el desayuno..." – Comentó ella descepcionada.
"Discúlpame. Hoy debo salir con Camille a comprar lo necesario para el viaje a Florida" – Dijo él mientras se acomodaba la ropa.
"Entiendo" – Dijo Sakura tristemente – "Entonces, nos vemos".
Shaoran le dio un corto beso en los labios que no fue correspondido. Le sonrió tiernamente y salió del departamento dejándola sola. La castaña se recostó contra una pared y las lágrimas comenzaron a rodar libremente por sus mejillas. No podía engañarse, sabía que esa relación no podría ser jamás y sabía que mientras más se ilusionara, peor iba a ser el golpe. Había pasado la noche con él y había sido un terrible error que no podría volver a cometer. Se encaminó hacia la cocina y tiró a la basura la comida que había preparado. Después salió al balcón que tenía una preciosa vista a la ciudad y encendió un cigarrillo. No podía dejar de llorar. Se había enamorado del hombre equivocado y no podía dejar que sus sentimientos le jugaran una mala pasada. No de nuevo. Pareciera que su vida sentimental no tenía arreglo. Se enamoró de Kevin y con tres años de relación lo único que hizo fue sufrir. Se enamoró de Shaoran Li y no podía estar con él. Ni aunque él cortara con Camille. No sería justo con su amiga.
Entró de nuevo al departamento y recogió su ropa y sus cosas. Se bañó rápidamente y salió de compras. Tenía que prepar todo. Viajaría a la cabaña de su padre ese mismo día apenas estuviera lista. Tenía que irse. No podía quedarse en esa ciudad un segundo más. Tenía que despejar su mente y la mejor manera era irse de la ciudad y pasar un tiempo con su familia. No se podía dejar destrozar, no ahora que se había liberado de Kevin y que estaba dispuesta a comenzar una nueva vida sin él. Una nueva vida dejando atrás esa desastrosa semana que había tenido.
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Shaoran salió de la casa de Sakura muy aturdido. No sabía qué estaba haciendo. Subió al auto y condujo con dirección a su casa. Una vez allí, tomó una ducha rápida, se vistió con unos jeans y una camisa de manga corta gris y salió a recoger a Camille. Estaba muy pensativo. Esa joven esmeralda lo estaba volviendo loco. A tal punto que había pasado la noche con ella en un impulso. ¡Él siempre estaba en control de todas las situaciones! ¡No se dejaba manejar por un estúpido impulso! ¡La había besado como si fuera su novia antes de irse!
"Hola amor" – Saludó Camille una vez que abordó el vehículo sacando a su novio de sus pensamientos.
"Hola" – Dijo él sin ánimo.
"Vamos al centro comercial ¿Te parece?" – Propuso la peliroja sin notar la poca atención que su novio le prestaba.
"Claro" – Respondió el ambarino mientras encendía el auto y conducía hasta el lugar.
"¿En qué estabas trabajando anoche hasta tan tarde?" – Preguntó Camille durante el camino.
"¿Ah?... Trabajando en... en... trabajando en contratación de personal..." – Balbuceó a manera de respuesta.
"¿Personal? Pero... Si en tu compañía hay jefe de personal..." – Comentó la joven dubitativa.
Shaoran tosió para disimular su incomodidad – "Sí, por supuesto. Pero yo... yo tengo que supervisar todo y más ahora que viajaré por una semana..."
"Viajaremos" – Le corrigió ella mientras le dedicaba una amable sonrisa.
"Viajaremos" – Repitió él con pesar.
La pareja llegó al centro comercial. Por ser sabado al medio día, había mucha gente de compras. Todos preparaban las vacaciones. Recorrieron el sitio mientras Camille compraba trajes de baño, pequeñas faldas y camisas. Pronto comenzaría el invierno y ella aprovecharía los últimos días de sol en Florida. Pasaron por una joyería y Camille se detuvo.
"¿Qué sucede?" – Preguntó Shaoran al notar la atención que su novia le prestaba al almacén.
"Estos anillos... Están preciosos" – Comentó ella emocionada al observar dos argollas doradas de matrimonio.
"Camille yo..." – Trató de decir el ambarino.
"Escucha Shaoran: Ya hemos hablado de esto muchas veces, yo esperaba que me lo propusieras en Florida pero..."
"Pero... ¿Me estás hablando de matrimonio?" – Preguntó Shaoran incrédulo ante lo que oía.
"Entremos" – Propuso ella – "Solo quiero mirar las argollas más de cerca".
"Camille..."
"Por favor..." – Le dijo la joven suplicante.
El joven Li asintió con la cabeza de mala gana. Entraron a la joyería y dejó que su novia le echara un vistazo a los anillos. Nada perdería con eso. Aceptó incluso a medirse una con tal de salir pronto de ahí. Oía vagamente como su novia mensionaba todo sobre cómo se verían en sus dedos, como combinarían con todo y demás comentarios. Pero su mirada estaba perdida la entrada del almacén. Allí estaba una joven de hermosa mirada verde mirándolos impactada. Ella había visto todo.
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NOTAS DE LA AUTORA:
¿Qué les pareció? Espero que les haya gustado tanto como a mí me gustó escribirlo. Disculpen la demora pero tuve que pulir mucho las partes lemon. Espero me dejen sus comentarios para saber si lo hice bien o mal. Me imagino que deben estar pensando que Sakura es una cualquiera o algo así, pero no. Ella se enamoró y aunque no lo crean, él también y se entregaron el uno al otro (que cursi... :D) De todas maneras, ella se siente culpable. Les cuento también que esta historia tomará un giro dramático en algún momento. Espero estén tan enganchados como yo.
Muchas gracias por decirme el apellido de Darien, es extraño, porque SM es una de mis series favoritas, pero no recordaba el apellido. Para los que estén confundidos, no se preocupen, no voy a hacer un Crossover o algo parecido, es solo que estoy pensando en publicar este fic TAMBIÉN en Sailor Moon, por ahora es solo una idea, tal vez lo haga, tal vez no. Quien sabe. Otra cosa: Me imagino que se dieron cuenta de que cambié el título del fic, espero les haya gustado, porque con "Antes y después de..." No estaba muy convencida, no sé en que estaba pensando cuando le puse ese título.
Como siempre, Muchas gracias a:
Little-butterfly18, Saku Mei, Sakura Ika, darthmocy, denis, Sonylee, Sakurita14, Vicky Kou.
Espero me dejen sus comentarios para este capítulo y también todos los que leen y no se animan a dejar un review. Son muy importantes para mí.Saludos,
Lunita Kinomoto.
PD: Disculpen la nota de autora tan larga. XD
