Hola amigos, soy Yuzu Araki
Una vez más les traigo otro one shot para Madoka Mágica, una vez más será otro Madohomu pero será un post-serie, exactamente en estos días de festividades previas a la Navidad. Mientras me ponía a escribir este fic me puse algo triste por Homura, digo, la pobre viajera del tiempo fue la única persona de la humanidad que sabía de la vida y existencia de Madoka lo que acrecentó aún más su tormento.
Bueno, ya explicado esto, comencemos…
Espero que lo disfruten
Yuzu y fuera
.
.
.
-Hoy es un día normal- Homura habló y se frotó las dos manos frías. Dejó escapar un suspiro cuando el humo blanco salió de su boca y se fue con el viento- Lo normal es bueno- Ella continuó.
Madoka sonrió.
-¡Pero sé que te gustó! El pastel de leña de Mami-san es el mejor, ¿no?- Se puso ambas manos a la espalda y se rió entre dientes- ¡Kyoko-chan se comió cinco rebanadas!
La pelinegra sonrió y miró al cielo y finalmente dejó de caminar. Suspiró y acercó su cálido suéter a su piel para obtener más calor.
-Es Navidad... incluso las chicas mágicas necesitan un descanso... ¿Supongo...?
-Te lo mereces. Todos merecen un descanso sin importar qué- Dijo la pelirrosa y caminó hacia adelante, parándose frente a su pareja que todavía estaba mirando al cielo- Apuesto a que va a nevar mañana. Si quieres podemos construir un muñeco de nieve y jugar peleas de bolas de nieve y nos divertiremos como chicas adolescentes normales sin ninguna carga que cargar
Homura miró hacia abajo y comenzó a caminar mientras le daba una pequeña sonrisa. Le encantaba el clima de hoy. Hacía frío, pero ella también podía mantenerse caliente. Su largo cabello que cubría su cuello, el suéter que Mami hizo especialmente para ella se usaba muy bien en ella. Era agradable. No hay nada más que la viajera podía haber deseado.
Finalmente Homura llegó a su propia casa. Jugueteó con las llaves y finalmente encontró la correcta para abrir la puerta. Madoka esperaba feliz detrás de ella, tarareando un tono que inventó en el acto. Rápidamente se escabulló a la casa una vez que la pelinegra empujó la puerta para abrirla e inmediatamente exclamó de alegría cuando se sintió mucho más cálida en la casa.
-Debería encender la calefacción- dijo la viajera del tiempo mientras se frotaba las manos frías. Aunque hacía mucho más calor en la casa, no hacía suficiente calor para que ella se quitara el suéter.
-¡Eso estará genial!- La pelirrosa rebotó.
Mientras Homura ajustaba la calefacción, Madoka se acercó al sofá y se sentó pesadamente, se estiró y rió.
-¡Sigo pensando que hoy es la mejor fiesta de Nochebuena! ¿No te parece Homura-chan?
Cuando la azabache terminó de hacer lo que estaba haciendo, se acercó al sofá y se sentó con el estómago hinchado y la cabeza pesada.
-Aunque estoy tan lleno...- suspiró.
La pelirrosa sonrió.
-Es divertido, ¿verdad? Sería genial si Sayaka-chan estuviera allí…
-Sería genial... si Madoka es...- Homura se mordió los labios antes de cubrirse los ojos cansados con los brazos. Apoyó la nuca en el borde del sofá.
Madoka parpadeó con tristeza, el brillante vestido de la Diosa tocó la pierna de Homura, pero no pudo sentirlo. A la pelinegra no se le permitió sentirlo en el lugar. La diosa mahou shoujo tocó el brazo de su humana favorita y le dio un suave susurro.
-Ya estoy aquí Homura-chan. Siempre estoy a tu lado, pase lo que pase
-Quiero verte...- espetó Homura.
-Vine a verte todos los días porque yo también quiero verte- Madoka miró hacia otro lado y soltó el brazo de Homura- Siento no haberte dejado ver. Siento ser egoísta
La morena bajó el brazo, cerró los ojos y tenía leves marcas de lágrimas en las mejillas. El corazón de la pequeña pelirrosa se rompió en ese momento. La viajera comenzó a quitarse el suéter cuando la calefacción comenzó a funcionar, dejando solo una camiseta lisa en su piel.
-Te ves linda, Homura-chan- Madoka esbozó una leve sonrisa.
Dejando su suéter, la mencionada miró hacia el techo.
-Oye Madoka. No sé si puedes escuchar esto, pero... solo tengo ganas de hablar contigo
La diosa se acercó y apoyó la cabeza en el hombro de su mortal.
-Estoy escuchando, Homura-chan
-Yo...- La morena negó con la cabeza- Hoy, Mami tuvo una fiesta de Navidad...
-Umhmm- Madoka asintió con la cabeza.
-Fue... divertido, supongo. Ha pasado mucho tiempo desde que descansamos. Luchando contra los demonios y esas cosas
-Umhmm- Respondió la pelirrosa.
-Y...erm. Mami horneó un pastel de leña y…
Y por el resto de la noche. Madoka se quedó despierta escuchando el día de Homura.
