Disclaimer: Las 18:40 y sigo sin ser la propietaria de Hellsing…

Capítulo Cinco

"Alucard, estate quieto. Te estás comportando como un niño de dos años, ahora deja de dar golpecitos y quédate tranquilo." Sir Integra, Walter y Alucard estaban sentados en una gran limusina. Cada uno de ellos iba vestido para una ocasión especial. Incluso Alucard había dejado su sombrero y su ropa normal para llevar un smokin negro. Había tenido algún que otro problema al peinarse, dejando su melena colgar, larga y suelta. Sin embargo, se había negado a dejar las gafas. A pesar de la ropa, él seguía siendo Alucard, por supuesto.

El resto había hecho más o menos lo mismo, todos llevando un smokin. Aunque ver a todos aquellos miembros de Hellsing juntos (y bien vestidos, nada menos) era extraño, había un elemento que hacía todo eso aún más raro.

"Bien dicho, Sig Integga."

"No he pedido tu opinión…" El frío tono de Integra estaba ahora dirigido a Pip. Pip cerró la boca y puso cara de cachorrito, mirando a Integra. Alucard lo miró con enfado. Los ojos de Alucard parecían disparar dagas a Pip mientras que su cuerpo emitía olas de calor. Realmente, no estaba seguro de por qué estaba enfadado con Pip. Quizás porque era pesado, o tal vez simplemente porque era francés.

Ahora que lo pensaba, Alucard podía entender que Walter y Sir Integra estuvieran allí, ¿pero por qué demonios Pip estaba también?

Cuando Integra miró a otro lado para mirar por la ventana, Pip se giró y le sacó la lengua a Alucard, demostrando otra de sus facetas de niño. Todo lo que consiguió fue echar leña al fuego. Alucard emitió un gruñido mientras se quitaba las gafas para mirar a Pip a los ojos.

"Alucard, no solo te he dicho que parases, sino que habría jurado que te dije que no te trajeras las gafas o el sombrero, se supone que esto va a ser una cena elegante, no una noche en un club."

"No tengo el sombrero, Ama… y no esperarás que salga sin mis gafas, ¿no?" Integra tuvo que admitir, aunque no verbalmente, que tenía razón, él no se había traído su sombrero. De hecho estaba sorprendida de que hubiera acatado su orden. Secretamente ella habría estado encantada de que él no tuviera sombrero…

Además, estaba cansada. Incluso ella, Integra, no sabía por qué le habían enviado la invitación. Por supuesto sabía quien la enviaba, no era difícil de imaginar, pero, ¿por qué? ¿Por qué le habían enviado una invitación a Pip? Mientras miraba por la ventana, ese error se hizo más evidente mientras aquellos dos volvían poco a poco a discutir acaloradamente.

Integra gruñó, pellizcándose el puente de la nariz, y se giró hacia ellos.

"¡Simplemente pogque he gecibido una invitación también no significa que tengas que enfadagte conmigo!"

"No me importa que hayas sido invitado o no, de todas maneras te abriré el estómago y-"

"¡ALUCARD! ¡PIP! ¡CALLAOS LOS DOS!" Inmediatamente los dos dejaron de hablar. Pero a pesar de su reproche, los dos siguieron mirándose con odio. La tensión era palpable.

"No hemos llegado aún y ya tengo dolor de cabeza. Si no os calláis, os arrojaré a los dos de este coche yo misma."

El silencio invadió el coche ahora. Alucard no estaba seguro, pero empezaba a pensar que Walter se había quedado dormido. El mayordomo de Hellsing tenía los hombros caídos, rompiendo su habitual código de conducta. Aparte, su cabeza estaba ladeada casi tocando el pecho con la barbilla. Cuando el coche pasaba un bache, su cabeza se balanceaba como si no tuviera columna que la sujetase.

Integra lo miró y suspiró. Podía haberlo despertado fácilmente, pero en vez de eso prefirió ignorarlo. Podría haber sido la imaginación de Alucard, pero habría jurado que Integra miraba a Walter tiernamente. Casi como ella habría mirado a su padre.

Y aún, se estaba aburriendo y poniéndose nervioso. No tenía ni idea de quien le había enviado la invitación y, en un principio, realmente no le importaba. Una sonrisa se expandió por su cara. De hecho, no había intentado averiguar quien la había enviado. Podría haberse quedado en la mansión y vagar por allí, pero Sir Integra le había ordenado ir. Otro gruñido gutural se escapó de sus labios.

Una idea apareció en su cabeza. Quizás alguno de los otros sabía que era lo que se estaba tramando… para empezar, podría, quizás, entrar en la mente de Pip… tal vez hacer un poquito de daño…

Sin pensarlo dos veces, se introdujo en la mente de Pip y encontró algo bastante raro allí dentro. Aparte de un encogimiento y un escalofrío (acompañado por un golpecito en la cabeza) nadie en el coche pareció notar lo que estaba haciendo.

"¿Dónde está la Chica Policía? Cgeo que es la que me envió la invitación, pego ¿pog qué? ¿Es posible que vaya a confesag sus sentimientos pog mí? Oh, ¡este es el día más feliz de mi vida!"

Detrás de sus coloridas gafas, los ojos de Alucard se ensancharon para fruncirse después con ira. ¿Cómo se atrevía ese cerdo francés a decir que Seras estaba interesada en él? Sentía como estallaba por dentro, intentando que su enfado no aflorara. No quería que ese pervertido pudiese ver lo que le pasaba por la cabeza. Pip, sin embargo, no le estaba prestando atención.

Pip miraba hacia ningún sitio en particular, con una expresión extraña en la cara. Alucard deseó poder quitarle esa sonrisa del rostro, incluso si eso significaba comerse su cara…

Hasta que el coche estuvo aparcado, Alucard mantuvo en su mente la imagen de sí mismo destrozando y devorando la cara de Pip… lentamente el coche empezó a parar hasta que finalmente estuvo aparcado.

"Walter, hemos llegado. Si, Alucard, eso significa que puedes bajarte del maldito coche, solo estate quieto." Integra fue la primera en bajar. Sacudió la cabeza un poco, quizás para despejarla del mareo que le había provocado el viaje de una hora, y volvió a poner su atención en el cartel enfrente de ella. Alzó una ceja mientras una ligera sonrisa aparecía y desaparecía igual de rápido.

El siguiente en bajar fue Walter, seguido por Alucard y Pip empujándose para ser los primeros en bajar.

"Dónde estamos… y por qué estamos aquí…" la voz de Alucard fue un poco dura, e Integra le dio un pellizco en la nuca.

"Dónde demonios crees que estamos Alucard. ¿Eres incapaz de leer?" Alucard le gruñó, e Integra hizo lo mismo, sorprendiendo a todo el grupo. Tratando a Alucard, a un Alucard celoso nada menos, ¿de qué otra forma iba a actuar? Sin embargo eso fue rápidamente olvidado cuando entraron dentro. Walter parecía un poco adormilado. Las telarañas que se le habían aparecido mientras dormía aún estaban aferradas a sus pensamientos.

Habían presentado sus invitaciones (las cuales, irónicamente, resultaban tener tickets en la otra cara) y les habían llevado rápidamente a una mesa cerca del escenario.

El Restaurante The Red Rose era de hecho un restaurante de verdad. Las luces eran tenues y había velas artificiales en el centro de las mesas. Aparte de esto, la habitación era fría, aunque aún confortable. Aunque Alucard no podía cenar, o comer, tenía que admitir que el lugar era muy llamativo, lo recordaría si algún día necesitaba algo así.

Una vez que todos ellos hubieron pedido y estaban esperando sus respectivas comidas, pues cada uno de ellos había pedido una botella de vino añejo, el propietario del restaurante había llegado al centro del escenario.

Mientras Alucard bebía de su botella de vino, el hombre era saludado cortésmente por la mayoría del restaurante.

"Bienvenidos, todos y cada uno, a nuestra noche especial de karaoke. Tenemos algunos cantantes estupendos esta noche. Cada uno de ellos tienen sus propias historias para sus propias personas especiales. Espero que disfrutéis la noche, mientras, llega nuestra primera cantante. ¡Démosle un aplauso a Samantha!"

Varias personas aplaudieron, una mesa en particular aplaudió especialmente fuerte. No, no era la mesa de la organización Hellsing. De hecho, Alucard gimió interiormente, esperando que lo que fuera que iba a pasar pasase antes de que sus oídos fueran destrozados por la horrible experiencia que sabía que venía.

Mientras, detrás del escenario, sentada en una silla, estaba Seras Victoria. Sus manos temblaban ligeramente, mientras sentía como si su estómago estuviese lleno de miles de mariposas voladoras.

"No te preocupes tanto." Ella se giró abruptamente, un poco sorprendida.

"Lo siento, ¿qué has dicho?"

"He dicho, no te preocupes tanto. No te preocupes por esto, quién quiera que sea a quien vas a cantar esta noche, lo entenderá, así que tranquilízate." Seras sonrió al joven delante de ella. Su nombre, según había oído, era Jake y estaba cantando para una mujer muy especial. Aparentemente, pensaba proponerle matrimonio. Después de considerarlo mucho, Seras le había dejado ir antes que ella. La verdad sea dicha, ella no estaba preparada para hacer lo que había planeado de todas maneras.

"Supongo que tienes razón… es que estoy tan nerviosa…" Jake sonrió suavemente y le cogió las manos. Entonces la abrazó.

"He estado soñando con esta noche desde que conocí a Susan, la chica a la que voy a proponer matrimonio. Créeme, si alguien puede entender tu nerviosismo, soy yo." Se apartó de ella y la miró a las lentillas azules.

"Sé que si yo puedo hacerlo, tú también." Por alguna razón, Seras sintió como si la mayoría de las mariposas se fueran, el temblor casi desapareció.

"Gracias Jake… estoy contenta de haber hablado contigo… ahora podré ver tu actuación. Estaré rezando por ti." Se sonrieron, y mientras se iba, ella lo llamó otra vez.

"¡Espera! Erm… ¿podrías mirar y decirme si están aquí?" Los describió rápidamente y se quedó tras las cortinas. La persona que cantaba estaba terminando, y hubo un estallido de aplausos, mucho más entusiasta que antes. La gente estaba llorando y la mujer tenía una expresión feliz.

Solo quedaban dos personas más antes del turno de Seras. Tragó saliva y espero que Jake regresara.

"¡Están aquí! ¡Tal y como te lo dije! Además, hay un hombre alto en el grupo, tienen el pelo negro y lleva gafas anaranjadas. Parece bastante enfadado, además…" Seras suspiró visiblemente.

"Desde luego parece él, gracias Jake…" Él sonrió y se despidió, ella hizo lo mismo y le observó irse.

Antes de mucho, llegó su turno. Tragó saliva nerviosamente, se miró en un espejo y se colocó detrás del telón, con la cabeza inclinada mientras se preparaba para lo que estaba a punto de hacer.

"Y ahora, honorables invitados, una joven quién parece haber actuado en varios bares, o eso he oído. Ha estado practicando diligentemente una temporada, ahora veremos si lo hace bien. Por favor, ¡pongan las manos juntas, para Alison!"

Ese nombre le trajo recuerdos a Alucard. Estaba seguro de que lo había oído antes… ¿dónde?

"¿Has llamado al gato 'Alison'?"… Lentamente, la ceja de Alucard se alzó en reconocimiento y curiosidad. ¿Era, quizás, el gatito que había mantenido su 'talento' escondido tanto tiempo?

El telón comenzó a alzarse como a cámara lenta. Sus ojos se abrieron desmesuradamente ante la vista y su realización.

"Seras…" Murmuró lo suficientemente alto para que solo los de su mesa pudieran oírlo. Ellos se giraron hacia él y hacia el escenario. Sus ojos casi se desencajaron ante la vista.

Seras estaba allí, bastante diferente de lo normal. Su pelo había sido cuidadosamente ondulado y puesto sobre sus hombros en ligeras ondas. Sus labios rojos, ligeramente brillantes, y la sombra de ojos hacía parecer los suyos casi violetas mientras que su vestido era algo completamente diferente.

Allí con aquel vestido no parecía menos que aristocrática. Desde sus hombros hasta sus pies estaba aquel vestido rojo, con ciertas partes cubiertas con lentejuelas. Abrazaba cuidadosamente sus curvas y llameaba ligeramente a sus pies. En vez de enseñar más de lo que debiera, era bastante simple, y aún así uno de los más elegantes de los que los de la mesa Hellsing habían visto.

"Esta canción… es para ese alguien especial que espero que esté mirando… no, escuchando. Por favor intenta comprenderlo." Sus ojos se cerraron cuando la canción empezó lentamente.

Alucard estaba, por primera vez en su vida, sin palabras. Ni siquiera pensó en moverse por miedo a romper la tranquilidad. Mientras miraba intensamente, oyó la canción empezar con lentitud.

El cuerpo de Seras se balanceó de izquierda a derecha a ritmo con la música.

"Never know how much I love you,

Never know how much I care.

When you put your arms around me,

I get a fever that's so hard to bear…"

Las caras de los de la mesa Hellsing era todo un poema. La lente de Walter se había caído, con la boca entreabierta y sus ojos abiertos con por la sorpresa. La frialdad usual de Sir Integra había desaparecido. Sus gafas estaban torcidas entrelazaba las manos delante de su cara. De todas formas tenía una ligera sonrisa en los labios. Había estado esperando ese momento desde que la joven le había hecho aquella pregunta.

El pelo de Pip, por primera vez en su vida, estaba en desordenados mechones, y su ojo estaba tan abierto que parecía uno de los platos de la cena. Sin embargo, Alucard tenía una expresión extraña. Tenía una ceja alzada por la curiosidad y una pequeña sonrisa se dibujaba en sus labios. Su pelo (por mucho que se lo hubiera peinado bien para la ocasión) parecía moverse por voluntad propia mientras varios pensamientos pasaban por su cabeza.

Los ojos de Seras se abrían y cerraban en los momentos oportunos. Cada vez que se abrían se clavaban en la mesa que, afortunadamente para ella, estaba justo delante. Desde el escenario intentó ver sus reacciones.

"You give me fever- when you kiss me, fever when you hold me tight.

Fever in the morning, fever all through the night.

Sun lights up the daytime, moon lights up the night.

I light up when you call my name, and you know I'm gonna treat you right…"

Sir Integra parecía sorprendida, aunque ya se había esperado algo así. Walter también lo parecía, pero tenía una sonrisa en la cara, Seras estaba contenta de que estuviera disfrutando. Pip, bueno, Pip parecía Pip… Alucard estaba…estaba…

"¡Wow, esta Chica Policía sabe cantag! Bonita canción, me pgegunto a quién se la está cantando…" Alucard estaba, otra vez, preparado para abofetear al estúpido cerdo francés. Alucard odiaba admitirlo, pero lo estaba disfrutando, y no quería interrumpir. De todas formas, el idiota francés tenía razón. Desde luego era una canción de amor, ¿se la estaba cantando a Pip? ¿A Walter?

Se rió por lo bajo. Era algo estúpido, Walter era demasiado viejo para ella. Y ¿quién podría querer al idiota francés? Así que… eso significaba, tal vez, ¿que Seras tenía un novio que estaba en la audiencia? Por alguna razón, eso enfadó a Alucard aún más que el pensar en Pip y Seras…

"You give me fever - when you kiss me,

Fever when you hold me tight.

Fever - in the morning,

Fever all through the night."

Seras estaba segura de sí en lo que estaba haciendo. Sabía que estaba perfecta en el papel. Antes de actuar (mientras que estaba practicando en la mansión) había decidido cortar un poco de la canción, hacerla más corta y fácil para ella de cantar. Ahora, solo un poco más y finalmente, la respuesta…

"Fever - till you sizzle,

What a lovely way to burn.

Oh what a lovely way to burn…

What a lovely way to burn."

Terminó y reabrió los ojos. No estaba segura de cuando los había cerrado, pero ahora pudo entrever a la audiencia. Al principio, nada excepto el silencio llegó a ella. Entonces, como en un sueño, todo el mundo la aplaudió, especialmente aquellos de su mesa.

Saludando alegremente, se giro y salió del escenario, hacia la mesa que estaba esperándola.

"Wow, eso ha sido una canción apasionada, ¿hm? Démosle un fuerte aplauso a Miss Alison!" Seras sintió como si tuviera cemento en los pies. Estaba nerviosa, en pocas palabras. Ahora, ¿reaccionaría él como quería? ¿O sería rechazada… como suponía?

N/A: Siento haber tardado tanto. Tenía que encontrar la manera perfecta de poner la canción. Si os lo estáis preguntando, si, casi copié un episodio de Embrujadas, ya sabéis, ese en el que Paige canta a su novio. Heh heh, ¡no pude evitarlo! Espero que esté bien escrito. Uh… la canción es "Fever" de Michael Buble (no me odiéis porque no sé escribirlo…). El capítulo más largo que he escrito nunca, aunque parece un poco apresurado… Oh, bien, Por favor R&R. Os quiero.

N/Trad: Si, lo sé, lo sé, me he tomado mi tiempo… pero estoy bastante contenta con mis notas! ¬¬ bastante, he dicho.

Le he puesto acento a Pip porque en el original venía, claro que he tenido que pasarlo a como sería en español. Lo siento si no ha quedado muy bien… n.n'

Hoy he hecho como los hobbits, que hacían regalos el día de su cumpleaños (pues sí, hoy es el mío, ya tengo la edad de la Bella Durmiente, la de la Sirenita… XDDDD).

Muchas gracias por todos los reviews. Ahora os los respondo:

Susume: Jeje… bueno, un poquito si que me gusta… jeje

Yuky-Dark-Fallen-Angel: Pues aquí tienes la continuación, por Cheza's Despair sensei.

Maricela: Alguna de tus preguntas ya tienen respuesta, en cuanto a lo del beso… ¿Quién sabe?

Daffy-Chan (aka. Afrodinique :D): Si, la caracterización está bastante bien. Gracias por lo de la otra traducción, la verdad es que fue difícil traducir algo con tan poco sentido XDDD

Seiliez: ya esta continuadoooooo:D

G.S Rei-Chan1: Qué sea la última vez! Gracias por tu fiel seguimiento! XDD

Vibeke: Te lo recomiendo, el original es mil veces mejor. Por si no lo he dicho, el título original es She can do what!

Gracias a todos de nuevo, y recuerdo que los reviews están a solo un botón de ti! Incluido los anónimos! El siguiente capítulo es el último… jejeje, ya veremos si tardo mucho en traducirlo… depende de los reviews… MUAJAJAJAJA!

-West-