Disclaimer: Los personajes pertenecen a sus respectivos autores, con excepción de aquellos que he tenido que añadir para darle forma a esta historia.

Quiero agradecer a Daiiki Uchiha y a Estefy Tsukino por sus maravillosos reviews, y a todos los que desde las sombras siguen esta historia.


James paró frente a un gran portón de madera pintada en negro y tocó fuertemente, la lluvia parecía no ceder y todos se encontraban bastante mojados.

En la puerta apareció un hombre tan alto como James de cabello castaño y ojos tan claros como su cabello. Miró al grupo extrañado.

-¿Les puedo ayudar en algo?

-Papá- dijo Annie acercándose para abrazarlo

-¿Annie?- dijo el hombre abrazando a la muchacha- Dios mio, cariño. Estas empapada. Por favor pasen, la lluvia no ha parado desde hace horas.

Todos ingresaron al salón y el hombre subió enseguida por toallas para todos.

-Por favor tomen asiento- dijo el hombre mientras ayudaba a su hija a secarse después de repartir toallas para que se secasen -Mi nombre es Benton Wayne. Soy el padre de Annie- aclaró el hombre acercándose a los hombres y estrechando sus manos y besando las manos de Zarina y Florence quienes sonrieron encantadas por su caballerosidad.

-Sentimos estar arruinando la alfombra- dijo Florence

-Por favor mi señora, no es ninguna molesta, no después de que han traído a mi hija de vuelta a casa.

-Permítame presentarnos- dijo Leandro a Benton -las damas son Zarina y Florence, James mi capitán y nombre es Leandro.

-¿Ustedes vienen de Nunca Jamás? ¿Usted es..James? ¿James Garfio?- preguntó el hombre aunque sabia la respuesta mirando la evidente prótesis del capitán. James le miró temiendo que el hombre por alguna razón fuera echarlo del lugar.

-Así es papá- dijo Annie

-Es un placer conocer al padre de Annie- dijo James con sinceridad.

-El placer es mío...capitán- contestó Benton mirándolo con curiosidad y después mirando a su hija -Permítanme preparar algo de té para todos.

-No es necesario, sentimos interrumpir así- dijo Florence

-No es ninguna molesta Florence, tu me recibiste en tu casa, sería terrible no ofrecerte cobijo y té cuando estás empapada- dijo Annie anticipándose a su padre- Iré a la cocina, disculparán que no tengamos sirvientes que lo preparen pero ustedes comprenden mis circunstancias.

Todos se deshicieron en disculpas y aseguraron que no había nada de malo en que no hubieran sirvientes en la casa.

-Permíteme ayudarte Annie- dijo Zarina acercándose a ella.

-Señorita no será necesario por favor, yo me encargaré- dijo Benton apenado -Me avergüenza no poder atenderles debidamente con servidumbre, espero disculpen la ausencia de personal.

-Está bien papá, saben el porqué- dijo Annie mirando a su padre quien se quedo atónito, mirando apenado a los invitados y después desviando la mirada hacia la chimenea.

-No tiene nada de que avergonzarse Benton, sabemos que fue estafado- habló James mirándolo fijamente, Benton asintió al entender que esas personas no le juzgaban por las condiciones de la casa ni por las ropas desgastadas que él y su hija vestían.

-Iré a la cocina a preparar té, por favor siéntanse como en casa- dijo el padre de la castaña avanzando con rapidez para evitar ser alcanzado por Zarina o por Florence quienes esperaban poder ayudar a preparar el té.

-Quédense aquí por favor, enseguida regreso con el té, creo...creo que todo esto pasó demasiado rápido para él- dijo Annie siguiendo a su padre a la cocina.

-Esperamos no ser una molestia... por la cara de sorpresa que ha puesto, pero no estamos aquí para juzgar ni hacer ningún mal- dijo James de manera preocupada a la castaña quién le miró extrañada ante su evidente interés por causar una buena impresión.

-No pasa nada, sólo está un poco consternado de que el villano esté en casa.

-¿Cómo?- se expresó Zarina sin comprender

-Recuerden que en los cuentos de Wendoline Darling, James era el pirata malvado y Peter el niño bueno. Bien, pues esa es la versión que yo misma llevaba conmigo al llegar a Nunca Jamás antes de conocerte James, y es la impresión que mi padre sigue teniendo porque evidentemente sabe tanto como yo sabía antes de conocerte...aunque sigo sin saber mucho de ti en realidad.

-Sabes que no le haré daño...así como no te lo haré a ti- dijo con decisión el pirata.

-Hay mil maneras de dañar a las personas James- dijo Florence mirando a su primo con el ceño fruncido reviviendo lo acontecido en el Salón Turquesa. James miró a su prima con profunda tristeza de saberla en su contra.

-Tenemos que hablar Annie- dijo James volviendo a mirar a la castaña.

-Después, por ahora es mi padre quien me importa. Por favor tomen asiento, enseguida regresamos- dijo Annie evitando mirarle a los ojos y dirigiéndose nerviosa a la cocina.

Los cuatro invitados se quedaron en un incómodo silencio mientras se secaban y tomaban asiento observando con curiosidad el lugar. Fotografías, todas de Benton y de Annie desde que era pequeña adornaban el salón. Florence y Zarina se acercaron a observar las que estaban sobre la chimenea.

-Tal vez no debimos venir- dijo Leandro

-Annie necesita comunicarle a su padre lo que ocurrió, y no pienso separarme de ella Leandro, esta situación va más allá de cualquier venganza que yo tenga con el mocoso. Esa tal Rachel conoció a Azalea y nos sólo eso, también a Pan, destruyo esta familia y la abandonó dejando estragos tras de sí. No voy a descansar hasta llegar al fondo de todo esto.

-No puedo creer que Salvo conociera a su madre- se expresó el joven marinero.

-Ni yo- concordó su capitán.

Después de unos minutos Annie llego con una charola que contenía tazas y una tetera. Leandro se levantó enseguida para ayudarla a dejar la charola en la mesa de centro.

-Gracias- sonrió la castaña

-Es un placer Annie- dijo Leandro sonriente mientras que Benton encendía la chimenea para que todos entraran mejor en calor.

-No creas que no he notado como Zarina se ha aferrado a ti desde el Salón- susurro Annie tan bajo como para que sólo el joven le escuchara una vez que se alejaban de la mesilla de centro y el joven sonrojado miró de reojo al hada quien junto a Florence servía las tasas de té.

-Bueno - dijo Benton arrodillado junto a la chimenea mientras se encargaba de que el fuego tomara fuerza- ¿Qué tal te fue en el viaje cariño?

Annie le miró con angustia. Y el silencio reinó el lugar.

-Papá, han pasado muchísimas cosas en ese único día que estuve en Nunca Jamás.

-Pero si aquí han pasado tres días. ¿A qué te refieres?

Annie miró a James, él sabia que se le complicaría explicarle como el tiempo en aquella lejana "Isla que no existe" era manejado como si aquella tierra tuviera vida propia. Así que James se ofreció a explicar los detalles técnicos del lugar. Ofreció a Benton una detallada descripción del lugar y de su barco El Jolly Roger, así de cómo había conocido a su hija y de su promesa de ayudarla con la venganza que tenía que llevar a cabo contra el niño volador.

-Pero cariño, no quiero que te metas en conflictos, ¿Cómo que venganza?

Annie tranquilizó a su padre asegurando que ella no se veía asesinando a nadie, pero si quería, por lo pronto, llegar al fondo del asunto.

Comenzó a relatar como sobrevivió al ataque de las sirenas y la información que le dieron sobre Azalea, después sobre su visita a la isla de Florence, dejando a su padre asombrado al saber que aquella rubia mujer no sólo era hermosa, si no rica. Eso provocó en Benton un poco más de vergüenza y Florence al percatarse de ello le aseguró que ella no estaba ahí para juzgar ninguna posición económica de ellos, y muy por el contrario su única intención era ayudar a Annie en su búsqueda sobre la verdad de su pasado. Benton agradeció la gran bondad de aquella bellísima mujer quien le regalaba cálida sonrisas y le hacía sentir una paz interior que le era difícil de entender.

Después Annie procedió a hablarle sobre el amargo episodio vivido en el Salón Turquesa, dejando asombrado a su padre quien sin creer en lo que oía, se levantó de su sitio para mirar por la ventana en un intento de evitar las miradas curiosas de sus invitados. James sentía un peso en su corazón desde el momento en el que vio a Benton ser presa de la angustia, al saber a donde había ido a parar parte de su fortuna y de la infortunada historia de aquella mujer que habría sido su esposa hace tiempo.

-Eso...eso quiere decir...- dijo Benton con la mirada perdida en las afueras de la casa.

-Que ella no murió como lo decía el acta, ella escapó con ayuda de Albert- contestó su hija acercándose para abrazar a su padre por la espalda -Papá, ella nos engañó y nos abandonó para largarse al prostíbulo donde trabajaba desde hace años...ella conocía sobre Nunca Jamás desde antes de que yo naciera incluso. ¿Jamás...jamás te habló de ello?

Benton volteo para mirar a su hija, su cara estaba más pálida que cuando les había recibido en su puerta.

-Cariño, de haberlo sabido te lo habría dicho, tu sabes todo lo que yo sé.

La pesadez en el corazón del capitán se hizo mayor al contemplar como padre e hija se miraban abrazados, en una cómplice mirada cargada de dolor, dolor indescriptible que llevaban arrastrando con ellos desde años atrás.

Benton amablemente les ofreció de cenar y brindó habitaciones para que sus invitados se pudieran asear después de haber llegado tan empapados a su casa. Durante la cena Annie contó con más detalles y un poco más de ánimo cosas sobre el lugar que había visitado. Benton conoció mejor a sus invitados y se dejó sorprender cuando descubrió que Zarina era un hada de aquel lejano lugar, ella con orgullo le habló sobre cómo sabia manipular el polvo de hada para distintos fines. El hombre, estaba maravillado de todo lo que escuchaba. James por su parte, se portaba muy educadamente provocando una magnífica impresión al hombre mayor quién ahora estaba convencido de que ese hombre no era en absoluto malvado, Annie con muchos menos ánimos miraba con aburrimiento como James bromeaba con su padre quien encantado de la vida reía junto con Leandro de las ocurrencias del capitán. Florence enviaba significativas miradas a la menor, ambas sabían que el enojo de la castaña hacia el hombre de negros cabellos aún permanecía en ella. Florence por educación sonreía hacia Benton o su primo cuando este último comentaba cosas sobre ella adulando su belleza y su maternal amor hacia sus hombres. Benton escuchaba con mucha atención lo que James le hablaba sobre su temeraria prima capaz de revelarse ante cualquiera con el tal de conseguir sus objetivos. Zarina con un poco más de ánimo no perdía pista de la conversación que mantenían los tres hombres. En un punto de la conversación Leandro y James sacaron sus afiladas espadas y sus pistolas para que Benton las mirase con detenimiento, el hombre de castaños cabellos, estaba maravillado con esos jóvenes que le hablaban de un mundo tan nuevo y desconocido para él.

Annie ofreció su habitación a Florence quien apenada no tuvo opción ante la insistencia de la menor. Zarina al igual que Florence tenía una habitación para ella sola mientras que James y Leandro compartían la tercera habitación. Annie había pedido a su padre dormir con él esa noche.

-¿Querrás que te arrulle como cuando eras pequeña?- dijo Benton con una sonrisa a su hija en la planta superior provocando que sus invitados sonrieran.

-Así es, necesito de mi padre para poder dormir esta noche- dijo Annie con una sonrisa provocando que su padre ensanchara aún más la suya.

-Pueden ducharse, Annie les dará ropa cómoda para que pasen la noche- dijo Benton a las mujeres. Ellas apenadas accedieron ya que estaban aún con sus ropajes húmedos.

-Y mi padre les dará a ustedes algo de ropa- dijo Annie mirando a Leandro con una sonrisa, el muchacho le devolvió el gesto. James por su parte, estaba contento de que su principal hombre se llevara bien con ella.

A media noche Annie se encontraba acostada entre los brazos protectores de su padre, él observaba el techo con una mirada perdida y ella derramaba lagrimas mientras acariciaba el pijama de su padre. Recién le había comentado todo lo que había callado en la cena, sobre la enfermedad de Salvo y como él contagió a Rachel.

-Así que siempre sí fue ella papá.

-No podía ser nadie más cariño, jamás estuve con otras mujeres.

Su hija le miró atónita.

-Pero...

-Sé que te mentí y lo siento, pero eras una niña, mi pequeña niña, no iba a permitir que tuvieras un concepto terrible de tu madre. Tuve que inventarme que frecuentaba mujeres para evitar que pensaras...

-Déjalo, está bien. Ahora estás bien papá. El tratamiento fue efectivo y nos libramos de esa, por supuesto que creí que en la cárcel habías contraído esa enfermedad al juntarte con otras mujeres, y por Dios que jamás te juzgué.

-Tenia tanto miedo de que me dejaras de querer al saber que había contraído esa enfermedad.

-Pero no tanto como el que yo odiara a Rachel, ¿Verdad?- dijo ella con un poco de enojo, pero enseguida abrazo con más fuerza a su padre. No podía odiarle, jamás había podido. Ni cuando él le había asegurado que había estado con otras mujeres y era por ello que estaba enfermo.

-Sólo quería protegerte.

-Sólo retardaste lo inevitable, terminaría odiándola tarde o temprano.

Siguieron hablando mucho rato más, ella le comentó como se había sentido al conocer a Tamara y la casi pelea que se había suscitado en el lugar. Habló sobre lo que James representaba para ella, aunque ni ella misma lo tenía muy claro, sobre lo agradecida que estaba por su ayuda pero lo triste que se sintió al conocer a una de sus amantes. Benton miró a su hija con media sonrisa.

-No me digas que estoy enamorada de él, porque Zarina ya me ha interrogado antes al respecto.

-¿Y qué se supone que piense?, es evidente hija, no puedes ser tan ciega, y él...bueno, a pesar de que te amenazó para conseguir que Zarina les acompañara...¿Sabes? me parece que James no es un mal hombre.

-Si, ya fui testigo como congeniaron enseguida- mencionó sin ánimos su hija.

-¿Qué edad tiene? ¿Treinta?

-No puedo creerlo...- comenzó divertida a lamentarse la menor sin creer que su padre comenzara a molestarla con eso.

-Porque es decir, tan viejo no es. Yo no tendría ningún problema.

-¡Padre!- reprendió ella dando un ligero golpe al pecho del hombre quien estalló en risas -No sé que edad tiene, pero desde luego tiene mucha.

Benton rió aún más fuerte por como la palabra "mucha" desentonaba en la frase.

-Pero que mal te expresas cariño, te hace daño convivir con piratas- se burló Benton provocando que su hija riera con él - Pero enserio, ¿Cuántos años tendrá en verdad? es decir, puede ser un hombre muy mayor si el tiempo en Nunca Jamás es infinito. ¿Has hablado con él al respecto?

-No, a decir verdad- dijo ella lanzando un suspiro acomodándose en el pecho de su padre para cerrar los ojos, estaba tan cómoda entre sus brazos.

-¿Qué tal que te has enamorado de un hombre que podría ser tu padre?, ¡o tu abuelo!

Annie abrió los ojos ante aquella posibilidad, era aterradora. No se imaginaba a James como un anciano.

-Pero él es joven, más que tú.

-Sí, eso es físicamente evidente cariño, pero me resulta intrigante conocer en que año nació.

-Antes, Salvo no había querido dar mucha información sobre el tiempo en el que estuvo en Nunca Jamás y Zarina junto con James me habían comentado que se conocían desde hace mucho tiempo, pero no especificaron cuanto.

-¿Cuánto viven las hadas?

-No tengo idea, que buena pregunta, podríamos ir a Nunca Jamás, averiguarlo y vivir allá eternamente papá, y no preocuparnos por cosas como la muerte o la enfermedad.

-Creí haber entendido que puedes morir allá.

-Oh, es verdad- reconoció ella su olvido - en cierto modo no sería una buena idea, no con Barba Negra desaparecido.

Un silencio inundó a la pequeña familia.

-¿Crees...crees que ella esté allá?- dijo Benton y Annie entendió que se refería a Rachel.

-Eso o en algún lugar de Tierra Firme.

-¿Y ese tal Barba Negra seguirá vivo? ¿No lo habrán matado ya?

-Parece ser que no, aunque nadie sabe con exactitud si murió durante la última guerra.

-Es un milagro que estés a salvo con tantos peligros que hay en ese sitio- dijo Benton besando la cabeza de su pequeña.

Al día siguiente Annie y Benton ofrecieron prendas limpias a todos para usar mientras lavaban las que llevaban puestas el día anterior. Para sorpresa de Annie, ninguno de sus cuatro compañeros expresó deseos de volver al Jolly Roger, así que pasaron todo el día en casa de los Wayne. Siguieron platicando para conocerse mejor, Annie había recibido ayuda de todos para limpiar la casa que al ser bastante grande, Benton no daba abasto en un sólo día para limpiarla por completo. Su padre, apenado ,no pudo hacer nada por evitar que sus invitados le ayudaran con las labores de la casa.

-Dime James, ¿Cómo un inocente niño de doce años es capaz de cortar la mano a un hombre sin pudor alguno?- preguntó Benton tomando por sorpresa a James cuando estaban en el patio trasero barriendo escombros y terminando de podar unos arbustos que adornaban el sitio.

El capitán de ojos azules miró al hombre meditando su respuesta.

-Verás Benton- dijo abriendo una bolsa ayudándole a meter restos de hojas y ramas -Peter Pan es mucho más que una apariencia pelirroja e inocente, el hecho de que físicamente no sobrepase los doce años, no quiere decir ni por asomo, que su mentalidad lo sea igual.

Benton miró al hombre sin entender. James intentó sin rodeos explicarse mejor, justo en ese momento el resto del grupo salió al patio.

-Menos mal que ha dejado de llover, he traído té para que descansen un poco- mencionó Florence al ser la primera en salir al patio acercándose a la mesa de jardín mientras todos tomaban asiento.

-Londres es muy nublado- dijo Leandro observando el cielo gris.

-Tan distinto a tu Isla Florence- dijo Zarina recibiendo una sonrisa de la mayor.

-¿De qué hablaban?- preguntó Annie acomodándose entre James y su padre.

-Estaba por explicar a tu padre que Peter Pan no es el niño inocente que todos creen conocer- dijo el hombre capturando la atención de todos -Ya que mentalmente el es mucho mayor de lo que aparenta.

Esa tarde lluviosa, James les platicó que a pesar de que Pan era un niño desde que le conoció, el ya llevaba mucho tiempo en esa condición por lo que Zarina le había contado, aunque no sabia con exactitud desde cuando. Explicó que la mente humana madura sin pausa a comparación del cuerpo, es decir; que aunque se viviera atrapado en el cuerpo de un niño, la mente seguiría madurando hasta llegar al de un adulto promedio y se tendría la capacidad de pensamiento de un adulto por consiguiente. Pero a pesar de eso, la mente no se deterioraría como lo haría al envejecer porque simplemente la vejez, a menos de que se llegara a Nunca Jamás siendo un anciano, nunca te lograría alcanzar.

-¿Estás queriendo decir que Pan, es un adulto?- dijo Benton con interés.

-Como cualquiera de los que estamos aquí reunidos- afirmó James

-Pero ese día en la playa, jugaba como un niño- se expresó Annie recordando cuando lo había visto por primera vez.

-Eso es porque le gusta hacerse pasar por niño como un imbécil.

-Lo hace para llamar la atención- concordó Leandro con molestia -Es tan incómodo que se comporte de esa manera, todos sabemos lo que es en realidad, incluso sus amigos los salvajes.

-Es por eso que no tengo ningún inconveniente en atraparlo y asesinarlo por lo que me he hizo...y ahora sabiendo lo que les ha hecho a ustedes, con mayor razón. Créanme que no tengo piedad a su físico.- dijo James mirando a Benton.

-Si es verdad que Rachel se llevó mis bienes y los compartió con él, debieron haberlos visto alguna vez en Nunca Jamás- dijo Benton mirando a James y a Leandro.

-Me temo que no fue así, jamás le vi acompañado de ninguna mujer que no fuera Lily, la jefa de los pieles roja.

Annie sintió una pequeña punzada en su corazón, Lily...la segunda en discordia en la vida de James.

-Papá- dijo ella para distraer la atención del tema sobre Lily -Tengo que revisar el diario de Rachel, necesito saber si la tal Azalea tiene que ver con ella, anoche no quise darle más vueltas al asunto porque sencillamente me sentía agotada. Pero ahora estoy mejor.

-¿Y no sería mejor esperar un poco?, es decir; han pasado muchas cosas deberían tu y tu padre descansar un poco sobre todo lo que ha ocurrido- sugirió Florence mirando a la chica - solo quiero que descanses un poco de toda esta locura, aunque sea un par de días. Lee el diario más tarde, primero disfruta de tu padre un poco.

-Peter Pan no irá a ningún lado, no tiene más niños perdidos que molestar ahora que Wendy es una adulta- coincidió James con la idea de su prima - Cuando decidas volver a Nunca Jamás el seguirá ahí.

-Pero yo no tengo el tiempo que él tiene James, yo a comparación de ustedes , no soy eterna.

Todos miraron a la pareja en silencio, James miraba con una extraña expresión en el rostro a la castaña.

-No tiene porqué ser así- dijo entonces el hombre de ojos azules -Pueden venir conmigo, yo y mis hombres les protegeremos el tiempo que haga falta hasta dar con Pan y con Rachel.

Benton miró con media sonrisa a su hija y al pirata, se miraban como si estuvieran solos en ese lugar. No había duda de que estaban flechados.

-Creo que es una maravillosa idea James- dijo Benton sacando a la pareja de su trance.

-¿Qué dices?- preguntó Annie sin entender volteando a ver a su padre, rompiendo el intimo momento con James.

-Creo que la única manera de obtener más información y de capturar a Pan, es yendo allá. Piénsalo cariño, si tomáramos preso a Peter, Rachel iría tras él... si es que significa tanto para ella.

Todos miraron atónitos al mayor, este les devolvió una agradable sonrisa.

-Papá...pero...- intentó decir Annie.

-Sé que me negué a ir contigo la primera vez, pero ahora estoy más consciente de los peligros que allá acechan, y con la ayuda de Leandro y James nos será más fácil. Mira pequeña, será cuestión de capturar a Rachel y a Pan, el será para James y ella para nosotros. La traeremos y haremos que se pudra en la cárcel...y tu y yo podremos ser libres por fin, los tres...seremos libres por fin- dijo mirando tanto a su hija como al pirata a su lado.

Benton había subido el tono de su voz convencido de sus palabras dejando impresionada a su hija.

-No pienso dejarte volver ahí sola cariño, y se perfectamente que no querrás dejar todo este asunto por la paz.

-Por supuesto que no dejaré esto así papá, él y ella ahora que sabemos que esta viva tendrán que pagar por lo que han hecho.

-No se hable más, en cuanto ustedes estén de acuerdo zarparemos hacia allá- dijo Leandro con alegría.

-Si James no tiene inconveniente en que uno más se les una- dijo Benton mirando al hombre.

-Será todo un honor pelear hombro a hombro por nuestros propios intereses Benton, tú y Annie son bienvenidos, estarán seguros con nosotros.

Benton miró a su hija y ella le devolvió una sonrisa. No había más que decir, estaba decidido.

-Y ahora, si todos están de acuerdo conmigo, es tiempo de que Annie y James tengan una plática que tienen pendiente desde ayer- dijo Florence levantándose de su lugar y caminando hacia Benton - Querido Benton, ¿Serias tan amable de mostrarnos un poco más sobre tu ciudad?, creo que un pequeño paseo nos vendrá excelente, aprovechando que ya no llueve.

Benton se levantó enseguida, tomo la mano de la rubia para depositar un beso en su dorso y sujeto su brazo al suyo.

-Será un placer mi señora- dijo él mirándole con una sonrisa.

-¿Pero qué...

-Cariño, esto es lo más sano que podemos hacer por ustedes, sobretodo cuando tenemos una misión en conjunto- dijo Benton a su hija interrumpiendo su expresión.

Annie y James se quedaron en su sitio sin saber como reaccionar a la efusiva decisión de Florence por dejarles solos. Miraron al grupo entrar a la casa para tomar abrigos y salir después hacia la calle, en ningún momento Benton soltó el agarre de su brazo con Florence.

-Creo que terminaremos siendo parientes- dijo James una vez que se habían quedado solos en la casa.

-Pero que cosas dices- respondió Annie sonriendo mientras se levantaban de sus asientos.

-Florence tiene todo lo que alguien puede desear en una madre, es generosa, amable y muy hermosa. Se preocupa por los suyos.

-Y tiene todo lo que un hombre solitario como mi padre puede desear- dijo con un dejo de tristeza la muchacha.

-No culpo a Benton si se enamora de ella, de no ser mi familiar yo mismo la hubiera cazado hace tiempo- dijo James mientras entraban a la casa y cerraba la puerta del patio trasero.

-Bueno, por supuesto que mi prima tiene razón- comenzó James - Annie no pienso prolongar más esto.

-Te escucho- dijo Annie aún mirando hacia la puerta dándole la espalda sin atreverse a impedir lo inevitable.

-Tamara y yo no somos pareja, es verdad que estuvimos juntos pero hace ya mucho desde aquello.

-Bien- dijo ella aun de espaldas a él.

James se acerco para intentar abrazarla como en casa de Florence, pero Annie se escapó de su agarre.

-¿Y Lily?- pregunto ella dirigiéndose a la sala para sentarse -¿Ella tampoco significa nada?

James la miró desconcertado acercándose a ella.

-Tampoco, aunque debo confesar que ella es un capítulo aún más amargo que Tamara, veo que has tenido tiempo de hablar con Florence- confesó el arrodillándose frente a ella.

-No tengo derecho a pedirte nada que no quieras ofrecer James- dijo ella mirándolo a los ojos.

-Ni siquiera creo ser él mejor hombre para ti, esas cosas del amor...simplemente jamás se me han dado.

Ella le miró con tristeza ¿De verdad jamás lograría obtener su corazón?

-¿Porqué le tienes tanto miedo al amor James?- dijo ella con tristeza provocando que el pirata la mirara con ojos bien abiertos.

-El único temor que existe en mi vida, es encontrarme nuevamente con aquél cocodrilo y su incesante tictac... o el de perder a la gente que me importa.

-¿Cocodrilo? ¿El que comió tu mano?

-El mismo, y si no te importa preferiría no hablar de ese animal.

-¿Pero cómo piensas dar de comer la mano de Peter si no puedes ni estar cerca de él?

James la miró pensativo, ella tenía toda la razón. El juraba que definitivamente daría de comer al cocodrilo la mano de Pan antes de entregarlo entero a la bestia para por fin darle muerte, sin embargo en vista de sus posibilidades lo veía muy difícil. La bestia causaba un terror en el irracional, uno tan grande que le parecía incluso ridículo en cierto modo cuando el cocodrilo no era capaz de alcanzarle mientras estuviese a salvo en su barco...o en algún punto de la isla alejado de la zona donde el animal vivía.

-Touché- dijo él mirándola con una sonrisa sabiéndose descubierto en su mentira y sentándose resignado en el sillón junto a ella - soy humano después de todo, y como tal tengo debilidades.

-Me alegra saber que por fin una de ellas no es una mujer de curvas exuberantes- confesó Annie mirándose las uñas sin atreverse a mirarlo.

-Cuando estoy cerca de ese animal, las mujeres son mi menor problema te lo aseguro- dijo con sinceridad el hombre pasando una mano por su largo cabello reviviendo algunos momentos de terror vividos enfrentándose al animal.

-¿Qué es lo que causa tanto temor? ¿Que te devore entero?- pregunto curiosa de saber como un hombre tan impotente puede ser derrotado por un cocodrilo que bien con un tiro de su pistola puede exterminar.

-Eso, precisamente...ser devorado. Como Neville...- dijo el hombre con sus ojos azules perdidos en algún punto de la alfombra de la sala.

-¿Neville?

-Un viejo amigo, trabajaba para un museo en Londres. Navegábamos juntos cuando el mar casi nos devora y naufragamos. Fuimos a dar a una isla, donde por desgracia el perdió la vida a causa de un cocodrilo.

-¿El que comió tu mano?- dijo Annie

-No claro que no, yo era muy joven entonces y me encontraba en las Indias Orientales, aún no conocía nada sobre Nunca Jamás, es decir aún no me enfrentaba junto a mis hombres contra Barba Negra- continuó su relato mirando la alfombra como si algo en ella le hipnotizara- era muy joven Annie, lo suficiente como para tener una tripulación entera a mi cargo, aún aprendía cosas sobre el mar y la navegación. El punto es que no sabemos con exactitud como un naturalista fue presa fácil de un animal que se supone, el sabía de primera mano el peligro que presentaba. Annie, ese cocodrilo se lo trago junto con un reloj de bolsillo que no dejaba de sonar, su tictac estaba tan presente en mi cabeza... el terror se apoderó de mi como un balde de agua fría que recorre todo tu cuerpo provocando una horrible sensación en tu espina dorsal, el lugar olía a muerte, tuvimos que huir.

-No estabas solo- intentó comprender la castaña

-Salvo, Junior y Truman estaban ahí también. Esa es una noche que jamás olvidaremos.

Annie miró con preocupación como el hombre sin dejar de mirar la alfombra retorcía los dedos de su mano izquierda con ansiedad. Ella tomo su mano entre las suyas para intentar aliviar su angustia.

-Pero ahora estás a salvo, ese cocodrilo no tiene nada que ver con el que comió tu mano. Y por lo mismo se encuentra muy lejos de aquí.

-Pero cada vez que el cocodrilo de Nunca Jamás esta cerca de mí, es como si escuchara el Tic Tac del reloj de Neville dentro de él, es como si Neville estuviese dentro de la barriga de ese monstruo.

-James eso no es posible.

-Sé que no es así, son dos bestias distintas por supuesto, pero de todas las formas en las que Pan pudo dañarme ¿Porque tubo que ser un cocodrilo Annie? - preguntó mirándola con el ceño fruncido- ¿Por qué mi surte es tan maldita, que decidió que ese pedazo de imbécil eligiera expresamente un cocodrilo para dañarme? ¡Un cocodrilo! ¡De todas las formas que existen en la vida, tenía que ser un maldito cocodrilo!

-Fue coincidencia- intento calmarle mirándolo con preocupación tomando su barbilla -Una muy desafortunada coincidencia, sólo eso James.

El pirata le miró con la respiración un poco agitada, incluso el recuerdo de cualquiera de los reptiles provocaba efectos en él.

-Ahora no te parezco tan audaz como para ser un pirata ¿cierto?

-James, no digas tonterías, eres humano y como tal es completamente normal tener miedos, el mío es perder a mi padre. Además, si de encasillarnos en apariencias se trata, creo que tú no quedarías tan encantado al saber que no tengo dinero y que mi padre y yo no vivimos con tantas comodidades como las que tú y Florence acostumbran.

-¿Pero de qué demonios hablas?- pregunto él con el ceño fruncido -es totalmente ridículo que te juzguemos por el dinero o tu posición social, Florence y yo no somos de se tipo de personas, ni ningún hombre de mi tripulación.

-¿Aún cuando ustedes están rodeados de riquezas, no les cuesta asimilar una vida como la nuestra?

-Deja de decir tonterías sin sentido.

-No son tonterías sin sentido.

-Lo son Annie, no conoces absolutamente nada sobre mi vida como para jactarte de nuestra posición social, tal vez Florence nunca ha sabido lo que es vivir sin lujos, por yo si lo sé, ¿No recuerdas que fui prisionero en la minas de Barba negra? Yo y mis hombres sabemos de primera mano lo que es tener que trabajar, si escúchame bien... - se interrumpió al ver que ella comenzaba a reclamar-...trabajar para ganarte los alimentos, no siempre fuimos piratas Annie.

La castaña le miró intentando comprender sus palabras, era cierto que como prisioneros no podrían haberse dado los lujos que la piratería les ofrecía, solo era cuestión de mirar el Jolly Roger y sus preciadas posesiones para saber que ninguno de ellos celaría jamás el dinero, por ejemplo, que Florence poseía al ser la dueña de una Isla entera.

-¿Y antes de eso?- pregunto Annie sin dejar de mirarlo, James le miró interrogante- antes de la piratería, ¿Cómo era tu vida?

-Mi vida entera ha estado regida por el mar.

-No seas mentiroso, a menos que tú madre te haya dado la vida dentro de un barco podría creerte.

-¿Para qué quieres saber sobre mi vida?

-Para entenderte mejor, quiero...comprenderte.

Él hombre rehuyó la mirada de la muchacha y se levanto del sofá. Camino hacia la ventana para mirar al exterior y recargo una mano en el cristal.

-Cual sea mi historia no tiene importancia Annie. Lo verdaderamente importante ahora es ir tras tú no difunta madre.

-¿Porque evitas el tema? ¿Tienes miedo de que descubra algo que no te convenga?

-No seas ridícula, simplemente no me interesa contarlo.

-Sin embargo yo sí tengo que revelar aspectos de mi pasado para conseguir tu ayuda- le recriminó la joven.

-Escucha bien señorita- comenzó el algo cansado de la discusión - eres tú quien vino hacia mí por ayuda en primera instancia, y por lógica se necesita información tuya para poder continuar con la búsqueda de venganza.

-Al menos dime si tus queridas Lily y Támara saben lo que a mí por supuesto no me quieres contar.

Entonces James si la miró, y sus ojos azules perforaron el alma de la chica. Annie sabía bien que que esa pregunta estaba muy fuera de lugar, sin embargo no estaba dispuesta a retractarse en lo absoluto.

-¿Cuál es tu maldita obsesión con ellas? Parecería que tú eres quien está enamorada de las dos.

-¿Entonces tú estás enamorado de las dos?- preguntó enseguida la joven.

-Estoy harto de esto, ¿No quieres que te toque debido a que no puedo darte el romanticismo que necesitas? Pues lo siento mucho de verdad, estoy seguro de que allá afuera hay cantidad de idiotas dispuestos a cortejarte y desposarte como tú deseas...

-Yo no...

- ¿Qué es lo que quieres? ¿Qué es lo que quieres de mi?

-Sabes lo que quiero de ti- dijo ella con tristeza.

-No soy capaz de darte lo que necesitas, no soy capaz de hacerte feliz.

Annie se levantó de su lugar para caminar hacia el hombre y tomo sus brazos para que le mirase, James en ese instante sintió que los ojos de ella le perforaban el alma. Ella desde luego no podía ser consciente del terrible torrente de emociones que el pirata experimentaba al estar cerca de ella, las ganas inmensas de estrecharla en sus brazos y de amarla sin contemplaciones, pero era algo que a él le costaba reconocer. Jamás había sabido ser bueno ni para Lily ni para Tamara, y no quería con Annie que la historia se repitiera.

-Yo te voy a demostrar, que eres capaz de amar James, no eres de piedra.

-No lo soy, son tan real y tan humano como tú- dijo él perdido en su mirada.

-Entonces entenderás, como yo...que es imposible escapar de un sentimiento tan grande como el amor.

Cuando sus labios se juntaron, James perdió todo rastro de dureza en su rostro, esa mujer lo desarmaba, de una manera que ninguna de sus anteriores relaciones había logrado hacer, ni con tanta intensidad ni en tan poco tiempo. ¿Estaría perdiendo la cabeza?, seguramente, porque de lo contrario no habría estrechado su cintura con sus brazos para profundizar el beso, ni habría gemido de placer cuando sus lenguas se encontraron en una lucha de la cual ambos serían vencedores.


Y aquí estoy, una vez más.

Este capítulo es tan largo como la disculpa que ofrezco por la tardanza. Hago todo lo posible por actualizar y aunque no consiga hacerlo con la frecuencia que deseo, es un hecho que no abandonaré la historia.

Ahora, entendemos un poquito más la perceptiva del miedo irracional que tiene nuestro Capitán Garfio hacia el cocodrilo, nos adentramos un poco en su corazón y descubrimos que como todos nosotros, el es capaz de temer...y de amar.

El querido Benton Wayne es esa figura paterna e incondicional que he querido representar para la protección de la protagonista, y aunque su historia es dura, es un hombre de un gran corazón y una bondad infinita, tanto como la bondad de la hermosa Lady Florence. Estos personajes me encantan, y aunque solo Benton me pertenece como carácter original, estoy eternamente enamorada de Florence de quien me he inspirado en la obra de P.D Baccalario en el libro "La verdadera Historia del Capitán Garfio" ¿No lo han leído aún? Por Merlín ¿Qué esperan?, les aseguro que esa historia solo les hará amar muchísimo más a nuestro querido capitán. Cien por ciento recomendada.

En esa obra encontrarán mucha historia que relaciono en mi FanFic, es de hecho, ese libro quien inspiró a que me aventurara en esta misión de darle al Capitán James Garfio un long-fic que bien merecido se lo tiene. Es una mezcla de películas y el libro en sí. Ya que por ejemplo, Zarina pertenece a la saga Tinker Bell, Florence al libro de Baccalario y la idea de Barba negra de la más reciente película "Pan". Además de que en mi imaginación, James es tan guapo como se muestra en la película "Peter Pan, la gran aventura" interpretado por el actor Jason Isaacs, él es lo más parecido al James que imagino en la historia del libro de Baccalario.

¡Vendito seas Lucius Malf... eh, digo...Jason Isaacs...Jason Isaacs!

Les recomiendo hacer un maravilloso viaje por estos largometrajes y a leer el libro.

Muchas gracias por continuar hasta este punto de la historia, todavía tengo mucho por relatar, no voy a descansar hasta que Annie y James estén juntos. Y como pueden darse cuenta, Peter Pan no es mi personaje favorito, así que no queridos lectores, Peter Pan no es el héroe de esta historia y por fin obtendrá su merecido desde mi perspectiva al menos.

¡Gracias por leer!