Capitulo 8: Me quiere, no me quiere
Y así pasan los días
y yo, desesperado,
y tú, tú contestando:
'quizás... quizás... quizás.'
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Harry decidió no asistir al almuerzo ni a las clases de la tarde y buscó refugio en el último lugar donde esperarían verlo.
La biblioteca.
La Señora Pince le había mantenido el ojo encima durante toda la tarde, mirándole sobre el borde del libro que tenia en las manos, como si esperara en cualquier momento que él continuara la destrucción de su amado santuario.
Gracias a Merlín que Harry se había portado como un santo. Después de su "visión", después de su pelea con Hermione, después que el mareo y la debilidad había disminuido, Harry había caminado directamente hasta la biblioteca de Hogwarts y había tomado de los anaqueles todos los libros de Pociones que pensaba que lo podían ayudar con su problema actual.
"1001 Pociones Útiles"
"Como ser un experto en Pociones"
"Pociones para Tontos"
"Una guía cuidadosa para la creación de Pociones"
"Que hacer cuando estas bajo un hechizo"
"Nunca voy a salir de este lió," Harry murmuró mientras pasaba a la última página del último libro de la lista. No había encontrado nada sobre la poción de Philtrum Casses Amator, y mucho menos algo acerca de un posible antídoto.
La única información útil que había podido recaudar entre las miles de páginas que había mirado durante la tarde fue acerca de cómo los efectos de una opción podían cambiar debido a pequeñas diferencias en las cantidades de los ingredientes. Harry pensó en que este podía ser su caso. Probablemente, Ron había usado mas belladona o menos polvo de lirio, y por eso era que los efectos de la poción habían durado mas de las esperadas ocho horas.
Por lo menos, eso era lo que esperaba, porque la idea de que había otra posibilidad le aterraba tanto que no quería pensar en ello.
Suspiró nuevamente en señal de derrota, frotando el puente de su nariz mientras cerraba los ojos, tratando de empujar el dolor fuera de su cabeza. Era tan potente su malestar que no podía ya concentrarse en el problema de la poción.
Harry había logrado suprimir las imágenes del sueño / visión que le había atormentado en la clase de Firenze, pero por culpa del hambre y del cansancio, ya no podía hacerlo. Tembló sin quererlo mientras recordaba el frío punzante que parecía congelarle hasta los mismos huesos. Hoy había sido la segunda ocasión en que había sentido ese frío espeluznante, y no sabia la razón del por que.
Harry nunca había pensado que era claustrofóbico. Después de todo, no podías ser claustrofóbico si tu cuarto por 10 años había sido un pequeño aposento debajo de las escaleras, ni cuando uno de los castigos favoritos de tu familia era encerrarte en un closet oscuro durante horas. De hecho, a él nunca le había molestado ese castigo... era mejor que su tío golpeándole hasta que se cansara.
Pero no podía ignorar el sentimiento de desaire y desesperanza que le invadía cada vez que recordaba lo que se sentía estar amarrado de los brazos y de los pies, sin que se te permitiera moverte ni una pulgada – como se sintió el intentar tomar un respiro, pero sentir que tus pulmones se quemaban por falta de aire – como se sintió el ahogarse en sangre – como se sintió cuando le tierra se abrió y se lo tragó.
La voz con el característico acento irlandés de Seamus Finnegan trajo a Harry de vuelta al mundo real.
"Harry, ¿dónde has estado? Te has perdido todas las clases de la tarde," Seamus preguntó. Harry abrió los ojos para encontrarse a Seamus y a su inseparable compañero, Dean, parados junto a la mesa que ocupaba, con expresión de preocupación en sus rostros.
Harry dijo lo primero que le vino a la mente, "Necesitaba buscar información para unas tareas de crédito extra en Transfiguración." Su estomago gruño impacientemente, recordándole que había pasado bastante tiempo desde la ultima vez que comió algo.
"¿Qué hora es?" le preguntó a sus amigos. Dean fue el que miró a su reloj de pulsera antes de contestarle a Harry que eran las 8:15 de la noche. Harry se asombró; sabia que había estado mucho tiempo en la biblioteca, pero se sorprendió de darse cuenta que ya se había ido la mayor parte del día.
"Bueno, he estado aquí lo suficiente por hoy. Nos vemos luego, amigos," Harry dijo, levantándose de la mesa y agrupando los libros que había regado sobre ella antes de que Dean y Seamus tuvieran la oportunidad de verlos. Harry les dio otra pequeña sonrisa, pero lo único que recibió de respuesta fueron unos rostros llenos de ansiedad.
"¿Estas seguro que estas bien, Harry? Quiero decir... lo que pasó en la clase de Firenze fue... algo un poco espantoso," Seamus dijo. Harry agitó la cabeza, tratando de darle un aire casual a la pregunta.
La palabra "espantoso" palidecía comparada con lo que realmente sintió.
"Si, estoy bien. No te preocupes por eso. Solo fue un mal sueño," Harry dijo de manera casual. Dean y Seamus finalmente asintieron con sus cabezas, algo aliviados por el aparente estado de ánimo de Harry. "Nos vemos," repitió, y finalmente salió de la biblioteca, pero no sin antes poner los libros de vuelta en los lugares correspondientes y decir un cortes "Buenas noches" a la Sra. Pince, quien aún sentía la necesidad de cuidar a su santuario de la amenaza que podía ser Harry Potter.
Harry recorrió el camino de vuelta a la sala común de los Gryffindor, encontrándose a algunos estudiantes en el camino que paraban de hacer lo que sea que estuvieran haciendo para mirarle cuando se les acercaba. ¡Como Harry odiaba la fama! Sabía que los rumores de lo que había sucedido en la clase de Firenze se esparcirían por el colegio como fuego en un bosque seco, y que ahora todo el mundo se estaría preguntando lo que podía significar.
Si le hubiera pasado a cualquier otra persona, el suceso se hubiese olvidado antes de la cena. Pero él era el Niño-que-vivió, y todo el mundo sabía que con Harry todo era más complicado.
Hasta las cosas del amor.
Decidió ignorar las miradas y los comentarios mientras caminaba por los pasillos, solo deteniéndose cuando vio a Neville y Ginny caminando de mano en mano frente a él. Se escondió detrás de una esquina hasta que no pudo escuchar ya sus pasos. Podía ignorar a todos los demás, pero sabía que iba a ser una tarea imposible el tratar de ignorar las preguntas de Ginny y Neville.
Finalmente, Harry llegó a la sala común, ignorando el comentario de la Dama Gorda de que se veía enfermo. "Harry, ¿cómo te sientes?" preguntó Lavender, quien compartía el sofá con su inseparable Parvati. Ni siquiera las miró, caminando directamente a las escaleras hacia su dormitorio mientras le daba un tratable "Como nuevo. Gracias por preguntar" antes de desaparecer dentro de su cuarto.
Soltó un suspiro, visiblemente aliviado, pensando que por fin había llegado a un lugar donde tendría algo de alivio y silencio en su cabeza. Ya se estaba imaginando la relajante ducha que se iba a dar y lo que le iba a pedir a Dobby que le subiera de la cocina, cuando Harry sintió unas manos fuertes sobre su espalda. Al siguiente momento, Harry ya se encontraba de boca sobre su cama al haber sido empujado por un atacante misterioso.
Rápidamente, se dio la vuelta sobre la cama, su varita en mano, preparado para maldecidle los pantalones al intruso. Pero "sorpresa" era una palabra muy débil para describir lo que sintió cuando se dio cuenta que la única otra persona en la habitación era su amigo Ron.
Ron estaba parado a unos dos metros de Harry, mirándolo con dagas en los ojos. Era una mirada usualmente reservada para Malfoy y solo había sido dirigida a Harry durante su Cuarto Año, cuando Ron pensaba que Harry había entrado al Torneo de los Tres Magos buscando fama y fortuna. Era una mirada que Harry hubiese deseado que nunca jamás hubiese sido dirigida a él.
"¿RON? ¿POR QUÉ DEMONIOS HICISTE ESO?" Harry le gritó a su mejor amigo.
"Porque te lo merecías," Ron dijo en voz baja, temblando del coraje, señalando con un dedo acusatorio al chico aun tirado sobre su cama.
"¿Qué hice ahora?" Harry dijo, seriamente confundido, mientras se enderezaba un poco hasta quedar sentado sobre su cama.
"¡Oí lo que le dijiste a Hermione! ¿Cómo pudiste decir algo tan doloroso? ¡Ella solo estaba preocupada por ti!" Ron dijo acusadoramente. Harry estaba aturdido, no solamente porque Ron casi nunca se paraba del lado de Hermione en una discusión, pero también porque se dio cuenta que Ron le había estado observando a escondidas.
"¿Estabas espiándome?" Harry dijo de manera defensiva. Si había pensado que su acusación hiciera que Ron se calmara, estaba por darse una gran sorpresa.
"¡SÍ! ¡TE ESTABA ESPIANDO! No confiaba en que te comportaras... y ¡tenía razón! ¡Y no te atrevas a tratar de hacerme sentir mal, porque él que es el maestro en escuchar las conversaciones privadas de sus amigos eres tú!" Ron dijo, poniéndose más rojo con cada palabra que salía de su boca.
"¿Por qué le dijiste lo que me había sucedido? ¿Por qué le dijiste que me fuera a buscar?" Harry dijo, soltando su varita, no confiando por completo que el sentimiento de culpa que sentía fuera lo suficiente como pararle de lanzarle un hechizo a su pelirrojo compañero.
"¡Porque estamos hablando de Hermione! Si hay alguien que pueda ayudarte con lo que sea que te esta pasando, ¡es ella! ¡SIEMPRE ha sido ella!" Ron dijo con franqueza, algo de su coraje desvaneciéndose cuando se dio cuenta de lo perdido que se veía su amigo.
"Nada me esta pasando, Ron," Harry dijo suavemente, esperanzado en que si repetía la mentira lo suficiente, esta se convertiría en realidad.
"¡Demonios, Harry! ¿Qué crees de mí? Sé que esta pasando algo raro... quiero decir..." Ron dijo, pasando sus manos por su pelo en señal de frustración, "si te hubieses visto el rostro cuando comenzaste a gritar... ¡Estabas aterrorizado, Harry! Nunca te había visto así." Ron se sentó al lado de Harry y suspiró, desesperado por sentirse inútil para ayudar a su camarada.
"Tengo muchas cosas en la cabeza," Harry susurró, recostando su cabeza sobre sus manos y cerrando sus ojos. El dolor de cabeza había regresado con venganza, la piel sobre su cicatriz quemándole como un pedazo de carbón.
Un silencio cayó sobre los dos amigos, y no fue roto hasta que Ron suavemente susurró, "¿Acaso esto tiene que ver con... con Hermione? Con lo que ahora... ¿con lo que ahora sientes por ella?" Repentinamente, se sintió culpable por "El Plan" que Ginny, Neville, Luna y él habían formulado esa mañana.
"Quizás sí... quizás no. No lo sé. Firenze piensa que lo que me sucedió esta mañana fue algún tipo de... de visión... pero... no sé. No puedo dejar de pensar en que quizás tiene algo que ver con Hermione," Harry confesó, sorprendido de lo sincero de sus palabras.
"¿Por qué le gritaste? ¡Ella estaba tan preocupada por ti cuando le dije lo que sucedió! Ni siquiera fue a cenar después. Ella no me dijo nada, pero... pero le vi llorando... en el hombro del apestoso Roger," Ron dijo, su voz tornándose amarga al mencionar el nombre del Ravenclaw.
Impulsivamente, Harry se agarro el cabello con mas fuerza, tratando de ignorar la cadena de imágenes de Hermione en brazos de Roger que se paseaba por su cabeza y que amenazaban con empeorar su jaqueca.
Harry suspiró amargamente y miró a Ron, y con voz clara contestó, "Creo que... Creo que estoy tratando de alejarla de mí lo más posible... hasta que el problema de la poción se resuelva. No quiero hacer nada que ponga en peligro nuestra amistad. Tú sabes que ambos significan todo para mí."
En ese momento, Ron sintió algo que nunca había sentido por Harry. Sentía lastima por el chico de los ojos esmeralda, preguntándose como alguien tan increíblemente valiente e inteligente pudiera estar tan ajeno a lo que todo el mundo ya sabía.
Ron puso su mano sobre el hombro de Harry y dijo, "Mira, amigo, yo no estoy tratando de darte consejos en lo que respecta al amor, ya que ese siempre ha sido el departamento de Hermione, pero... si en realidad estas enamorado de ella... aunque sea por causa de la poción... pues ¿qué hay de malo en eso?"
Harry no respondió, pero volteó la cabeza, hasta que encontró su parcial reflejo en el espejo de la habitación. Ron decidió continuar con su tren de pensamiento, "Hermione... no es fea."
Eso provocó una reacción de parte de Harry. "Es hermosa," respondió con tono reverente.
Ron continuó con un, "No es ninguna tonta o ignorante."
A lo que Harry respondió, "Es la persona más inteligente que conozco."
"No es egoísta ni creída," Ron dijo. Harry parecía estar algo ofendido con la descripción casual de Ron, juzgando por la mirada que le envió en su dirección.
"Ron, ella tiene el corazón más grande de este planeta y tú lo sabes," Harry le contestó.
"Es verdad que es algo mandona, pero también las mujeres Weasley lo son y la gente las considera adorables. Pero tú sabes que, aunque nos este dando ordenes, siempre lo hace con la mejor de las intenciones," Ron dijo, tratando de esconder una sonrisa.
Por fin estaba obteniendo una reacción de Harry con la que podía trabajar. "Lo sé," Harry le susurró.
Ron levantó los brazos de manera enfática, decidiendo que era el momento para dar el golpe de gracia, y preguntó, "Entonces, ¿cuál es el gran problema de que estés enamorado de ella?"
No estaba preparado cuando Harry contestó en un susurró, "El problema es que ella no esta enamorada de mí. Esta enamorada de Roger Davies. Y eso me hace sentir tan mal que terminó haciendo lo que menos quiero hacer en esta vida... terminó hiriéndola."
Ron no supo que contestarle; definitivamente no era la respuesta que estaba esperando.
"Ron, Hermione y tú son mis dos mejores amigos. No quiero herirla, tal como tú no quieres herirla. Pero si no encuentro el antídoto pronto, mis celos terminarán destruyendo mi amistad con Hermione... y ni siquiera puedo aguantar el pensar en esa posibilidad," Harry dijo suavemente, volteándose nuevamente para mirar a Ron.
Ron sacudió su cabeza y soltó un cansado suspiro. Quizás Ginny estaba en lo incorrecto y Harry tenía la razón. Quizás Hermione no tenía mas sentimientos por Harry que los de una fuerte amistad. Después de todo, ella parecía estar bastante unida a Roger. Quizás al tratar de empujar a sus mejores amigos el uno hacia el otro, Ron estaba haciendo lo incorrecto.
Pero, quizás... quizás Ginny tenía razón... Ron nunca antes había encontrado el "quizás" tan irritante en su vida.
"Harry, ¿te puedo preguntar algo?" Ron dijo, volteándose para mirar a su amigo. Nuevamente, Harry había cerrado sus ojos y había enterrado su cabeza sobre sus manos. El joven murmuró algo que sonaba como "¿qué?" y Ron decidió hacerle la misma pregunta que Ginny le había hecho esa mañana.
"¿Cómo puedes estar tan seguro de que Hermione no esta enamorada de ti?" Ron preguntó. Harry abrió los ojos violentamente y le miró como si le hubiese salido un tercer brazo.
"¡Pero te has vuelto loco!" escupió.
"¡Creo que es una pregunta honesta!" Ron le contestó.
"¿Cómo puedo estar tan seguro? Pues, déjame ver... ¡No soy quien ha estado de su mano toda la semana... no soy quien probablemente la este halando a un salón de clases vació para besarla... y no soy quien la va a llevar de la mano al baile de brujas!" Harry dijo antes de poder detenerse.
Frunció el ceño tan pronto como se dio cuenta de lo agrio y celoso que sonaba. Ron aún no le había dicho una palabra, pero lo miraba con la ceja levantada, aun sorprendido por el arrebato.
"Me he comportado como un cretino nuevamente, ¿no?" Harry dijo, sintiéndose tan avergonzado que podía sentir el calor de sus mejillas.
"Lo has hecho, amigo. Mira, creo que antes de hacer cualquier otra cosa, debes buscar a Hermione y disculparte con ella," Ron le sugirió.
Harry asintió con la cabeza. "¿Sabes donde ella esta?" preguntó, recordando que Ron le había dicho que Hermione no había bajado para la cena.
"¿En la biblioteca?" Ron ofreció.
"De allá vengo," Harry dijo, sacudiendo su cabeza.
"No estaba abajo... quizás este en su sala común," Ron dijo.
"Me daré una ducha, y me iré a disculpar con ella," Harry dijo, levantándose de la cama, el hambre y el cansancio que había tenido apenas unos minutos antes ya en el olvido.
Agarró uno viejo pantalón de mezclilla y una delgada camiseta blanca de su armario, y se volteó para mirar a Ron, que aun estaba sentado sobre la cama de Harry con una expresión que Harry no podía leer en su rostro.
"Y... ¿ya esta todo bien entre tú y yo?" Harry le preguntó a su compañero. Ron le miró seriamente por un momento, pero finalmente sonrió, asintió suavemente con su cabeza.
"Sí... esta todo bien," Ron dijo, levantándose de la cama y caminando hacia Harry. Con una amistosa palmada en la espalda de Harry, Ron añadió, "Pero la próxima vez que hagas a Hermione llorar, te pateare el trasero."
Ron salió de la habitación y regreso a la sala, dejando a Harry atrás con una pequeña sonrisa en su cansado rostro.
No le molestaba que Ron le pateara el trasero cuando se lo merecía.
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30 minutos después
Harry se ajusto los espejuelos sobre su nariz y paso sus dedos sobre su aún mojado cabello, tratando inútilmente de peinarlo en un vago intento por verse más presentable.
'¿Por qué estoy tan nervioso? Es solo Hermione... vamos, puedes hacer esto.'
"¿Qué quieres?" el retrato de la vieja bruja que servía como guardia de los compartimientos de los Prefectos le preguntó a Harry de manera brusca.
"Quiero... quiero hablar con Hermione Granger," Harry dijo, preguntándose porque Hermione nunca le había dado la contraseña a su habitación ni a Ron ni a él.
'Quizás porque nunca se me ocurrió preguntarle. Como siempre estaba con nosotros...'
Harry estuvo parado frente a la puerta por buen rato, pero nada estaba pasando. Estaba poniéndose más impaciente con cada segundo que pasaba, hasta que no pudo aguantar y se volteó hacia el retrato y dijo bruscamente, "¿Bueno? ¿Hermione viene o no?"
"¿QUIÉN CREES QUE SOY? ¿TU SIRVIENTA? ¡Toca a la puerta si es que quieres verla!" el retrato de la vieja bruja le gritó. Harry murmuró una muy sarcástica gracias justo antes de tocar dos veces en la puerta de madera que servia de entrada a los aposentos de los Prefectos.
Escuchó un leve sonido al otro lado de la puerta, y se pasó las manos sobre su camisa de manera impulsiva, tratando de suavizar todas las arrugas. Escuchando lo que definitivamente eran pisadas, tomó un gran respiro y se preparó para pedir disculpas.
La manija giró. La puerta se abrió solo un poco... para revelar el rostro de Roger Davies.
'Maldito cabr...'
"¿Te puedo ayudar en algo?" Roger le preguntó al irritado Harry. Por la cara que tenía Roger, Harry sabia que el Ravenclaw prefería tragarse un jalapeño antes de serle de ayuda.
"Estoy buscando a Hermione," Harry dijo, logrando mantener la mayoría de su irritación fuera de su voz.
"¿Para que?" Roger preguntó de manera brusca. Antes de que Harry le pudiese contestar que no le importaba, escuchó la voz de Hermione en un suave susurro.
Los hombros de Roger se tensaron visiblemente, pero finalmente abrió la puerta por completo, para revelar a Hermione, quien había estado escondida detrás de la puerta.
La boca de Harry se secó instantáneamente. Hermione ya estaba vestida en su ropa para dormir, un conjunto de pantalón y camisa color vino oscuro, con una bata en seda que contrastaba con las gastadas pantuflas de conejito que adornaban sus pies. Sus brazos estaban cruzados sobre su pecho, su pelo amarrado de tal manera que dejaba muchos mechones sueltos que caían alrededor del hermoso rostro. Harry hubiese sonreído con lo hermoso de su apariencia, pero se detuvo cuando se dio cuenta de la tristeza en sus ojos café.
'Es por mi culpa.'
"¿Sí, Harry?" Hermione preguntó, su voz cansada, pero seria. No se le escapó a Harry el hecho de que todavía estaba parada al lado de Roger.
"Me... me preguntaba si podíamos hablar un momento," Harry dijo con suavidad, sus ojos esmeralda encadenados a los de ella.
"Entonces habla," Roger interrumpió. Harry tomó un gran respiro, enfocando su atención sobre el Prefecto, preparado para liberar todas las palabras vulgares en su vocabulario, pero fue Hermione la que le detuvo.
Volteándose hacia Roger, Hermione dijo con frialdad, "Estaré afuera." Harry no pudo evitar saborear la cara de Roger cuando Hermione salió de su sala común hacia el pasillo y cerró la puerta detrás de ella. ¡Si solo hubiese tenido una cámara, Harry hubiese capturado ese maravilloso momento Kodak!
Hermione evitaba mirar a los ojos a Harry mientras caminaba por el pasillo, y Harry, que no sabía como continuar, la seguía en silencio. Hermione finalmente se detuvo, se recostó contra la pared, y miró hacia arriba.
¿Qué quieres?" preguntó, sus ojos rojos y tristes posándose sobre los de Harry. El chico se dio cuenta de lo difícil que se le hacia hallar su voz cuando ella le estaba mirando con tanto dolor en sus mirada. Los ojos de Harry se perdieron sobre el suelo, esperando que algo de la legendaria valentía Gryffindor apareciera en él. El silencio se estaba haciendo pesado e inaguantable.
"Lo siento mucho... no debí haberte gritado... no me sentía bien y... bueno, me las desquité con la primera persona que se me paró al frente. Lamentablemente, esa persona resultó ser mi mejor amiga," Harry finalmente dijo, su mirada aún posada en el suelo.
Se sorprendió grandemente cuando escuchó a Hermione tomar un trémulo respiro y decir, "Yo también lo siento."
"¿Lo estas?" Harry respondió, finalmente mirándole a los ojos, la expresión en ellos hablando de la confusión que sentía.
"¡Claro que lo estoy! No te debí haber gritado," Hermione dijo, bajando su cabeza, su voz sospechosamente neutral. Harry no sabía como interpretar sus palabras hasta que le escuchó decir en una voz juguetona, "¡Te debí haber dado un puñetazo!"
Harry soltó una nerviosa carcajada cuando su mejor amiga finalmente le miró a los ojos, mostrando que había una pequeña sonrisa en sus encantadores labios.
"¿Acaso eso fue un chiste, Srta. Granger?" Harry preguntó con una sonrisa.
"Quizás," fue la contestación de Hermione, la sonrisa aún acariciando las esquinas de su boca.
Después de compartir otra risa nerviosa, la expresión de Hermione cambió, y nuevamente su voz tomó un tono de seriedad. "En realidad lo siento Harry... no debí haberte gritado para atrás," dijo, mordiéndose el labio inferior ansiosamente.
"Me merezco mucho más que el que solamente me grites," Harry dijo con sinceridad.
"Quizás sí... pero eso no significa que haya sido lo correcto," Hermione dijo con suavidad. Miró hacia abajo hasta que solo la parte de arriba de su cabeza era visible para Harry, y dijo, "Es que estoy algo abrumada... y frustrada."
"¿Con qué?" Harry preguntó, atreviéndose a poner una mano sobre el hombro de Hermione. Podía sentir el calor que emanaba de su cuerpo aun con la tela de la bata entre medio, y tuvo que tragar profundo.
"Contigo, Harry. Contigo," Hermione dijo, levantando la cabeza y mirando a Harry directamente a los ojos.
"Lo siento mucho," Harry repitió, su mente repentinamente incapaz de encontrar las palabras para describir todas las cosas que sentía en aquel momento.
"¿Siquiera sabes por qué te estas disculpando, Harry?" Hermione preguntó con suavidad. Harry permitió que su mano viajara desde el hombro de su amiga, bajando suavemente por su brazo hasta que llego a su mano, disfrutando del calor que su cuerpo emanaba. Se sintió tan seguro cuando ella capturó su mano en la suya, apretándole suavemente, que hizo que los vellos de su cuello se erizaran.
"Por que te he herido," Harry susurró, su mirada posándose entre sus dedos entrelazados, intoxicado por la sensación del pulgar de Hermione trazando círculos lentamente sobre la piel de su mano.
"Me has herido, pero no porque me has gritado ni porque has dicho cosas hirientes. Ha sido porque me has estado alejando de ti. Porque hay algo que te sucede y me has dejado en la oscuridad. No estoy acostumbrada a eso," Hermione susurró, su voz quebrada dejando sin duda cuan herida se sentía. Instintivamente, Harry apretó su mano dentro de la de él.
"No quiero hacerlo, Hermione. Es solo... ya te dije... es solo que tengo muchas cosas en mi cabeza," Harry dijo apologéticamente.
"¿Cómo que?" Hermione dijo, sorpresivamente agarrándole por su camisa y halándolo hacia ella, hasta que la punta de sus zapatos tocaron las pantuflas de Hermione.
Harry tragó fuerte, agudamente consciente de cómo Hermione aun tenía un puñado de su camisa en su delicada mano.
'Como tú.'
"Como Voldemort. Los Mortífagos. E.X.T.A.S.I.S. Sirius. La guerra," Harry contestó suavemente. No estaba mintiendo; esas cosas siempre estaban en su mente, al igual que la cicatriz siempre estaba en su frente. Pero todo había tomado un segundo plano a la chica del cabello marrón que estaba parada frente a él.
Escuchó a Hermione suspirar mientras soltaba su camisa. Miró hacia arriba para encontrarse a su amiga con los ojos cerrados, frotando su frente con la mano que le había estado agarrando su camisa. Cuando abrió los ojos y le miró, Harry supo de inmediato que ella no estaba satisfecha con su contestación.
"¿Y lo que pasó en Transfiguración ayer? ¿Y hoy en Adivinación?" Hermione le preguntó. Harry suspiró y miró hacia el suelo. En realidad no quería pensar en lo que vio en la clase de Adivinación, ni recordar el frío que sintió durante la clase de Transfiguración. Distraídamente, se dio cuenta que a una de las pantuflas de conejito le faltaba una oreja.
Hermione se puso derecha, y el movimiento súbito le acerco aún mas a Harry, Nuevamente, hizo ese gesto exquisitamente posesivo de tomarle por la camisa, sus uñas raspando suavemente contra la piel de su estómago a través de la delgada tela de su camisa. Harry cerró sus ojos y soltó un gran suspiro. Si ella seguía tocándole así, iba a ser algo estúpido... nuevamente.
"Solo... solo son pesadillas. Eso es todo," Harry finalmente contestó, aun mirando hacia el suelo.
"Harry, mírame," Hermione suplicó. No quería mirarle; tenía miedo... miedo de que si esos ojos café se posaban en los de él una vez más, no se iba a poder contener de decir todas las cosas que quería decirle y sabía que no podía.
Harry brincó un poco cuando sintió la mano de Hermione sobre su rostro. Poniendo su mano bajo la barbilla de Harry, Hermione gentilmente movió su cabeza hacia arriba hasta que sus ojos conectaron con los del joven.
Harry sentía que pronto alcanzaría el punto de no retornar.
"¿Qué viste?" Hermione susurró con mucha gentileza, de la misma manera que una madre le hablaría a un niño asustado. Nuevamente, esa sensación que había caído sobre Harry cuando estuvo llorando en los brazos de Hermione en el pasillo invadió su cuerpo, esa sensación que le aseguraba que todo estaba bien en el mundo y de que estaba seguro siempre y cuando ella estuviera a su lado.
Y antes de poderlo pensar dos veces, Harry dijo, "No recuerdo lo que soñé en Transfiguración... pero si recuerdo el frío... era como si hubiese ido a nadar desnudo al lago en pleno invierno. Bueno, en realidad era peor que eso. Lo sentía punzando mis huesos... congelándome el cráneo..."
La mano de Hermione que había estado aguantando la mano de Harry apretó suavemente, y la mano que había estado posada bajo su barbilla viajó lentamente hasta que se posó en su mejilla, sus dedos acariciando confortadoramente el rostro de Harry.
'Ella hará que todo este bien. Ella siempre hace que todo este bien.'
Harry continuó, su voz nunca subiendo de un suspiro, "Y hoy... hoy vi una noche sin estrellas. Y la luna... la luna se tornó color sangre... y comenzó a llover sangre del cielo... y la tierra se abrió y me tragó. Pude sentir como la sangre me caía en el rostro... en mis ojos... la podía probar dentro de mi boca... y no podía respirar. ¡No podía respirar, Hermione! ¡No podía..."
Los ojos de Hermione brillaban con lágrimas que no habían sido soltadas, y Harry se ahogó en sus palabras. Pero no necesitó terminar la oración, porque al siguiente momento Hermione había cerrado la distancia entre ellos, sus brazos rodeándole en un acogedor abrazo. Harry dejó que sus brazos viajaron sobre los hombros de Hermione, y la apretó hacia su cuerpo, abrazándose a su amiga como si fuera un salvavidas.
Aún agarrándose a Harry, Hermione susurró, "Lo siento mucho, Harry. Debió ser horrible." Una de las manos de Harry bajo de los hombros de su amiga, viajando por su espalda y posándose en su cintura.
En el momento en que comenzó a contarle lo que había soñado, los recuerdos del frío tormentoso regresaron. Nuevamente había sentido ese arrollador frío en sus propios huesos. Pero el contacto con el cuerpo de su amiga lo llenaba de muy necesitado calor, y la sensación le nublaba los sentidos.
"Harry, yo no sé que es ser El-Niño-Que-Vivió. Pero siempre has sido plagado por pesadillas. Y 90% de las veces, significa más de lo que aparentan. ¿Recuerdas el ataque de la serpiente al Sr. Weasley? ¿Y los sueños que tuviste del Departamento de los Misterios? ¿Qué tal si se trata de algo así?" Hermione dijo, su voz llena de pavor.
Las tablas se habían virado para Harry. Ahora, en vez de querer que ella le hiciera sentir seguro, lo único que deseaba es que Hermione ya no sintiera miedo. Harry se soltó de ella solo lo suficiente como para mirarle a la cara.
"No pienses así, Hermione. Estoy segura que solo son pesadillas," Harry trató de consolarle, tomando el rostro de su amiga en sus manos con tanta gentileza como un chico de 17 años era capaz.
'¿Cómo puedes decir eso? ¡Ni siquiera estabas dormido en Adivinación y tú lo sabes! ¿Y que hay de lo que dijo Firenze? Que algo lunaris era un auguro de destrucción...'
Harry consideró decirle lo que estaba pensando, pero inmediatamente decidió en contra de ese deseo cuando sintió la humedad de una lagrima cayendo sobre su mano.
"¿Cómo... como esta tu Oclumencia?" Hermione le preguntó a Harry mientras este borraba el trazo que la lagrima había dejado en su mejilla.
"No tan bien," Harry admitió con sinceridad.
A Harry no le estaba fácil vaciar su mente de todo pensamiento y emoción cuando la poción había hecho que la chica del cabello color café y la cálida sonrisa fuera el más prominente pensamiento durante todas las horas del día.
'No ayuda que la estés tocando en cada oportunidad que se te presenta.'
Él lentamente bajo las manos del rostro de Hermione, extrañando la calidez que se formaba en la boca de su estómago tan pronto como rompió el contacto. Logró darle una pequeña sonrisa de consuelo, pero Hermione aún se veía descorazonada, probablemente esperando que luego de dos años de lecciones de Oclumencia Harry hubiese aprendido el arte.
"¡Harry, prométeme que le vas a decir a Dumbledore!" Hermione súbitamente suplicó. Harry suspiró y le evadió la mirada; ir a Dumbledore era lo último que quería hacer.
"Mírame," Hermione susurró la suave orden por segunda vez esta noche.
'No le mires... no le mires... sabes que si le miras no le vas a poder decir que no...'
Sintió como la mano de ella le agarró por su brazo, piel rozando contra piel, sus uñas enterrándose en su carne como deliciosa tortura. Sus ojos se voltearon hacia su cabeza, y estuvo tentado a salir corriendo a darse otra ducha fría antes de continuar con esta conversación.
'¡NO LE MIRES! ¡NO LE MIRES! ¡NO LE...!'
"Harry"
Los ojos de Harry encontraron los de Hermione al instante.
'Gallina.'
'¡Ya cállate!'
Los ojos de Hermione no dejaban duda de que "no voy a hablar con Dumbledore" no era una respuesta aceptable.
"¡Esta bien! ¡De acuerdo! Voy a hablar con Dumbledore mañana," Harry dijo, completamente derrotado en la batalla de la voluntad.
'Favor de hacerte espina.'
Pero la promesa casi valía la pena cuando sintió que ella le abrazaba nuevamente. Esta vez, Harry no se atrevió a poner sus brazos alrededor de su cuerpo. No confiaba que fuera capaz de resistir la tentación de aprender de que sabor era su lápiz labial.
'Gracias," Hermione susurró, el alivio evidente en su voz. Ella cerró los ojos y recostó su frente sobre el hombro de Harry, una suave sonrisa en sus tentadores labios.
"No, Hermione. Gracias a ti," Harry dijo, peleando contra el deseo de enterrar su rostro en el cuello de la chica. Hermione interrumpió el abrazo y retornó a su posición original, recostándose contra la pared a algunos metros de la puerta a su sala común.
"Entonces... ¿esta todo bien entre nosotros?" Harry preguntó, buscando en sus ojos alguna señal de que aun estaba enojada con él. Encontró preocupación en sus ojos... un poco de decepción... ¿quizás amor? Solo en sus sueños. ¿Pero enojo? Se había esfumado. Poof. Como por arte de magia.
Hermione le sonrió nuevamente, diciendo, "Sí. Todo esta bien entre nosotros." Después de un momento, añadió, "Tomaría mucho mas que esto para que las cosas no estuvieran bien entre nosotros."
"Esto casi valió la pena. Después de todo, ¿cuántas veces te he escuchado decir una palabrota?" Harry dijo con una sonrisa juguetona, sintiéndose completamente cómodo con Hermione. Después de todo, ella era su mejor amiga, su confidente, su apoyo...
'¿Y quieres arruinar esto enamorándote de ella?'
'¡SÍ!'
'¡Te dije que te callaras!'
Hermione hizo una graciosa mueca con su rostro que hizo que Harry soltara una carcajada. Tenia una linda narizita en forma de botón cuando hacia eso.
"No vas a decírselo a nadie, ¿verdad?" Hermione preguntó con las mejillas ruborizadas de la vergüenza.
Sacudiendo su cabeza, Harry le contestó, "Por supuesto que no... voy a esperar hasta que te necesite chantajear."Hermione le dio un puño de manera juguetona en el estómago. "Juro que puedes ser peor que Ron."
Antes de que Harry se diera cuenta de lo que hacía, tomó la mano que Hermione había usado para golpearle y la llevo a sus labios, plantando un suave beso en sus nudillos, diciendo, "Pero por eso me amas."
Por un segundo, Harry hubiese podido jurar que vio una sombra caer sobre los ojos de Hermione, una emoción primitiva y prohibida que nunca había visto reflejada en esos hermosos ojos. Había desaparecido casi tan pronto como apareció, y Harry no le hubiese notado si no hubiese estado mirándole directamente al rostro.
'¿No crees que...?'
"Bueno, es hora de que yo regrese. Ya me iba a ir a la cama cuando tú tocaste a la puerta," Hermione dijo con un suspiro, mirando a la puerta de su sala común con impaciencia.
'¿Soy yo o ella esta evitando mirarme a los ojos?'
"A menos que quieras entrar," Hermione ofreció distraídamente. Harry estaba a punto de sonreír como loco, pensando que iba a sentarse con Hermione frente al fuego y pasar las horas hablando como en los viejos tiempos (porque esta semana parecía una eternidad), pero recordó que no iban a estar solos.
'Arrastrada cucaracha'
Cuando finalmente Hermione volteó el rostro para mirarle, Harry le dio una cansada sonrisa y le dijo, "Quizás otro día."
"Te veré mañana," Hermione dijo, apretándole la mano que aún aguantaba la de ella. Ella comenzó a caminar hacia su puerta, pero ni soltó la mano de Harry, ni Harry soltó la mano de Hermione, pero tampoco hizo ningún intento por seguirla.
La verdad era que Harry no quería verla ir. No quería pensar en lo que le podría estar esperando al otro lado de la puerta.
Hermione soltó la mano de Harry, pero él no hizo lo mismo, hasta que ella no pudo dar un paso más. Su brazo estirado a su lado y su mano todavía en la de Harry, Hermione miró sobre su hombro hasta que sus ojos encontraron el rostro de Harry. Él no podía leer la expresión del rostro de su amiga, pero Harry sabía lo que ella estaba viendo en este momento.
Un niño perdido que se había metido en un grave problema.
"Harry, ¿tienes algo mas que decirme?" Hermione susurró, su tono voz extraño hasta para el propio Harry.
'¡Dile lo que esta pasando! ¡Dile lo que sientes!'
'¡Yo no siento nada! ¡Es solo la poción!'
'¡Dile! ¡No dejes que se vaya a su cuarto sin saberlo!'
'¡Sería egoísta de mi parte! Cuando encuentre el antídoto, ya no estaré enamorado de ella.'
'¿Cómo puedes estar seguro?'
'¡Solo cállate!'
'¡Entonces dile!'
'¡NO!'
'¡DILE!'
"No," Harry dijo con suavidad, finalmente soltando la mano de su amiga. Vio como ella se dio la vuelta y se alejo de él.
Empujando su puerta, Hermione dijo "Buenas noches, Harry" sin mirar hacia atrás.
"Dulces sueños, Mione," Harry dijo, rogando que su voz no demostrará el súbito dolor que sentía en el pecho. Pudo ver a Roger parado al lado de la puerta, como si hubiese estado escuchándoles durante todo este tiempo. Finalmente, Hermione entró a la sala.
Era como si el tiempo mismo se hubiese detenido para Harry... la puerta al aposento se cerraba a una velocidad que solo podía ser descrita como dolorosamente lenta. Aún mirando hacia dentro de la habitación por la puerta abierta, Harry vio como Roger se le acercó a Hermione y le susurró algo al oído. Hermione miró hacia el suelo y asintió con su cabeza.
Y entonces Roger hizo algo que hizo que Harry se sintiera tan frío como se sintió en su sueño.
Roger tocó la mejilla de Hermione con delicadeza... e hizo que sonriera.
Harry pudo haber jurado que Roger alzó la mirada hacia él, y que le dio una sonrisa triunfal antes de que la puerta se cerrara por completo.
No consiguió que sus pies respondieran por algunas minutos. Solo permaneció ahí parado, preguntándose que podía estar pasando al otro lado de la puerta. ¿Acaso Roger tenía sus manos alrededor de su pequeña cintura? ¿Acaso Hermione estaba pasando sus dedos por el cabello rubio de Roger al igual que había hecho con Harry? ¿O acaso Hermione agarraba a Roger por la camisa con deseo y le acercaba a ella?
¿Acaso ella tenia su frente recostada sobre el cuello de Roger, su aliento haciendo cosquillas sobre la piel del joven? ¿Acaso Roger estaba bajando su cabeza y rozando sus labios contra los de ella?
¿Podría él saber cual era el sabor de los labios de Hermione?
Harry recordó la pregunta que Ron le había hecho hace apenas una hora en su habitación.
' "¿Cómo puedes estar tan seguro de que Hermione no esta enamorada de ti?" '
'Creo que ya tengo la contestación a esa pregunta.'
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Bueno, tengo que agradecer a mi colección de música por la inspiración. Especialmente, las canciones "If Love is a Red Dress" de Maria Mckee y "Train Wreck" de Sarah Mclachlan.
Y por supuesto, el texto al principio del capitulo le pertenece a la canción "Quizás, Quizás, Quizás" por el increíble Nat King Cole.
¡Dejenme saber lo que piensan!
Y muchísimas gracias a los siguientes lectores:
Ophelia Dakker: Hehe si eres tan explosiva como Harry, pobre del que caiga en malas contigo. Hehe Espero que este capi te haya gustado también.
Vicuticu HHr: Yo también pienso lo mismo: hay un triangulo amoroso preparándose para los siguientes dos libros. Ron definitivamente tiene sentimientos por Hermione, y Hermione aparenta tener sentimientos por Harry. ¡Harry es el wildcard aquí! Esperemos que en el sexto libro haya una respuesta clara. LOL El pobre Harry tiene muy poca suerte con las niñas. Me da hasta lastima. Espero que te haya gustado este nuevo capitulo.
RoHermione: Hehe espero que no hayas tenido que esperar tanto tiempo esta vez por el capítulo. Pienso lo mismo que tú: Harry da tanto a Ron como a Hermione por sentado. Creo que lo que paso al final del quinto libro en el Dpto. de los Misterios va a servir de lección para él. Y yo creo que la escenita H/Hr aquí es bastante tierna... ¿qué crees?
Claudio Potter: Ay, gracias por las lindas palabras de apoyo, Claudio. Me alegro que te haya gustado, y espero que este nuevo capitulo también sea de tu agrado.
Hermi de Harry: ¡Vas a ver a Harry metiendo las patas muchas veces! Espero que esta ultima escena también te haya gustado.
Hikari Takaishi Y: ¿Crees que Voldemort tiene que ver con esto? Hehe... puedes ser que tengas razón, como puede ser que no. Si te gusta ver a Harry reprochándose a si mismo, te va a encantar este capitulo. Hehe Me encanta la escena en que ella se comienza a alejar y el no la quiere dejar ir. Y si, esas peleítas son fundamentales para el desarrollo (veras después). Y a mi me gusta la palabra "impactante" por eso mismo: todas las posibilidades que tiene. Gracias por el apoyo, Hikari.
Ady-Chan: lol ¿Tarjeta de Cliente frecuente? Eso me hizo reír un buen rato. Si, el pobre no debería molestarse en sacarse el pie de la boca, porque termina en el mismo lugar siempre. Aunque creo que fue muy tierno en este capitulo, ¿no? Gracias por leer.
Lucumbus: Si, a mi me encanta ver pelear a Ron y Ginny también. LOL ¿Asqueroso Roger? Creo que si te juntas alguna vez con Ron y Harry, Roger no sale vivo de Hogwarts.
Mane Black: No te preocupes por eso. O.O ¿Te gusto lo del jugo de manzana en la piel? ¡Que precoz! Y a mi me parece también muy tierno como Hermione trata a Harry, ¡pero ya la pobre chica no aguanto mas! Ahora, esta escenita en el pasillo me parece muy tierna también. ¡Un beso, mi niña!
Dama-blanca: ¡Siempre un privilegio tenerte aquí! Ron y Harry siempre están a punto de decir palabrotas cuando el tema de conversación es Roger. ¡Pobrecito Roger! Nadie lo entiende. Mira la otra con el jugo de manzana; hay menores presente.. Hehe, notaste el detallito de Megara Blackflower. Me alegra mucho. Un pequeño shout-out a mi valenciana favorita. Y no te preocupes... pronto sabras mas información acerca del artefacto, y todas tus preguntas seran contestadas. Ron esta tan rico de tierno que me lo quiero comer a besos. O.O Olvidate de Lucumbus, Roger y Harry! Si TÚ te encuentras con Roger, pobre de él. Me lo vas a matar... y él es MUY importante para la historia. Estoy de acuerdo contigo en que estamos haciendo sufrir a nuestros chicos con muchas pesadillas, pero es culpa de JKR, no de nosotras. Hehe Me agrada que hayas encontrado la escena tierna, pero eso que dijo Hermione esta O.O Bueno, espero que te guste mas la conversación en este capitulo... Un beso y un abrazo, mi niña.
Con cariño,
Anasazi
