Disclaimer: Harry Potter no me pertenece.


When It Hurts So Bad

.

.

Harry había esperado un golpe en la cara por lo que hizo. Había esperado gritos, o palabras cizañosas o burlonas. Había esperado mirar avergonzado a Malfoy e incluso balbucear palabras intentando aclarar razones que él mismo no entendía...

No que Malfoy se doblara de dolor y le faltara el aire.

Palideció de repente y se apretó el pecho, como si por ello doliera menos, pero era obvio que no era así. Empujó a Harry lejos y avanzó hacia adelante, tambaleante. En un intento de salir de la habitación.

-Pansy-susurró lo más fuerte que pudo.-Blaise.

Probablemente quería gritar, pero la voz no salía con la fuerza que él deseaba. Tropezó, y Harry corrió tras él, intentando mantenerlo derecho; preocupado de la razón por la que se encontraba en ese estado.

-Espera, déjame ayudarte-exclamó Harry, pero Draco lo empujó nuevamente. Como si estar cerca de él lo hiriera cada vez más.

-Aléjate de mí, Potter-siseó, y siguió hacia adelante, pero apenas dio unos pasos fuera de la habitación, se desmayó. Asustado, Harry lo cargó y atravesó lo más veloz que pudo la Sala Común, ante la vista de sus compañeros.

-¿Harry, qué ha pasado?-preguntó Hermione, y Harry notó que todos lo miraban con desconfianza.

-Harry, yo llevaré a Draco-le propuso Neville, pero Harry negó con la cabeza y se propuso a continuar, hasta que Parkinson y Zabini se abrieron paso por los alumnos alrededor.

-¿Qué diablos le hiciste, Potter?-regañó ella y Blaise forzó a Harry para que pudiera cargar el mismo a su amigo.

-Vamos, Pansy. Lo hechizarás más tarde. Mantén a tu amigo alejado, Longbottom. O lo mantendremos nosotros.

Ron se paró frente a Harry amenazante, como indicando que él era su primera línea de defensa.

Zabini ni siquiera lo miró antes de salir.

.

Cuando Draco abrió los ojos, los últimos minutos consciente pasaron por su cabeza. Recordaba la sorpresa de ser besado por Potter, incluso recordaba haber cerrado los ojos. Y cuando lo hizo, recordó por qué había querido olvidarlo. No, para ser exactos, recordó lo doloroso que fue recordarlo. El dolor del corazón roto se sintió tan real... que aún lo sentía, aunque ahora apenas podía recordar algo más que días anteriores.

Es un castigo. Un castigo por haber permitido que se acerque de nuevo, pensó Draco.

Así era la magia de los Malfoy, era cruel incluso en los descendientes.

Le hizo creer que estaba a salvo, había sanado el corazón roto, pero apenas tocó a Potter, apenas consideró quererlo, enfrentó el dolor del corazón roto, de una forma tan atroz, como si ese dolor se hubiera acumulado por semanas y ahora lo estuviera recibiendo de golpe. Era una burla, como si le dijera que la oportunidad había pasado y de quererla de nuevo, Draco tendría que volver a cargar ese dolor. Tendría que volver a soportar ese dolor... ¿y cuánto duraría? ¿sería así todo el tiempo? ¿Valdría la pena?

Sin recuerdos que apoyaran ese amor, probablemente la mayoría de los descendientes decidían alejarse. Draco no era diferente a ellos, quería correr lejos.

-¡Draco!-exclamaron sus amigos cuando notaron que estaba despierto.-¿Qué...

La voz de Pansy se detuvo cuando Draco no solo no respondió, sino que sus ojos se llenaron de lágrimas y tapó su rostro con ambos brazos, empezando a llorar.

Él no quería este dolor.

Quería volver a las semanas pasadas. Donde todo era confuso pero su corazón se sentía tan liviano. Donde reía más que llorar. Donde el futuro se veía brillante y prometedor.

-Draco-susurró Blaise.- ¿Qué pasó? ¿Qué hizo Potter?

Draco no respondió. Tan hundido como se sentía, sentía que apenas podía respirar lo suficiente para respirar. Madre tenía razón, él se enamoró.

-Voy a patear el trasero de Potter-exclamó Pansy y salió de la habitación. Blaise no salió tras ella, tomó la mano de Draco y la apretó con suavidad.

-¿Recuerdas ahora?-preguntó y Draco negó.

-¿Qué pasa entonces?

-Siento... me siento-sollozó y Blaise lo abrazó con suavidad.

-Recuerdas el dolor.

-Si-lloró él.

-¿Sabes por qué?

-La enfermera tenía razón, yo quería olvidar. Lo deseé tanto... -lloró, aferrándose a Blaise. -Pero cuándo Potter me besó, yo... por un momento, solo por un momento quise recordarlo. Y sentí ese dolor, fue tan terrible... y me siento tan avergonzado,aún cuando no sé por qué.

Blaise no se burló, se separó de Draco y lo miró a los ojos.

-Todo estará bien, Draco. Lo prometo. Me encargaré de ello.

-¿Cómo puedes encargarte de ello? Madre tenía razón, es la vieja magia Malfoy. Es retorcida y vengativa, y para ella soy un heredero débil al que tiene que corregir.

-¿Qué vieja magia Malfoy?

-Una estúpida magia que te hace olvidar que amas a alguien a quien no tienes.

-¿Dices que Potter te besó?-preguntó Blaise, cuidadosamente.

-Si.

-Bien. Espera aquí.

.

Que Blaise arrastrara a Potter de la camisa y lo tirara frente a Draco, era lo último que un lloroso Draco hubiera esperado unas horas después.

-Bien, hablen.

-¿Blaise?-preguntó Draco.

-No te preocupes, Draco. Pansy y yo hemos hecho que jure con un voto inquebrantable que lo que vamos a decirle sobre tu magia familiar quedará guardado para siempre. Granger le dijo que era estúpido hacerlo. Lo hizo de todas maneras. Con Pansy.

Draco sabía lo que significaba. Significaba que el voto estaba cuidadosamente redactado, y que lo mataría si compartía el secreto de Draco intentando ponerlo en papel o en un pensadero, o algo parecido.

-¿Vamos a decirle?

-Si, lo haremos. Porque Potter es un idiota que a menos que le digas va a estar persiguiéndote. Intentando averiguarlo.

Harry miró a Draco, parecía culpable y herido. En más de una manera, ya que tenía un gran moretón en la cara. Cuando lo miró en el rostro. Harry suspiró.

-Parkinson llegó y me arrojó contra tres muebles, antes de que Hermione la petrificara.

Ante tal descripción, Draco hizo una mueca. Conocía ese hechizo. Uno similar al que usaron con él cuando era un hurón.

Pansy hizo un sonido indiferente.

-Estaba más concentrada en hacerte sufrir que en defenderme. No me arrepiento de nada. Si fuera por mí hubieran sido diez o veinte. Y tendrías más de dos costillas rotas ahora.

Draco miró a Pansy.

-¿Te dijo?

-Si. De otra manera no hubiera dejado que Potter se te acercara. Hablamos también con tu madre, quien nos explicó lo que sabía del tema. Ella no está feliz con Potter. Dijo que si esto no se soluciona apelará a la deuda de vida para que se aleje de ti. Sabes lo literal que es ese voto. No que me importe si se muere.

Draco miró hacia abajo avergonzado de que sus amigos y su madre estuvieran resolviendo todo.

-¿Entonces...?

Draco guardó silencio.

-Escucha Potter, -comenzó Blaise-Draco estaba enamorado de ti desde hace mucho tiempo. Sabíamos que no era correspondido, él lo sabía. Y lo soportó. Hasta que no lo soportó más, porque tus palabras del día que ya sabes, en el que declaraste tu sospecha en voz alta en la sala común, para incrementar la desconfianza de todos hacia un acabado emocionalmente Draco, fueron el acabóse. Él tenía que lidiar contigo, con la mierda que su padre le dejó, y con la maldita sociedad. Estaba cansado, estresado, agotado física y mentalmente. Estaba harto de tí. Así que su magia se encargó de borrarte, para que él sea feliz. Una especialidad de los Malfoy para perdurar el linaje. Simplemente borra el problema e inicia de nuevo. Hasta ahora le ha funcionado. Los Malfoy olvidan a sus objetivos amorosos. Se alejan de ellos. Regresan a ser los herederos que deben ser. Nada de conflictos morales o éticos. Draco, como todos, hizo lo mismo. Pero tú -exclamó con irritación- te has estado entrometiendo cada vez más en su vida, al punto que al besarlo, ocasionaste que todo el dolor que la magia borró en Draco lo invadiera en un solo instante. El dolor de un corazón roto es real. Tan real que la gente se enferma de eso y muere. Escupen flores con sangre, les crecen raíces en los pulmones, se les enreda el corazón. La gente muere, Potter. Los sangre puras mueren. Especialmente los que desde el principio tienen mala fama ¿Por qué crees que no andamos con el corazón en la mano como ustedes? Porque no somos como ustedes. Jamás lo seremos. Así que si la magia de Draco intervino es que él estaba a punto de enfermarse, y probablemente con tu actitud de hace semanas, hubiera muerto con rapidez. Ahora está aquí, vivo. Pomfrey lo analizó y no hay flores en sus pulmones. Pero si sigues insistiendo dolerá, dolerá más y más. Esta es la primera advertencia de la magia, Potter. Si te alejas de él, la magia volverá a eliminarte. Continuará con su vida, se enamorará de alguien más.

Harry a Draco impactado. Draco seguía mirando sus sábanas.

¿Eso era lo que Draco hacía?

¿Buscar con quien reemplazar a Harry?

-Eventualmente el dolor se irá a medida que él sea más feliz. Independientemente de si la felicidad viene por un romance, familia o metas cumplidas. Como lo haría si se tomara el tiempo de sanar naturalmente. Pero para ello necesita que la fuente de dolor deje de estar jodiendo cada cinco malditos minutos, y deje de estar mandando mensajes contradictorios de amor-odio.

Harry miró a Zabini.

-Así que como no puedes, maldita sea, corresponder el amor de Draco, solo déjalo en paz. Déjalo terminar el año y entonces él podrá alejarse socialmente de ti. Encontrará una prometida o un prometido. Encontrará una profesión a la cual dedicarse. Hará una vida hasta el momento en que no haya importado nunca el haberte conocido.

Harry jadeó.

-Deja que le borre la memoria. Que aprenda de nuevo quién es Harry Potter de las revistas o los libros, o el periódico. Y esta vez, aléjate por favor.

Las serpientes esperaban que Harry asintiera. Lo sabía. Harry lo hizo.

Asintió y empezó a alejarse. Hasta que se detuvo.

-¿Y si no quiero eso?

-¿Si no quieres qué?

-¿Que me olvide otra vez?

-¿Qué, estás enamorado de Draco?-rió cruelmente Blaise.

-No, pero creo que él me gusta.

Draco miró al gryffindor sorprendido.

-¿Si yo quiero, si quiero que me recuerde, qué debo hacer?-preguntó con voz desesperada.

Blaise frunció el ceño.

Miró a Pansy.

-No hay registros de ello. Jamás se ha dado, Potter.

-No puedo... no voy a alejarme.

Pansy suspiró.

-De verdad tendré que matarte.

-Hablaré con Narcissa para que emita el voto-exclamó Blaise.

Draco evadió la mirada de Harry.

-¿Y si yo me acerco a él nuevamente? ¿Como si fueramos recién conocidos? ¿Qué si logro que te enamores de mi una vez más?

-¿Quieres reemplazar mis sentimientos por ti tú mismo? -preguntó Draco incrédulo.

-Creo...

-¿Sabes lo que estás diciendo?-amenazó Blaise.

-Lo sé. Lo entendí. ¿Qué pasa si la relación no funciona? ¿Él volverá... va a morir? ¿La magia volverá a iniciar su mente?

-¿Ni has salido con él y ya te preocupa ir a enamorarte de alguien más?

-¡No! No... yo... lo siento Malfoy, si hubiera sabido...

-¿Hubieras salido conmigo?-rió incrédulo y en voz baja, Draco.

-Hubiera pensado más las cosas. Yo aún no lo proceso del todo.

-Deberías irte, Potter.

-No borres tu memoria, por favor. Lo arreglaré.

-Potter,-susurró Draco-por favor.

-No. -Con un arranque de valor, avanzó hacia él y lo abrazó. -Por favor, no me olvides. O la siguiente vez dame una oportunidad. Lo haré mejor. Sé que a veces soy un completo idiota pero te prometo que la siguiente vez lo haré bien. Así que déjame intentarlo de nuevo. Esta vez seamos amigos, probemos ver si somos buenos para el otro.

Draco no pudo evitarlo. Lloró, lo sujetó de regreso y ocultó la cabeza en su hombro.

Potter se quedó junto a él, en un incómodo silencio hasta que se durmió.

La siguiente vez que abrió los ojos, Draco frunció el ceño hacia el chico a su lado.

Él recordaba el beso del día anterior.