Capitulo 5: Amores Perros, Parte 2

"Porque tus amores perros me van a matar
sin haberme dado siquiera un poco de felicidad."

        -Julieta Venegas "Amores Perros"

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12:05 PM

Ron acarició su brazo aun adolorido en el lugar donde Harry le había golpeado por haber roto la promesa de no reírse de la peculiar situación. La verdad era que Ron no se había dado cuenta de lo que él encontraba gracioso y afortunado, Harry lo encontraba absoluta y positivamente desastroso.

Por eso, Ron intento calmar a Harry, diciéndole que le iba a ayudar a buscar un antídoto para la poción. Pero, para hacer honesto, Ron no pensaba que lo que Harry estaba sintiendo por Hermione era enteramente causado por su desventura durante la clase de Snape.

-"Tienes que comer algo. Casi no desayunaste," Ron le dijo a Harry mientras le arrastraba hacia el Gran Comedor, las clases de la mañana ya atrás.

-"No tengo hambre," Harry murmuró sin ganas. A Ron le estaban sonando las tripas; después de todo, lo que había desayunado esa mañana no constituía ni la mitad de lo que era un desayuno normal para él.

Pero Harry... Harry le daba lástima.  Con la cara que tenia el chico de los ojos verdes, cualquiera hubiese pensado que había recibido un búho en la mañana diciéndole que le habían atropellado a su perrito.

Harry apenas había hablado durante las clases. Como Roger había desarrollado la molesta costumbre de esperar por Hermione fuera del salón de clases para acompañarla hasta la siguiente clase, Ron había tenido la oportunidad de preguntarle a Harry que le sucedía mientras caminaban juntos hacia la clase de Historia de la Magia.

-"Tu sabes que me sucede," Harry susurró cuando ya no aguantaba más las preguntas de Ron. Harry miró hacia al frente y suspiró, su rostro enrojeciéndose repentinamente. Ron miró hacia donde Harry miraba para ver a Hermione y Roger a unos 10 metros de ellos. Hermione estaba hablando animadamente de la lección que acababa de tomar, y Roger pretendía que le escuchaba mientras apretaba el brazo que tenia alrededor de la cintura de Hermione.

-"OH, eso... se me había olvidado," Ron dijo rápidamente mientras bajaba la vista. A Ron le daba trabajo pensar que algo que él esperaba que sucediera desde su Quinto Año en Hogwarts terminara siendo un desastre.

-"Um... Harry... quizás... quizás debas tratar de evitar estar cerca de Hermione hasta que... hasta que encontremos el antídoto. Claro, sin herirle los sentimientos," Ron le aconsejó.

-"¿Tratar de evitarla? Ella ya esta siendo un buen trabajo evitándonos a nosotros," Harry murmuró. Ron hizo una mueca; no estaba acostumbrado a escuchar la voz de Harry llena de tanta amargura.

-"Ella no lo esta haciendo a propósito. Es que ese maldito de Roger no la suelta ni en las esquinas," Ron dijo, saltando a la defensa de su mejor amiga.

-"¿Sabes que?" Harry dijo con un sorpresivo arranque de energía. Ron le miró al rostro; Harry no se sentía mejor, pero por lo menos, había decidido enfocar su amargura en algo (o alguien) más.

-"¿Qué?" Ron preguntó, decidiendo que lo mejor que podía hacer era seguirle la corriente.

-"Creo que Roger sabe lo que sucede... creo que sabe exactamente lo que siento por Hermione y me esta restregando en la cara el hecho de que él esta con ella," Harry dijo, crujiendo sus dientes.

Ron estaba sorprendido, pero no por la razón que Harry pensaba. ¿Acaso Harry no se daba cuenta de lo que acababa de decir? –"Err... amigo..." Ron dijo tentativamente. Harry se detuvo y Ron hizo lo mismo. Los dos estaban parados entre la entrada del castillo y las puertas para el Gran Comedor.

Harry estaba siguiendo con su mirada a Roger y a Hermione, quienes habían salido del castillo y ahora caminaban por los patios hacia el lago.

-"HARRY!" Ron le gritó, forzando la atención de Harry hacia el pelirrojo.

-"¿Qué?" Harry preguntó sin entusiasmo.

-"Acabas de decir que Roger sabe exactamente lo que TU sientes por Hermione... ¡TU!" Ron dijo suavemente. Solo entonces Harry se dio cuenta de su error.

-"¡Quiero decir la poción! Lo que la poción me hace creer que siento por Hermione," Harry dijo más rápido que una bala. Antes de que Ron pudiera preguntar algo mas, una delicada mano cruzaba sus dedos con los de él.

-"Hola, amor," Ron dijo con una sonrisa, olvidándose momentáneamente de Harry, Hermione y la poción mientras miraba a la hermosa joven parada a su lado. Había crecido en los últimos dos años hasta que ya no era la pequeña y delgada niña que conoció en su Quinto Año, pero una hermosa joven con largo cabello rubio y los ojos azules mas encantadores que Ron jamás había visto.

-"Hola, Ronald," Luna Lovegood dijo con una sonrisa, dándole un beso a Ron en la mejilla. Harry suspiró, enfocando su mirada en cualquier otro lugar que no fuera a la pareja feliz parada frente a él.

-"Hola, Harry. ¿Cómo te sientes?" Luna preguntó, tornando su atención hacia Harry. Harry siempre se sorprendía de lo ausente de su mirada, pero la conocía lo suficiente para saber de la inteligencia y sabiduría que se escondían detrás de sus grandes ojos.

-"Estoy... bien," Harry dijo, obligándose a dar una pequeña sonrisa.

-"Amor, ¿qué hay para almorzar?" Ron preguntó. Ya no aguantaba el hambre.

-"No sé. He estado esperando por ti para entrar. ¿Te acuerdas? Quedamos en que íbamos a almorzar juntos," Luna le contestó.

-"Es verdad," Ron dijo, mirando a Harry apologéticamente, añadiendo, -"Harry, ¿nos quieres acompañar?"

Ron se veía descolorido. En realidad no quería dejar solo a Harry en el estado emocional en que se encontraba.

-"No te preocupes, Ron. En realidad no tengo hambre. Creo que me iré a la biblioteca y comenzare con el ensayo de Pociones," Harry dijo rápidamente. Sabia que Ron no quería dejarlo solo, pero lo menos que necesitaba era pasar una hora viendo como su mejor amigo y su novia se hacían cariñitos.

-"Nos vemos luego," Harry dijo antes de que Ron o Luna protestaran de que no era ninguna molestia que Harry les acompañara. Comenzó a caminar rápidamente por el pasillo con ningún objetivo concreto fuera de alejarse de todos ellos.

Harry siguió caminando hasta que los pies le comenzaron  a doler, pensando en todo y en nada al mismo tiempo. Cuando finalmente miró sus alrededores, se encontró a algunos cuantos metros de la entrada a la torre de Astronomía, mientras la pintura del frustrado caballero Cadogan le retaba a un duelo de honor.

-"Ahora no," Harry le contestó sin hacerle mucho caso mientras comenzó a subir por las escaleras. Por alguna razón, Harry sentía que por mas que se alejara de los demás no era lo suficiente. Cuando alcanzó la parte superior de la torre, Harry ya no tenía aire, y el cuerpo le dolía del esfuerzo y de la falta de alimento.

Pero se sintió casi feliz y despreocupado cuando sintió el viento azotando a su cuerpo. Era tan refrescante que sintió como una pequeña sonrisa apareció en sus labios mientras cerraba los ojos y dejaba que el viento lo acariciara. Levantó sus brazos a los lados e imaginó lo que seria poder volar como un ave.

Sin embargo, cuando abrió los ojos nuevamente, aun estaba en la torre de Astronomía, con sus brazos extendidos a los lados como un chiquillo con complejo de Superman. Bajó sus brazos y camino hacia el borde. Asegurándose que nadie le estaba mirando desde abajo, hizo lo que había querido hacer desde que visito la torre por primera vez... brincó la repisa, se sentó en el borde y miró hacia abajo.

Los patios de Hogwarts eran en realidad hermosos en esta época del año. El otoño ya estaba sobre ellos; las hojas de los árboles ya habían comenzado a vestirse de naranja y marrón, y el aire estaba impregnado de un cálido olor a cambio. Hubiese sido una vista muy relajante si Harry no tuviese otras cosas en su mente.

Los ojos de Harry se posaron sobre Hermione automáticamente, buscándola en los patios y encontrándola inmediatamente como por instinto. Ella estaba sentada junto a Roger bajo la sombra de un árbol. Harry no tenía muy buen sentido de dirección para otras cosas que no fueran Quidditch, pero estaba seguro de que ese árbol era EL árbol, cuya sombra había refugiado tantas veces a Ron, Harry y Hermione.

Harry sabia que era incorrecto que él se sintiera como se sentía, pero aun así, no podía evitar odiar a Roger en aquel momento. Roger era un intruso en su mundo, y estaba lentamente, pero de seguro, alejando a Hermione de Ron y de él.

'Espera... ¿porque estoy pensando así? Hermione no nos va a desertar. ¡Siempre estaremos juntos! ¿Verdad? Además, no tuve problema alguno cuando Ron comenzó a salir con Luna. Nunca pensé que Luna iba a alejar a Ron de nosotros. Nunca los seguí ni les espié... nunca me dieron ganas de patearle el trasero...'

Harry se dio cuenta de QUE era diferente esta vez cuando sintió una inexplicable angustia al ver como Roger acariciaba suavemente la mejilla de Hermione.

'¡Maldita sea, Harry! ¡Hermione tenia razón! Cuando no estas buscando problemas, los problemas te buscan a ti. ¿Por qué tuviste que complicar todo con esa maldita poción? Como si ya no tuvieses suficientes problemas, tenias que venir y hacer algo increíblemente estúpido que pone en peligro lo mejor que has tenido en tu vida.'

Harry miró hacia abajo... hacia el árbol. Hermione parecía escuchar lo que Roger estaba diciendo mientras mordía una manzana roja, sus brazos cruzados sobre su pecho mientras se recostaba del tronco.

La ultima vez que Harry había estado debajo del árbol, él era el que había estado recostado del tronco, su brazo izquierdo sobre los hombros de Hermione mientras la cabeza de su amiga descansaba sobre su hombro. Estaban divirtiéndose mientras veían a Ron recreándole a Luna la pesadilla que había sido su ultima lección de Pociones.

Apenas había pasado una semana, pero para Harry parecía una eternidad.

'Tienes que mantenerte lejos de ella, amigo. No puedes arriesgarte a herirle... sabes que tienes el carácter explosivo. ¿Te acuerdas de tu Quinto Año? ¿Cuándo Hermione te intento detener una y otra vez de ir al Departamento de Misterios y, una y otra vez, le gritaste, dirigiendo todo tu coraje y frustración sobre una de las pocas personas que estaba de tu lado? Si solo le hubieses escuchado, Sirius estaría vivo...'

Sintió como su pecho se comprimía tanto que por un momento se quedó sin aire. ¿Por qué estaba pensando en Sirius ahora? Había pasado todo el verano después del incidente y una buena parte de su Sexto Año culpándose de la muerte de su padrino, y había sido la época más dolorosa de su corta vida. ¿Cómo no podría serlo? Después de todo, su padrino había dado su propia vida para salvarle.

Pero si había algo que había sacado a Harry de esa depresión y amargura era el hecho de que Hermione y Ron nunca le abandonaron. Hermione había sido la única con quien él podía hablar libremente de Sirius, que le escuchaba mientras él gritaba, maldecía, y lloraba en memoria de su amigo. Su amistad, en vez de destruirse, había prevalecido y era más fuerte que nunca.

Se sentía enfermo físicamente de solo pensar que él podría hacer algo para poner esa amistad en peligro y que podría hacer que la perdiera para siempre.

Por eso, cuando llego el momento de irse de la torre hacia su próxima lección del día, Harry camino con un solo curso de acción en la cabeza.

Encontrar un antídoto a la poción lo antes posible y mantenerse lejos de Hermione hasta que lo hiciera.

Ese parecía ser el único plan que mantendría su sanidad intacta.

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Más tarde

Salón de Transfiguraciones

-"Sr. Weasley, ¿podría callarse? Estoy tratando de dar una clase," la Profesora Minerva McGonagall dijo, apretando sus delgados labios mientras miraba molesta a Ron.

-"Disculpe," Ron dijo, bajando el rostro y tratándose de concentrar en su libro de Transfiguraciones. Había pasado casi una hora tratando de hacer que Harry le hablara, pero Harry estaba inmóvil en su silla, sus ojos tristes enfocados sobre el escritorio.

Apenas McGonagall se había dado la vuelta cuando Ron se acercó nuevamente a Harry y le susurró, -"¡Ves! Ya tu silencio me metió en problemas."

-"¡NO es mi culpa si tú aun no has aprendido a callarte! ¡Te dije que estoy bien! ¡Déjame tranquilo, por favor!" Harry finalmente contestó con voz impaciente.

El hecho de que apenas había dormido la noche anterior y de que no había tenido nada que comer desde la rebanada de pan del desayuno finalmente se hizo evidente en Harry. Se sentía exhausto y hasta un poco mareado.

Hermione le había estado lanzando miradas de preocupación durante toda la clase, pero Harry había logrado evitar que sus ojos se cruzaran. Cuando Hermione miró a Ron a ver si tenia más información sobre lo que le sucedía a Harry, Ron simplemente encogió sus hombros.

Ron tenia solamente una sospecha de lo que estaba mal con Harry ese día... y estaba seguro de que el chico de los ojos verdes lo mataría si compartía su sospecha con Hermione.

Harry se frotó la nariz soñolientamente, cerrando sus ojos. Estaba tan cansado y la cabeza le dolía tanto que ya no escuchaba como McGonagall explicaba el efecto de la transfiguración en las criaturas con altas habilidades cognitivas.

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Todo se volvió oscuro, hasta que una suave neblina gris se levantó alrededor de él. Parecía moverse lentamente en derredor, pero poco a poco Harry se dio cuenta de que estaba ganando velocidad.

Harry comenzó a temblar del frió. Se abrazo a si mismo para protegerse y miró alrededor, buscando una manera de penetrar la neblina y salir de ese misterioso lugar.

Pero no había salida. La misteriosa neblina gris lo rodeaba por completo. Y ahora, había ganado tanta velocidad que Harry apenas podía mantener los ojos abiertos, ya que el frío era tan intenso que sentía que le estaban poniendo agujas en la piel.

Sintió como algo le tocaba la pierna... y luego su brazo... su pecho... su mejilla. Lo que sea que lo estaba tocando se sentía tan frío como el hielo y tan punzante como cristal cortado. Harry se obligo a abrir los ojos, y soltó un pequeño grito, asombrado de la vista ante sus ojos.

Eran manos... delgadas, espectrales y horripilantes... que salían de la neblina y intentaban agarrarle.

Instintivamente, Harry camino hacia atrás, pero se detuvo cuando sintió como una de esas manos se envolvía alrededor de su cuello. Comenzó apretarle, hasta que los pulmones de Harry quemaban por falta de aire y la vista se lo oscurecía.

Y entonces, Harry los escuchó... cientos de voces... frías, arrastradas y en perfecta coordinación. El misterioso coro venia de la neblina que le rodeaba.

Finalmente, pudo descifrar lo que las voces le decían.

"Tu tiempo... terminó."

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-"¡HARRY! ¡HARRY! ¡HARRY!"

Harry puso su mano sobre su frente y dio un fuerte suspiro. Tenia un dolor agudo en la parte de atrás de la cabeza, y escuchaba como si alguien le estuviera gritando.

Abrió sus ojos verdes y por un momento, la repentina luz le cegó. Mientras sus ojos se ajustaban lentamente a la claridad, Harry se dio cuenta que le rodeaban los rostros preocupados de Ron, Hermione y la Profesora McGonagall.

-"¿Qué... qué paso?" Harry dijo, sintiéndose sumamente mareado. Se sorprendió cuando se dio cuenta que estaba tirado en el piso a dos metros de su escritorio.

-"¡Comenzaste a gritar! Y... la silla se viró y... bueno, ¡te reventaste en el suelo! ¡Por segunda vez en menos de un día! ¿Cómo te sientes?" Ron dijo, sus pecas más notables debido a lo pálido que tenia el rostro.

-"¿Qué sucedió, Sr. Potter?" La Profesora McGonagall pregunto preocupada mientras Ron, Hermione y Seamus ayudaban a Harry a levantarse del suelo.

Harry exploró su cansado cerebro buscando una contestación. ¿Qué rayos le había pasado?  Bueno, sabia que se había quedado dormido... probablemente tuvo una pesadilla. ¿Pero con qué? Apenas podía recordar mientras trataba de hacer sentido de ciertas imágenes que se le olvidaban antes de que pudiese agarrarlas.

Pero el frío... sí podía recordar un frío tan intenso que sentía que le temblaban los huesos. Miró hacia el lado por un momento para encontrar a Hermione agarrándole por el brazo, sus ojos marrón abiertos en señal de nerviosismo.

-"Me... me quede dormido, Profesora. Lo siento por interrumpir. ¿Me puedo excusar?" Harry dijo rápidamente; lo último que necesitaba era tener a la persona que él tenia que evitar por el momento encima de él, cuidándole como si fuera un niño.

Harry miró a los demás alumnos... todos se veían preocupados, pero los que eran más cercanos a él tenían caras de terror. Harry no tenía que ser un genio para saber porque... el último arranque de estos que Harry había experimentado fue cuando Voldemort lo utilizó para tratar de conseguir la profecía.

-"Por supuesto, Sr. Potter. Sé que ha tenido una noche difícil. Pero le pido de favor que pase por donde Madame Pomfrey antes de irse a su habitación. Quiero asegurarme de que todo este bien," McGonagall instruyó. Hermione le toco la parte de atrás de la cabeza y Harry soltó un gemido de dolor.

Con una ultima mirada a Hermione, Harry agarro sus libros y salió corriendo del salón. Sus dos amigos compartieron una mirada de inquietud, preguntándose que rayos le había pasado a Harry.

Por tentador que fuera la idea de irse directamente a la biblioteca para buscar el antídoto, Harry decidió mantener su palabra y visitar la enfermería como le había prometido a McGonagall. Unos minutos después, se encontró con Madame Pomfrey, quien le miraba con una mezcla de coraje y preocupación maternal mientras le revisaba la inflamación en la parte de atrás de la cabeza.

-"¡Sr. Potter, tiene que tener mas cuidado! ¡Ya le ha sobrepasado al Sr. Longbottom en visitas a la enfermería en una semana!" Madame Pomfrey dijo mientras le daba una pequeña botella con un liquido blanco y espeso en su interior.

-"Tome esto antes de dormir. Le ayudara a tener un sueño relajador y libre de sueños," le dijo mientras señalaba a la botellita.

-"Gracias," Harry dijo cortésmente, agradecido que Madame Pomfrey fuera enfermera y no psiquiatra, porque si ella fuera psiquiatra Harry estaba seguro que ya lo hubiesen enviado al manicomio.

Caminaba apresuradamente hacia el cuarto común, ignorando las punzadas de dolor que registraba su cabeza mientras se trataba de concentrar en la idea de una cálida ducha y una comida antes de irse a la biblioteca a buscar el antídoto. Pero sus pensamientos fueron desviados rápidamente cuando vio a Hermione al otro lado del pasillo, corriendo hacia él.

-"¿Estas bien? ¿Qué sucedió?" Hermione susurró velozmente, sus encantadores ojos marrón llenos de ansiedad y ternura.

-"Estoy bien, Hermione. Es solo un pequeño golpe," dijo suavemente, sintiendo como su resolución se esfumaba cuando ella se le acercó y se inclino sobre su cuerpo mientras confirmaba que no tuviera un golpe de cuidado.

Cuando estuvo satisfecha de que Harry estaba relativamente bien, tomó un paso hacia atrás y le miró directamente a los ojos. –"Harry, ¿qué esta pasando?" Hermione preguntó suavemente.

-"Ya te lo dije. Me dormí, tuve una pesadilla, me caí de la silla, y me di un golpe en la cabeza. Eso es todo," Harry dijo, su voz casual dentro de las circunstancias. La verdad era que la proximidad del cuerpo de Hermione al suyo le había puesto los pelos de punta. Harry comenzó a caminar hacia su destino inicial, pero esta vez Hermione le seguía el paso.

-"No estoy hablando de eso. Estoy hablando de lo extraño que te has portado desde anoche," Hermione dijo con certeza, sus ojos tratando de penetrar la mascara que era la expresión de Harry.

-"No sé que estas hablando," Harry dijo rápidamente, esperando que Hermione no se diera cuenta de lo roja que se habían puesto sus mejillas.

-"No me mientas, Harry. ¡Te conozco! Sé que algo pasa contigo y me estas tratando de mantener en la oscuridad. ¡Dime que sucede para poder ayudarte!" Hermione dijo suavemente mientras obligaba a sus cortas piernas a seguir los pasos largos de Harry.

-"Hermione, no necesito que me ayudes. ¡Todo esta bien!" Harry dijo con algo de dureza. Se sorprendió cuando sintió la usualmente delicada mano de Hermione sobre su brazo, forzándolo a detenerse y girándolo hasta que le tenia de frente.

-"Entonces, ¿por qué te has pasado la mitad del día ignorándome?" Hermione dijo. Harry no tuvo otra opción que perderse en esos ojos, y se sorprendió de lo que encontró en ellos. No solo había preocupación... sino coraje y dolor.

Esa no era su intención. De hecho, lo único que quería era mantenerse lejos de ella para no herirla.

-"Estas imaginando cosas, Hermione," Harry contestó bruscamente. Por mas que quisiera no herirla, sabia que si se quedaba mas tiempo con Hermione, iba a ser algo peor. Tenía que irse de ahí y rápido.

A Hermione le dolió mucho el tono de la voz de Harry, pero al siguiente momento su coraje había retornado a toda potencia.

-"¿Imaginando cosas? ¿Cómo rayos puedes decirme eso sin echarte a reír? Estoy preocupadísima por ti y ¿así es como me pagas? ¿IGNORÁNDOME? " Hermione gritó molesta.

Le toco el turno de sentirse herido a Harry, ya que era la primera vez que Hermione le gritaba de coraje.

'Espera un momento... ¡ella es la que ha estado ignorándote la mitad del día! En el desayuno, el almuerzo... entre las clases... ¡ella es la que se ha ido con ese baboso hijo de perra! ¡No yo!'

'Harry, cálmate antes de que metas la pata.'

'¿Qué me calme? ¿QUE ME CALME?'

'Joder. Ya la vas a hacer.'

Y una vez mas, el famoso temperamento corto de Harry hizo su magistral aparición.

-"¿Yo te he ignorado? ¿YO? ¡Pues me sorprende que te hayas dado cuenta con lo ocupada que has estado con Roger! ¡Probablemente has intercambiado tanta saliva con el idiota que se ha afectado tu cerebro! ¡Así que no vuelvas a decir que yo te estoy ignorando cuando has sido tú la que nos ha abandonado!" Harry le gritó, su boca contorsionándose en una expresión digna del mismo Malfoy.

La cara de Hermione estaba tan roja que cualquiera diría que era la octava Weasley.

-"¿Intercambiando saliva, eh? Así que de eso se trata esto... de lo que Ron y tu piensan de Roger... pues déjenme decirles que si se interesaran en conocerlo, tal vez sus actitudes cambiarían. ¡Y sepan que NO permitiré que se metan en mi vida sentimental! Nunca antes les ha importado y ¡no van a comenzar ahora!" Hermione dijo, su voz baja y temblorosa del coraje, mientras cruzaba los brazos sobre su pecho.

La ultima vez que había visto a Hermione tan molesta había sido cuando descubrió las manos llenas de cortaduras de Harry después de una de sus detenciones con Umbridge.

Harry se arrepintió automáticamente de abrir su bocota, y el coraje que había sentido hacia Hermione hacia solamente par de segundos ahora dirigido hacia él...

'Que inteligente... después que la hiciste.'

-"Lo siento, Hermione. Discúlpame. Es que estoy un poco... estoy cansado, adolorido, hambriento y distraído. No quise decir nada de lo que dije," Harry dijo con suavidad.

El rostro de Hermione se suavizó, y él vio como lentamente el coraje desaparecía de sus ojos. Finalmente, ella respiró profundamente y dijo, -"Te perdono, Harry. Pero... de verdad quiero que me digas que sucede. ¡Quiero ayudarte!"

Harry se mordió la lengua antes de que saliera algo de que arrepentirse. Sabia que su silencio le dolería a Hermione, pero ¿qué podía decirle? ¿Qué ella era la causa de su locura temporal porque una poción había hecho que él se enamorara locamente de ella?

Harry podía pensar en mil razones  por la que, por primera vez, no podía hablar con Hermione de sus problemas.

Cuando el silencio se volvió pesado, Hermione soltó un trémulo respiro. Hermione podía leer las expresiones de Harry como si fueran las paginas de un libro, y sabia que él no estaba preparado para hablar de lo que sucedía.

Pero como la historia pasada siempre se repite, Hermione sabia que Harry le diría que estaba pasando en el momento menos esperado.

-"De acuerdo. Entiendo que ahora no quieres hablar. Pero, recuerda..." Hermione dijo suavemente, acercándose nuevamente y poniéndole la mano sobre el hombro. No pudo evitar ver la expresión de desamparo en los ojos de su mejor amigo.

-"Cuando estés listo para hablar de lo que te sucede, estaré aquí para escuchar," Hermione dijo con una sonrisa triste. Se paró de puntitas y plantó un delicado beso en la mejilla de Harry, como el que le había dado a finales del Cuarto Año cuando se despidieron en el tren.

Sin decir una palabra mas, Hermione se dio la vuelta y siguió su camino, alejándose lentamente del sumamente desconcertado Harry.

Después de que confirmó que sus piernas seguían trabajando, Harry camino embelesado por los pasillos hasta que llego a su cuarto común, sus deseos de ir a la biblioteca y buscar un antídoto aplastados por el casto beso en la mejilla.

Llego a su dormitorio sin que nadie lo detuviera y, luego de poner cuidadosamente en su mesita de noche la botella de poción para dormir que Madame Pomfrey la había preparado, se tiró de boca a su cama, orando que el sueño lo encontrara pronto.

Pero fue su amigo Ron quien le halló primero. –"Oye, amigo. ¿Qué te paso en la clase?" Ron pregunto tan pronto como entro a la habitación, cambiándose de camisa antes de bajar para la cena.

-"No. ¿Tú también?" Harry murmuró, su boca presionada contra la cama, sin molestarse en abrir los ojos.

-"¿Quién ha estado preguntando?" Ron preguntó casualmente, aunque tenia la contestación bien sabida.

-"No te hagas el inocente. Sabes quien es," Harry dijo, virando la cabeza hacia el otro lado a ver si Ron entendía el mensaje y lo dejaba en paz.

-"¿De verdad? ¿Y cuando la viste? Sé que se fue de Transfiguraciones como alma que lleva el diablo, pero no me dijo a donde iba," Ron siguió hablando. Harry suspiró cansadamente; definitivamente Ron no le iba a dejar tranquilo hasta que su curiosidad no fuera satisfecha.

Sentándose en la cama, Harry decidió contarle a Ron lo que había ocurrido con Hermione en el pasillo. Cuando terminó el cuento, Harry se dio cuenta que las orejas de Ron estaban mas rosadas de lo normal.

-"¿Qué?" Harry preguntó, sabiendo que Ron estaba aguantándose de decirle algo importante.

-"Ella estaba en lo cierto. Te has pasado la mitad del día ignorándola," Ron dijo con seriedad.

-"No la he ignorado. ¿Cómo puedo ignorarla cuando lo único que hago es pensar en Hermione? Pero tampoco puedo estar cerca de ella... sabes que todo iría de mal en peor. ¡Hasta tu mismo lo dijiste! Así que no intentes que me sienta más culpable, ¿vale?" Harry dijo, esperando un poco de apoyo de la única persona que conocía su grave problema.

Si lo que buscaba era apoyo de parte de Ron, no lo encontró.

-"Y lo que dijiste de estar "intercambiando saliva" con Roger fue muy ofensivo. Me sorprende que Hermione, con el carácter que tiene, no te hubiese puesto su varita mágica de enema," Ron dijo, sacudiendo su cabeza.

-"¡TE DIJE QUE YA ME SIENTO LO SUFICIENTEMENTE CULPABLE!" Harry le gritó. Últimamente parecía que gritaba por todo. ¿Acaso no era gritando que los adultos resolvían sus problemas?

Harry cerró los ojos y soltó un suspiro. Sintió un peso extra en la cama y abrió los ojos. Ron se había sentado en la cama y ahora estaba mirando hacia los patios por la pequeña ventana, sus brazos cruzados sobre su pecho en una expresión que le hacia parecer un espejo de su padre, Arthur Weasley. -"¿Sabes que?" Ron le preguntó, pensativo.

-"¿Qué?" Harry contestó cansadamente, recostando su cabeza sobre sus manos. Le dolía tanto que en cualquier momento le iba a explotar. Pero nada en el mundo lo podía preparar para las siguientes palabras de Ron.

-"Me recuerdas a un perro."

-"¿Un perro? Pero, ¿es que hoy es el Día Internacional de Insultar a Harry Potter?" Harry le dijo, levantándose de la cama de un golpe, indignado por la horrible comparación.

-"Cálmese, hombre. No es un insulto, es simplemente una observación. ¿Sabes como los perros se ponen cuando viene otro perro y comienza a merodear su territorio?" Ron preguntó.

Harry sacudió su cabeza; su única experiencia con la especie canina había sido con Sirius, y dudaba mucho que el comportamiento de un animagus reflejara con precisión el comportamiento del animal que representaba. -"No te sigo," Harry murmuró.

-"Los perros levantan la pata y orinan para marcar el territorio, Harry. Si... se orinan en todo lo que consideren suyo, para que ningún otro perro se atreva a quitárselos. Se orinan en el patio, en la ropa de su amo, en la alfombra, en..." Ron continuo diciendo, cuando Harry lo interrumpió.

-"¿Cuál es el punto de esta hermosa metáfora?" Harry preguntó, aguantando las ganas de golpear a Ron por segunda vez el día de hoy.

-"El punto es," Ron dijo calmadamente, levantándose de la cama y parándose directamente frente a Harry, -"que tienes que intentar dejar de ser un perro cuando estas cerca de Hermione. Ella no es tu territorio. Y si realmente te duele, recuerda que ella es un ser humano. Mejor que hables con ella y le expliques las como te sientes antes de que levantes la pata y le orines la pierna."

Con esas palabras, Ron caminó hacia la puerta de la habitación y dijo, "Voy a ir a comer con Luna. Cuando vuelva, podemos trabajar en lo del antídoto si quieres." Y con eso, el pelirrojo salió de la habitación.

Harry se quedo solo... con sus pensamientos... sus sentimientos de culpa... y sobre todo... con un horrible dolor de cabeza.

'Definitivamente la hiciste.'

Harry se tiró hacia atrás en la cama y cerró los ojos. Lentamente, el sueño vino sobre él, trayendo imágenes de cierta brujita Gryffindor de cabello marrón siendo perseguida por los pasillos por lo que parecía ser un gran perro de cabello negro y ojos verdes.

Con una extraña cicatriz en la frente.

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¡Hola a todos! Espero que hayan disfrutado este capitulo. Déjenme saber lo que piensan, ¡eh!

Y gracias a los que me dejaron comentarios en el capítulo anterior:

Monik: Estoy de acuerdo contigo, Monik. Todos nos hemos sentido celosos por lo menos una vez en la vida. Pero algunos reaccionamos mejores que otros. ¡Yo tampoco me puedo aguantar por el libro seis! Mientras mas leo los libros, mas pienso que Ron esta enamorado de Hermione y que Hermione esta enamorada de Harry. Y creo que esa tensión se va a ser notable en el 6to libro. Hehe a mi también me encanta la relación de Ron y Ginny, y por eso los incluyo bastante en este fic (ya veras). ¡Nos vemos luego!

Lucumbus: LOL ¿Una lección de anti-cordialidad? Pero si a las mujeres le gustan que sean corteses con ellas. Y la versión en ingles ya va por el Cap. 10, pero para decirte la verdad en español incluyo mas detalles que en ingles, ya que me he dado cuenta cuando lo traduzco que faltan detallitos medio importantes. Así que te recomiendo que te quedes en la versión en español. Bye!

Rosana: ¿Quién dice que lo que pasa es real? Según Harry es que Ron hizo algo con su pocion que hace que dure mas tiempo. Hermione cuida mucho de Harry porque siempre ha sido muy maternal (sí, claro ;) ) Y si hubo un besito en este capitulo, pero dudo que eso era lo que querías ver. Saludos a ti tambien.

Mane Black: Heheh, a mí también me gusta mucho la escenita de la corbata. ¿Has visto el filme de PoA? Resulta que Hermione no es solamente buena con la boca, ¡pero que tira unos derechazos! Ha, pobre Roger. El no es malo. Oye, a todos le gusta a Harry celosin. Es que es muy lindo.

Piolina Palmera: Ah, gracias por el mensaje piolina. Espero que te siga gustando.

Dama-blanca: ¡Mi niña! Lo prometido es deuda. Gracias por esa escenita que me enviaste anoche.. Me inspiro para poder terminar el capitulo lo antes posible.

1) Has traído un buen punto. Ahora, puede ser que Roger ni se diera cuenta si Hermione había desayunado o no. Pero son los pequeños detalles, amor. Los pequeños detalles.

2) La corbata! No hay nada más sexy que ponerle la corbata a alguien (bueno... quizás quitarla )

3) Hehe Un pequeño homenaje al primer libro y a mi joven favorito, Neville.

4) Hehe Seria tentador dejar de escribir para ver si de verdad te apareces en mi casa. Pero como se cuanto yo sufriría si hicieras lo mismo con la Profecía, no lo voy a hacer.

Bueno mi niña, creo que no te voy a poder ver en Messenger hoy porque se me olvido que voy a buscar a mi hermana mayor y a su esposo al aeropuerto... pero si llego temprano, por supuesto que nos veremos. Te quiero mucho, linda!

Calixta: Ah, no te preocupes por eso. Solo me gusta saber que sigues leyendo. Espero que ya el castigo lo hayan levantado. Saludos y te cuidas!

Con cariño,

Anasazi