Los personajes presentados son propiedad de sus respectivos autores a excepción de Annie, Benton, Leandro y Rachel

Esta historia es escrita únicamente con el objetivo de entretener al lector.
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Todos se encontraban en el comedor bajo la cubierta del barco, se disponían a tomar el desayuno. Smee y otros hombres ponían rápidamente alimentos sobre las dos mesas alargadas del comedor, donde los tripulantes con rapidez se servían y con animadas pláticas comenzaban a comer.

Annie notó que las mesas eran muy largas y que ni con toda la tripulación sentada lograban ocupar todos los lugares.

-Perdimos a varios hombres hace tiempo, por culpa de Barba Negra- dijo Truman al notar que observaba los lugares vacíos, el hombre de tez oscura provocó que la joven que lo mirara con interés.
-¿Cuántos?- dijo la muchacha
-Más de la mitad de mi tripulación- dijo Garfio tomando de su copa y mirando hacia el exterior a través de la ventana a su lado.
-Debió ser terrible- la muchacha sentada a un lado del capitán y le miró con tristeza.
-La tripulación de cincuenta hombres, los más temerarios de ciertos mares. Aquellos de los que se contaba en las leyendas que cruzaron desde Malasia hasta Londres en tan sólo cincuenta y un días, cuando los navíos más rápidos lo lograban en ochenta- dijo Salvo con melancolía mirando su plato aún vacío.
-¡Vaya!- exclamo Annie asombrada por la anécdota
-Cincuenta hombres de los cuales más de la mitad fueron poco a poco exterminados por ordenes de Barba Negra- añadió el capitán con el ceño fruncido y la mirada perdida en algún punto de la isla que se observaba desde la ventana.

James y sus hombres más cercanos le explicaron a la joven que hacía bastante tiempo, quedaron prisioneros de aquel que en ese momento era de los piratas más temidos, y a la vez menos visto por los marineros de la época. Barba Negra se hizo de una espectacular fama en Tierra Firme, y un día junto con toda su tripulación desapareció. Su figura y sus hazañas se convirtieron pronto en leyendas de las que a nadie le constaba que fueran verdaderas. Sin embargo a James y su tripulación de cincuenta hombres no les quedó ni la menor duda de su existencia cuando una noche se vieron envueltos en una violenta pelea entre su barco, el "Estrella de la mañana" y el de Barba Negra, el "Jolly Roger". Ambos navíos, con velas tan negras como la noche que les envolvía, se entregaron a un arduo combate. Con lo que los tripulantes del Estrella de la Mañana no contaban es que el Jolly Roger poseía una mágica ventaja.

Polvo de Hadas

Polvo de hadas que ayudaba a que el barco se levantara en vuelo y lograra ángulos de ataque tan efectivos en aire, que el Estrella de la Mañana sería incapaz de esquivar en mar. De ese modo los tripulantes del Estrella de la Mañana se vieron prisioneros de Barba Negra quien envío a todos a su propio barco y ordeno atarles para que no pudieran actuar cuando vieran que los hombres del Jolly Roger destruían sin piedad el Estrella de la Mañana, aquel navío que fue su hogar por años. Una vez que el navío quedo destruido y se hundía en las profundidades del mar, James se juró a si mismo que Barba Negra pagaría por lo que había hecho, de una manera u otra.
Contaron a la castaña que de esa manera ellos quedaron prisioneros para Barba Negra quien les llevó hacia la isla que no existía, aquella que ni en sus más locos sueños se abrían atrevido a a soñar. Nunca Jamás.
Trabajaron para Barba Negra en las minas donde ya habían bastantes prisioneros trabajando, varios hombres de James, aquellos que sobrevivieron a la batalla se revelaron en repetidas ocasiones contra las reglas de ese absurdo lugar, provocando que Barba Negra les asesinara por su rebeldía, James en repetidas ocasiones les dijo que dejaran de poner su vida en peligro en vano e idearan un plan de escape. Para ese entonces varios de sus leales hombres habían fallecido y no había muchos otros esclavos como sus hombres: leales a él hasta la muerte. Intentaron escapar en varias ocasiones, fracasando en todas y cada una de ellas.
Hasta que llegó él.
Hasta que llegó Peter.

-El resto lo sabes ya - dijo James taladrando con sus ojos azules con la castaña quien escuchaba atenta todo lo que le confesaban- tuve que salir con Pan y Smee que se nos pego como sanguijuela y logramos escapar, hubiera dado lo que fuera por llevarme a mis hombres conmigo en ese momento, pero tenía que ser cauteloso y regresar por ellos en el momento más conveniente para evitarles lo peor.
-Y lo hiciste James- habló Junior quien estaba sentado frente a Annie - sabíamos que idearías cualquier situación y volverías a ayudarnos

- ¡Y vaya por Dios que lo hiciste! De haber cometido un error habríamos terminado todos muertos antes de tu llegada- Dijo Truman, el hombre de piel oscura sonriendo y mostrando su blanquísima sonrisa.
-No hay manera de que James falte a su palabra, jamás la ha habido- aseguró Salvo quién había procedido a servirse y comenzar a comer.

Annie notó que todos se esforzaban en alagar a su capitán, pero él ignoraba esos comentarios con humildez, restándole importancia a hechos como el haber arriesgado su vida para escapar del lugar y después volver a arriesgarla rescatándolos de su prisión como había prometido. Comenzaron a comer y beber un poco más animados, esos piratas lejos de suponer un peligro para ella como había pensado inicialmente, resultaron ser extrañamente protectores. Claro que actuaban bajo las ordenes de su capitán, así que eso no suponía que ella debiera ser de su agrado como para protegerla por decisión propia. Si algo tenía claro era el intentar ser lo más cautelosa con James para que él no intentara asesinarla a la menor oportunidad, después de todo estaba tratando con piratas.

Maldita su suerte por complicar las cosas, aún quedaba tanto por hacer.
Maldito su corazón por comenzar a sentir cariño por ese hombre que sentía a kilómetros de distancia a pesar de estar sentada junto a él.
Maldita Rachel por iniciarlo todo.
Maldito Pan por ser la razón.

-Así que dinos Annie- comenzó Salvo mirándola con seriedad, y ella se percató que mientras ellos habían cambiado de tema, se había perdido en sus pensamientos como una tonta - ¿Qué es lo que sigue en tu plan?.
-Ah, pues la idea de ir con la vidente no me parece tan mala. Aunque a decir verdad al no tener mucha información sobre la relación de Rachel con este lugar, me daría mucha pena llegar así sin más, sin información me refiero.
-¿No se supone que para eso contactarás a esa vidente?, porque obviamente no sabes nada al respecto, y buscas información que ella te pueda brindar- dijo Junior sin entender a la joven.
-Es por eso que la idea de regresar a tierra firme por el diario de la mujer no es tan mala opción, nos ahorraría bastantes inconvenientes- añadió Truman desde su posición.
-A mi me gustaría regresar a Tierra Firme- hablo Smee sentándose por fin junto a ellos para comer- No nos vendría mal un descanso en el Salón Turquesa y quién sabe, incluso una visita a Lady Florence.

Todos los hombres, incluido el capitán miraron al mayor enseguida.
-Pues, visitar a nuestra querida Florence no suena a locura- dijo Salvo mirando a su capitán - Ha pasado un poco de tiempo aquí, bastante tiempo allá.
-¿A que se refiere con eso?- pregunto Annie sin entender lo último.
-No debes estar familiarizada con el tiempo y como este maldito lugar lo manipula a su antojo- habló por fin James mirándola.
Ella le presto toda su atención.
-Al encontrarnos sentados en este momento y enfrascarnos en una platica que puede durar...
-Digamos media hora- ayudo Junior a su capitán
-De acuerdo, media hora- dijo el hombre de ojos azules - en tierra firme estarían pasando días, o incluso semanas. Así, entre más tiempo pasas en este lugar, el tiempo en tierra firme avanza aún más rápido...o cada vez más lento. Nunca es igual, aunque media hora aquí hayan significado tres días allá si te atreves a ir, no quiere decir que si vuelves por tres días más y regresas a tierra firme pasarán tres días como la vez anterior.
-En ocasiones han pasado hasta dos años allá por dos días aquí- añadió Smee
-Eso es una total incoherencia- Dijo Annie sin dar crédito
-Este lugar decide si detenerse en el tiempo o avanzar, es como si tuviera vida propia- hablo Salvo comiendo uvas de su plato.
Annie quedó asombrada ante ese detalle, un detalle más del que Wendy no se había percatado, tenía tantas preguntas. Todos ellos, sobretodo James despertaban en ella mucha curiosidad.

Se animó a tomar una decisión.
-Creo...creo que quiero regresar a tierra firme.
Todos la miraron con sonrisas
-Excelente decisión- comenzó Truman- Tu regresas a casa por el diario y lo analizas mientras...
- Nosotros vamos con Florence- añadió Salvo a la frase de Truman
-Yo iba a sugerir pasar antes al salón Turquesa- Dijo Junior con esperanza
-Nadie ha sugerido que nos separaremos- Dijo el capitán calmando lo ánimos -A donde vaya ella iremos nosotros- la miro fijamente -Tenemos un trato y haré que se cumpla.
-No es como que vaya a escapar tan fácil si te traiciona James- Dijo Leandro hablando por primera vez en toda la mañana desde que habían subido al Jolly Roger- y tampoco creo que sea capaz de cometer una locura cuando es la primera interesada en recavar información.
-No escaparé, ni me alejaré de ustedes- aseguro ella
-Te acompañaremos, pero antes iremos a abastecernos de provisiones e iremos por Florence- dijo el capitán
-De acuerdo- dijo ella y todos en la mesa se animaron por las palabras de su capitán haciendo ruidos de victoria y chocando los cubiertos con la mesa.
-¿Iremos al salón primero capitán?- Dijo Smee con ojos llenos de felicidad
-No, primero iremos por Florence- contestó el hombre de largos cabellos
-¿Ir por Florence?, ¿Quieres decir...-dijo Salvo algo confuso por las palabras de su líder
- Que es tiempo de que se nos una en esta extraña eternidad, no pienso dejar que muera antes de que yo lo haga- dijo con determinación el capitán levantándose de la mesa para dirigirse fuera del comedor, sus hombres sonrieron al verse de acuerdo con sus palabras -no pienso quedarme solo.
-Lady Florence regresa muchachos- anunció Truman a lo que todos se levantaron a la vez de la mesa dando rugidos de una inusual alegría.
-Estamos listos- dijo Leandro a su capitán
-Leven anclas, saquen el polvillo y dirijámonos allá- grito el capitán a lo que todos enseguida se movilizaron a llevar a cabo sus labores.
Annie se levanto junto a todos sin saber exactamente que hacer.

-Deberíamos persuadir a Zarina, por si el polvillo escasea en el camino, recuerda que ya era un problema el asunto del último barril- sugirió Junior.
-¿El hada?- dijo Leandro levantando la cabeza de sus labores para acercarse un poco y escuchar.
Annie enseguida se puso rígida ante el comentario, ¿Persuadir a Zarina?.
-No es una idea tan descabellada, es verdad que el polvillo ya era un problema hace tiempo, pero no teníamos intención de viajar- comentó el capitán
-Ahora será indispensable-añadió Junior
James miro a la castaña, ella intuyo que el estaría ideando un plan por la manera en que la miraba, era bastante inquietante, aun así no dijo palabra.
-Necesito que la llames- le dijo el ojiazul muy serio -Se que fue ella quien te trajo aquí.
Annie sintió un poco de nervios ,¿Acaso había metido en problemas a la pequeña hada por su culpa?
-Yo...
-No aceptaré una negativa, se perfectamente que estabas con ella cuando llegaste.
-¿Cómo lo sabes?
-Porque te vi llegar, es por eso que decidí acercarme a ti en principio.
-Aún así no hay manera de que puedas saber quien fue, hay muchas hadas en esta tierra.
-Cada hada tiene un brillo y un tintineo único, créeme; se que era ella.
Annie estaba atrapada, si se oponía corría el riesgo de estropearlo todo, pero no quería obligar a Zarina a algo que no quisiera, no le gustaba la idea de involucrarla en sus problemas.
No tenía opción.
Tomo el pequeño morral que llevaba colgando en la cintura y tomo un poco de polvo, extendió la palma de la mano y acercando sus labios al polvillo susurro
-Zarina.
Enseguida soplo el polvillo que hizo un pequeño remolino en su palma que avanzo hacia el frente alejándose de su mano, el polvo que de por si era dorado, comenzó a emitir un color mas brillante. Después de un momento dentro del remolino se visualizo una figura algo desconcertada, aquel remolino comenzaba a desvanecerse dejando ver con más claridad a la pequeña visitante. Cuando el remolino desapareció por completo el hada movió sus alas para mantenerse en el aire y miro aún con mas desconcierto a la castaña, quien estaba rodeada de piratas que se habían acercado para presenciar el acto, y detrás de ella el capitán del navío.

-Hola Zarina, cuanto tiempo- dijo James al hada que le devolvía una mirada entre sorprendida y melancólica.
El hada miro a la joven en busca de una respuesta, y la muchacha se armo de valor para hablar.
-Zarina necesitamos de tu ayuda, necesito...yo necesito de tu ayuda.
Sonó un tintineo y la tripulación observaba atenta la escena, Zarina se había acercado a la castaña.

Las Hadas solo tienen espacio para un alma a la vez, así que lo que dijera la pequeña figura tendrían que inferirlo de acuerdo a lo que la castaña dijera en voz alta.

*Tintinteo*
-Lo sé, escúchame. Necesito que ellos me lleven a Tierra Firme, iremos a varios lugares y parece que el polvillo no les alcanzará para llevar el Jolly Roger a los sitios que debemos ir.
*Tintineo*
-¿Lío?, si...parece que me he metido en un lío muy grande.
*Tintineo*
-Les necesito porqué James me ayudará a conseguir la información que necesito sobre Pan, Zarina necesito saber la verdad.
La pequeña hada miro por unos instantes al Capitán, una vez mas con incertidumbre en la mirada. James se quedo muy quieto en su lugar observándolas.
*Tintineo*
-¿Pero qué...
*Tintineo*
-¿Que quieres decir con...
*Tintineo*
-¿Traición?- dijo la castaña, y pudo observar como James se ponía rígido en su lugar, aún sin decir palabra.
*Tintineo*
-Zarina, creo que hay mucho que no me has contado-
*Tintineo*
-Claro, se que yo no he sido muy honesta contigo tampoco...pero necesito tu ayuda.
*Tintineo*
-Se que James es vil y cruel...es un pirata- contestó la mujer y la tripulación soltó pequeñas risas, pero el capitán no reía como el resto.
*Tintineo*
-Soy precavida, no quiero ser traicionada.
*Tintineo*
-¿Arrojarte al agua?- en ese momento James ya avanzaba hacia ellas
*Tintineo*
-¿Tu amigo?...¿Eran amigos?- dijo Annie desconcertada mirando a James que se adelantaba una posición frente a ella para encarar al hada. Se le veía bastante molesto.

Ahora fue turno de James para hablar con el pequeño ser, Annie al igual que la tripulación solo pudo escuchar la mitad de la conversación.
La mitad que hablaba James.

-¿No crees que es suficiente Zarina?.
*Tintineo*- el hada lo miraba con una mezcla de furia y melancolía.
-Creo que eso solo nos concierne a ti y a mi.
*Tintineo*
-¿Y qué esperabas? soy un maldito pirata, como la lava que destruye lo que toca.
*Tintineo*
-No estamos aquí para discutir eso-
*Tintineo*
-En principio si, no solo porque es Annie quien te lo pide, si no porque es ella a quién has traído hasta aquí, así que ella significa bastante para ti.
El hada se quedo en blanco un instante solo para volver a contestarle al capitán con furia
*Tintineo*
-Oh, entonces es una suerte que ella sea un pan de Dios, pues no te traicionará jamás. Y como tu y ella son tan unidas ahora no tienes opción más que ayudarle.
*Tintineo*
-Porque si no lo haces yo mismo la mataré- dijo el capitán, la situación se había tornado algo tensa, Annie comprendió de que hablaban de ella. Esa amenaza provocó que comenzara a temblar un poco creyendo en las palabras del hombre - Y si dos de tus niños perdidos tienen un conflicto así y resulta en la muerte de uno de ellos, creo que tu alma no soportaría tanto dolor...ni tu cuerpo.
¿Cómo habían llegado a esto? Annie no podía creer que ese hombre de un momento a otro cambiara de ser un humano tan pasivo capaz de tener una conversación en la mesa...a un asesino que amenazaba a quien se le interpusiera. ¿Qué era todo eso que había mencionado? ¿Dos de sus niños perdidos? ¿Dolor en su cuerpo y alma?, no entendía nada de lo que había sucedido.
Zarina miro derrotada a James y tintineó una ultima vez, y la media sonrisa del capitán hizo comprender a todos que había accedido en llevarles hasta allá con el polvillo.

-Leven anclas, nos dirigimos con Florence- rugió el capitán, a lo que todos sus hombres se movilizaron enseguida.
Zarina se acerco a la castaña con algo de tristeza, el hada se encontraba ahora obligada a ir con ellos, tenía que proteger a la mujer del ojiazul.
-Leandro, Salvo, Zarina y Annie, conmigo- Dijo James con determinación avanzando sin esperarlos hacia su camarote.
Los mencionados avanzaron detrás del capitán.
Annie se preguntaba si se había metido en un lío tan grande como le había dicho Zarina, y peor aún, si la había involucrado junto con ella. Ese hombre era todo un misterio.

El Jolly Roger se elevó perdiéndose en la inmensidad del cielo tan azul que invadía nunca jamás.

GennaLotto
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¡Vaya!

El motivo de esta tardada actualización fue una crisis en la continuidad de la historia, la cual "parece" que voy superando, creo que ya se por donde la trama se irá desenvolviendo y aún así no estoy segura de poder actualizar tan seguido como me gustaría.

Muchas gracias por continuar la historia a pesar de los siglos que tardo de capítulo en capítulo.

Zarina, esta preciosa hada de la cual vivo enamorada desde que vi la peli en la que aparece tomará un papel fundamental en la historia, y parece ser que Annie esta intrigada por lo que une a esta pequeña hada con nuestro apuesto capitán.

Aún falta mucho por ver en este enrollo total y nuestros protagonistas comienzan a dar forma a esta gran aventura que les espera. Se unirán nuevos personajes en un futuro y la cosa se pondrá color de hormiga :D

¡Gracias por leer!