Hola, he aqui el penúltimo capítulo de mi fic... dentro de un par de días tendreis el 9.
Sigo diciendo que gracias por todos vuestros reviews, me alegra mucho que os guste mi historia ya que la he escrito con mucho cariño.
Besos.
Sabaku No Gaara
Capítulo 8: Traición
- El Kazekage os ha traicionado... quiere matar a su propio hijo - el ojiblanco parece acostumbrado a estos enredos de familia... - pero nadie en Konoha perdona a quien quiera matar a uno de los nuestros ni que le haga daño de algún modo.
Neji apoya su mano en el hombro de mi compañera, que sonríe con dulzura.
- Gaara, tienes que ir y plantarle cara a tu padre.
Miro a mi compañera que aún no ha dicho nada, y solo asiente con la cabeza.
- Descansa esta noche y mañana a esta hora te acompañaré, habla con tus hermanos, es vuestro padre de todas formas y si pasa lo peor tienen que saberlo todo para poder juzgar - se le ensombrecen los ojos a Hikari... está preocupada -.
- De acuerdo, pero tu no te pongas en peligro bajo ninguna circunstancia - no debería haber dicho eso... - porque es posible que no pueda ayudarte...
El ojiblanco me mira comprensivo y sonríe.
- Yo no podré acompañaros... hay una persona muy importante en Konoha que esta preocupada por mí... - su sonrisa se hace mayor al mencionar esto último -.
- ¿Hinata? - mi compañera pone una carita traviesa mientras que Neji se pone ligeramente colorado -.
- Si... ella me está esperando…
Mi compañera se le tira a los brazos riendo alegremente.
- Por fin... ya era hora... dale mis buenos deseos cuando la veas... y un gran abrazo también...
Si, no te preocupes, pero ya es hora de que me vaya... Pero avisadnos de lo que ocurra... que estaremos esperando noticias... adiós.
Veo salir al ojiblanco corriendo... ¿qué es esta sensación? La mano de Hikari se desliza entre la mía y me la aprieta con fuerza... la miro a los ojos, sonríe...
- Todo irá bien - por desgracia, sus palabras me devuelven a la realidad... -.
Para no preocuparla asiento con la cabeza.
- Descansa todo lo que puedas y mañana te enviaré a mis hermanos, cuéntaselo tu.
Mi compañera tan solo asiente y sonríe... Yo sin decir nada más salgo de la casa... no quiero volver a la mía... así que sigo andando... sin rumbo... hasta encontrarme a las afueras de la ciudad, en las dunas... me siento en la arena... ese mal nacido... de nuevo quiere matarme... pero esta vez ni siquiera logrará afectarme su reacción... me hierve la sangre sólo de pensarlo... tengo que acabar con él de una vez por todas... Hikari que se lo explique mañana a mis hermanos... cuando yo ya me halla vengado...
El monstruo que tengo dentro de mí me pide que deje correr la sangre de mi enemigo... al menos he de ir a plantarle cara...
Al entrar en el recinto oigo a mis espaldas una voz:
- Así que te has enterado... - mi padre...-.
- Si... y vengo a rendir cuentas...
- ¿Tu cuentas a mi? Pero mirate hijo mio... lleno de sentimientos... "cariño"... "amistad"... tonterías... ¡ERES DÉBIL! -grita mi padre- ¿y por qué? Por esa jovencita... esa rubia de ojos verdes de Konoha... ahora ya no me sirves para nada... así que... no tengo nada más que matarte...
La criatura que hay en mi interior se revela... por una parte quiero matarle... acabar con él... beber su sangre... para que pague por haber hecho que matara a la persona que más he querido, y ahora... cuando de nuevo sé lo que es no estar solo... que también quisiera acabar con ella... conmigo... y con mis hermanos...
La criatura ruge en mi interior y toma el control... la arena sale disparada de mi cabeza... intentando agarrar al Kazekage... pero este... con una velocidad que nunca le he visto se aparta de la trayectoria y me arroja una kunai que la arena detiene junto a mí... levanto ese kunai sin parar de atacar con mi arena y se lo lanzo... le hago una herida en el brazo derecho... oigo sus gritos... y la bestia dentro de mí ruge de felicidad al ver la sangre y al escuchar los gritos de dolor...
- Aún sigues siendo débil... sólo has podido herirme en el brazo... por culpa de esos sentimientos ahora eres un inútil que no obedece... no mata... no me sirve...
Se lanza contra mí e intenta herirme con una lanza que había detrás de donde él estaba... parece de adorno... pero en los bordes del metal puedo ver un líquido negro que reconozco como veneno... noto dolor en la pierna.. ha conseguido atravesar mi defensa de arena y hacerme una herida... el dolor y la ira me dominan de nuevo... mi cara se descompone... lo envuelvo con mi arena... ha llegado el momento de mi venganza...
Maldición ahora que le tengo por qué lo veo todo negro... se suelta de mi prisión y logra herirme de nuevo... esta vez en la mejilla... cojo tres kunais y distrayéndole con la arena se los arrojo al otro brazo y a las piernas... se arrodilla con un grito de dolor... el instinto de la bestia funciona aunque yo apenas puedo ver nada... voy recuperando la visión a tiempo que vuelvo a rodearlo con mi arena para ejecutar mi "ataúd del desierto"... de repente una figura de fuego logra deshacer mi técnica y se pone entre el kazekage y yo...
