Capitulo 17: Danse Macabre

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Mientras Hermione le llevaba de la mano de regreso al Gran Comedor, Harry se preguntaba el porque había tenido tanto miedo de revelar sus sentimientos en primer lugar. Ahora que había pasado por eso – como sea que se llame el paso que él y su amiga acababan de tomar – sabía que era simplemente el próximo paso natural en la evolución de su amistad.

Ya se amaban como solo los mejores amigos podían hacerlo… ahora había llegado el momento de estar enamorados.

De vuelta en el salón, Harry apenas notó que todos los estudiantes se habían levantado de sus sillas y ahora estaban apiñados en la pista de baile, con las miradas fijas sobre el escenario. El último espectáculo de la noche estaba a punto de comenzar, y era algo que nadie se quería perder. Los cinco amigos siguieron a Ginny mientras ella intentaba encontrar un espacio en la pista lo suficientemente grande como para ellos acercase a la tarima. Probaba ser una tarea imposible.

"¡Ya era hora que llegaran¡Llevan una hora afuera!" Harry escuchó una voz llamar de algún lugar a su derecha. Hermione y él buscaron simultáneamente para encontrarse con que Roger se acercaba a ellos.

"Perdón," dijo Hermione, con un gesto algo avergonzado y un rubor en sus mejillas que no había estado un momento antes, "el tiempo vuela."

"Ya veo," respondió Roger con una sonrisa traviesa, sus ojos brincando de las manos entrelazadas de Harry y Hermione a sus labios hinchados. "Especialmente cuando te estás divirtiendo." Dándole una palmada amistosa al sorprendido Harry en el hombro, Roger continuó bromeando, "¡Vaya, Potter! Cuando le dije a Mione que tarde o temprano estabas destinado a sacar la cabeza de tu trasero para darte cuenta que ella era la chica, nunca pensé que actuarías tan rápido."

Oh, los tranquilizantes efectos secundarios de estar enamorado – no sentía la necesidad de romperle a Roger cada uno de los huesos cuando la escuchaba llamarla por su apodo.

"Le tomó suficiente tiempo," añadió Hermione. Al ver la facilidad con la que ellos dos se trataban, Harry se dio cuenta que había desestimado el hecho de que Hermione podía hacer buenas amistades con personas fuera de su circulo. Roger verdaderamente era su amigo. "Y hablando de actuar rápido," continuó la chica con una sonrisa juguetona, "¿qué tal te fue con las jóvenes de Hufflepuff?"

"Ya tengo dos citas para el fin de semana," el Ravenclaw contestó, levantando las cejas de forma pícara, "Sería una lastima que el hecho de que me rompiste el corazón me detuviese de compartirme con todas las chicas hermosas allá fuera."

Fueron interrumpidos antes de que Hermione pudiese contestar eso de la manera en que se merecía. "¿Tocaron alguna canción?" Luna dijo casualmente, asintiendo hacia el escenario.

Roger sacudió la cabeza cansadamente. "No. Acaban de subirse al escenario – están siendo demasiado dramáticas para mi gusto. Deberían comenzar y dejar el drama. ¡Es una banda, no un grupo de teatro!" gritó a nadie en particular. Harry miró hacia el escenario sin prestar mucha atención. Tres figuras encapuchadas se encontraban ahí, sus cabezas inclinadas, sus espaldas hacia la audiencia, vestidas con largas túnicas negras que le llegaban a los talones, mientras un coro invisible cantaba el verso central del clásico muggle Fortuna Imperatrix Mundi.

"Nos tendremos que quedar aquí," dijo Ginny malhumorada, cruzando los brazos sobre su pecho y mirando con desprecio hacia la atestada pista de baile, "No hay manera de cruzar."

"No te preocupes… te prometo que para el próximo concierto conseguiré asientos en primera fila," Neville ofreció con una sonrisa cálida. Su novia soltó un chillido, se dio la vuelta, envolvió los brazos alrededor de su cuello, y comenzó a moverse al ritmo de la música.

"Estaré mas que feliz en la última fila si consigues un rincón oscuro donde podamos…" la pequeña pelirroja dijo, terminando el pensamiento al plantar un suave beso en la esquina de la boca de su novio.

Neville se sonrojó, pero no tan violentamente como Ron, quien parecía estar peleando contra el deseo de quitarle las manos a su hermana de sobre Neville. "¡Por el amor de Merlín, Ginny¡Deja de tratar de corromper al pobre hombre!"

"Tus amigos están locos," le dijo Roger a Hermione sin rodeos. Hermione solo le contestó con una mirada que gritaba "Lo sé" antes de que sus ojos comenzaran a recorrer la multitud. Harry notó como se le frunció el ceño casi imperceptiblemente mientras continuaba registrando el lugar. Justo cuando le iba a preguntar si sucedía algo, ella habló.

"¿Dónde están los profesores?"

"Se fueron hace como diez minutos… aparentemente había algo dañado con sus bebidas, y tuvieron que irse con la Señora Pomfrey a la enfermería. ¡Deberías haber visto a Snape! Ya no estaba tan pálido como antes… ¡sino verde!"

"Que encantador."

"Bueno, McGonagall dijo que regresarían en un rato," continuó Roger, "Así que… ¿tú tomas el lado derecho y yo el izquierdo?"

"De acuerdo," contestó Hermione, apretando su agarre sobre la mano de Harry. Harry apretó como contestación, suprimiendo el deseo de sonreírse como un maniático; el hecho de que Hermione tenía trabajo que hacer no significaba que no podría robarle un beso… o diez.

"Esta bien," asintió Roger, "solo no me dejes descubrir que estas descuidando tus responsabilidades por irte a una esquina a estrujarte con Potter." Guiñando el ojo bromistamente, el Prefecto se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia el otro lado.

"¿Sabes Hermione? Me comienza a agradar el creído éste," bromeó Harry, rodeándole la cintura y acercándola aún más, "aunque digo que nos arriesguemos y nos vayamos a hablar al pasillo."

"Tal vez luego," ronroneó Hermione, parándose de puntillas y dejando que sus labios rozaran la mejilla de su amigo. Cuando ella se echó para atrás, Harry tuvo que contener las ganas de besarla nuevamente; sus labios ya estaban hinchados y enrojecidos por sus besos…

Sus besos... solo la idea de ello parecía ser un sueño… un maravilloso sueño que aún le daba trabajo creer que se había convertido en realidad.

"Pero ahora, quiero ver el espectáculo," añadió, torciéndose bajo los brazos de él hasta quedar de frente al escenario. Harry la agarró con más fuerza, descansando la barbilla sobre el suave hombro, con la cabeza volteada solo lo suficiente como para que la nariz rozara contra el cuello de la chica, ahogándose en sensaciones a las que ya se había convertido en adicto.

Él besó suavemente la piel que había quedado expuesta; un gemido se escapó de entre los labios entreabiertos de Hermione. "Me estás distrayendo," ella susurró, descansando sus manos sobre los brazos de Harry.

"No puedo evitarlo... aquí no hay nada mejor que hacer," él contestó, sus labios deslizándose distraídamente hacia el hombro de la chica. Estaba decidido a continuar con su dulce tortura hasta que sintió un fuerte pinchazo en el brazo. "¡Ay¿Y yo que hice? se quejó, poniendo cara de perrito triste, esperando a que ella se compadeciera de él.

Hermione le lanzó una mirada cruzada sobre el hombro y sugirió, "Mira el espectáculo." Entonces, esbozando lo que de ahora en adelante él conocería como la sonrisa pícara, añadió, "Veremos que sucede después."

Y con esa clase de promesas de lo que estaba por venir, Harry decidió que no era tan mala idea intentar disfrutar de la presentación.

Sus ojos siguieron a los de Hermione hacia la tarima, pero lo que vio fue verdaderamente inesperado.

Las tres figuras encapuchadas se encontraban en formación piramidal, los dos a los lados a unos metros de la figura central, quien aun estaba parada de espaldas al público, levantando los brazos en el momento en que la canción llego a su punto culminante.

Y ahí estaba... flotando justo encima de esa figura – el objeto prominente en sus sueños... de sus pesadillas... durante la última semana.

La esfera.

Su cicatriz se prendió en llamas. Imágenes de lo que había experimentado durante los últimos días le asaltaron su mente: la esfera roja y pulsante que se tragaba la oscuridad, la pálida y fría neblina, las voces, la luna carmesí, la lluvia de sangre, la tierra que se lo tragó, la orbe que lo consumía, los cuerpos de sus amigos colgando del techo...

Su amada atrapada en la telaraña.

Sin vida.

Las palabras de Firenze hicieron eco en su cabeza.

"Es un presagio muy poderoso... lo que los cielos han decidido mostrarte, Harry."

Su corazón se congeló; ya todo había caído en su sitio.

No habían sido pesadillas.

Habían sido advertencias.

"Hay algo mal aquí. Tenemos que irnos. Tenemos que salir," él susurró apresuradamente, empujando a Hermione con desespero para poder alcanzar la varita que había guardado en el bolsillo del chaleco.

Ella solo le miraba, la sorpresa marcada en la expresión de su rostro. Inmediatamente reconoció el miedo que se escondía detrás de esos ojos verdes, y eso fue lo suficiente como para provocar que el estómago se le retorciera como lo hacía cada vez que se enfrentaban a un problema.

"Harry ¿qué sucede¿Qué pasa?" preguntó, sintiéndose incapaz de ayudar mientras lo veía desesperarse mientras buscaba en sus bolsillos y regresaba con las manos vacías.

"¿Dónde demonios esta mi varita?" Harry masculló entre dientes, manteniendo los ojos sobre el escenario mientras pensaba en el camino más rápido para salir del salón. Estaba seguro que había guardado su varita en el bolsillo de la chaqueta antes de venir al baile. ¿Cómo rayos la pudo haber perdido?

"¡HARRY¿QUÉ ESTA PASANDO?" preguntó Hermione, comenzando a sentir el miedo en su propia carne. Hacía mucho tiempo que no había visto tanto pánico reflejado en esos ojos color esmeralda.

La música se detuvo.

No había profesores para auxiliar, ni espadas para atacar, ni escudos para protegerse, ni varitas para asaltar.

Sus instintos de supervivencia tomaron el control.

"¡VAMOS!" Harry murmuró, tomándole por el brazo mientras comenzaba a marchar en dirección contraria, dirigiéndose directamente hacia la salida. No había tiempo que perder, ni mucho menos para dar explicaciones.

Su prioridad era Hermione. Después que ella estuviera sana y salva, se preocuparía por todo lo demás.

"¡Harry¡Detente¿Qué sucede¿Qué esta pasando?" su compañera preguntó, luchando para zafarse de su agarre en un intento por detenerle y tratar de calmarle. ¿Qué ocurría en su cabeza para hacerle temer tanto?

"¡Oigan¿Dónde van? El baile aún no ha terminado."

Harry reconoció la voz de Ron, pero no perdió tiempo en tratar de explicarle. Hermione, sin embargo, tenía otra idea.

"¡Ron¡Algo le sucede a Harry!" dijo, intentado encontrar a su amigo mientras Harry la seguía halando en dirección opuesta.

Vio al pelirrojo compartir una mirada de confusión con su hermana, y ambos tomaron de la mano a sus respectivos acompañantes y comenzaron a correr tras Hermione y Harry.

"¿Qué le pasa a Harry¿Qué esta sucediendo?" preguntó Ginny con preocupación cuando los cuatro alcanzaron a Hermione.

"No me está diciendo..."

"¡NO HAY TIEMPO!" finalmente reaccionó Harry. Se detuvo por solo un momento, su voz apenas un susurro mientras decía, "He visto esto, Hermione... esa... esa esfera... solo traerá problemas."

Habían alcanzado las puertas. Harry solo tenía que empujarlas y llevarla afuera, y ella estaría a salvo.

O eso pensó.

Un sonido silenciador retumbó por el salón.

Él quizás no era el estudiante más inteligente de Hogwarts, pero era lo suficientemente listo como para saber lo que significaba ese sonido.

Sin embargo, una parte de él se rehusaba a creerlo – esa misma parte que le hacía pensar que podía cambiar lo que el futuro le deparaba. Obstinadamente, empujó la puerta, primero con su mano, después utilizando todo su cuerpo, tragándose los gritos que deseaba liberar.

Fue en vano; habían sido encerrados mágicamente.

Y en ese momento fue que la escuchó a ella...

Y Ella reía.

Y su risa no falló en provocar en él los mismos sentimientos que surgieron la primera vez que le había escuchado reír.

Furia. Repugnancia. Odio. Terror.

Harry, Hermione y el resto de sus amigos se voltearon a la misma vez, todos buscando el origen de esa risa y rezando estar equivocados.

Sus ojos reposaron sobre el escenario justo a tiempo de ver a la cantante principal bajar los brazos mientras se daba la vuelta, finalmente levantando la capucha de su rostro.

Los estudiantes congregados en la pista de baile gritaron de asombro y de horror, ya que también reconocieron la mujer que se había revelado a ellos.

Después de todo¿quién podría olvidar el rostro de una Bellatrix Lestrange?

"¿Adónde van todos? La fiesta apenas ha comenzado."

No había manera de no darse cuenta de que estaba jugueteando con una varita en su huesuda mano, ni de ignorar el hecho de que, cuando sus dos compañeros levantaron sus capuchas, se revelaron los rostros de sus acompañantes favoritos: su esposo Rodolphus, y su cuñado, Rabastan.

"Dulce o Travesura."

Pandemonio.

Los estudiantes que habían ocupado la pista salieron corriendo hacia las puertas, pisoteándose unos a otros como ganado; los músicos saltaron del escenario, dirigiéndose hacia la salida al ritmo de las carcajadas de los mortífagos.

El frío que le había nacido en el vientre a Harry se había regado por todas sus extremidades. Haló a Hermione violentamente hacía él y le susurró al oído, "¿Tienes tú varita contigo?"

"No," ella contestó sin aliento, "No pude... con este vestido... no había manera de... ¿Ron?"

"¡Ni siquiera tengo bolsillos¡Soy una alfombra andante!" contestó Ron, mientras hacia el muy caballeroso pero completamente insignificante gesto de colocarse entre Luna y el escenario. "¿Alguien más?"

Los otros solo sacudieron las cabezas. Bellatrix y sus compañeros definitivamente los habían cogido con los pantalones abajo. "¿Dónde esta la tuya, Harry?" preguntó Luna.

"Sé que la traje conmigo, pero ahora no la encuentro," replicó Harry. Los demás estudiantes les pasaban por el lado, tratando de empujar las puertas con sus manos o con todo el peso de sus cuerpos. Como peces atrapados en una red, empujaban y halaban, luchando por escapar, rehusando aceptar su destino.

"¿No podemos hacerle accio a nuestras varitas?" sugirió Neville. Harry no registró el hecho de que la voz de Neville era la única que no temblaba, y si hubiese estado en pleno uso de sus sentidos para mirar a su amigo, hubiese visto a un hombre muy distinto al que conocía.

"Eso no va a funcionar," explicó Hermione, "El hechizo que selló las puertas... fue un encantamiento impenetrable. Ha sellado toda la sala. Nada ni nadie puede salir o entrar hasta que se disipe."

Harry apenas podía escucharla sobre los gritos y llantos de los estudiantes a su alrededor, quienes se estaban contagiando unos a otros con su pánico.

"¡SILENCIO!"

Bellatrix no había utilizado un hechizo, pero su orden fue tan efectiva como cualquier encantamiento, porque un silencio sobrenatural cayó sobre el salón. Los gritos se convirtieron en susurros, el llanto no más que una respiración ahogada. Algunos ya comprendían que era imposible escapar a menos que la misma diabla se lo concediera.

La mirada fría y muerta de la mortífaga rebuscó el salón lentamente y con propósito, hasta que finalmente se posó sobre Harry. Entonces, esbozó esa sonrisa que algunos regalan mientras comparten té y galletitas, y dijo, "Nadie va a resultar herido siempre y cuando se comporten. Solamente quiero una cosa... y la voy a obtener."

"¿Qué es lo que quieres?" una voz de algún lugar a la izquierda de Harry preguntó. Todos voltearon la cabeza para mirar a quien se había atrevido a levantar la voz. Harry fue el primero en sorprenderse al encontrar que fue Roger. Estaba mirando a Bellatrix desafiadoramente, como solamente alguien que nunca había tenido el 'placer' de cruzar su camino podía hacerlo.

"Cariño, pensé que era obvio," ella contestó, ahora sonriendo como el proverbial gato que se comió al canario. Apuntando con un escuálido dedo hacia la puerta, clarificó, "Lo. quiero. a. él."

No tenías que ser un ganador del Premio Nóbel para saber que había venido para ajustar cuentas con un tal Harry James Potter.

"Ron," susurró Harry con urgencia, "Cuida a Hermione por mí. Asegúrate de que..."

"¡NO¡NO TE ENTREGARAS!" gritó Hermione, tomándolo de los brazos con tanta fuerza que seguramente dejaría una marca. Por un segundo, Harry se permitió perderse en esos hermosos ojos, deseando nada más que poder decirle que todo estaría bien, que solo era otra de sus pesadillas, y que pronto se despertaría para encontrar que todo había vuelto a la normalidad.

Sería, por supuesto, una mentira.

"Ella tiene la ventaja, Mione," dijo Harry, tomándole por las mejillas con ternura a pesar de la grave situación, "Tengo que jugar por sus reglas." Vio de reojo como Crabbe se paró detrás de Ron, y Goyle hizo lo mismo con Neville. La diferencia entre ellos era que Crabbe y Goyle tenían sus varitas en la mano y preparadas para atacar, mientras que Neville y Ron estaban indefensos.

"Muévete, Potter."

La fría voz que le pertenecía a Draco Malfoy se escuchó a sus espaldas. Harry volteó la cabeza para mirarle sobre el hombro para mirar al Slytherin. "¡Tú!" gruñó entre dientes.

"Te dije que te fueras. ¿O estas sordo, Potty?" susurró Malfoy, sus ojos grises reflejando una emoción que Harry nunca había visto en la mirada de su enemigo. Malfoy continuó sin mostrar la más mínima indicación de que encontraba graciosa la situación, "Solo te quiere a ti... mientras tu sangre sucia y los demás no se metan, estarán a salvos."

Hermione se aferró a la cintura de Harry, escondiendo el rostro sobre su pecho, murmurando una y otra vez, "Harry, por favor... no... te lo ruego... no..."

"Draco..." Bellatrix cantó de una manera que sonaba de todo menos amistosa, "No tengo toda la noche. Tráelo. aquí."

"Ya la escuchaste, Potter. ¡Muévete!" escupió Malfoy, pinchando a Harry en la espalda con su varita.

"Hermione," susurró Harry con suavidad, "Tengo que hacer esto." Le tomó por la barbilla y inclinó su cabeza hacia arriba con suavidad, dejando que sus labios rozaran contra la frente de la joven. "No intervengas," continuó, robándole un pequeño beso en los labios, "Todo estará bien."

"¡NADIE VA A NINGUNA PARTE!"

Harry soltó a Hermione y se dio la vuelta, para darse cuenta que Roger se había acercado sigilosamente tras Malfoy y ahora presionaba la cabeza del Slytherin con la punta de su varita mágica. Sin quitarle los ojos de encima a su rehén, Roger se dirigió a Bellatrix, "Entreguen sus varitas o tu sobrino se la lleva."

La única contestación que recibió fue una sonora carcajada.

"¡Hablo en serio¡Entreguen sus varitas o ya verán!" gritó Roger. Harry ignoraba si los demás se estaban dando cuenta, pero la resolución de Roger disminuía con cada instante que pasaba, ya que se había dado cuenta que se había metido en aguas profundas.

"¿En serio? Y ¿qué planeas hacer, cariño¿Atontarlo? Mi sobrino se levantaría para encontrarte muerto. ¿Amarrarle¿Quizás un Imperdonable? Oh... eso me encantaría verlo..." Bellatrix dijo con mórbida alegría. Positivamente excitada con anticipación, dijo, "Hazlo."

Malfoy respiraba con dificultad, el enojo claramente marcado en su cara, pero no había bajado la varita que aun apuntaba al pecho de Harry. El brazo de Roger comenzó a temblar mientras ejercía más presión sobre el cráneo de Malfoy, tratando de evidenciar lo seria de su amenaza.

"Hazlo."

"Crucio..." murmuró entre dientes Roger. Como era de esperar, nada ocurrió. Presionó aun con más fuerza su varita sobre el cuero cabelludo del Slytherin y repitió con más fuerza, "Crucio." Nada pasó. Tomando una respiración honda, sus ojos azules tomando una intensidad primitiva, el prefecto gritó a todo pulmón, "¡CRUCIO!"

Y nuevamente, nada sucedió.

"Chicos..." dijo Bellatrix, su cabeza inclinada hacia los dos mortífagos que la acompañaban, "enseñémosle como se hace."

"¡CRUCIO!"

Tres rayos de luz salieron expulsados de las varitas de los mortífagos y se agruparon en uno justo antes de golpear a Roger, levantándole del suelo y haciéndole volar hacia un lado, gritando dolorosamente hasta que su cuerpo chocó de cara contra el borde de una de las mesas. Cayó cerca de Seamus y Lavender, quien comenzó a lloriquear y a murmurar, "Está muerto... está muerto... está muerto..."

"Cualquiera que decida jugar a ser héroe recibirá el mismo castigo," anunció Rodolphus con incomprensible calma.

Harry había pensado que no era posible que odiara a Bellatrix más de lo que la odiaba luego de lo que pasó con Sirius.

Estaba equivocado.

Los ojos de Hermione parecían congelados en una expresión de incredulidad, mirando hacia el lugar donde yacía el cuerpo de Roger, incapaz de verle pero aún temiendo lo peor. Temblaba de cabeza a los pies, la respiración irregular escapándose entre sus labios entreabiertos, y estaba demasiado desorientada como para darse cuenta que Harry se había desenredado de sus brazos hasta que él comenzó a alejarse. "¡HARRY¡NO!" gritó, echando a correr tras de él. No había dado dos pasos antes de que Goyle la golpeara viciosamente en la boca del estómago. Hermione cayó de rodillas al suelo, tomando grandes bocanadas de aire para tratar recuperar el aliento.

Harry rugió, volteándose para golpear a Goyle hasta convertirlo en nada más que una pulpa sangrienta. Y lo hubiese logrado si no llega a ser por Malfoy, quien ahora apuntaba a Hermione con su varita. "No nos des una excusa, Potter," el rubio susurró.

Los pulmones de Hermione aún ardían por la falta de oxigeno cuando sintió los brazos de Ron abrazándole. Él la levantó, recostando su cuerpo sobre el de él antes de susurrarle al oído, "Encontraremos la manera de salir de esta... la encontraremos."

"¿Esta bien, Ron?" preguntó Harry, su mirada saltando de Malfoy hacia Goyle y viceversa. Estaba seguro de que, si salía con vida de esta, estos dos iban a pagarlo caro.

"Estoy bien," contestó Hermione, sus ojos sobre la inmutable varita de Malfoy. Prometiéndose mentalmente que iba a torturar a Goyle por ponerle las manos encima a su amiga, Harry se dio la vuelta y continuó en su camino hacia el escenario.

Le intrigaba la expresión en los rostros de sus compañeros de clase mientras estos le hacían paso hacia la tarima. Algunos estaban sorprendidos, otros aterrorizados, otros tristes, perdidos, otros encolerizados, y otros... otros miraban a Harry como si él ya fuera un hombre muerto.

Estaba a mitad de camino cuando escuchó la voz de Dean romper el silencio.

"¡Está vivo¡Aún está vivo!"

Harry se detuvo y, hablándole directamente a Bellatrix, dijo, "Deja que alguien le ayude."

Los ojos de Bellatrix se hicieron pequeños del coraje. "No estas en posición de hacer demandas, mestizo."

"Si lo estoy si no quieres tener problemas," él contestó, sonando mucho más seguro de lo que se sentía.

El rostro de Bellatrix se veía visiblemente amargado debido a la petición, pero finalmente asintió levemente con la cabeza. Al siguiente instante, Harry escuchó a Malfoy decir, "Tú... ayúdalo." Mirando sobre su hombro, vio como Hermione se hacia paso entre los estudiantes hacía Roger, seguida de Ron, Neville, Ginny y Luna, con Malfoy, Crabbe y Goyle pisándoles los talones.

"No me dejes esperando, pequeño," comandó Bellatrix. "Draco, vigila bien a los amigos de Potter."

Y Harry continuó su camino.

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Hermione y Ginny se arrodillaron al lado del cuerpo, una a cada lado del prefecto. Dean había estado en lo cierto; Roger aún estaba vivo.

Su cuerpo estaba retorcido en una posición inverosímil; una de sus piernas estaba atrapada bajo su tronco, su mano izquierda brincando en una respuesta automática del cuerpo. Un sonido húmedo, como de gorgojeo, salía de su garganta con cada subida y bajada de su pecho.

Hermione, quien había aprendido primeros auxilios por insistencias de su padre, le tomó el pulso. Rápidamente se dio cuenta de que se estaba debilitando con cada latido de su corazón.

"Lo perdimos," lloriqueo Ginny.

"Ron, Neville... ayúdenme a moverlo."

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Lentamente Harry subía las escaleras. Necesitaba tiempo para pensar, para tratar de formular un plan de escape.

No se le ocurría nada.

Con cada paso que daba, le parecía que se hacía más difícil respirar, como si un inmensurable peso se hubiese posado sobre su pecho y rehusara irse. Se quitó la máscara que aun cubría parcialmente su rostro en un intento de combatir esa sensación opresiva, pero solo la hizo peor.

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Hermione bajó la cabeza hasta que su oído flotaba justo encima de la boca de Roger. Podía escuchar ese horrible sonido a gorgojeo aún mas alto. Cuidadosa de no mover su cabeza por miedo a empeorar sus heridas, inspeccionó lo que podía ver de su cuerpo fracturado, hasta que encontró una marca color púrpura en el lado derecho de su cuello. Lo que le sucedía a Roger subidamente se le hizo claro.

"Tiene la traquea triturada," explicó, "necesitamos hacer un camino para el aire o se va a sofocar."

"¿Y como se supone que hagamos eso?" preguntó Ron, mirando al Ravenclaw con compasión. Él y los demás se habían arrodillado alrededor del cuerpo, mientras que Malfoy y sus cómplices les circulaban.

"Necesito un cuchillo," confirmó Hermione mientras Ginny y Luna luchaban por quitarle a Roger la armadura romana que había elegido como disfraz.

"Usa esto."

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Harry alcanzó el piso de la tarima sin la más mínima idea de cual sería su próximo paso. Estaba desarmado, indefenso, y eran tres contra uno. Parecía ser que lo único que podía hacer era jugar el juego de Lestrange hasta que llegara la caballería.

Podía ver a Bellatrix mucho mejor ahora – ese cabello negro y fino, esa piel pálida y transparente, esas mejillas huecas, esos ojos... hundidos de tal manera que le daba aspecto cadavérico, esos labios retorcidos en esa perpetua mueca de desprecio...

Como la odiaba... como la odiaba por lo que había hecho y por lo que le restaba por hacer.

Solo entonces Harry se dio cuenta que ella no tenía solamente una varita a la mano, sino dos, y que la que llevaba en la mano izquierda era de once pulgadas, con una pluma de fénix en su interior.

Su varita.

"Cortesía de Gregory Goyle," dijo Bellatrix, jugueteando con la varita de Harry, "quien ha probado ser un poco más inteligente que su padre... aunque eso no dice mucho."

Él recordó como Goyle había chocado contra él mientras bailaba con Hermione, justo antes de salir hacia el balcón. Ese mocoso hijo de puta debió haber robado la varita en ese momento.

Bellatrix movió su varita en el aire, y una silla apareció en el medio del escenario, justo debajo de la esfera flotante. Pero no era como las demás sillas que se encontraban en el Gran Comedor, porque era de metal, con anchas tiras de cuero en las patas del frente, los brazos, y el cabezal, aseguradas con gordas hebillas de acero. De hecho, en cualquier otro momento, la silla le hubiese recordado una de esas que había visto en las películas muggle de prisión, donde freían a los condenados a muerte.

"Tú eres el invitado de honor en nuestra pequeña fiesta," susurró Bellatrix, "así que te guardamos el mejor lugar."

Las cosas iban de mal a peor.

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Hermione miraba sobre el hombro el objeto que Draco Malfoy le estaba ofreciendo. Era una daga de plata. No podía creer lo que estaba viendo; el mismo joven que había conspirado para introducir a los mortífagos al castillo - el mismo sádico que no había dejado pasar una sola oportunidad de torturarla a ellas y a sus amigos - era la misma persona ofreciendo ayuda.

"¿Por qué estas haciendo esto?" preguntó Hermione, la furia ardiendo en sus ojos. ¿Acaso era otro de sus juegos¡Como se atreve a jugar con la vida de Roger¡Con la vida de todos!

"Mira, sangre sucia," Draco dijo en tono repugnante, "¿quieres salvarle o no?" Sin esperar contestación, arrojó el cuchillo.

Ella la agarró en el aire y, sin perder ni un momento más, se volteó hacia Ron y dijo, "Necesito un caño."

"¿Un caño?"

"Si... algo estrecho, pero hueco... como una pajilla, o..."

"Lo tengo," asintió Ron mientras se incorporaba. Ignorando la orden de Crabbe que se estuviera quieto, corrió directamente hacia la mesa con los dulces de Honeydukes, tomó una paleta de caramelo, y regresó deprisa, mordiendo el dulce hasta que solo quedó un fino tubo de plástico.

"Buena idea," Hermione murmuró con tanto orgullo como podía sentir en la gris situación cuando Ron le entregó el tubo. La chica cerró los ojos y respiró profundamente, intentando convencerse a si misma de que esta era la única manera.

Abriendo los ojos y mirando a Roger, Hermione instruyó, "Luna, necesito que mantengas inmóvil a Roger... Neville, Ron... ustedes agarren los brazos... asegúrense que no se mueva ni un milímetro. Ginny, aguanta esto." Le pasó a la pelirroja el pequeño tubo mientras los otros se ponían en posición.

"Lo siento, Roger," dijo mientras sacaba el cuchillo de Malfoy de su vaina, "pero no hay otra opción." Ignorando el miedo y la agitación que sentía, presionó la punta del cuchillo contra el hueco de la garganta de Roger. La navaja penetró piel y carne hasta que la sangre comenzó a brotar de la herida abierta.

"¡Ginny!" La temblorosa Ginny inmediatamente le entregó el tubo a su amiga, quien penetró la herida del Ravenclaw con el mismo. Se escuchó un distintivo silbido, y ella alcanzó con sus dedos la parte superior del tubo, y soltó una exhalación de alivio cuando confirmó que salía y entraba el aire por los pulmones de Roger.

Pero sabía que era demasiado pronto para cantar victoria; Roger necesitaba ir a San Mungo, y rápido.

Miró sobre el hombro a Malfoy, quien observaba la herida de Roger con una mezcla de repulsión y admiración, y dijo, "Necesita atención médica. Si planean mantenernos aquí por mucho rato, necesitaras encontrar la manera de enviarlo a San Mungo."

"No te preocupes, Granger..." contestó Malfoy, asintiendo con su cabeza hacia la tarima. "Esto no tomará mucho."

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Era algo irónico que, mientras Rodolphus y Rabastan amarraban las anchas tiras de cuero a sus piernas, sus brazos, y su cabeza, Harry pensaba en como demonios el día más mágico de su vida pudo desintegrase hasta llegar a esto. ¿Acaso el destino no le podía permitir ni un solo día de verdadera felicidad?

Inconscientemente, sus pensamientos regresaron a la imagen que había visto en sus sueños – Hermione atrapada en la terrible telaraña.

Él era quien había caído en las garras de Bellatrix. ¿Cómo era que Hermione era la figura central de sus pesadillas¿Por qué era ella quien estaba en peligro?

¿Acaso tenía que ver con el descubrimiento de sus sentimientos para con ella?

¿O había algo más... algo mucho más terrible?

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"No podemos hacer nada más por Roger," susurró Hermione a sus compañeros. "La pregunta es¿qué vamos a hacer por Harry?"

Estaban conglomerados sobre el cuerpo del prefecto; Malfoy, Crabbe y Goyle estaban tan distraídos con el espectáculo de Bellatrix que no parecían prestarles atención. El cuchillo permanecía en el piso, olvidado tanto por su dueño como por la chica que lo había utilizado momentos antes para salvar una vida.

"No podemos hacer nada sin nuestras varitas," replicó Neville, sin una pizca de miedo en sus oscuros ojos.

Una ansiosa Ginny comenzó a decir, "¿Por qué no esperamos por los profesores? Quizás la Orden ya ha escuchado..."

"No tienen manera de saber que algo malo esta pasando," contestó Hermione. "Dumbledore esta fuera del castillo, el resto de los profesores están en la enfermería – no me sorprendería que fueran envenenados por Bellatrix – y pensando que estamos disfrutando del último acto musical de la noche." Su voz temblando casi imperceptiblemente, concluyó, "La realidad es que estamos solos en esto."

"No hay otra manera," Ron finalmente habló, dejando que sus ojos conectaran con los de su mejor amiga. "Tenemos que quitarles las varitas."

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"¿Sabes por qué estás aquí?" preguntó Bellatrix en un tono que indicaba que en realidad no esperaba una respuesta.

"Asumí que era por mi magnetismo animal," contestó Harry con sequedad, su mente momentáneamente distraída por la molestia que causaba la hebilla de acero que se le hundía en la frente.

"Si yo estuviera ahí, no estaría bromeando," respondió Bellatrix. "De hecho, si yo estuviera ahí, comenzaría a suplicar por mi vida... justo ahora."

Ella sonrió. Él no.

Lentamente, ella comenzó a caminar en círculo alrededor de él mientras continuó, "Has sido una espina en la carne del Señor Tenebroso desde que naciste. Por un torcido instante de suerte, casi le destruiste cuando apenas eras un niñito." Su sonrisa se expandió, su voz pesada de placer, "Pero ahora, Él ha regresado, más poderoso de lo que un día fue, listo para convertir en realidad la utopía del noble Salazar, donde los sangre sucias y sus amantes se unirán a sus queridos muggles para tomar su verdadero lugar en el mundo... como nuestros esclavos."

Era como una de esas escenas tan comunes en las películas de mala calidad, donde el enemigo revelaba su maléfico plan, dándole tiempo al héroe para construir un plan para detener al nefasto villano.

Pero esta no era una película, ni Harry era un héroe. Aquí no había un plan maestro para detenerla, y dudaba que hubiese un final feliz guardado para él.

"Y estoy aquí para asegurar que la historia no se repita," Bellatrix concluyó.

"Percibo por este desvariado discurso que Voldemort te envió a matarme."

"¡Cómo te atreves a decir su nombre!" gritó Bellatrix, dando un paso hacia el frente y bajando la cabeza hasta que su rostro estaba a una pulgada del de Harry.

Él vio muchas cosas detrás de esos ojos oscuros: inteligencia, poder, devoción, locura... y maldad.

Contestó con tranquilidad, "No le tengo miedo."

"Deberías," ella gruño entre dientes. Requirió mucho esfuerzo de ella aguantarse de atacarle en ese momento. Finalmente, respiró profundamente y dio un paso hacia atrás antes de continuar, "Pero para contestar tu pregunta... no, Él no me envió para matarte."

"Que generoso de su parte," murmuró Harry con sarcasmo.

"Deberías ya saber, joven Potter... hay cosas mucho peores que la muerte." Ella miró hacia arriba, hacía el objeto que flotaba sobre sus cabezas, y preguntó, "¿Sabes lo que es eso?"

Él pensó en preguntarle si era el último accesorio dictado por los dioses de la moda para las brujas paranoicas y sicóticas, pero decidió que era mucho más sabio mantener la boca cerrada.

"Te deberías considerar afortunado," continuó Bellatrix, su voz llena de impasible curiosidad. "No muchos han estado en presencia del Cancer Lamentatio Anima."

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Ron supo que había algo maligno con ese objeto cuando tanto Hermione como Luna soltaron un gritó ahogado de angustia. "¿Qué?"

"¿Sabes que es eso?" preguntó Luna, señalando a la esfera que flotaba sobre la cabeza de Harry.

"¡Si supiera no preguntaría!"

"El Cancer Lamentatio Anima es..." susurró Hermione con inconfundible temor en la voz, "El Orbe de las Almas en Pena."

Harry... su Harry... ¡Dios, esto no estaba pasando¡No podía estar pasando!

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"Me temo que la dramática revelación se ha perdido en mí," contestó Harry, molesto con la expresión de placer en el rostro de la mortífaga.

"No te preocupes..." dijo Bellatrix con voz dulce, levantando una de sus manos y trazando la cicatriz en la frente de Harry con una afilada uña. "Entenderás muy pronto."

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"Eso... ¿eso existe?" Neville preguntó en un susurro.

"¿Acaso alguien me puede decir que carajo significa eso?" Ron gruño, fastidiado con que aparentemente todo el mundo conocía la contestación excepto él.

"Cuando los magos mueren, sus almas... su anima... trasciende," Luna comenzó a explicar, "Pero algunos... algunos escogen quedarse atrás... y se convierten en fantasmas."

Ginny interrumpió. "Esa parte ya la sabemos, Luna."

"Pero lo que no saben," la Ravenclaw continuó, "es que algunos no tienen más remedio que quedarse atrás. Ellos son las almas cuyo odio y rencor y dolor eran tan fuertes en el momento de la muerte que no pudieron trascender. Ellos son los maldecidos... almas perdidas cuyo único placer es infligir sufrimiento sobre los que aún tienen vida."

"Y nos estas diciendo eso porque..." Ron dijo, no gustándole el lugar donde este viaje metafísico los estaba llevando.

"Porque, según dicen los viejos cuentos, el Mago Grindewald encontró una manera de capturar las miles de almas que cayeron por su mano." Mirando la orbe, cuyo reflejo se hacía evidente en sus ojos azul pálido, Luna concluyó, "Y eso es lo que es el Cancer Lamentatio Anima... la prisión de los maldecidos."

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"Bellatrix," llamó Rodolphus, interrumpiendo las contemplaciones de su esposa, "el hechizo sellador... no durará mucho má..."

"¡Ya lo sé!" ella se volteó para gritarle, furiosa, "¡No me arruines esto!" Alargando la mano hacia su cuñado, ordenó "¡Rabastan!"

Su seguidor metió la mano en el bolsillo de su túnica negra y sacó una oscura daga hecha de piedra obsidiana.

Mirando el cuchillo que había aparecido en la periferia de sus ojos, Harry dijo, "Pensé que dijiste que no me ibas a matar."

"Yo no," Bellatrix contestó, mirándole con excitación perversa, "Pero no respondo por mis invitados."

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"Pero... ¿cómo¿Por qué?" murmuró Ginny, asustada.

"¿Y qué le va a hacer a Harry con eso?" Neville añadió.

No fue una sorpresa el que Hermione proveyera una respuesta. "Dicen que las almas responden al llamado de la sangre. Si son convocados, y se derrama sangre, entonces se tragarán a su victima... El final de todo es que los sacrificados también terminan como almas en pena."

"Pensé que era un mito," dijo Neville, sacudiendo la cabeza, como si quisiera liberar su mente de la demencia que ocurría a su alrededor.

"Pensaste mal," dijo Hermione antes de voltearse a Ron y susurrar, "¡Tenemos que actuar ahora!"

Ron no podía estar más de acuerdo con ella. "De acuerdo... esto es lo que haremos. Ginny, Hermione, ustedes se encargan de Malfoy. Neville, Luna... les toca Crabbe... yo me encargaré de Goyle. Esperen mi señal."

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Bellatrix levantó la daga sobre su cabeza. Harry observó con una mezcla de ansiedad y fascinación como la punta de la daga tocó la esfera flotante. Para su sorpresa, el material que cubría la superficie del orbe cedió, y distraídamente se dio cuenta de que no estaba hecho de cristal, sino que estaba cubierta por una membrana orgánica, como las alas de un murciélago. Comenzó a pulsar cuando Bellatrix bajó la daga.

Solo entonces Harry se dio cuenta de que ese objeto estaba vivo.

"¿Cómo se siente, pequeñín?" susurró la mortífaga, con una sonrisa que podía causar escalofríos hasta a un hombre muerto, "¿Cómo se siente el que - después de 17 años de miserable existencia – finalmente te reunirás con mamá y papá?"

Apretando la daga fuertemente en su mano izquierda, la mortífaga alcanzó con la derecha el torso de Harry, desgarrando violentamente su chaquetón y su camisa, exponiendo su pecho y su abdomen a sus penetrantes ojos. Una expresión que solo puede ser descrita como llena de pervertida lujuria apareció en su rostro.

"Que lástima," ella susurró, sus uñas raspando los tensos músculos del abdomen de Harry. "Todo esto desperdiciado en un mestizo."

En algún lugar de su cabeza, él hizo la conexión a Hermione, y como sus uñas se habían sentido sobre su piel. Las sensaciones ocupaban lugares diametralmente opuestos en el espectro de las emociones, por que lo que una vez lo consumió con deseo y pasión, ahora le enfermaba de la repulsión.

Quería hacer sentir a Bellatrix tan profanado como él se sentía.

Harry le escupió directamente al rostro, la babosa saliva resbalando sobre el párpado derecho de Bellatrix. Su sonrisa obscena se transformó en una expresión de desprecio no muy diferente a la de su sobrino.

"Imbécil," susurró con rabia. "Te voy a enseñar lo que le pasa a los niños traviesos."

Y con eso, la daga comenzó a caer.

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Bellatrix y el cuchillo en su mano habían capturado la total atención de Malfoy y sus compañeros, y no había mejor momento para una ofensiva que este.

"¡AHORA!"

Todo sucedió en un instante. Antes de que los mortífagos se dieran cuenta de lo que estaba sucediendo, Neville había agarrado a Crabbe por el cuello, permitiéndole a Luna darle un puñetazo en la boca del estómago antes de arrancarle la varita de la mano. Ron hizo lo mismo con Goyle, golpeando al Slytherin con ambas manos en la nuca, haciendo que cayera al suelo, inconsciente.

Ya Malfoy se había volteado hacía ellos y apuntaba con su varita directamente a Hermione, pero Ginny se abalanzó sobre él con furia, empujándole al suelo. Hermione pateó la varita de su mano para quitársela, antes de deslizarse por el suelo para tomar posesión de ella. Sin levantarse del suelo, se volteó y apuntó con ella al escenario.

"¡INCARCEROUS!"

"¡DESMAIUS!"

"¡PETRIFICUS TOTALLUS!"

Tres hechizos diferentes salieron de las varitas capturadas y viajaron hacia la tarima. Ron tuvo éxito con el que arrojo a Rabastan, quien pronto se encontró envuelto en sogas de los pies a la cabeza. El mortífago perdió el balance y cayó al suelo. Rodolphus tuvo más suerte, ya que se escondió detrás del piano. El instrumento musical fue destruido por la maldición de Luna, pero Lestrange salió ileso.

De los tres seguidores de Voldemort, solo Bellatrix reaccionó como solo podría hacerlo la mano derecha del Señor Tenebroso . Antes de que la maldición de Hermione llegara, gritó "¡Protego!" y un escudo mágico de pálido color azul apareció frente a ella. El hechizo de la Gryffindor golpeó el escudo, dándole la oportunidad a Bellatrix para contraatacar con un Crucio.

Harry gritó a todo pulmón al ver como la maldición golpeaba a Hermione justo en el pecho. Ella cayó al suelo de rodillas, soltando un grito de dolor, la varita que había apretado en su mano con tanta fuerza deslizándose al suelo, olvidada. "¡NO¡PARA!" gritó el chico, sintiéndose más inservible que nunca cuando vio a Malfoy recobrar su varita.

"¡Hermione!" clamó Ron, levantando la varita de Goyle para atacar a Bellatrix. No se dio cuenta de que Rodolphus ya tenía a Luna en mira, hasta que escuchó un "¡Accio varita!" La varita que tenía Luna rápidamente voló por el aire, terminando en manos de Lestrange.

Bellatrix probó ser más veloz que Ron, gritando "¡INCARCEROUS!" y aplicándoselo al pelirrojo antes de que este le pudiese atacar. Como Rabastan momentos antes, anchas lías de soga lo cubrieron de pies a cabezas, como un capullo artificial. Neville y Goyle se abalanzaron simultáneamente sobre la varita de Ron, pero Crabbe interrumpió el plan de Neville al patearle viciosamente la rodilla.

"¡ESTÚPIDOS NIÑOS!" escupió Bellatrix, mirando a los estudiantes en el salón con tal malicia que fue suficiente como para hacer que retrocedieran aún más hacia la salida. Mientras tanto, Rodolphus liberó a su hermano del hechizo atador. "¡Les advertí que se comportaran!" chilló. "¿Por qué no pueden ser buenos una sola vez¡Ya verán¡DRACO!"

"¿Si?" contestó Malfoy en voz baja, su varita apuntando directamente a Hermione. El tono de su voz sonaba retirado, frío, aún más de lo que era normal para él, como si tratara de separarse emocionalmente de la situación a su alrededor.

"¿Sabes? Eres el primero que se merece que lo castiguen... se te dijo que los mantuvieras quietos, y fallaste... el Señor Tenebroso estará muy descontento contigo... dejaré que Él se encargue de tu castigo," dijo Bellatrix, sonando criminalmente feliz con el prospecto de la tortura de su sobrino. "Prosigamos... esa perra a tus pies... … ¿esa es la amiga de Potter¿La sangre sucia?" le preguntó.

Draco asintió como respuesta. La expresión de su rostro mostraba una furia apenas restringida, pero a quien estaba dirigido tal odio no era algo que quedaba muy claro en ese momento. Luna intentó acercarse a Hermione, quien soltaba pequeños gemidos desde el suelo, hasta que Goyle le apuntó con su varita, y ella retrocedió, escogiendo arrodillarse al lado de Ron. Intercambió miradas con Ginny, quien ayudaba a Neville a levantarse del suelo.

Bellatrix le devolvió toda su atención a su prisionero.

"¿Acaso te importa ella?" le preguntó a Harry. Él intentó mantener su rostro sin expresión alguna, sus ojos verdes sin emoción mientras intentaba recordar lo que había aprendido en las lecciones de Oclumencia con Snape. Sabía que sería un gran error el mostrarle a esta mujer exactamente cuanto le importaba su mejor amiga.

Pero fue todo en vano. "¡Ah!" Las esquinas de la boca de Bellatrix se levantaron en una sonrisa torcida. "Ni te molestes en contestar... lo puedo ver en tus ojos. No es que solo te importa..." Su rostro demostró algo de sorpresa al concluir, "es que le amas."

Como si la situación no hubiese estado lo suficientemente mala, Bellatrix había encontrado su talón de Aquiles.

"Y todos sabemos lo que sucede con quienes amas, pequeñín," Bellatrix añadió. Intercambió una mirada llena de significado con Rodolphus y Rabastan, y simultáneamente, los tres levantaron sus varitas y apuntaron directamente a Hermione.

"¡DEJENLA EN P...!"

"¡CRUCIO!"

"¡CRUCIO!"

"¡CRUCIO!"

Hermione fue golpeada cruelmente por las maldiciones de los mortífagos, una vez tras otra. Ella gritó de la pura agonía, pero sus gritos quedaron ahogados por los gritos de Harry, Ron y sus amigos, quienes no podían hacer nada más que mirar horrorizados como su compañera caía al suelo, convulsionando, tratando de luchar contra el inaguantable dolor que ahora recorría cada extremidad y órgano y célula de su cuerpo.

"¡NO¡PARA¡LA VAS A MATAR!"

Harry gritaba una y otra vez, pero nadie parecía escucharle. Luchaba contra los amarres, sintiendo como el áspero material cortaba la piel de sus manos y de sus piernas. La sangre comenzaba a chorrear de sus heridas mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas.

Se sentía como se había sentido en el sueño, como si la tierra misma se estuviera tragando sus gritos de ayuda. Les llamó a todos: Dumbledore, Remus, Sirius, Buda, Jesús, Dios... pero nadie intervino.

"¡PARA¡HARÉ LO QUE SEA!"

"¿Lo que sea?" escupió Bellatrix, el rayo de energía maligna que emanaba de su varita aun golpeando el cuerpo de Hermione. "¡No hay nada que puedas hacer¡Estas acabado¡No eres nada! Esta será tu última noche¡y será una para recordar!"

Y en ese estado de total desesperanza, una idea penetró la oscuridad de los pensamientos de Harry; él conocía algo que el Señor Tenebroso se moría por saber.

"¡TE DARÉ LA PROFECÍA!"

Las miradas de los tres mortífagos se posaron inmediatamente sobre Harry. "¡Mientes!" respondió Rabastan.

"¡NO¡LES DIRÉ TODO¡SOLO DEJENLA!"

Funcionó.

Bellatrix lentamente bajó la varita, y su esposo y cuñado le siguieron. Harry vio como el cuerpo de Hermione paró de convulsionar, y finalmente se estuvo quieta, un cuerpo torcido sobre el suelo. Ginny corrió hacia ella, arrodillándose al lado del cuerpo de su amiga y acariciando su rostro con ternura. No obtuvo respuesta. Neville cojeó hacia ellas mientras que Luna luchaba por ayudar a Ron a alcanzar a su compañera. Ginny había comenzado a llorar, temiendo lo peor, pero decidió acercarse aún más a Hermione y susurrarle solo-Dios-sabe-que al oído.

Harry finalmente respiró cuando vio esos ojos color caramelo abrirse débilmente, aparentemente incapaz de enfocar la mirada. Pero estaba consciente.

"¿Bueno?" Bellatrix dijo impacientemente para atraer la atención de Harry. Él sabía que en este momento tenía una ventaja, pero pensamientos conflictivos sobre lo inteligente de su acción aparecieron en su cabeza.

"Me tienes que dar tu palabra," Harry habló, "que dejaras a mis amigos... a todos los que están en el salón... en paz. Puedes hacerme lo que quieras e irte... pero a ellos no. ¿Entendido?"

"Draco, vigila a los gusanos. Y esta vez, asegúrate que no nos causen más problemas," Bellatrix ordenó, su voz tan dulce como el veneno. Devolviéndole la atención a su cautivo nuevamente, preguntó, "Y tú... ¿creerías en mi palabra?" Le parecía divertido que Harry fuera tan ingenuo.

Y tenía razón; él no confiaba en ella. Sin embargo, sabía que a estos tres intrusos se les estaba acabando una cosa: tiempo. Si los podía distraer durante suficiente tiempo, quizás el hechizo sellador sobre el Gran Comedor se dispersaría, y la ayuda finalmente llegaría.

"No tengo otra opción. ¿O sí?"

"En realidad... no," dijo Bellatrix, caminando lentamente hacia él. "Pero yo estaba en ese cuarto hace dos años, Potter... sé que la esfera de la profecía fue destruida."

"Sé lo que decía," él contestó. Obligándose a esbozar una sonrisa desafiante, añadió, "Vamos, Lestrange... es algo que es de mucho interés para tu Señor... algo que Voldemort necesita saber. Así que... ¿tenemos un trato?"

"¡Por Merlín¡Dime ya!"

Harry apenas había abierto la boca para contestar cuando escuchó un débil "No" que venía del medio del salón. Su mirada fue capturada por Hermione, quien se había incorporado un poco gracias a la ayuda de Ginny y Luna, y se encontraba actualmente arrodillada entre ellas. Su amiga sacudía la cabeza lentamente, murmurando la palabra "No" una y otra vez.

'Perdóname. No puedo permitir que te hagan más daño.'

En algún lugar de su mente, Harry registró que decirle a Voldemort el secreto de la Profecía sería decirle que la única manera en que el Señor Tenebroso aseguraría su supervivencia sería poniendo a Harry seis metros bajo tierra. Sin embargo, no estaba en mejor posición ahora. Tarde o temprano moriría, pero no permitiría que una sola persona más se sacrificara en su nombre.

"El único con poder para derrotar al Señor de las Tinieblas se -"

"¡HARRY¡NO!"

Todos se sorprendieron al ver que quién había gritado con tanta autoridad no era el mejor amigo de Harry, Ron, ni su novia, Hermione, sino el chico de temperamento gentil y calmado llamado Neville. Bellatrix se volteó para ver quien se había atrevido a interrumpir.

"Neville," rogó Harry, sintiendo una nueva ola de escalofríos en su cuerpo al ver la sonrisa torcida en el rostro de la mortífaga. "No te metas. Esto no te..."

"¡Ah!" Bellatrix exclamó con fingida alegría. "Ya veo... cara regordeta, mirada desenfocada... voz temblorosa... sin una pizca de carácter. ¡Debes ser un Longbottom!"

Neville ignoró el doloroso ataque verbal. "Harry, no puedes hacer esto... ¡no puedes dejar que Quien-Tú-Sabes conozca la Profecía!"

"¿Sabes? Yo conocía a tu mamá y a tu papá... ¿cómo están?"

"Sí haces eso, todo llegará a su fin."

"¡Neville, cállate!" gritó Harry, a la misma vez que Ginny tomaba a Neville de la mano y lo halaba hacía el suelo, rogándole que se volviera a sentar.

"Deberías haber visto a Alice gritando, "¡Mi bebe¡Mi bebe!" una y otra vez mientras se retorcía del dolor, tirada en el suelo como una perra herida en esa pulgosa casa que usaron de escondite," continuó Bellatrix, "Y Frank... pobre Frank... tan iluso... pensó que podía luchar contra todos nosotros simplemente porque pensaba que estaba del lado de la justicia."

"¡Preferimos morir ahora que dejarle ganar¿Me oyes, Harry?" gritó Neville, su cuerpo temblando de la determinación. "¡Escogemos morir si significa que Él será detenido!"

"Los Potter la tuvieron fácil... pero no tus padres. Nosotros nos tomamos nuestro tiempo... hablándoles..."

"Mis padres dieron su vida para proteger el secreto, Harry. No dejes que su sacrificio sea en vano."

"Debería ir a San Mungo y visitarles. ¿Sabes? Para recordar los buenos tiempos."

"¡VETE AL DIABLO, PUTA!"

Si los presentes se habían sorprendido antes, no era nada comparado con el asombro que sentían ahora al hacerse testigos de este intercambio entre Neville y Bellatrix. Hasta ella misma parecía haberse quedado muda del asombro. Un silencio sepulcral cayó sobre el Gran Comedor, y no fue roto hasta que la propia Bellatrix susurró entre dientes, "¿Qué dijiste?"

"Me escuchaste," replicó Neville con calmada furia. "No eres más que la perra de Voldemort."

Harry nunca había escuchado a Neville llamar al Señor Tenebroso por su nombre, pero sabía que nunca había escuchado ese nombre ser pronunciado con tanta furia en la voz. No sé le había ocurrido a Harry que, si había alguien que tenía derecho a odiar a Voldemort y a Bellatrix tanto como él, era Neville.

"¡Gusano patético!" Bellatrix chilló, su voz temblando de furia. "¡Te enseñare modales¡CRUCIO!"

Los otros dos mortífagos se unieron a ella en la maldición y Neville, como Hermione momentos antes, fue golpeado con los Imperdonables con tal fuerza que fue literalmente levantado del suelo. Voló hacia atrás sobre las cabezas de los estudiantes unos ocho metros, hasta que su cuerpo impactó contra las puertas de roble y se deslizó hasta el suelo.

Sus amigos gritaron.

Neville no.

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"¡Ayúdenle!" Ron ordenó a sus asombrados compañeros. Luna ayudó a la ahora histérica Ginny a levantarse del suelo, y las dos abrieron camino entre los estudiantes hasta llegar a Neville.

"¿Viste eso?" Goyle exclamó con alegría infantil.

"¡Cómo una marioneta!" Crabbe añadió.

"¡Cállense!" Malfoy gruño entre dientes, su mirada alternando entre Ron, Hermione y la tarima, mordiéndose el labio superior con poca característica ansiedad, su único consuelo el conocer que pronto terminaría todo.

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"Ahora ¿dónde nos quedamos?" dijo Bellatrix de manera tan casual como si le hubiese pegado a una impertinente mosca.

Harry apenas podía respirar; primero Roger, después Hermione, y ahora Neville. ¿Cuántos más podrían salir heridos antes de que ella decida parar?

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"Mione," Ron murmuró. Se arrastró por el piso como gusano para acercarse a su amiga. "Dime que tienes un plan."

Hermione obligó a sus ojos a enfocarse en el Niño-A-Quien-Amaba. Sí, lo podía ver detrás de esos ojos verdes... él estaba perdido. Las palabras de Neville habían dejado una marca en su interior. En ese mismo instante, él se volteó hacia ella, y sus miradas se cruzaron, y ella vio como la idea de que alguien más saliera herido en su nombre lo estaba consumiendo.

Él dejaría que las muertes que vinieron antes fueran en vano antes que dejar que un alma más se sume a los que se habían perdido.

Era una carga que nunca debió caer en los hombros de un chico de 17 años.

"¿Qué vamos a hacer?" susurró Ron.

Y fue entonces cuando ella lo vio... a menos de un metro de su mano. La superficie resplandeciente brillaba con la luz procedente de la esfera, como un faro en una noche de tormenta.

"Mione... háblame... dime que vamos a..."

Ella no le contestó a su amigo, pero obligó a su cuerpo a voltearse hasta quedar boca abajo, y comenzó a arrastrarse hacia el brillante objeto. Malfoy y sus compañeros nuevamente se habían distraído con el espectáculo de los mortífagos, y Hermione encontró que no había ningún obstáculo entre ella y su objetivo, como si el mismo universo estuviera de acuerdo con su plan.

Solo tenía un pensamiento en mente: dos años atrás, había jurado que protegería a Harry a toda costa.

A. Toda. Costa.

Para su propia sorpresa, no tenía miedo, ni ansiedad, ni inseguridad. Lo único que realmente sentía era pesar; pesar porque la alegría que Harry y ella habían compartido había durado tan poco.

Solo esperaba que su amado la perdonara – por nuevamente quitarle la decisión de las manos.

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"Cariño, tenemos que darnos prisa," Rodolphus mencionó, "El hechizo sellador... terminará en varios minutos. Tenemos que actuar ahora."

"¡No es mi culpa que los amigos de Potter siguen metiendo las narices donde no les importa!" contestó malhumorada, dándole una mirada que haría que otros hombres corrieran a sus madres llorando.

Devolviéndole su atención a Harry, Bellatrix prosiguió, "Tienes una última oportunidad... ¡hazlo rápido!"

Harry abrió la boca para hablar, pero antes de que una sola palabra pudiese escapar de entre sus labios, fue interrumpido por un fuerte sonido de explosión procedente del otro lado del salón. Simultáneamente miraron en dirección a las puertas para ver que se doblaban levemente antes de regresar a su posición natural. Hicieron esto una, dos, tres veces, provocando que Rabastan gritara, "¡Alguien viene!"

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Mientras miraba a Hermione alejarse de él, Ron cayó en cuenta de que en realidad no había nada que se pudiese hacer. Aquí se encontraban en una situación cada vez más desesperanzadora: su mejor amigo estaba atado a una silla, amenazado por la mano derecha de su adversario, su mejor amiga parecía incapaz de responder, su compañero de cuarto se encontraba seriamente herido, quizás muerto, y él mismo se encontraba atado de tal manera que ni siquiera se podía levantar para examinar la situación.

La fuerte explosión proveniente de las puertas alcanzó sus oídos justo en el momento en que el último resplandor de esperanza se desvanecía de su mente. El sonido, junto con la expresión de ansiedad en el rostro del mortífago, solo podía significar una cosa.

Había llegado la caballería.

'Aguanta, Harry... solo aguanta.'

Volteó el rostro, buscando con la mirada a Hermione. "¡Llegaron¡Llega..."

Lo que vio fue completamente inesperado.

Hermione había logrado incorporarse, aunque sus piernas apenas parecían poder soportar su peso, y había levantado los brazos sobre la cabeza en una posición casi imposible en su estado debilitado. Pero lo más inesperado fue que, agarrado entre sus pequeñas manos, se encontraba el cuchillo de Malfoy.

Pero ¿qué pensaba hacer con eso? Malfoy y sus primates estaban muy alejados de ella, y como quiera, dudaba que a Bellatrix le importara si Hermione fuera a coger a uno de ellos de rehén para tratar de negociar por la vida de Harry. Es más, daba la impresión que la mortífaga mataría a su sobrino con sus propias manos antes de dejar que se le escapara una vez más El-Niño-Que-Vivió.

Solo entonces Ron se dio cuenta de un pequeñísimo detalle: la hoja del cuchillo apuntaba hacia abajo.

Y en ese instante, Ron se dio cuenta de lo que Hermione planeaba hacer.

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"Lo siento mucho, Potter, pero nuestra conversación tendrá que terminar aquí."

Harry ya no sentía miedo; al menos, con la ayuda que ya estaba esperando al otro lado de la puerta, los estudiantes estarían a salvo. Sus amigos estarían a salvo.

Hermione estaría a salvo.

No sabía lo que Bellatrix tenía preparado para él, pero sabía que no sería nada comparado con la culpa que hubiese sentido si otra vida se perdía en su nombre.

Bellatrix nuevamente levantó las manos sobre su cabeza y, mirando la esfera que flotaba sobre ellos, comenzó a entonar.

"¡O mors aeterna, me audi,
sanguinemque vivum sapi
quem in nomine tuo profundo!"

Un aullido se comenzó a escuchar, procedente de la esfera. Un tronante coro de voces incorpóreas retumbó por el salón de tal modo que los estudiantes que se habían convertido en rehenes se taparon los oídos con las manos y cayeron al suelo de rodillas, tratando de acercarse más unos a los otros en un vano intento por sentirse más seguros.

"Et veni et adroga
hunc animum miserum..."

La expresión en los ojos de Bellatrix era una de pura e indiscutible locura. Si, finalmente se le iba a cumplir su mayor deseo durante los pasados dieciséis años: acabar con quien casi había destruido a su Señor.

"...totum devorarent!"

La daga comenzó su descenso, su destino final el punto sobre el corazón de Harry.

Pero no alcanzó su objetivo.

En su lugar, Harry escuchó un gritó desgarrador de "¡NOOO! " que sobrepasaba los gritos de las voces del orbe antes de que un cegador resplandor de luz inundara el salón.

Le tomó algunos segundos abrir los ojos nuevamente. Parpadeaba erráticamente, observando nada excepto formas sin definición y sombras irregulares, intentando enfocar y preguntándose distraídamente porque no había sentido el cuchillo penetrando su torso.

Para su sorpresa, encontró a Bellatrix en ese mismo estado de confusión en el que él se encontraba mientras miraban a la esfera con expresión de ansiedad en sus rostros.

Finalmente, Harry logró enfocar su mirada sobre la esfera, solo para darse cuenta que ahora pulsaba a un ritmo frenético, mientras que una neblina gris y sin forma se desprendía de su superficie y comenzaba a descender hacia ellos.

"¡VIENEN!" gritó Rodolphus.

"Pe-pe-pero... ¡la sangre de Potter! No... No ha..." titubeó Rabastan, su mirada alternando entre la esfera y la daga que aún se encontraba en la mano de Bellatrix.

"No... no entiendo..." Harry apenas escuchó a la bruja balbucear. "El hechizo... no se supone que... no antes de que..."

Una cuarta voz se unió a la de los mortífagos con un casi imperceptible, "Dios... por que..." Pero, a diferencia de las voces de los seguidores de Voldemort, Harry pudo sentir el inmenso dolor en esa voz, las lagrimas que apenas podían ser contenidas, y la angustia que estaba por explotar.

Y, para su horror, Harry supo que la voz le pertenecía a Ron.

"La sangre sucia..." Rodolphus señaló con un dedo acusador hacía la pista de baile. "¡LA SANGRE SUCIA¡FUE ELLA¡VEAN!"

'Hermione'

La mirada de Harry inmediatamente brincó hacia el centro del salón, donde una figura solitaria se encontraba parada a menos de un metro de Malfoy, Ron, y los demás estudiantes. Era Hermione, con una expresión de inmenso dolor en el rostro, a la misma vez que miraba a Bellatrix desafiadoramente. Tenía las manos sobre el abdomen, tan débil que sus piernas apenas la sostenían, pero con ojos que resplandecían con determinación.

Sin miedo.

Y entonces, la chica cruzó su mirada con la de él. Y la expresión en su rostro se suavizó.

Tanta devoción. Tanto amor. ¿Por que no lo había visto antes?

Tanto tiempo perdido.

Sus labios se movieron lentamente para transmitir un mensaje cuyo único receptor era él.

Lo. Siento.

"Hermione... Hermione..." Ron continuaba murmurando.

La neblina gris había alcanzado el suelo y, como el agua de una cascada, resbalaba por el borde del escenario hacia la pista de baile.

Hacia ella.

Y solo entonces Harry comprendió lo que había salido tan mal esta vez.

Sintió como si se lo estuviera tragando una oscuridad absoluta de la que nunca se podría liberar.

Esto no podía estar pasando. Esto no... jamás... jamás...

Hermione le devolvió la atención a la torturadora de su amado antes de decir.

"Están aquí... por mí."

Y antes de que Harry pudiese gritar, Hermione deslizó el cuchillo con que había apuñalado su costado hasta el lado opuesto. La sangre comenzó a chorrear inmediatamente, manchando su traje blanco y llegando hasta el suelo, pero ella continuó con su cometido, desgarrando piel, carne y órganos, aún cuando Harry le gritó que se detuviera, aún cuando Ron le rogó que desistiera, aún cuando Ginny y Luna clamaron a un dios que parecía haberlos abandonado.

Hasta que... finalmente... ella sacó el cuchillo de su abdomen, rociando a Ron, a Malfoy y a todos los que estaban cerca con su esencia. Sus rodillas no pudieron más, y Hermione colapsó al suelo justo en el momento en que la neblina la alcanzó, rodeándole al ritmo del trueno de las voces incorpóreas.

Las puertas nuevamente comenzaron a ceder, un resplandor blanco colándose por las esquinas del marco. Pero el hechizo sellador aún no había sido penetrado.

Los estudiantes comenzaron a gritar y a retroceder hacia las puertas, tratando de alejarse lo más posible de la neblina cuando vieron como manos traslúcidas y espectrales se materializaron de la nada. Estas manos comenzaron a tocar a Hermione, desgarrando su vestido, halándole el cabello, haciendo un círculo alrededor de ella tan denso que Harry apenas la veía.

Y ella no hacía nada. Permitió que le tocaran, la maltrataran y la castigaran, sufriéndolo todo sin una sola palabra. Nunca gritó, ni rogó, ni pidió misericordia. Solo se quedó arrodillada en medio del salón, los ojos apenas abiertos, las undulaciones de su pecho volviéndose más erráticas con cada respiración que tomaba, la sangre chorreando de la herida y de la esquina de su boca, gotereando suavemente hasta caer en sus blancas manos.

Las mismas manos que él había agarrado en innumerables ocasiones desde que eran niños. Las mismas manos que lo habían protegido, aliviado, abrazado, detenido, herido y acariciado.

Ahora manchadas de sangre... su sangre.

Luchando por mantenerse consciente, la mirada de su amiga lo buscó a él. Y cuando sus ojos finalmente lo encontraron, Hermione susurró un inconfundible "Te amo" antes de dejarse caer a la oscuridad.

Y Harry supo que, sin importar como terminara esta noche, él estaría junto a ella.

"¡NO¡TOMEN A HARRY¡ES ÉL!" Bellatrix le gritó a los espectros, temblando de la cólera. Pero las voces no la escucharon, juzgando por la manera en que tomaron a Hermione en sus manos y la levantaron sobre ellos. La neblina comenzó a cargar el cuerpo de Hermione mientras lentamente recorría el camino de regreso a su hogar.

Pero sucedió algo inesperado.

Harry sintió una explosión de energía dentro de él, un poder como nunca había sentido antes, originándose de su pecho y trasladándose a todas las extremidades de su cuerpo hasta que finalmente tuvo que ser expulsado.

Antes de que alguien se diera cuenta de lo que estaba sucediendo, las amarras que mantenían prisionero a Harry se prendieron en fuego, instantáneamente convirtiéndose en cenizas. Se levantó con un rugido primitivo justo antes de que Rabastan, quien estado parado detrás de la silla, se diera cuenta que se había liberado. Harry se volteó y le quitó de las manos la varita a Rabastan antes de conectar un fuerte puño contra el rostro del mortífago que lo dejó inconsciente.

Bellatrix levantó su varita y le apunto a Harry, pero apenas había podido pronunciar "AVA..." antes de que Harry utilizara la varita de Rabastan para aplicarle un Desmaius que la hizo volar por el aire hasta reventarse sobre las sillas de la orquesta.

"¡TARANTALLEGRA!" gritó Harry, su varita ahora sobre Rodolphus, cuyas piernas comenzaron a brincar descontroladamente. Colapsó al suelo, convulsionando como una cucaracha que había sido rociada con veneno.

Los ojos de Harry buscaron nuevamente a Hermione. La neblina aún la cargaba, con las rodillas pegadas y los brazos perpendiculares al cuerpo.

Tan hermosa. Tan pálida... tan tranquila... tan perfecta.

Y sin vida.

No era el momento de ceder a las lágrimas. Era el momento de reclamar lo que era suyo. Era el momento de obligarse a pensar en el instante más feliz de su corta vida.

No fue difícil encontrarlo. Apenas había ocurrido media hora antes.

Cerró sus verdes ojos y respiró hondo. En su mente, vio a su Hermione momentos antes en el balcón... cerrando la distancia entre ellos, quebrando la última barrera de su amistad al quitarle la mascara del rostro. Sintió la yema de esos pequeños dedos mientras gentilmente acariciaban su piel, trazando la cicatriz en su frente, su nariz, sus párpados... sintió esas manos enredándose en su pelo y halándolo con ternura... y sintió la sombra de esos labios suaves sobre los suyos, enviando divinas sensaciones a cada punto de su cuerpo.

Haciéndole sentir amado.

Haciéndole sentir vivo.

Sí. Esta era una memoria que nunca olvidaría.

Abrió los ojos, levantó la varita y gritó a todo pulmón.

"¡EXPECTO PATRONUM!"

El ciervo de color plata se materializó frente a él, e inmediatamente se colocó entre Hermione y la esfera. Los espectros unieron sus voces en un grito infernal que hizo temblar a los presentes, pero que no tuvo efecto alguno sobre el Patronus.

Con sus poderosas cornamentas, el ciervo se abrió paso entre la neblina, inmune a los ataques de las almas en pena. Era notable el hecho de que los espectros estaban perdiendo el control sobre el cuerpo de Hermione. Finalmente, el Patronus la alcanzó y, al destruir a aquellos que estaban cargándola, permitió que ella descansara sobre su espalda.

Las almas restantes regresaron a su prisión. La esfera liberó un fuerte destello antes de caer al suelo con un incongruente clink.

Lentamente, el ciervo se volteó y, con cuidado de no dejar caer a la chica, comenzó a dirigirse hacía Harry. Cuando se encontró parado frente al chico, dobló sus patas frontales. El cuerpo de la joven gentilmente rodó al suelo, deteniéndose a los pies de su amado.

Los ojos de Harry nunca abandonaron el rostro de Hermione.

Nunca se dio cuenta de que Bellatrix se había levantado, ni de que ahora le apuntaba con su varita. Nunca escuchó el grito de advertencia de parte de Ron. Y nunca escuchó las últimas palabras de la mortífaga.

"¡AVADA KEDAVRA!"

Nunca vio el rayo de luz verde que le golpeó en el centro del pecho.

Nunca sintió como sus pies perdieron contacto con el suelo y comenzó a volar por el aire.

Las puertas se abrieron. Pero Harry nunca escuchó la explosión, porque solo había espacio para una voz en su cabeza.

"¡Yo¡Libros¡Inteligencia! Hay cosas mucho más importantes, amistad y valentía y..."

Y amor. Le tomó seis años, pero finalmente lo comprendió.

"¡Lo has conseguido¡Lo has conseguido!"

No esta vez. Esta vez, había fallado.

"Vas a estar bien."

Y caía.

"¡Harry, has estado genial¡Alucinante¡De verdad!"

Y caía.

"Sé que estás ahí dentro. ¿Quieres salir, por favor? Tengo que hablar contigo"

Y continuaba cayendo.

"No existe mi yo sin ti, Harry. Ya no puede ser diferente... Moriría sin ti."

Si. Definitivamente sabía lo que eso se sentía.

"Te amo."

Y cayó abajo…

… a la oscuridad.

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A/N

¡Hola a todos! Hace tiempo que no nos vemos ¿verdad? Solo tengo que decir, mea culpa. No hay mucha excusa por no haber actualizado antes, excepto que entre cosas del trabajo, las vacaciones, y el hecho de que mi computadora se borró y perdí la mayoría de mis notas, pues se me hizo un poco difícil esta actualización.

Este capitulo es probablemente una de las cosas mas difíciles que he tenido que escribir en mi vida. Sé que debe ser algo confuso leerlo inicialmente, pero mantengan esto en mente: los hechos descritos aquí tomaron aproximadamente de 10 - 12 minutos en ocurrir. Quería transmitir un poco de la confusión y ansiedad que experimentaron los personajes en esos pocos minutos, y espero haberlo logrado.

El encantamiento en latín que Bellatrix entona cuando esta llamando a los espíritus traduce a lo siguiente:

"Escúchame, eterna muerte,
prueba la sangre viviente
que en tu nombre derramo.
Ven y reclama
esta infeliz alma.
Deja que tu oscuridad
le trague por completo."

Muchas gracias a Silvestria por su traducción al latín.

Deseo de todo corazón saber lo que ustedes piensan de este capítulo, con honestidad, así que por favor, déjenme saberlo. Quiero mejorar, y ustedes son los que me pueden decir en que cosas tengo que hacerlo.

Y a aquellos que piensen que los eventos de este capitulo fueron un poco inesperados, les invito a releer la historia. Creo que se sorprenderán.

Victoria Granger: Me alegro que hayas encontrado las palabras de Harry del cap 16 muy tiernas. Eso es lo que pasa cuando el chico decide dejar todas las pretensiones atras y mostrarse como es, de corazón. Y ahora... ¡ya sabes que pasaba! No estabas tan alejada... -

Jire: Lo de los reviews no importa, chiquilla, aunque me alegra mucho saber que te ha gustado la historia hasta ahora. ¿Crees que en ingles es mas hermoso? Pues no sé porque, pero a mi me parece al reves... que el español le da un je ne se quais que me gusta. Haha gracias por echarle cumplidos a la paciencia de Hermione... se lo merece. Me alegro que te haya gustado el capitulo. Espero que te haya gustado este nuevo tambien.

Graciegc: Creeme que no hay limite para la torpeza de Harry en lo que el amor se refiere. hehehe pero asi lo queremos¿verdad?

Arissita:Bueno, Ari, para decirte la verdad el capitulo estuvo hecho para que varias veces la gente se preguntara si "Lo quiere o no lo quiere" de parte de Hermione. Es que la chica llevaba tanto tiempo "escondiendo" lo que sentía que ya se había convertido una experta en lo que respecta a no expresar sus sentimientos. Por eso es que cuando cayó la barrera que ella habia puesto, ella perdio el control antes de poder recuperarlo y decirle todo lo que sentía al chico. ¡Espero que este tambien te haya gustado tanto como el anterior!

Monik: lol gracias por las palabras de apoyo, que me hicieron hasta sonrojarme. Se aprecian un monton, pero lo mas que me gusta escuchar es que les agrado el capitulo. Muchos besos a ti tambien.

Sofi Potter: Perdoname esta vez porque me demore aun mas, pero espero que el capitulo 17 haya sido lo suficientemente bueno como para excusar la demora. ¡Yo tambien amo a Harry (al mio... ya el de JK me cae pesado)!

Caelius: Aww... ¿lagrimas¡Que bonito! Me alegro que te haya gustado tanto el cap anterior. ¡Claro que los Cuatro Fantasticos no podian faltar al final! Besos a ti tambien.

Aiosami: Hehe me alegro que te hayas enamorado del capitulo anterior. Te lo presto para que te acompañe en las noches de lluvia... gracias a ti!

Asuka: Ah, no llores! No te preocupes porque prometo terminar esta historia... solo falta un capitulo más. Hahaha bueno, eso de que se creyeran de que Hermione no le correspondia fue a proposito... pero¿no crees que despues del mucho tiempo que lleva pensando que Harry no le correspondia es posible que se haya sorprendido tanto con su confesión que se haya quedado muda? Porque en realidad eso fue lo que paso. Sobre lo que sucedera en la nueva relación... pues de eso no se vera mucho en este fic que esta terminando... quizas en una secuela. hahah 30 capitulos mas¿Te conformas con 1? Cuidate.

S. Lily Potter: Bueno¿y como te gusto el 17¡Estabas advertida! Hehehe solo te puedo decir que nada termina hasta que la gorda cante... y yo no he cantado todavía. ¡Que bueno que este fic te ayude a practicar el ingles! En este mundo se necesita ser bilingue. ¿Te gusto el detalle de la bragueta de Seamus¡Pero si eso fue cruel! Hehe, a mi tambien me gusta esa Hermione. La declaración de Harry fue simple porque es que no lo veo a el siendo de otra manera... el chico tiene un corazón bien grande, pero como que no esta bien conectado con la boca. Bueno, entiendo que Hermione hubiese parecido un poquito "ciega" en la confesión, pero en realidad es que lleva TANTO tiempo (hablamos de años) teniendo estos sentimientos por Harry y pensando que no son correspondidos que lo primero que va a experimentar es incredulidad ante la posibilidad. Ella se ha autoindoctrinado de que él solo la veía como una amiga, que cuando se presento la idea de que quizas esto no era correcto, le tomo un momento (o varios) envolver su mente alrededor de la idea. ¿Se entiende mas o menos? Hehe tiendo a confundir mas las cosas. Haha Y ahora¿como te cae Roger? Si, Harry despues de lo del beso finalmente captó... ¿el chico aprende rapido no? Hahah entendiste la frase visual de Hermione! Pensaba que nadie la habia captado. Pero ¡no es mi culpa que te sonrojes! Es Hermione... es traviesa. Bye!

Elen-Grantter: Awww gracias por esas palabras de apoyo. Me alegra muchisimo que te guste la historia tanto. Despues del libro seis, creo que todos necesitamos una dosis de amor del bueno. Espero que te este saliendo todo bien con tu fic. Besos a ti tambien.

Kirlatan: Bueno, ya sabes que les hice despues de juntarlos... ¿te gustó? Hehehe

Esmeralda: Ay, como me ha gustado escuchar de ti. Primero que nada, tenemos muchas cosas en comun, empezando por la edad y terminando con que al igual que tu me alimento del sueño de ese tipo de amor como el que para nosotras comparten estos dos personajes. No importa lo que diga JK, en nuestra percepción eso es amor del bueno, del que solo algunos tienen suerte en encontrar. ¡Y tambien lo ves en Mulder y Scully! Hehe creo que eres una de mis almas gemelas, aunque con un nombre mucho mas bonito que el mio. Bueno, me has hecho que se me pongan brillantes los ojos leyendo tu comentario. No sabes como me llena el corazón escuchar que le gusta la historia. No tengo palabras para decir cuanto aprecio el apoyo... de verdad que no, que me quedo corta. Bueno, espero que te haya gustado este capitulo 17, porque creo que el "amor" del que estamos hablando se expresa aqui de una manera muy especial. ¡Besos Esmeralda!

Pipu-Radcliffe: LOL Espero que no te hayas quedado arrodillada todo este tiempo, porque vas a necesitar ayuda levantandote. Perdona la demora! Espero que el capitulo haya hecho que el tiempo que esperaste no haya sido en vano.

LR-CHAN¿Harry teniendo problemas para confesarse¡Que va! hehe son relajos. El chico virtualmente vive con el pie en la boca de tanto que mete la pata. Pero ahora que es correspondido ¡a que se pone poetico! Digo, aunque despues de este capitulo... ehehe no te voy a decir.

Calipso¿Quien se tenia merecido las cosas que pasaron durante la semana¿H o Hr? es que no me quedo muy claro eso. ¡Viste que Roger era de verdad un bombón! Nadie me creía. Hehe Me alegro que te hayan gustado los cotillas, porque sin esos cuatro (especialmente Ron) el momento no hubiese podido estar completo. ¡A que no es lindo el colorao¡Es completamente apretablel LOL ¿Suerte a Neville? Buen deseo... suerte y paciencia, porque la va a necesitar. ¡Y ves¡Voldemort se merece mucho mas tus deseos homicidas que el pobre Roger! Y despues del capitulo 17... ¿como te cae el Ravenclaw¿No te sientes culpable de haberle odiado tanto? LOL Relajos. Cuidate.

Hibari¡Hibari! Tanto tiempo. Hehehe ya tu sabias lo que venias en el 17, aunque creo que hay mas emocion en español ¿No? Ay, me siento mal por todas las heridas que has sufrido por mi culpa. A la verdad que debo dejar de escribir antes de que termines en un hospital. ¡Beso para ti!

Eylin¡No no! Nada de altares que eso es malo. Solo con decirme que te ha gustado es un privilegio para mi. Pero ¿a que la razón por la que te gusta la historia es que soy malvada? Yo creo que si. Haha preguntale a Hikari y a Hibari... estoy inmune al chantaje sentimental. Pero buen intento. Heheh saludos!

RAkAoMi¡Hola! Me alegro que te haya gustado hasta ahora. Gracias por dejarme saber. Esa escena de la confesión se me hizo bien dificil para escribir, pero parece que ha sido del agrado de muchos. Tenia miedo de que fuera demasiado melosa, aunque un poco de miel nunca ha matado a nadie ¿no? Entiendo eso de que no hayas podido actualizar, a veces la vida fuera de la red se hace bien pesada y uno no tiene tiempo. Pero te recomiendo que cuando encuentres un tiempito, continues tu fic, que escribir es terapeutico. Ademas, despues de lo que nos hizo JKR, se necesita todo el H/Hr que se pueda conseguir. Te pido disculpas de la vez por haberte hecho esperar tanto tiempo por el 17, pero espero que haya sido de tu agrado. ¡Un abrazo fuerte para ti tambien!

Lourdes: Te intente enviar un email pero me lo rebotó. Si vas a mi profile me puedes enviar un mensaje por email siguiendo la dirección del link. ¡Me alegro que te haya gustado la historia!

David: Ay, David... no sabes cuanto me alegra siempre escuchar de tí. Haha ¡Honestamente! Se nos ha pegado lo de Hr. Hehe Admito que si la idea del fic desde el principio es distraer al lector de lo que en realidad esta sucediendo, pero nunca engañar... porque la verdadera historia de esos primeros capitulos ha estado entre lineas. ¡No sabes como me gusta que digas que sientes lo que siente Harry! Es el mayor cumplido que me podrian dar. Es que no hay nada mejor que leer una historia y meterte de cabeza en ella hasta que te sientas parte de ese mundo que se ha creado en tu imaginación. Awww... no sabes cuanto te entiendo cuando dices que sufriste esa situación de Harry porque estuviste en ella. Yo tambien experimente algo parecido a eso, y eso que experimenté me ayudó a escribir esta historia. Como dicen por ahí, de todo lo malo se puede sacar algo positivo (o casi todo). Un dia de estos nos tenemos que poner a hablar por msn e intercambiar historias. Aww, me alegro que te haya gustado tanto esa escena de la escoba. ¿Sabes? Mantenla en mente, porque si la secuela se hace, la escena de la escoba va a ser "revisitida". Me encanta leer de ti, porque eres un joven que esta conectado muy bien con sus sentimientos, y eso no es muy común en este mundo. Creo que por eso es que puedes tener tanta empatía con lo que Harry esta pasando. Bueno, y ya sabemos que JKR es una tonta, pero que se va a hacer... si alguien no puede ver la posibilidad de lo grandioso que puede ser un amor que no nazca de los celos, la pasión ciega y el fisico, ese es su problema. Yo estoy tranquila con mi ideal, aunque signifique que termine como una solterona. Hehehe de verdad que Hermione no se quedo sin palabras por mala, sino porque estaba en shock! Ahhh.. la clave de la profecía... mmmm heheh no puedo hablar mas de eso, pero no estas en nada incorrecto. Estoy completamente de acuerdo en que Harry de los libros 1-5 es Hermione-dependiente... especialmente en el 3-5. ¡Solo tienes que mirar los cortos de la peli de GoF! Y bueno, como JK no le va a dar un final feliz a H/Hr, queda de parte de nosotros hacerlo. Asi que David... ¿para cuando me vas a dejar leer un fic tuyo? Y lo de la cuenta del cardiologo... ¡enviasela a Lidia! Hehehe Ellla paga por mi. Un beso bien grande David, y muchisimas gracias por tu apoyo. Nos veremos pronto.

Granny¡Gracias! Espero que te haya gustado este nuevo capitulo tambien.

Suzume-Chan: hehe me alegra mucho que te haya gustado la historia. ¡A que Ron y Harry disfrazados no son hermosos! Hahaha lo de "vamos a hacer bebitos" de Harry es una idea que tiene muchos fans de entre los que leen esta historia. Pero ¿que signifca algo "n/n"? es que dijiste que esperabas que pasara algo mas asi en el capitulo 14, y estoy curiosa saber si es lo que yo me imagino que es. Si es asi... tsk tsk... eres tan traviesa como Hermione.

JakeGranger: Hola Jake. Sabes, hay varias personas que lo leen por traductor del ingles, pero es que en serio que suena mejor en español que en ingles. ¿Como decirlo? Mas poetico. Con mas sentimiento. Es algo del idioma... el ingles es muy practico, pero es algo frio. ¡Me alegra mucho que te haya gustado tanto la historia hasta ahora! Espero que este nuevo capitulo tambien sea de tu agrado.

KiraLevana: LOL ¡Levantese! Haha me alegra leer que te haya gustado tanto el capitulo anterior, pero eso de arrodillarse esta muy mal, aunque sea virtualmente. ¿Solo observando la Luna? Asi que así se le llama ahora... hehehe. Si... como en la vida real, a veces uno supone cosas que no son, y eso fue lo que le paso a Harry. ¡Menos mal que Hr lo regaño por asumir! Y veamos... si en el capitulo 16 hablablas de hasta de darle las gracias a Roger... ¿que piensas despues de leer este? hehehe Mi misión es hacer sentir culpables a todos los que pensaron mal del chico. hehe Relajos. Hehehe y ya viste que el capitulo 17 no tenia nada que temer... por lo menos la primera media pagina. Hehehe un abrazo para ti tambien.

Zara Zabini: Me alegra que te haya gustado la historia hasta ahora. ¡No hay nada mejor que H/Hr juntos, como deben estarlo!

Tania Stratman: Ah, Tania, gracias por dejarme saber lo que pensabas del capitulo anterior. Hahaha ¿Te ofreces de voluntaria para editar cuando publique mis libros? LOL ¡Gracias! Lo tendre en mente! Espero que el capitulo 17 te haya gustado tambien. ¡Un abrazo!

Wein: Hehe me alegro que a pesar de la "flojera" me hayas dejado un mensaje para el capitulo anterior. Un gusto conocerte. Lo de los dementores... pues la verdad es que me lo merezco, porque se que como lector es dificil tener que esperar tanto por una continuación, especialmente porque a uno se le olvida lo que paso en el capitulo anterior y tiene que estar constantemente releyendo. Pero espero que este capitulo que acabas de leer hiciera que la espera valiera la pena. Bye!

Barby-Chile¿Te quedaste hasta las 3 AM leyendo la historia¡Pobrecita! Espero que no hayas tenido que madrugar al otro dia. Te agradezco muchisimo las palabras de apoyo. ¡Gracias a ti por leer!

Philipa Aleshre: Haha ¡gracias por eso¿Escuchaste la canción mientras bailaban? Ay¡que bueno! Yo tambien la escuche una y otra vez mientras escribía la escena. Es una de mis canciones romanticas favoritas, en parte por la simpleza y la honestidad de las palabras. Me base en eso para la confesión de Harry en el capitulo 16... simple y honesto. Bueno, ya sabes que a Harry la felicidad no le duró mucho... pero tenía que pasar lo que tenía que pasar. ¿Tambien te gusto Ron de conejito? Yo me lo quiero comer a besos cada vez que me lo imagino. ¡Nos vemos!

Nare: Ay, comprendo lo de la universidad porque tambien a mi me paso. ¡Los profesores no comprenden que tenemos una vida mas interesante fuera del colegio! Hehehe Espero que cuando hayas sacado un tiempo para leer este capitulo te guste tambien.

Candy Granger: ¡Si! No hay mejor cumplido que me digas que ahora adoras a Roger. ¡Es que Harry estaba tan celoso que le transmitio los celos a ustedes! Pero Roger es bueno, de verdad, como has podido ver en este capitulo 17. Cuidate tu también.

Gaby: Aww, gracias por todas esas palabras bonitas. Me alegro que te haya gustado tanto el capitulo anterior. Sería un honor para mi el que consideres esta historia la verdadera continuación a OoTP, porque el desastre que se llama HBP no se merece que uno pierda el tiempo leyendolo (y ni hablar del dinero que uno se gasta comprandolo). Bueno, y ya que viste a que se refería lo de "sus más aterradoras pesadillas"... ¿que te ha parecido? Cruel es mi segundo nombre.

Janepoter: Gracias por dejarme un mensaje, Jane. LOL No te preocupes por la pregunta del lemón. Como supondras despues de leer este capitulo, en esta historia no hay lemon. No soy muy buena escribiendo ese tipo de escenas y en realidad no es el foco de esta historia, ya que esto se trata mas sobre la realización de los sentimientos por parte de Harry y el ataque de la esfera que de una crónica de una relación romantica entre dos mejores amigos. Pero en un futuro... ¿quien sabe? Quizas pueda escribir una lima (porque no creo que de para lemón). ¿Pelirroja babosa? Hahahah Bueno, la verdad es que no es culpa de Ginny que JKR le haya dado la profundidad emocional de una amoeba. ¡Te cuidas tu tambien!

Lizet: Lo siento, pero a Harry le duró la felicidad solamente un capitulo (mejor dicho, 1 capitulo y 1/4, porque hay que admitir que se disfruto el principio de este). Pero recuerda lo que el dijo... que no importa como termine esa noche, él estaría con Hermione... ¿Sabes que significa eso? Ya veras en el capitulo 18. Disculpame por haberte hecho esperar tanto, pero espero que la espera valiera la pena.

Andasolo: Me alegro que me hayas dejado un mensaje. ¡Y gracias por decir que este fic te ayudo un poco con el trago amargo de HBP! Eso me llena el corazón. Espero colgar el capitulo 18 relativamente pronto, pero es el mas largo de todos y tomará algún tiempo traducirlo. Pero, prometo trabajar en eso lo mas posible. ¡Gracias por leer!

MarcyLB: Hola Marcy. Perdoname por no actualizar antes, pero es que la vida fuera de la red me ha tenido muy ocupada, y entre enfermedades, trabajo, y vacaciones, casi no he encontrado tiempo para escribir. Pero espero que la espera haya valido la pena despues de leer este capitulo. A mi tambien me gusta leerlo mas en español... no sé como decirlo, pero tiene mas sentimiento. Y no te preocupes que pienso terminar la historia. Aunque te admito que lo de HBP me desanimó mucho (no tanto el H/G, sino el "asesinato" emocional del personaje de Hr, que era mi favorito), pero ustedes los lectores han sido tan buenos conmigo que no podria pagarles con mala moneda. Besos a ti tambien. Y gracias por el apoyo.

Katte131090: Hola Katte! Primero que nada, gracias por dejarme un mensaje. Me alegro que te haya gustado el fic. Pero creo que te equivocaste de persona, porque yo siempre me he identificado como Anasazi y nunca utilize ningun otro nick, y de verdad no me suena el de fenha granger. Espero que hayas disfrutado este capitulo tambien.

Lilyem: Ahhh, no te pongas de rodillas. La que tiene que rogar disculpas soy yo, por haberlos hecho esperar tanto. Prometo que para el capitulo final publicaré lo antes posible. Haha Eres bienvenida a PR cuando quieras. ¡Y alejate de esos precipicios! Cuidate y un beso para ti tambien.

Joanne Granger: Perdoname la tardanza. Es que traducir al español es un poco mas dificil. Y si, ya la historia esta terminada en ingles y solo falta un capitulo mas para terminarla en español. Espero que te guste. Un abrazo para ti tambien.

Alifelton: Me alegra que te guste.

Wordenwood¡Que honor para mi! Gracias por las palabras de apoyo

Con cariño,

Anasazi

PD. El nombre del capitulo esta tomado de la composición clásica Danse Macabre de Camille Saint-Saenz, también conocida como La Danza de la Muerte. ¿Romántico, no? Hehehe

PDD. I –LOVE- NEVILLE.